Patria: ¿reforma en el sector Salud?.

Contexto:

  1. Existe una lógica que habilita cualquier acción, pensar en que todos son ladrones para justificar las acciones. Cuando los votos son los electores, puede ser que se parezca menos ladrón.
  2. En que, a pesar de que hay dificultades en la sostenibilidad del sistema de salud, hay mucha gente que vive muy bien en esas circunstancias, no precisamente el personal trabajador de salud. Una discordancia justificante, empresarios ricos.
  3. Que existe una importante cantidad de recursos, 10% del PBI, que pueden ser una herramienta para el disciplinamiento, sin siquiera tocarlos pero tenerlos amenazantes en un fondo mancomunado, muy importantes para torcer voluntades, tan fuerte como la coparticipación provincial y municipal en otros aspectos.
  4. Que esa mancomunación de fondos, se pausan, para luego repartirlos puede generar en el área de salud un pedestal para el nuevo trono, al cual tengan todos que venerar y pagar sus dádivas.
  5. Que no alcanzó con el loteo inicial del poder, fue poco efectivo. Con la posibilidad de aumentar la planta del sector público con muchos empleados, cargos y funciones.
  6. El poder es el fin, la moralidad de los medios no importa.

Desarrollo:

El agobio del presente sindémico, esta oprimiendo las ideas que fluyen lenta y defensivamente, con dificultad en los razonamientos de las frustraciones, de vislumbrar las intenciones explícitas que describen trayectorias de poder, de personas con linaje o simplemente apellidos, con la palanca brutal del disciplinamiento económico de la dependencia de las administraciones, la construcción de la dualidad simplista amigo – enemigo, de la elaboración de un relato irreal de falsas deidades y heroínas hibricas, épicas de pacotilla revolucionaria sin olor a pólvora, si, precedidas con la violencia de la pobreza, la desigualdad, el sometimiento ciudadano de la exclusión y la expulsión, la orientación hacia la concentración de poder, las disputas en varios frentes al mismo tiempo e intentar conseguir más áreas para financiar el proyecto de acceso a la primer magistratura, áreas para financiar el proselitismo que dejó de tener componentes de idealismo, para ser reflexógeno, servicial y servil a la dádiva constructora del sometimiento por el miedo a perder esa única posibilidad de pertenecer a una facción y tener subsistencia.

Los individuos sometidos, sin esperanzas ni oportunidades deambulan consumiendo el tiempo de su vida inútilmente, ataviándose para la ocasión, portando banderas ausentes de significado, conformando un ejercito de personas sojuzgadas que no pueden elegir, rumbo a la derrota. Pertenecer a un grupo que no tiene el desarrollo humano en su mira o en las inversiones de capital, en el desarrollo de la educación o en la apertura de países donde compren lo que producimos. Así recurren a la elación, el enojo, la violencia, el marchar como autómatas venerando ídolos, ocupando espacios de visibilización, enojando a los privilegiados que tienen un salario para cubrir el 50% de lo que requieren para la subsistencia. Sin darse cuenta lo que ocurre o para que son usados sus votos, convalidantes de semejante apremio de marginalidad.

« Cuando se aspira al poder, la praxis política no parece estar sujeta a criterios morales, sino guiada por razones prácticas y coyunturales», lo demás es inútil y antiguo. El protagonismo del bien y del mal, los fundamentos éticos encargados de establecer reglas, fijar deberes y decretar verdades resultan sencillamente irrelevantes, se exploran los camino que aseguren la impunidad.

Porque no elevan su voz los que tienen cargos y poder residual, porque se pelean los que tienen oportunidad de unirse y ayudar a los que los eligieron, porque las rencillas son más elevadas que lo importante que es sostener las instituciones, y no estas, al servicio del poderoso. ¿No será que son lo mismo?, quienes están y los que aspiran. Anomia, positivismo y mentira son sus cualidades. Porque se dejan avasallar ellos también. Sin ofrecer resistencia. ¿Por qué tienen miedo?. Están poniendo en riesgo sus privilegios residuales. Que restará para nosotros, simples mortales. Que no tenemos estabilidad, ni patrimonio, ni respaldo político. Lo único que nos resta es estar escondidos y en silencio, ser políticamente correctos y pagar impuestos para que se malgasten.

Esta en el ADN de este grupo la traición, es la heráldica, de su escudo familiar. El considerar a algunos, que tienen resabios de una construcción de la justicia social, descartables y una vez utilizados para llegar aniquilarlos. El que no tiene esa competencia, no merece ejercer la representación.

La verdad antes era la adecuación entre el pensamiento y la realidad, por los puentes de la información y la inteligencia. La agenesia ética domina este tiempo de la historia. La política se ha deslizado por la postverdad. Hasta el punto de que se construyen relatos sin importar lo más mínimo si se ajustan a los hechos o no. Se vacío de credibilidad y el rigor. Nadie cree en la palabra de los elegidos, pero si entre los que en silencio ejercen su poder.

Esa postverdad (lo que estaba antes pereció, la importancia de la verdad se perdió) que es » la falsedad instalada a través de los medios de comunicación; considerar que sólo los hechos que confirman un pensamiento previo e ignorar los que lo refutan (sesgo confirmatorio) y un sentido filosófico: el negacionismo de la verdad lógica y ontológica”, son los hechos que dominan el presente.

Nunca lo que piensan los dirigentes de ese país esta en su voz, pero si en su inteligencia y su beneficio. Lo que piensan no esta en la realidad, no hay adecuación intelecto-realidad, eso se llama falsedad ideológica, camino que recorren cotidianamente.

Nunca se puede llegar a conocer como son los hechos en si mismos, sino en la interpretación de lo que piensan.

Toda verdad es una construcción que alguien ha formado, aunque se podría haber presentado de otra manera. Toda verdad así construida es funcional a un poder. No hay verdad sin propósito de poder. Alguien lo instituyo así, porque le sirve a los estratos de poder. Hablan en nombre de la verdad tratando de imponer su propio interés.

Es llamativo que ya no importa lo que se dice, y decir en todos lados lo que se quiere escuchar, y ganar tiempo, para que algunos de los frentes abiertos se conquiste y poder seguir adelante, pensando solamente en como triunfar en el recuento de los votos. Que son depositados en urnas donde se desvanecen las promesas. Ya nadie lee programas de partidos políticos. No existen partidos políticos. Son alianzas construidas para la ocasión. No hay un respaldo doctrinario, todo es pragmatismo. En lugar de plantearse como mejorar ingresos de los pobres, se está en la lucha donde «permanecen enrocadas en la defensa de sus intereses partidistas, impidiendo la necesaria unidad de acción y la firme resistencia frente a una deriva que atenta contra la democracia y que nos puede conducir al abismo».

Ir por todo, para que se conformen con perder algo.

No se tienen ni valores ni principios. Todo es exigencia para los comunes. Que financian el déficit público con inflación. No hay oposición de fuerzas que equilibre, hay inconsistencia en los que supuestamente piensan diferente. Tolerando los embates a la ley fundamental de una nación, y para buscar un resquicio para liberar a los que pueden hablar para ser liberados del encierro, no por la voluntad que algo cambie más que su situación. Son las gargantas enojadas. Reclamando igualdad y por los derechos de la Mujer.

Quien gobierna. la gente no tiene dudas.

La reforma del sistema de salud es una necesidad, todos los sistemas están en transición en el mundo, más en épocas pandémicas, nosotros también, muchos de los sistemas se deslizan por la mancomunación de los fondos de impuestos o seguridad social, por pagar de acuerdo a la generación de valor, en la mejora de la accesibilidad y disminuir la diferencia en los ingresos por parte de los financiadores. Cubrir de acuerdo a necesidad y no a capacidad de pago. En general la salida ortodoxa es la paga del primer nivel de atención en función de una cápita diferenciada por el riesgo social-sanitario-económico y la internación según GRD, pero eso es lo de menos.

El sistema es segmentado, es decir, existen varias instituciones que ejercen las funciones de recaudación, mancomunación y compra de servicios.

La segmentación tiene varias consecuencias, que se identifican a partir
de las experiencias de distintos países, como la limitación de los subsidios cruzados entre los distintos grupos poblacionales, duplicidad de esfuerzos y gastos administrativos, falta de planificación integrada o menor posibilidad de financiar enfermedades con diagnósticos y tratamientos de alto precio.

Que no se puede tener tantos actores en el sistema, es cierto, que no tienen escala para afrontar los riesgos, pero de allí a generar una intermediación de recaudación para luego distribuirla, genera una incertidumbre lícita sobre la intencionalidad implícita en el direccionamiento de esos fondos.

No se puede decir que no son momentos para hacer cambios, porque siempre las grandes reformas se dejan para que las decisiones las tome otro en realidad, o que las transiciones sean más ordenadas, sin dudas cambios son imprescindibles, la construcción de consensos es imposible, con tantos intereses en pugna, pero la desconfianza esta en las intenciones y los contenidos, en porque no se dice la verdad explícitamente.

Al decir de Nietzsche «No hay hechos sino solo interpretaciones»

Para tomar el atajo de la reforma se ignoró a los responsables actuales, dejándolos en la incomoda posición del ser negado, corrido a un costado, hasta instalándolos en una posición tan ridícula como inmerecida, frente a las batallas que libraron con las pocas armas que contaron. Perdiendo parte de su capital social, bien ganado con los años, y entregado a los oportunismos de los otros.

«El escepticismo es consecuencia del acopio de conocimiento mientras que el pesimismo sobreviene por la acumulación de experiencia. Mantengamos la esperanza.»

¿Quién dice que todo lo hecho está mal?, con que autoridad.

Antes no se tendría que pensar en los que están hoy combatiendo la pandemia, el talento y el recurso humano, pero es evidente que eso no es lo importante, todo esta en función de un proyecto político que no es el del bien común.

¿La gente esta buscando algunos que los protejan de la verdad dolorosa?, esa que les dice están confinados en la pobreza, la frustración y no tener derechos, ¿será eso lo que eligieron?. Seguro que no.

Las reformas son necesarias, pero los interpretes no quieren modificar el sistema, sino tener el poder, y beneficiarse con el manejo de los fondos , porque en general todos sabemos que hacer, el problema es como, con que, quienes, y que momento es el oportuno.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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