La propuestas políticas vigentes en Argentina, que surgen de la coalición de centro izquierda, otra de centro derecha y una liberal con un outsider, constituyen un fenómeno de ordenamiento en la Argentina, desde la política, con una economía inestable, por inflación, déficit, con reservas negativas, creciendo la incertidumbre y la pobreza exponencialmente, la gente huye por hartazgo de la política, con juegos de persistencias, con matices, cambiar para que nada ocurra distinto. Internismo. Peleas. Con dos millones de indigentes. Con 50% de pobres. Nadie expresa y nos dice como saldremos de esta situación. ¿Conviene tener pobres?. La pobreza de la política mantiene la pobreza social. Personas que reciban peor educación. Mal acceso a la salud. Más informalidad económica. Discutir siempre de lo mismo y basar en promesas irrealizables. Sin consensos básicos. Sin gobernabilidad propicia frente a estas próximas elecciones. Eligieron la inflación como mecanismo de ajuste. Bajar proporcionalmente el gasto social. Para mantener los privilegios, de la clase política, mientras se gestiona la pobreza en el desfiladero del hambre. Entre tanto, nadie puede pensar un sistema de salud que permita pensar en algo diferente. La relación con el pueblo está rota por el descreimiento de las promesas incumplidas. Internas sangrientas a ambos lados. Los que perderán en las internas, no irán a votar. Sin espejos donde mirarse en Latino América. Los electores no van a ir a votar. Especialmente los que seguían al gobierno. A pesar de la obligatoriedad. La participación electoral cada vez es menor. Por descreimiento. Mientras estamos discutiendo aspectos que no cambiarán esta realidad, que aumentan las muertes maternas, la tuberculosis, y la dificultad de acceder a la atención de salud. Peor productividad en los hospitales. Su personal desmotivado. Gobiernos clínicos, en manos de gente no formada. Sin consultas de respaldo al conocimiento. Amateurismo fatal. Mentiras y promesas incumplidas. Sin grandezas. Con mezquindades. Dudas que vamos a hacer para reducir la inflación. Con la mejora de la empleo. Del salario. Del populismo. No se puede gobernar con déficit fiscal.
El avance del narcotráfico, propagándose a todo el país. Nadie piensa en la seguridad pública y el empleo.
Políticas de salud. Seguros sociales. Seguros privados. Inclusión. Seguros estatales. Consustanciación de fondos. Vienen momentos más dificiles. Gastos innecesarios. Cajas de la política. Escenario de recesión, inflación, deuda pública.
Los salarios están al límite de la pobreza, están en 150 dólares, lo cual supuestamente podríamos producir a bajo precio e incrementar saldos exportables, ni explotando a la gente logramos incrementar algo el bienestar. Esto no ocurre, porque no se puede aumentar la productividad debido a que no hay insumos. Los medicamentos son costosos, más en un país de ingresos medios bajos. Por lo tanto un gasto en salud es catastrófico para los hogares al límite. Las consultas disminuyen los últimos cinco días del mes y los dos primeros. Las intervenciones quirúrgicas se postergan por el miedo a perder el trabajo. Los beneficios sociales se pierden o son para unos pocos, porque no se crea empleo privado. El empleo público es de baja calificación, redundante e improductivo. Faltan médicos por los salarios, porque las radicaciones en el interior no ofrecen perspectivas de una vida mejor. Por los cambios de expectativas.
Los bajos salarios afectan los ingresos a la seguridad social. La discapacidad, en su asistencia se lleva parte de los recursos. La cifra de pacientes trasplantados baja. Aumenta el cobro de aranceles diferenciales. Los contratos pierden vigencia rápidamente. Por las dificultades en la procuración. Los reintegros no cubren los gastos para solventar los mismos. Mientras tanto la melodía política sigue tocando despiadadamente, sin darse cuenta del naufragio.
Los prestadores privados trabajando por debajo del punto de equilibrio, porque aunque están llenos no cubren los gastos.
En un país quebrado, destruido, con una clase política de cínicos, preocupada por mantener sus privilegios, estamos ante un problema social que puede estallar por el acontecimiento menos pensado, están dadas las condiciones, de postergación y de odio social. La salud no puede estar exenta es un reflejo de esa realidad. Tener acceso a la salud, serviría para mitigar conflictos, contener demandas, mejorar la capacidad productiva.