Priorizar Trasplantes en los Sistemas de Salud

Argentina tiene como política de estado sostener un programa de trasplantes con una tecnoestructura de calidad, que fija año tras año, mejoras significativas en todos los programas de trasplante, haciendo también inversiones tecnológicas para mejorar la preservación de órganos y la calificación de los equipos, evaluando los procesos, la estructura y los resultados, quienes somos prestadores y ejecutantes sentimos la satisfacción de estar alineados con dichas directivas y si bien la transferencia de riesgo es muy alta, al absorber los costos de dicha prestación como plan de salud, sentimos la satisfacción, porque no solo son la mejoras del programa sino de otros aspectos del cuidado de los pacientes con insuficiencia renal, con insuficiencia cardíaca, con hepatopatías crónicas, insuficiencia respiratoria, que entran en programas que mejoran su calidad de vida. La mejora en la calidad de la bacteriología, de la infectología, de la inmunología, de la estructura o arquitectura hospitalaria, de equipos multidisciplinarios, de tener los especialistas dentro de la institución, de la elevada calidad de los ateneos.

Müller, Elmi MD, PhD 1 ; Domínguez-Gil, Beatriz MD, PhD 2 ; Ahn, Curie MD 3 ; Berenguer, Marina MD, PhD 4 ; Cardillo, Massimo MD 5 ; Chatzixiros, Efstratios PhD 6 ; Cortesi, Paolo MD, PhD 7 ; Herson, Marisa MD 8 ; Ilbawi, André MD 9 ; Jha, Vivekanand MD, PhD 10,11,12 ; Mahillo, Beatriz MD 13 ; Manas, Derek M. MD 14 ; Niño-Murcia, Alejandro MD 15 ; Shaheen, Faissal AM MD 16 ; Stock, Peter MD, PhD 17 ; Potena, Luciano MD, PhD 1


CUADRO 1. – Trasplante de órganos, células y tejidos sólidos en ENT

Trasplante de riñónLa enfermedad renal crónica es una afección progresiva que afecta a más del 10% de la población general en todo el mundo, lo que representa más de 800 millones de personas. 1 El trasplante de riñón es el tratamiento de referencia para la insuficiencia renal y cuenta con evidencia bien documentada de que mejora de manera rentable la supervivencia y la calidad de vida en comparación con alternativas terapéuticas, ofreciendo así la mejor relación calidad-precio. 2
Trasplante de hígadoLa enfermedad hepática es responsable de 2 millones de muertes al año y es responsable del 4% de todas las muertes (1 de cada 25 muertes en todo el mundo, la 11.ª causa principal de muerte) y
la 15.ª causa principal de años de vida asociados a discapacidad; la MASLD, la afección que ahora precede a muchos casos de cirrosis hepática y cáncer, tiene una prevalencia mundial del 30% y se proyecta que aumentará al 50% para 2024. 3 , 4 El trasplante de hígado es el tratamiento de elección para la cirrosis avanzada, el hepatocarcinoma y otras neoplasias malignas del hígado. Los resultados del trasplante de hígado restablecen la expectativa de vida y permiten regresar a la vida activa 5
Trasplante de corazónEn pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, el trasplante cardíaco proporciona un beneficio importante en la probabilidad de supervivencia (del 20% al 75% de supervivencia a los 5 años) 6 permitiendo que el 89% de los receptores del trasplante vuelvan a trabajar o a tener una vida social activa. La incidencia de la insuficiencia cardíaca está aumentando en todo el mundo, lo que representa un importante coste sanitario: el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca durante la vida en el mundo occidental es del 25%, 7 , 8 es la tercera causa de hospitalización y hasta el 3% del coste total de la atención sanitaria puede atribuirse a la insuficiencia cardíaca 9
Trasplante de pulmónLa contaminación y otros factores ambientales son responsables de un aumento mundial de la EPOC, que actualmente tiene una prevalencia global del 10%. 10 Para el año 2050, se estima que los casos de EPOC aumentarán principalmente entre las mujeres, con un aumento relativo del 47%. La EPOC es la primera causa de enfermedad respiratoria crónica que requiere trasplante pulmonar, precediendo a la neumonía intersticial idiopática y la fibrosis quística. El trasplante pulmonar es la única estrategia terapéutica que permite la supervivencia en pacientes con enfermedad pulmonar terminal 11
Trasplante de tejidosLas enfermedades que causan deformidades corneales congénitas irreversibles o lesiones traumáticas que conducen a la ceguera ahora se pueden tratar eficazmente con trasplantes de córnea. 12 Las enfermedades inflamatorias crónicas que causan inmovilidad y dolor se pueden controlar mediante trasplantes musculoesqueléticos. En la cirugía del cáncer, a menudo se pueden evitar las amputaciones de miembros. 13 Los injertos de piel de donantes se utilizan para curar heridas crónicas supurantes resultantes de enfermedades vasculares y diabetes, mientras que los trasplantes de origen humano ayudan a liberar las limitaciones en el movimiento causadas por quemaduras y otras lesiones traumáticas. 14
Terapias basadas en célulasLas terapias basadas en células son cada vez más prometedoras para mejorar los resultados de las enfermedades crónicas. Algunos ejemplos son los trasplantes de células de los islotes pancreáticos para la diabetes, el uso de células y estructuras de bioingeniería para restaurar la visión y reemplazar órganos dañados, y los sustitutos de piel cultivados in vitro para tratar quemaduras y heridas crónicas. 15 , 16 Los nanocompuestos biomédicos pueden mejorar la rigidez y las características biológicas del compuesto 17

EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; MASLD, enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica; ENT, enfermedad no transmisible.


Fondo. 

En noviembre de 2023, en el contexto de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, la Organización Nacional de Trasplantes organizó una cumbre mundial para debatir la acción global en materia de trasplantes para la próxima década. En este artículo se recogen las recomendaciones que sustentan la necesidad de priorizar los trasplantes en los sistemas sanitarios.

Métodos. 

El grupo de trabajo investigó cómo el trasplante aborda la mortalidad por enfermedades no transmisibles, en particular las relacionadas con las enfermedades renales y hepáticas. También investigó cómo el trasplante puede contribuir al logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente el Objetivo 3 (buena salud y bienestar), el Objetivo 8 (crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible y empleo para todos) y el Objetivo 13 (luchar contra el cambio climático y sus efectos).

Resultados. 

Al priorizar los trasplantes, la mayor disponibilidad y accesibilidad a órganos y tejidos que salvan vidas para el público no solo conducirá a salvar más vidas y mejorar los resultados de salud de los pacientes individuales, sino que también contribuirá al desarrollo de un sistema de salud resiliente en general en ese país como consecuencia del desarrollo de la infraestructura necesaria para los trasplantes.

Conclusiones. 

Los principios éticos asociados al trasplante promueven los principios de solidaridad en la sociedad al fomentar el proceso de donación y la equidad en el acceso a la terapia. Este artículo tiene como objetivo abogar por la disponibilidad generalizada de trasplantes de órganos sólidos, tejidos y células para todos los pacientes.

INTRODUCCIÓN

El 9 y 10 de noviembre de 2023, durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, la Organización Nacional de Trasplante organizó una cumbre mundial para promover la acción global en trasplantes. La reunión tuvo el apoyo de entidades clave como la Dirección Europea de Calidad de Medicamentos y Asistencia Sanitaria del Consejo de Europa (EDQM), la Sociedad Europea de Trasplante de Órganos, la Sociedad Internacional de Nefrología, la Sociedad de Trasplante y la Organización Mundial de la Salud.

Este artículo informa sobre las recomendaciones desarrolladas que destacan la necesidad de priorizar los trasplantes en los sistemas de atención médica. Establecer el trasplante como prioridad es crucial para mejorar la calidad y resiliencia del sistema de salud y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Priorizar el trasplante mejora la disponibilidad y accesibilidad de órganos y tejidos vitales, salvando vidas y mejorando resultados de salud. El trasplante también promueve la solidaridad social y equidad en el acceso a terapias, con políticas de asignación adecuadas según la necesidad clínica, sin importar el sexo o estado socioeconómico del paciente. El artículo y las recomendaciones emitidas en la cumbre defienden la disponibilidad generalizada de trasplantes de órganos, tejidos y células sólidos como la opción principal para pacientes con enfermedades orgánicas terminales.

ANÁLISIS DEL PAPEL DEL TRASPLANTE PARA ABORDAR LAS ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y GARANTIZAR EL ACCESO UNIVERSAL A LA SALUD

Trasplante y enfermedades no transmisibles

Las enfermedades no transmisibles (ENT) son afecciones no contagiosas que afectan la vida de una persona a largo plazo, causadas por factores genéticos, de estilo de vida y ambientales. Las ENT imponen costos directos en atención médica y costos indirectos en días laborales perdidos. Se abordan mediante programas de prevención para reducir muertes relacionadas con el estilo de vida. En pacientes adecuados, el trasplante puede transformar el tratamiento de ENT, mejorando la expectativa de vida y reduciendo costos para los sistemas de salud.

El campo de los trasplantes ha tenido un impacto dramático en la medicina moderna, mejorando la calidad de vida y la autonomía, y ofreciendo a millones de personas esperanza y una segunda oportunidad de vida. 

Si bien el trasplante representa una solución para muchas ENT en etapa terminal, la disparidad entre la oferta y la demanda insta a los actores del sector de la salud a implementar estrategias preventivas para reducir la carga de enfermedades que dan lugar a la necesidad de trasplantes. Estas incluyen la promoción de estilos de vida adecuados, dietas saludables y políticas para salvaguardar la sostenibilidad ambiental y reducir la contaminación, así como la implementación de tratamientos basados ​​en evidencia para la prevención de enfermedades o la desaceleración de su progresión.

La integración de la donación y el trasplante de órganos, tejidos y células en los sistemas de atención sanitaria no solo tiene un impacto directo en el pronóstico de las enfermedades, sino que también proporciona un beneficio indirecto a la organización de la atención sanitaria. Para poder realizarse, el trasplante necesita la adquisición de habilidades complejas y de alto rendimiento, enfoques multidisciplinarios y vías de accesibilidad bien definidas. Por lo tanto, las condiciones requeridas para implementar los programas de trasplante están directamente vinculadas a una mejora general en la calidad y la organización del sistema de atención sanitaria que puede proporcionar beneficios adicionales a la prestación de atención sanitaria en entornos no relacionados con los trasplantes. Por ejemplo, los 10 mejores hospitales del mundo y 8 de los 10 mejores de Europa tienen un programa de trasplantes ( https://www.newsweek.com/rankings/worlds-best-hospitals-2024 ).

Trasplante y acceso universal a la salud

El acceso universal a la salud es un objetivo clave de los ODS de la ONU, destacando que todas las personas deben tener acceso a servicios sanitarios de calidad sin dificultades económicas. El trasplante puede ayudar a lograr este objetivo de varias maneras:

Equidad en el acceso: Los servicios de trasplante aumentan el acceso equitativo a pacientes con enfermedades terminales al integrarse en los sistemas de salud. Programas públicos y políticas de asignación buscan reducir las disparidades mediante la distribución justa de órganos, tejidos y células. Es crucial abordar las desigualdades sistémicas y crear sistemas de asignación transparentes y programas de concienciación pública.

Reducción de costos: Aunque costosos inicialmente, los trasplantes suelen generar ahorros a largo plazo al reemplazar tratamientos crónicos costosos, reduciendo la carga financiera de pacientes y sistemas de salud.

Mejora de la calidad de vida: Los trasplantes prolongan y mejoran significativamente la vida, permitiendo a los receptores contribuir activamente a la sociedad, fomentar la productividad económica y reducir la carga sobre los sistemas de salud.

Altruismo y solidaridad: La donación de órganos es un acto desinteresado y sin beneficios materiales para los donantes, contrario a los dispositivos artificiales que benefician económicamente a empresas privadas. Este acto de amor y solidaridad refuerza la responsabilidad compartida en materia de salud, en línea con la cobertura sanitaria universal.

EL TRASPLANTE COMO CONTRIBUYENTE AL LOGRO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE DE LAS NACIONES UNIDAS

Los ODS se establecieron en 2015 y consisten en 17 objetivos interconectados y ambiciosos creados para abordar diversos desafíos globales y promover el desarrollo sostenible para 2030 ( https://sdgs.un.org/2030agenda ). Los ODS están diseñados para lograr un equilibrio entre el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental, abordando los desafíos clave más urgentes del mundo, como la pobreza y la desigualdad. El trasplante afecta varios de los ODS, en particular el ODS 3 (Buena salud y bienestar) y el ODS 13 (Acción por el clima). Estos objetivos enfatizan la necesidad de colaboración entre gobiernos, organizaciones, empresas e individuos. El trasplante podría ser una herramienta importante para ayudar a que estos procesos se materialicen.

Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Salud y bienestar

El trasplante es crucial para la salud y el bienestar, alineándose con los objetivos del ODS 3 que buscan reducir la mortalidad prematura por ENT mediante prevención y tratamiento.

La carga de las ENT se ha vuelto crítica en países en desarrollo durante su transición a ingresos medios, afectando a personas en edad laboral y causando repercusiones económicas y sociales.

El aumento global de ENT, impulsado por obesidad, diabetes e hipertensión, destaca la necesidad de tratamientos efectivos. El trasplante es una opción rentable y a veces única para pacientes con insuficiencia orgánica y otras afecciones relacionadas con ENT. Sin embargo, la disponibilidad de trasplantes es mucho menor que la demanda mundial (Observatorio Mundial sobre Donación y Trasplante: https://www.transplant-observatory.org/).

Aunque se han establecido prioridades estratégicas para abordar las enfermedades asociadas y los factores de riesgo conductuales relacionados, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la inactividad física y las dietas poco saludables, estos factores están estrechamente relacionados con otros determinantes sociales, como el acceso desigual a la atención sanitaria, la pobreza, las disparidades de género, los hábitos alimentarios, el envejecimiento y la educación. Se debe reconocer que el logro de la autosuficiencia nacional en materia de trasplantes de órganos, tejidos y células es un factor importante para alcanzar los ODS de las Naciones Unidas, en particular la meta 3.4 (reducir la mortalidad prematura por ENT) y la meta 3.8 (lograr la cobertura sanitaria universal).

En el caso de la enfermedad renal crónica (ERC), en la que la diálisis consume al menos el 2% del gasto sanitario, el trasplante es una opción de tratamiento muy superior, más rentable y que ahorra costes. Las evaluaciones económicas de otros trasplantes de órganos sólidos son menos sencillas, pero se ha demostrado que el trasplante de hígado es rentable en comparación con los costes en rápido aumento asociados a las enfermedades hepáticas no trasplantadas (incluidos los medicamentos, los procedimientos radiológicos y las hospitalizaciones repetidas y prolongadas). Los datos disponibles también sugieren que el trasplante de corazón es rentable para los receptores adultos y pediátricos elegibles. Además, los trasplantes de tejidos, como el trasplante de córnea, han reportado beneficios económicos que superan en gran medida los costes asociados, proporcionando un importante retorno de la inversión, especialmente entre los pacientes más jóvenes. En 2013, el Grupo Lewin informó que el trasplante de córnea en los Estados Unidos demostró una ventaja económica notable (https://www.lewin.com/content/dam/Lewin/Resources/Site_Sections/Publications/EBAARpt.pdf).

El caso de la eficacia en función de los costos de los trasplantes: el desequilibrio entre la diálisis y el trasplante

Existe un desequilibrio global sustancial en la utilización de diálisis versus trasplante de riñón (TR) para terapia de reemplazo renal. Esta discrepancia se puede atribuir a varios factores. La diálisis necesita menos recursos humanos y personal, es más sencilla de implementar y se puede escalar según la demanda. Sin embargo, es esencial reconocer que la diálisis está impulsada por una industria multimillonaria. En 2019, el mercado mundial de diálisis había alcanzado un tamaño de US$90.33 mil millones, con proyecciones de alcanzar US$177.56 mil millones para 2027, exhibiendo una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,7% durante el período de pronóstico (https://www.fortunebusinessinsights.com/dialysis-market-102367). Este desequilibrio no se puede justificar por completo si se consideran las innumerables ventajas del TR.

Cada año, más de 5 millones de pacientes en todo el mundo desarrollan insuficiencia renal; alrededor del 50% de ellos se someten a diálisis, pero solo una fracción de esta población tiene la oportunidad de recibir un trasplante. En los países de bajos y medianos ingresos, el tratamiento predominante para la enfermedad renal crónica gira predominantemente en torno a la hemodiálisis para una gran mayoría de los pacientes, que oscila entre el 10% y el 95%, mientras que entre el 0% y el 10% recibe un trasplante de riñón.

La perpetuación de este desequilibrio surge a menudo de la percepción de que los programas de diálisis son más fáciles de establecer que los programas de donación y trasplante considerados excesivamente complicados. No obstante, la preferencia por el trasplante de órganos en lugar de la diálisis puede sustentarse en muchos factores, entre ellos la relación coste-eficacia, la eficiencia, las tasas de supervivencia, la mejora de la calidad de vida, la aceptabilidad, la equidad y la viabilidad.

Entre las diversas alternativas de terapia de reemplazo renal, el trasplante renal se asocia con resultados clínicos superiores a un menor costo, lo que lo convierte en la opción óptima para la mayoría de los pacientes con insuficiencia renal. Se ha estimado que el beneficio económico de un trasplante renal de un solo donante vivo oscila entre 250 000 y 1,45 millones de dólares por trasplante, considerando el impacto social asociado relacionado con la posibilidad de volver al trabajo.

El trasplante renal de donante fallecido supone un ahorro de costes en comparación con la diálisis, ya que el punto de equilibrio se alcanza a los 3 años. Para satisfacer la creciente demanda de aloinjertos renales, los programas de trasplante se han ampliado para incluir órganos de donantes fallecidos de mayor riesgo. Los trasplantes realizados con donantes fallecidos con un alto índice de perfil de donante renal, donantes VIH positivos y donantes vivos incompatibles con ABO o HLA se han asociado con una mayor expectativa de vida y una mejor calidad de vida, lo que ofrece una alternativa rentable a la diálisis.

Por lo tanto, cuando los gobiernos optan por establecer un programa de diálisis, es imperativo que el plan incluya el inicio de un programa de trasplante de órganos. Una vez que se cuenta con la infraestructura necesaria y el personal sanitario está adecuadamente capacitado, el alcance de los servicios de trasplante puede ampliarse para incluir otros trasplantes que salvan vidas. Vale la pena señalar que gran parte de la fuerza laboral y la infraestructura necesarias para la donación y el trasplante se comparten entre todos los tipos de procedimientos de trasplante.

Además, la promulgación de leyes para supervisar el trasplante de órganos que se ajusten a los Principios Rectores de la Organización Mundial de la Salud, adoptados por la Asamblea Mundial de la Salud en 2010 y basados en principios de transparencia, equidad y justicia, puede servir como punto de referencia para otros modelos locales no relacionados con la salud.

Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: La huella de carbono de la diálisis

El sector sanitario contribuye de manera significativa a las emisiones de combustibles fósiles y a la crisis climática. De hecho, si consideráramos el sector sanitario como un país independiente, ocuparía el quinto puesto en cuanto a emisiones a nivel mundial, superando incluso las emisiones de los viajes en avión, ya que el sector sanitario es responsable del 5,2 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Los programas de diálisis se destacan por su huella de carbono particularmente grande. Presentan un consumo recurrente de recursos per cápita y un perfil de generación de desechos desproporcionadamente alto en comparación con la mayoría de las demás terapias médicas. Esto incluye el uso de grandes cantidades de agua (aproximadamente 600 L por sesión de diálisis), un consumo significativo de energía (una sola sesión de 4 horas puede consumir hasta una quinta parte de la energía total utilizada por un hogar promedio en un día), la generación de toneladas de desechos médicos (la hemodiálisis representa un tercio del total de desechos asociados a la medicina clínica) y el transporte de materiales (como desechables y concentrados) desde los proveedores hasta las unidades de diálisis, así como los viajes de los pacientes hacia y desde sus centros de atención médica locales.

En la actualidad, se estima que se realizan más de 600 millones de sesiones de hemodiálisis anualmente en todo el mundo, y se proyecta que el número de pacientes con ERC aumentará rápidamente, convirtiéndose potencialmente en la quinta causa principal de años de vida perdidos para 2040.

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es crucial para mitigar el cambio climático y minimizar el impacto humano sobre el medio ambiente natural. La huella de carbono, como medida del impacto ambiental, se utiliza ampliamente en varios sectores de la actividad humana. Reconociendo esta carga, varias sociedades de nefrología han emitido declaraciones de posición y recomendaciones, haciendo hincapié en acciones asequibles destinadas a minimizar el impacto ambiental de la diálisis mediante el establecimiento de unidades de ecodiálisis, la prevención de la enfermedad renal crónica y la atención prediálisis.

Una estrategia sostenible para abordar este problema es la implementación de programas de trasplante de riñón, que reducen la necesidad de diálisis y ofrecen alternativas respetuosas con el medio ambiente.

EL PAPEL DEL TRASPLANTE EN LA MEJORA DE LA RESILIENCIA DEL SISTEMA DE SALUD

El impacto de los trasplantes en los sistemas de salud en general

El trasplante tiene un impacto significativo en la atención sanitaria de un país. No solo aborda enfermedades no transmisibles y mejora el acceso universal a la atención sanitaria, sino que también influye positivamente en el sistema sanitario. Debido a que implica procedimientos quirúrgicos complejos, tratamiento inmunosupresor y seguimiento de por vida, el trasplante añade una capa de complejidad al sistema sanitario. El uso de medicamentos inmunosupresores plantea preocupaciones sobre los posibles efectos secundarios y un mayor riesgo de infección, lo que añade una dimensión adicional de atención más allá del procedimiento quirúrgico inicial. Un mayor conocimiento de la inmunología no solo anticipa, previene y trata el rechazo, sino que también tiene un impacto más amplio en la atención al paciente.

En consecuencia, en los países que establecen programas de trasplantes, la experiencia y los conocimientos en materia de gestión de infecciones mejoran gracias a un cribado exhaustivo y extenso de enfermedades infecciosas pre y posoperatorias. Los servicios de laboratorio también mejoran la capacidad de gestionar procedimientos como la tipificación de tejidos y la medición de los niveles de fármacos. Los trasplantes mejoran aún más la tecnología sanitaria, haciéndola más ágil y eficiente, lo que en última instancia beneficia a todos los pacientes. En general, un programa de trasplantes exitoso es indicativo de la calidad general del hospital: mejora el sistema de atención sanitaria al elevar los estándares de cirugía, cuidados intensivos, cribado infeccioso, servicios de radiología y laboratorio, y control y vigilancia de los pacientes, aumentando así la eficiencia para los pacientes trasplantados y no trasplantados.


Construyendo sistemas de salud resilientes

Los trasplantes exigen que los sistemas de salud se adapten mediante esfuerzos colaborativos de profesionales de la salud, responsables de políticas, investigadores y el público. El éxito de un programa de trasplantes depende en gran medida de la disponibilidad de recursos humanos capacitados. Priorizar la capacitación de profesionales de la salud en trasplantes es crucial para garantizar que estos servicios puedan prestarse en las diversas regiones donde se necesitan.

La implementación de programas de trasplantes en todo el mundo presenta desafíos importantes que exigen la atención de muchas consideraciones prácticas. Los elementos clave en el campo de los trasplantes, como promover la comunicación abierta, fomentar la colaboración y mejorar la empatía, generan resiliencia en los sistemas de atención de la salud. Mejorar las oportunidades de capacitación, compartir experiencias, aprender de los errores e implementar prácticas basadas en evidencia son esenciales para la mejora continua en este exigente campo.

El trasplante combina las complejidades de los cuidados al final de la vida con una cirugía de alto riesgo, lo que requiere profesionales bien capacitados que puedan manejar situaciones difíciles y mantener su bienestar. Este campo también requiere equipos e instalaciones que respalden otras intervenciones médicas críticas, mejorando así la atención general, la seguridad, la comunicación, la satisfacción y el apoyo al paciente, especialmente durante las crisis.

La participación de la comunidad es vital para los programas de trasplante de órganos. Dicha participación fomenta la cooperación comunitaria para abordar otros problemas de salud, reduce las barreras financieras, prioriza la equidad y obliga a los sistemas de atención médica a adaptarse. La colaboración entre los centros de trasplante, los proveedores de atención médica y los investigadores mejora el intercambio de conocimientos y el desarrollo de las mejores prácticas clínicas. Las campañas de concienciación pública sobre la donación de órganos pueden conducir a una toma de decisiones informada y aumentar el conocimiento sobre la prevención de enfermedades.

Las crisis mundiales de refugiados y migrantes ponen a prueba la resiliencia de los sistemas de atención sanitaria, incluida la disponibilidad de servicios de trasplantes. Las estrategias para mantener los servicios de trasplantes y evitar la explotación de las poblaciones vulnerables requieren cooperación y supervisión a escala mundial. El establecimiento de programas de trasplantes de órganos implica desafíos específicos y requiere un enfoque multidimensional de la infraestructura sanitaria, profesionales capacitados, asignación de fondos y consideraciones éticas.

El desarrollo de estos aspectos es particularmente crucial en los países de ingresos bajos y medios. Los países de ingresos altos a menudo pueden brindar apoyo y conocimientos especializados a los centros de trasplantes de los países de ingresos bajos y medios, mejorando aún más sus capacidades. Abordar estos desafíos prácticos es esencial para la integración exitosa y la sostenibilidad de los servicios de trasplante en todo el mundo.


CONCLUSIONES

El trasplante de órganos es la solución de tratamiento por excelencia para la insuficiencia orgánica terminal y ofrece una multitud de ventajas. No solo proporciona mejoras de salud sin precedentes para los pacientes individuales, sino que también desempeña un papel fundamental en el fortalecimiento de la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas de atención sanitaria. Además, el trasplante demuestra ser una alternativa rentable y que permite ahorrar costos, en particular si se tienen en cuenta los gastos a largo plazo asociados con los tratamientos alternativos.

La adopción de trasplantes no se limita a salvar vidas, sino que se alinea con los principios de gestión ambiental al reducir el consumo de recursos en comparación con los tratamientos continuos de por vida. Los innumerables beneficios de los trasplantes, entre ellos la relación costo-beneficio, la mejora de la calidad de vida, la menor dependencia de intervenciones médicas continuas y el aumento de la productividad social, son inconmensurables.

En nuestra búsqueda de un mundo más sano y equitativo, resulta imperativo promover la adopción generalizada de los trasplantes como una opción de tratamiento en los países de ingresos altos y los países de ingresos bajos y medios, donde los trasplantes pueden aportar un beneficio tangible aún mayor a los sistemas de atención sanitaria. Al ampliar el acceso a los servicios de trasplantes, no solo abordamos una necesidad sanitaria urgente, sino que también sentamos las bases para unos sistemas sanitarios más resilientes capaces de soportar los desafíos futuros. Los trasplantes trascienden el mero hecho de ser un procedimiento médico; son un testimonio de la innovación y la compasión humanas, que extienden la esperanza y la curación a quienes más lo necesitan. Nuestra responsabilidad colectiva es garantizar que esta opción que salva vidas llegue a todos los rincones del mundo, haciendo que la atención sanitaria sea más inclusiva, sostenible y, en última instancia, más humana.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

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