Dr. Carlos Alberto Díaz.
Expresar lo que se piensa en esta república, donde no sabes donde estarás mañana o si estarás, ni quién te convoca para trabajar en tu profesión, que mucho tiene de técnica pero también de política, que si no tenes poder o respaldo económico, es peligroso, te bajan en el primer cruce o que con las críticas comprometes a tu entorno si no te pueden acertar a vos, además cuando no se tiene la mascara para decir lo contrario hasta lo que se defendió ayer, enfáticamente, como si nada pasara, con un rictus ceremonioso de toda solemnidad. Te encontrarás limitado por la sinceridad, por las convicciones y las posiciones ideológicas, rigideces disfuncionales para la modernidad líquida del presente volátil e incierto, que evitarás contradecirte.
Se asiste a lo gaseosa que es la verdad, las efímeras que son las posiciones, el precio de saldo que tienen las convicciones, la defensa de las instituciones y los principios ideológicos, y tener a mano la doble vara, que es la métrica en la política actual, que si no sirven bueno parece cambiarlos.
Es estéril opinar, si no podes cambiar más que empeorar tu situación, o defender transformaciones que son irrealizables, pero cuando el silencio es complicidad, mejor hablar, sin ofender, y solo dando una opinión.
La irrelevancia de los valores y los principios duele.
La motivación por lo material pone en duda todas las iniciativas.
La sanidad de los silencios es propio de la pequeñez.
Tampoco hablar desde afuera quiere decir que desde ese lugar se dice algo original.
Cuando escucho a los periodistas de los canales que tienen audiencia y más opositores, con toda atención, me duele. Porque desde el lugar sin voz, que uno tiene, no podes hacer más que ver con que liviandad e intencionalidad lo que se opina.
Entonces la concentración tóxica crece porque los hechos, son falacias construidas por la elevación hacia la figura de la vicepresidente y los fanáticos que la siguen.
Se ataca con demasiada liviandad a un Ministro como Gines González García en momentos de una pandemia, que al otro día de haber tenido una hemorragia cerebral estaba trabajando por mejorar el acceso a la atención de todos los argentinos y lograr la cobertura universal de salud en los hechos y se aumentó la capacidad instalada en el 32%.
Pandemia que se difunde por todo los rincones, y hay pocos modelos exitosos que se puedan contabilizar, porque con lo que hicimos se evitaron muertes y muchas, porque la cantidad de casos es verdad que es superior a lo que todos habíamos planificado, pero los recuperados también y menor es la letalidad, (Aquí si que casi es como la de Alemania y la valentía de Angela Merckel) y el sistema de salud, en cuanto a sus camas estuvo a un 32% de estar en tensión, por todo lo que hicimos, cuando todos los inviernos, sin Covid, faltan camas.
Un periodista con rating, prestigio, editorialista, historiador como Carlos Pagni y con las necesarias vinculaciones con factores económicos y de poder, expresa poniendo en dudas la relación existente entre un laboratorio de tecnología innovadora para desarrollar biológicos que dispone su estructura de ochenta millones de dólares de inversión para la producción de la materia prima de la vacuna de Astra Zeneca y la producción para un continente, la firma de acuerdos de cooperación con la vacuna Can Sino, de China, para también elaborarla en argentina con otro Laboratorio, u otro acuerdo para estar en la primera linea con Pfizer, imitando soluciones que también han desarrollado otros países, u otras diplomacias, cuando lo destacable es que unos meses después que se libere la aplicación de las vacunas en argentina se tendrán tres o cuatro vacunas de diferentes proveedores para aplicar a los argentinos y gratuitamente, en un país que esta viviendo una crisis económica peor que la del 2001 y saldremos de esta situación con 50% de pobres y un 20% de desocupación y entre un 15%-20% de caída del producto bruto interno, cuando todavía tenemos posibilidades, pero hay que para de cavar el pozo donde nos estamos enterrando. Se invertirán cerca de 200 millones de dólares, en esta vacuna, cuando todo el presupuesto del Ministerio de Salud de la Nación está en el 2020 en 750 millones de dólares. A todas luces no es poco.
También me resulta estéril criticar al Dr. Adolfo Rubinstein, a quién respeto por su trayectoria, porque supuestamente compró vacunas de más, no lo se, lo que me resultaría más criticable apriorísticamente es que las vacunas no se hayan aplicado, que no hayan llegado a la gente y porque no supo, no consiguió, no gestionó o no quiso, que los gobiernos provinciales vacunaran a sus con-provincianos. Lo critico si por haber hecho perder cuatro años en un programa que solo fue un spot, la cobertura universal de salud. Por la cual no hizo nada productivo por lograrla. Si me molesta, que con sus conocimientos de evidencia científica, de medicina basada en evidencia y en valor, de seguridad de pacientes y evaluación de tecnologías sanitarias no haya hecho nada por la salud pública. Si, por eso. Por no haber gestionado. Por ser indolente. Por no haber terminado los hospitales del bicentenario, que no son de ninguna gestión sino de la gente. Por haber dejado que se degrade el Ministerio de salud en secretarias. Por no haber invertido más en tecnologías de salud. Por no haber cambiado el esquema de financiamiento de la seguridad social en Argentina. Por no haber mejorado la calidad de atención en el PAMI, pero si cerrado el déficit. Por haber eliminado el Programa exitoso para la ciudadanía, como el Remediar y el Sumar. Cuando no solo no haces, sino terminas con cosas que le sirven a los pobres y postergados, porque las hizo otro, allí si, que la descalificación esta al alcance de la mano, pero no soy quién para hacerlo, sino solo para señalarlo y allí, entre los hechos, y lo que no se pudo, debe terminar todo. Ocuparnos del futuro.
Se podría haber hecho algo más en el gobierno de coalición que integró con el PRO. No lo sé. Pero por lo menos hay que morir en el intento, y no disfrutando la titularidad de un cargo, por el cual no estas haciendo nada.
No perdamos el tiempo mirando hacia atrás, el pasado ya esta muy lejano, tenemos la oportunidad de iniciar grandes transformaciones y ponernos a caminar.
El lugar de los teorizadores son las Master Class, no la gestión, que vuelvan al terreno de ser consultores, que siempre la elegancia del lienzo, es factible a la realidad de lo inequitativo, la pobreza y el hambre.
Es tanto lo que hay que hacer, que pongamos los cerebros y los músculos mirando el futuro, que puede ser mucho mejor que el presente y el pasado reciente.
Estimado dr Diaz , soy la dra. Amelia franchi .del partido de gral san Martín .necesitaría comunicarme con ud por un echo acaecido en la clínica y es de mucha importancia ,por lo menos para la paciente internada y la necesidad de comunicación de su estado gral en el día de la fecha,tema denegado por la administrativa en tres oportunidades aprovecho la oportunidad para felicitarlo por la nota .saludos cordiales
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