La Argentina y La pandemia que la ciencia no controla

Dr. Carlos Alberto Díaz.

La excusas de los incapaces.

Crisis global. Argentina Peor.

Cierto que es una crisis global, pero nuestra incapacidad agravó la situación.

Esta pandemia cambia definitivamente la forma en que viviremos nuestras vidas en las próximas décadas. Cierto es que Las civilizaciones tienden a olvidar los momentos difíciles de muertes, y de sufrimiento, entonces salvo en algunos memoriosos más afectados que han perdido a alguien querido o sufrido la falta o sed de aire, y estar internado en soledad al borde de la muerte, lo que no han tenido que superar esa instancia, olvidarán.

Cambio todo. La normalidad será otra.

Se afecta la forma en que se trabaja. Se estudia. Se consume. Se socializa. Cambio la vida familiar. Se produjo una Perdida de la libertad. Existe miedo. Eso limita la sociabilización. las pasiones. Se está produciendo un aumento significativo de la pobreza, perdida de empleo, de poder adquisitivo e incertidumbre a futuro. La humanidad está en vilo, nosotros peor que la humanidad. Nos llevó a considerar nuestra situación existencial.

La peor epidemia es política.

La epidemia también es política en Argentina. No hay un enemigo explícito en esta pandemia, sino nuestra propia inoperancia y pésima gestión. Todos los días creamos nuevos enemigos. Se derrumban las esperanzas. Los que pueden emigran lo hacen. Los que tienen riquezas las inmovilizan y las llevan del país. Mientras los que nos quedamos, porque no tenemos opciones estamos preparándonos para un salto al vacío Madurezco. Se ha profundizado la profunda crisis económica y social. Desde el advenimiento de la democracia. Las instituciones, las ambiciones de poder y los malos gobiernos, nos han privado de comer con la democracia, educarnos y trabajar. Pero solo se sale con más democracia, con más y mejor democracia, con más y mejor capitalismo.

La enfermedad como siempre afecto primero y más a los más pobres.

El Covid claramente no es un problema solamente médico, ni epidemiológico, ni de falta de vacunas, o de gestión sanitaria, sino es de comportamiento humano, de la sociedad y de la economía, desencadenante de una crisis global, donde un grupo de países ya postergados como el nuestro terminaron de caer, sin respuesta del bloque económico del MERCOSUR, como ocurrió en EEUU Y en la UEE. Este gobierno se aprovecho de la pandemia. La pandemia oculta grandes dificultades para gestionar la crisis y la confusión del rumbo.

La enfermedad se propaga más rápidamente dentro y entre los hogares más
pobres
que, debido a la precariedad de sus viviendas, pueden tener mayores dificultades para cumplir con el aislamiento y las cuarentenas, además porque en la informalidad tuvieron que salir a trabajar de cualquier manera. Estos factores, a su
vez, pueden aumentar la transmisión de la enfermedad en los barrios marginales,
como ya ocurrió en toda la región

Los sistemas de atención se transformaron en sistemas de atención de emergencias y postergación.

Los sistemas de atención médica nos transformamos en sistemas de atención de emergencias, que lleva al abandono del seguimiento de las enfermedades crónicas, el atraso en los diagnósticos, el retraso de tratamientos necesarios. El modelo prestacional se comporta como cada vez más fragmentado. En crisis de sustentabilidad que ya estaba muy endeble, para tornarse totalmente deficitaria. Disparando la avidez de los que se quieren quedar con la nada. Con la postergación definitiva de un proyecto de futuro para los que estamos en el sector.

Esto genera una nueva forma de ver las emergencias sanitarias y la inversión en la salud pública. No creo que este dolor genere enseñanzas, ni cambios, ni progresos. Seriedad en la política. Somos vulnerables. Se catalizaron grandes transformaciones.

La ciencia encontró la vacuna pero no las soluciones para producirla y distribuirla más rápida que el Ro del virus, entonces la situación se prolongará en el tiempo. No encontró un antiviral efectivo, solo algunos tratamientos que pueden paliar la gravedad, el ingreso a respirador y la disminución de los tiempos de internación. Pero faltan armas para combatir la infección. La ciudadanía cansada del aislamiento y el empobrecimiento.

Las respuestas sociales:

La palabra se encuentra devaluada, la incredulidad es tremenda, los políticos se valen de las palabras para cambiar la realidad, constituirla en un relato, del poder oportunista y la posverdad. Se dice una cosa y luego la contraria. Se habla en un medio y luego hay que desmentirlo.

Estamos en una pendiente que podría decir que es equizofrénica, por la palabra y la retórica manipulada, hay que eliminar a los adversarios. Lo que se dice hoy se contradice mañana, esto también lo hizo el gobierno anterior. No se puede discernir entre la mentira y la verdad La oscuridad de las iniciativas están orientadas a la impunidad de las causas judiciales. Esquizofrénica porque la misma enfermedad el Covid, puede ser asintomática, un simple resfrío o una enfermedad multiorgánica potencialmente mortal. Se sabe poco de lo que pasa.

En que situación estamos. El pueblo no está dispuesto a comprender y decir que no quiere que le mientan, los mentirosos.

«Hay una palabra pública que no es la oficialista y que se hace oír en las calles de las ciudades y del interior del país, en los medios de comunicación tradicionales y en las redes, cada vez que es preciso reivindicar la necesidad de reconciliar el ejercicio del poder político con el acatamiento a la Constitución Nacional e incluso con el sentido común.

Esto que estamos viviendo esta significado por la pandemias que la ciencia no controla y que desbordará su saber por largo tiempo. El cual estamos esperando seguir vivos. Las medidas de contención de la pandemia de hace un siglo también suenan
familiares en la actualidad: desinfección y cierre de espacios públicos, teatros, escuelas y fronteras. Los efectos de las pandemias no se limitan solamente al ámbito de la salud grupal, porque se afectan una serie de factores elementales de la convivencia, la producción de bienes y servicios, la escolaridad, la industria. La nostalgia nos invade por un pasado que no ha de volver.

Conclusión:

Las causas del virus aún no ha sido determinada con exactitud esto tardará varios años, de modo que solo se perciben sus efectos, los que varían según las circunstancias.

Debemos esforzarnos con disminuir el sufrimiento social, cuando podamos salir, cuando estemos inmunizados, y efectuemos un recuento de daños.

La recuperación económica y la reactivación deberán estar focalizadas en sectores de la
economía de bajo consumo de carbono, que puedan generar, al mismo tiempo, empleos y resiliencia ambiental, fomentando políticas que promuevan más equidad,
prosperidad y justicia social.
Propiciar transiciones basadas y centradas en la sustentabilidad y el bien común.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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