En la argentina los que toman decisiones políticas proponen incertidumbre, y procastinación, que pase el tiempo, sin abordar los problemas centrales, estirar la mecha, pero se agranda la bomba, nunca se proponen rumbos estratégicos que proyecten mejoras sociales más allá de donde alcanzan la mieles temporales del poder y su construcción auto perpetuadora, en el círculo vicioso del cargo electivo, el financiamiento del acceso y el mantenimiento del espacio para que nada cambie. Es que, para tener poder en Argentina, hay que invertir o conseguir inversores, de ese financiamiento poco trasparente demostrado surgen las campañas electorales, la contratación de encuesta, la asistencia a programas periodísticos. Cuál es la tasa de retorno de la inversión de ese riesgo, menor a cuatro años. A juzgar por las declaraciones juradas, ofrecen crecimientos patrimoniales de los políticos, muy positivos, demasiado abultados, es la inversión más rentable en el horizonte financiero. «no les cierra el blanco».
La política no cambiará hasta que esto no quede en claro y exista transparencia en el financiamiento de «la política». Hoy el reparto está en el loteo de las cajas, para hacer sostenible, sustentable y solvente el poder para que nada cambie, excepto la vida de los «políticos».
Entonces siempre, el que acceda a esas posiciones tiene que devolver el crédito que hacen los inversores en su carrera a la figuración pública. es un negocio con riesgo, porque depende de un ejercicio definido por un conteo de sufragios libres, o no tanto, ya que están inducidos, por una realidad solo en testimonio fílmico publicada o por redes, haciendo que esto se distancie de los problemas reales de las personas que deambulan por la sociedad dirimiéndose en la pobreza, en arañar un empleo formal, en que los bienes no tienen valor, y la industria contenta porque se puede producir con ineficiencia y mano de obra en dólares la más baja de América latina. El financiamiento de las carreras políticas son pagarés que se pagan con intereses, no del pueblo sino de los empresarios.
Eso provoca que no se implementen soluciones orientadas al desarrollo, sino al posicionamiento electivo cada dos años, y a la salvación de expedientes tribunalicios que acosan a la mandataria. Que suerte que tienen estos políticos y militantes que no quieren cambiar el mundo, ni les preocupa y cobran por hacerlo.
El objetivo es sostener un nombre. Una referencia. Una facción. Llenos de mentiras y falacias. Nunca dice lo que va a realizar. Que hará con el campo, la carga impositiva o la industria. Las instituciones. La inflación. La justicia. El empleo formal. La salud, que modelo, que reforma. la educación, con que escuelas y educadores. Incertidumbre, despidos y cierres, pase a la informalidad. De eso No se discute. No hay dialogo. No se explicitan propuestas. Generan falsas epopeyas. Batallas sin olor a pólvora. Guerras de utilería. Doble vara. Al enemigo ni justicia, odio. Lógica binaria amigos y enemigos. Falta de cultura de trabajo. Falsas libertades.
Existía un lema en nuestro partido, donde surge una necesidad hay un derecho, (cuestionable por cierto) pero parece que lo olvidamos, la marginación de los pobres, la falta de vivienda, de trabajo, de acceso a la salud, a una educación pública de calidad y gratuita, garantía de ascenso social. Las agendas, los problemas son de la construcción del poder, y de evitar que avancen causas judiciales. Empresarios corruptos que desfilaron por los testimonios de una causa diciendo a quién y cuanto daban de su facturación, funcionarios corruptos ya juzgados y encarcelados, que tiraron bolsos al convento y luego se arrepintieron, narcotráfico y violencia, nada importa, solo darles elación a los pobres del conurbano para que ganen la elección o conserven un reducto en la provincia de Buenos Aires y desde allí decidan el destino productivo de La Pampa, Mendoza, Río Negro, San Luis, Córdoba, San Juan etc.
No quiero denostar por hacerlo pero cuando busco compensación, y ver lo que se hizo bien, no lo encuentro.
Nos están generando desazón, tristeza, un deterioro del humor social increíble, para darnos miedo, siempre se puede estar peor, y la única que puede salvarnos es ella, pero para ello hay que sobreseerla……..
Humor social que asfixia, hartazgo y pesimismo, no da ganas, nunca lo vivimos así, estamos peor con la pandemia sin vacunas, crecimiento exponencial de casos y encierro, de falta de esperanza, y solo buscar emigrar o ser político, de trabajar ni hablemos. De empleo formal tampoco. Cuando surge una actividad que puede generar divisas y tener una balanza externa positiva la atacamos, la bloqueamos o pedimos lo que no está pactado hasta tomando el ministerio de trabajo, sin hacer nada, no existen las instituciones. La inflación que nos aniquila los sueños. «Hace rato que no andaba por acá y veo que inventaron que el gobierno creará una Subsecretaría de ‘resiliencia’. ¡Ja, ja! ¿A quién se le ocurrió el chiste?» Estuvimos a punto de crear un ámbito público para mejorar ese humor social. Tengo una hipótesis, con un poco de crecimiento y disminución de la inflación, el miedo a la sociedad, para que voten continuidad. Esto es una campaña del miedo.
Por último, lo que único que no se ajustó fue la política, ejecutivo, judiciales, congresistas, embajadores, viajes al exterior, encuestas, sostener empresas deficitarios, eventos que no le interesan a nadie, aumento de las tarifas y recortes en educación-salud.