Editorial. La suerte está echada:

Las características distintivas del sistema de salud argentino es la fragmentación de derechos, en la atención, falta de coordinación y de articulación entre los integrantes del sistema. La segmentación, la desigualdad y la inequidad son las características principales, en todas las jurisdicciones. Con esquemas de atención episódicos de eventos agudos, sin corredor sanitario para dolor precordial, stroke y politraumatismo.

Bajo la actual administración y orientación ideológica, resulta complejo proyectar modificaciones en las políticas de salud, así como en las acciones destinadas a optimizar la atención de salud.

La expresión «La suerte está echada» ilustra una decisión irrevocable, en la que únicamente resta aguardar los resultados previstos, tradicionalmente asociados a la perpetuación de la pobreza estructural y escasas posibilidades de alterar el curso de los acontecimientos. Estamos frente a la continuidad de la “no políticas” en materia de gestión sanitaria en Argentina.

Se reconoce la importancia del superávit fiscal, la contención de la inflación y el fortalecimiento de las reservas. Asimismo, se destaca la necesidad de evitar la aprobación de leyes sin especificar la procedencia de los recursos económicos pertinentes. La situación se encuentra reflejada en el conocido “Dilema del prisionero”. Como referencia intelectual, Alberdi señalaba en sus escritos póstumos: “los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen”. Recordar de experiencias que son de países que han pasado por crisis similares como Grecia y Portugal, demoraron aproximadamente entre 7 y 8 años en salir de la misma y atraer elecciones. Nosotros somo adictos al atajo, al incumplimiento, y al default serial.

No debiéramos peticionar un cambio en el rumbo, porque no es posible discrepar, no se puede correr el dogma de la estabilidad, el superávit fiscal, el ahorro, y el aumento del crédito, para darle al mercado las herramientas para que invierta y genere fuerzas de trabajo, se puede ser tildado de “degenerado fiscal”. “Para no ser demonizado, un opositor debe inexorablemente uniformarse con un asfixiante buzo color violeta”. Fernández Díaz J 2025. La Nación. Estos prerrequisitos son las armas principales del plan económico, que es la única política activa de este gobierno. Un país con economía estable no tiene resueltas las desigualdades. Una economía estable, medida por indicadores como el crecimiento del PIB, la inflación controlada o el desempleo bajo, aumento de la actividad económica, no garantiza automáticamente una distribución equitativa de la riqueza, el acceso a servicios básicos o la igualdad de oportunidades. Reducir la desigualdad puede generar una mayor cantidad de oportunidades. Pero para aprovechar estas se necesitan ciertas competencias, que se han perdido por el asistencialismo y populismo.

La cantidad de gente que salió de la pobreza es una buen indicador estadístico que dista mucho de observarse en la realidad. Flagrantemente la cantidad de personas que viven en la pobreza y la marginalidad es cada vez más triste. Porque no se entiende la observación de los barrios que cada día crecen en su extensión y número de viviendas.

La presente gestión no logra incidir de manera significativa en los principales determinantes sociales, como la salud, el empleo formal, la vivienda, el acceso a agua potable, la educación y la seguridad. Se observa la conformación de un panorama poco ajustado a la realidad respecto de la situación sanitaria en la provincia de Buenos Aires y su obra social provincial, así como un retiro progresivo del Estado en la provisión de servicios públicos de salud. Además, se percibe una desmotivación entre el personal vinculado a nuestra institución.

Se establece que para acceder a servicios de salud será necesario pagarlos, mientras que quienes no puedan hacerlo deberán recurrir al hospital público, cuya financiación corresponde al Estado. Esto pasa hace más de dos décadas en la educación pública, que era la ventaja competitiva de la argentina. Desde los tiempos de Sarmiento, el acérrimo enemigo de Alberdi, y tenía razón, Eso nos duró un siglo.

Era un orgullo como profesional estar en un hospital público. Hoy es un trabajo devaluado. Los que se atienden en el hospital hoy tienen cada vez peor atención. En cuanto a esperas, acceso y resolución de casos. No en el esfuerzo del personal en contacto que se prodiga por «sus pacientes».

Tenemos un problema de financiamiento. Pero más de ineficiencia. De cadena de valor. No se observa una reducción en el gasto en salud, siendo la última cifra publicada este año (en referencia a 2022) del 11% del PBI.

Es relevante señalar el bajo gasto en salud público, el gasto público representa el 2,8% del total, el incremento del gasto de bolsillo y el contexto pandémico vigente en ese período. Al analizar el gasto en salud pública, es necesario considerar el monto por habitante; en jurisdicciones como la ciudad de Buenos Aires, la inversión por persona es considerable aunque mal utilizada.

La tendencia al aumento de la equidad que implica la inversión pública se ve limitada, por lo que las expectativas de mejora recaen principalmente en las provincias con trayectoria previa al Estado nación. Los gobiernos provinciales enfrentan urgencias, especialmente ante la falta de obras públicas tangibles. En este contexto, los temas de salud suelen no ser prioritarios para ciertos sectores sociales, mientras que los grupos vulnerables muestran cierto grado de resignación. Es fundamental mantener una perspectiva crítica ante las limitaciones inherentes a estructuras burocráticas tradicionales, como sistemas de adquisiciones poco actualizados, que restringen la eficiencia de la gestión pública.

Los hospitales presentan una gestión conservadora y se observa la ausencia de inversiones orientadas a la modernización y adopción de herramientas digitales. Históricamente, han enfrentado dificultades asociadas a su dependencia de la asistencia nacional, los aportes centrales y la recepción de programas destinados a reducir la fragmentación, tales como el programa Remediar y anteriormente el programa Sumar.

La ayuda a la discapacidad es algo que depende de la Superintendencia tiene un atraso pavoroso, las personas que trabajan en discapacidad dejan de hacerlo. El número de discapacitados en dos décadas creció de 70 mil a un millón sin nada que lo justifique, pero en lugar de hacer la revisión adecuada del otorgamiento de los certificados de un numero que supera el millón, no, atacamos las necesidades que tienen los pobres necesitados y a sus familias.

 El déficit de las obras sociales que no pueden dar servicios de salud, que recaudan $ 49.000 pesos promedio y necesitan gastar $ 75.000. Esto sin contar que las obras sociales más numerosas la recaudación está en $ 42.000. Lo único que se incrementa en la seguridad social son los Monotributistas que aportan $ 19.239,97 en las categorías más bajas, hasta $ 65.806,30 en la más alta.

El que tiene un prepago de salud, tampoco está mejor, tiene demoras cuando solicita un turno, los beneficiarios no tienen planes preventivos, interesan los aportantes de salarios altos. Los enfermos crónicos no son elegibles. Sufren problemas inauditos para pedir acceso. Existen una diferencia amplia entre los planes. Muchos tienen prepagos para tener cubierta la internación.

Los problemas con la gestión del principal hospital de Pediatría de la Nación Argentina, que padece el mismo problema de toda la gestión pública. Siendo un hospital de gestión descentralizada, los aumentos a su plantel de profesionales son del 12% por año con un 40% de inflación, siendo postergados con respecto al ámbito privado, con subejecución presupuestaria de acuerdo con las actas oficiales de reuniones. Se contraataca para sostener este ajuste, que hay empleados que cobran y no concurren a desempeñar tareas. No pudiendo explicar como esto no fue depurado aún.

Si se observa la página del Ministerio un árbol de invierno. Con cuatro licitaciones. La del Remediar con solo 22 oferentes de Laboratorios Nacionales. «Adquisición de Medicamentos Esenciales para el Programa Nacional Remediar» -«Contratación de servicios para puesta a punto y mantenimiento de plataforma de Interoperabilidad». «Adquisición Suero Antibotulínico». «Solicitud para la contratación de servicios profesionales especializados Red Hat».  Sus servicios son: el anuncio del Sistema Nacional de Residencias de la salud. El buscador Nacional de profesionales de la salud. La receta electrónica. El precio de medicamentos. Cuidados en edad escolar. Dengue. Calendario Nacional de vacunación. Cuidados en el invierno. Desde la Superintendencia de servicios de salud se “muestra más claramente la orientación de la policía sectorial es la profundización de la tendencia para facilitar la utilización de los aportes obligatorios de cada trabajador como parte de pago de su plan privado, erosionando los pocos componentes redistributivos que tenía el sistema de obras sociales nacionales.” alquimiaseconomicas.com/2025/07/30/cual-es-la-politica-de-salud-del-gobierno-de-milei. 2024,

No es posible identificar una clara y explícita definición de los objetivos que tiene el gobierno actual para resolver los problemas que tiene el sistema de salud, pero es evidente que la preocupación no es la salud pública y la prevención.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

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