El viaje por la seguridad de los pacientes.

Seguridad de los pacientes es un viaje por la sucesión de momentos de verdad que integran los procesos que deben estar normatizados tener control, indicadores, con factores impulsores y otros que determinan y señalan el objetivo, hay que hacer las cosas bien desde el comienzo, disminuir la fragmentación, enseñarle al paciente para que coproduzca, que sea también corresponsable de la atención participando activamente, formar equipos de trabajo, continuidad de información, datos completos, tener un modelo de atención proactivo no pasivo, seguridad de los pacientes es un viaje

La seguridad empezó por la gestión de riesgos fue el primer paso en la visibilización de la seguridad de los pacientes, se trataba más bien de gestionar o evitar o relatar los incidentes que habían ocurrido, si bien esto es esencial es insuficiente hay que hacer que no ocurran los eventos.

Es importante considerar los problemas que tiene el sistema de salud y lo que debe cambiar de la atención médica en el futuro si realmente queremos estar seguros. Está claro que el rápido progreso de la ciencia médica durante el siglo veinte ha sido beneficioso para todos.

Los pacientes deben dejar de ser un diagnóstico clínico sujeto a pruebas e intervenciones. La narrativa de los pacientes debe elevarse como las pruebas médicas a un nivel de consideración.

Estamos viviendo el desafío de las enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población, evitar que las condiciones económicas y la pobreza impulsen peores resultados. La mejoría en los resultados en cuanto al tratamiento de la enfermedad fue acompañado por un aumento en los niveles de eventos adversos, también porque se miden más y en más lugares.

El desarrollo del movimiento de seguridad del paciente en los últimos 20 años es un reflejo de los avances en la atención médica y la comprensión de que con el éxito surgió un nuevo problema de daño inadvertido. La prestación médica debe planificarse para ser segura. Esto tendrá que ver con el diseño de los procesos y los controles. Debemos centrarnos en un sistema proactivo sobre la seguridad de los pacientes. Debemos aspirar a estar lo más cerca posible del cero daño, a pensar de la complejidad que este concepto encierra y puede no ser realista, desde la situación donde se parte y los elementos del contexto.

La búsqueda de un sistema de salud que sea seguro requerirá coraje, ya que la base de poder actual no es propicia para una atención segura.

El poder del complejo industrial médico, la industria farmacéutica y los organismos de apoyo se basa en el modelo actual de atención, con jerarquías y estructuras.

Esto resultará en cambiar el desequilibrio de poder en el sistema y el reconocimiento de que el diseño de un sistema con el hospital en el centro puede cambiarse al hospital como facilitador de la salud dentro de un sistema de prestación de atención que se centra más cerca del hogar. Esto requerirá una reasignación de recursos a la atención primaria y un cambio de la atención médica a la salud.

A medida que rediseñemos los servicios para que sean más seguros en el futuro, necesitaremos una visión que vea más allá del desafío actual y planifique un servicio integrado de atención centrado en la salud y no en la enfermedad

Los pacientes estarán protegidos si los vemos como personas con una enfermedad, con una vida fuera de la enfermedad, en lugar de como pacientes con una enfermedad. Esto resulta en una pérdida de poder y control sobre sus propias vidas y la falta de poder puede ser una causa contribuyente de daño.

Se debe pensar en como la persona debe estar protegida en todo el recorrido de este viaje.

Para ello se debe proveer a los que prestan un sentido de pertenencia. Educar en la seguridad. También a los pacientes. Para que puedan coproducir. Poner a las personas a cargo de su salud, no de su enfermedad. Usar factores humanos para abordar la complejidad. Conocer los determinantes sociales de las personas. Escuchar y escuchar. Aprovechar la tecnología para el futuro. Implementar para la salud el avance digital y empoderar a las personas con la tecnología. Identificar donde hay riesgo y minimizarlo.

El liderazgo para la seguridad será la base del trabajo futuro en seguridad del paciente. Los líderes en el cuidado de la salud están en todos los niveles del sistema, ya que debe haber un enfoque en cada microsistema, así como en el liderazgo de facto a nivel ejecutivo. Esto incluye la apreciación de la incertidumbre, la integración de información de diferentes fuentes y el establecimiento de los objetivos que permitirán el desarrollo de sistemas seguros. El liderazgo, por lo tanto, debe fomentarse en todos los niveles de la organización, con el desarrollo y la facilitación del liderazgo local en la interfaz con el paciente como la clave para garantizar que haya un entorno seguro. El cambio requerirá líderes que entiendan qué es realmente la atención de calidad, segura y centrada en la persona, con un profundo conocimiento de la Teoría de Sistemas y los Factores Humanos, así como saber cómo realinear el presupuesto para facilitar el cambio.

Esto requiere visión para establecer la dirección, esperanza de proporcionar socorro en tiempos difíciles, respeto por lo que se está cambiando y por el trabajo que se hace, y coraje para hacer los cambios contra la resistencia que presentarán las formas pasadas. A nivel político, deberán involucrarse en una visión más amplia de un rediseño total del sistema, requerirá voluntad política para permitir la realineación y reingeniería del sistema de salud a uno en el que toda la política esté dirigida a la salud a largo plazo de la comunidad. Los políticos deben invertir en salud mientras financian la atención médica. Coraje imaginación, visión y esperanza. Pero lo más importante es que requerirá coproducción del usuario con todas las personas involucradas, particularmente las personas que recibirán atención.

Diseñar nuevos sistemas de seguridad utilizando los sistemas digitales, la inteligencia artificial, la interpretación pronóstica de los datos, la mejora del monitoreo transcutáneo .

En el desarrollo de un entorno seguro se debiera incluir un programa activo para prevenir el agotamiento del personal clínico, ya que esto tiene un impacto negativo tanto en su bienestar como en la seguridad de los pacientes. La prevención del agotamiento no ha sido parte de las intervenciones tradicionales de seguridad del paciente, sin embargo, los médicos estresados no pueden brindar una atención segura. Intervenciones. A medida que adoptamos un enfoque de sistemas y factores humanos para la seguridad del paciente, parte de ese enfoque será la gestión del agotamiento teniendo en cuenta las razones multifactoriales de la educación, las jerarquías, la tecnología y el diseño general del servicio.

Seguridad-II es una forma de entender las realidades del trabajo diario de una manera constructiva y positiva. Es una forma de ser más proactivo y preventivo, ayudando a reducir los riesgos y minimizar sus efectos. Asume explícitamente que los sistemas funcionan porque las personas son capaces de adaptar y ajustar lo que hacen para que coincida con las condiciones que enfrentan. Actualmente, la visión de la seguridad no tiene en cuenta que el rendimiento humano prácticamente siempre va bien y las cosas van bien porque las personas ajustan lo que hacen para que coincida con las condiciones de trabajo. Erik Hollnagel (2014) diría que la palabra «seguridad» no se trata realmente de seguridad en absoluto, sino de garantizar que una organización, departamento, unidad o equipo funcione según lo previsto. No es una nueva iniciativa o producto para que las personas implementen, sino mucho más sobre una forma diferente de ver la seguridad utilizando una mentalidad diferente, para ir más allá del enfoque tradicional en el fracaso y considerar cuestiones más amplias de los sistemas y cómo funcionan. Safety-II también trata sobre la forma en que interactuamos entre nosotros y la forma en que nos comportamos tanto como los aspectos técnicos de lo que hacemos. Hace hincapié en el respeto mutuo, la no tolerancia de los comportamientos irrespetuosos y permite que las personas se sientan seguras para participar y hablar. El personal sanitario es capaz de detectar y corregir cuando algo sale mal o cuando está a punto de salir mal e intervenir antes de que la situación empeore seriamente. El resultado de todo esto es la variabilidad del rendimiento, no en el sentido negativo, donde la variabilidad se ve como una desviación de alguna norma ¿Dónde queremos estar?. El objetivo del trabajar sobre los factores humanos es para crear sistemas de alta fiabilidad.

El movimiento de seguridad ha pedido a las organizaciones que faciliten la cultura de seguridad, en la que las personas tienen la responsabilidad de estar seguras y llevar a cabo su trabajo de una manera que mitigue los daños. Dada la complejidad del tipo de trabajo realizado en el ámbito sanitario, esto es difícil de lograr dentro de los constructos jerárquicos actuales de la mayoría de las organizaciones sanitarias. Si bien cierta jerarquía es esencial, la capacidad de asumir riesgos y sentirse capaz de desafiar para promover prácticas seguras es uno de los principales desafíos que enfrentaremos en el futuro. Las investigaciones de incidentes clínicos suelen identificar problemas de comunicación en los que la jerarquía impide la comunicación del riesgo potencial, siendo el trabajo en equipo lo más destacado.

Los conceptos de seguridad deben desarrollar la resiliencia aprendiendo también de lo que funciona dentro de la complejidad de la prestación de atención para abordar el bienestar de los médicos.

Comprender las razones subyacentes, o las causas fundamentales, de por qué las cosas salen mal es fundamental para el éxito. Las causas más profundas de los incidentes adversos de los pacientes radican, de hecho, en los sistemas de gestión y organización que respaldan la prestación de atención.

La investigación ha demostrado que las causas tienen sus raíces en factores como la capacitación inadecuada, la falta de comunicación, la falta de información, el equipo defectuoso o el entorno físico deficiente. Pedir al personal que trabaje en estas condiciones para no correr el riesgo de causar daño a los pacientes. Incorporar la seguridad en los servicios de salud mediante la comprensión de las fuentes de riesgo dentro de los sistemas y su eliminación debe ser una prioridad fundamental para todos los proveedores de atención médica.

El papel que los factores humanos y el pensamiento sistémico pueden tener para permitir que las organizaciones aprendan de los incidentes es bien reconocido. Un enfoque sistémico puede ayudar a las organizaciones a centrarse menos en la falibilidad individual y más en la creación de sistemas resilientes y seguros. 

La seguridad de los pacientes es un recorrido seguro por el sistema de salud, en los diferentes trayectos vinculados a como se obtienen las prestaciones, la calidad, la seguridad, la afectividad, la eficiencia, son confluyentes y por lo tanto son una parte fundamental de la gestión de las instituciones. Reproducir como hacer bien las cosas, mediante el compromiso, la participación, la colaboración, el conocimiento la competencia de los actores institucionales, involucrando al paciente.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

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