Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD
La inteligencia artificial integrará en los próximos años la vida profesional de los integrantes del equipo de salud, la salud pública, las especialidades, como un elemento de colaboración, complementación, mejora, también como un potenciador de las capacidades, como un señalador en el pronóstico de las enfermedades, en la elección de determinados tratamientos, en la respuesta esperada a un tratamiento elegido, estando en un estadio aún de crecimiento, de investigación febril, difusión, conociendo con prudencia que grandes jugadores de la industria o la minería de los datos están compitiendo con un variado portfolio de productos: Google, Microsoft, datarobot, IBM, SAS (academy for data science), Amazon web service, Dataiku, Databricks, 4paradigm, Alibaba Cloud, etc que dificultará el intercambio de información entre los distintos sistemas de información, pero con gran capacidad de inversión y posicionamiento, en una carrera en el tiempo.
Es imperioso establecer normativamente los marcos de responsabilidad, legales y éticos, transparencia y datos, que debe sumarse niveles de seguridad, interactuar sumando el blockchain, el modelos de aprendizaje del lenguaje, en la lectura e interpretación del lenguaje, en diseñar dispositivos wearables que transmitan desde el paciente a la nube, con niveles de seguridad y dominio de la información, que una vez procesada y analizar información que antes no podíamos, sea para mejorar la toma de decisiones, pero surgen desafíos como quien será el culpable frente a una decisión tomada con el respaldo de la inteligencia artificial, que siguiendo nuestra base constitutiva del derecho será una responsabilidad objetiva, relacionada con el desarrollador, si otorga licencia para su uso y quien la utiliza, con todos los grises que esto determina, y quien establecerá el corte en el cual una base de datos abierta, pueda aprender otras respuestas y en definitiva expresar algo distinto, evento que ocurrió en la medicina, pero tal vez observada en varias décadas, en los cuales observamos con dramatismo que hemos tomado decisiones que con la evidencia disponible en ese momento le podríamos haber causado un daño al paciente.
También ver los elementos de una imagen que a pesar de estar incorporados no sirven o no son suficientes para que las redes neuronales profundas aprendan con la debida certeza y el resultado que arrojen este sesgado por tener información granular.
Estamos frente a una tecnología disruptiva que tiene campos amplísimos para consagrar su aplicabilidad, su inserción en determinadas sociedades y en circunstancias particulares, como lo será acortar los tiempos en el desarrollo de las drogas y en la medicina traslacional, en ayudar a levantar el nivel de los médicos que están frente a los pacientes, o que están viendo una biopsia, y necesitan una ayuda de una base de datos, información que está en la imagen de la tomografía y no es vista por el ojo humano más avezado, por el entrenamiento que puede dar la realidad virtual, por poder potenciar fuertemente la teleconsulta, con datos, por fortalecer la capacidad de los pacientes en poder mejorar su calidad de vida, cambiando los hábitos de vida, con información proveniente del punto de cuidado. aumentar la seguridad de los pacientes internados instalando black box en los quirófanos, o bien controles en la cama de los pacientes para evitar sus caídas o realizar avisos sobre problemas que surgen en la actividad quirúrgica.
Los profesionales deberán tener las competencias digitales en la salud, para utilizarlas de modo adecuado, con alfabetización digital, dispositivos digitales, evaluar críticamente paginas web en salud, protección de datos, alfabetización en datos de fuentes de recolección de la información, buscar información de calidad, habilidades de interpretación de datos y resultados, uso de comunidades y redes para la salud trabajo colaborativo.
El campo específico de la AI y la salud, sencillamente no es posible imaginarlo, al entusiasmo le tendremos que poner prudencia, normativa y ética, sabiendo que esta frente a sistemas complejos, que por más que tengamos ecuaciones bien desarrolladas, buenos Transformers, aprendizajes bien supervisado, bibliotecas de datos chequeados y confiables, estamos tratando que ese universo de interacciones que es el cuerpo humano y los otros factores que desde el determinismo genómico, pueden activarse o representar una característica fenotípica particular.
La tecnología está redefiniendo una nueva forma del cuidado de la salud, es una necesidad urgente, para garantizar la calidad y la seguridad en la atención, que las escuelas de formación impulsen estas habilidades, aprovechando el entorno digital del futuro.