Entre el Cisne Negro, el covid y el Cisne Verde.
Estamos frente al Tsunami del covid para la Argentina esto no será una ola, porque se triplicarán los casos, hay mayor transmisibilidad con las cepas que circulan, sin espacios para tomar medidas restrictivas fuertes de fase 1. Después que han mentido tanto, hubo tan poca transparencia y mala comunicaciones, faltando a la máxima que miente miente algo quedará, no ocurrió, mintieron y no quedó nada.
No hay espacios para consensos, en general no se acuerda con mentirosos y traidores y la evidencia científica es escasa sobre lo que hay que hacer, y encima la desatendemos a los postergados.

La rebeldía, la inconciencia, la desesperación del sustento de la informalidad en los ingresos de los hogares. Sostener los cuidados para la ciudadanía no es una carga, es la herramienta para limitar la cadena de contagios.
«Las medidas restrictivas que han adoptado los gobiernos para combatir el virus han conllevado a la suspensión de la productividad interna de los países, y también a fuertes impactos negativos en la industria, el turismo y los servicios basados en el contacto interpersonal, lo que también conlleva a un fuerte aumento en el desempleo.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que en el 2020 la economía de América Latina y el Caribe se contraerá en un 5,2%, y ha advertido que
incluso ante el escenario de una rápida recuperación, la región se enfrenta ante lo que posiblemente será otra década perdida para el 2015-2025″. Si bien podríamos efectuar disquisiciones sobre si la pandemia era o no previsible, cierto es que a la humanidad toda lo tomo por sorpresa, y la falta de reacción inicial permitió la propagación a todo el planeta. Podría haberse evitado. la Cuarentena no tendría que haber sido tan larga. Las clases no se tendrían que haber suspendido. No protegimos al personal de salud. Hoy están peores que durante la pandemia y las muertes que evitaron que fueron junto con los ancianos unos de los colectivos mas afectados, entonces es momento de pedirles el esfuerzo, nuevamente. Otra vez. se terminó el voluntarismo.
La pandemia es un suceso profundamente perturbador. que tendrá consecuencias generales a corto y largo plazo en materia de salud, política y economía.
Generalmente, cuando se presentan estas emergencias excepcionales, los países latinoamericanos buscan medidas de financiamiento que no incluyen políticas de austeridad y si endeudamiento externo y fundamentalmente con su sociedad.
Sin embargo, dado a que en parte el efecto en el PIB se debe a que se ha parado la actividad económica, estas políticas pueden afectar las calificaciones de riesgo del país, haciendo la inversión en este menos atractiva. Por otro lado, los niveles de endeudamiento de algunos países de por sí ya son muy altos, dificultando aún más su acceso a nuevos fondos; algunos economistas consideran que las naciones que mejor saldrán de esta crisis serán aquellas que sean capaces gestionar más efectivamente su deuda. Esto genera claramente mayor desigualdad social percibida en esta fragmentación de los sistemas de salud también es una de las principales problemáticas de la región. La baja de la demanda de la humanidad y por ende de las exportaciones a China, Europa y Estados Unidos, afectará el panorama de las economías del sur.
Sé que la historia va a estar marcada por un suceso improbable, pero lo que no sé es cuál será dicho suceso. Nassim Nicholas Taleb. El cisne negro
Como en todas las crisis, la pandemia de la COVID-19 podría ser un catalizador que diera lugar a cambios positivos, y eso es responsabilidad de todos. Entre otras cosas terminar con el paradigma del pobrismo, y su expresión «la pobreza estructural», que es negocio de la coalición política gobernante. La ignorancia, el abandono de la escuela, la falta de trabajo, la marginalidad y la expulsión del sistema, con cuatro millones de trabajadores informales, cuentapropistas, con oficios en general vinculados por la construcción. El manejo de la pandemia fue un gran factor más como consecuencia de una elección por un cierre de actividades muy prolongado y que no fue alcanzado por el soporte social. No podemos darnos el lujo de tener pobres. No se merece un país que tiene potencialmente posibilidades estar tan mal gestionado, por funcionarios irresponsables que gastan más de lo que tienen crónicamente y luego dicen que no pueden pagar, y todos los ciudadanos de a pie, concurren a pagar sus consecuencias, perdiendo afecto, por su patria, por su lugar, por sus recuerdos.
Incluso los principales capitalistas admiten que el capitalismo está roto. Green Swans es un manifiesto para el cambio de sistema diseñado para servir a la gente, el planeta y la prosperidad. En su vigésimo libro, John Elkington , apodado el «Padrino de la Sostenibilidad», explora nuevas formas de capitalismo aptas para el siglo XXI.
Si los «Cisnes Negros» de Nassim Nicholas Taleb son problemas que nos llevan exponencialmente hacia la ruptura, entonces «Green Swans» son soluciones que nos llevan exponencialmente hacia el descanso. El éxito —y la supervivencia— de la humanidad ahora depende de cómo frenen el primero y aceleremos el segundo.
Green Swans se basa en la experiencia de primera mano de Elkington en algunas de las salas de juntas y suites C más conocidas del mundo. Usando estudios de caso, ejemplos del mundo real y perfiles sobre tecnologías emergentes, Elkington muestra cómo los «Patitos Feos» más extraños del mundo actual pueden convertirse en los Cisnes Verdes que salvan el mundo del mañana.
Este libro es una lectura obligada para los líderes empresariales de corporaciones grandes y pequeñas que quieren ayudar a sus empresas a sobrevivir al próximo cambio en las prioridades globales durante la próxima década y ampliar sus horizontes desde la responsabilidad, a través de la resiliencia y hacia la regeneración.
El Cisne Verde es un símbolo de tiempos radicalmente mejores por venir. También es una plantilla para el cambio exponencial hacia el objetivo lejano de un futuro sostenible para todos. Sin embargo, llegar de aquí a allá no será una tarea trivial. Tiempos de cambios disruptivos en el mercado y órdenes de picoteo político, creando ondas de choque política que pueden durar décadas, incluso generaciones.
Mientras tanto, a lo su vez, la década de 2020 aún no parece tener marcas pegajosas como los «Noughties» o los «Teens», pero lo harán, y esa marca probablemente reflejará un período de cambio exponencial. ¿Los veinte exponenciales? Parafraseando a Dickens, este será el peor de los momentos para aquellos que se aferran al viejo orden, pero potencialmente el mejor de los tiempos para aquellos que abrazan y conducen lo nuevo. Abróchate el cinturón de seguridad.
Los Cisnes Verdes son extraordinarios — en el sentido de formas de progreso fuera de lo común — impulsados y moldeados por exponenciales positivos. En un emparejamiento contra intuitivo, a menudo se levantan como fénix de las cenizas dejadas por los Cisnes Negros. Piense en la forma en que el mundo natural puede recuperarse y florecer después de que un volcán entre en erupción o después de que se elimine la presión de pesca destructiva. Sin embargo, generalmente los Cisnes Verdes son menos propensos a tomarnos por sorpresa, ya que normalmente tenemos que planificar y trabajar hacia ellos durante un período considerable de tiempo.
La hipótesis del investigador EKlington que publicó el libro cisnes verdes ha sido que el mundo se dirige a una especie de curva histórica en U, (como dijo Otto Schamer) mucho más allá de una sola recesión normal, donde el orden macroeconómico y político establecido baja por los tubos, y surgen otros nuevos. A medida que nos adentramos en el fondo de la curva en U, entramos en un período de máxima confusión e incertidumbre. Históricamente, también, este es a menudo el punto en el que ocurren grandes guerras.
En el proceso, las ideologías establecidas y las mentalidades están bajo una intensa presión, entre ellas el capitalismo, la democracia y la sostenibilidad (un concepto que ayudo a lanzar décadas atrás). Lo que trabajo este libro es una investigación sobre la compleja interacción de las tres ideologías. En retrospectiva, se ha estado en un viaje de aprendizaje que ha tomado décadas hasta la fecha y, de alguna manera, se siente como si sólo estuviera comenzando.
Los tres conceptos —capitalismo, democracia y sostenibilidad— representan un territorio ferozmente disputado y denostado en Argentina. No hables de capitalismo, me aconsejaron. Desencadena reacciones viscerales e incontrolables. Cierto, aunque tales reacciones pueden llevar a la gente en direcciones muy diferentes. Habla con algunos activistas climáticos y te dicen que el capitalismo no puede hacer más que daño. Pero hable con algunos estadounidenses, incluso aquellos abusados por las formas más explotadoras de capitalismo de ese país, y muchos no tolerarán ninguna crítica a «su» sistema, incluso cuando les hace poco bien discernible.
Estamos frente al crush económico, social y sanitario más importante de la historia del último siglo. Los lideres del mundo, y los que gobiernan la Argentina, que aunque les moleste, o no les sirva, el planeta y sus economías están fatalmente conectadas y sino que lo diga Hosni Mubarak treinta años como dictador y lo vencieron los levantamientos por las redes. Se puede producir y ensamblar bienes, hacer dispositivos, fabricar vacunas, medicamentos, monoclonales, pero se necesitan importar insumos. Recuerdo como un anécdota que los respiradores que se fabricaban en Argentina, que servirían para ventilar personas con distress por covid, no podían aumentar su producción porque requerían un procesador importado, que fue una limitante.
Siguiendo el pensamiento de Eklington, pienso que luego del covid el capitalismo se debería regenerar fuertemente, pensando en la cuarta revolución industrial, la de la inteligencia (Educación, Investigación, Innovación, Inversión)
Pero no se puede simplemente desear que exista la resiliencia. Debe invertirse en ella, al ritmo, a escala y, a menudo, durante períodos de tiempo prolongados. Son tendencias y pensadores exponenciales de este tiempo, que exigen pensar todo en forma diferente, y hacia eso la pandemia de covid nos está proyectando. No solo hacer más sino diferente, radicalmente distinto.
En esto debemos reflexionar y trabajar,