El incremento en el diagnóstico del cáncer no solo se asocia con el envejecimiento

Dra. Ilana B. Richman, MHS1,2Dr. Cary P. Gross1,3

JAMA Intern Med

29 de septiembre  de 2025

doi: 10.1001/jamainternmed.2025.4925

Resumen del trabajo

El artículo analiza el fenómeno del sobrediagnóstico en el cáncer, destacando que no solo afecta a las personas mayores, sino también a adultos jóvenes. A través de la comparación entre la incidencia y la mortalidad de distintos tipos de cáncer, los autores evidencian que el aumento en la detección de cánceres entre adultos jóvenes no se ha traducido en un incremento de la mortalidad, lo que sugiere que muchos de estos casos podrían corresponder a tumores indolentes o poco agresivos. El trabajo resalta la importancia de considerar el sobrediagnóstico como un problema heterogéneo, dependiente del tipo de cáncer y no exclusivamente de la edad, y subraya la necesidad de enfocar los esfuerzos de detección en reducir la morbilidad y mortalidad, más que en simplemente aumentar la detección de casos.

El sobrediagnóstico es un fenómeno en el que se detecta una enfermedad (a menudo mediante cribado) que no habría provocado síntomas significativos ni la muerte. El concepto inicial de sobrediagnóstico surgió de estudios de autopsia que revelaron la presencia de cáncer asintomático, no diagnosticado previamente, en el momento del fallecimiento. 1 Es importante destacar que estas primeras observaciones vincularon implícitamente el fenómeno del sobrediagnóstico con la edad; por ejemplo, la prevalencia estimada de cáncer de próstata incidental aumenta de aproximadamente el 5 % en hombres menores de 30 años a más de la mitad de los hombres de 80 años. El mayor riesgo competitivo de mortalidad en las personas mayores significa que es menos probable que cualquier cáncer asintomático tenga la oportunidad de convertirse en un factor limitante de la vida. Esta relación, en la que el riesgo de sobrediagnóstico aumenta con la edad, ha servido de base para las directrices nacionales de cribado no solo para el cáncer de próstata, sino también para otros cánceres detectables mediante cribado, como el cáncer de mama y el cáncer colorrectal. 2 , 3

Aunque la noción de sobrediagnóstico como una función del envejecimiento puede ser familiar, estamos menos acostumbrados a pensar en el sobrediagnóstico entre personas más jóvenes. En JAMA Internal Medicine , Patel y colegas 4 plantean una pregunta provocadora: ¿podrían los informes recientes de la creciente incidencia del cáncer de aparición temprana atribuirse al sobrediagnóstico? Para responder a esta pregunta, los autores aplicaron un enfoque epidemiológico establecido para inferir la presencia de sobrediagnóstico comparando las tendencias en la incidencia y la mortalidad del cáncer. Si los cánceres clínicamente significativos de hecho se están desarrollando con mayor frecuencia en adultos más jóvenes, esos cánceres también deberían contribuir al aumento de la mortalidad a nivel de población. En cambio, los autores encontraron que para los 8 cánceres con una incidencia de aumento más rápido entre los adultos jóvenes, las tasas de mortalidad generales se han mantenido estables a lo largo del tiempo. Este patrón podría observarse si los tratamientos de estos nuevos cánceres se hubieran vuelto más efectivos durante el período de estudio, aunque esa explicación parece poco probable para los 8 cánceres. Más bien, sugiere que la creciente incidencia de cáncer entre adultos más jóvenes está impulsada por la detección de cánceres que tienen más probabilidades de permanecer ocultos, menos probabilidades de ser letales y, por lo tanto, están predispuestos a ser sobrediagnosticados.

Los hallazgos de este trabajo tienen implicaciones importantes. En primer lugar, sugieren que el sobrediagnóstico no es exclusivamente una cuestión de edad y mortalidad competitiva. Más bien, estas observaciones implican una conceptualización diferente del sobrediagnóstico en la que algunos tumores pueden no ser progresivos y, por lo tanto, es probable que permanezcan ocultos y sin detectar a menos que se identifiquen incidentalmente o en el cribado, incluso entre adultos más jóvenes. En segundo lugar, los patrones observados sugieren que el sobrediagnóstico varía según el tipo de cáncer. 5 El sobrediagnóstico puede ser sustancial entre los tipos de cáncer más indolentes, como el cáncer de tiroides y riñón, y menos para otros como el cáncer colorrectal y el cáncer de endometrio, que pueden ser más agresivos. Estas diferencias resaltan que el cáncer es heterogéneo y también lo es el riesgo de sobrediagnóstico. En tercer lugar, estos hallazgos subrayan la importancia de elegir indicadores significativos para los esfuerzos de control y prevención del cáncer. El objetivo del cribado y el tratamiento del cáncer no debe ser simplemente detectar el cáncer, sino más bien reducir su morbilidad y, en última instancia, la mortalidad. Por lo tanto, centrarse en los cambios en la mortalidad es una forma más fiable de identificar las prioridades políticas, priorizar áreas de estudio futuras y justificar cambios en la práctica. Reconocer que esto es cierto incluso para los adultos más jóvenes es fundamental para centrar las futuras iniciativas de detección del cáncer en los resultados adecuados

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

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