Estudio Realizado por Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.
Resumen:



Objetivos sanitarios del rastreo:
El rastreo de contactos es el proceso de detectar, evaluar y decidir qué hacer con las personas que se han expuesto a la enfermedad a fin de evitar que la transmisión continúe. Cuando esta medida se aplica sistemáticamente, interrumpe la cadena de transmisión de una enfermedad infecciosa y, por lo tanto, representa un instrumento esencial de salud pública para controlar los brotes epidémicos infecciosos. El rastreo de contactos en relación con la COVID-19 implica localizar a las personas que puedan haberse expuesto a la enfermedad y seguirlas diariamente durante 14 días a partir del último momento de exposición. El rastreo de contactos es una respuesta central de salud pública a los brotes de enfermedades infecciosas, especialmente en las primeras etapas de un brote cuando los tratamientos específicos son limitados. Es un dispositivo indispensable en esta pandemia, y se puede hacer mediante intervenciones de campo, mediante la utilización de las tecnologías digitales, hasta el seguimiento de la emisión de hondas en las cuadrículas georreferenciadas o bien con formas mixtas de acción. [i]
El rastreo de contactos es la principal respuesta de salud pública a las aparición de enfermedades infecciosas raras o emergentes, y se implementó en el Reino Unido durante la «etapa de contención» de la pandemia de gripe de 2009.
En los últimos años, el rastreo de contactos también fue una herramienta valiosa tras la importación de la enfermedad por el virus del Ebola en el Reino Unido en 2014y los casos de viruela en el Reino Unido en 2018.
En general, el rastreo de contactos es una estrategia altamente eficaz y sólida que proporciona recursos suficientes. Las principales ventajas son: que puede identificar individuos potencialmente infectados antes de que surjan síntomas graves, y si se lleva a cabo con la suficiente rapidez puede prevenir la transmisión posterior desde los casos secundarios. El rastreo de contactos ha demostrado ser enormemente exitoso en el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, donde la definición de un contacto es relativamente sencilla, donde la infección es a menudo asintomática y donde las escalas de tiempo de transmisión son lentas. Por el contrario, el uso del rastreo de contactos para nuevos patógenos invasores ha recibido una consideración menos cuantitativa, en parte debido a las mayores incertidumbres sobre la estructura de contacto social
[i] Rastreo de contactos OMS. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/332083/WHO-2019-nCoV-Contact_Tracing-2020.1-spa.pdf
Historia:
El 3 de agosto de 1900, una mujer que vendía pescado junto al río Clyde en Glasgow, Escocia, empezó a vomitar sin parar. En cuestión de días, ella y la nieta con la que vivía habían muerto. Las autoridades sanitarias enseguida confirmaron sus peores temores: La «Sra. B» había contraído la peste bubónica, el primer brote en siglos en el Reino Unido.
Las autoridades actuaron rápido. Detectaron a todas las personas que habían tenido contacto con las fallecidas. Localizaron a un niño pequeño al que probablemente contagió una niñera que asistió al velatorio de la abuela. Rastrearon la enfermedad de un trabajador de fábrica hasta sus compañeros, que habían visitado a la familia de las víctimas. Los trabajadores sanitarios aislaron a unas cien personas, desinfectaron sábanas y fumigaron apartamentos. Para cuando contuvieron el brote, habían muerto 35 personas, pero podría haber sido mucho peor.
Gracias a la medicina moderna, hoy en día pueden practicarse cirugías con robots y láseres. Pero nuestra mejor oportunidad de rastrear el avance de la transmisión de enfermedades como el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 es el mismo proceso laborioso usado durante la época de la reina Victoria.
La práctica, denominada rastreo de contactos, tiene el fin de identificar quiénes podrían ser los siguientes afectados por el virus. Se trata de una labor indispensable para romper la cadena de transmisión de un patógeno y ayudar a la sociedad a volver a la normalidad, según la mayoría de las organizaciones sanitarias, entre ellos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses. Sin embargo, en Estados Unidos, las idiosincrasias y la escala de esta pandemia (y la intensa polarización de este momento particular de la historia del país) prometen convertir el rastreo de contactos en la investigación sanitaria más compleja y difícil de la historia.
Desarrollo
Rastreo de contactos y evaluación (es decir, comunicarse con las personas de contacto y evaluar el riesgo)
Gestión de contacto y seguimiento (es decir, informar, aconsejar, seguimiento, esto incluye la prueba si está indicado).
Exposición de alto riesgo (contactos cercanos) Contacto estrecho. [i]
- Una persona que vive en el mismo hogar que un caso COVID-19.
- Una persona que ha tenido contacto físico directo con un caso COVID-19 (por ejemplo, darse la mano).
- Una persona que tiene contacto directo sin protección con secreciones de un caso COVID-19 (p. ej., toser, tocar los pañuelos de papel usados con una mano desnuda).
- Una persona que ha tenido contacto cara a cara con un caso de COVID-19 dentro de los 2 metros y durante más de15 minutos.
- Una persona que estuvo en un entorno cerrado (por ejemplo, aula, sala de reuniones, sala de espera del hospital, etc.) con un caso COVID-19 durante 15 minutos o más y a una distancia de menos de 2 metros.
- Un trabajador de atención médica (HCW) u otra persona que brinda atención directa para un caso de COVID -19 o de laboratorio que manejan muestras de un caso COVID-19 sin el equipo de protección (EPP) recomendado o con una posible violación del EPP.
- Un contacto en una aeronave sentado dentro de dos asientos (en cualquier dirección) del caso COVID-19, compañeros de viaje o personas que brindan atención, y miembros de la tripulación que sirven en la sección de la aeronave donde estaba sentado el caso índice (si la gravedad de los síntomas o el movimiento del caso indican una exposición más extensa, los pasajeros sentados en toda la sección o todos los pasajeros de la aeronave pueden considerarse contactos cercanos).[ii]
- Un reciente estudio de modelado confirmó que sigue siendo prudente considerar un período de incubación de al menos 14 días.
- Se cree que un caso es más infeccioso cuando los síntomas están presentes, pero posiblemente ya podría ser infeccioso 48 antes del inicio de los síntomas.
- Se cree que la transmisión se realiza principalmente a través de gotitas respiratorias al hablar, toser, estornudar, cantar, exhalar luego de un ejercicio que genere fatiga. En la actualidad, todavía no está claro si es posible la transmisión por vía aérea o fecal.[iii]
- Se sugieren medidas adicionales para los trabajadores de la salud, basadas en la evidencia existente de transmisión frecuente asociada a la atención médica (o «nosocomial»). En una serie de 138 casos del Hospital Zhongnan en Wuhan, se sospechó transmisión asociada al hospital para 40 (29%) trabajadores de la salud y 17 (12,3%) pacientes hospitalizados.
[i] European Centre for Disease Prevention and Control Contact tracing: Public health management of persons,including healthcare workers, having had contact with COVID-19 cases in the European Union
[ii] European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Risk assessment guidelines for infectious diseases transmitted on aircraft (RAGIDA) Middle East Respiratory Syndrome Coronavirus (MERS-CoV) 2020 [updated January 2020]. Available from: https://www.ecdc.europa.eu/sites/default/files/documents/infectious-diseases-transmitted-on-aircrafts-ragida-risk-assessment-guidelines.pdf.
[iii] Cowling BJ, Ip DKM, Fang VJ, Suntarattiwong P, Olsen SJ, Levy J, et al. Aerosol transmission is an important mode of influenza A virus spread. Nature communications. 2013;4:1935.
Gestión del rastreo:
Utilizando primero información detallada de la encuesta telefónica realizada por personas entrenadas, supervisadas por médicos y el servicio de infectología, empleando todos los recursos tecnológicos a su alcance, y lo más rápido posible, para poder establecer el grupo que está en riesgo, sobre encuentros sociales acoplados a modelos predictivos, investigamos la eficacia probable de la definición actual de un contacto cercano (dentro de 2 metros durante 15 minutos o más) y la distribución de casos secundarios que pueden pasar desaprobados.
El departamento de salud pregunta a cada persona con la COVID-19 sobre la gente con la que ha tenido contacto cercano recientemente. Los funcionarios del departamento de salud luego alertarán rápidamente (en general, dentro de 24 horas) a las personas que son contactos y que quizás se hayan expuesto a la COVID-19. Los funcionarios no mencionan el nombre de la persona que puede haberlos contagiado. Esto hace que el proceso de rastreo de contactos sea anónimo y confidencial.
Lo antes que los funcionarios en el área de la salud puedan advertir a los contactos cercanos, más bajo será el riesgo de que el virus de la COVID-19 se siga trasmitiendo. Pero no todos los departamentos de salud tienen suficiente personal para realizar rastreo de contactos. Algunas áreas están investigando y experimentando con aplicaciones que puedan usarse para rastreo de contactos. También están investigando cómo pueden mantener y proteger la privacidad de los individuos que usan estas aplicaciones. Se espera que estas aplicaciones hagan que sea más rápido y fácil encontrar y notificar a las personas que han estado expuestas al virus de la COVID-19.
El departamento de salud evalúa los contactos cercanos y les pregunta sobre sus síntomas. Los miembros del personal del departamento de salud solicitan que se haga pruebas a los contactos cercanos para detectar la presencia del virus que causa la COVID-19. Generalmente les dan varias instrucciones a los contactos cercanos. Estas medidas pueden ayudar a los contactos cercanos a reducir el riesgo de trasmitir el virus que causa la COVID-19 a otros sin saberlo.
Para los contactos cercanos que no tienen síntomas, y a quienes no se le realizará la prueba de detección, o si el resultado de su prueba es negativo para el virus que causa la COVID-19, los médicos y el departamento de salud:
- Les pedirán que hagan cuarentena en casa por los 14 días siguientes a la exposición, igualmente.
- Les pedirán que mantengan un distanciamiento social de otros.
- les pueden pedir que se aíslen cuanto sea posible de la familia y de las mascotas y que usen un dormitorio y un baño separados.
- van a vigilar su salud y estar alerta a cualquier síntoma de la COVID-19.
- Les tomarán la temperatura dos veces por día.
- informarán en seguida a su médico y departamento de salud si presentan cualquier síntoma.
- enviarán informes diarios de salud a su médico y departamento de salud.
Para los contactos cercanos que tienen síntomas y a quienes no se puede hacer la prueba de detección, el resultado de su prueba es positivo para el virus que causa COVID-19, o presentan síntomas, los médicos y el departamento de salud van a:
- pedirles que hagan cuarentena y se recuperen en casa si su enfermedad es leve. Probablemente se les va a pedir a las personas que presentan síntomas que se aíslen de la familia y de las mascotas y que usen un dormitorio y un baño separados.
- Deberán buscar atención médica si tienen cualquier signo de alerta de una emergencia, como dificultad para respirar o dolor persistente en el pecho.
- Les darán instrucciones específicas para vigilar sus síntomas y evitar la trasmisión del virus que causa la COVID-19 a otros.
La detección de un nuevo coronavirus (COVID-19) procedente inicialmente de otros lugares, en las localidades de baja circulación, especialmente por las personas que viajan, o entrar a los barrios populares, pone de relieve la necesidad de comprender el impacto del rastreo de contactos como medida de control.
Tomando estimaciones recientes para la transmisión COVID-19, mostramos que menos de 1 de cada 5 casos generará cualquier caso posterior sin trazar, aunque esto tiene una alta carga logística con un promedio de 36,1 individuos rastreados por caso.
La tecnología es una de las herramientas que puede utilizarse, y es lo que hicieron países como Corea del Sur, que usaron la información de los celulares, cámaras de seguridad y tarjetas de crédito, entre otras, para identificar a quiénes estuvieron cerca de un caso de coronavirus, advertirlos y lograr que se aíslen.
Pero mucho del trabajo es humano, equipos de rastreadores que entrevistan a las personas para saber qué hicieron y con quiénes entraron en contacto, para luego poder aislarlos, ya que es posible que la persona tenga el virus y lo contagie sin que tenga síntomas. La intensidad con la que esto se hace, sin embargo, depende de los recursos que se dediquen a poder hacer el seguimiento.
Es un técnica muy útil al inicio, dado que cuando hay pocos casos se puede hacer el rastreo de forma más fácil, pero los especialistas señalan que también es clave al momento de aumentar la movilidad de las personas, después de las cuarentenas, para que el virus no se vuelva a expandir.
Por lo tanto a medida que avance la epidemia, la cantidad de casos, esto será más complejo y difícil de realizar, por la velocidad de propagación, pero servirá y mucho para empresas, ámbitos de trabajo en las industrias, en las áreas de salud, en los servicios asistenciales, en los hogares para ancianos y en un barrio popular.
Los estudios de modelización se han centrado a menudo en cuantificar la importancia de la infecciosidad presintomática y previa al seguimiento, pero generalmente se basan en distribuciones estadísticas de las redes de contacto.
Aquí aprovechamos los datos detallados de las redes sociales del Reino Unido para modelar tanto la transmisión como el acto de rastreo, e identificamos las implicaciones del rastreo de contactos tempranos para la contención de un patógeno novedoso, utilizando parámetros para el nuevo coronavirus (COVID-19).
El trabajo más grande publicado de rastreos de 5806 casos y más de 50.000 personas encuestadas.
A partir de nuestra encuesta de encuentro social, consideramos que todos los contactos reportados de 15 minutos o más cumplen con la definición de contacto cercano. A partir de nuestros datos de encuentro social, también podemos distinguir las interacciones con personas que podrían ser identificadas y rastreadas más tarde, de aquellas con extraños no identificables (figura esquemática 1); aunque observamos que los medios electrónicos de rastreo deben ser capaces de rastrear a estos individuos.
Suponemos que todo contacto de más de 1 hora o contactos repetidos puede ser identificado y rastreado, mientras que los encuentros de duración más corta con personas reunidas por primera vez son extraños que no son identificables y por lo tanto no rastreables.

Resultados
Una de las características más notables de los contactos sociales humanos es la enorme variabilidad en el número y la fuerza de los contactos, que se refleja como variación tanto en el número de casos secundarios como en el número de individuos que coinciden con la definición de seguimiento de contactos
Utilizando estimaciones preliminares de la transmisión COVID-19 (período latente promedio 5 días, período infeccioso efectivo promedio 7 días, R0 a 3, y suponiendo una simple formulación SEIR9)calculamos la distribución de las características epidemiológicas, sociales y de rastreo de contactos en toda la población. La extrapolación de los datos de la encuesta de contacto social sugiere que el número medio de contactos durante un período de 14 días es de 217, aunque la distribución está significativamente sobres dispersada (con una mediana de 90 y alrededor del 3% de las personas que tienen >1000 contactos totales). Del total de estos encuentros, un promedio de 59 contactos (27%) cumplir con la definición de un contacto cercano (en contacto para >15 min, ) y de estos contactos cercanos predecimos un promedio de 36 (61%) personas que pueden ser identificadas por el caso infectado y, por lo tanto, pueden ser rastreadas. Esto es comparable a los primeros informes de Singapur y Taiwán, En los que se rastrearon 84 y 100 casos confirmados a 2593 y 2761 contactos, respectivamente (aproximadamente 31 y 27 contactos por caso).
Por lo tanto, simplemente teniendo en cuenta los contactos sociales, está claro que hay muchos contactos de corta duración que no cumplen con la definición de un contacto cercano, y aunque es poco probable que se infecte puede suponer un riesgo debido a su mayor abundancia. Como era de esperar, el ajuste de la definición de un contacto cercano puede reducir drásticamente el número de contactos que tendrían que rastrearse: identificar los contactos desde 7 días antes de la detección reduce el número medio de contactos a 128 (mediana 55).
Dado que el riesgo de infección aumenta con la duración del contacto, la distribución de los casos representa efectivamente una muestra sesgada de todos los contactos. Como era de esperar, dados los supuestos modelo, el número esperado de casos secundarios totales está de acuerdo con la0 (percentiles medios 3, 2 y 95).
Dado que los casos secundarios son más propensos a ser esos contactos de mayor duración, predecimos que el 95% de los casos coinciden con la definición de un contacto cercano.
Sin embargo, no todos estos contactos serán identificables; suponiendo que todos los contactos repetidos y el contacto de más de 1 hora pueden ser rastreados, predecimos que el 93% de todos los casos cumplen con la definición y pueden ser identificados. Sin embargo, debido a la heterogeneidad extrema en los contactos entre individuos y la naturaleza estocástica de la transmisión, todavía esperaríamos que aproximadamente el 15% de todos los casos primarios generen al menos un caso secundario que no se rastree y el 10% genere un caso secundario que ni siquiera pueda ser identificado. Del mismo modo, esperaríamos alrededor del 3% (10%/R0) de los casos detectados para no poder identificar a su individuo infectante. Ninguno de estos resultados debe considerarse como un fracaso del rastreo de contactos, simplemente un reflejo de las incertidumbres en el enfoque. Agregando en todos los individuos, y bajo la suposición optimista de que todo el rastreo de contactos se puede realizar rápidamente de tal manera que todos los contactos cercanos se rastrean antes de que se vuelvan infecciosos, esperamos un rastreo de contacto tan altamente eficaz para reducir la relación reproductiva básica R0 de 3 a 0,18, lo que permite contener el brote.
El seguimiento menos eficaz (trazar sólo una fracción aleatoria de contactos) conduciría a una escala lineal en la reducción de la R0 de tal manera que más del 71% de los contactos necesitan ser rastreados para reducir la R0 por debajo de 1 y controlar el brote. Esta eficacia tendría que aumentarse si los contactos no se rastrearan y aislaran antes de que fueran infecciosos (un problema exasperado por transmisión presinstomática), o podría reducirse si se rastrearan preferentemente los contactos de mayor riesgo/duración más larga.
Por lo tanto, el rastreo rápido y eficaz de los contactos puede ser muy eficaz en el control temprano de COVID-19, pero impone exigencias sustanciales a las autoridades locales de salud pública.
Cada nuevo caso requiere un promedio de 36 individuos que deben ser rastreados, con el 8,7% de los casos con más de 100 contactos trazables cercanos Por lo tanto, consideramos las implicaciones de cambiar la definición de un contacto estrecho. Es evidente que una definición más estricta de un contacto estrecho (que requiere más tiempo de contacto) reduce la carga de los servicios de salud, ya que es necesario rastrear menos contactos, pero también aumenta el riesgo de que se pierdan casos.
En la Argentina, el gobierno nacional recomienda identificar a los contactos estrechos de un caso de COVID-19. Los contactos estrechos son quienes pasaron más de 15 minutos a menos de 2 metros de la persona, o personas que los hayan cuidado sin las medidas de protección necesarias, entre otros. Señala que todos los que hayan estado en esa situación deben autoaislarse durante 14 días y se les debe hacer un seguimiento.
El test, sin embargo, se realiza sólo cuando se trata de un caso sospechoso, lo cual en el caso de quienes son contactos estrechos implica que además de haber estado en contacto con alguien que tiene COVID-19 presenten algún síntoma, como fiebre, tos o dolor de garganta, entre otros.
La Figura 3 proporciona una evaluación cuantitativa de los cambios en la definición de contacto cercano. Es poco probable que las definiciones que requieren más de 4 horas de contacto controlen un brote, ya que el número esperado de segundos casos no aextraídos es mayor que uno. Por lo tanto, esto coloca un límite superior estricto en el nivel de seguimiento de contacto requerido. El beneficio añadido de definiciones de menos de 1 hora tiene relativamente poco impacto en el número medio de casos no extraídos(figura 3B),pero reduce la probabilidad de que se produzcan algunos contactos no atado.

A lo largo de la gestión epidemiológica, de seguimiento de contactos se ha utilizado un valor de R0 que representa un promedio a nivel de población una vez que se ha establecido la infección local. Sin embargo, la primera transmisión a cualquier nueva población o entorno social generalmente tiene un número mayor de lo esperado de casos secundarios. El primer diseminador entra en una población completamente susceptible; además, todos sus contactos cercanos (por ejemplo, los miembros de la familia) son susceptibles. Por el contrario, debido a la agrupación de contactos, la mayoría de los casos secundarios estarán en un entorno con un número agotado de susceptibles, ya que los contactos cercanos, como los miembros de la familia, ya habrán estado expuestos al caso principal. Este agotamiento susceptible en la red social local puede ayudar a explicar el cambio en Rt con el tiempo reportado para COVID-19.
Por lo tanto, consideramos el impacto de los diferentes valores de la relación reproductiva inicial ( figura ), que podría capturar este aspecto social, o podría representar heterogeneidad entre individuos en la cantidad de virus derramados, o podría informar sobre las diferencias innatas en el comportamiento entre China y el Reino Unido. Dado el fuerte sesgo de la transmisión hacia los contactos de larga duración, el impacto de variar la relación reproductiva inicial es menos extremo de lo que cabría esperar; es sólo para los valores más altos de la relación reproductiva inicial simulada (>9.8) que el rastreo de contacto no encuentra más de un caso de tal manera que la infección puede escapar. También consideramos la sensibilidad a formulaciones alternativas y valores de parámetros para la dinámica epidemiológica, y llegamos a la conclusión de que el éxito del rastreo de contactos contra COVID-19 está impulsado predominantemente por la relación de reproducción inicial.

Rastreo y libertad, control de movimientos y contactos con tecnología
Existe algunos aspectos que sería importante resolver si se utiliza tecnología es la preservación de los datos personales, la confidencialidad, y el control sobre los individuos que en el futuro puede desarrollar los gobiernos, este impulso que queremos generar como sanitaristas, para evitar la propagación de la enfermedad, y hasta poder mandar alerta a los contactos que se hayan vinculado con nuestro telefono, 48 hs antes de que tuviéramos síntomas, esto sin dudas que tienen una potencia espectacular, que luego hay que confirmar y depurar, obviamente, pero que puede servir y cruzar los datos de la entrevista personal que hay que tener con el caso que le da la PCR positiva. las medidas de emergencia en tiempo que se justifican por el bien común quedan luego afectando la libertad de las personas ampliándose, seguridad y anonimato, contener a personas que tienen poco conocimiento y conciencia y no aceptar las medidas de tratamiento. Dilema ético entre seguridad sanitaria y libertad individual. Sesgo colectivista de los países asiáticos. Pero el Reino Unido y Alemania han apostado a esta estrategia. Planteado esto, debemos dotar de seguridad el rastreo de casos que es indispensable.
Conclusiones:
Los modelos matemáticos tienen un papel importante que desempeñar en la preparación para nuevas enfermedades infecciosas, lo que permite a los responsables políticos planificar posibles escenarios de salud pública antes de que surjan. Sin embargo, en tales escenarios los datos confiables son a menudo limitados, por lo que las predicciones de dinámicas a largo plazo se asocian generalmente con IC amplias. Por el contrario, mientras que las predicciones a corto plazo están sujetas a una mayor estocástica, la distribución de posibles comportamientos se puede capturar fácilmente. Aquí hemos investigado el rastreo de contactos de un patógeno de contacto cercano, utilizando el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) como ejemplo, y hemos considerado la eficacia del rastreo de contacto como una medida de control. Este trabajo reúne un estudio detallado de los encuentros sociales junto con el modelado matemático a medida de los procesos de transmisión y rastreo. Dadas las heterogeneidades sustanciales presentes en los encuentros sociales (tanto en términos de duración como de número), los modelos matemáticos son vitales para interpretar la interacción entre un número bajo de encuentros de alto riesgo (por ejemplo, miembros del hogar) y el alto número de encuentros menos identificables de bajo riesgo (por ejemplo, viajeros o clientes minoristas).
A lo largo de este trabajo hemos utilizado una definición simple de un contacto cercano como cualquier persona que esté dentro de los 3 m de una persona infectada durante 15 minutos o más, durante un período de 2 semanas, en relación con la estipulación en nuestro estudio anterior. Esto es probable que sea una ligera sobreestimación en comparación con la definición del Reino Unido que utiliza una regla de distancia de 2 m. Sin embargo, otros países y regiones tienen protocolos sutilmente diferentes con distancias críticas que van de 1,5 a 2 m y tiempos de 10 a 15 min. Es probable que nuestra asunción de rastrear todos los contactos en un período de 2 semanas sea pesimista, y la mayoría de los países ahora adoptan un intervalo desde 2 días antes de los síntomas hasta el aislamiento del paciente. Bajo nuestra definición predeterminada, es poco probable que haya muchos casos secundarios no identificados, aunque la carga de rastrear todos los contactos podría ser grande. Relajar la definición de un contacto (de tal manera que se necesiten duraciones de contacto más largas) disminuye esta carga, pero con mayor riesgo de casos no detectados. Sorprendentemente, se prevé que los cambios moderados en la relación reproductiva, dentro de los límites estimados a partir de los primeros datos, o los cambios en el curso del tiempo de infectividad tengan un impacto relativamente modesto en el éxito del rastreo de contactos, ilustrando la solidez de esta medida de control.
Nuestro modelo ha abordado la pregunta simple y optimista de si el rastreo de contactos rápido y completo es suficiente para identificar infecciones secundarias. La realidad de salud pública del rastreo de contactos es más compleja y depende del momento relativo de los eventos y de la gestión de los contactos identificados. Para que el rastreo de contactos sea una medida eficaz de salud pública requiere que la mayoría de los casos secundarios sean descubiertos y aislados antes de que se vuelvan infecciosos; por lo tanto, el tiempo desde el caso primario que se vuelve infeccioso hasta el rastreo de sus contactos debe ser más corto que el período de incubación. Las escalas de tiempo más largas permitirían que los casos terciarios se infectaran y aumentarían potencialmente la escala de rastreo requerida. Además, aquellos contactos que son rastreados o bien necesitan ser examinados eficazmente para detectar infecciones y en cuarentena o aislados de otro modo para que no representen un riesgo para los demás.
También hemos asumido que todas las infecciones de índice se identifican como casos e inician el proceso de rastreo de contactos, lo que conduce al rastreo de todos los contactos identificados. Esta es claramente una suposición extremadamente optimista: no todas las infecciones son sintomáticas, por lo que puede pasar desapercibidas, y no todos los que son sintomáticos buscarán ayuda médica; y no todos los contactos identificados pueden rastrearse con la suficiente rapidez para evitar una mayor propagación. Por lo tanto, mientras que el rastreo de contactos tiene el potencial de contener COVID-19 (y otros patógenos de contacto cercano) durante las primeras etapas de invasión, el éxito final se basa en la velocidad y eficacia con la que se pueden contener contactos sospechosos y la capacidad de rastreo de contactos.
El seguimiento de contactos también se puede utilizar más adelante en un brote para ayudar con otros métodos de control en la reducción del número de casos. 23 En este escenario, otros factores se vuelven importantes: es probable que el tipo y el número de contactos sean extremadamente diferentes para los países que están encerradas o que salen de ella; es probable que la proporción reproductiva efectiva sea mucho menor; y los contactos domésticos ya pueden autoaislarse haciendo que el rastreo sea irrelevante. Estas consideraciones significan que el rastreo de contactos debe ser menos eficaz para controlar la infección (con más facilidad para que la proporción reproductiva sea inferior a 1), pero es probable que tenga un impacto disminuido debido a la existencia de otras medidas.
