Editorial: El sistema de salud Argentino se aleja de la equidad.

Es conocido y demostrado que los sistemas de salud no tienden a la equidad espontáneamente, sino existe la decisión política, el fundamento legal, la proclamación de derechos, los recursos, la organización de la oferta y los sistemas de información adecuados. Transcurrimos viviendo con y en este sistema cada vez más desigual, injusto e inequitativo. No lo deseamos. No nos sentimos cómodos, pero es un designio vinculado con el tipo de gobierno que nos toca y la rectoría que tenemos, con los dirigentes y la distribución del poder.

No nos engañemos midiendo indicadores de accesibilidad, porque estos son insuficientes si no podemos sostener y asegurar la calidad de las prestaciones luego del ingreso.

El sistema de salud público, en las personas que no tienen obra social y que sus ingresos no provienen de la economía formal, se debate con los determinantes sociales. El tremendo impacto que generan en cosas como el control del embarazo, del parto y de los recién nacidos, del desarrollo cerebral, de la ingesta de sustancias, de las enfermedades de transmisión sexual y la tuberculosis.

La sociedad y el sistema de salud nunca en la historia de la argentina estuvo tan inequitativo, decadente, sin futuro, con un grupo de dirigentes que expresan algo que no son, y que se preocupan por los pobres cuando eternizan la pobreza y viven de sus votos, y su falta de futuro.

En esa falacia subsistimos, tratando de evitar las causas judiciales de los gobernantes, haciendo equilibrio entre los que manejan las cajas económicas para designar militantes y mantener el poder y los que no saben hacer nada, pero disfrutan del lugar que no merecen, por legitimidad de acción y ejecución y no de origen.

Esto produce una profunda sensación de desazón, frustración y angustia. No tenemos bronca sino angustia todo el tiempo de vigilia, rutinaria, inmovilizada y fatigante.

Porque vemos a la argentina debatirse entre el potencial de lo que necesita el mundo y los que atentan contra el progreso, con unos dirigentes incompetentes, inmorales e inescrupulosos, que quieren salvar a su líder, y este privilegia sin razón su beneficio a entorpecer la justicia y no pagar sus culpas como cualquier ciudadano por haber cometido varios delitos penales. Las instituciones no funcionan.

El sistema de salud, su ministerio es un programa de vacunación y de desigualdad de genero, no significando las verdaderas necesidades de la población que cada vez toma más alcohol, ingiere más drogas, toma ansiolíticos, no controla su hipercolesterolemia, su diabetes y su hipertensión, no mejora el diagnóstico de cáncer prevalente, las desigualdades injustas en el sistema de salud se cristalizan más que la pobreza misma.

La inacción, la decidía, ocupar cargos para que nada cambie. para que se legisle lo que las minorías excluidas quieren. la deriva es infinita, vamos donde nos lleva la inestabilidad económica y el déficit. Los perdones de los organismos como el Fondo monetario.

La cuenta regresiva para que se vote otro gobierno falta la eternidad de dieciséis meses, es agobiante esperar de quien habla y dice frases inconsistentes y hace volar la economía por los aires.

Cuando la vicepresidenta quiere suceder al presidente que colocó, porque no logra lo que ella necesita la impunidad.

Las fallas en el mercado de salud se intensifican día tras día, el sistema de seguridad social tiene un financiamiento insuficiente, producto del retraso salarial y del aumento de los costos. Los insumos aumentan a ritmo de devaluación. Los salarios en el sistema de salud están postergados. Los profesionales no pueden vivir de un solo empleo.

Los sistemas de salud prepago dan cada vez menos servicios y dejan ir a sus mejores médicos de la cartilla, los que abonan seguros de salud privado lo tienen para internarse, luego pagan todo el resto como si fuera un seguro parcial, y esto es admitido por los prepagos, que nuevamente son convertidos en un negocio financiero, no de planes de salud porque cobran hoy y pagan a los sesenta días.

Así estamos en un sistema cada vez más inequitativo, en el cual no faltan iniciativas, sino más que nunca políticas de estado con decisión, voluntad y compromiso.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

3 comentarios sobre “Editorial: El sistema de salud Argentino se aleja de la equidad.

  1. Con un sistema fragmentado , desordenado y con multiples superposiciones es inevitable la inequidad en la asignacion de recursos.
    Quizas el modelo opuesto sea el NHS del reino unido. Pero es imposible en el contexto actual replicar ese modelo en argentina, cada uno de los actores prefiere conservar su cuota de poder antes que cederlo en manos de un sistema nacional de salud.
    Un enfoque inteligente seria utilizar un mismo sistema de historia clinica digital en todos los niveles de atencion con una legislacion que fije los plazos para compatibilizar dicho sistema con los existentes en distintas instituciones.
    Adosar guias clinicas e informacion sanitaria relevante de forma directa a todos los profesionales de la salud seria otra estrategia complementaria. Resulta inadmisible que un medico se informe sobre el cambio en el calendario de vacunacion a traves de un diario o un paciente. El ministerio de salud que realiza el tramite de matriculacion puede informar a cada medico via mail o whatsapp sobre las noticias o politicas de salud relevantes.
    Por ultimo, un esquema mas participativo y democratico seria posible con las tecnologias actuales. sin embargo ninguna de estas tres herramientas se utiliza, aun siendo estas de bajo costo y facil implementacion.

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