Vacunación VIP. Hacerle la cama a alguien, y la extraña redefinición de la palabra amigo.

Voy a discurrir sobre que ocurrió, con la administración de las vacunas tan escasas y con El ex Ministro. Los que estaban a su alrededor no lo cuidaron del fuego amigo, no debatieron y lo aconsejaron como hacer lo que le pidieron desde arriba con la vacunación, no establecieron un liderazgo compartido que permitiera superar las pruebas cotidianas de la gestión, un manejo de la comunicación y de la prensa malo, se hicieron muchas más cosas de las que conocimos, varias veces ocurrió que solo escuchara a los oportunistas, que querían sacar una ventaja, y hoy guardan silencio, por temor y cobardía. Estuvo mal. Ciertamente incumpliendo la forma en que el mismo había definido el acceso a un bien escasísimo, la vacuna para Covid 19. Hay que reconocer el error. Pero El balance de la vida, le da muy a favor, en la gestión y la enseñanza de muchos gestores sanitarios, no muchos pueden decir eso. A los amigos no se los juzga. Se los acompaña. Por ello esta intervención va por otro lado. Quiero reflexionar sobre algunas cosas que son centrales y no colaterales, a saber: «Hacerle la cama». «El arte de la mentira en la política». Hipocresía política. El chivo expiatorio en la política. Creerse el estado, por trabajar en el estado. La redefinición de la palabra amigo.

Hacerle la cama a alguien: significa Preparar una trampa para provocar que una persona caiga en ella. Según algunos, el término cama sería una interpretación de «sepulcro». En cambio El origen del término más apropiado de hacerle la cama, proviene de la Edad Media, las camas eran de paja, se colocaba en el suelo o en una tarima un poco elevada. En este caso creo que se sobre actuó porque no era uno de los Ministros colocados por la vicepresidenta, y porque el periodismo se enteró. Entonces ante esa situación de estar en las páginas de Clarín el periodista? Verbisky, comentó como se había aplicado la primera dosis de la vacuna Sputnik. El diputado Valdés que también dice que es amigo del ex Ministro, comentó con una excusa que tenía que viajar en la comitiva oficial por ello se vacunó. Y siguen las firmas que involucran a muchos, muchos.

La idea es que el arte de la política incorpora de forma congénita la mentira, y que lo que debemos hacer los ciudadanos es tener un criterio para saber qué mentiras debemos tolerar y cuáles no, cuáles engrasan el mecanismo y cuáles lo corrompen. Se trata de saber, por tanto, cuál es el nivel de hipocresía sostenible, quizás incluso beneficioso o deseable, en una democracia.

¿Qué tipo de hipócrita tendrían que votar los ciudadanos para que los gobernara? El hacerse esta pregunta enseguida nos descalificaría como cínicos. Sin embargo, lo que parece cínico es seguir aparentando que la conducta de los políticos es sincera. Esto es lo que dice Runciman en La hipocresía política; una obra sobre el problema intemporal de la posibilidad de la verdad en la vida política.

 Su conclusión «realista» es que tenemos que aceptar la inevitabilidad de la hipocresía como parte de la vida política de una ¿sociedad democrática sana?; o bien, que la búsqueda de la autenticidad en la política, lejos de encaminarnos a alguna forma de sociedad ideal, degradaría el ejercicio del poder hacia alguna versión totalitaria insospechada. Como con cualquier otro asunto moral, lo importante es encontrar un criterio para distinguirlas formas peligrosas de hipocresía de las formas «benéficas». Para esta tarea, sostiene Runciman, es mucho mejor atender a la tradición liberal que a los fastidiosos maestros del maquiavelismo antiliberal a los que se suele acudir.

Runciman aclara que hipocresía y mentira no son exactamente lo mismo. La mentira tiene que ver con un estado de cosas: se afirma algo que no se verifica en la realidad de los hechos.

La hipocresía, es una subespecie de la mentira, tiene que ver con el carácter: se presume de creencias que no se profesan o se alardea de virtudes que no se practican. Existen, además, varios niveles: una hipocresía que Runciman llama «de primer orden», que es la rutinaria costumbre de ocultar el vicio tras una fachada de virtud, (roba pero hace, apología nefasta escuchada en la popularidad argentina) y una hipocresía «de segundo grado», que consistiría en engañarse sobre la naturaleza teatral de nuestras propias acciones y de la significación en la opinión pública.

Runciman en su libro dice que hay «políticos que son sinceros, aunque falsos, y otros políticos que son hipócritas, aunque honestos» Que suerte tenemos los argentinos donde los Políticos son falsos e hipócritas reúnen ambas competencias, no es menor aumentar las competencias.

Hay políticos que se creen sus ficciones –siendo la primera que sus motivos son altruistas– y otros que observan en todo momento sobre lo que dicen una reserva mental que los mantiene en contacto con la realidad. 

Aunque Runciman cree que, a la postre, ambos son necesarios, nos invita a preferir a aquellos políticos que, aun pudiendo incurrir ocasionalmente en engaños a terceros, no parecen ser capaces de caer en el autoengaño. Aquellos que, por así decir, nunca olvidan que representan un papel y, precisamente por no olvidarlo, parecen menos naturales que sus rivales y son más vulnerables a la acusación de hipocresía. Aunque esto sea así, sugiere Runciman, también son los más conscientes de la necesidad de evitar tomar un curso de acción que haga arder el teatro.

Propone Runciman, los conceptos anteriores «porque la propia democracia no es otra cosa que una ficción útil»

“El Estado soy yo” (l’Etat c’est moi) es el lema del absolutismo acuñado por el rey de Francia y Navarra Luis XIV (1638-1715) desde 1643 hasta su muerte.

Según los historiadores, la afirmación “el Estado soy yo” fue pronunciada por el rey Luis XIV al ver el desacuerdo que la corte en París tenía frente a la aprobación de los edictos presentados por el monarca. La frase indica lo absurdo que veía Luis XIV la discusión, ya que esperaba que todas sus propuestas fuesen aceptadas sin cuestionamientos. Resume la concepción del derecho divino, que algunas democracias intentan incorporar. «todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

Verbisky, redefinió el viernes el concepto de amistad. También Valdés y muchos otros. Lo llamaré la amistad política. Significa porque tienen intereses comunes acerca de los cuales buscan hablar. Con ninguno de los dos Ginés mencionados, tiene intereses por lo cuales busquen hablar.

Aristóteles muestra que en política hay algo más esencial que el poder, algo que se presta mejor a ser compartido, y que de hecho solo se da en la medida en que se comparte: la amistad política.

¿Ginés será el cordero que hubo que sacrificar para evitar la ira de los dioses?, no.

Creo en realidad fue un chivo expiatorio. Esta es una expresión frecuentemente usada en la vida política. Con ella se quiere significar el sacrificio impuesto a una persona, injusta o desproporcionadamente, para satisfacer las demandas punitivas de la opinión pública por una acción equivocada, dañina o deshonesta de otra persona o del gobierno. La reparación del mal causado se hace por medio del sacrificio de alguna persona, a quien se condena a la destitución de su cargo, y, siempre, al ludibrio (escarnio), para satisfacer con ello la “venganza” que clama este nuevo dios multitudinario de los regímenes democráticos que son los medios.

En que lugar, o rincón de la Argentina (y en muchos países) no hubo Vacunación Vip no es una justificación sino un elemento de análisis para advertir que ocurrió. No faltó en ninguno. Pero se aprovechó sacrificar a quien tenía el «boleto picado» desde el 31 de Diciembre (con el aumento fallido a las prepagas, acordado por el presidente y que luego que recibe un llamado se desdice, diciendo que había surgido el decreto por generación espontánea del Sr. Ministro). Era difícil sacar a un Ministro de Salud en medio de la pandemia y más una persona con el prestigio bien ganado. Pero esto fue una excusa que nunca es perfecta. es Solamente una excusa.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

3 comentarios sobre “Vacunación VIP. Hacerle la cama a alguien, y la extraña redefinición de la palabra amigo.

  1. Sacrificamos al mejor sanitarista de nuestros tiempos por el fugaz clamor de una tribuna maquiavélica y por una conducción que no tuvo la templanza necesaria en ese preciso momento, o bien le prepararon el jaque mate desde varios frentes.

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  2. Perdemos nosotros, siempre es así. Conoce el sistema, tenía equipo armado ( de años), tenía proyecto (de años). Se la tendrían jurada, les dio la excusa. Lo lamento muchísimo, sobre todo por nosotros. Acomodos hubo por todos lados, solo a Verbinsky se le ocurre publicarlo con bombos y platillos? esa no me la creo… de golpe es un gran pelotudo… no me lo creo. Si no era esta, hubiera sido otra la excusa… Me hubiera gustado que nos doliera menos (sobre todo a nosotros)

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