Dijo Eduardo Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar ”.
“Utopía” significaba “Ningún Lugar”, y era el nombre de una isla descubierta en uno de los viajes de Américo Vespucio. Tal parece que la utopía es algo propio del ser humano. La utopía es algo muy analógico porque describe lo que el hombre querría para sí, el ideal al que aspira, lo que cree que le resulta proporcional, proporcionado a su propia naturaleza o esencia. Pues bien, tal es el modo de la utopía, una especie de metáfora de lo que queremos como realidad. Inclusive, para algunos es índice de libertad, pues surge de rebelarse contra la situación concreta en la que se vive. Por eso, que las utopías son perspectivas de liberación, porque marcan caminos hacia un mejoramiento de la situación en la que nos encontramos. Beuchot Puente M 2017.
El horizonte es el futuro, es lo que queremos como sociedad, más que para nosotros, para nuestros hijos y nietos. Porque pensamos que cualquier lugar menos Cuba y Venezuela son mejores, para nosotros y nuestros hijos, te pagan con moneda de intercambio real, puedes ahorrar, tener perspectiva. Nuestra vida depende de quien gane las elecciones. NO puede ser, está subvertido el orden. Nuestras vidas deben ser independientes de quienes nos gobiernan. Que deberían tener unas normas que cumplir. Hace poco, una niña me dijo, me voy a vivir a España, porque quiero vivir en un país, que lo que haga no dependa de quien nos gobierne. Los políticos nos quieren convencer que una vez que lleguen al gobierno pueden prescindir de los poderes fácticos, pero deben saber que para ellos, los políticos y su financiamientos, son una inversión. En argentina existen políticos, que ya no requieren de corporaciones, porque son una corporación política, con financiamiento propio. La argentina fue una tierra de promesas, nuestros padres vinieron a esta tierra y tuvieron una vida, educaron a sus hijos y fueron universitarios, tuvieron sus negocios, trabajo, derechos. Hoy lo perdimos. Hace varias décadas que lo perdimos. Hoy preparamos a nuestros hijos para que emigren. «La frustración de los padres por no poder darles un futuro en la propia tierra deriva en que elijan muchas veces el sacrificio de la distancia con tal de que sus hijos puedan encontrar esa llave que parece haberse perdido hace demasiado tiempo aquí: la del progreso.» Pérez C. Infobae 2021.
Cuales son nuestras utopías:
Busquemos y construyamos utopías realizables: asegurar la educación para todos, que los planes se conviertan en empleo, que tengamos equilibrio fiscal, que le permitamos que con esfuerzo se pueden conseguir proporcionalmente sustento, que haya la misma inflación que en el resto de américa latina, que no emitamos pesos sin respaldo, que quienes dan trabajo formal sean premiados, que tengamos un sistema de salud con hegemonía del seguro social, con nominalización de todos los habitantes, que las coberturas sean lo que se puede financiar, que las campañas sean compromisos de gestión. Que las cárceles sean lugares de reconversión de los convictos. Que la policía no tenga que financiarse con actividades ilegales. Que se privilegie el factor humano.
La economía y la falta de confianza, la incertidumbre y el resultado de las elecciones nos paraliza. La vida, esa cuestión integral de una serie de ilusiones personales y de familia concretadas, la hemos perdido los argentinos, hace tres décadas que no vivimos, no somos dueños de nada, nos han robado la ilusión. Que discutimos, el pasado. Mientras que la economía extractiva (Agrícola, petrolera y minera) nos maneja. Perdimos las ventajas competitivas de la educación. De las grandes universidades públicas. La mitad de los jóvenes son pobres. Que además dejan la escolaridad y no tiene posibilidad de ascenso social, salvo que se dedique a «negocios » oscuros. Lo peor que la acumulación y la desigualdad se dio en gobiernos que se dicen progresistas. El coeficiente de Gini de la América Latina lo constituye en el continente más desigual del planeta. En la sociedad de América Latina prevalece el descenso social: Argentina, Chile, Perú, Colombia, Brasil, Paraguay, y Ecuador esto trae descontento y convulsión social.
Nos roban las utopías y el horizonte:
Quienes roban, las utopías y los horizontes, son las corporaciones, en cada país hay muchas y varias corporaciones ejerciendo el poder, y si no pertenecemos a ellas, o trabajamos para ellas, nuestras vidas serán marginales. Si no trabajamos para ellas no tenemos presente. Por lo tanto el futuro no existe. Que el único futuro sea pertenecer a las corporaciones y el de las personas libres, con su esfuerzo, talento y dedicación.
Los logros de las corporaciones son la de concentrar poder, riquezas, generar adhesión y círculos de confianza, con ello direccionan la política económica, las decisiones legislativas y disciplinan la justicia, el sistema de seguridad social, son los dueños, nosotros los contribuyentes.
Como se observa los gobiernos nacionales no son los únicos que dirigen la políticas públicas, la historia demuestra que los grupos económicos se articulan con los que ostentan la representatividad transitoria, de esa forma intentan ganar la batalla por la concentración. ahora no tienen como alternativa para hacerlo el brazo armado, y algunas corporaciones políticas se suponen más fuertes que las corporaciones siendo otra corporación, e inclusive el estado son ellos y mientras esté Cristina, CFK, libre y magnánima, retornando y recordando en la debilidad a la providencialidad de los hombres, que no tienen trabajo, ni educación, ni expectativas.
Intentan concentrar, pero también incrementar, disciplinar, diversificar sus brazos de recaudación económica, lícitos y no tan lícitos. los lícitos como pantalla, los no tan lícitos para mantener esos vínculos inagotables con las fuentes del dinero oscuro que ésta buscando proyectos en el mundo. Aumentan las ramas económicas, con el objeto de acrecentar la concentración económica, producción, venta de servicios, medios de comunicación, visuales y las redes sociales.
Las asociaciones empresariales no son escuchadas y perdieron presencia. Ni siquiera porque sus integrantes dan empleo. Los sindicatos tampoco. Los partidos políticos no existen fueron reemplazados por coaliciones generadas para participar por un cargo. Son simplemente personas construidas para el modelo «candidato promedio» y «potable». El Que mide. No tienen plan, no importa que piensa o si piensa. Deben decir nada. Proponer menos. Mentir. Hablar mal de los otros y lo que no hicieron. No tener memoria, ni archivos. Decir exactamente lo contrario que realizarán.
La financiación de campañas es solo para la oposición, el oficialismo de turno lo hace de las empresas públicas y obras sociales que dirigen. Acuerda con la farmacéuticas nacionales y sus dueños. En un ciclo de gobierno, empresarios amigos, captura del estado.
El Estado Nación ha sido superado como unidad económica, las corporaciones valen más que un estado. Son progresos de acumulación y expansión en beneficios, liderazgos que distribuyen privilegios.
Consenso de los commodities:
Vivimos insertos dentro del consenso de los commodities. Las exportaciones primarias son el mecanismo único para financiarse aunque la elite local tiene declarado en el blanqueo 250.000 millones de dólares. También otros 50.000 millones en las cajas de seguridad. Si lograramos lógicas de distribución más equitativas, oportunidades seguras de inversión este sería nuestro despegue.
El argumento que consistiría en aumentar la productividad, el ingreso de divisas vía ganar mercado, el uso adecuado de las ventajas competitivas, ni un plan de desarrollo de infraestructura vial y de comunicaciones, de normalización del mercado laboral para lograr estímulo de empleo formal y que no exista el mismo. que todos los habitantes generen actividad para lograr ingresos. Sacando todas las actividades al mismo tiempo. a producir, a necesitar mano de obra, a consumir, a movilizar el mercado interno.
Los productos que exportamos han sido comodotizados y están atados a las bolsas de valores del mundo especialmente en el mercado de chicago y la especulación financiera global no productiva. Estos grupos financieros direccionan incluso las políticas públicas a los estados nacionales, al vaivén de sus intereses.
No es un gobierno de élite, sino de facciones:
No siempre las elites capturan los estados, ocurre, que en ocasiones lo hacen las mafias y los mafiosos, por las vías corruptas, cognitivas y culturales, generan población pobre e ignorante, que crea que lo único que tiene en el horizonte es la providencialidad del plan de ayuda social. Los ignorantes son más fácilmente coaptados por los recursos dialécticos del facilismo populista. Los que están marginados en los partidos del conurbano y alrededor de las grandes ciudades reciben planes sin trabajar, que no alcanzan más que para comprar alimentos insuficientes de baja calidad, sin contrapartida de trabajar, de cumplir horarios, de hacer algo positivo para el resto de la sociedad. Lograran que perdieran la ilusión de conseguir un trabajo formal.
Al principio de este siglo tuvimos una oportunidad que dilapidamos, son los años del reformismo por los valores de los granos que podrían haber generado una política distributiva inteligente, educativa, de esfuerzo y no prebendaria. En esto de las reformas no hay milagros. Se deben visibilizar las oportunidades. Luego Hay sacrificio y trabajo. Persistencia, perseverancia, convencimiento, confianza, transparencia, decencia .
Como podes creer en que te digan que tenes que ahorrar en pesos y tienen dinero en dólares en las cajas de seguridad y en cuentas en el extranjero, o que tienen un problema de salud y en lugar de atender en los hospitales públicos lo hacen en clínicas privadas, y sus hijos van a escuelas privadas.
El estado tiene muy bajos niveles de institucionalidad, y de calidad de servicios, una sociedad civil adormecida, débilmente organizada, no penaliza y olvida muy rápidamente las mentiras de la campaña.
No tienen legitimidad, no tienen autoridad:
No hay legitimidad, Lo único que importan son los intereses, la concentración económica produce concentración de poder. De esa forma, la concentración de poder influyen en las decisiones del gobierno. Estos intereses pueden y logran más que la voluntad popular. Esta democracia sirve más a los que se apoderan del poder y no al interés general. El que pierde legitimidad, pierde autoridad. El poder está en el dinero y no en la legitimidad social, este grupo promete ventajas. Cuando no sirve más a los intereses, su trayecto en el poder tendrá dificultades.
La legitimidad es trilogía, es de origen, de ejercicio y finalidad. La finalidad debería ser aumentar los derechos ciudadanos, los de ejercicio el modo que se toman decisiones. El origen, es la forma en que se llega al gobierno, la manera en la que actúan los funcionarios y los legisladores, atribuyéndose, los funcionarios facultades pervirtiendo para lo que fueron elegidos.
Se avanzó en la ampliación de derechos diversidad sexual y género, pero no a una vejez saludable, en asegurar alimentación a los niños, o a una educación igualitaria. Las jubilaciones no alcanzan para cubrir la necesidades básicas.
Corolario:
Como corolario digo que necesitamos de la utopía, pues siempre requerimos de algo que nos haga avanzar, pero con un sentido, con una dirección definida y bien planeada. Pero, además del sentido, ha de tener referencia, esto es, ha de ser cumplible en la realidad. Una utopía necesita tener sentido y referencia. Sentido, para que señale hacia algo positivo, moralmente bueno, que haga feliz al hombre; y debe tener referencia, esto es, aplicabilidad o posibilidad de ser efectuada en la realidad, no quedarse en lo solamente posible.
Necesitamos del horizonte, de un modelo de sociedad, que otorgue oportunidades reales a los más pobres, un plan a diez años, lamentablemente los postulantes tienen otros planes, su beneficio personal, son egolatras, incapaces, avaros, que quieren acumular dinero, poder, influencia, y desde el conurbano someter al país. Por favor, connacionales que viven en Córdoba, Santa Fé, Mendoza, Ciudad autónoma de Buenos aires. que no nos sigan robando la utopía y el horizonte. Esto no es peronismo, es populismo. Peronismo, simplemente para ellos es un recuerdo que les da votos.
Los argentinos nos merecemos caminar hacia un destino de equidad, desarrollo y progreso, en democracia.