Retos de la Medicina Defensiva en la Atención Sanitaria

Es difícil encontrar una visión completa y sistémica del problema debido a que es un problema multifacético cuya problemática involucra consideraciones médicas, económicas, legales, creencias y valores de una sociedad. Que provoca desvíos en conductas médicas, como el ejemplo tristemente paradigmático del incremento de la intervención cesárea, cuya mayor indicación resulta la “amenaza de parto normal”

La gestión de salud esta imbuida en una serie de riesgos relacionados con las características de los pacientes, en el momento de la intervención, el contexto en el cual se trabaja y la cantidad de horas que cubren los profesionales, el multiempleo de todos los colaboradores que suministran cuidados y controles, las dificultades que tienen los gestores para introducir prácticas orientadas a la calidad y la seguridad de los pacientes, y la de los financiadores en reconocer prestaciones de mayor calidad, a establecer modelos de continuidad de atención. La carencia en la formación profesionales de habilidades blandas especialmente las comunicacionales y el trabajo en equipo. Dar más en salud, casi nunca es mejor, salva que lo que sea incrementar tiempo y horizontalidad, participación y dignidad en la relación paciente equipo de salud.

La medicina defensiva surge como desvío de la práctica médica correcta en respuesta al aumento de los reclamos judiciales convirtiéndose en una problemática global y un elemento de asistencia sanitaria de bajo valor. Son un conjunto de amplias tareas, acciones o procedimientos que se hacen con el fin de documentar que se intentó hacer todo por el paciente o evitar o minimizar la responsabilidad profesional, y que afecta negativamente al sistema por la calidad de atención y aumentar los costos. Es una práctica impulsada para protegerse de la litigiosidad. Esto lleva a realizar anotaciones más minuciosas, indicar pruebas de complejidad con mayor frecuencia, prescribir más pruebas diagnósticas que las necesarias, derivar al paciente a múltiples especialidades, no persuadir a los pacientes que en ocasiones lo que solicita son pruebas innecesarias. Esto porque algunos pacientes suelen confiar más en lo que las prácticas de diagnóstico proponen. Esto desencadena un aumento del costo en la atención, hace más inseguros a los profesionales, afecta el acceso, incrementa artificialmente el estándar de atención. El empleo de procedimientos innecesarios favorecido por la falta de consenso, en torno a los aspectos del tratamiento y del diagnóstico. Es fundamental discernir entre la verdadera medicina defensiva y los que aprovechando esta posibilidad se prescribe con el fin de obtener un beneficio económico por las características del contrato, actuando diversos intereses.

Inicialmente la defensa al ejercicio estaría en impulsar el uso de las guías de prácticas clínica, en organizar mejor la gestión de pacientes, la capacitación continua profesional, el entrenamiento constante, la incorporación de todas las actividades de mutuo control y el acceso a prácticas diagnósticas que generan valor, en prescribir adecuadamente, en tomarse el tiempo necesario para evaluar correctamente una consulta, tomar decisiones conjuntas con otros profesionales, integrándose en equipos y con los pacientes estando informados. Saber que las decisiones que se toman están respaldadas por el conocimiento generado por la ciencia que está disponible para los médicos, mejorar aspectos de la comunicación con los pacientes, con los registros clínicos, con los modelos de atención.  Explicar cuando se incurre en entornos de alto riesgo, y que esto implica conocer y dar el consentimiento, sabiendo que se está trabajando en la mejora continua centrada en la persona que cuida y la que es cuidada. Salvar las brechas existentes entre expectativas y límites de la medicina lo cual como dice Richard Smith (1999) en su editorial, aceptar que la muerte es inevitable, que algunas enfermedades son incurables, que el hospital es un lugar de riesgo, que los fármacos tienen efectos secundarios, que hay terapias que son ineficaces, o que tienen un beneficio marginal, que las pruebas arrojan falsos positivos.

“la práctica defensiva de la medicina invierte el fin propio de la actividad profesional y no mira el interés del paciente; enaltece la tecnología sofisticada y sacraliza la imagen computarizada con menosprecio de la experiencia clínica del profesional y la confianza”. (Maglio F 2011).

En contraposición a toda esta corriente están las medidas internacionales dirigidas a la no medicalización y otras acciones con consenso por movimientos como el Choosing Wisely, Too Much Medicine, Less is more, Slow medicine y Smart Medicine.

Una mejor utilización de los recursos favorece también a una optimización global del rendimiento de las organizaciones en términos de efectividad, eficiencia y satisfacción del paciente.

El uso adecuado de procedimientos, listas de verificación y una correcta estandarización de las actividades, desarrollo y difusión de conocimientos repetibles, reduciendo errores y elementos de riesgo evitables.

La organización de la dotación de personal y los incentivos para atender en forma más segura a los pacientes.

Coordinar mejor las distintas competencias profesionales sanitarias y no sanitarias para una gestión clínica basada en el valor.

Seguimiento y control de los problemas en los procesos son prácticas fundamentales para la mejora continua de las actividades.

Establecer una adecuada gestión de pacientes para que se oriente el flujo de valor hacia el acceso, la calidad y la seguridad.

Planificación, presupuestación y fijación de objetivos de calidad concretos en la prestación.

Responsabilizar también a los proveedores de información, de resultados de diagnóstico para que se acerquen a la medicina clínica, y no hagan su tarea como una producción industrial.

Fortalecer las habilidades comunicativas y las capacidades de trabajar en equipo de los médicos.

Informar adecuadamente a los pacientes y darles tiempo, y empowerment para que puedan coparticipar y decidir, sobre lo que son expertos, su cuerpo y su vida.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

Deja un comentario