Un humilde llamado a los que tienen responsabilidad política.

Ciertamente la gestión de la cosa pública no es simple, es compleja, la burocracia, con sus rigideces comprometen la gestión, la innovación, ser disruptivo en las respuestas, las respuestas que se esperan, pero observo azorado: que todos están corriendo apurados contra el tiempo, sin coordinación, superponiéndose, realizando acciones individuales, recomendaciones que están relacionadas más con el efectismo, con generar una sensación de falsa seguridad en las personas, indicando que usen barbijo, aprovechando que como la ciencia está confundida, y las evidencias escasas, se usan tratamientos que se usaron en 29 casos, y desde hace un poco más de una semana, inclusive las recomendaciones ya no están alineadas, de Nación con las provincias, gobernadores con intendentes, públicos con privados, cada uno por su lado y los que estamos atendiendo pacientes no sabemos bien a quien seguir, ni quién «nos matará primero», si el virus, la autoridad de aplicación, habilitando lugares para ampliar la capacidad instalada, nuestro personal de salud que no se siente protegido, los pacientes, haciéndose preguntas, enfrentándonos a la escasez de insumos, el miedo al contagio, a no observar pacientes y dejarlos en el domicilio que luego desencadenarán una tormenta inflamatoria y quemarán etapas. Se vive esto con una gran tensión, entre los que integran los equipos de salud. Un señor gobernador dice tápense la boca.

No aumentan los chequeos, faltan los test diagnósticos, demoran mucho tiempo, no hay que cantidad suficiente, el frío agravará la necesidad de realizar los estudios, los que atendemos quieren que se realicen estudios, no llegan los insumos, la tensión social aumenta, se está intentando socorrer al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que tiene pocas camas en relación a los casos que puede tener, no está establecido como se complementarán la ciudad de Buenos Aires y sus 33 hospitales y la provincia de Buenos Aires con sus 77 hospitales, se sacan directores de hospitales, los intendentes ganan poder desde lo territorial, abren lugares sin fortalecer lo que tienen. «Llamar a médicos cubanos». Comprar respiradores cualquiera sin asesoramientos. Fabricar barbijos con cualquier tela.

Hay que detectar los casos subclínicos para aislarlos y de dificultad creciente que significará como poder generar aislamiento domiciliario.

Los programas de televisión tienen como elenco estable a opinadores que no gestionan, están por llamar a los dos infectólogos que todavía no llamaron, que hablan de lo que nunca vieron y leyeron ayer de lo que se publican en las revistas. Que experiencia tenemos. Si los que más vimos fueron diez casos. Avanzamos hacia un lado. No, no hay que cambiar, vamos para el otro, en una contradicción permanente.

Esto sufrió un quiebre cuando se inauguró por tercera vez un sanatorio perteneciente a la obra social, que forzó aparentemente una habilitación que será transitoria durante la pandemia, para cubrir el déficit de camas que tendría la Provincia de Buenos Aires. O se intentará poner en marcha los hospitales del bicentenario. Diversificar no es fortalecer.

No tener un comando unificado no es una buena estrategia, el comandante en jefe es el presidente y el general debe ser el ministro de salud, los privados deberán ofrecer parte de su capacidad instalada en solidaridad y las provincias discutir y luego alinear, pero no hacer y luego esperar.

Los que estamos atendiendo pacientes, los sanitarios de a pie observamos las dificultades, la falta de previsión, la inconsistencia de los planes, el suponer que lo que se ha realizado hasta ahora es suficiente no fue fundamentalmente ganar tiempo, asegurarse aplanar la curva es como abriremos lentamente la cuarentena.

Pido perdón, No hay grandeza en los dirigentes. Se esta pensando en el poder. Quien de los que están en la coalición surgirá con una mayor imagen luego de esto, parece que molesto a algunos la mejora de los otros.

En los agentes de salud predomina el temor, el miedo, la falta de cobertura frente al riesgo, están cansados antes de empezar, se han presentado fallas en los procesos, no se está respondiendo con la celeridad que el caso supone. Tienen una sensación «malvinesca», que te están mandando a la guerra sin pertrechos. No se informa cuantos respiradores hay entregados, cuantos se cuentan, cuantos agentes de salud tendremos, quienes atenderán los pacientes más graves. Cuantos equipos de protección personal tendremos. Insumos medicamentos. Como se organizarán corredores sanitarios. Sentados en el escritorio todo parece más fácil. Se los continua penalizando trabajan más y parte grande de su esfuerzo se lo lleva ganancias, el impuesto a las ganancias. El aumento de la demanda de servicios sanitarios se verá agravado por el aparente incremento del riesgo de infección entre los trabajadores sanitarios, las ausencias de 4 y del personal por enfermedad o autoaislamiento puede llegar al 20 %.  Al responder a la demanda hospitalaria sin precedentes, los médicos encontrarán necesario desviarse de los estándares establecidos para la gestión de la mayoría de las condiciones. Algunos pacientes serán dañados, por ejemplo, debido al deterioro no detectado de una condición de salud de larga data o la cancelación de la cirugía planificada. A muchos médicos también se les puede pedir que practiquen fuera de sus áreas de especialización definidas o que excedan sus horas contratadas. Algunos grupos de médicos pueden carecer de confianza en sus habilidades clínicas porque se han movido a un papel clínico muy diferente, se graduaron temprano o se han retirado y no han trabajado durante algunos años. El apoyo de las autoridades sanitarias, los reguladores y el gobierno para que los médicos tomen decisiones clínicas difíciles es vital, al igual que el entendimiento de que serán apoyados en caso de resultados adversos.

Terminemos con esta pequeñez, porque da la sensación desagradable que somos nuestros peores enemigos.

No nos conmueve lo que pasa en el mundo, tampoco, los muertos sin atención en Guayaquil, cuidado, porque esto se puede dar en el Gran Buenos Aires. Los cadáveres en camiones frigoríficos en Nueva York y los templos de la colectividad judía en la misma sociedad esperando la posibilidad de que reciban la sepultura. El aumento de los muertos en Italia primero, luego España y ahora Francia, no nos da respiro. La angustia nos brota e interrumpe el sueño. Un día es una semana, una semana es un mes. Los acontecimientos son líquidos. Los muertos aumentan, ya los millones de infectados.

Los argentinos, los porteños en particular No tenemos como virtud la disciplina ni el acatamiento. Porque los que nos han dirigido en los últimos cuarenta años, pocas veces han cumplido.

El Ministerio de Salud, se debate con el prestigio del Ministro y de sus integrantes a los que no respetan lo que dice, a pesar de haber conseguido mitigar el impacto inicial y haber ganado algunas cuestiones, igual no es suficiente para que se alineen.

La importancia de haber impuesto la cuarentena en el momento que se hizo ya que impidió la rápida propagación inicial del virus. Esta primera medida de mitigación permitió al sistema de salud absorber a todos los infectados del primer brote pero no debería ser considerada como suficiente para que no colapse una vez terminada la misma. Los resultados de las simulaciones también confirman la necesidad de realizar una apertura de cuarentena lo más escalonada posible sobre todo en las zonas mayor concentración de gente para evitar que, por ejemplo, traslados innecesarios o contacto estrecho en los lugares de trabajo puedan aumentar la velocidad de propagación.

Se que desde este lugar humilde, algo que leen un millar de personas, no tiene ninguna repercusión, ni validez frente a cosas tan potentes, como la construcción del poder, a pesar de la pandemia, porque parece estar alterándose el curso de un plan que no incluye a la mayoría de los argentinos.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

2 comentarios sobre “Un humilde llamado a los que tienen responsabilidad política.

  1. Comparto sus ideas Doc. Entre todos los Argentinos vamos a superar esta situación. .y cuando digo todos me refiero a la dirigencía política, profesionales de la salud. comunidad toda. Parece una utopía pero es necesario el aporte de cada uno.

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