Como aplastar la curva epidémica

This editorial was published on April 1, 2020, at NEJM.org. Harvey V. Fineberg, M.D. Comentarios Carlos Alberto Díaz Profesor Titular Universidad Isalud.

El objetivo de este artículo es analizar este trabajo editorial, que tiene algunos aspectos llamativos, que al leerlo me pareció un mensaje motivacional.

Comienza señalando que están en guerra con el coronavirus, y que es una guerra que deben luchas para ganar, para sacar del foco al presidente por las consideraciones que realizó en todas las intervenciones de las semanas anteriores, entonces ante las “bajas” que se avecinan, en un país acostumbrado a pelear guerras, siempre fuera de sus fronteras, dijo, que no iba a llegar y ahora, como en toda epidemia tiene al enemigo interno, dentro, haciendo estragos en el principal estado Cosmopolita de la Unión.

No es una guerra, es un grave problema de salud, por una zoonosis que se convirtió en una epidemia en su tercer intento en los últimos veinte años, Que además tardó la autoridad de referencia en la salud mundial de decretar como pandemia, además porque creímos en el “cuento chino”, porque se creyó ilusoriamente en que los Chinos lo habían logrado contener solo con 2% de muertes, al final y después de todo, se dijo esto «no matará más gente que la influenza», es una simple gripe» por la cual nadie entra en pánico, que mató el año pasado 81.000 norteamericanos.

Creer que los no contabilizados por los chinos, son probablemente para el régimen parte del inventario descartable, de las personas que sin poder de decisión, que se les dice si debe permanecer en el campo, cultivando arroz o criando animales, o si pueden vivir en la ciudad, cuantos hijos pueden tener, y luego aunque estén en el exilio, quien los educará, si pertenecerán a la clase media o a la dirigente, y si dicen algo que no es conveniente, o previenen sobre algunas de las posibilidad que esta infección se ponga fuera de control, entonces desaparecerán de la faz de la tierra.

Ahora que se observa otra realidad en Italia y España, como  EE. UU, no son aplicables los modelos multivariados de Wuhan, porque están basados en series falsas, el virus se reproduce generando mayor contagiosidad y muertes, vemos que lo conocido era un relato, que muchos de los conceptos que tenemos son inciertos, y la transmisión que una cuestión natural del virus, depende fundamentalmente de las oportunidades de juntar huéspedes sin anticuerpos específicos, para que las partículas virales, vayan de un organismo a otro desencadenado desde sindrome seudogripales hasta neumonías difusas bilaterales con fallas multiorgánicas, con mayor mortalidad dependiendo de la edad, de algunas enfermedades asociadas, con algunos elementos de reactantes inflamatorios, que revelarán la magnitud de la activación, que es probable que dependa del inoculo. Otras variables son las medidas de alejamiento social, de identificación de casos asintomáticos, contención de la transmisión familiar, y evitar la exposición de los ancianos que viven con los jóvenes que van a trabajar, de las respuestas adecuadas del sistema de salud, de la disponibilidad de recursos de diagnóstico, de la limitación en la circulación de personas, de cesar con la importación de casos, con las mejoras de los hábitos higiénicos, con la suspensión de los eventos públicos y algunas costumbres sociales y la disposición de medidas de barrera.  

Continua luego haciendo referencia: La economía está en el estanque, hundiéndose y en cualquier lugar de miles a más de un millón de vidas estadounidenses están en peligro. Haciendo un cálculo de las bajas de los soldados, que serán los pacientes y quienes los atienden. Haciendo ostentaciones y despliegues de buques hospitales, de hospitales armados desde la nada.

La mayoría de los análisis de opciones y compensaciones suponen que tanto la pandemia como el retroceso económico deben producirse durante un período de muchos meses para la pandemia y aún más para la recuperación económica. Sin embargo, como dirían los economistas, hay una opción dominante, que simultáneamente limita las muertes y vuelve a poner la economía en forma sostenible. Asumir las muertes pero preservar la fortaleza de la Nación para mantener la hegemonía.

Esa elección comienza con una campaña contundente y enfocada para erradicar Covid-19 en los Estados Unidos.

El objetivo no es aplanar la curva; el objetivo es aplastar la curva. China hizo esto en Wuhan. No se entiende bien que entiende el editorialista con aplastar la curva.

Pueden hacerlo en todo el país en 10 semanas. Y con suficiente inteligencia sobre el enemigo —donde el virus acecha, qué tan rápido se está moviendo, dónde es más amenazante y cuáles son sus vulnerabilidades— podemos comenzar a revitalizar la economía sin poner en riesgo vidas adicionales. Nuevamente apelando a la militarización de la enfermedad y al triunfalismo, que debería celebrarse antes del 4 de junio el día D, que EEUU venció el Coronavirus.

Plantea que hay que hacer seis acciones: un comando unificado, hacer millones de pruebas diagnósticas, suministrar a los trabajadores los elementos de protección personal, diferenciar a la población en cinco grupos, inspirar y movilizar al público para que se cuide, y finalmente aprender investigando a tiempo real, o sea con la lectura de todos los integrantes de los equipos y compartir, la información y la transparencia son fundamentales. 

Cinco grupos de población: saber quién está infectado, quien se presume infectado, que no se sabe que ha sido expuesto o infectado; y quinto, que se ha recuperado de la infección y es adecuadamente inmune.

Si dan estos seis pasos para movilizar y organizar la nación, podemos derrotar a Covid-19 a principios de junio.

1. Establecer un comando unificado. El Presidente debe sorprender a sus críticos y nombrar a un comandante que informe directamente al Presidente. Esta persona debe tener la plena confianza del Presidente y debe ganarse la confianza del pueblo estadounidense. Esto no es un coordinador entre agencias. Este comandante lleva todo el poder y la autoridad del presidente estadounidense para movilizar todos los activos civiles y militares necesarios para ganar la guerra. Pida a cada gobernador que nombre un comandante estatal individual con una autoridad estatal similar. La diversidad de nuestra nación y las diversas etapas de la epidemia en diferentes regiones nos permiten orientar las respuestas a lugares y tiempos específicos, desplegar y redistribuir suministros nacionales limitados donde puedan hacer el mayor bien, y aprender de la experiencia a medida que avanzamos.

2. Haga que millones de pruebas diagnósticas estén disponibles. No todo el mundo necesita ser probado, pero todos con síntomas lo hacen. La nación necesita prepararse para realizar millones de pruebas diagnósticas en las próximas 2 semanas. Esto fue clave para el éxito en Corea del Sur. Cada decisión sobre el manejo de casos depende de una evaluación médica sólida y de los resultados de las pruebas diagnósticas. Sin pruebas diagnósticas, no podemos rastrear el alcance del brote. Utilizar formas creativas de movilizar los laboratorios de investigación de la nación para ayudar con el cribado de la población; personas que dan positivo para una evaluación adicional. Organice sitios de pruebas clínicas dedicados en cada comunidad que estén físicamente separados de otros centros de atención, como los centros de pruebas de drive-through que han comenzado a surgir.

3. Suministrar a los trabajadores de la salud un EPP y equipar a los hospitales para atender un aumento de pacientes gravemente enfermos. Los suministros amplios de EPI (equipo de protección personal) deben ser un problema estándar para todos los trabajadores de la salud de los Estados Unidos que están en primera línea cuidando a los pacientes y probando la infección. No enviaríamos soldados a la batalla sin chalecos balísticos; los trabajadores de la salud en la primera línea de esta guerra no merecen menos. Los centros de distribución regionales deben desplegar rápidamente los ventiladores y otros equipos necesarios desde la reserva nacional a hospitales con mayor necesidad. A pesar de los mejores esfuerzos de todos, en las zonas más afectadas, los estándares de atención de crisis tendrán que aplicarse para tomar decisiones éticamente sólidas e inevitables sobre el uso de los equipos y suministros disponibles.

4. Diferenciar a la población en cinco grupos y tratar en consecuencia. Primero necesitamos saber quién está infectado; en segundo lugar, quién se presume que está infectado (es decir, personas con signos y síntomas consistentes con la infección que inicialmente destaquen negativo); terceros, que ha sido expuesto; en cuarto lugar, que no se sabe que ha sido expuesto o infectado; y quinto, que se ha recuperado de la infección y es adecuadamente inmune. Debemos actuar sobre la base de síntomas, exámenes, pruebas (actualmente, ensayos de reacción en cadena de polimerasa para detectar ARN viral) y exposiciones para identificar a aquellos que pertenecen a cada uno de los cuatro primeros grupos. Hospitalizar a las personas con enfermedad grave o con alto riesgo. Establecer enfermerías utilizando centros de convenciones vacíos, por ejemplo, para atender a las personas con enfermedad leve o moderada y con bajo riesgo; una enfermería de aislamiento para todos los pacientes disminuirá la transmisión a los miembros de la familia. Convierta hoteles ahora vacíos en centros de cuarentena para albergar a aquellos que han estado expuestos,

En este esfuerzo total, todo el mundo tiene un papel que desempeñar y prácticamente todo el mundo está dispuesto.

Hemos comenzado a desatar el ingenio estadounidense en la creación de nuevos tratamientos y una vacuna, proporcionando una mayor variedad y número de pruebas diagnósticas, y utilizando el poder de la tecnología de la información, las redes sociales, la inteligencia artificial y la computación de alta velocidad para diseñar soluciones novedosas. Estos esfuerzos deberían intensificarse. Este párrafo es antológico traducido literalmente, señores admiremos esta gran Nación, que protege al resto del Mundo, de este ataque del eje Chino, Ruso, Cuba y Venezuela.

“Es un escenario que le resulta absolutamente desconocido y lo desconocido da pánico. Si uno busca un antecedente en la historia hay que remontarse al siglo XIV en Europa y que también se inició en China, la peste bubónica”.

“La muerte negra asoló la India, Medio Oriente, China, Mongolia y Europa. En Europa mató a la mitad de la población. Acá está la diferencia, esta es una pandemia que llega con una velocidad increíble a todos los rincones del planeta pero no tiene la letalidad que tuvo aquella muerte negra”.

“El régimen chino tuvo como primer reflejo el tinte autoritario, censurarlo. Lo mismo hizo Irán. En eso las democracias tienen una ventaja, nos enteramos en el acto”.

“La desventaja frente al autoritarismo chino es que ese régimen tiene un músculo para actuar que no lo tienen las democracias”.

“China tiene una velocidad increíble que solo puede hacer un régimen autoritario. Cientos de millones de personas quedaron en cuarentena a una velocidad increíble. Lo que demoró Italia es pavoroso”.

Uno vio dos Donald Trump. Uno primero que hace semanas minimizó el tema. El de anoche tenía un tono casi dramático, que asustó mucho pero es el que se necesita para tomar conciencia”.

Todo el mundo puede ayudar a reducir el riesgo de exposición y apoyar a sus amigos y vecinos en este momento crítico. Después de que todos los trabajadores de la salud tienen las máscaras que necesitan, el Servicio Postal de los Estados Unidos y las empresas privadas dispuestas pueden unirse para entregar máscaras quirúrgicas y desinfectante de manos a todos los hogares estadounidenses. Si todas las personas usan una máscara quirúrgica fuera de la casa, aquellos que son presintomáticos e infectados serán menos propensos a propagar la infección a otras personas. Y si todo el mundo lleva una máscara, no hay estigma.

6. Aprender mientras hace a través de la investigación fundamental en tiempo real. La atención clínica mejoraría enormemente mediante un tratamiento antiviral eficaz, y se deberían investigar todas las vías plausibles. Lo hicimos con el VIH; ahora, tenemos que hacerlo más rápido con SARS-CoV-2. Los médicos necesitan mejores predictores de qué condición del paciente es propensa a deteriorarse rápidamente o quién puede morir. Las decisiones de dar forma a la respuesta de salud pública y reiniciar la economía deben guiarse por la ciencia. Si aprendemos cuántas personas han sido infectadas y si ahora son inmunes, podemos determinar que es seguro para ellos volver a sus trabajos y reanudar actividades más normales. ¿Es seguro que otros vuelvan al trabajo? Esto depende del nivel de infección aún en curso, de la naturaleza de las posibles exposiciones en el lugar de trabajo y de la detección fiable y rápida de nuevos casos. ¿Pueden las escuelas reabrir de forma segura? Eso depende de lo que aprendamos acerca de los niños como transmisores del virus a sus maestros, padres.

¿Qué tan peligrosos son los espacios y superficies contaminados?

Eso depende de la supervivencia del virus en diferentes condiciones ambientales y de diversos materiales.

Si adoptamos este enfoque concertado y decidido y nos guiamos por la ciencia, podemos comenzar a revivir negocios de todo tipo, incluyendo aerolíneas, hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento. Al poner dinero en efectivo en los bolsillos de las personas en los próximos dos meses, proteger a las pequeñas empresas y liberar restricciones de crédito, el Presidente, el Congreso y la Reserva Federal habrán posicionado la economía para que vuelva a rugir, una vez que el virus esté fuera de la Imagen.

Si hacemos esto, podemos aliviar a los estadounidenses de duelo y pérdida evitables, desempeñar nuestro papel en la lucha global contra Covid-19, y estar en una posición más fuerte para ayudar a otros países. Si persistimos con medidas a medias contra el coronavirus, corremos el riesgo de entristeciendo a la economía con una carga a largo plazo y evitable de consumidores ansiosos, enfermedades, costos médicos más altos y actividad comercial constreñida.

Si bien nos esforzamos por superar la epidemia inmediata, debemos tomar medidas para estar mejor equipados para hacer frente al coronavirus a lo largo del tiempo y con otras amenazas emergentes en el siglo XXI. Una vacuna segura y eficaz ayudará a proteger a todos y servirá como baluarte contra la reintroducción del virus de otras partes del mundo. La revitalización de la infraestructura de salud pública fortalecerá las capacidades nacionales, estatales y locales para responder a futuras amenazas. La elaboración de modelos predictivos precisos para infecciones emergentes mejorará enormemente la preparación.

En lugar de tropezar con una serie de comienzos y paradas y medias medidas tanto en la salud como en los frentes económicos, deberíamos forjar una estrategia para derrotar al coronavirus y abrir el camino a la reactivación económica.

«Si actuamos inmediatamente, podemos hacer el aniversario del Día D el 6 de junio de 2020, el día en que Estados Unidos declare la victoria sobre el coronavirus». Formularios de divulgación de fondos y divulgaciones. se abre en una nueva pestaña proporcionada por el autor están disponibles con el texto completo de este editorial en NEJM.org. Las opiniones expresadas son las del autor y no representan necesariamente las opiniones de ninguna organización con la que esté afiliado

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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