Tomado del Libro The digital transformation of the Health care System. Katarzyna Kolasa. 2023.
El dilema de las necesidades crecientes y el acceso limitado por recursos presupuestarios, crecimiento del gasto, crisis de financiamiento, sin margen para el aumento de impuestos o montos de los seguros de salud o impuestos al trabajo. Se deben introducir dos cambios importantes el enfoque individual, de soberanía individual de salud y en segunda medida un enfoque holístico, de la definición de salud, adoptando un cambio de paradigma, ni paternalismo, ni medicalización de la vida, ni que todas las personas están todas enfermas, sino individuos vistos desde un todo pero en el centro. Darle herramientas al usuario para su coparticipación, para que su visión sea tenida en cuenta.
La esperanza de vida ha aumentado, la mortalidad infantil ha bajado, el gradiente social ha aumentado, Cada momento se generan nuevos pobres, excluidos, que no completan su formación, en una escuela de asistencialismo más que educativa, las respuestas del sistema de han empeorado, la principal crisis es la del factor humano, pero hay factores que no estamos considerando que están ocasionando mejoras.
Estamos pasando de una era de la información a otra centrada en la persona. Nada servirá si no existe una interfase fortalecida para que en los momentos de verdad pueda ver al ser humano entero, apoyada por tecnología, información y ciencia de datos.
Pero estamos formando profesionales para que vean subestructuras celulares o nucleares, una medicina molecular, pero no al ser humano completo. Necesitamos a los médicos que vean las dos cosas que sean tecnológicos digitales y personas que escuchan a otras. Durante muchos años y que se frustran, viendo pasar la vida en formación y promesas incumplidas.
Como dice Kuhn, es «proliferación de articulaciones divergentes… Las reglas de la ciencia normal se vuelven cada vez más borrosas».
La duda es si podremos tener paciencia y convicción en que el empoderamiento de los pacientes, sus conocimientos sean suficientemente sanos e independientes para que generen mejoras en su bienestar. Un cambio de mentalidad que redefina al sistema de atención médica. Más tecnológico más personal. Individual pero biopatográfico. El cambio de mentalidad redefiniría el sistema de atención médica y lo construiría de nuevo en los canales de comunicación entre todas las partes interesadas que permitan un intercambio rápido de información creíble, objetiva y confiable. . Requiere no solo cambios legales, sino también un cambio de mentalidad y el desarrollo de la confianza cognitiva. El principal impulsor de ese proceso debe tener una comprensión de lo nuevo. El paciente no solo debe ser receptor, sino en protagonista. La era de la asimetría de la información se ha terminado. el paciente debe ser un experto. Eso debe enorgullecer al sistema de salud y a sus médicos. La transformación digital permite que el sistema sanitario se centre en acciones proactivas y, más precisamente, en medidas preventivas.
Esto constituye un proceso, donde se deben capacitar pacientes, familias, cuidadores (formales, informales, médicos, enfermeros, psicologos, etc) los proveedores de atención médica, los que financian, la forma en que pagan, para facilitar y apoyar la participación de los pacientes, con el fin de mejorar la seguridad, la calidad y la centralidad de las personas. Que conozcan todas las alternativas, que puedan elegir, entender que les ocurre. La persona es autónoma si tiene libertad de voluntad no afectada por factores externos e impulsada solo por su propia racionalidad. .
La «autonomía de la voluntad» de Kant no solo determina el poder de juzgar de manera autónoma, lo que él llama la «razón», sino que también requiere que los individuos asuman la responsabilidad. «Crucial para la autonomía, por lo tanto, es el ejercicio de la razón, y crucial para el razonamiento racional es una buena base de conocimiento y comprensión».
Los guardianes autoimpuestos incluyen hoy no solo a los profesionales médicos, sino también a los organismos gubernamentales que incluso logramos nombrar explícitamente como tomadores de decisiones. Deben ser cuidadores y acompañantes. Entender que detrás de cada padecimiento, hay un ser, conciencia, sentimiento y sueños.
El retorno a la soberanía individual es, por lo tanto, un proceso que debe ser impulsado por la conciencia individual y muchos esfuerzos educativos de los guardianes de la salud de hoy. ¿Podemos olvidarnos por completo del paternalismo? La verdad es que no. Vale la pena recordar a Sunstein (2014), quien pide un «paternalismo de medios» que tiene como objetivo ayudar a los individuos a lograr sus propios fines, a juzgar por ellos mismos.
Algunos proponen un paternalismo epistémico que se centra en las creencias o el conocimiento en lugar de los comportamientos. Este enfoque tiene como objetivo aumentar el nivel de justificación de creencias ya existentes o hacer que las creencias se conviertan en conocimiento.
El tema es que si podemos contar con las preferencias bien informadas desde la fuente de los conocimientos actuales, luego de lo que ocurrió con la ciencia durante la pandemia.
¿qué tipo de información sobre una determinada condición de salud debe estar disponible para el público y cómo determinar si debe estar disponible? Eso justifica una discusión específica con el público en general. A pesar de estos desafíos que deben resolverse a nivel local, creo que la adopción de un enfoque holístico de la salud no solo nos permitirá comprender mejor los problemas de salud desde la perspectiva del paciente «más allá de la perspectiva del agente externo», sino que también hará que el sistema de salud sea más ágil para detectar problemas de salud. A medida que se amplíe la visión sobre la salud, aparecerán visibles varias cosas nuevas. No solo podremos detectar más problemas de salud, sino también encontrar más soluciones a tiempo. Un ejemplo muy interesante es el estudio danés OPUS que comparó un programa especializado de intervención temprana asertiva (el tratamiento OPUS se define por un programa de tratamiento adaptado individualmente con capacitación en habilidades sociales, todo impartido por un equipo de diseño compuesto por trabajadores sociales, psicólogos, enfermeras psiquiátricas, terapeutas ocupacionales y un psiquiatra) con el tratamiento habitual (TAU, Centros Comunitarios de Salud Mental) para jóvenes que experimentan su primer episodio de psicosis no afectiva. (FEP). El grupo OPUS de 347 pacientes experimentó menos días de visita psiquiátrica al hospital durante los primeros tres años del período de seguimiento de 10 años en comparación con 200 pacientes en el grupo TAU. Vale la pena mencionar que el OPUS realmente se trata de redefinir los resultados de salud en mejoras multidimensionales construidas más sobre la conexión sinérgica de diferentes componentes en lugar de solo generarse a partir de una sola intervención. Los pacientes que recibieron tratamiento con OPUS después de la implementación (N = 3328) tuvieron una tendencia hacia una menor mortalidad (cociente de riesgos instantáneos = 0,60, IC del 95% = 0,33, 1,09), menos ingresos psiquiátricos y más cortos, y posiblemente menos recetas surtidas de antipsicóticos y otros psicolépticos después de cuatro o cinco años. El tratamiento con OPUS no solo mantuvo su eficacia después de implementarse como tratamiento estándar, sino que también superó muchos de los efectos observados cuando la intervención con OPUS se administró en un ensayo aleatorizado. Este es un ejemplo de cómo la adopción de un enfoque holístico puede conducir a resultados positivos definidos de manera pragmática como una simple reducción en la utilización de recursos de atención médica aparte de los resultados de salud. Más importante aún, debemos rechazar la necesidad de obtener un valor agregado incremental de un tratamiento dado y, en cambio, centrarnos holísticamente en la intervención de tratamiento de múltiples componentes. El cambio de mentalidad hacia un resultado holístico podría requerir abandonar la condición de valor incremental generado a partir de una sola intervención. En cambio, el valor incremental puede surgir de la integración de múltiples intervenciones, mientras que cada una por separado no constituye suficiente valor agregado. Puedo ir un paso más allá con mi deliberación; Es decir, en lugar de un valor incremental, podríamos movernos en la dirección opuesta y emparejar las intervenciones para lograr una vía de tratamiento óptima.
Esta visión es preponderante para la epidemia de las enfermedades crónicas (coparticipación, información, tiempo y empoderamiento) y para la continuidad de atención con las enfermedades raras, a las cuales tendremos que acercarles más la medicina de precisión genómica.
Esto implicará el cambio de los QALY a una perspectiva holística requerirá la adopción de nuevos enfoques metodológicos. No solo se trata de garantizar nuestra comprensión de cómo las características sociodemográficas pueden confundir el efecto del tratamiento. Existe un creciente cuerpo de literatura para estudiar el impacto de los determinantes de la calidad de vida. En otras palabras, holístico no solo implica mirar al paciente desde su punto de vista de bienestar, sino que también garantiza que el efecto sinérgico de la intervención y el ecosistema también se capturen. Holístico significa la adopción de una visión de 360 grados en todo lo que hacemos para lograr el objetivo final.
«En 2019, la comunicación digital se convirtió en el número uno, siendo la tecnología informática la segunda de más rápido crecimiento. En 2020, la comunicación digital volvió a ocupar el segundo lugar, siendo la tecnología médica la número uno. Obviamente, la industria de la tecnología médica tiene una ventaja en el camino de la innovación en comparación con los productos farmacéuticos y la biotecnología dado su ciclo de vida más corto, así como un proceso de investigación y desarrollo menos intensivo en presupuesto. Aún así, el hecho de que tanto las tecnologías médicas como las digitales sean la fuente de innovación es un signo muy real de la cuarta revolución industrial. Son los datos los que alimentan ese proceso. El volumen de datos producidos en el mundo está creciendo rápidamente, de 33 zettabytes en 2018 a 175 zettabytes esperados en 2025. Una vez combinados con otras tecnologías, como Big Data, 5G o inteligencia artificial, permitirán la automatización de procesos de negocio completos, incluidas tareas intelectuales repetitivas previamente realizadas por humanos. La comunicación digital se define ampliamente como cualquier tecnología de telecomunicaciones y computadoras que construye conectividad con el crecimiento exponencial debido principalmente a las redes inalámbricas 5G. Se estima que la contribución adicional acumulada al PIB de las nuevas tecnologías digitales podría ascender a 2,2 billones de euros solo en la UE para 2030, lo que en realidad equivale al PIB combinado de España y los Países Bajos de 2019.23 En 2021, el análisis de Internet de las cosas (IoT) espera que el número global de dispositivos IoT conectados crezca un 9%, a 12.300 millones de puntos finales activos desde 11.300 millones en 2020. El principal impulsor de ingresos para el 54% de los proyectos empresariales de IoT es el ahorro de costos. Las tecnologías digitales son el vehículo que nos impulsará hacia la era de la soberanía individual y una visión holística de los objetivos de atención médica si solo lo hacemos correctamente»
Las fuentes clave son cinco grupos: interacciones y monitoreo en línea, datos sin papel, automatización del flujo de trabajo, apoyo a la toma de decisiones y autocuidado adecuado del paciente. tarde o temprano entenderemos que la era digital es la era de las ganancias de eficiencia, ya que podemos centrarnos más en la prevención gracias a que los pacientes toman el control de su salud. Cuando los pagadores realmente se den cuenta de que las soluciones digitales son una forma menos costosa y más rápida en comparación con el modo estándar, predigo que la mayoría elegirá la ruta más económica. Una situación similar experimentamos durante la introducción de medicamentos genéricos. Al paciente, por defecto, se le prescribe la versión más barata de un medicamento. Si él / ella quiere tener el compuesto original, él / ella tiene que pagar la diferencia de precio de su bolsillo. Lo mismo sucederá eventualmente con la salud digital. En segundo lugar, debido a los limitados recursos humanos y financieros, los gobiernos eventualmente recurrirán a soluciones digitales después de ver cómo pueden producir eficiencia y ahorros. Los pacientes recurrirán a ellos, reconociendo que eventualmente es una opción más rápida obtener ayuda médica. El empoderamiento de los pacientes a través de los datos es de interés para los responsables de la toma de decisiones. Los pacientes empoderados y conocedores son más fáciles y menos costosos de tratar de acuerdo con sus deseos, entienden las consecuencias de las enfermedades y desean que se prevengan. El costo promedio por visita en persona es de US $ 125. El costo promedio de una visita de telesalud es de alrededor de US $ 45.27 Un hospital informa que ahorra US $ 86.64 cada vez que se usa una aplicación de telesalud durante una visita en persona en la sala de emergencias o atención de urgencia
La inclusión activa de los pacientes requiere una etapa de inducción, previa a la implementación para ir generando conciencia en los individuos y las familias, sino cristalizaremos más desigualdad. Pero esto desde el sistema social. Porque la formalidad en el empelo es igual que la informalidad en cantidad de trabajadores 9 millones por cada uno, los que tienen empleo formal Estos no tienen asegurada la cobertura de salud, a través de su obra social. Los trabajadores informales Si tienen hospitales públicos. Pero no referenciados. No están bajo programa. Entonces la inclusión de un modelo holístico requiere una etapa de concientización y mejora del sistema. Con gestión clínica y seguimiento. Esto no nos tiene que hacer perder el objetivo y comenzar por los sectores que se puede. Sin olvidar al otro gran grupo. Porque así se disminuirán las fallas y podrá incrementarse la productividad. El proceso no será inmediato, pero no olvidemos que esto es una realidad.
Entre los objetivos de Europa para 2030 se encuentra el objetivo de extender el acceso a los historiales médicos electrónicos (HCE) a todos los ciudadanos de la UE. Obviamente, para que esto suceda, la interoperabilidad debe introducirse de manera mucho mayor. La inversión en la interoperabilidad de la historia clínica electrónica unificada (HCE)/intercambio (y la prescripción electrónica) y la financiación de la adaptación necesaria de la infraestructura física/digital generaría ahorros. Según McKinsey, gracias al intercambio de datos, se pueden ahorrar hasta 120 mil millones de euros en el sector sanitario de la UE anualmente. El mayor desafío que queda por delante es el hecho de que solo un poco más de la mitad de los ciudadanos de la UE (56 %) tienen competencias digitales básicas.
La visión de la Comisión Europea sobre el Decenio Digital de Europa establece el objetivo de que el 80 % de la población adquiera competencias digitales básicas para 2030. Es junto con otro ambicioso objetivo de 20 millones de especialistas en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para 2030. Así es como la revolución digital acelerará el cambio de mentalidad, a través de una mejor alfabetización digital y habilidades digitales
La revolución digital puede hacer que ese suelo sea más fructífero, pero se necesita confianza. La confianza cognitiva es necesaria para el cambio de mentalidad
Históricamente, la relación médico-paciente se basaba en la confianza no cognitiva. El creciente acceso a la información con acceso limitado a los profesionales de la salud introduce oportunidades para la confianza cognitiva, lo que enfatiza la importancia del conocimiento y el control. La comprensión de la capacidad de los diferentes pacientes para adquirir y traducir la información para sus propios beneficios es importante. Al mismo tiempo los prestadores deben observarlos integralmente.