La editorial de la semana pretende señalar las transformaciones importantes que deberían quedar para mejorar la gestión hospitalaria. Especialmente para la prestación integral, los flujos de pacientes para encontrar la mejor relación de agencia, trabajo en equipo multidisciplinario, más presencia de los decisores médicos, fortalecimiento de los sistemas de información para la toma de decisiones, protección de personal, sólidas respuestas de emergentología y medicina crítica. Cambios en la seguridad de las instalaciones del aire, su renovación, modificar las formas de trabajo, desarrollo de la telemedicina, mejorar los sistemas de respuestas sistematizadas, resiliencia en la forma de respuesta de todos los servicios. Implementación de parámetros objetivos. Reconocimiento de la importancia del factor humano.
Como la epidemia de HIV, con la pandemia, se han modificado muchos hábitos en la atención sanitaria, en los cuidados con los pacientes, la prevención, cuidar a los integrantes del equipo de salud, en la utilización de métodos invasivos descartables, en la seguridad en la cirugía, lo mismo que en la transmisión de la hepatitis B.
Los cambios de paradigmas en cuanto a la seguridad de pacientes que deberían permanecer luego de la pandemia.
Aprendimos muchas cosas con esta pandemia, donde actuamos sin mucho libreto, con improvisaciones, incertidumbres, y todavía nos falta revisar muchas de las acciones, ver con cuales nos quedamos, pero algunas es conveniente aportar a la nueva estrategia de liderazgo, de modelos de atención, la prestación de servicios y la organización.
Se realizaron cambios en los procesos operativos que le dieron a las unidades asistenciales flexibilidad y dinamismo, liderados por equipos multidisciplinarios de internistas-emergentólogos-cuidados críticos-enfermería- kinesiólogos-administrativos y hotelería en tres equipos: Sanatorio instituciones de hospitalización de cuidado progresivo. Hoteles reconvertidos como hospitales de campaña y hoteles salud. Centro de respiratorios, más que de febriles para estadificar y asignar el mejor tratamiento.
Esos procesos modificarán favorablemente el flujo de pacientes para que rápidamente llegar a la mejor relación de agencia de los pacientes con el equipo de salud, pensando adonde se genera mayor valor para los pacientes. Modificación de roles asistenciales más integrales, mayor presencia de decisores, clínicos, e internistas, normalización de los tratamientos con uniformidad de guías clínicas. Simplificación del manejo de las unidades críticas y conformar equipos médicos con tres niveles de experiencia y responsabilidad de camas.
Se creó un comité de crisis, que se consolidó como una mesa de situación, para la toma de decisiones compuesto por medicina interna, infectología, emergencia, jefatura de quirófano, pediatría, dirección, personal, farmacia y anestesiología. Que se reúne diariamente vía remota por 45 minutos en una reunión donde exponían la problemática y se nivelaba la información, se ponían en marcha nuevos proyectos, acciones, se informaba sobre las publicaciones que nos informaban y las sistemáticas de tratamiento.
Se normalizaron las nuevas formas de dar y certificar informes a los familiares, hasta dar avance a los informes presenciales y a las visitas a los servicios con familiares vacunados o naturalmente inmunizados.
Solo los médicos de planta que se distribuyen camas dieron los informes en forma cuidadosa cercana, conteniendo, se distribuyeron la responsabilidad de hacer y acentuar en la historia clínica, lo mencionado, El pensamiento y la solución que consideramos más apropiada fue el establecimiento de un sistema de red de cuidado progresivo, domicilio vigilado, prehospitalaria, telemedicina, call covid que seguirá en call sagrado, centros regionales, consultorios de estadificación respiratoria y febriles, aumento de la capacidad de PCR, con cuatro ciclos por día, hoteles salud, centros hospitalarios que llegaron a tener pacientes ventilados COVID un total en corte diario de treinta pacientes y una unidad de cafo de 12 pacientes, más una terapia polivalente de 21 plazas, y una infantil de 15, uno de los hospitales con cuidados intermedios.
El abordaje global nos lleva a la sensatez de la consideración biopatográfica de los pacientes, las familias y los agentes de salud. La primera cuestión es no ser ni nihilistas, ni excesivamente entusiastas, ni palomas ni halcones con las tecnologías y los tratamientos. Ser equilibrados e intensificar la difusión de los acuerdos de la mesa de situación.
¿en qué consiste el nihilismo? Por un lado, en sentido negativo, designa el largo y penoso proceso de decadencia de la cultura occidental. El nihilismo médico se basa en que mucho de lo que se publica es incorrecto, el argumento en contra de la ciencia es sencillo, gran parte de la literatura científica, tal vez la mitad, puede ser simplemente falsa, la buena noticia es que la ciencia está empezando a tomar muy en serio las peores fallas, la mala noticia es que nadie está dispuesto a dar el primer paso para la limpieza del sistema.
La medicina sensata es un enfoque en el tratamiento con la fuerza de la evidencia científica independiente, Tengo claridad respecto a que la medicina es una ciencia de incertidumbre y que la conciliación técnica de las demandas y necesidades en salud puede ser tan amplia como bueno sea el profesional, que además generamos ineficiencias y desperdicios abundantes bajo el escudo de los principios éticos, pero de ahí a que el nihilismo sea la teoría de la medicina del siglo XXI hay mucho trecho.
•Medicina sin magia: no hay bala mágica. •Intenta haciendo (Casi) nada. Aprender que Hacer casi nada en realidad es algo. •Elevar el cuidado habitual. Recursos humanos. ARM calidad. Solucionar complicaciones. •Enfocarse en evidencia de alta calidad. •Piensa en bayesiano.
•En 2009, Friedman escribió que «los nuevos tratamientos son difíciles de resistir». La pandemia ha acelerado la atracción por nuevos tratamientos y ha promovido utilizarlos rápidamente. • Pero, se puede aplicar el teorema de Bayes para ayudarnos. Según este teorema, las probabilidades de que el nuevo tratamiento sea eficaz dada la evidencia variarán de acuerdo a la probabilidad inicial: las probabilidades previas eran (y siguen siendo) bajas dada la falta de un mecanismo biológico unificador y múltiples ensayos clínicos neutrales. • Por lo tanto, las probabilidades posteriores de que un nuevo tratamiento con COVID-19 sea efectivo deberían ser bajas y apenas cambiar desde un valor previo pequeño. • De ello se desprende que las pautas de tratamiento, las guías de cada país y la atención intrahospitalaria se adapten a los nuevos datos solo cuando la evidencia es rigurosa, reproducible y suficientemente sólida.
Los cinco pilares que deben fortalecerse serán la resiliencia organizacional, la seguridad de los pacientes y del personal, el conocimiento compartido, la capacitación continua con el personal e información confiable. Un área potente de triage. Y un área de evaluación funcional respiratorio. Mejorar la señalización y las barreras físicas. Circulaciones identificadas diferenciales. La tormenta perfecta la produjo en la telemedicina. La tormenta perfecta es el incremento de la demanda sin viabilidad de responder bajo el modelo del negocio vigente. Cambio epidemiológico. Cambios demográficos. Cambios costos y cobertura.
Es imperativo liberar los hospitales de agudos de pacientes que ya no requieren ese nivel de cuidados, de pacientes sociales habilitar las transferencias a establecimientos de media estancia, con medicina transicional. Mejorar los servicios de continuidad del sistema de atención. Por un tiempo la salud deberá ser redundante, más capacidad instalada, la desinversión en instalaciones y personal nos puede ocasionar daño. Tratar de ser magnéticos necesitaremos mucho de los mejores y entrenados, disminuir la atención fragmentada. Implementar formas alternativas de trabajo y tratar que mejore el horario y la presencia de los decisores. Usar correctamente la tecnología y la información de los pacientes. Modificar el comportamiento médico y las actividades de mutuo control médica, evitar que se realicen reuniones, las áreas sociales, ampliar horarios de comedor, comidas sanas, saludables, ajustar menú paciente y personal. Mejorar el bienestar de los médicos. Evitar que los residentes hagan reuniones informales fuera de la institución. Ampliar los horarios.
Debe cambiar liderazgos en salud, liderazgos compartidos, se realizó este estudio de 32 expertos de 17 países, que fija un estado para generar un consejo.
Reconocer al personal de salud, sus logros, darles responsabilidad, motivación trascendente, identificar los compromisos, protegerlos, mejorar el lugar de los médicos y la enfermería, conocer el contexto del sistema de salud, planes de abordaje, coaliciones, capacitación, competencia, cooperación, etc.
Repensar las prioridades, la carrera profesional, la cantidad de profesionales que necesitamos, proporcionar significado teleológico a lo que hacemos, cada uno proveedores y clientes internos en la cadena de valor.
•La salud es el motor de arranque de la economía para salir de la pandemia, de la sindemia, de la crisis social, y moral. Los costos de la no salud son inadmisibles. •Pero la salud nunca fue una prioridad para la política, a pesar de todo lo que se habla, cuando ocurren efectividades van en otra dirección y las inversiones en salud compiten con otros aspectos de la sociedad.
Evitar la fatiga el desaliento la desmoralización del personal. Mejorar la comunicación que es el verdadero cemento de la organización, la información es un insumo vital, la información no da poder sino una autoridad legítima.
Es muy acertado el resumen no tengo certeza de que los diectivos de las instituciones publicas asi lo vean. Me parece mas que importante el comentario respecto de una salud redundante por un tiempo. Es muy importsnte tenerlo presente en momentos como este donde se debe planificar como sera el desescalonamiento.
Me gustaMe gusta