Eficiencia en el manejo de los quirófanos

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD. Gestión estratégica de establecimientos de salud. Materia anual de segundo año.


Los quirófanos, también conocido como el block quirúrgico de la institución, comprende los quirófanos propiamente dichos, las áreas de ingreso y preparación del paciente, recuperación postanestésica, el ingreso, el enlace, la farmacia de cirugía, recepción de materiales esterilizados, el estar y los vestuarios del personal, deben tener además espacios para anatomía patológica, para guardar equipamiento mientras no se usa, y el área de descontaminación, recepción de materiales, depósito de ropa utilizada y residuos, con todas las áreas de apoyo que lo involucran.

Desde la perspectiva organizativa el BQ se define como: una organización de profesionales sanitarios, que ofrece asistencia multidisciplinar a procesos asistenciales mediante cirugía, en un espacio funcional específico donde se agrupan quirófanos con los apoyos e instalaciones necesarios, y que cumple unos requisitos funcionales, estructurales y organizativos, de forma que garantiza las condiciones adecuadas de calidad y seguridad para realizar esta actividad. Participan como profesionales: instrumentadoras quirúrgicas, circulantes, enfermeros, técnicos de anestesia, anestesistas, médicos cirujanos, ayudantes, técnicos perfusionistas, personal de limpieza y camilleros, personal de farmacia. Es un espacio multidisciplinar donde se realizan intervenciones programadas, urgentes, y procedimientos que requieren vigilancia para los pacientes. Existe en la actualidad una diferenciación de los espacios para cirugía menor o ambulatoria, espacio para endoscopias, por las circulaciones, el tipo de medidas y el personal que se requiere. Los quirófanos que funcionan en la institución dependen del personal y no solo de la cantidad de quirófanos que tenga la institución. Especialmente de anestesistas debido a que no se pueden realizar anestesias simultáneas. Uno de los aspectos más importantes es el de la logística de material estéril, de los implantes y las cajas dedicadas para estos procedimientos, por ello adquiere especial importancia el lugar de enlace quirúrgico. La logística de los pacientes, los camilleros deben ser parte del equipo quirúrgico.  Los quirófanos como todas las áreas del hospital o sanatorio deben funcionar con procesos bien definidos y con evaluación continua del cumplimiento de estos, es una garantía para la seguridad de la institución. La organización del área quirúrgica no debe estar en función de la conveniencia del uso de los equipos quirúrgicos y no en el uso de los espacios del quirófano y fundamentalmente el uso de las camas. Por ello, con el equipo de trabajo desarrollamos un programa que divide la intervención en preparación, anestesia, intervención, con una duración definida, postoperatorio inmediato, recuperación, alta y seguimiento post alta.

Todos los pacientes que hayan sufrido un procedimiento anestésico deberán tener planificado previamente por parte del anestesiólogo: 1. El área de destino más probable tras la intervención; y 2. El protocolo específico de recuperación. Debido a la escasez de anestesiólogos, muchos establecimientos ponen la cantidad de cirugías en función de los especialistas que tengan, especialmente en el sector público de salud, que a pesar de que existe el mandato este no alcanza para cubrir lo que se necesita. Es fácil decir que los quirófanos no los manejen los anestesiólogos, pero estas circunstancias de escasez hacen imposible forzar situaciones. Estas situaciones incrementan las suspensiones vespertinas.

En el área de preparación prequirúrgica se seguirá un protocolo de recepción de pacientes que incluya la comprobación de la identidad del paciente (pulsera identificativa con los datos del paciente, diagnóstico y procedimiento quirúrgico) y la revisión de la historia clínica completa y pruebas complementarias. anestésica. Se debe maximizar la polivalencia de los quirófanos, no se asignan quirófanos por especialidad, deben distribuirse las sesiones quirúrgicas con criterios de programación.  Debe funcionar para la programación en horarios matutinos y vespertinos, en forma continua y con el menor tiempo posible entre las intervenciones.  

La tasa de cancelaciones puede reducirse utilizando un adecuado protocolo preoperatorio, desarrollando una gestión integral del proceso, incorporando a todas las partes implicadas en el mismo, y dotando de un área de preparación preoperatoria para ingresos el mismo día de la cirugía, en general lo hacemos unas horas antes. El 80% de las urgencias quirúrgicas pueden ser atendidas durante el día laboral normal, siempre que se provea de sesiones quirúrgicas especialmente dedicadas a esta actividad, adecuadamente dotadas de recursos humanos y de equipamiento.

La programación, el respeto de los horarios, de las normas de seguridad, el buen trato entre los integrantes del plantel, no permitir conductas agresivas y disruptivas con otros miembros. El cuidado del material que es sumamente costoso y debe ser utilizado por el resto de las especialidades. Llevar un adecuado registro de las suspensiones y sus causas y verificar si son fallas de procesos que se puedan evitar.

El instrumental quirúrgico debe ser cuidado. Respetar las circulaciones de los pacientes. Los factores más relevantes son la calidad del aire, la ventilación, la limpieza del quirófano, del equipamiento y de la ropa, la presurización, la presión positiva. La seguridad de la cirugía comienza desde el diagnóstico, de informar el procedimiento, de evaluar integralmente al paciente, la medicación, si tiene focos de infección que puedan generar bacteriemias.  El baño prequirúrgico la noche anterior y cuando se interna. La oportunidad de la profilaxis antitetánica y antibiótica. Informar a su familia. Tener concepto claro sobre el flujo de los pacientes. Avisar a los médicos de planta que reingresa un paciente desde el quirófano, e instalar una vigilancia especial desde el lado de enfermería, con especial cuidado a algún efecto del cuidado con la prolongación del efecto de las drogas anestésicas.

Tener previsto todo para su atención. Evaluar el plan quirúrgico. La recuperación. La analgesia. El seguimiento postalta del paciente. Las consultas posteriores. La alimentación. El descanso. La reanudación de la actividad laboral.

Los quirófanos son una fuente importante de recursos económicos para los sanatorios, los hospitales, para incrementar la producción asistencial, de utilización y de calidad. El quirófano es Responsable del 60% de los ingresos del sanatorio y el 30% de los gastos. En término medios, lo cual obliga a la atención de quienes gestionan y lo utilizan con mucha dedicación. También genera listas de espera en algunas especialidades que pueden significar pérdidas de oportunidades. El proceso quirúrgico incluye un circuito asistencial complejo, que lo describiré en cinco bloques.  Implica la coordinación entre diferentes servicios y profesionales, entre proveedores y prestadores, áreas de admisión, camilleros, anestesiología, esterilización, farmacia, compras, dirección, etc.

La programación de cirugías hace parte de una de las actividades más importantes que se abordan dentro de la gestión y logística hospitalaria; en esta actividad se deben definir la sincronización de tiempos de inicio y finalización de intervenciones entre los pacientes y recursos disponibles: cirujanos, enfermeras, anestesistas, camas, insumos, esterilización, torres de laparoscopia, radiología, salas quirúrgicas entre otros.

Es un área fundamental para todos los programas de seguridad de pacientes, para implementar cirugía segura, como un programa de calidad de la institución y respaldo para sus profesionales.

Esto lleva a que la calidad perioperatoria se traslada a la comunicación del equipo quirúrgico y con los otros servicios, profilaxis antibiótica y antitrombótica, corroboración del sitio quirúrgico, la prevención de resangrados, medicamentos seguros, eventos con la tecnología que se usa en el quirófano, con las conductas disruptivas de los cirujanos, la educación del paciente previo a la intervención quirúrgica.

Los avances más importantes en las últimas tres décadas fueron la cirugía laparoscópica y la robótica, que permite en ambos casos, a través de videocámaras tener una visión ampliada.

Las intervenciones traumatológicas en pacientes añosos deben realizarse en las primeras 24-36 horas de producido el trauma.

Concluyendo este resumen el quirófano es otra área donde la productividad de las instituciones se define, debe tener por ello su programa funcional, diario, semanal y mensual, con ajuste cotidianos, en función del comportamiento de las variables de los equipos, los pacientes, los proveedores, los insumos y las autorizaciones, existe una tendencia al acortamiento de las estancias postoperatorias, por lo tanto un área que bien manejada y conducida, liderada por un buen jefe de quirófano se logrará una ocupación de las salas del 75% de la capacidad instalada, una logística just in time, personal suficiente y entrenado, equipamiento acorde, es prioritario que la primer cirugía comience en horario en todos los quirófanos, porque luego ese retraso se traslada al resto del día, las cirugías en la actualidad están más regladas, la organización debe estar basada en el flujo de pacientes, en la gestión por procesos, en los protocolos de seguridad de paciente y de las instalaciones, la recuperación mediata, Evaluar el riesgo preoperatorio y los registros deben ser pormenorizados, completos, reales, que permitan mejorar la comunicación con los otros profesionales y fundamentalmente con las familias.  Un buen manejo del dolor, realimentación y tolerancia deambulación lo más precoz posible, las altas tempranas, equipos quirúrgicos que cumplan las normativas son sustanciales para el buen manejo del bloque quirúrgico que es un área de gestión. Una hora de quirófano no utilizada es un costo hundido para la institución. Se debe tener mucho cuidado cuando se pasan presupuestos sobre el valor de la hora quirúrgica, porque este desperdicio debe ser tenido en cuenta.

Establecer las necesidades de camas en función de la programación.

Organizar adecuadamente la preparación anestésica y la recuperación de los pacientes.

Evitar la conveniencia de los médicos cirujanos o de los anestesistas que le hacen perder rendimiento al quirófano.

Evitar conductas oportunistas de quienes tienen casos de urgencia.

Efectuar una correcta secuenciación de los pacientes para mejorar el uso eficiente de los quirófanos.

Ordenar el flujo de los pacientes, la citación, la confirmación y la asignación de las camas.

Controlar los cambios que sean en función de la conveniencia de los pacientes y de la institución.

Escuchar a los clientes internos cirujanos y anestesiólogos.

Tener reuniones periódicas con personal del quirófano.

Sostener las innovaciones en el tiempo, porque tienden a volver a los procesos de siempre.

Determinar el tipo de cirugía, su duración y el tiempo.

Tener un programa de cirugía para cada día.

Mejorar la condición clínica del paciente.

Organizar las cirugías en función de duración, tiempo de recuperación y área de atención de los pacientes.

Intensificar medidas de seguridad.

Cumplir con circulaciones limpias y sucias

Enfocarse en el valor Hay que asegurar que cada paso añada valor desde la perspectiva del paciente. Conseguir que la mayoría entienda el concepto de valor y se enfoquen en él es clave para diseñar procesos de buena calidad.
Acortar los tiemposRevisar los tiempos de procesos, de las tareas, pensar siempre si el paciente no puede hacerlo ambulatorio.
Evitar la gestión de lotesHacer que un paciente espere a otros para empezar a atenderlos. Reduce la velocidad de los procesos.  Esperar las altas todas para empezar a mover pacientes.
Eliminar duplicación de actividadesEn muchos procesos vemos el mismo paso repetido, sea por falta de fiabilidad, falta de conocimiento de lo que está ocurriendo en otros puntos del sistema.
Evitar la sobre producciónNo hacer cosas de más o no pedidas. Tener gente sin hacer nada.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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