Kumari AA, Wani TA, Liem M, Boyd J, Khan UR
Advancing Regional and Remote Health Care With Virtual Hospital Implementation: Rapid Review
JMIR Hum Factors 2025;12:e64582
doi: 10.2196/64582PMID: 40460425PMCID: 12174879
Introducción
Fondo
Las disparidades en la atención sanitaria entre regiones rurales y remotas y centros urbanos son un desafío global. Países como Australia, Canadá y Estados Unidos han documentado disparidades significativas en el acceso y los resultados a la atención sanitaria [1–3]. Los datos del Instituto Australiano de Salud y Bienestar revelan un aumento de la incidencia de enfermedades en regiones remotas y muy remotas en comparación con ciudades urbanas [2]. Además, en regiones muy remotas, el riesgo de mortalidad prematura se incrementa 1,3 veces en hombres y 1,5 veces en mujeres en comparación con las áreas metropolitanas. Esta disparidad se alinea con los hallazgos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que ponen de relieve los desafíos que enfrentan los estadounidenses rurales debido al acceso limitado a la atención sanitaria especializada y de emergencia, contribuyendo finalmente a una mayor prevalencia de muertes prevenibles en estas comunidades [4].
Los modelos sanitarios tradicionales suelen tener dificultades para ofrecer servicios equitativos en regiones geográficamente aisladas debido a la escasez de instalaciones médicas, profesionales especializados y equipos diagnósticos avanzados. En consecuencia, las poblaciones rurales y remotas experimentan tasas más altas de enfermedades prevenibles, hospitalizaciones evitables y mortalidad en comparación con las urbanas [2,4,5]. En Australia, las tasas de hospitalización por enfermedades prevenibles son 2,5 veces más altas [2]. De manera similar, en Estados Unidos, las poblaciones rurales tienen una tasa de mortalidad global un 20% superior en comparación con sus homólogos urbanos, y 1 de cada 5 adultos rurales experimenta múltiples enfermedades crónicas, lo que conduce a un aumento en las tasas de hospitalizaciones y muertes prevenibles [5].
La aparición de la salud virtual ofrece una solución prometedora para reducir la brecha sanitaria en zonas regionales y remotas. La salud virtual, impulsada por tecnologías digitales, ha logrado avances considerables, transformando los servicios de atención primaria, secundaria y terciaria. Las instituciones sanitarias han adoptado soluciones de salud virtual, como los hospitales virtuales (VH), para ofrecer tratamientos avanzados, consultas quirúrgicas, debates en equipos multidisciplinares y atención hospitalizada a domicilio, mejorando el acceso de los pacientes a intervenciones médicas complejas. Los VH aprovechan iniciativas digitales, como la telemedicina y las tecnologías de telemedicina, para ofrecer una amplia gama de servicios de salud a distancia, incluyendo consultas, diagnósticos, planes de tratamiento y atención hospitalaria a domicilio [6]. Estos servicios suelen prestarse mediante videoconferencia, plataformas web, aplicaciones móviles y otros canales digitales.
Figura 1 ilustra aún más el concepto de VH.

A diferencia de los hospitales tradicionales con infraestructura física, los VH operan principalmente en el ámbito digital. Su importancia radica en su capacidad para trascender barreras geográficas, mejorando el acceso a la atención sanitaria para pacientes en zonas remotas o desatendidas [7]. Es importante señalar que, aunque los términos VH, atención virtual, hospital en casa (salas virtuales) y telemedicina a veces se usan indistintamente, existen diferencias clave entre ellos. La atención virtual representa un amplio espectro de servicios sanitarios prestados de forma remota, abarcando una variedad de tecnologías y aplicaciones síncronas y asíncronas. Talevski et al [8] afirma que la atención virtual se refiere a «la integración de tecnologías digitales a lo largo del continuo de atención para mejorar los resultados para los pacientes.» Esta definición abarca programas sanitarios existentes, como el Departamento de Urgencias Virtuales de Victoria [8], el Programa de Monitorización Remota de Pacientes (RPM) de Ochsner Connected Health [9], y el Cleveland Clinic Express Care Online [10]. La telemedicina, por otro lado, es un subconjunto de la atención virtual que se centra principalmente en la comunicación en tiempo real entre pacientes y proveedores utilizando tecnología de telecomunicaciones [11]. Un ejemplo de atención virtual fuera del ámbito de la telemedicina es la RPM. Los sistemas RPM utilizan dispositivos, como dispositivos portátiles o sensores, para recopilar y transmitir datos de salud, como la frecuencia cardíaca o los niveles de glucosa, a los profesionales sanitarios para su análisis [12]. Esto ocurre de forma asíncrona, lo que lo diferencia de la comunicación en tiempo real que caracteriza a la telemedicina. Por otro lado, la VH representa un enfoque más integral de la atención sanitaria remota, ofreciendo una amplia gama de servicios más allá de las consultas, incluyendo diagnóstico remoto, desarrollo de planes de tratamiento y salas virtuales [13]. Los programas hospitalarios a domicilio, un subconjunto de VH o iniciativas independientes, proporcionan atención a nivel hospitalario en el domicilio del paciente, incorporando monitorización remota y consultas regulares [14].
Las tecnologías de salud digital constituyen la piedra angular de los sistemas modernos de prestación de servicios sanitarios, incluyendo la atención virtual, la telemedicina, los VH y los programas hospitalarios a domicilio, facilitando servicios de atención sanitaria a distancia mediante diversas plataformas y aplicaciones tecnológicas. Según la Organización Mundial de la Salud [15], la salud digital abarca «el campo del conocimiento y la práctica asociados con el desarrollo y uso de tecnologías digitales para mejorar la salud». Esta definición abarca los diversos términos que se usan a menudo al discutir el diseño e implementación de tecnología en la atención sanitaria, incluyendo la atención virtual, la telemedicina y los VH. La Sociedad de Sistemas de Información y Gestión Sanitaria [12] caracteriza además la salud digital como un marco integral que incorpora diversas tecnologías digitales, sistemas y plataformas diseñados para ofrecer atención sanitaria, gestionar la información sanitaria y mejorar la prestación de atención al paciente.
La pandemia de COVID-19 aceleró la adopción de VH como medio para gestionar las demandas sanitarias mientras se mitigaban los riesgos de infección. Esta rápida expansión condujo a mejoras demostradas en los resultados para los pacientes, incluyendo la duración de la estancia (LOS) y la mejora en los tiempos de espera [16–18]. Historias de éxito, como la Real Princesa Alfredo VH [19], el programa de Atención Avanzada en Domicilio de la Clínica Mayo [20], y el Departamento de Emergencias Virtuales de Victoria [21], ejemplifican además la capacidad de los VH para ofrecer atención sanitaria eficaz de forma remota. La experiencia adquirida durante la pandemia pone de manifiesto la necesidad de planificación estratégica e inversión en VH para abordar las disparidades sanitarias en zonas rurales y remotas [22,23].
La implementación exitosa de un VH es una tarea compleja, que requiere una planificación cuidadosa, evaluación e integración de tecnologías digitales [24]. Desafíos como la insuficiente orientación, la mala gobernanza, la limitada alfabetización tecnológica y las preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad pueden dificultar la adopción fluida de VHs y soluciones de atención virtual relacionadas [17,18]. Para superar estas barreras e implementar con éxito los VH, deben priorizarse las recomendaciones basadas en la evidencia [25].
Resultados clínicos
Solo 7 (30%) estudios académicos de los 23 artículos revisados por pares y 2 (17%) de las 12 fuentes de literatura gris evaluaron los resultados clínicos de los VHs o modelos de atención virtual desde casa.
Los hallazgos de la literatura existente demostraron que las VH han contribuido a resultados clínicos positivos, incluyendo consejos especializados sobre medicación, mejor conocimiento de la medicación y reducción de errores en la medicación [59], reducción de la transmisión de enfermedades [53,56[ minimizó la exposición a enfermedades al personal [53], mejoró la seguridad del paciente [57,59], reducción de admisión y readmisión [52,71], menor mortalidad, LOS más corto y máxima adhesión a las mejores prácticas clínicas [52,54,69].
Según Allan et al. [59], los VH facilitaron una mejor gestión de la medicación al permitir que los especialistas ofrecieran asesoramiento personalizado según las necesidades individuales del paciente. Este enfoque personalizado mejoró la comprensión del paciente y la adherencia a la medicación. Además, al facilitar la comunicación directa entre profesionales sanitarios y especialistas, los VH podrían ayudar a reducir errores en la medicación, ya que los especialistas podrían revisar las recetas a distancia, identificar posibles errores y proporcionar retroalimentación o correcciones inmediatas.
Los VHs también permitieron consultas remotas, diagnóstico y monitorización, reduciendo la necesidad de interacción física entre pacientes y personal sanitario [53,56]. Esto redujo el riesgo de transmisión de enfermedades, especialmente en casos de enfermedades infecciosas. Además, al minimizar las visitas presenciales, el personal sanitario estuvo expuesto a menos pacientes, reduciendo su riesgo de contraer enfermedades contagiosas.
Gray et al [57] y Allan et al [59] enfatizó el papel de la monitorización continua y las intervenciones oportunas para mejorar la seguridad del paciente. Los dispositivos de monitorización remota y las consultas por telemedicina permitieron la detección temprana de complicaciones, facilitando intervenciones médicas rápidas y reduciendo el riesgo de eventos adversos. Mediante la monitorización remota e intervenciones oportunas, los VH también podrían gestionar las enfermedades crónicas de forma más eficaz, reduciendo así la frecuencia de ingresos hospitalarios y reingresos [52,71]. Además, al proporcionar a los pacientes un mejor acceso a recursos y apoyo sanitario, los VH podrían prevenir agravamientos de enfermedades crónicas, reduciendo aún más las hospitalizaciones.
Los VH han demostrado potencial para mejorar los resultados en los pacientes y reducir los costes sanitarios. Al permitir un seguimiento continuo e intervenciones oportunas, los VH contribuyeron a la reducción de tasas de mortalidad, estancias hospitalarias más cortas y tasas de readmisión más bajas. Vindrola-Padros et al [54] informó que las salas virtuales para pacientes con COVID-19 tenían tasas de mortalidad más bajas, con solo un 29% de ingresos en urgencias y una tasa de reingreso del <36%. Del mismo modo, Kuperman et al. [52] informó que el VH piloto registró una disminución del 6% en las transferencias de pacientes, una disminución del 17% en las admisiones y una disminución del 3,7% en la línea de visión. Además, Head et al [51] discutió que el servicio de atención virtual desde casa para pacientes con lesiones por quemaduras tenía resultados clínicos similares en comparación con la atención presencial. Ninguno (0/23, 0%) de los estudios reportó resultados clínicos negativos para las VH.
A pesar de la diversidad de las condiciones sanitarias, los estudios revelaron resultados clínicos similares. Por ejemplo, Head et al [51] se centró en el cuidado de quemaduras, Kuperman et al [52] hablaron sobre atención de urgencias e ingresos, y Shaw y Wilson [71] abordó la atención hospitalaria global; sin embargo, todos informaron que los VH redujeron la admisión, la readmisión y la transferencia en sus respectivos estudios. Del mismo modo, Gray et al. [57, dirigiéndose a la farmacia virtual, y Allan et al [59], al hablar sobre la COVID-19, descubrió que las soluciones de atención virtual desde casa mejoraban la seguridad del paciente.
Resultados del sistema sanitario
Un total de 12 (52%) estudios académicos sobre los 23 artículos revisados por pares y 3 (25%) de las 12 fuentes de literatura gris discutieron 9 resultados positivos en el sistema sanitario.
Los resultados reportados incluyeron un mejor acceso a la atención y un uso eficiente de los recursos [39,52,54,71], reducción de los costes para pacientes y atención sanitaria [37,39,48,51,53,56,58], mejora de la experiencia y seguridad del paciente [56–58,69], mejorando la prestación de servicios sanitarios y el apoyo a los proveedores mediante un flujo de trabajo confiable y la reubicación virtual [53,54,58,59], mejores resultados de proceso y mayor cumplimiento [37,52,54,58,71], una mayor cobertura geográfica y una mejor integración de los servicios sanitarios [67,71].
Los VH utilizaron tecnologías de telemedicina para ofrecer servicios de salud a distancia, permitiendo a los pacientes acceder a profesionales sanitarios sin desplazamientos físicos y mejorando el acceso a la atención en zonas desfavorecidas [39,52,54,71]. De manera similar, los VH mejoraron la eficiencia sanitaria al agilizar los procesos de prestación, reasignar recursos hacia plataformas de atención virtual, reducir los requisitos de infraestructura física y resultar en ahorros de costes y una mejor prestación de servicios.
Los VH también redujeron los costes de pacientes y atención sanitaria al minimizar la necesidad de visitas presenciales, hospitalizaciones y gastos de viaje asociados. Las consultas por telemedicina y la monitorización remota permitieron intervenciones oportunas, evitando complicaciones costosas y reduciendo el gasto sanitario total para pacientes y profesionales sanitarios. Según Head et al. [51], las visitas virtuales supusieron un ahorro significativo, incluyendo una reducción media de 130 millas en la distancia de viaje, 164 minutos de tiempo de viaje, 104 dólares estadounidenses en costes de desplazamiento y 81 dólares estadounidenses en salarios perdidos debido al tiempo ahorrado por no tener que desplazarse. Ninguno (0/23, 0%) de los artículos destacó resultados negativos en el sistema sanitario.
Además, los VH podían ofrecer experiencias sanitarias cómodas y personalizadas adaptadas a las necesidades de los pacientes, ya que las consultas remotas y las herramientas digitales de salud permitían a los pacientes participar activamente en su atención, lo que conducía a una mayor satisfacción y compromiso [56–58,69]. Además, los modelos de atención virtual priorizaron la seguridad del paciente minimizando la exposición a infecciones asociadas a la atención sanitaria y promoviendo la adhesión a prácticas basadas en la evidencia. De manera similar, al aprovechar la tecnología para optimizar los procesos de prestación de atención sanitaria y apoyar a los proveedores sanitarios en la prestación de atención de alta calidad, los facilitadores de VH lograron permitir una coordinación fluida entre equipos multidisciplinares, mejorando la comunicación, la colaboración y los resultados para los pacientes [53,54,58,59]. Los sistemas de apoyo virtuales también mejoraron la eficiencia de los proveedores y la satisfacción laboral, mejorando en última instancia la calidad general de la prestación de la atención.
Los hallazgos de la literatura también revelaron que los VH mejoraron la atención sanitaria al estandarizar los flujos de trabajo, promover la adherencia clínica y facilitar una gestión eficiente de los datos [37,52,54,58,71]. El uso de soluciones digitales de salud ayudó a mejorar la coordinación de la atención y los resultados para los pacientes, al tiempo que garantizaba el cumplimiento normativo y los estándares de calidad en la prestación de atención sanitaria.
Los resultados fueron consistentes en diferentes condiciones sanitarias. Mientras que Head et al [51], DeHart et al [39], Kuperman et al [52], Shaw y Wilson [71], y Vindrola-Padros et al [54] centrados en la atención de quemados, salud mental, urgencias e ingresos, atención hospitalaria general y COVID-19, respectivamente, sus estudios destacaron colectivamente que la virtualización de la atención sanitaria mejoró significativamente el acceso a la atención. Además, el Royal Prince Alfred VH, con sede en Australia, recibió comentarios positivos de los pacientes por la comodidad y los beneficios para reducir el estrés de recibir atención desde casa [71].
Además, Hardy et al [67] y Shaw y Wilson [71] informó que los VH ofrecían servicios sanitarios más allá de los límites tradicionales, mejorando la accesibilidad y permitiendo una cobertura geográfica más amplia. La telemedicina y la monitorización remota permitieron a los pacientes recibir atención especializada, reduciendo las disparidades de acceso. Este modelo de atención también facilitó una mejor integración de los servicios sanitarios al fomentar la colaboración entre proveedores, mejorar las transiciones de atención y promover la continuidad de la atención en diferentes entornos.
Perspectivas de los pacientes
Un total de 8 (35%) de los 23 artículos revisados por pares y 1 (8%) informe web de las 12 fuentes de literatura gris examinaron las perspectivas de los pacientes respecto a la implementación de VHs y soluciones de atención virtual desde casa.
Allan et al [59] y Correale et al [49] destacó la alta aceptación y satisfacción de los pacientes con los servicios de atención virtual desde casa. De manera similar, DeHart et al [39] señaló una mayor satisfacción debido al ahorro de tiempo, costes y desplazamientos proporcionados por los servicios de telemedicina para pacientes rurales. Del mismo modo, Giroux et al [50] reveló que la atención virtual de calidad desde casa mejoró el empoderamiento, la autogestión y amplió el acceso a una atención culturalmente apropiada a nivel local.
La implicación del paciente en la atención remota se asocia con mejores resultados y satisfacción, como sugieren Vindrola-Padros et al [54]. Los VH proporcionaban a los pacientes la comodidad de recibir tratamiento localmente en lugar de tener que trasladarse a un hospital de atención secundaria, lo que conducía a un mayor nivel de satisfacción, como destacan Gray et al [57] y Kuperman et al [52]. Aunque ninguno (0/23, 0%) de los estudios abordó las perspectivas negativas de los pacientes, LeBlanc et al [58] afirmó que la satisfacción del paciente dependía en gran medida de la competencia tecnológica, la preparación del proveedor sanitario y la calidad de la atención proporcionada de forma virtual.
Perspectivas de los proveedores de atención sanitaria
Un total de 8 (35%) de los 23 artículos revisados por pares y 1 (8%) de las 12 fuentes de literatura gris discutieron las perspectivas de los proveedores sobre la implementación de VHs y soluciones de atención virtual desde casa.
Las perspectivas positivas de los proveedores de atención sanitaria incluyeron una mayor satisfacción del proveedor [43,59], mejorada en la prestación de servicios [43,59], mejor colaboración y trabajo en equipo [39,49,50,60], y el aumento de la eficiencia y accesibilidad [52,56,58,60]. Los proveedores informaron que los VH y las soluciones hospitalarias en el hogar les ofrecían mayor flexibilidad para prestar atención y gestionar su carga de trabajo. Podían participar en consultas de telemedicina, monitorización remota y atención virtual, lo que reducía el agotamiento y aumentaba la satisfacción laboral. La comodidad y eficiencia de las plataformas de atención virtual contribuyeron a un entorno laboral más satisfactorio para los profesionales sanitarios. Tanto los artículos revisados por pares como la literatura gris también destacaron que los proveedores informaron que los VH mejoraban la prestación de atención sanitaria al permitir consultas por telemedicina y monitorización remota, permitiendo así llegar a una población de pacientes más amplia, ofrecer intervenciones oportunas y ofrecer apoyo continuo. Además, los proveedores afirmaron que la integración de herramientas digitales de salud permitió mejorar la calidad del servicio, la accesibilidad y los resultados para los pacientes.
Además, los proveedores sanitarios expresaron que las plataformas virtuales de atención les permitían facilitar la colaboración y la comunicación entre los miembros del equipo sanitario, independientemente de su ubicación física [52,56,58,60]. Los proveedores rurales podrían consultar fácilmente con especialistas, compartir información de los pacientes y coordinar planes de atención en tiempo real, promoviendo la colaboración interdisciplinar y el trabajo en equipo. Este intercambio fluido de información mejoró la coordinación de la atención y los resultados para los pacientes.
Estudios de Allan et al. [59] y Johnston et al [43] indicó que la mayor puntualidad del servicio, mayor accesibilidad y reducción del tiempo de desplazamiento de los proveedores aumentaron la satisfacción del cliente. También afirmaron que la mejora en los flujos de trabajo y procesos clínicos y una mejor gestión de la medicación contribuyeron aún más a una mejor prestación de servicios.
Ningún paciente ni profesional sanitario reportó opiniones negativas sobre los resultados.
Barreras para la implementación de VH
Se reportaron barreras para la implementación de la VH en 21 (91%) de los 23 artículos revisados por pares y en 6 (50%) informes web de las 12 fuentes de literatura gris.
La baja alfabetización digital y las barreras lingüísticas entre los pacientes rurales surgieron como obstáculos significativos, dificultando la adopción exitosa de VH. Las barreras lingüísticas y la falta de habilidades digitales supusieron desafíos para conectar a pacientes remotos con soluciones de atención virtual, contribuyendo a una brecha digital [48,50,53,58,71]. La falta de habilidades digitales también supuso un obstáculo importante para conectar a pacientes remotos con soluciones de atención virtual desde casa [39,57,71]. La baja alfabetización digital y las barreras lingüísticas entre los pacientes a menudo les desanimaban a participar en servicios de atención virtual [57] y llevó a una falta de compromiso del paciente para seguir utilizando servicios de atención virtual desde casa [39]. Además, se reportó la baja adopción de los proveedores sanitarios y la falta de conocimientos o habilidades del profesional, lo que resultó en resistencia al cambio y limitaciones laborales, lo que indica la necesidad de estrategias específicas para abordar estos problemas [37–40,44,48,53,68,71].
Barreras tecnológicas, como la mala infraestructura técnica y la conectividad [41,45,48–51,53,56,58,64,67,68], soporte técnico limitado [39,46,50,57,58,60,68,71], acceso restringido a equipos digitales [38,43,46,49,53,57,60], y tecnologías heredadas y obsoletas [47,68,71], también se identificaron como barreras significativas para la implementación de la VH en comunidades regionales y remotas.
En zonas remotas y rurales, la infraestructura técnica y la conectividad insuficientes dificultaron el despliegue efectivo de servicios VH [41,45,48–51,53,56,58,64,67,68]. Sin acceso fiable a internet y redes de comunicación robustas, los proveedores sanitarios y los pacientes se enfrentaban a dificultades para acceder a consultas de telemedicina, monitorización remota y plataformas de salud digital.
De manera similar, la ausencia de soporte técnico adecuado agravó los desafíos asociados a la implementación de VH [39,46,50,57,58,60,68,71]. Los profesionales sanitarios y los pacientes se encontraron con dificultades para resolver problemas técnicos, configurar dispositivos digitales o navegar por plataformas de telemedicina.
Otra gran barrera tecnológica a la que se enfrentan las personas en comunidades remotas y desatendidas fue la falta de acceso a dispositivos digitales, como tabletas, cámaras web u ordenadores, que eran esenciales para participar en consultas de atención virtual [38,43,46,49,53,57,60]. La brecha digital agravó las disparidades en el acceso a la atención sanitaria y puso de manifiesto la necesidad de iniciativas destinadas a proporcionar equipos digitales a poblaciones marginadas.
Además, la presencia de tecnologías heredadas y obsoletas dificultó la adopción y eficacia de las soluciones VH [47,68,71]. Sistemas incompatibles, software obsoleto y hardware obsoleto dificultaban la interoperabilidad, el intercambio de datos y la experiencia del usuario.
Varios estudios reportaron barreras relacionadas con los procesos de coordinación y comunicación entre las partes interesadas [38,58], negligencia cultural para las comunidades rurales [66,68], ausencia de una gobernanza sólida y un liderazgo eficaz [42,43,59,68,71], preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos [38,48,49,56,58,69], desafíos organizativos en relación con la planificación de recursos [54,59], procesos operativos [38,42,60], y políticas limitadas que apoyen la inclusión en las comunidades rurales [45,48,54,57].
Según Davis et al. [38] y LeBlanc et al [58], la coordinación y comunicación efectivas entre las partes interesadas fueron esenciales para la implementación exitosa de los VH. Las barreras dentro de estos procesos, como canales de comunicación fragmentados o la falta de protocolos estandarizados, dificultaban la prestación fluida de la atención y la colaboración entre proveedores sanitarios, pacientes y personal de apoyo.
Además, el abandono cultural de las comunidades rurales puso de manifiesto las disparidades en el acceso y la prestación de la atención sanitaria. Las políticas e iniciativas que no tenían en cuenta los factores culturales, sociales y geográficos únicos de las poblaciones rurales agravaron las desigualdades en la atención sanitaria [66,68]. Reconocer y abordar la diversidad cultural y las necesidades sanitarias específicas de las zonas rurales era esencial para garantizar servicios de salud visual inclusivos y centrados en el paciente.
Además, los marcos de gobernanza insuficientes y el apoyo de los líderes provocaron ambigüedad, resistencia al cambio y falta de rendición de cuentas, lo que dificultó el progreso y la sostenibilidad [42,43,59,68,71]. Mecanismos sólidos de liderazgo y gobernanza eran esenciales para guiar la planificación estratégica, la asignación de recursos y los procesos de toma de decisiones en las iniciativas de CV, y estos eran fundamentales para impulsar el cambio organizativo y asegurar la implementación exitosa de los VH.
Otra consideración crítica para la implementación de VH fue la privacidad y seguridad de los datos, especialmente en lo que respecta al almacenamiento, transmisión y intercambio de información sensible de pacientes [38,48,49,56,58,69]. No abordar estas preocupaciones podría afectar la confianza del paciente, comprometer la confidencialidad y exponer a las organizaciones sanitarias a riesgos legales y regulatorios. Se consideraron imprescindibles políticas sólidas de privacidad de datos, sistemas de información seguros y cumplimiento de los estándares del sector para proteger los datos de los pacientes y mantener la confidencialidad.
Los desafíos organizativos, como la planificación inadecuada de recursos y los procesos operativos ineficientes, dificultaron la escalabilidad y sostenibilidad de los VH [54,59]. Los recursos limitados, la escasez de personal y los flujos de trabajo ineficientes dificultaron la prestación de una atención oportuna y de calidad, afectando a los resultados y la satisfacción de los pacientes. La asignación estratégica de recursos, la optimización de procesos y la mejora continua de la calidad eran necesarias para superar las barreras organizativas y mejorar la eficiencia operativa en los VH.
Además, las políticas limitadas que apoyan la inclusión de las comunidades rurales también afectaron la implementación de servicios equitativos de salud social [45,48,54,57]. La ausencia de políticas de apoyo puede limitar las oportunidades de financiación, los incentivos regulatorios y el desarrollo de infraestructuras para los VH en zonas rurales. La defensa de políticas que priorizaran la inclusión en las comunidades rurales, abordaran las disparidades en la atención sanitaria e incentivaran la adopción de VH era esencial para promover un acceso equitativo a los servicios sanitarios.
Además, algunos estudios (35/4, 11%) identificaron desafíos de sostenibilidad financiera [47,57,60,69] y la distribución injusta de fondos entre diferentes entornos sanitarios [42,47,57].
Facilitadores de iniciativas VH
Se identificaron facilitadores para la exitosa implementación de VH en 19 (83%) de los 23 artículos revisados por pares y en 7 (58%) informes web de las 12 fuentes de literatura gris.
La literatura sugería firmemente que los principales facilitadores incluían el liderazgo clínico y la defensa [37,48,71] junto con el enriquecimiento y formación del personal y pacientes [40,42,43,46,47,52,54,59,71], enfatizando la importancia de mejorar las capacidades de pacientes y proveedores para una implementación exitosa de la VH. Los gobiernos federales y estatales australianos están invirtiendo en programas de mejora de habilidades digitales para empoderar a los pacientes a autogestionarse de los síntomas y manejar los VH con confianza [67,68].
Pocos otros facilitadores fueron reconocidos como una forma de mitigar barreras como la colaboración y las asociaciones [43,48,57,59,71], comunicación efectiva [48,49,52,65], planificación y desarrollo con propósito [37,60,65,71], una estructura de gobernanza integral [60,65,71], estructura organizativa optimizada [38,43,49,53], implementación iterativa del sistema [59,65,71], y políticas gubernamentales de apoyo [37,51,67,69].
La colaboración y las alianzas entre los interesados, incluidos proveedores sanitarios, agencias gubernamentales, proveedores de tecnología y organizaciones comunitarias, fueron fundamentales para superar barreras y fomentar la adopción de VHs [43,48,57,59,71]. Fomentando la colaboración, las organizaciones podían aprovechar la experiencia colectiva, los recursos y las redes para afrontar desafíos; comparte buenas prácticas; y promover la innovación en la prestación de atención virtual. Asimismo, las estrategias de comunicación efectivas eran esenciales para garantizar una comprensión clara, alineación y compromiso entre las partes interesadas implicadas en la implementación de VH. Los canales de comunicación abiertos y transparentes facilitaron el intercambio de conocimientos, la participación de las partes interesadas y la resolución de problemas, permitiendo a las organizaciones abordar preocupaciones, gestionar expectativas y promover el consenso hacia objetivos comunes [48,49,52,65].
La planificación y el desarrollo con propósito también incorporaron iniciativas estratégicas destinadas a diseñar, implementar y optimizar los VHs [37,60,65,71]. Adoptando un enfoque sistemático en la planificación, las organizaciones podrían anticipar desafíos, identificar oportunidades y desarrollar estrategias sólidas para abordar barreras y lograr los resultados deseados en la prestación de atención virtual. De manera similar, una estructura de gobernanza integral proporcionó el marco para guiar la toma de decisiones, la rendición de cuentas y la supervisión en las iniciativas de VH [60,65,71]. Mecanismos claros, políticas y procedimientos de gobernanza aseguraron la alineación con los objetivos organizativos, los requisitos regulatorios y los estándares del sector, promoviendo también la transparencia, la eficiencia y la implicación de las partes interesadas.
Además, una estructura organizativa optimizada alineará roles, responsabilidades y flujos de trabajo para apoyar la prestación efectiva de servicios VH [38,43,49,53]. Al agilizar procesos, aclarar responsabilidades y fomentar la colaboración, las organizaciones pueden mejorar la eficiencia, la agilidad y la capacidad de respuesta en la prestación de atención virtual, mejorando en última instancia los resultados y la satisfacción de los pacientes. Del mismo modo, la implementación iterativa del sistema implicará una evaluación continua, refinamiento y optimización de servicios y procesos VH. Al adoptar un enfoque iterativo, las organizaciones pueden adaptarse a las necesidades cambiantes, abordar desafíos emergentes e incorporar la retroalimentación de los interesados, mejorando así la eficacia, usabilidad y sostenibilidad de las soluciones de atención virtual [59,65,71].
Además, las políticas gubernamentales de apoyo crearon un entorno propicio para la implementación de la VH al proporcionar inteligibilidad regulatoria, apoyo financiero e incentivos para la innovación. Las políticas que promovieron el reembolso por telemedicina, el desarrollo de infraestructuras, la formación de la plantilla y la privacidad de los datos mejoraron la viabilidad y escalabilidad de las iniciativas de atención virtual, al tiempo que fomentaron la colaboración y alineación entre los actores de todo el ecosistema sanitario [37,51,67,69].
Estos facilitadores destacaron la importancia de la planificación estratégica, la comunicación clara y los esfuerzos colaborativos entre los distintos actores para superar los desafíos relacionados con los procesos y asegurar el despliegue exitoso de VH.
Inversión en infraestructuras técnicas [59,60,65,67,68,70], tecnología de calidad, fácil de usar y asequible [53,59,60,67,68], y servicios de divulgación técnica y apoyo [43,58,68] fueron señalados como facilitadores de iniciativas de VH.
Una infraestructura técnica robusta formó la base para los VH, facilitando una comunicación fluida, intercambio de datos y prestación de servicios [59,60,65,67,68,70]. Por ello, la inversión en infraestructuras, como conectividad a internet de alta velocidad, almacenamiento seguro de datos y sistemas interoperables, fue esencial para garantizar una prestación fiable y eficiente de atención virtual. Sin una infraestructura adecuada, los VH se enfrentarían a problemas de conectividad, riesgos de seguridad de datos e ineficiencias operativas, lo que dificultaría su eficacia para llegar y atender a pacientes rurales.
Además, el acceso a tecnología de calidad, fácil de usar y asequible era fundamental para mejorar la accesibilidad y usabilidad de los VHs [53,59,60,67,68]. Interfaces fáciles de usar, diseño intuitivo y asequibilidad aseguraron que los proveedores sanitarios y los pacientes pudieran navegar y utilizar fácilmente las plataformas virtuales de atención. Las soluciones tecnológicas de calidad también contribuyeron a experiencias positivas de usuario, compromiso y satisfacción, mejorando finalmente la eficacia y adopción de los VH.
De manera similar, la divulgación técnica y los servicios de apoyo desempeñaron un papel vital ayudando a los proveedores de salud y a los pacientes a navegar y solucionar problemas en los servicios de tecnología de atención virtual [43,58,68]. Estos servicios pueden incluir programas de formación, mesas de ayuda y equipos de asistencia técnica que ofrecen orientación, formación y apoyo en la resolución de problemas. Al ofrecer soporte técnico continuo, las organizaciones podrían capacitar a los usuarios para utilizar eficazmente las plataformas VH, abordar problemas técnicos y maximizar los beneficios de la prestación de atención remota.
Estos facilitadores subrayaron la importancia de una base técnica sólida, interfaces fáciles de usar y servicios de apoyo para superar los desafíos tecnológicos y mejorar la aceptación de los VH en comunidades regionales y remotas.
La financiación sostenible también surgió como un facilitador crucial, subrayando la importancia de soluciones de reembolso de seguros permanentes y subvenciones para apoyar y ampliar el alcance de los servicios de VH [38,47,53].
Discusión
Hallazgos principales
Esta revisión demostró resultados clínicos y de sistemas sanitarios de los VH en entornos de salud remotos y rurales. Aborda la actual brecha de evidencia respecto al impacto de los VH en poblaciones regionales y rurales en los resultados clínicos, del sistema sanitario, de los pacientes y de los proveedores, indicando que los VH mejoran significativamente la efectividad clínica, independientemente de la demografía poblacional.
En cuanto a la efectividad clínica, esta revisión informó de resultados positivos frente a indicadores clave comúnmente utilizados para evaluar intervenciones sanitarias, como las tasas de mortalidad, tasas de readmisión, LOS y mejora en los indicadores clínicos [71]. Estos hallazgos son consistentes con los de Norman et al. [17], que reportaron beneficios similares de la atención hospitalaria a domicilio para personas mayores, como una línea de visión más corta y tasas de readmisión reducidas. Sin embargo, cabe señalar que esta revisión no examina el impacto de los VH en el manejo de enfermedades crónicas, un área crítica para evaluar la efectividad global de los VH. Se necesita más investigación para explorar cómo los VH pueden apoyar mejor la gestión de enfermedades crónicas y mejorar los resultados de salud a largo plazo.
Además, este estudio destaca los beneficios para el sistema sanitario de los VH, destacando su potencial para reducir los gastos de pacientes y atención sanitaria en diversas condiciones, incluyendo salud general, salud mental, cuidados de quemaduras y enfermedades infecciosas como la COVID-19. El análisis se correlaciona con métricas clave como la calidad de la atención, el acceso equitativo, la gestión de costes y la mejora de la salud poblacional, afirmando que los VH mejoran significativamente los resultados del sistema sanitario en comunidades regionales y remotas.
Además, los resultados del sistema sanitario identificados en esta revisión coinciden con los observados en poblaciones urbanas, según informaron Bidoli et al. [13] y Snoswell et al [72]. La evidencia indica que los VH impactan positivamente en los resultados del sistema sanitario al mejorar la eficiencia, la accesibilidad y la gestión de recursos, demostrando así ser una valiosa adición a la prestación sanitaria contemporánea.
Los hallazgos también revelan que las perspectivas positivas tanto de pacientes como de proveedores dependen de una conectividad a internet adecuada, tecnología fácil de usar, formación adecuada y una mayor colaboración entre proveedores sanitarios urbanos y rurales. Una comparación con los estudios de Denny y Hill [73], que evaluaron las perspectivas de pacientes y profesionales sanitarios sobre la prestación virtual de atención a pacientes con fibrosis quística en un entorno suburbano, y Babaei et al [18], que evaluó las barreras y facilitadores de la atención virtual, reveló hallazgos similares. Ambos estudios apoyan el argumento de que la alta satisfacción de pacientes y proveedores depende en gran medida de una conectividad adecuada a internet, una tecnología eficaz y sistemas de soporte técnico robustos.
Más allá de los hallazgos de este estudio, cabe destacar que los VH también tienen un potencial transformador para mitigar el cambio climático manteniendo una atención eficaz a los pacientes. King et al [74] reveló una reducción del 99,37% en las emisiones de carbono por cita en comparación con las visitas presenciales. Del mismo modo, Thiel et al [75] demostró que la telemedicina redujo las emisiones de gases de efecto invernadero en casi 17.000 toneladas métricas en 2021, equivalente al consumo energético anual de 2.100 hogares, al sustituir las visitas presenciales por citas virtuales.
A pesar de los numerosos beneficios de los VH para la atención sanitaria rural y remota, su implementación suele enfrentarse a desafíos significativos. Estos retos pueden clasificarse en 4 temas principales: personas, procesos, tecnología y finanzas (Figura 3). Abordar eficazmente las barreras en estas áreas requiere un enfoque multifacético, que incluya la alfabetización digital y el enriquecimiento, la colaboración entre partes interesadas, un enfoque centrado en el paciente, estructuras de financiación sostenibles y la aplicación de tecnologías inteligentes. Al implementar estas estrategias, las comunidades regionales y remotas pueden obtener un mejor acceso a una atención sanitaria de calidad, lo que puede mejorar los resultados clínicos y del sistema sanitario y aumentar la satisfacción de los pacientes y proveedores rurales.
Abordar estos desafíos multifacéticos es crucial para la implementación exitosa de VH en entornos sanitarios regionales y remotos. Los facilitadores identificados proporcionan una hoja de ruta para intervenciones e inversiones estratégicas que superen barreras, mejorando así la eficacia de los VH para mejorar la accesibilidad y la prestación de atención sanitaria en zonas desatendidas.

Recomendaciones para desarrollar VHs
La síntesis de estudios sobre el desarrollo de VHs en áreas regionales y remotas ha dado lugar a 4 recomendaciones clave. En primer lugar, la implementación exitosa de VH depende en gran medida de la colaboración entre partes interesadas y de enfoques centrados en el paciente. Involucrar a una amplia variedad de partes interesadas, incluidos miembros de la comunidad y proveedores sanitarios, garantiza que los VH estén alineados con las necesidades y preferencias de todos los implicados. Los elementos clave incluyen la participación colaborativa, la defensa de profesionales sanitarios, políticas de comunicación fluidas, diseño centrado en el paciente y modelos culturalmente sensibles. Estas estrategias fomentan la confianza, mejoran la coordinación y garantizan la inclusión y el respeto hacia las diversas poblaciones.
En segundo lugar, lograr la equidad digital y asegurar financiación sostenible es fundamental para el éxito de las VH. Implementar estructuras de gobernanza sólidas y comités asesores para supervisar las operaciones de VH garantiza coordinación, seguridad y estándares de calidad. La transformación organizacional basada en políticas permite a los VH adaptarse a las necesidades sanitarias cambiantes mientras aprovechan subvenciones gubernamentales para proporcionar apoyo financiero esencial, abordando las necesidades de infraestructuras y los déficits operativos.
En tercer lugar, invertir en infraestructuras sostenibles y avanzar en tecnología sanitaria es vital para mejorar los servicios de salud y salud virtual. Las recomendaciones incluyen desarrollar infraestructuras resilientes para apoyar la tecnología VH, avanzar en sistemas sanitarios integrados, empoderar al personal de atención remota con las herramientas y formación necesarias, construir bases digitales sólidas mediante el desarrollo iterativo e implementar medidas estrictas de privacidad y seguridad para proteger los datos de los pacientes.
Por último, mejorar la alfabetización digital entre los profesionales sanitarios y los pacientes es crucial para la implementación fluida de los VH. La formación continua y la implicación de los profesionales sanitarios fomentan la confianza y la competencia en el uso de nuevas tecnologías, mientras que educar a los pacientes sobre las tecnologías de atención virtual mejora la aceptación y el compromiso.
En general, la implementación exitosa de la VH en regiones regionales y remotas requiere un enfoque holístico que tenga en cuenta la colaboración entre las partes interesadas, un enfoque centrado en el paciente, la equidad digital, la aplicación de tecnología inteligente y la mejora de la alfabetización digital. Estas recomendaciones proporcionan un marco integral para desarrollar y mantener los VH en entornos sanitarios regionales y remotos.
Limitaciones y dirección futura de investigación
Esta revisión encontró varias limitaciones. En primer lugar, el periodo restringido de búsqueda, que concluyó en marzo de 2023, limitó la captación de desarrollos más recientes y de conocimientos emergentes. Sin embargo, el enfoque único en el contexto remoto y rural ofrece una relevancia atemporal para la comprensión básica de la implementación de la VH regional y remota a nivel global durante la pandemia de COVID-19. Este estudio proporciona una base valiosa para futuras investigaciones comparativas sobre la implementación de VH en entornos rurales y urbanos. En segundo lugar, la ausencia de estudios que reporten resultados negativos restringe nuestra comprensión de los posibles riesgos e inconvenientes asociados al desarrollo de VHs para comunidades remotas y regionales. Esta falta de informes equilibrados puede llevar a una visión demasiado optimista de la implementación de VH. Además, como revisión rápida, este estudio se enfrentó a limitaciones típicas, como un plazo limitado y la dependencia de fuentes en inglés, lo que podría excluir estudios relevantes y resultar en una búsqueda bibliográfica menos exhaustiva. Aunque eficiente, la metodología de revisión rápida ofrece menos profundidad en comparación con las revisiones sistemáticas, lo que puede limitar la solidez de las conclusiones. Finalmente, esta revisión no enfatizó suficientemente las implicaciones ambientales más amplias de los VH, en particular su potencial demostrado para reducir las emisiones de carbono mediante la disminución de los desplazamientos de los pacientes y el consumo de recursos. Esta omisión limita la discusión sobre su potencial como herramienta para la sostenibilidad ambiental. Por último, a pesar de los esfuerzos de los autores por evitar el uso de términos específicos de región en la búsqueda de literatura gris, es importante señalar que el uso del motor de búsqueda Google en este estudio pudo haber contribuido a un sesgo geográfico, lo que llevó a un énfasis en fuentes de literatura gris centradas en Australia.
La investigación futura debería centrarse en evaluar tanto los resultados positivos como negativos de las VH en comparación con la atención hospitalaria, utilizando metodologías sólidas, como ensayos controlados aleatorizados o estudios de cohorte emparejados. Dicha investigación proporcionaría una evaluación integral de los resultados clínicos y del sistema sanitario de los VH, facilitando comparaciones directas con la atención hospitalaria tradicional. Además, existe una necesidad urgente de investigación cualitativa que incluya entrevistas con los principales actores implicados en proyectos exitosos de VH. Analizar estas entrevistas proporcionaría valiosas perspectivas sobre los desafíos, éxitos y lecciones aprendidas de proyectos específicos, permitiendo el desarrollo de recomendaciones bien fundamentadas para futuras iniciativas de salud y salud virtual. Además, la investigación debería investigar cómo la implementación de servicios de VH en zonas rurales y remotas podría contribuir a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de los desplazamientos y el consumo de recursos relacionados con la atención sanitaria.
Conclusiones
La investigación sobre VHs evoluciona continuamente debido a los avances en regulaciones, avances digitales, herramientas de comunicación y capacidades de monitorización remota. Al reunir información de diferentes disciplinas, incluyendo la atención sanitaria, la tecnología y las políticas, esta revisión rápida basada en la evidencia ayuda a planificar eficazmente el despliegue de VH para que los beneficios puedan ser realizados por comunidades regionales y remotas.
Esta revisión sugiere que los VH ofrecen una solución prometedora para salvar las brechas sanitarias en comunidades regionales y remotas, mejorando la eficacia clínica, mejorando los resultados del sistema sanitario y aumentando la satisfacción de pacientes y proveedores. Esta revisión también respalda la contribución positiva de los VH en el acceso equitativo a la atención sanitaria y aborda la brecha de evidencia existente en el contexto de la atención sanitaria regional y rural.
En resumen, esta revisión rápida destaca las barreras, los facilitadores de mitigación y las recomendaciones que pueden servir como pilares estratégicos clave para desarrollar los VH, de modo que los resultados clínicos, el rendimiento del sistema sanitario y la satisfacción entre pacientes y proveedores sanitarios se mejoren en comunidades regionales y remotas