
Abstract
Las rondas médicas son fundamentales para la atención centrada en el paciente y la enseñanza a pie de cama. En los hospitales actuales, la atención la brindan equipos multidisciplinarios y multiprofesionales. Para realizar una ronda médica eficaz y eficiente, es esencial la participación activa del paciente, y las aportaciones de todos los miembros del equipo deben compartirse e integrarse en el plan diagnóstico y terapéutico. La organización y la estructura de las rondas médicas, las funciones y responsabilidades de los participantes, la preparación previa y las normas de comunicación deben estar claramente definidas. Las rondas médicas exitosas requieren una comunicación centrada en el paciente, explícitamente estructurada y enfocada, así como un intercambio de información interprofesional equilibrado. Las rondas médicas interprofesionales a pie de cama, precedidas por una discusión sobre el estado y la evolución clínica del paciente fuera de la habitación, parecen ser la mejor manera de apoyar una atención integral, colaborativa y centrada en el paciente, a la vez que fomentan la coordinación dentro del equipo de salud interprofesional. Sin embargo, se necesita una estructura de ronda rigurosa y un liderazgo sólido para garantizar la participación activa de todos los miembros del equipo interprofesional y la eficiencia en el uso del tiempo.
1. Introducción
Las visitas médicas se realizan desde el siglo XVI. Originalmente, Giovanni Battista Da Monte las introdujo como enseñanza junto a la cama del paciente para estudiantes de medicina alrededor de 1543 en la Universidad de Padua, Italia, y Franz de la Boë (Franciscus Sylvius) las consolidó hacia 1658 en la Universidad de Leiden, Países Bajos [ 1 ]. Con el tiempo, las visitas médicas trascendieron la mera formación médica y se convirtieron en un pilar fundamental de la atención clínica y el manejo del paciente. Algunos autores sugieren que las visitas médicas son para los médicos lo que las sesiones de quirófano son para los cirujanos [ 2 , 3 ], mientras que otros las comparan con «un desfile de batas blancas que llegan sin previo aviso a la cama del paciente, hablan, escuchan (ocasionalmente) y murmuran en jerga médica para luego marcharse demasiado rápido» [ 4 ].En esta revisión, nos referimos a las «rondas de sala» como el recorrido secuencial de los equipos médicos de paciente hospitalizado a paciente hospitalizado, deteniéndose en cada uno para discutir, evaluar y tomar decisiones sobre los detalles y la gestión general de la atención [ 5 ]. Nos centraremos específicamente en las rondas de sala de medicina interna.
Las rondas médicas son fundamentales en la atención hospitalaria y constituyen el eje de la planificación y revisión multidisciplinaria e interprofesional de la atención [ 6 ]. Asimismo, son un componente importante de la formación médica. A menudo, las rondas médicas son el único momento del día en que médicos, enfermeros y pacientes se reúnen para intercambiar información sobre el diagnóstico y el tratamiento. Por consiguiente, la calidad de las rondas médicas es un factor determinante de la calidad general de la atención al paciente [ 7-9
] .
2. Los objetivos de las rondas de sala
Los principales objetivos de las rondas de sala son:
- 1.intercambiar información dentro del equipo interprofesional y con el paciente,
- 2.revisar la evolución clínica del paciente, la respuesta al tratamiento y los resultados de las pruebas diagnósticas , para verificar si confirman el diagnóstico presuntivo e identificar posibles complicaciones.
- 3.para tomar decisiones clínicas sobre objetivos de tratamiento, planes diagnósticos y terapéuticos, y atención médica.
- 4.Las rondas médicas (dirigidas por un médico senior) incluyen enseñanza a pie de cama para médicos residentes y estudiantes de medicina, así como formación para todo el personal que participa en la ronda.
Perversi formuló una lista detallada de los propósitos de las rondas de sala [ 3 ] ( Tabla 1 ).
Tabla 1. Propósitos de las rondas de sala (adaptado de [ 3 ] y [ 6 ]).
| Objetivos de las rondas de sala |
|---|
| Recopilar, compartir e integrar información. |
| Comprender el caso y revisar el progreso, comparándolo con la trayectoria prevista. |
| Formular, revisar, refinar o cambiar un diagnóstico. |
| Tomar decisiones colectivas. |
| Elabore un plan de tratamiento o manejo, que incluya un plan de alta y un plan para la transición de la atención. |
| Tome las medidas necesarias para llevar a cabo el plan, incluyendo la clarificación de las responsabilidades de los miembros del equipo para su implementación. |
| Asegúrese de que todos los miembros del equipo estén de acuerdo con el plan. |
| Comunicarse con el paciente, la familia y entre el personal. |
| Verificar la seguridad, incluyendo el manejo de los riesgos clínicos (por ejemplo, retirar catéteres vasculares o urinarios innecesarios, profilaxis de tromboembolismo venoso, gravedad de la enfermedad, interacciones medicamentosas, nivel de atención requerido). |
| Educación y formación, incluyendo el refuerzo de los estándares de atención médica. |
| Documentación de la evaluación clínica, el razonamiento y los planes. |
Por lo tanto, durante las rondas de sala se llevan a cabo tres tipos principales de actividades en paralelo: 1.
razonamiento clínico colaborativo de médicos, enfermeras y, según sea el caso, profesionales de la salud aliados, para una atención al paciente basada en la evidencia (por ejemplo, diagnóstico correcto, tratamiento correcto de acuerdo con los deseos y expectativas de los pacientes) [
3 ,
7 ]; 2.
comunicación (“interacción triádica” paciente – médico – personal de enfermería para recopilar e intercambiar información, y para evaluar y abordar las necesidades, preguntas y expectativas del paciente) [
8 ]; 3.
enseñanza [
7 ].Para una actividad compleja como realizar una ronda de sala se requieren múltiples competencias: las competencias básicas son la comunicación, la organización y el razonamiento clínico colaborativo [
Tabla 2. Competencias de la ronda de sala médica (adaptada de [ 7 ]).
| competencias en la ronda de sala médica |
|---|
| Proceso de diagnóstico y planificación de la terapia |
| Comunicación: paciente – médico – equipo |
| Empatía |
| Habilidades de liderazgo |
| Gestión de situaciones difíciles y errores |
| Competencia organizativa |
| Gestión: gestión por parte del paciente y autogestión |
| Profesionalismo |
| habilidades docentes |
3. Aspectos clave de las rondas de sala
3.1 . Participantes
Existen diversas variantes de rondas médicas, con diferentes participantes que desempeñan distintos roles. Por ejemplo, las rondas dirigidas por el médico adjunto son lideradas por un médico sénior. En las rondas posteriores al ingreso, el médico adjunto revisa a los pacientes recién ingresados. En las rondas interdisciplinarias/multidisciplinarias/interprofesionales, los miembros del equipo de salud de diferentes disciplinas se reúnen para elaborar planes de atención al paciente . Algunas rondas incluyen al paciente, otras se realizan sin él. En la mayoría de los modelos, las rondas médicas son realizadas únicamente por médicos, por médicos y enfermeros, o por médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud [ 10 , 11 ].
En los hospitales actuales, la atención la brindan equipos multidisciplinarios y multiprofesionales. Para ofrecer una atención óptima, las evaluaciones clínicas y las aportaciones de todos los miembros del equipo deben compartirse e integrarse en el plan diagnóstico y terapéutico [ 6 ]. Además, la participación del paciente durante las visitas médicas es fundamental. Permite comprender sus deseos y necesidades, evaluar directamente la atención (p. ej., la respuesta al tratamiento) y fomenta una relación médico-paciente eficaz y transparente [ 11 , 12 ]. Brindar explicaciones y responder preguntas durante las visitas, en presencia del paciente y de todo el equipo, ayuda a que todos estén alineados, genera confianza en el equipo de atención médica y puede reducir la ansiedad del paciente [ 6 ].Se ha demostrado que las rondas interprofesionales mejoran la colaboración entre médicos y enfermeros, aumentan el cumplimiento de las guías clínicas, mejoran la seguridad y la calidad, reducen los eventos adversos relacionados con medicamentos y posiblemente disminuyen la mortalidad [ 10 ]. En una reciente encuesta nacional en Suiza, el 91 % de los médicos y el 74 % de los enfermeros manifestaron preferir las rondas interprofesionales en planta [ 13 ]. La estructura y la composición del equipo de las rondas interprofesionales no están definidas y varían según el entorno hospitalario y la organización del sistema sanitario [ 10 ]. Sin embargo, si bien la presencia continua de todos los miembros del equipo durante la ronda no siempre es necesaria, la presencia y la participación tanto del médico como del enfermero que atienden directamente al paciente y que mejor lo conocen es fundamental [ 6 ].A pesar de sus ventajas, las rondas interprofesionales no siempre se implementan de forma sistemática en la práctica clínica debido a diversos desafíos, como las diferentes prioridades clínicas de los miembros del equipo, la presión del tiempo (por ejemplo, durante la escasez de personal), la percepción de que las rondas interprofesionales consumen demasiado tiempo o la compleja organización de las salas, donde varios equipos médicos atienden a diferentes pacientes. Un desafío importante para la realización de rondas interprofesionales es también la presión financiera sobre los hospitales, que en muchos casos conlleva una dotación de personal insuficiente. Cuando la proporción de médicos por paciente y de enfermeros por paciente es demasiado alta, el personal no dispone de tiempo suficiente para realizar la ronda según los estándares mínimos. Esto compromete la calidad de la atención y la seguridad del paciente .Para superar estos desafíos y llevar a cabo una ronda médica interprofesional eficaz y eficiente, es necesario definir la organización y estructura de la ronda, las funciones y responsabilidades de los participantes, la preparación previa y las normas de comunicación durante la misma. Los miembros del equipo interprofesional que realizan las rondas médicas deben recibir la formación adecuada. Además, dada la importancia fundamental de las rondas médicas para la calidad y seguridad de la atención al paciente, es necesario reconocer y garantizar su relevancia en la organización hospitalaria. Es sencillo determinar el número de pacientes que ingresan diariamente en una sala y, por lo tanto, calcular el tiempo que requieren los médicos y enfermeros para realizar rondas de calidad en dicha sala [ 2 ].
3.2 . Comunicación
Durante las visitas médicas en planta, se produce una compleja comunicación triádica entre paciente, médico y enfermero/profesional sanitario afín en un tiempo limitado. En las plantas de medicina interna, la comunicación durante las visitas resulta especialmente difícil debido a la alta prevalencia de pacientes con deterioro cognitivo , quienes requieren más tiempo y estrategias de interacción específicas.El equipo médico necesita intercambiar, recopilar y compartir información, y el paciente espera estar informado sobre los resultados de las pruebas, el diagnóstico, el pronóstico, el tratamiento y los siguientes pasos en el manejo de la enfermedad. Un análisis de las interacciones entre pacientes, enfermeros y médicos durante las rondas interprofesionales en sala, dirigidas por médicos residentes, reveló que los pacientes recibieron aproximadamente 20 datos en 7,5 minutos. La comunicación se centró en el médico: el 52 % de las intervenciones provinieron de médicos, el 35 % de pacientes y solo el 13 % de enfermeros [ 8 ]. De manera similar, un estudio transversal sobre las rondas de atención a 807 pacientes hospitalizados de medicina interna en 4 hospitales de EE. UU. observó que el equipo médico se comunicó con los enfermeros solo en el 12 % de las visitas [ 14 ]. Estos resultados señalan dos problemas principales durante las rondas médicas habituales: los pacientes reciben en muy poco tiempo una enorme cantidad de información, imposible de comprender, memorizar y procesar por completo, y el personal de enfermería no contribuye sustancialmente al contenido de la conversación durante las rondas [ 8 ]. La escasa participación del personal de enfermería puede repercutir negativamente en el manejo del paciente, ya que se puede pasar por alto información crucial que solo el personal de enfermería puede proporcionar, como la manifestación o evolución de los signos clínicos, el desempeño del paciente en las actividades diarias, la viabilidad del régimen terapéutico o los deseos y temores expresados por los pacientes o sus familias [ 8 ]. La falta de participación del personal de enfermería en las rondas médicas también puede causar insatisfacción y frustración en el equipo de enfermería [ 6 , 13 ].
El liderazgo efectivo durante las visitas de sala es fundamental para garantizar que todos los profesionales participantes, en particular el personal de enfermería, puedan contribuir al debate y a la toma de decisiones clínicas. El liderazgo debe fomentar y coordinar las aportaciones de todos los miembros del equipo y del paciente, y debe respaldar tres actividades clave para el éxito de la visita: comunicación efectiva, aprovechamiento de la experiencia y gestión eficiente del tiempo [ 15 ]. Un estudio que observó visitas de sala con 1007 contactos con pacientes en un gran centro académico estadounidense reveló que los médicos con mayor formación y experiencia (médicos adjuntos) interactuaban con el personal de enfermería durante un periodo significativamente más prolongado que los residentes o internos, y eran más propensos a iniciar conversaciones sobre las inquietudes del personal de enfermería (77 %) en comparación con los residentes (68 %) y los internos o estudiantes de medicina (59 %). Asimismo, la participación temprana del personal de enfermería en las visitas a pie de cama se asoció con un mayor tiempo de interacción entre médicos y personal de enfermería, así como con una mayor iniciativa por parte de los médicos para preguntar sobre las inquietudes del personal de enfermería [ 16 ].Por lo tanto, las rondas médicas requieren una comunicación centrada en el paciente, explícitamente estructurada y un intercambio de información interprofesional equilibrado. Estos objetivos pueden lograrse mediante capacitación en comunicación y rondas médicas interprofesionales estandarizadas con una comunicación estructurada que fomente la participación del personal de enfermería y permita conocer las perspectivas e inquietudes de los pacientes [ 8 , 16 ].
Otro aspecto a considerar es el impacto de la Historia Clínica Electrónica (HCE) en las rondas médicas. Si bien la HCE con herramientas estructuradas puede mejorar la eficiencia [ 17 ], sus efectos en la práctica interprofesional son diversos [ 18 ], ha orientado las rondas hacia una revisión más basada en datos, a veces en detrimento de la interacción directa con el paciente, e incluso puede dificultar la comunicación entre los miembros del equipo asistencial durante las rondas [ 19 ]. Esto subraya la necesidad de mejoras continuas en el diseño y la capacitación en HCE para optimizar los flujos de trabajo clínicos y la atención al paciente.
3.3 . Ubicación de las rondas de sala
La ubicación de las visitas médicas es variable. El médico puede revisar la documentación del paciente en una sala de trabajo, solo o con la enfermera, y luego ver al paciente a solas, o bien, el médico y la enfermera pueden entrar directamente juntos a la habitación del paciente. En este caso, pueden tener una breve conversación previa antes de entrar a la habitación, o pueden discutir todos los temas junto a la cama del paciente. Lo mismo ocurre con las visitas médicas de los médicos adjuntos, donde los médicos residentes presentan y discuten la historia clínica del paciente, los datos relevantes, el diagnóstico y el plan para los siguientes pasos diagnósticos y terapéuticos con el médico adjunto. La visita del médico adjunto puede realizarse completamente en una sala de conferencias o de trabajo, completamente junto a la cama del paciente, o junto a la cama, pero con la presentación y discusión del caso del paciente fuera de la habitación. Las visitas médicas a pie de cama con la participación del paciente son un elemento clave de la atención centrada en el paciente, ya que garantizan su participación directa en las discusiones médicas y la toma de decisiones. La gran mayoría de los pacientes prefiere tomar decisiones compartidas sobre las opciones de tratamiento con sus profesionales sanitarios (por ejemplo, el 62 % de los pacientes hospitalizados en un estudio suizo reciente [ 20 ]), o elegir entre las opciones de tratamiento de forma independiente (el 15 % de los pacientes en el mismo estudio). Las visitas médicas a pie de cama también contribuyen a la precisión diagnóstica y la seguridad del paciente, ya que, al escuchar la discusión del equipo, los pacientes tienen la oportunidad de añadir o corregir información relevante, por ejemplo, sobre los síntomas actuales, el historial clínico (como enfermedades previas o alergias) o la medicación que toman habitualmente. Sin embargo, las visitas médicas a pie de cama también pueden tener inconvenientes. La complejidad y la cantidad de información que se maneja junto a la cama del paciente, utilizando jerga y terminología médica, pueden abrumarlo y confundirlo. La discusión médica, en particular entre médicos adjuntos y residentes, puede ser percibida por el paciente como un desacuerdo, lo que puede causar malentendidos, incertidumbre y temor, y minar su confianza en el equipo médico. Finalmente, los temas delicados, que afectan a más del 50 % de los pacientes hospitalizados [ 21 ], como la incertidumbre médica, las comorbilidades psiquiátricas, el diagnóstico de cáncer, los problemas sociales, el incumplimiento terapéutico, etc., con frecuencia no se pueden abordar junto a la cama debido a la falta de privacidad y confidencialidad en las habitaciones compartidas, o porque el contexto de la visita médica con varios participantes a menudo no proporciona un entorno adecuado para una conversación empática y abierta sobre temas delicados con el paciente.Un ensayo controlado aleatorizado realizado en tres hospitales universitarios suizos, con 919 pacientes ingresados en medicina interna, comparó las rondas médicas dirigidas por médicos adjuntos de mayor rango, realizadas íntegramente junto a la cama del paciente («presentación junto a la cama») o junto a la cama, pero precedidas por la presentación y discusión del caso en el pasillo fuera de la habitación, sin la presencia del paciente («presentación externa»). El conocimiento del paciente sobre su propia atención médica fue similar, tanto subjetiva como objetivamente, en ambos grupos. Sin embargo, los pacientes atendidos mediante la presentación junto a la cama manifestaron mayor confusión con la jerga médica e incertidumbre debido a las discusiones del equipo. Las rondas con presentación junto a la cama fueron más cortas (12 minutos por paciente) que las rondas con presentación externa (14 minutos), pero se abordaron temas delicados con mucha menor frecuencia en las rondas con presentación junto a la cama (68 %) que en las rondas con presentación externa (75 %) [ 22 ]. Los médicos prefirieron las rondas junto a la cama precedidas por la presentación externa e informaron de una mejor gestión del tiempo, mayor discusión de temas delicados y menor incomodidad para el equipo en este tipo de rondas. En cambio, el personal de enfermería prefirió las rondas realizadas íntegramente junto a la cama [ 23 ]. La diferencia en las preferencias entre médicos y enfermeros puede explicarse por el hecho de que la presentación de casos fuera de la consulta se centra más en el médico y la medicina, con discusiones, por ejemplo, sobre los resultados de pruebas diagnósticas o diagnósticos diferenciales y un enfoque en la formación de los médicos residentes. Junto a la cama del paciente, los enfermeros tienen más oportunidades de participar en la discusión y pueden involucrarse más en cuestiones centradas en el paciente [ 23 ].Las visitas a la habitación del paciente, precedidas de una conversación sobre su estado y evolución fuera de la habitación, parecen ser la mejor manera de promover una atención integral, colaborativa y centrada en el paciente, así como la coordinación del equipo sanitario interdisciplinario. Sin embargo, se requiere una estructura de visita y un liderazgo rigurosos para garantizar la participación de todos los miembros del equipo interdisciplinario y la eficiencia en el uso del tiempo.
3.4 . Proceso y duración de las rondas de sala
El proceso de visitas médicas debe estandarizarse y aplicarse rigurosamente para garantizar la presencia de todos los miembros del equipo interprofesional y que puedan aportar su perspectiva profesional, la revisión completa del estado del paciente y una gestión y distribución del tiempo óptimas para cada paciente. La plantilla de médicos y enfermeros de la planta debe ser suficiente para permitir visitas médicas de alta calidad. Se recomienda dedicar un promedio de al menos 7 minutos por paciente a una visita médica diaria rutinaria dirigida por un médico residente [ 8 , 24 ], entre 10 y 13 minutos por paciente a una visita rutinaria dirigida por un médico adjunto [ 14 , 25 ] y entre 14 y 19,5 minutos por paciente a una visita dirigida por un médico adjunto, especialmente si este ve al paciente por primera vez [ 16 , 22 , 25 ]. Se recomienda que una visita médica no dure más de 120-150 minutos para prevenir la fatiga cognitiva [ 6 ].
De ser posible, la ronda médica debe realizarse en orden decreciente de gravedad del paciente , comenzando por los pacientes más graves o complejos. Esto reduce la merma de la atención [ 6 , 26 ]. La ronda debe comenzar puntualmente con una breve reunión previa, donde se ofrece una visión general de la situación en la sala (p. ej., pacientes críticos, altas programadas, ingresos, tratamientos o diagnósticos complejos, escasez de personal) y se definen los pacientes que se atenderán primero durante la ronda. La presentación del paciente por parte del médico residente durante la visita médica debe ser estandarizada y concisa. El uso del formato SOAP (S – subjetivo; O – objetivo; A – valoración; P – plan) para la presentación del paciente puede ser útil, ya que este formato proporciona el marco cognitivo para el razonamiento clínico y puede utilizarse para estructurar y mejorar las notas clínicas que documentan las visitas a planta [ 27 , 28 ].El desempeño del equipo durante la ronda médica se ve afectado por diversos factores, siendo las interrupciones uno de los más relevantes. En una encuesta realizada a 2000 enfermeras y 2022 médicos en el Reino Unido, el 91 % de las enfermeras reportaron haber sido interrumpidas al menos tres veces por hora, y más de una quinta parte (21 %) diez veces por hora. Más de tres cuartas partes (76 %) de los médicos eran interrumpidos habitualmente al menos una vez durante la ronda médica [ 6 ]. En un hospital universitario de EE. UU., se produjeron un promedio de 12,6 interrupciones por ronda médica. Entre los efectos negativos se incluyen la pérdida de concentración, la omisión de información y el aumento del estrés [ 29 ]. Las interrupciones también provocan cambios de tarea, lo que puede deteriorar el desempeño e incrementar la tasa de errores y la carga cognitiva. Según la teoría de la carga cognitiva, el desempeño y el aprendizaje se deterioran cuando la carga cognitiva supera la capacidad de la memoria de trabajo [ 29 ]. Otros factores que incrementan la carga cognitiva son, por ejemplo, la comunicación redundante (como la repetición de eventos ocurridos durante la noche), la atención dividida (cuando se busca información en una fuente distinta al médico responsable, por ejemplo, al usar una computadora para consultar valores de laboratorio e imágenes) y la desviación del formato estándar (cuando el médico responsable se aparta del formato de comunicación esperado durante la visita médica, por ejemplo, al informar detalles fuera del orden de presentación SOAP [subjetivo-objetivo-evaluación-plan]) [ 30 ]. Además, el ruido ambiental reduce significativamente el rendimiento cognitivo [ 31 ].Por lo tanto, el proceso de visitas médicas debe incorporar medidas para minimizar las interrupciones y reducir el ruido ambiental. Algunas medidas posibles incluyen la comunicación proactiva dentro del equipo antes de la visita (por ejemplo, durante una reunión previa) o redirigir las llamadas telefónicas a los miembros del equipo que no participen en la visita.
3.5 . Preparación de la ronda de sala
Antes de la visita médica, cada miembro del equipo interprofesional participante debe revisar individualmente la situación del paciente y preparar las preguntas y la información para la discusión y revisión interprofesional durante la visita. Esta preparación permite al equipo evaluar correctamente la situación, consensuar un plan y tomar decisiones, lo cual es esencial para una visita eficiente. Por las mismas razones, todos los resultados de las pruebas deben estar preparados y disponibles antes de la visita [ 6 ]. Un sistema de historia clínica electrónica (HCE) completo y fácil de usar desempeña un papel fundamental para facilitar la preparación y una visita médica eficaz. Un diseño de HCE centrado en el usuario es crucial, ya que las interfaces que requieren desplazamiento y navegación por múltiples pantallas aumentan el tiempo necesario para encontrar la información requerida, y la cantidad de pantallas que los médicos deben consultar para obtenerla disminuye su eficiencia [ 32 ].
3.6 . Estructura y estandarización de las rondas de sala
En la literatura se han propuesto diversas estructuras y listas de verificación para las rondas de sala , en particular para especialidades como cirugía o cuidados intensivos , pero su eficacia y generalización suelen ser desconocidas [ 33 ]. Sin embargo, se ha demostrado que los procesos estandarizados de rondas a pie de cama mejoran la eficiencia, disminuyen las horas de trabajo diarias de los residentes y optimizan el trabajo en equipo entre enfermeros y médicos [34 ]. Además, la disponibilidad de guías para las rondas de sala en un hospital y el cumplimiento de estas guías se asocian con la satisfacción de médicos y enfermeros con las rondas y con la eficiencia percibida [13 ].Las rondas interdisciplinarias estructuradas al pie de la cama (SIBR, por sus siglas en inglés), por ejemplo, son una intervención breve y estandarizada en equipo que consiste en una reunión estructurada de tres a cuatro minutos al pie de la cama para analizar los planes de hospitalización y alta, junto con una lista de verificación de seguridad del paciente [ 35 ]. Tras la implementación de las SIBR en una unidad de medicina general de un centro médico académico estadounidense, la comunicación interprofesional percibida mejoró significativamente entre residentes y enfermeros, y los residentes percibieron una mayor eficiencia en el trabajo [ 35 ].En otro hospital universitario estadounidense, las rondas médicas se estandarizaron basándose en cinco elementos: 1) reunión para establecer el horario y las prioridades de las rondas; 2) rondas junto a la cama del paciente; 3) integración del personal de enfermería de cabecera; 4) introducción de órdenes en tiempo real mediante ordenadores junto a la cama del paciente; 5) actualización de la pizarra blanca de la habitación de cada paciente con la información del plan de cuidados. Los pacientes del grupo con rondas médicas estandarizadas manifestaron mayor satisfacción con las rondas y se sintieron mejor atendidos por su equipo médico. Sin embargo, si bien la estandarización redujo la duración de las rondas en un promedio de 8 minutos, los residentes percibieron las rondas estandarizadas como más largas y manifestaron menor satisfacción con ellas [ 34 ].En 2012, el Real Colegio de Médicos y el Real Colegio de Enfermería del Reino Unido publicaron una guía exhaustiva sobre las rondas de sala, actualizada en 2021 [ 6 ]. El «Estándar de Basilea para las rondas de sala» se implementó en 2010 y se ha adaptado continuamente desde entonces ( Fig. 1 ) [ 9 ] ( Tabla 3 ).

Tabla 3. Aspectos clave de las rondas de sala.
| Aspectos clave de las rondas de sala |
|---|
| Participantes: rondas de sala interprofesionales que involucren al paciente (al menos: médico + enfermera). |
| Comunicación: intercambio de información interprofesional centrado, explícitamente estructurado, orientado al paciente y equilibrado. |
| Lugar: junto a la cama del paciente, previa discusión interprofesional fuera de la habitación. |
| Proceso: Inicio puntual. Reunión previa a la ronda. Si es posible, realizar las rondas en orden decreciente de gravedad del paciente. Medidas para reducir las interrupciones y el ruido ambiental. |
| Duración: ronda de sala dirigida por un médico residente : en promedio 7 min./paciente ; ronda de sala interprofesional : 14 – 19 min./paciente . Duración total de una ronda de sala : ≤ 120 – 150 min . |
| Preparación: antes de la ronda: revisión individual y preparación de la aportación profesional para el debate interprofesional durante la ronda de sala; todos los resultados de las investigaciones disponibles . |
| Estructura y estandarización. |
4. Conclusiones
Las rondas de sala son fundamentales para la atención centrada en el paciente y la formación a pie de cama. Para llevar a cabo una ronda de sala interprofesional eficaz y eficiente, es necesario definir la organización y la estructura de la ronda, las funciones y responsabilidades de los participantes, la preparación previa y las normas de comunicación durante la misma. Los miembros del equipo interprofesional que realizan las rondas de sala deben recibir la formación adecuada.