Esta temática se introduce por la observación en el mundo real de diagnósticos de cáncer en estadios más avanzados, siendo probable su vínculo con el alejamiento de los pacientes de sus controles programados habituales que se postergaron en el tiempo por la pandemia, revisando las conductas que hemos tomado, debemos manifestar que los controles si esto se vuelve a repetir deben seguir regularmente, porque sino el daño colateral de la pandemia del Covid 19 será mucho mayor, con el sustento razonable de la cantidad de habitantes vacunados y los refuerzos colocados al personal de salud, que genera protección de casos clínicos más graves como vimos al comienzo de la pandemia, por ello realice una consulta en la base de datos para poder obtener algunas visiones que me parecen útiles.
La primera que el sistema de atencion del cancer no estaba bien, sino que ya venía con alguna crisis, que existe un grupo de pacientes que no recibe de sus sistemas de atención una política activa para hacer diagnóstico precoz de las afecciones neoplásicas, aunque tengan prepaga, obra social, PAMI o el sistema público de salud.
El segundo aspecto tan importante como el anterior es el costo de las nuevas tecnologías de medicamentos en salud que son gasto expansivas con respecto al crecimiento de las economías en el mundo. Las estimaciones predicen que el número de nuevos casos aumentará en las próximas dos décadas a 29,5 millones por año para 2040. De manera preocupante, la falta de análisis de la situación y presupuestación de esta patología se ha identificado como uno de los principales obstáculos que amenazan la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Una de las muchas lecciones clave para el control del cáncer de la pandemia actual como tal es invertir en la preparación de los sistemas de salud para brindar una respuesta médica oportuna sin comprometer la calidad de la atención del cáncer. Demasiados sistemas de salud se vieron obligados a disminuir o cerrar la atención de rutina no relacionada con la COVID, lo que ha tenido un impacto negativo en los resultados de los pacientes debido a retrasos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento del cáncer.
Corresponde ser optimista, por la respuesta del mundo de la ciencia ante la amenaza de la pandemia, pero hemos retrocedido en algunos aspectos que debemos recuperar, desde una gestión más activa sobre la población, y evitar perder años de vida y recursos por diagnósticos tardíos de cáncer.
Se produce con el cáncer, como con otras enfermedades una toxicidad financiera, que afecta los principios asignativos basados en la evidencia científica, coaptada, no independiente y en la ética, especialmente en los países de bajos recursos.
Se requiere un sistema de atención para enfrentar los desafíos de una ciencia que avanza, aplicación clínica más integral, patrones de enfermedades crónicas cambiantes y un sistema de atención médica fragmentado, complejo y en evolución.
Reproducirá algunos conceptos de esos artículos leídos para efectuar este posteo sobre gestión de pacientes modificada en la era postcovid.

Achieving a multilevel evidence-based approach to improve cancer care in the U.S. post-COVID era: What is the role of management?
Donna M.O’BrienacArnold D.Kaluznyb Marzo 2022.
En 2018, casi 610 000 personas en los EE. UU. murieron después de soportar las agonías y las humillaciones del cáncer, mientras que a otros 1,7 millones de personas en los EE. UU. se les diagnosticó alguna forma de la enfermedad [ 1 ]. Dejando a un lado los costos humanos, se proyecta que la carga económica de la atención médica relacionada con el cáncer sea de $ 246 mil millones en los EE. UU. para 2030 [ 2 ], con el cáncer reemplazando a las enfermedades cardíacas como la principal causa de muerte en los países de altos ingresos [ 3 ]. Sin embargo, ya en 2013, el Instituto de Medicina había advertido sobre un “sistema de atención del cáncer esta en crisis” [ 4].
La respuesta de EE. UU. a la crisis de COVID-19 ha revelado dramáticamente la incapacidad del sistema de entrega para satisfacer las necesidades de salud de la población. En particular, COVID-19 desafió al cáncer y las enfermedades cardíacas como una de las principales causas de muerte en 2020 [ 5 ].
Tanto la atención del cáncer como el control de la pandemia requieren un sistema de atención de la salud integrado y bien administrado que pueda ayudar a los pacientes y sus familias a lo largo de todo el proceso, desde la prevención hasta el final de la vida.
Detrás de la evaluación despectiva del IOM sobre el sistema de atención del cáncer del país y el sistema de salud en general [ 6 , 7 ], particularmente evidente cuando se enfrenta a los desafíos de la COVID-19, se encuentran los esfuerzos dentro de la comunidad de atención del cáncer para diseñar un sistema integrado y basado en evidencias. enfoque basado en la mejora de la atención de la salud. Estos esfuerzos de investigación y programas clínicos, que involucran tanto al sector público como al privado, operan en la interfaz entre la ciencia en evolución, su aplicación clínica y un sistema de atención médica cambiante, que representa un microcosmos del sistema de atención médica más grande [ 8], con implicaciones tanto para la gestión como para la comunidad clínica. Como recordó el Dr. Harvey Fineberg, en sus últimos días como presidente del IOM, a las comunidades clínicas, de investigación y gerenciales: “Si podemos resolver los problemas de la atención del cáncer, entonces tenemos la clave para resolver la atención de la salud de manera más amplia”.
La Academia Nacional de Ciencias ha declarado que el estado de la atención del cáncer es una crisis.
El costo de la atención del cáncer está aumentando a un ritmo exponencial.
COVID-19 se ha sumado a los desafíos para mejorar los resultados del cáncer en todo el proceso
El objetivo triple de Berwick ofrece un marco para progresar. Mejor salud para la población, con una mejor experiencia a menor costo por cápita.
Abordar estos desafíos requiere el compromiso de gestión de los sectores público y privado.
Se ofrecen ejemplos de iniciativas del sector público y privado dentro del Triple Objetivo.
Se recomiendan estrategias para que la gerencia las emplee para mejorar el resultado.
La perspectiva para el paciente es mala, abrumadora y aterradora. Casi todos los que ingresan al sistema de prestación de atención experimentarán períodos de frustración y desesperación, y muchos enfrentarán dificultades financieras significativas. A menudo, el “sistema” es poco más que una ilusión, ya que inhibe la transferencia y aplicación efectivas de los avances científicos para mejorar la atención centrada en el paciente a lo largo de todo el proceso, desde la prevención hasta el final de la vida. Debido a que es tan frecuente y costoso, la atención del cáncer en la era de la COVID-19 dramatiza la falta de articulación de los sistemas de pago y prestación de atención médica .
Centrarse en el paciente es fundamental para mejorar la experiencia de la atención del cáncer. Implica un manejo clínico de múltiples especialidades; concordancia con medidas basadas en evidencia; servicios de apoyo, como atención psicosocial , cuidados paliativos y manejo de síntomas; acceso a terapias dirigidas y ensayos clínicos; atención culturalmente adaptada; y acceso oportuno. El sector público ha sido un catalizador de los esfuerzos para mejorar la atención centrada en el paciente para los pacientes con cáncer.
Si bien los desafíos son significativos, hay señales de que, al menos dentro del microcosmos de la atención del cáncer, los gerentes y los líderes clínicos dialogan y colaboran para cumplir con esta responsabilidad:
El sector público y el NIH/NCI han jugado un papel importante en muchos avances de la práctica clínica que ahora se dan por sentados. En una asociación público-privada con hospitales comunitarios, el NCI proporcionó la infraestructura y sirvió como catalizador para los avances a lo largo de la continuidad de la atención en el entorno comunitario [ 43 ]. Más que nunca, estos esfuerzos son necesarios para enfrentar los desafíos de una ciencia que avanza, una aplicación clínica, patrones de enfermedades cambiantes y un sistema de atención médica complejo y en evolución.
La amplia colaboración es la piedra angular para mejorar la atención del cáncer dentro de un entorno comunitario. En 2019, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE. UU. (NASEM, por sus siglas en inglés) emitieron un informe que pedía la coordinación de los esfuerzos de control del cáncer en varias agencias federales para que los temas relevantes, como la calidad, los avances científicos, la seguridad y el costo y el pago, pudieran abordarse de manera integrada en todos los sectores involucrados en la prestación de atención [ 51 ]. Estos esfuerzos pueden representar el prototipo para mejorar la colaboración en el manejo de enfermedades agudas y crónicas, así como para eventos imprevistos como una pandemia.
Programas como el NCORP tienen como objetivo realizar investigaciones sobre el sistema de atención del cáncer a través de una red nacional de oncólogos comunitarios y organizaciones y sistemas de atención médica. Esta red ofrece la capacidad de colaborar con la comunidad clínica para desarrollar intervenciones basadas en evidencia a lo largo de todo el continuo de la atención. Dichas intervenciones incluyen la evaluación para mejorar los procesos de atención, evaluar modelos alternativos de reembolso y estudiar nuevos modelos de prestación de atención a medida que se aceleran los cambios en la ciencia y el sistema de salud. Es importante encontrar formas de acelerar el tiempo para el estudio de estos temas urgentes si queremos aprovechar el valor de estos programas.
Los hospitales están fortaleciendo sus líneas de servicios oncológicos con una mejor alineación con los médicos especialistas en cáncer y apoyo organizacional para garantizar una atención centrada en el paciente. El COVID-19 ha acelerado los esfuerzos para desarrollar programas en el hogar para controlar los síntomas a través de asociaciones de atención domiciliaria y el uso ampliado de la tecnología de monitoreo digital. Algunos proveedores han introducido la infusión de quimioterapia en el hogar, a pesar del impacto financiero bajo algunos modelos de pago actuales, y muchos han lanzado esfuerzos agresivos para abordar los retrasos en las pruebas de detección del cáncer debido al COVID-19. Otros están abordando el rediseño de procesos de trabajo a través de estrategias como LEAN Six Sigma [ 52]. En el futuro, los programas de cáncer se enfrentarán a una competencia cada vez mayor del sector comercial, incluidas las empresas de tecnología, las presiones de los costos y el consumismo, lo que requerirá flexibilidad en la gestión, innovación y una rápida toma de decisiones.
Los elementos básicos para los enfoques multinivel y los objetivos del objetivo triple están establecidos, y se están forjando nuevos caminos dentro de los sectores público y privado para mejorar la atención del cáncer en la comunidad, con implicaciones para el sistema de salud en general. El éxito depende del desarrollo de una visión compartida, un entorno de aprendizaje de apoyo y la creación de confianza entre la dirección y el liderazgo clínico. Como sugiere John Schaar, politólogo y futurista:
El futuro no es un lugar al que vamos, sino uno que estamos creando. Los caminos no se encuentran sino que se hacen . Y la actividad de hacerlos cambia tanto al protagonista como al destino [ 53 ]
La guerra entre Rusia y Ucrania, en sus inicios nos impone otras urgencias, por la alteración de los precios relativos de los commodities y la energía, y una inflación que suma los riesgos de los desequilibrios de la macro. Pero, No tenemos que olvidar que estamos saliendo de una pandemia y hay muchas demandas no respondidas en el sistema de salud, entre ellas la atención del cáncer.