La democracia Argentina, en la última elección, ofreció tres candidatos para ser elegidos, pero las elecciones desdobladas entre las provincias y la nación, motivó que la representación quedara en tres tercios, sus representantes elegidos en ese contexto, dio la conformación legislativa que debilita a un gobierno que debe negociar y no quiere, no sabe, no puede, para lograr acuerdos duraderos, ya que pretende imponer desde un convencimiento que no tiene fundamento más que los posicionamientos dogmáticos que se deben revisar.
Los candidatos como siempre propusieron las clásicas mentiras de campaña para ser elegidos, en la imperfecta pero no superada democracia, esta precaria situación institucional nos llevó a ejercer una falsa opción por algo inviable que proponía como plan de gobierno abolir el déficit fiscal, la dolarización, la desaparición del banco central, un ajuste de la casta (que en realidad es a la clase media y los jubilados) abolir la emisión de moneda, solucionar el problema de los pasivos remunerados del Banco Central. La situación financiera es precaria. Los principales entes públicos entre ellos la justicia, la UBA y el ANSES, con los recursos que tienen llegan a Julio. Si no prosperan las leyes fiscales todo se derrumbará.
Optar entre falsas opciones para solucionar los problemas, evitar los atajos del facilismo, que lleva el populismo en su visión binaria, a un nuevo ciclo no respaldado, por lo tanto efímero. Salir del daño del déficit fiscal gastando siempre más de lo que se podía, emisión monetaria sin respaldo, endeudamiento y default, inflación para licuar pasivos, empobrecimiento incrementándose día tras día, falta de desarrollo en logística (puertos, rutas, vías navegables), no contar con regímenes tributarios de impuestos progresivos, incremento de la economía informal, solo con crecimiento del empleo público. Abandonar esa propuesta que invocando al pueblo, solo lo ha empobrecido y como consecuencia de ello, lo llevó al sometimiento de la dádiva, de los planes, y de no tener cultura por el trabajo, el esfuerzo, llevando a un deterioro fenomenal del salario. que fue en los comportamientos comparativos lo peor en los últimos seis años.
Por ello, nos quedamos con el significante vacío, ( como lograr una sociedad más justa y rica, con menos pobreza, mas seguridad, menos inflación, mas trabajo formal, mayor cantidad de jóvenes que completan el secundario, menos necesidad de planes sociales)emergiendo un presidente disruptivo, por fuera del sistema, teórico, sin experiencia, sin «calle política», en un microespacio de poder, sin saber bien en quién deposita la confianza, pero si, repudiando a los que fracasaron por interés sectario o por inoperancia durante veinte años, mediante el caos de improvisación con corrupción, de incapacidad, procastinación y relato, que solo consiguieron repartirse áreas recaudatorias ( en la trilogía kirchnerista política, dinero, corrupción), que son los agitadores en el poder que no construyen más que enemigos ficticios, movilizando el miedo a la derecha. Por todo esto no paramos de caer en la movilización social descendente en la cual estamos desde 1997. Mancillaron Las banderas de la noción de «pueblo», de derechos humanos, de representaciones fueron bastardeadas y pisoteadas. La visión binaria de la realidad impulsa una visión sobre lo público como parte de un estado, que es una estafa para los contribuyentes, sin comprender o informarse sobre una Universidad como la de Buenos Aires que tiene cinco premios nobeles, Bernardo Houssay, Luis Federico Leloir, Cesar Milstein, Carlos Saavedra Lamas y Adolfo Pérez Esquivel, un país como los nuestros no saldrá de su posición de postergación sin educación. La educación pública promueve la movilidad social ascendente.
Tendríamos si en una graduación que hacen y que invierten las otras universidades públicas, que no producen conocimiento, investigación, o la universidad de San Martin que tiene en su predio una carpa de circo como campo práctico de la licenciatura en arte escénico. Por dios. Que país generoso la Argentina. Como decía mi abuela Antonia, este país pagan Justos por pecadores. La UBA tiene una maestría que se dicta en Inglés. En la Facultad de Bioquímica. pero paga por las universidades militantes.
Estamos entendiendo que orden no es represión, que debe premiarse el esfuerzo del mérito, que hay que revisar que pasó durante la dictadura militar, para poder cerrar las heridas. Entender la importancia de los conceptos en el mundo actual de la productividad, la eficiencia, la competitividad, el mérito, el esfuerzo, el respeto a la propiedad privada, a la inversión, a la seguridad jurídica, no a la orientación al pobrismo en la cual nos quedamos.
El anatema de la causa binaria:
La causa binaria es un problema de varios gobiernos en el mundo, es una construcción intencionada, maniqueísta.
Por un lado tenemos al pluralismo arraigado en la protección de las minorías sustentados por la democracia liberal, son despreciados por los populistas de la derecha radical que está en el gobierno, percibidos como amenazas, mientras que la voluntad de igualdad política y desigualdad socioeconómica es vista por los otros, progresistas de izquierda, adoradores del kirchnerismo, como una frustración hacia el logro de una sociedad igualitaria y sin clases. el verdadero cambio, o progresismo estará en quienes tengan convencimiento para hacer el cambio, sostenerlo y destinarlo a la equidad, no al beneficio concentrado de unos pocos, estos desvíos es natural que ocurran, pero hay que apoyar iniciativas para que se produzca una distribución mayor, cuya herramienta es el empleo formal, sin que esto no sea un riesgo claro de quebranto.
La pérdida de status de la clase media, profundizar el miedo apasionado, que es la grieta, movilizados por el interés del poder, actualmente con Milei nos encontramos movilizados por una posición moral superior que es el mercado que solucionaría todo y no tiene fallos, no existen los fallos de mercado, sino son las intervenciones de «los estafadores del estado en el mercado», oposición y gobernantes tienen visiones primarias y binarias de una realidad que es mucho más compleja, con otros actores, con conflictos mayores, como formas de comunicación, de legitimidad, de resistencias, más que nada que no desaparezca del mapa y la mente de la gente, como una nostalgia, que no sirve ni para dar votos. el cambio de época genera otras analogías, estamos en un desvío, un momento de inflexión, una fuerza nueva, impulsada por el hastío, pobreza, atraso, la trampa de los países medios, del medio pelo, a un países empobrecidos, por no interpretar todo en el contexto, estudio y reflexión geopolítica. Somos realmente raros, ya que miramos hacia el futuro, del conocimiento, de los datos, del poder de la información, de las guerras frías y calientes, con estrategias que no se implementaron en ningún lugar, con una escuela económica, que es verdaderamente un ensayo con gente, con el peso son los sectores medios y bajos.
Un ajuste despiadado y una recesión feroz, secada la plaza de pesos, nadie tiene para gastar, la menor actividad comercial lleva a disminuir la recaudaciòn fiscal por el IVA, la disminución del intercambio supera a la inflación, por la cual se tuvo que subir otros impuestos. No es un plan económico, sino financiero. Sostenido por el ajuste financiero, de gastos y cuentas. Con recortes profundos en la principal ventaja competitiva de la argentina: La educación Universitaria.
Esto frente a la sociedad, en las provincias afecta a quienes tienen responsabilidades ejecutivas, que recurren como una forma de generalizada de justificación también a ese pensamiento binario, y que encuadre forzosamente en dos categorías, con el grave peligro de la falta de graduación, o juzgar a la gente porque piensa diferente o critica.
Este pensamiento blanco – negro, liberal o colectivista, liberal o comunista, liberal o casta, donde se recibieron de determinantes del bien y del mal.
Constantemente se intenta saber quién esta con uno y quién en contra de uno. Se cae en la trampa que para ser auténticamente liberal necesariamente se deben compartir todas las opiniones.
Esta visión binaria lleva a considerar la ciencia y la política como mundos diferentes, como dos comunidades, mientras que su relación requiere más contacto, cooperación y co-creación, la formulación de las políticas no es, como se supone, un ciclo regular y lineal. El conocimiento y la evidencia entran en el proceso en muchas etapas y de manera diversa, con intereses e información deliberada, La formulación de políticas es un proceso complejo que incluye una dimensión tanto analítica como normativa. Esto conduce a un doble problema. Por un lado, los científicos y los responsables de las políticas definirán los problemas de manera diferente: uno como algo que debe resolverse técnicamente, el otro como un proceso mucho más social de negociación de soluciones que cuenten con un apoyo mayoritario. Por lo tanto, su pensamiento y Las estrategias de resolución de problemas serán diferentes, dado que los responsables de las políticas necesitan encontrar el mejor conocimiento y asegurarse de que conduzca a un consenso o al menos a una mayoría sobre los valores, es decir, que sea técnica y políticamente viable.
Los humanos estamos predispuestos neurológica como culturalmente hacia pensamientos complejos, usamos el sistema decimal, veintiséis letras, utilizar algunas categorías adicional al bien versus mal. la falta de respuestas, las divisiones socioeconómicas,
El populismo: Estamos con un populista.
El artículo de Richard Hofstadter, Todo el mundo habla de populismo, pero nadie puede definirlo , presentado en una conferencia de 1967 en la Escuela de Economía de Londres, todavía refleja la realidad de la confusión asociada con el uso del término populismo para explicar los fenómenos políticos.
En su exhaustiva revisión de la literatura sobre el populismo, Gidron y Bonikowski ( 2013 : pp. 7-13) identifican tres interpretaciones interrelacionadas del populismo: el populismo como una ideología débil con una visión binaria de la sociedad que promete la restauración de la voluntad general en la sociedad; el populismo como discurso retórico que construye la política como una lucha entre el pueblo y el establishment corrupto; y el populismo como estrategia política empleada principalmente por un outsider o un líder político poco ortodoxo que lucha por ganar poder a través de llamamientos antisistema y vínculos plebiscitarios.
Al enfrentar al “pueblo” contra la “élite”, el populismo puede convertirse en una fuerza política potente una vez que se mezcla con otras orientaciones ideológicas como el nacionalismo, el liberalismo y el socialismo.
Desde LA extensa revisión, numerosos académicos han adoptado una definición amplia de populismo que ha hecho difícil comprender lo que realmente es. Como ha señalado Cristóbal Rovira Kaltwasser ( 2018 ), “la mejor manera de abordar la naturaleza controvertida del término populismo es trabajar con una definición mínima” (64). Entre las definiciones en competencia, las mejores definiciones mínimas las presentan Cas Mudde y Kurt Wayland. Mudde ( 2004 ) proporciona una definición integral que conceptualiza el populismo como “una ideología poco centrada” que prevé que la sociedad se dividirá en última instancia en dos “grupos homogéneos y antagónicos, el pueblo puro y la élite corrupta”, donde la política debería reflejar la voluntad general. del pueblo (543). Wayland ( 2001 )), por otro lado, ofrece una definición mínima que se refiere al populismo como una estrategia política utilizada por los líderes políticos para movilizar a segmentos descontentos y no organizados de la sociedad.
El populismo se define, por lo tanto, como un discurso divisivo destinado a restaurar la voluntad general de la sociedad enfrentando al pueblo como oprimido contra la élite corrupta (retórica adoptada tanto por los partidos populistas de derecha como de izquierda) y los grupos raciales minoritarios ( utilizado únicamente por partidos populistas de derecha).
Como reacción política contra el establishment, el populismo tiende a resurgir durante una época específica en la que las pésimas condiciones socioeconómicas cuestionan la legitimidad del orden político existente
El dinamismo económico de posguerra impulsado por los keynesianos también estuvo acompañado por la liberalización gradual de la política de inmigración en un número significativo de democracias liberales como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y otros países europeos.
Con el regreso de la prosperidad a Europa en la década de 1960, que provocó la disminución de los niveles de migración desde Europa, países como Estados Unidos, Canadá y Australia abrieron sus puertas a migrantes de países no europeos (Akbari y McDonald, 2018 ). .
Incluso Alemania Occidental, que tenía una política de inmigración restrictiva, la relajó en ese momento, lo que provocó la llegada de millones de inmigrantes como trabajadores invitados, muchos de los cuales obtuvieron la residencia permanente (Hess y Green, 2016 ). Por lo tanto, la prosperidad económica de la posguerra contribuyó a amortiguar y mitigar cualquier reacción interna grave al cambio gradual en la composición étnica de estos países (Green, 1976 ).
Esto no ocurre SOLO en Argentina. Milei, no es un fenómeno Argentino, involucra a varios países. Es por ello que los partidos populistas de derecha europeos capitalizan en gran medida las divisiones sociales, étnicas y culturales que han impulsado a estos partidos a adoptar una orientación política nativista y nacionalista. Al adoptar una plataforma política antiinmigración, los partidos políticos nacionalistas y de derecha, como el Partido de la Libertad de Austria, Alternativa para Alemania, los Demócratas Suecos, el Partido Popular Suizo, el Partido Fidesz en Hungría, la Liga en Italia, el Partido Independiente en el Reino Unido, Vox en España y el Partido Popular en Canadá han ganado un impulso político significativo que se refleja en su reciente estatura electoral dentro de sus respectivos países, así como en el Parlamento Europeo (Riegert, 2019 ; Lisi et al., 2019 ).
Por otro lado, populistas de izquierda como Bernie Sanders y Elizabeth Warren en Estados Unidos, Syriza en Grecia y Podemos en España destacan principalmente las privaciones económicas y la creciente desigualdad de ingresos como base para movilizar a las personas económicamente desfavorecidas y marginadas.
Como se observa estamos frente a un fenómeno de las democracias del mundo, hacia los populismos de izquierda y de derecha, que están intensificando esta visión binaria del mundo.
Los habitantes quieren seguridad, que disminuya la inflación, mejorar el salario, tener trabajo, que el país tenga seguridad jurídica y que abandone esta visión binaria, maniqueísta inadecuada de una falsa realidad de los buenos y de los que no lo son. No quiero que cambiemos de un lado del pensamiento binario al otro, simplemente, que el cambio sea genuino y definitivo, no para que una burguesía empresaria se beneficie, cristalizando un modelo de desigualdad, porque la construcción de la igualdad de oportunidades empieza en el vientre materno, en la constitución y el sostenimiento de una familia. Sin el país de los subsidios es algo que no ambicionamos, ni queremos, se debe sostener hasta que los planes por trabajo se pueda lograr, es un camino largo, no tanto como el de implementarlo y sostenerlo, sino de unos cinco años por lo menos, pero hay que empezar a transitarlo, con los jóvenes, con los formados, con los que empleen, los que arriesguen y cuiden a su gente.