Editorial: ¿Faltan Anestesiólogos en los quirófanos de la República Argentina?.

Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Gestión Estratégica Universidad ISALUD.

Quienes gestionamos hospitales, sanatorios, clínicas, establecimientos públicos y privados, padecemos muchas veces limitaciones en nuestra planificación, teniendo que adecuarla a la cantidad de anestesiólogos disponibles. Los contratos se hacen con las sociedades de anestesiólogos, para obtener las prestaciones de especialistas con respaldo y habilitación, que son de calidad, seguras, y al mismo tiempo costosas, casi imposibles de pagar, que en muchas ocasiones superan los honorarios del cirujano a cargo del resto del equipo quirúrgico. Con todo ello, no se llega a cubrir la demanda. Actualmente No parece estar equilibrada la fuerza laboral que se forma, debido al aumento creciente de la demanda, especialmente a expensas de la cirugía mayor ambulatoria, que el 70% de los nacimientos en privados son por cesárea, y que se incrementa la cirugía mínimamente invasiva, robótica y endoluminal.

Dichos profesionales cuentan con una formación en esquema de residencia médica, y curso superior, con excelente metodología pedagógica teórica y práctica, con un nivel de exigencia que ha mejorado sustancialmente la prestación en los quirófanos y la seguridad anestésica. Podríamos decir que el mejor lugar para aprender fisiología, fisiopatología, vascular y hemodinámica, de regulación de temperatura, de manejo del dolor serían los quirófanos. Entonces tendríamos que ir por el camino de sostener ese nivel de formación pero en mayor cantidad y distribución equitativa.

Pero al ser pocos graduados como especialistas habilitados, muchas veces resulta dificultoso conseguir la cantidad de profesionales necesarios para responder a los requerimientos de la población, generando inconvenientes de programación e incremento de la lista de espera. Los residentes que se forman por año, que la Asociación en CABA puede dar son setenta, Por lo menos debería ser el doble, dejan de ser anestesistas aproximadamente unos cien por año, faltan y se incrementan los actos quirúrgicos, aumentan la cantidad, se necesitan más para realizar trasplantes y procedimientos bajo anestesia. los números parece de una ciencia oculta de la cosmología, porque es muy difícil acceder a ellos. En toda la argentina hay en formación 916 residentes de anestesia en total, o sea egresarán 200 anestesistas por año aproximadamente. Además se requiere anestesistas en quirófanos públicos con muy baja producción y en lugares hostiles, que exige una planificación de recursos más serie, dialogada, con trabajo, compensaciones, con complementación entre las autoridades sanitarias, prestadores, universidades y asociaciones. También abordamos un problema de selección favorable, por la elección de los trabajos, es uno de los factores más importantes, junto con el cansancio profesional. Esto debe ser observado por las autoridades para regular los incentivos. Con 43 millones de población tenemos 12 por cien mil, entiendo que debe ser inferior a ese número. En cantidad con reponer los que dejan y cubrir el aumento de demanda estaríamos bien, hecho que no está ocurriendo. Hay que hacer más trabajo en distribución

Argentina tiene 12 anestesistas cada 100.000. Problemas de cantidad y de distribución. de selección favorable.

La anestesia debe ser suministrada por anestesistas. No tengo ninguna duda de ello. Otra alternativa puede ser muy riesgosa

En Argentina según la WFSAHC son 4010 proveedores totales son 4700. Los médicos en ejercicio superan los 170.000.

Otra pregunta que surge es si es correcto que los anestesistas cobren más que los otros profesionales. No. Porque, entre otras cosas es tan valorable lo que ellos hacen, como los cirujanos,

y si, porque tiene quien los defienda frente a la falta de respuesta de las sociedad y sus representantes.

Debería hacer algo la autoridad de aplicación para revertir esto, si. Sin duda alguna. Pero no desde la disputa, sino desde la construcción de una instancia superadora de lo actual. Lograr formar candidatos a especialistas que repongan los que dejan de trabajar y los que se requieren por aumento de trabajo. Las cuentas que más crecen en el gasto en salud, son los medicamentos y la anestesia. Esto se evidenció en la pandemia.

El trabajo de análisis de cuantos anestesistas faltan se necesita información: cuantas cirugías se hacen, listas de esperas en las patologías quirúrgicas habituales. cuantos dejan la profesión, cuantos quirófanos nuevos se abren,

Primero medir las prestaciones que se hacen, segundo las cirugías suspendidas por falta de anestesistas. Tercero: Los requerimientos no cubiertos en el sector público de salud, en los hospitales. Cuarto: Cuántos profesionales dejan la profesión por año. Quinto: Establecer la función lineal de incremento de cargos que se necesitan.

Conocer el número de anestesistas que dejan la profesión, y que debería el sistema reponer. Cuántos de los que están cursando la residencia terminan la misma. Cuántos de los anestesistas graduados se quedan trabajando en el país, cuál es la distribución de los anestesistas en la argentina.

Luego con ese dato sentarse con las autoridades de la asociación, y definir cuántos deben ser los graduados por año, e incrementar las vacantes de la residencia de anestesiología. Acortar el plazo de formación. Ver de qué forma se pueden cubrir los cargos en todos los lugares.

Entendiendo que es una estrategia en la que todos ganarán con el cambio, la resultante será más anestesistas que realicen más prestaciones, más pacientes que accedan a tiempo a sus necesidades.

Como se deben actualizar los honorarios, de los mismos en los próximos dos años.

En la Provincia de Buenos Aires, en Córdoba en 2018, y ahora en Mendoza 2022 sufren la falta de anestesiólogos, que quieren solo trabajar en privado aunque sea en los hospitales públicos, con convenios específicos no como médicos de planta, a diferencia de todas las otras especialidades y enviar por mandato a los anestesistas recién recibidos a los cargos públicos. Estàn bien formados pero la experiencia, la templanza, la sabiduría la dan las horas de quirófanos. Estos egresados tuvieron dos años de pandemia, no contaron con el mismo entrenamiento.

En Mendoza, Según datos relevados por el Ministerio de Salud, existen en la provincia 229 anestesiólogos con matrícula activa, de los cuales solo 61 poseen cargos de planta, a pesar de los ofrecimientos reiterados por parte del Poder Ejecutivo para ocupar los cargos vacantes. Además, este año, 68 profesionales han comunicado su voluntad de no renovar los contratos de prestación de servicios que mantenían vigentes en el subsector público.

“Asimismo, en la actualidad, muchos de estos profesionales poseen sueldos diferenciales respecto a otros profesionales de la salud, situación que buscamos no profundizar accediendo a los mecanismos de presión de la asociación que los nuclea, establecidos mediante la renuncia de prestadores de servicios de anestesia y, en algunos casos, de profesionales de planta”, informó Ana María Nadal. Profesionales residentes de la especialidad también se han visto afectados con las medidas monopolizados del gremio que los nuclea, ya que “se niegan a proceder a la formación de los mismos”. 

En la provincia hay 768 anestesistas residentes que no pueden completar sus estudios debido a esta situación.

Por ello, en el marco de la emergencia, el proyecto también busca que la corporación de anestesistas deje de fijar “los cupos de formación y los aranceles cobrados por dichos profesionales, que producen un detrimento en las prestaciones de servicios”. Finalmente, Nadal informó que el lunes se reunirá con los jefes de bloque de la oposición y pidió que todos los legisladores acompañen la iniciativa, ya que se trata de un proyecto “para todos los mendocinos”.

El Estado a nivel nacional ha delegado la formación y regulación de la especialidad en Anestesiología  en la Federación de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (FAAR),  y en la provincia de Buenos Aires en la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación Bonaerense, (AARBA),a través de la suscripción de  diferentes y respectivos convenios. No será el momento de dialogar, revisar o replantear esta relación en tanto se carece de especialistas suficientes.

A Global Anesthesia Training Framework

En opinión de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WFSA), el problema más importante que enfrenta la comunidad mundial de anestesiólogos es la escasez crítica de anestesistas capacitados en países de ingresos bajos y medios (LMIC). Esto contribuye a una crisis mundial en la que 5 de 7 mil millones de personas no tienen acceso a cuidados quirúrgicos y anestésicos seguros cuando los necesitan. 1 Se han asignado relativamente pocos recursos para abordar la crisis mundial de la fuerza laboral de anestesia, y los anestesiólogos deben innovar y liderar soluciones adecuadas con urgencia.

En 2015, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Resolución 68.15 que insta a los estados miembros a fortalecer la atención anestésica y quirúrgica y alienta el desarrollo de competencias básicas apropiadas que forman parte de los planes de estudio, la capacitación y la educación en salud relevantes. 2

La resolución expresa preocupación por la capacitación inadecuada de la fuerza laboral de atención quirúrgica e insta a los estados miembros a promover la capacidad de anestesia y cirugía esencial y de emergencia como componentes integrales para lograr la cobertura universal de salud (UHC). 

La resolución continúa pidiendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apoye a los estados miembros “para diseñar políticas y estrategias que mejoren las habilidades de la fuerza laboral de salud adecuada para la anestesia y la atención quirúrgica esencial y de emergencia, especialmente en la atención primaria de salud y la primera referencia”. niveles hospitalarios”.

La WFSA tiene un papel de enlace oficial con la OMS y es una federación de sociedades nacionales de anestesiología que representa a los anestesiólogos en 150 países. 3 En abril de 2018, el liderazgo de la WFSA se comprometió a invertir recursos para crear un marco de capacitación en anestesia (ATF) como parte de una misión continua más amplia para aumentar el acceso a servicios de anestesia seguros en todo el mundo. El marco proporcionará una herramienta que se puede utilizar para ampliar la cantidad de programas de capacitación al tiempo que garantiza una educación de alta calidad y una atención segura.

Este artículo es un artículo de opinión y no una declaración de posición formal de la WFSA. Nuestra intención es crear conciencia y delinear el pensamiento actual del liderazgo de la WFSA sobre un ATF, y sugerir un proceso para su desarrollo. Este proceso incluirá consultas con las sociedades miembros de la WFSA y otras partes interesadas clave.

LA NECESIDAD DE UN ATF

En los LMIC, muchos factores limitan el acceso a la atención anestésica segura; estos incluyen un número inadecuado de proveedores de anestesia, mala planificación de la fuerza laboral, capacidad de capacitación limitada, mala distribución de la fuerza laboral existente y estándares variables de capacitación. La anestesia puede ser administrada por médicos proveedores de anestesia (PAP) y/o no PAP (NAPP); sin embargo, los modelos de atención son variables y suele haber falta de coordinación entre los programas de capacitación. 4

La Encuesta mundial de la fuerza laboral de anestesia de la WFSA 5 encontró que 43 países en todo el mundo tenían una densidad de PAP de <1/100 000 habitantes en comparación con alrededor de 20/100 000 en muchos países de altos ingresos. Setenta y siete países tenían una densidad de PAP de <5/100.000 habitantes. 

La encuesta estimó que se necesitaría capacitar >136 000 PAP adicionales a los niveles de población de 2016 para lograr una densidad de fuerza laboral modesta de 5/100 000 en todo el mundo. Cuando se incluyeron los NPAP en el análisis, 70 países aún tenían una densidad total de proveedores de <5/100.000. 

La Comisión Lancet sobre Cirugía Global (LCoGS) 1 estimó que será necesario duplicar la fuerza laboral quirúrgica de médicos especialistas (proveedores SAO: cirujanos, anestesiólogos y obstetras) para lograr la UHC para 2030.

Muchos países de ingresos bajos y medianos están comenzando a abordar este desafío mediante el desarrollo de Planes Nacionales de Anestesia y Obstetricia Quirúrgica para guiar la ampliación de los servicios quirúrgicos y de anestesia. 6 , 7 No hay una talla única para todos y se necesitarán diferentes modelos de fuerza de trabajo en diferentes países. El LCoGS recomendó el uso de tareas compartidas, «en las que las tareas se transfieren de un profesional a otro para maximizar los recursos humanos» donde «tanto el proveedor especialista como el proveedor con menos capacitación comparten la responsabilidad de un resultado de alta calidad de la tarea». 1 La OMS, en la Resolución 68.15, también instó a los estados miembros a promover el reparto de tareas como un medio para optimizar la fuerza laboral de atención médica en situaciones apropiadas. 2 Un reciente artículo de opinión en Anesthesia & Analgesia argumentó que el intercambio de tareas entre los PAP y los NPAP desempeñará un papel fundamental en la ampliación de la fuerza laboral, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos, y sugirió el uso de un enfoque basado en el equipo y dirigido por médicos para la atención del paciente. 4

En 2017, las sociedades miembros con derecho a voto de la WFSA aprobaron por unanimidad una declaración de posición sobre UHC que enfatizaba la importancia del liderazgo de los anestesiólogos en el desarrollo efectivo de los servicios de anestesia y reconocía la necesidad de diferentes modelos de fuerza laboral:

En algunos países, la necesidad de anestesia se cubrirá con anestesiólogos en formación. En otros países, especialmente aquellos con recursos limitados, la necesidad puede, en parte, satisfacerse mediante la capacitación de proveedores no anestesiólogos. 

La anestesia es compleja y potencialmente peligrosa, y la atención óptima del paciente depende de que un anestesiólogo proporcione, dirija o supervise la anestesia. La WFSA reconoce que el trabajo en equipo efectivo es un componente vital de la seguridad del paciente. 8

Sin embargo, aumentar la cantidad de proveedores de anestesia es solo una parte de la solución y debemos asegurarnos de no sacrificar la calidad de la atención al paciente en pos de la cantidad de proveedores. 

Un análisis reciente de la mortalidad en 137 países reveló que hubo más muertes debidas a una atención de mala calidad en comparación con muertes debidas a la falta de utilización de la atención médica. Los autores concluyeron que la expansión de la cobertura de servicios debe ir acompañada de inversiones en sistemas de salud de alta calidad. 9 

En una publicación titulada Workforce 2030, la OMS declaró:

La mera disponibilidad de trabajadores de la salud no es suficiente: solo cuando están equitativamente distribuidos y accesibles para la población, cuando poseen la competencia requerida y están motivados y empoderados para brindar una atención de calidad que sea apropiada y aceptable para las expectativas socioculturales de la población, y cuando cuentan con el apoyo adecuado del sistema de salud, la cobertura teórica puede traducirse en una cobertura de servicio efectiva. Sin embargo, los países en todos los niveles de desarrollo socioeconómico enfrentan, en diversos grados, dificultades en la educación, el despliegue, la retención y el desempeño de su fuerza laboral. Las prioridades de salud de la agenda para el desarrollo sostenible después de 2015… seguirán siendo aspiraciones a menos que vayan acompañadas de estrategias que involucren esfuerzos de transformación en la capacidad de la fuerza laboral de salud. 10

Los Estándares OMS-WFSA para una Práctica Segura de la Anestesia establecen que cada paciente debe ser atendido con el más alto nivel de atención posible. 11 Las soluciones de «solución rápida» a corto plazo para aumentar el número de proveedores tienen el potencial de conducir a una atención subóptima y retrasar el desarrollo de soluciones de calidad, sostenibles y a largo plazo. 12

Dada la urgencia de la situación, la pregunta para nosotros, como anestesiólogos, es ¿cómo responderemos? Desde nuestro punto de vista, es vital que los anestesiólogos lideren el desarrollo de la fuerza laboral de anestesia y que lo hagamos de manera colaborativa y constructiva. Si no asumimos un papel de liderazgo y trabajamos con otros para brindar soluciones, corremos el riesgo de desconectarnos de la mayor parte de la provisión y capacitación en anestesia. Creemos que la creación de un ATF es una parte oportuna y esencial de nuestra respuesta a la crisis global de la fuerza laboral de anestesia. Proporcionará una herramienta para el desarrollo de programas para aumentar el número de proveedores y optimizar la atención al paciente de una manera segura, coordinada y localmente apropiada.

OBJETIVOS Y ESTRUCTURA PROPUESTA

Un grupo de educadores de anestesia vinculados a la WFSA de un grupo diverso de países realizó un trabajo de antecedentes considerable antes de la adopción formal del proyecto por parte del liderazgo de la WFSA en abril de 2018. Este trabajo ayudó a identificar algunos objetivos específicos y también una serie de áreas que requieren más trabajo y consulta con las partes interesadas clave antes de la aprobación final del marco por parte de las sociedades miembro en la Asamblea General de la WFSA.

Los objetivos específicos son los siguientes:

  • Delinear categorías basadas en competencias o niveles de capacitación que se pueden utilizar para desarrollar programas de capacitación localmente apropiados.
  • Proponer un nivel mínimo de formación adecuado tanto para los PAP no especializados como para los PAP.
  • Proporcionar recomendaciones sobre el contenido del plan de estudios e identificar los factores clave que deben tenerse en cuenta durante el desarrollo del programa.
  • Crear un marco que pueda integrarse en los Planes Nacionales de Anestesia y Obstetricia Quirúrgica y ser utilizado por educadores de anestesia, ministerios de salud y otros involucrados en la planificación de la ampliación de la fuerza laboral quirúrgica y de anestesia.

La ATF proporcionará una estructura de alto nivel para el desarrollo de programas de capacitación en anestesia localmente apropiados en lugar de una lista detallada punto por punto de los objetivos del plan de estudios. Se alineará con otros trabajos en el campo de la anestesia y la cirugía global, incluido el LCoGS y las Prioridades de control de enfermedades del Banco Mundial, tercera edición. 13

Actualmente, existen numerosos caminos para la capacitación de los proveedores de anestesia y ha habido un debate considerable sobre la mejor categorización de los programas de capacitación para los fines de este marco. Aquí, presentamos una categorización preliminar (categoría A, categoría B y categoría C) que pretende generar discusión y servir como estructura para el trabajo y la consulta en curso.

En resumen, la categoría A corresponde a un nivel mínimo de formación, la categoría B corresponde a un nivel intermedio de formación y la categoría C corresponde a un nivel superior de formación acorde con los programas de formación de especialistas en anestesiología existentes. Las categorías se definen por competencias en lugar de un tipo de proveedor específico, por ejemplo, la capacitación de categoría A puede ser apropiada para un NPAP o un PAP no especializado. El tipo o tipos de categorías elegidos para la capacitación de proveedores deben determinarse localmente y dependerán de los requisitos de mano de obra del país y los recursos disponibles. Diferentes modelos de atención serán apropiados para diferentes países, por ejemplo, 1 país puede elegir un modelo de atención solo para anestesiólogos (solo capacitación de categoría C),

Nuestra posición es que los anestesiólogos con capacitación de categoría C son una parte esencial de la fuerza laboral de anestesia en cualquier país, ya sea que el país elija un modelo de atención solo para anestesiólogos o un enfoque de atención compartida. Reconocemos que, dado el actual déficit de mano de obra en algunos países, la supervisión directa de los proveedores con formación de categoría A no siempre será posible en un futuro próximo. Nuestra intención es proporcionar una categorización que mejore, en lugar de limitar, el contenido y la calidad de la capacitación en anestesia y el posterior fortalecimiento de la fuerza laboral. El objetivo siempre debe ser la capacitación a un nivel superior al mínimo descrito en la ATF; los países individuales deberían ver la capacitación de categoría A como un paso en el desarrollo de una fuerza laboral fuerte y sostenible en lugar de un estado final.

Nuestra intención es alinear la formación de categoría A con las cirugías que se ofrecen en un centro quirúrgico de primer nivel, tal como lo define el LCoGS: un centro quirúrgico capaz de realizar los procedimientos de Bellwether (cesárea, laparotomía, tratamiento de fractura abierta). El concepto de Bellwether a veces se malinterpreta como la capacidad de realizar solo estos 3 procedimientos; de hecho, los procedimientos de Bellwether son un marcador para un sistema quirúrgico que puede realizar una gama mucho más amplia de operaciones esenciales y de emergencia. Actualmente, muchas instalaciones quirúrgicas de primer nivel en áreas remotas cuentan con proveedores quirúrgicos y de anestesia relativamente poco capacitados. 1 , 14Por lo tanto, argumentamos que la capacitación de categoría A debe proporcionar el conocimiento y las habilidades para administrar anestesia segura para el Bellwether y otros procedimientos relacionados y notamos que, en muchos entornos, este nivel de capacitación representará un avance considerable con respecto a los procedimientos informales o de bajo nivel existentes. programas de formación para los PNA.

La capacitación de categoría B es un nivel intermedio de capacitación que brindará el conocimiento y las habilidades para proporcionar anestesia para una gama más amplia de procedimientos esenciales y de emergencia en pacientes relativamente sencillos. Puede haber capacitación adicional en algunas áreas de subespecialidad, por ejemplo, anestesia pediátrica, manejo del dolor y capacitación en áreas no clínicas, como investigación y enseñanza. Habrá un mayor énfasis en temas de ciencia básica y capacitación para realizar una mayor variedad de técnicas anestésicas, por ejemplo, bloqueos de plexos y monitoreo invasivo.

La capacitación de categoría C es consistente con los programas de capacitación actuales de anestesiólogos (especialistas en PAP). Esta categoría tiene como objetivo brindar el conocimiento y las habilidades para la provisión de anestesia para una amplia gama de procedimientos quirúrgicos, incluida la cirugía especializada en pacientes complicados. Se hará hincapié en la medicina perioperatoria, incluida la atención crítica y la atención de subespecialidad avanzada que no está incluida en la capacitación de categoría A o B. La capacitación de categoría C incluirá educación adicional en áreas no clínicas, como enseñanza, investigación y liderazgo. También incluirá una cobertura detallada de temas de ciencias básicas y una amplia gama de técnicas anestésicas, por ejemplo, intubación con fibra óptica despierto y ventilación de 1 pulmón.

Además de la categorización de las competencias, la ATF brindará orientación sobre importantes consideraciones de capacitación, como los criterios de ingreso, la duración y la evaluación. Estas áreas son potencialmente complejas, y planeamos delinear una lista de factores que deben considerarse durante el desarrollo del programa local en lugar de producir un conjunto de recomendaciones rígidas.

CONTROVERSIAS Y POSIBLES OBSTÁCULOS

Será necesario abordar una serie de cuestiones durante el desarrollo del ATF. La definición de un nivel mínimo de formación (categoría A) es un reto. En nuestra opinión, este nivel de capacitación debe corresponder con los conocimientos y habilidades para la provisión segura de anestesia para procedimientos quirúrgicos esenciales y de emergencia (según lo definido por LCoGS y Prioridades de Control de Enfermedades, tercera edición) en un hospital de primer nivel. Sin embargo, la anestesia para estos procedimientos puede variar considerablemente en complejidad. Algunos pacientes que se presentan en un centro quirúrgico de primer nivel pueden requerir un procedimiento quirúrgico relativamente simple pero estar muy mal, por ejemplo, una mujer con eclampsia que requiere una cesárea de emergencia o un paciente con lesiones múltiples que requiere una laparotomía. En algunas instalaciones remotas,14 Esta paradoja destaca la necesidad de que la capacitación de categoría A sea lo suficientemente integral para que los proveedores de anestesia puedan manejar una variedad de procedimientos quirúrgicos comunes, reconocer sus limitaciones y poder identificar, estabilizar y transferir pacientes complicados si es posible en el local. entorno de atención de la salud. La paradoja también destaca el valor potencial de un modelo de atención compartida, mediante el cual los proveedores de anestesia con diferentes niveles (categorías) de capacitación pueden trabajar juntos de manera complementaria para brindar una gama más amplia de servicios de anestesia.

Si bien un modelo de atención compartida podría ofrecer muchas ventajas, el diseño del ATF debe asumir que los NPAP o los PAP no especializados que trabajan en hospitales quirúrgicos de primer nivel pueden tener que ejercer de forma independiente. La supervisión de los anestesiólogos puede ser remota o estar ausente, 1 , 4 y, por lo tanto, la capacitación de categoría A debe ser lo suficientemente completa para equipar a los proveedores con las competencias para practicar solos en dicho entorno. No apoyamos un nivel más bajo de capacitación debido al impacto potencial en la seguridad del paciente y el riesgo de que los gobiernos u otras organizaciones malinterpreten un nivel más bajo de capacitación como el estándar mínimo predeterminado para todos los proveedores de anestesia.

Es posible que el ATF no se alinee completamente con los programas de capacitación existentes. Es importante señalar que la ATF estará dirigida principalmente al desarrollo de nuevos programas de capacitación en anestesia; no pretende suplantar los programas existentes que están funcionando bien. También prevemos que la mayoría de los programas existentes encajarán ampliamente dentro de nuestras categorías de capacitación propuestas. Por ejemplo, la Federación Internacional de Enfermeras Anestesistas (IFNA) ha elaborado currículos detallados para los programas de Certificado y Maestría, 15 y el contenido de estos programas podría encajar ampliamente dentro del alcance de la capacitación de categoría B.

Algunos anestesiólogos y sus sociedades profesionales abogan por la provisión de anestesia solo por anestesiólogos. La ATF ofrecerá opciones para categorías de capacitación y no dictará un modelo particular de atención. Es vital que los diferentes países determinen sus propios modelos de atención anestésica, y defendemos que las sociedades nacionales de anestesiólogos deberían desempeñar un papel de liderazgo en este proceso. El modelo elegido dependerá de los requisitos y recursos de la fuerza laboral local y, en muchos entornos, es probable que sea apropiado un modelo de atención compartido. También argumentamos que, cuando se utiliza un modelo de proveedores mixtos, debe haber coordinación de programas de capacitación y un enfoque de equipo para brindar atención al paciente.

Un mayor desarrollo de la ATF requerirá la participación de partes interesadas clave no anestesiólogas, incluidas la IFNA y las organizaciones quirúrgicas; esto será vital si se quiere que el ATF sea aceptado como una herramienta para la planificación de la fuerza laboral y el desarrollo de programas de capacitación. Nuestra intención es que la ATF fomente el diálogo y la colaboración que mejoren la calidad de los programas de capacitación en todo el mundo.

En última instancia, el ATF tendrá valor solo si lo utilizan los anestesiólogos, las organizaciones de proveedores de NPAP, ​​los gobiernos y otras partes interesadas durante la planificación de la fuerza laboral quirúrgica y de anestesia y como una herramienta para el desarrollo de programas de capacitación localmente apropiados. La probabilidad de implementación aumentará si la WFSA involucra a las partes interesadas desde el principio del proceso y continúa abogando por el desarrollo racional y apropiado de la anestesia a nivel de la OMS y del gobierno.

Conclusión:

Faltan anestesiólogos y además están mal distribuidos, Cuantos no se puede determinar, pero tengo la certeza que ni siquiera se está formando la misma cantidad de especialistas que los que dejan, se forman menos de doscientos anestesistas por año, la calidad no debe bajar por ninguna estrategia implementada, las soluciones pasan por aumentar la cantidad de anestesistas en formación, en función del crecimiento de las intervenciones (considerando las postergaciones encubiertas por falta de anestesistas) y los que dejan la profesión, enferman, requieren licencias o emigran, hagamos algo ante que las carencias genere problemas de accesibilidad, que cobren vidas injustamente, por la inacción, y la inobservancia, este es un tema para abordar, sin prejuicios, con respeto, y buscando la equidad. Este problema va a estallar, ni la confrontación, ni las soluciones individuales, un acercamiento a una posición de equidad y no de sostenimiento de privilegios, olvidándose de lo más importante, los pacientes.

Publicado por saludbydiaz

Especialista en Medicina Interna-nefrología-terapia intensiva-salud pública. Director de la Carrera Economía y gestión de la salud de ISALUD

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