2021: ¿el comienzo de una nueva era de inmunizaciones?

Si bien el mundo está firmemente centrado en la eficacia, los eventos adversos, la concesión de licencias y la implantación de vacunas COVID-19, la interrupción y las barreras a las inmunizaciones rutinarias durante la pandemia han atraído mucha menos atención. Debe atender la distribución más equitativa de las inmunizaciones.

«La distribución desigual de vacunas entre países ricos y pobres significará que el virus continuará propagándose y mutando»

La Semana Mundial de la Inmunización (del 24 al 30 de abril) presenta la oportunidad de reflexionar sobre el estado de los esfuerzos de inmunización contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación, cómo la pandemia COVID-19 ha afectado el progreso y qué lecciones pueden acelerar los esfuerzos para prevenir enfermedades a través de la inmunización.

La Agenda de Inmunización 2030 (IA2030) se pondrá en marcha oficialmente el 26 de abril. Esta agenda proporciona una nueva visión y estrategia mundial para las vacunas para la próxima década, siguiendo con el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas (2011-20). Antes del comienzo de la pandemia, los avances en la cobertura de vacunas ya se habían estancado entre 2010 y 2019. Por ejemplo, según datos de la OMS y el UNICEF, las tasas mundiales de inmunización con la primera dosis de vacuna que contiene sarampión se mantuvieron en el 84-85 por ciento. Sabemos que estas iniciativas ecuménicas, altruistas, que provienen de la elegante Geneve y Paris, lo se cumple, no es escuchada por los intereses de los países más desarrollados.

La carrera global por una vacuna contra el covid-19 ha sido, probablemente, una de las más decisivas y frenéticas de nuestro tiempo.

En menos de un año, farmacéuticas, gobiernos, aerolíneas, centros de investigación y empresas de todo el mundo se han unido en un esfuerzo en común para materializar una inyección que se ha vuelto la última esperanza para salir del oscuro túnel de muertes, contagios y confinamientos que ha sacudido el mundo de un extremo a otro.

Sin embargo, ahora que varias vacunas han comenzado a distribuirse y las autoridades sanitarias de numerosos países se esfuerzan en administrar el mayor número de dosis posible a su población, los expertos han comenzado a alertar que en esta nueva carrera los mayores beneficiados no serán, necesariamente, quienes terminen primero.

Y es que según un estudio que realizó la Universidad de Duke en Estados Unidos y que se volvió referencia en el tema en los últimos meses, la forma en la que se distribuyen actualmente las vacunas supone otro grave peligro de salud pública a nivel mundial.

La situación, de alguna forma, reproduce el actual sistema global: los países más ricos han comprado ya la mayor cantidad de vacunas que se producirá este año, mientras los más pobres no tendrán dosis para administrar incluso ni a sus poblaciones más vulnerables.

El Plan de Acción Mundial sobre Vacunas era importante para reunir a los asociados y amplió la cobertura de la vacuna para incluir vacunas más nuevas, como las de rotavirus y hepatitis B. Sin embargo, la conclusión de una evaluación de la OMS fue que no avanzó en la lucha contra la inequidad y sólo logró en parte influir en las acciones nacionales como un enfoque descendente.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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