Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

introducción al problema.
La principal crisis para afrontar son las respuestas asistenciales necesarias por el aumento de la demanda exponencial de pacientes con insuficiencia respiratoria por SARS, son las camas de terapia intensiva, los respiradores, las enfermeras y los médicos que sepan ventilar a estos pacientes, los insumos de protección personal individual adecuado, la disponibilidad de test de RT PCR, los medicamentos, la reorganización de los servicios y los sistemas para que se aboquen a una enfermedad que crece exponencialmente día tras día.
El sistema sociosanitario y político argentino eligió precozmente una estrategia de contención, mitigación, cuarentena, distanciamiento social, suspensión de actividades que lleven a la concentración de personas como lo son los espectáculos, los deportes profesionales, los teatros, los recitales y las escuelas o clases, para que el sistema de atención pueda prepararse conseguir insumos y no aumentar las muertes evitables iniciales como ocurrieron en otros sistemas.
Aprendimos de las respuestas sanitarias y de los errores de otros países, nos llevó al abordaje de un plan integral, de salud en todas las políticas, pero es inexorable al no haber inmunidad en la población, en unas semanas el virus empiece a propagarse más y crecer el número de casos. Tratando de minimizarlo es que se insiste con las medidas para que el sistema no entre en colapso. Entonces surge una idea disonante que está impulsada por la reivindicación de un país como Cuba ante la imagen política mundial. Trayendo profesionales, que son médicos no formados en la atención de esta enfermedad. No sería mejor vincularse con profesionales de otros países, donde hayan tenido esta experiencia y nos la puedan transmitir mediante el dialogo y la referencia.
No sería más digno reconocer el esfuerzo extraordinario del personal de salud nuestro, que hace muchos años viene desempeñándose con escasos recursos, haciendo intervenciones quirúrgicas extraordinarias, atendiendo politraumatizados graves, haciendo trasplantes, ganando salarios inferiores a los de la Ciudad de Buenos Aires.
Médicos cubanos:
«La formación médica en Cuba y el sistema de salud se basa en la atención primaria, donde tenemos un médico de familia responsable de una población de unas mil personas, donde hay una relación estrecha del médico con la familia (…) Hay mucha experiencia en un trabajo de promoción de la salud y prevención y mucho contacto con la comunidad»,
Sin embargo, en los últimos años, la preparación de los médicos cubanos ha sido puesta en tela de juicio en países como Brasil, Bolivia, Costa Rica o Chile que han calificado de deficiente la formación de los doctores cubanos que buscaban la revalidación en esos países.
A eso se suman las quejas de un grupo de estudiantes paquistaníes que cursaron medicina en Cuba y al regresar a su país lamentaron que las escuelas de medicina de la isla estaban mal equipadas y la calidad de la educación era inferior a la de Pakistán, por lo que no podrían aprobar la prueba del Consejo Médico y Dental del país para revalidar sus títulos. Lo mismo ocurrió en Paraguay durante el gobierno de Lugo. Que compatriotas Paraguayos se fueron a formar a Cuba, obteniendo una formación que no reunía las competencias necesarias.
La mortalidad infantil en cuba es de 4,2 por cada mil nacimientos es menor que la de EE.UU. y la esperanza de vida de 79,4 años es superior a la de casi toda Latinoamérica y a la de muchos países europeos. Pero recordemos que la atención de la salud mucho mérito no se puede atribuir a ello, porque la atención de los determinantes sociales, el estilo de vida y conductas, la biología humana, el medio ambiente, la calidad de vida, el acceso al agua potable, determinantes ambientales comunitarios (familia, empleo, hábitat, distribución de la riqueza), finalmente el sistema de atención sanitaria, y dentro de este último, se encuentran los médicos, pero siendo parte de un esquema de políticas sanitarias y organización de la atención.
La exportación de servicios médicos se ha convertido en una de las principales fuente de ingresos para Cuba, por encima del turismo. En 2011, representó más de US$6.000 millones. En estos últimos años la facturación del país por exportar conocimientos médicos llegó a 11.000 millones de dólares, el tercer ingreso para la isla. Esto constituye un aspecto importante en el incentivo de formar médicos por encima de las necesidades del sistema de salud cubano. El aumento de la cantidad de egresados, puede haber deteriorado el nivel de su formación.
Las mujeres y hombres que estudian Medicina en Cuba no lo hacen, como es usual en el resto del mundo, enfocados en curar enfermedades, sino en preservar la salud de la persona, la familia, la comunidad y hasta del medio ambiente; y por eso dondequiera que llegan se ganan el respeto de la gente, por su humanismo.
Así lo enfatizó el Dr. Jorge González Pérez, director nacional de Docencia del Ministerio de Salud Pública (Minsap), durante la primera emisión del programa especial Más que Médicos, de la televisión cubana.
Se formaron y concurrieron en misión humanitaria para atender la epidemia de ébola, que brotó en Liberia, Sierra Leona y Guinea en 2014, y para atender en caso de huracanes en América Central.
En 1959, el país contaba con apenas 6.000 médicos, la mitad de los cuales emigraron tras el triunfo de la Revolución. La crisis sanitaria que se derivó le planteó al nuevo gobierno la necesidad de formar profesionales de forma masiva. Medio siglo después en 2014 era el tercer país del mundo con más médicos por cada 10.000 habitantes con 67,2, solo superado por Catar y Mónaco. Pero a pesar de esas cifras, la calidad de esa atención primaria, que había sido durante años la piedra angular de la salud pública, se ha visto afectada con una reducción en un 62% de la cantidad médicos de familia, de 34.261 en 2009 a 12.842 en 2014, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)
Pero están más capacitados para misiones humanitarias que para este tipo de patologías cuya gravedad exige hospitalización.
Este recurso, no es gratuito, tampoco, pudiendo generar una diferencia en cuanto a lo económico fenomenal.
Entonces la pregunta de hipótesis: ¿Argentina necesita médicos de Cuba o de otro país?
Cuantos médicos se necesitan. Esto dependerá de la cantidad de casos en toda la duración de la epidemia. La relación entre cantidad de enfermeras y médicos en Argentina es 1:1, siendo lo que estaría indicado en relación a las funciones de las enfermeras y los médicos.
Las enfermeras tendrían que duplicar o cuadruplicar a los médicos. Además dentro de los médicos tendría que el sistema sanitario formar profesionales en atención primaria, emergentología, terapia intensiva de adultos, especialistas en medicina interna, neonatólogos, especialistas en terapia intensiva pediátrica, y anestesiólogos.
En argentina hay suficientes médicos, mal distribuidos y que buscan saber mucho de una pequeña prestación diferenciada y mejor remunerada, dirían que es uno de los recursos de salud que tienen valores superiores a los esperados e indicados por la Organización Panamericana de la Salud.
El trabajo médico en Argentina, especialmente la atención, el que relaciona más fuertemente los médicos con los pacientes, esta pésimamente remunerado, que lleva a los internistas y los pediatras buscar una segunda especialidad, simplemente para poder vivir dignamente, cuando su rol de decisores en el sistema de salud es fundamental y es el eje de un buen sistema de atención. Espero que esta pandemia, en nuestro país sirva para reivindicar y remunerar dignamente la consulta médica, su duración, la población a cargo, que tenga los antecedentes en un registro electrónico de historia clínica.
¿Que faltan?, en realidad lo que faltan son enfermeras. Porque estas para sobrevivir tienen dos empleos. No tenemos suficiente cantidad de enfermeras para atender pacientes ventilados, que nos obligaría a llevar la relación enfermera paciente a más de dos, que en un paciente ventilado, aumenta la mortalidad, y de este riesgo, palmario, real, que ocurrió en todos los países, nadie habla. Por cada dos camas de terapia intensiva como mínimo tiene que haber cinco o seis enfermeras. si llegáramos a necesitar unas 10.000 camas de UTI, hacen falta 60.000 enfermeras que sepan cuidados críticos.
Reitero el concepto: ¿Cuantas enfermeras hacen falta? es simple, esta en relación con los pacientes que se planifican ventilar y por cuantos días, y esos, cada dos pacientes requeriremos entre cinco o seis enfermeras, en cambio un medico, estimados señores que saben poco de conducir hospitales un medico que sepa manejar la ventilación mecánica puede atender a diez o doce pacientes, por día, por ello, el primer desprendimiento es que necesitamos enfermeros.
Los médicos cubanos que vendarán son simplemente médicos o que serán intensivistas.
No sería más adecuado:
Que los médicos cubanos sean los mismos médicos Argentinos.

No sería más rápido, natural, concreto y facilitado, que los gobernadores permitan que durante el pico de la epidemia, médicos que hacen terapia intensiva en Catamarca, Formosa. La Pampa, San Luis. La Rioja, San Luis puedan venir a atender por espacio de uno o dos meses a la ciudad de buenos aires o el gran buenos aires y atender a los pacientes ventilados en los lugares donde se carece de personal. Se pongan al servicio de las provincias más afectadas, pagándoles su salario y los puestos de trabajo mediante el paraguas de la carga pública. Con vivienda, Comida y una remuneración que les reconozca 48 hs de trabajo en el sector público, con una remuneración acorde. Que luego tengan compensación con vacaciones.
No sería más adecuado que no se le cobre impuesto a las ganancias a los que por trabajar más durante la epidemia y superen el mínimo no imponible no actualizado, además.

Los médicos de interior de las provincias cobran menos que en buenos aires. y cobran más barato y son mejores que los médicos cubanos, no convendría recultar médicos de unas provinicas que puedan brindar servicio en la ciurdad de buenos aires.
Tendríamos que traer a los médicos que estando en el exterior quieren retornar a la argentina a dar una mano, con pasaje y retorno al país de donde provienen.
Como también priorizar el retorno de los médicos que están en el exterior haciendo viaje de estudios o recreativos.

También se debería acelerar en el otorgamiento de la matricula a los recién recibidos y que ingresen a las residencias médicas inmediatamente con un examen on line, para poder superponer dos camadas de residentes en los hospitales, allí tenemos más de tres mil médicos. si tres mil médicos. Para que traer médicos de otro país. Se forjaran vocacionalmente enfrentando esta patología. Estos médicos puede realizar triage, cubriendo las cuestiones e incumbencias legales.

Con esto quiero expresar que hace falta explorar otras alternativas viables inmediatas de médicos argentinos, que pueden llegar a atender y que hace falta más cantidad de enfermeras que de médicos. se que detrás de todo esto hay una romántica revolucionaria e ideológica, que no es momento, pero aflora en los sesgos discursivos, en preconceptos y en acciones.
También me pregunto, si son tan innovadores en la Provincia de Buenos Aires, porque no traen anestesiólogos cubanos.
Es muy simple, son revolucionarios, no sonsos. Con los anestesiólogos, nadie se anima.
Hacen falta médicos, sin dudas. Pero no médicos cubanos. hay en nuestro país. Hay que colocar los incentivos correctos, mejorar las condiciones de trabajo, convenios de largo plazo. Suspensión del pago de las ganancias. Reconocimiento remunerativo y posibilidades de descanso luego que pase la pandemia.

Excelente Dr. Carlos Díaz, agradezco sus enseñanzas.
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Gracias Javier, lo único que pido ya que no son enseñanza sino pensamientos, es que los difundan
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