Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.
El tiempo suele contribuir a la evolución de ciertos problemas sanitarios, pero no es una solución en si misma. Estos requieren una intervención activa, consciente y sistemática para ser abordados de manera efectiva. Las soluciones a problemas complejos, no son simples. Estos problemas que enfrenta el gobierno con la sociedad de la salud pública, la falta de acceso a los servicios, las dificultades del personal de salud para afrontar su vida cotidiana. No son solo los problemas con los médicos residentes. Es con todo el personal de salud. Son todas las residencias. Son todos los que trabajan en salud en el ámbito privado y público. Estos problemas están interconectados y son complejos, involucra muchas perspectiva. Existen causas subyacentes. Estos problemas requieren cambios en las políticas del ministerio de salud, que no se encuadran en las recetas libertarias. Tampoco es para correr y poner un parche, sino pensar en soluciones sostenibles en el tiempo y aceptar con grandeza que lo que se dijo no se ajusta a la realidad. Aumentar la disponibilidad de recursos para no comprometer la calidad de atención, ni la capacidad de los hospitales, garantizar el acceso equitativo a la salud. El gobierno ha demostrado que no tiene Ninguna empatía para escuchar y para negociar.
El tiempo no arregla las cosas sino tomar acciones. Tampoco las intimaciones. Es triste y da vergüenza que los amenacen con el «despido». Es una derrota para los médicos residentes, que deben volver sin haber obtenido más que visibilidad, pero con eso no cargan la SUBE, ni tampoco compran alimentos. Una diputada Nacional le contestó a un residente, que nadie tenía que pagar por su sueño. Otra diputada nacional del mismo partido dijo que no era verdad que los residentes ganaban menos que la canasta básica del INDEC. Equivocándose en la cifra. Ellas que hablan como voceras perciben 3,9 millones. y trabajan una vez por semana con suerte. Entonces esos residentes deberán subirse a una ambulancia e ir a domicilios para poder ganarse la vida. El nivel de discusión da miedo, porque uno puede estar en Manos de este nivel de improvisación y de comentarios sin sustento, por ser más libertarios.
Los médicos han asumido hace muchos años que son pobres. Pero esto no lo tenemos que naturalizar, porque lo único que piensan es emigrar, los nuevos médicos no saben si van a ejercer, no ir por un cargo de residente. Van a faltar profesionales. En las especialidades más básicas.
Esto va a ir escalando. No tiene límite en la solución en un problema salarial de los residentes. Porque todos los médicos y enfermeros están postergados. Utilizados como ajuste para que se siga privilegiando a otros sectores.
No hay debate. Las opiniones de los voceros que no conocen son profundamente improductivas y ofensivas. Quienes conocen no hablan. Todos los que estuvieron y fueron parte del problema actual. Que suerte, ahora tienen las soluciones. Es peligroso quienes se suman las protestas porque las pueden desvirtuar y encontrar las justificaciones para enfrentarse al gobierno por intereses de puja distributiva y políticos en un año electoral.
El país necesita hospitales nacionales, sería la pregunta.
Para ello definitivamente ver que se necesita, que esta instalado y donde.
Los que no se requieren o no tienen funcionalidad por complejidad pasarlos a las provincias.
El Garrahan no tiene equivalencias, hace el 90% de los trasplantes de niños y trata el 50% de los que tienen cáncer. El Hospital del Cruce de Varela Tampoco, por los trasplantes hepáticos, renales, cardiacos y de médula ósea. En la estructura de costos, el hospital Garrahan gasta el 50% en personal, siendo una empresa mano de obra intensiva, no es mucho en términos económicos. Además el año pasado subejecutó la partida que tenía asignada según los datos oficiales.
Entonces trabajar en ese plan en una unidad ejecutora, que resuelva lo presupuestario, la dimensión de la planta, los gastos de funcionamiento y la proyección para los próximos diez años. De esa manera sacar la coyuntura y avanzar hacia la solución de nuestro sistema. las necesidades edilicias. Los compromisos. Las inversiones. Ajustar. Eficientizar. Modernizar. Proyectar.
Puede poner en riesgo el equilibrio fiscal hacer que los profesionales ganen adecuadamente, no por ese costo aislado, cuidado, pero si por lo que generaría en el resto del equipo interdisciplinario de salud, en los costos de prestación y en el financiamiento. Pero se debe ir corrigiendo este precio relativo retrasado con respecto a los medicamentos, los insumos, los costos prestacionales y los costos de funcionamiento. Con gestos sostenidos, por un camino seguro, lento, siguiendo la deriva adecuada. Con el objetivo y la mira colocada en que también estos profesionales acompañen con aumento de la productividad, con cumplimiento, no generando internaciones innecesarias, prescribiendo adecuadamente y destinándole el tiempo que los pacientes necesitan.
El sistema de residencia es el mejor sistema de formación profesional médica en el mundo, existe una evidencia acumulada. Los métodos pedagógicos y el entrenamiento es distinto en esta era del conocimiento, esto si requiere adecuación de nosotros. Los residentes y los hospitales se necesitan mutuamente. Los pacientes y los residentes también. Los sistemas de salud y los residentes sin dudarlo. No corresponde maltratarlos. Ni llevarlos a un terreno que no conocen. Huelga. Andar con pancartas por la calle. A peleas que no les incumben. A disputas que están lejos de su formación. Si deben moldearse en la búsqueda del conocimiento independiente y consistente. Obtener habilidades profesionales que los formen. En eso debe estar la obligación. Estudiar. Comprometerse con los pacientes. Acercarse a ellos. Escucharlos. Acompañarlos. Eso te forma.
Si esto no se encauza se propagará por los oportunistas de siempre y el reclamo perderá legitimidad, será mancillado, y nuevamente perderemos la oportunidad de generar la transformación.
No es una cuestión de iluminados, sino de sentido común, de no ser dogmáticos, porque salvo estados unidos, los otros países desarrollados tienen sistemas sociales de salud con cobertura universal. cuidan a sus residentes y a sus médicos, están bien, tienen mejores esquemas de trabajo, no necesitan el multiempleo, ni andar cobrando honorarios vergonzantes por realizar prestaciones de alta complejidad.
Da tristeza y desesperanza estar en estas circunstancias, porque la oscilación económica de los planes sin sostenibilidad llevan a los profesionales que cada vez caigan más sin ser los que cavan el foso.
Hoy estos residentes nos están dando un ejemplo, una juventud sana, que tiene que aclarar permanentemente que no lo movilizan intenciones políticas, nuevamente si lo que piden es consistente, no hace falta justificarlo, los que deben sentir pudor son los que si tienen intenciones políticas y de construir poder con un mensaje que es inconveniente para lo que están proponiendo el desarrollo del país, que no se puede solidificar sin salud en sus habitantes.