Editorial de la Semana: Vivir es mucho más que no contraer Covid 19.

Entramos a la Pandemia en una crisis profunda, originada de los últimos dos Gobiernos. La pandemia dejó expuestas, de manera descarnada, las desigualdades más crudas que atraviesan a la Argentina. Validando en el mundo real de la Argentina el falso dilema, de la economía y los muertos por covid 19. Estamos sin salud y sin economía. Cayó la economía el 10% y se murieron más de 100.000 personas. Se tomaron medidas muy restrictivas en la economía con pocos casos. Se prolongaron más tiempo del que se necesitaba. Se negoció mal con la compra de las vacunas. Es una síntesis, que hicimos muchas cosas que no fueron correctas. Todos los políticos del oficialismo, la oposición, el congreso de la Nación, los sanitaristas, y la población. El desconocimiento, la incertidumbre, las encuestas de imagen al inicio de la cuarentena, fueron incentivos para tomar decisiones equivocadas, asesores Covidologos, que no tuvieron la hidalguía de expresar pensamiento independiente como Anthony Fauci, que se enfrentó a la administraciòn Trump. La situaciòn económica con déficit fiscal y primario, motivó que no contáramos con fondos anticíclicos, para solventar los subsidios a las actividades que cerraban. La pobreza Argentina esta en el 45 % y aumentó un 30% desde el 2020. Creció 10% de los pobres. Superamos la cifra de cien mil muertos, y todavía no nos enfrentamos a la verdadera pandemia, la de la cepa Delta, que hoy provocó 54 mil casos en Inglaterra. Todo en un contexto de inflación reprimida porque se pisan dólar y las tarifas para recuperar el salario real. El BCRA tiene USD 7.000 millones en reservas netas, una cartera de bonos líquida y posición a futuro que puede ir moderando.

Vivir es mucho más que no contraer Covid 19. También es vacunarse, tener empleo formal, estudiar, viajar, tener jubilación digna, contar con posibilidades de ascenso social, y poder elegir. El Estado debe generar acceso igualitario y equitativo a la salud y la educación, no lo está haciendo. Generar un contexto para la inversión y generación de empleo formal. Generar una burguesía nacional, que invierta en argentina y no se la ataque. Mirar que necesita los grandes países y hacer acuerdos prolongados sobre que venderles y por cuánto tiempo. Apoyar al campo para que siga generando divisas. «Los sectores agrícolas de las economías que se espera que crezcan este año representan más del doble del tamaño (128%) del promedio de los países emergentes y en desarrollo»,

Según los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, en la segunda mitad de 2020 los argentinos que no cubrían sus necesidades básicas llegaron al 42 por ciento. Pero si se tomaban los últimos tres meses, el período octubre-diciembre, había llegado al 45,2% según los expertos de la UCA. Un año antes, a fines de 2019, era de 35,2 por ciento.

La canasta básica del Indec –”canasta de pobreza”, en realidad– aumentó por encima de la inflación en el promedio interanual en mayo: una familia necesitó $64.445 para no ser pobre. En los últimos doce meses, el conjunto de alimentos básicos aumentó 49,6 por ciento.

El impacto en el empleo también fue demoledor. En el primer trimestre de este año se registraron 1,97 millones de desocupados y 2,52 millones de subocupados. En 2020 se perdieron 125.000 puestos de trabajo en el sector privado (y se contrataron casi 40.000 empleados públicos) y desaparecieron 23.000 empresas. Sólo en CABA hoy hay 500 locales cerrados, el doble que el año pasado. Además, en una verdadera estampida corporativa, se fueron en pocos meses casi 20 multinacionales del país.

Estiman que para que la pobreza vuelva a los niveles de 35,2% de fines de 2019 –pre-pandemia– tendrían que transcurrir al menos cinco años con un crecimiento anual de 3 por ciento. Llevaría el doble de tiempo si la meta es volver al 29% de pobres de 2018. Suena a utopía.

tenemos vacunadas con dos dosis al 11,2 % de la población. Hay que llegar al 70% como mínimo. Todavía faltan Treinta millones de vacunas. Tampoco se justifica un stock de diez días. Que se podría acortar a tres días. y Con ello acelerar. Seguimos haciendo las cosas mal, y la Ministra Carla tiene una amplia experiencia en inmunizaciones

En un informe reciente, el Banco Mundial advirtió que la pandemia de covid-19 causará la mayor crisis económica mundial desde por lo menos 1870 y amenaza con provocar un aumento drástico en los niveles de pobreza en todo el mundo.

Pero para 30 países este año será de crecimiento, aunque menor de lo esperado, con raras excepciones

La hipocresía de la sociedad nunca deja de sorprender. Los mismos que defienden con vehemencia que para salir de situaciones extremas hace falta mérito y esfuerzo individual, muestran los dientes cuando se trata de sus propios patrimonios. Lo que esconde el discurso de la meritocracia es que el punto de salida desde la cual se inicia la carrera depende de muchas otras cosas que no se eligen, como la clase social o las herencias millonarias.

No es una cuestión moral, es un problema de inequidad. Mientras gran parte de la recaudación del Estado proviene de los impuestos al consumo (el IVA que pagan pobres y ricos por igual). De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, publicado en 2018, las probabilidades de que niños de familias pobres salgan de la pobreza son muy débiles. “Podría tomar un promedio de cuatro a cinco generaciones para que la descendencia de una familia de bajos ingresos alcance el ingreso promedio”, explica el estudio. Esto, es sensato asumir, solo podría empeorar debido a la pandemia por COVID-19. Estos niños, hoy, no tienen nada. Cuando crezcan tendrán menos oportunidades laborales que personas que no viven en situación de pobreza, sufrirán más el desempleo, tendrán ingresos más bajos y serán, con más probabilidad, carne de cañón de la demagogia punitiva. Para muchas de estas personas, la única presencia del Estado en sus vidas es mediante el contacto con la Policía o del sistema penal.

 La inestabilidad laboral de los jefas y jefes de hogar, la falta de recursos para comprar alimentos, la contribución de los programas de transferencias sociales a la economía familiar, las estrategias de cuidado y las dificultades para sostener la educación son algunos de los temas centrales de la 4ta. Encuesta de UNICEF sobre el impacto que la segunda ola de la pandemia COVID-19 tiene en hogares donde viven chicas y chicos.    

Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina. Los datos de la encuesta marcan que, en la situación de emergencia actual, en la que más de la mitad de los chicos y las chicas vive por debajo de la línea de pobreza, continuar fortaleciendo los sistemas de protección social es clave para evitar que crezca la indigencia«,

“El 41% de los hogares tuvo que dejar de comprar algún alimento por no tener dinero. Este porcentaje se incrementa sensiblemente con respecto a las rondas anteriores y aumenta en los hogares sin miembros ocupados, así como en algunas regiones como el NOA y NEA» alertó Sebastián Waisgrais, economista, especialista inclusión social de UNICEF.

Los políticos populistas creen que hacen negocio con los pobres. Porque la clase media no los vota siempre. Además son muchos menos. La infancia está en riesgo y con ello las próximas tres generaciones. Las políticas de contención de la pobreza sin trabajo es clientelismo. Las políticas sociales de contención de la pobreza intentan disminuir la visibilidad de las protestas, los cortes y los estallidos sociales.

«durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), el ajuste estructural de la economía se encontró con un fuerte proceso de resistencia social, asistiendo la sociedad argentina a un proceso de movilización social y de alta conflictividad (Gradín y Soto Pimentel, 2020; De Piero y Gradín, 2020; Gamallo, 2020; Rebón, 2019; Natalucci y Rey, 2018; Artese, Castro Rubel y Tapia, 2017; Gradin, 2017; Varela, 2017). El inicio del Gobierno de Alberto Fernández hacía suponer que las principales demandas y hechos de protesta del período anterior, asociadas a las consecuencias negativas de las políticas de ajuste, podrían comenzar a ceder ante la presencia de un gobierno que, con una visión del desarrollo inclusiva y participativa, tomaría medidas en favor de las clases trabajadoras y la ciudadanía. Sin embargo, las condiciones macro estructurales que tuvo que enfrentar el nuevo gobierno, junto con el escenario de crisis global generada por la pandemia del COVID 19, y con el reacomodamiento de la oposición, significaron nuevas demandas y nuevos procesos de conflictividad. Este nuevo escenario general planteó grandes desafíos tanto en relación a las demandas emergentes, como en las formas de expresión de las acciones colectivas y en los actores sociales que las protagonizaron. Así, la crisis económica generada por las políticas neoliberales del gobierno anterior, sumada a las medidas sanitarias de aislamiento total en el inicio de la pandemia en marzo del 2020, provocaron diversas dinámicas de conflictividad». 

Los principales conflictos identificados están vinculados a las demandas político –
ideológicas, coincidente con la emergencia de actores sociales asociados a la oposición movilizada

La pandemia vino a visibilizar las desigualdades estructurales que vive el país desde ya hace varias décadas y que han obstruido la capacidad de garantizar a la población el acceso a derechos básicos de la población, tales como el acceso al trabajo y salarios dignos, la vivienda, servicios sanitarios, la salud y la urbanización

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: