Editorial Cómo los Hospitales se Vuelven Inteligentes

La transformación digital de las organizaciones.

Dr Carlos Alberto Díaz.

Documento respaldatorio de una conferencia en SADAM.

El documento aborda la evolución de los hospitales hacia modelos inteligentes, impulsados por la digitalización, el Big Data y la inteligencia artificial, avanzando desde la cuarta hasta la sexta generación en algunos países. Se destacan los procesos de automatización e informatización en la gestión hospitalaria, la integración de tecnologías como internet de las cosas, telemedicina y dispositivos portátiles, y la importancia del análisis de datos para optimizar recursos, personalizar tratamientos, mejorar la experiencia y reducir costos.

El texto subraya que convertir un hospital en inteligente requiere capacitación, desarrollo de competencias, sistemas de información sólidos, seguridad de datos, inversión en capital humano y calidad en la historia clínica electrónica. La pandemia aceleró estos procesos, en un contexto de crisis de sustentabilidad, presión económica y fragmentación del sistema de salud.

Se señala la necesidad de un enfoque en medicina personalizada, cocreación y humanización, junto con una transformación organizacional y liderazgo que permitan adaptarse a los nuevos paradigmas. Además, se enfatiza la importancia de empoderar a pacientes, mejorar el acceso y la comunicación, promover servicios preventivos y garantizar la trazabilidad del recorrido del paciente.

Por último, el documento advierte sobre la disrupción tecnológica como fuerza transformadora, generando cambios rápidos y presiones competitivas en el ecosistema de salud, donde la optimización de recursos, la mejora continua y la adaptación a la incertidumbre serán claves para el futuro de los hospitales inteligentes.

Desarrollo:

Estamos en presencia de los hospitales de 4 generación, cuando ya están en la sexta algunos establecimientos en China, Suecia y en el National Health Service, los procesos de automatización y de informatización, con Big Data e inteligencia artificial están introduciéndose en la gestión de los procesos y los mesosistemas y microsistemas hospitalarios, en los sistemas de salud, y en su management y control. Evaluación de la pertinencia, la apropiabilidad, el desempeño y la efectividad clínica.

Los hospitales se convierten en inteligentes cuando interactúan los pacientes, los profesionales, los proveedores de información y logística, con los procesos matriciales de atención, de forma eficiente, segura y con calidad, desde lo tecnológico, el servicio y la medicina basada en el valor, con algunas características que lo definen, como el funcionamiento del internet de las cosas, la inteligencia artificial, la telemedicina, los dispositivos wearables y los móviles de los agentes y pacientes. El análisis de los datos, los recursos optimizados, quirófanos, imágenes, farmacia, incrementar la performance de los integrantes de los equipos. El análisis de los datos de los pacientes, y los procesos de automatización, mejorar rodos los días los procesos de tratamiento, la personalización, la seguridad, los datos que impulsen y centren acciones, la reducción de los costos, las nuevas capacidades, la mejora de la experiencia y los resultados medidos por los pacientes.

Los dominios para convertir un hospital en inteligente es la capacitación, el desarrollo de las competencias, la integración con un sistema de información sólida, la seguridad y confiabilidad de los datos, la inversión en capital humano, la adaptación a los flujos de trabajo. La calidad de la historia clínica electrónica.

La aceleración del proceso se produjo con la pandemia, como una tormenta perfecta, nos coloca luego de haber cruzado este tiempo un horizonte demográfico particularmente complicado, en cuanto a los nacimientos y el envejecimiento. Las nuevas tecnologías de diagnóstico, tratamiento, los nuevos medicamentos para enfermedades graves, son más costosas y condicionantes, más valiosas en $ que efectivas, más ineficiente, porque se gasta mucho más sin ganar años a la vida, sin calidad de vida, con malos resultados de la costo efectividad incremental. Con una crisis de sustentabilidad grave, Yendo a la consolidación de la creencia social que para tener salud hay que pagarla. Como la educación. El financiamiento por los aportes y contribuciones, con un salario devaluado e inflación en dólares es imposible. La necesidad del desarrollo de una medicina personalizada, centrada en la cocreación, coparticipación, humanización, enfrentada a la fragmentación del sistema. Con la transformación digital que obliga a la inversión. El desarrollo de la telemedicina y la crisis de recursos humanos médicos, y enfermeros. Con el agotamiento moral y la carencia de vocaciones

Se requieren algunas cosas, que el entrenamiento en habilidades confiables, competencias, y adoptar formas de desempeñar las tareas, organización, dedicación y carrera. Desarrollar un proyecto de gestión de esta digitalización, mejorar la capacidad de los recursos humanos, entender la importancia de que hay que implementar los cambios, para estar a tono de esta revolución. La capacidad sistémica, el liderazgo para modificar los canones y los paradigmas de complejidad imperante, que hace a la cultura organizacional.

Esto genera tendencias como es cambiar el papel del paciente, para llevar a mejorar su autocontrol y lo más difícil que sus hábitos de vida, y la adherencia a los tratamientos, por ello es imperioso que además de vender, los socios deben desarrollar esas modificaciones. En un sistema integrado, no segmentado. Que se mejore el acceso a los servicios. Que se busque a los pacientes que no concurren. Que se asignen recursos basados en datos, en optimizar los procesos y se estime y planifique una necesidad de una producción determinada. Optimizar la utilización de procesos clínicos basados en la evidencia y en el desempeño. Que mejoren los diagnósticos y el tratamiento de los pacientes.

Que se utilicen todos los recursos que se tienen para llegar a los pacientes, que se promocione la salud, que se ofrezcan servicios preventivos, que se mejore la comunicación con los pacientes y se consolide una relación transparente, de construcción de vínculos entre un agente, financiador y el equipo de salud. Que se conozca la trazabilidad del viaje del paciente dentro del sistema de salud. Que se tecnologice más la atención orientada a la precisión y la asistencia profesional, para abastecer al sistema técnico de toma de decisiones. Que se impulsen traramientos personalizados y se busque mejorar los resultados. Se impulse la aparición de nuevos ecosistemas de salud, con diferentes composiciones, en relación a las posibilidad y a generar una atención continua, longitudinal y con buenas transiciones. Que se logre identificar los factores de riesgo evitando la medicalización de vida de los pacientes.

La tecnología es una fuerza transformadora en esta revolución, Panos Constantinides dice que es una disrupción que causa una perturbación al status quo que puede crear una incertidumbre significativa en como responde el ecosistema incluye a los usuarios y como siempre ocurre ajuste sus respuestas, ordenadamente, tratando de eliminar los desperdicios, Estos cambios tienen diferentes presiones, de los que financian, de los que prestan, de los que tienen responsabilidad frene a sus pacientes, y presiones competitivas graduales de varios actores de este sistema que esta yendo en una deriva de cambio a gran velocidad.

Cualquier hospital moderno es Smart, no, requiere colocar ingenio en los procesos, con la utilización de los datos para tomar decisiones basados en las evidencias de lo que está ocurriendo con los pacientes, las personas y los dispositivos, el conocimiento, la información, será el insumo principal para proceder al análisis de los datos y evaluar las soluciones. Establecer los tableros de control gerenciales con la producción diaria, los indicadores objetivo e impulsores y el funcionamiento del edificio. El conocimiento, las métricas, que deberán bidireccionalmente ir a los centros de procesos, responsabilidad o servicios, para que orienten sus esfuerzos y la producción en relación con lo que requiere el hospital inteligente. Hacer la atención más accesible, eficiente, segura y de mayor calidad.

El sistema tiene que cambiar, puesto que las prácticas actuales son ineficaces, inseguras, insostenibles y potencialmente representan riesgos para los resultados de salud, así como la viabilidad financiera de las organizaciones, que es lo que estamos viviendo en la actualidad, obligados a diferenciarnos en costos, más que en gama de productos, por las perdidas, con la que se brindan los servicios, no habiendo lugar para la sobre utilización, la judicialización, el amparismo, las conductas gasto expansivas y los abusos morales. Los nuevos actores del ecosistema pueden aprovechar estas nuevas tecnologías para interrumpir el dominio de los actores establecidos y, al mismo tiempo, transformar las prácticas existentes.

Los sistemas no tienden naturalmente a la equidad, las tecnologías disruptivas en general tienden a ser adoptadas por los más rentables y los silos económicos de cobertura, por lo tanto todo lo que se financie, será brutalmente abusado, por el complejo industrial médico, no por los que más necesiten, sino por lo que puedan pagar, esto no quiere decir que los que tienen bolsillo solo accederán, sino a través de las regultaciones, las coberturas, como ocurre con los grandes financiadores del sistema que son formadores de precio, como lo es OSDE, SWISS MEDICAL, PAMI Y LAS OBRAS SOCIALES PROVINCIALES.

La disrupción, las transformaciones, las nuevas lógicas afectan más a las organizaciones que defienden erróneamente su posición de privilegio, desconociendo que los que no cambian no estarán en un futuro próximo, no se pagará el lujo sino la calidad de prestaciones, que es lo que hay que impulsar en los sistemas de control y acreditación, las viejas formas no resistirán la velocidad del cambio, la precisión de la tecnología, un desarrollo de big data desestructurada, que rápidamente tendremos que incorporar y analizar.  Las organizaciones además de sus dificultases económicas, de crisis de recursos humanos se enfrentan a la fuerte presión para responder.

Las nuevas tecnologías se comportan como fuerzas transformadoras si son correctamente implementadas y sostenidas por un crecimiento organizacional armónico, las tecnologías heredadas, antiguas, y las practicas rutinarias ya no sirven, aunque hagan a la identidad de las organizaciones, y a los profesionales dentro de las mismas, sino que exige una adaptación y una resiliencia.

La transformación digital de las organizaciones para insertarse dentro del ecosistema digital en el cual estamos, exige, luego de estas implementaciones aisladas una implementación inteligente del cambio sustentable, orientado hacia la efectividad y la eficiencia, la disrupción puede ser radical y aguda, pero tambien gradual y crónicamente infundida, de final abierto desde un punto de partida que exige a que todos se adapten sino estaremos ante un final de época.

Este ecosistema digital requiere una plataforma orquestadora, en la cual tienen que participar necesariamente como stakeholders pacientes y financiadores, auditores y prestadores, Por una parte los que producen los servicios, y por otra los que los utilizan, los que proponen los productos, como la industria farmacéutica y los productores de la innovación y los startups, los proveedores de servicios y los pacientes. En un triangulo donde también hay interacción directa, entre los que complementan, los que usan el servicio y los que lo producen, intermediados por la plataforma digital del ecosistema orquestador, donde se enlazará mediante los anillos digitales que unan la información de laboratorio, radiologías, insumos, medicamentos, prácticas, atenciones y ubicación de los pacientes.

Los sistemas digitales modernos tienen modularidad y son intercambiables, eso es lo que hay que tener, y cada prestador que agreguemos tiene que interoperar con el sistema, y tenemos que diseñar esos canales de dialogo, para brindar mejores servicios de salud con menos errores de diagnóstico, tratamiento más precisos y customizados, para que se adapten a los pacientes.

Lo digital exige para las organizaciones una resiliencia, que es la preparación para estos cambios, absorber las prestaciones, adaptarse a los nuevos sistemas y transformarse

La creación de una cultura por lo digital debe mejorar la accesibilidad, las competencias digitales, la importancia que tendrá para todos lo digital, por la posibilidad de almacenar, depurar, analizar y aprender de los datos para generar un ciclo recursivo convolucional. Que se difunda a todos los niveles de la organización. Entender que la tecnología y la información comunican en la organización y la mantienen unida. Que será necesario aplicaciones y dispositivos y tecnologías que interactúen entre sí, que aunque sean dispares, de marcas distintas, no importan tiene que hablar y confluir a una plataforma única, pensando que estamos en un camino largo, que hay que recorrerlo a una velocidad adecuada, media, ni muy rápido, ni muy lento, y mantenerse, pensando en la importancia de la centralidad del paciente.

Esta estrategia debe estar orientado en el enfoque en los datos, su precisión, la seguridad, con bases sólidas para capturar, almacenar, proteger y analizar los datos. Preparándose en el talento para estar en la cuarta revolución industrial. Manteniendo la ciberseguridad de estos datos para que se preserven y se protejan para que los extorsionadores no quieran comercializar por los datos.

El hospital inteligente del futuro tiene el potencial para revolucionar la prestación de atención médica, centrándose en mejorar el desempeño, la experiencia del paciente, disminuir trabajos rutinarios y cambiar los resultados, ser abiertos, extender sus brazos a la comunidad,

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD. Director Médico del Sanatorio Sagrado Corazon Argentina. 2010-hasta la fecha. Titular de gestión estratégica en salud

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