Muhammad Khurrum, MD1, Samer Asmar, MD1 y Bellal Joseph, MD1
Abstract
Tele-ICU es un modelo basado en la tecnología diseñado para brindar cuidados críticos efectivos en la unidad de cuidados intensivos (UCI). El sistema de tele-UCI se ha desarrollado para abordar la creciente demanda de servicios de cuidados intensivos y la escasez de intensivistas. Un número finito de intensivistas de lugares remotos brindan servicios en tiempo real a múltiples UCI y ayudan en el tratamiento de pacientes críticamente enfermos. Los algoritmos de predicción de riesgos, los sistemas de alarma inteligentes y las herramientas de aprendizaje automático aumentan la cobertura convencional y pueden mejorar potencialmente la calidad de la atención. La tele-UCI se asocia con mejorías sustanciales en la mortalidad, la reducción de la duración de la estancia hospitalaria y en la UCI y la disminución de los costos de atención médica. Aunque múltiples estudios muestran mejores resultados después de la implementación de la tele-UCI, los resultados no son consistentes.
Varios factores, incluida la heterogeneidad de la infraestructura de tele-UCI desplegada en diferentes instalaciones y la renuencia de los trabajadores de la salud a aceptar la tele-UCI, podrían asociarse con estos resultados variados.
Los costos de instalación considerablemente altos y los costos operativos continuos también podrían estar limitando la utilización generalizada de este servicio innovador. Si bien creemos que la implementación de la tele-UCI ofrece ventajas potenciales y hace que la prestación de cuidados intensivos sea más eficiente, se justifica la realización de estudios de investigación adicionales sobre el impacto de esta tecnología en ámbitos de cuidados intensivos. Palabras clave telemedicina, unidad de cuidados intensivos, tele-UCI, cuidados críticos, tecnología
De la UCI a la Tele-UCI:
Redefiniendo el Proceso de Cuidados Críticos
La UCI desempeña un papel integral en el manejo de pacientes críticamente enfermos. Representa aproximadamente el 10% de las camas de cuidados intensivos para pacientes hospitalizados, y entre 4 y 6 millones de pacientes ingresan en una UCI cada año, con una tasa de mortalidad general de alrededor del 10%. 1-3 Recientemente, ha habido una disminución general en las camas de hospital en general, pero un aumento en las camas de cuidados intensivos,4 lo que refleja una creciente demanda de servicios de cuidados críticos. Al mismo tiempo, sin embargo, hay una escasez de intensivistas en todo Estados Unidos. Las UCI manejadas activamente por intensivistas conducen a mejores resultados para los pacientes, incluyendo períodos de estancia más cortos (LOS), así como menores tasas de complicaciones y mortalidad.5-7 A pesar de esto, menos de la mitad de todas las UCI en los Estados Unidos tienen un director médico a tiempo completo, y solo la mitad de las UCI pueden proporcionar atención dirigida por intensivistas.8,9
La telemedicina se introdujo en el entorno de la UCI para abordar la escasez de mano de obra, la creciente demanda de servicios de cuidados intensivos y la creciente complejidad de la UCI moderna. Utilizada y desarrollada en diferentes especialidades médicas, la telemedicina ha llevado a mejores resultados para los pacientes a través de un monitoreo avanzado, apoyo a la decisión clínica y protocolos de calidad de atención mejorados.10-13 Se ha planteado la hipótesis de que la telemedicina en la UCI (tele-UCI) es un modelo implementable que puede cerrar la brecha entre la oferta y la demanda. Varios modelos de tele-UCI se han practicado durante al menos 4 décadas y han evolucionado como una tecnología prometedora con el potencial de mejorar la eficacia de la prestación de atención médica en entornos de cuidados críticos.14-16 El número de hospitales que utilizan tecnología de tele-UCI aumentó de 16 (0,4%) a 213 (4,6%) de 2002 a 2010. Existe una tendencia similar en el número de camas de UCI cubiertas por telemedicina durante el mismo período de tiempo.17 Actualmente, más del 11% de las camas de UCI no federales están respaldadas por tele-UCI.18
El modelo ideal de tele-UCI y la tecnología involucrada
Tele-UCI utiliza una combinación de tecnología de conferencia audiovisual para intercambiar información, lo que permite a los intensivistas externos ayudar en el tratamiento de pacientes críticamente enfermos. Las habitaciones de los pacientes están equipadas con cámaras de alta resolución y enlaces de audio que se pueden controlar de forma remota. Esto brinda a los médicos de la UCI remota la capacidad de monitorear a los pacientes, así como comunicarse tanto con el equipo de la UCI en el sitio como con los pacientes.
Las enfermeras intensivistas y de cuidados críticos remotas tienen acceso a los registros médicos electrónicos de los pacientes y monitorean los parámetros fisiológicos de los pacientes, los resultados de laboratorio, las imágenes radiográficas y la información de telemetría, como la saturación de oxígeno, la configuración del ventilador y la presión arterial.
Esto permite al equipo remoto detectar cambios sutiles en la condición de un paciente y alertar inmediatamente al equipo de cabecera si la condición de un paciente se deteriora. Del mismo modo, si un médico de cabecera necesita asistencia inmediata de un intensivista o enfermera de cuidados críticos, puede solicitar ayuda a través de la tele-UCI.19,20
Los intensivistas de lugares remotos pueden iniciar el tratamiento preventivo (por ejemplo, tromboprofilaxis venosa profunda), rellenar medicamentos, ordenar estudios de laboratorio y radiográficos, supervisar el cumplimiento de las pautas de mejores prácticas y ayudar a crear un plan de atención multidisciplinario y coherente para el paciente.21
Las culturas de seguridad han adquirido una mayor importancia en las UCI, y existe un mayor riesgo de errores médicos en un entorno de cuidados críticos debido a la naturaleza compleja y acelerada del trabajo, y la mayor susceptibilidad de los pacientes ingresados.22-26
La tele-UCI es una forma potencial de abordar estos problemas en entornos de cuidados intensivos y ayudar a mitigar la variabilidad en los resultados clínicos al proporcionar atención estandarizada en las UCI. Los programas de tele-UCI tienen el potencial de enfocarse en procesos que están asociados con mejores resultados para los pacientes, incluidos tiempos de respuesta más cortos a valores de laboratorio anormales, inicio rápido de terapias que salvan vidas y mayores tasas de adherencia a las mejores prácticas de cuidados críticos.27-29 Los estudios han demostrado que al aumentar la adherencia a las pautas de mejores prácticas, la tele-UCI se asocia con mejores resultados para los pacientes y conduce a una reducción significativa de la trombosis venosa profunda. infección del torrente sanguíneo relacionada con el catéter, neumonía asociada al ventilador y menor mortalidad hospitalaria y en la UCI.30
Tele-UCI también está equipada con herramientas de apoyo a la toma de decisiones y sistemas de alarmas inteligentes, que permiten un reconocimiento rápido y una respuesta oportuna a cambios sutiles en el estado de un paciente.31,32 Los algoritmos de aprendizaje automático utilizan el flujo continuo de datos del paciente y, por lo tanto, son sensibles al contexto de las condiciones de los pacientes.33 Estos algoritmos clínicos incorporados ayudan a detectar trastornos fisiológicos y de laboratorio, e incluso proporcionar alertas predictivas antes de que una tendencia de empeoramiento de los parámetros se manifieste como un resultado adverso. Los algoritmos de aprendizaje automático se utilizan para la detección de sepsis, para valorar el ventilador y los ajustes respiratorios, y para reducir las falsas alarmas.34-36 Tele-ICU aumenta el cumplimiento de las pautas de mejores prácticas; además, los algoritmos de predicción de riesgos incorporados pueden aumentar la cobertura convencional y proporcionar una mejor calidad de atención.30,33,37 Es importante tener en cuenta que la tele-UCI no puede reemplazar la necesidad de la presencia física de trabajadores de la salud calificados al lado de la cama.
El propósito de la tele-UCI no es reemplazar a los médicos de cabecera o la atención de cabecera. En cambio, esta tecnología mejora la seguridad y mejora los resultados de los pacientes a través de la estandarización de la atención y la colaboración con el personal de cabecera.
Tele-UCI: Modelos de atención y sistemas operativos
Existen diferentes modelos clínicos y sistemas para proporcionar atención mediante tele-UCI. La selección de un modelo particular depende del número de pacientes que requieren este servicio, la gravedad de la enfermedad de los pacientes involucrados y la disponibilidad de recursos humanos, financieros y tecnológicos.
Hay 3 modelos de atención tele-UCI (los modelos continuo, programado y receptivo). Cada UCI hospitalaria puede implementar una combinación específica de modelos y sistemas para brindar atención a los pacientes.38-41 El modelo de atención continua brinda atención sin interrupción durante un período definido (por ejemplo, en 12 o 24 horas). La consulta periódica en un horario predeterminado (por ejemplo, durante las rondas de pacientes) se proporciona a través del modelo de atención programada. En un modelo de atención reactiva (receptiva), las visitas virtuales están mediadas por un sistema de alerta de emergencia (por ejemplo, página, alarma de monitor, llamada telefónica). Los diferentes modelos de atención se pueden prestar a través de un sistema operativo de tele-UCI centralizado o descentralizado.
La tele-UCI centralizada generalmente ofrece monitoreo de la UCI por parte de intensivistas, enfermeras y personal administrativo ubicados colectivamente en un entorno remoto y conectados a múltiples UCI. La tele-UCI descentralizada permite a los proveedores de atención médica remota comunicarse entre sí y con los equipos de la UCI a través de computadoras o dispositivos móviles.38
El modelo centralizado consiste en individuos ubicados en un sitio específicamente construido y equipado con dispositivos de comunicación. En contraste, el modelo descentralizado involucra a individuos que se encuentran en sitios de conveniencia, como oficinas, hogares u otros sitios móviles.
En el modelo descentralizado, la comunicación es a través de computadoras portátiles o teléfonos inteligentes fácilmente disponibles que están equipados con cámaras, altavoces y micrófonos. Estos modelos clínicos de tele-UCI brindan experiencia en cuidados críticos mientras se esfuerzan por mejorar los resultados de los pacientes a través de la colaboración con el equipo clínico de cabecera. La infraestructura básica de la tele-UCI se muestra en la Figura 1.
Papel de la Tele-UCI en la atención centrada en la familia
Los pacientes y las familias deben estar bien informados sobre el papel de la tele-UCI en el plan de prestación de atención. La tele-UCI podría mejorar potencialmente la atención centrada en la familia.42 Los estudios han demostrado que la visita virtual de la familia al lado de la cama se asocia con una reducción del estrés del paciente.43
Las televisitas son prometedoras para la participación virtual durante las rondas de la UCI, especialmente para las familias que viven lejos o tienen demandas competitivas.44 Además, los equipos de tele-UCI adoptan la tecnología y la experiencia clínica que están alineadas y posicionadas para facilitar las conferencias familiares virtuales. Se ha demostrado que las conferencias familiares mejoran la satisfacción familiar, aumentan la confianza en los médicos y reducen el conflicto entre los miembros de la familia y los médicos.45 Además, otras personas significativas pueden programar fácilmente una cita para discutir diferentes aspectos de la atención y estar mejor informadas sobre la condición de sus seres queridos. Por lo tanto, la colaboración exitosa de telemedicina en entornos de cuidados críticos potencialmente resulta en un alto grado 2 Journal of Intensive Care Medicine XX (X) de satisfacción paciente-familia. En un momento afectado por la pandemia de COVID-19, la proximidad virtual que ofrece la telemedicina ha demostrado ser vital para la satisfacción tanto de los pacientes como de sus familiares.46 Aunque las personas significativas de los pacientes expresaron percepciones favorables de las operaciones de tele-UCI, se ha informado que casi dos tercios permanecieron desinformados sobre su papel en la prestación de atención.47 Esto pone de relieve una brecha de comunicación significativa entre el personal de la tele-UCI y las familias de los pacientes.47 Maximizar la utilidad de La telemedicina para mejorar la atención centrada en la familia es imprescindible para apoyar la atención crítica estandarizada, bien coordinada y de alta calidad.
Efecto de la Tele-UCI en la carga de trabajo y el agotamiento
La tele-UCI no solo afecta los resultados clínicos de los pacientes, sino que también afecta la satisfacción laboral de los profesionales de la salud. Esto es de suma importancia dada la alta prevalencia de agotamiento y la continua escasez de profesionales de la salud en el entorno de cuidados críticos.48-50 El agotamiento afecta el bienestar y la calidad de la atención profesional proporcionada por los trabajadores de la salud. Por lo tanto, puede ser perjudicial para la seguridad del paciente, especialmente en entornos de cuidados críticos.51,52 La carga de trabajo y la presión del tiempo se han identificado como los factores más comunes asociados con el agotamiento.48,53-55 Los intensivistas remotos acceden a datos de pacientes en tiempo real y ofrecen monitoreo y atención continuos de pacientes en la UCI. Al hacerlo, brindan apoyo colaborativo las veinticuatro horas del día a los intensivistas de cabecera mientras están en turno en el hospital. Los estudios han demostrado que hubo una reducción superior al 60% en las páginas nocturnas y las llamadas a intensivistas de guardia después de la implementación de la tele-UCI.56
La tele-UCI es una tecnología prometedora que podría abordar el agotamiento de los trabajadores de la salud en entornos de cuidados intensivos y, en última instancia, mejorar la calidad de la atención del paciente. Se necesitan estudios futuros para explorar el efecto de la implementación de la tele-UCI sobre el agotamiento entre los trabajadores sanitarios en ámbitos de cuidados intensivos.
Tele-UCI: ¿Qué sugiere la evidencia?
Varios estudios han informado que la implementación de un programa de tele-UCI puede mejorar los resultados de la atención clínica (por ejemplo, reducción de LOS, reducción de complicaciones, reducción de la mortalidad) y reducir los costos de atención médica.31,41,57-59 Sin embargo, otros estudios no han podido corroborar algunos de estos resultados positivos.32,60 Por ejemplo, un estudio de Nassar et al. mostró que la aplicación de tele-UCI no se asoció con una disminución de la mortalidad hospitalaria y a los 30 días o hospitalaria y UCI-LOS.60 Del mismo modo, otro estudio realizado por Thomas et al. mostró que el monitoreo remoto de pacientes en la UCI no se asoció con un mejor resultado en términos de mortalidad, LOS hospitalario o ICU-LOS. Sin embargo, en el análisis de subgrupos después de ajustar la gravedad de la enfermedad, encontraron que la tele-UCI se asoció con una mejor supervivencia en los pacientes más enfermos.32 Además, durante el período de estudio, la tele-UCI no estaba completamente integrada con la UCI remota; Las notas clínicas y la entrada computarizada de la orden del médico no se compartieron entre las 2 unidades a través del sistema en línea. En cambio, la información se compartió por fax. Estos factores pueden retrasar potencialmente la transferencia de información de atención médica entre proveedores de atención médica, lo que puede conducir a resultados sesgados. Figura 1. Estructura operativa y esquema de trabajo de la tele-UCI. Khurrum et al 3 Hasta la fecha se han publicado cuatro revisiones sistémicas y metanálisis para evaluar el efecto de la implementación de la tele-UCI en los resultados clínicos centrales de la UCI, así como en la mortalidad hospitalaria y la LOS. La evidencia de mayor calidad en la literatura mostró que la implementación de la tele-UCI se asocia con un hospital más corto y LOS de la UCI, así como con una menor mortalidad.61-63 El metaanálisis más reciente realizado por Fusaro et al. mostró que la implementación de la tele-UCI reduce la mortalidad general en la UCI.64
El resumen de todos estos metanálisis se muestra en la Tabla 1.

Los hallazgos adicionales mostraron que fomentar la integración de equipos remotos con los equipos de cabecera y la autoridad para intervenir en la atención de los pacientes desde sitios remotos mejoran los resultados de los pacientes en los entornos de cuidados críticos.62 Estos estudios también mostraron que la monitorización continua de la tele-UCI se asoció con una disminución de la mortalidad en comparación con la consulta intensivista remota (modelos de atención programados o reactivos).62 También es evidente a partir de la literatura que las ventajas de utilizar la tele-UCI El programa puede maximizarse mediante la adhesión a la más alta calidad de práctica basada en la evidencia a través de rondas virtuales.62,65
Tele-UCI: Barreras y limitaciones
A pesar de los beneficios potenciales y el creciente interés en los programas de tele-UCI, persisten algunas preocupaciones. Las posibles razones que obstaculizan el impulso de la expansión de la tele-UCI incluyen una inversión inicial significativa, así como los costos operativos continuos, la incertidumbre sobre el beneficio de la tecnología entre el personal de la UCI y la falta de aceptación de este nuevo modelo por parte de algunos proveedores de atención primaria de salud.66
Estas serias preocupaciones constituyen una resistencia inherente a la implementación generalizada del programa de tele-UCI. ¿Es rentable? La atención en la UCI es costosa y comprende alrededor del 30% del costo total del hospital.67
La implementación del programa de tele-UCI requiere una inversión considerable para su instalación y un costo operativo continuo.
El costo requerido para instalar la tele-UCI puede oscilar entre 1 y 7 millones de dólares.68
El costo de capital requerido para instalar un solo centro de comando de la tele-UCI que cubra 116 camas de UCI se detalla en la Tabla 2.69 El costo operativo anual de todo el sistema oscila entre $ 2 y $ 2.5 millones, que se subdivide en salarios del personal de la tele-UCI, beneficios, tarifas de licencia de software y costo de suministros de oficina de tele-UCI.
También es importante tener en cuenta que los costos de estos programas no son triviales porque las tele-UCI son compradas por el hospital, y los terceros pagadores (por ejemplo, Medicare, Medicaid, seguro privado) no reembolsan los costos de la tele-UCI.70 A pesar de estas cifras notablemente altas, múltiples estudios han demostrado que la atención proporcionada en la tele-UCI es rentable.41,71
El sistema de tele-UCI se asocia con numerosas mejoras en los entornos de atención clínica, pero el cambio que más afectó a los resultados financieros fue la reducción de LOS.69 Además, los estudios mostraron que el uso selectivo de la tele-UCI a pacientes con alta gravedad de la enfermedad mejora la rentabilidad general.71,72
La tele-UCI también se asocia con la reducción de transferencias innecesarias y una mayor tasa de retención de pacientes en el período posterior a la tele-UCI.73 Por lo tanto, una mayor tasa de pacientes presentados en el hospital comunitario pudieron permanecer allí, así
Tabla 1.


Además, la implementación de la tele-UCI se asoció con un aumento en el volumen de la UCI y una disminución de la tasa de complicaciones de la UCI que potencialmente resultó en un menor costo de atención al paciente.30,69,74
La eficacia económica de la tele-UCI tiende a ser mayor para los hospitales urbanos y para aquellos con una mayor tasa de mortalidad y costo por paciente.
Significativamente, los estudios estiman que la implementación de la tele-UCI podría prevenir hasta 5000-13,000 muertes, y podría ahorrar 5 mil millones de dólares por año.59
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la rentabilidad se basa en la reducción de la mortalidad y el LOS, que es una consideración esencial para los hospitales más pequeños.75 Aceptación de la tele-UCI por parte de los profesionales de la salud Aunque el concepto de una tele-UCI ha existido durante algún tiempo, Todavía es una disciplina relativamente joven y en evolución, y los profesionales de la salud pueden dudar en adoptarla. Además, la mayoría de los médicos creen que el nivel actual de atención proporcionada en las UCI es adecuado. Del mismo modo, una encuesta de enfermeras de la UCI junto a la cama reveló que la tele-UCI podría causar problemas de privacidad, hacer que el personal se sienta incómodo (debido a la sensación constante de ser monitoreado) y parecer intrusivo.66
La demora en la actualización del registro médico electrónico hace que el personal de cuidados intensivos remotos realice varias llamadas telefónicas a la UCI, lo que resulta en interrupciones en la atención.66 Por otro lado, estudios también mostraron que el trabajo en equipo y la eficiencia mejoraron razonablemente después de la implementación de la tele-UCI.76
Aunque existe cierta incertidumbre entre los profesionales de la salud con respecto al uso de esta tecnología, se puede abordar mediante la creación de protocolos de comunicación profesionales. La comprensión y la comunicación entre los equipos internos y móviles afectan la satisfacción general y la aceptación del programa.
La implementación de protocolos de mejores prácticas, la colaboración y la comunicación efectiva de 2 vías entre los equipos facilita la aceptación y la adopción más efectiva de este programa. Heterogeneidad en el despliegue de la tele-UCI Aunque hay una tendencia creciente en la implementación de la tele-UCI, existe una notable heterogeneidad en el despliegue de la tele-UCI, lo que dificulta la comparación entre las instituciones. Estas variaciones se atribuyeron a las diferencias en la infraestructura de la tele-UCI, la aceptación de la tecnología, la comodidad en el uso de la tele-UCI, la experiencia del personal en el uso de la tecnología y los privilegios clínicos de los tele-intensivistas.77 Además, los protocolos de tratamiento asociados (por ejemplo, protocolos de ventiladores, manejo de la sepsis, protocolos de mejores prácticas) varían significativamente entre los programas. Dada la heterogeneidad de los programas de tele-UCI, muchos estudios institucionales individuales no pudieron demostrar los resultados reales de la telemedicina en el tratamiento de pacientes críticos, lo que dificulta la implementación generalizada y efectiva de este servicio. Se necesitan estudios de investigación adicionales para encontrar la configuración óptima de la tele-UCI que pueda mejorar al máximo los resultados en pacientes críticamente enfermos. Examen físico limitado La incapacidad de realizar un examen físico junto a la cama es otra limitación de la tele-UCI. Aunque el examen físico a pie de cama no se puede reemplazar, los diferentes componentes del examen físico pueden ser abordados por la tecnología utilizada en la tele-UCI. La inspección se puede realizar mediante el uso de video de alta definición y opciones de zoom a través de cámaras. La ampliación permite observar los detalles menores como el examen pupilar y el patrón de respiración. Un estetoscopio electrónico puede transmitir sonidos de forma remota. La palpación depende del examen sustituto in situ, la interpretación y la comunicación de los hallazgos. Sin embargo, la tele-UCI no elimina la participación clínica práctica para procedimientos operativos y técnicos (p. ej., inserción de líneas vasculares, intubación endotraqueal y reanimación cardiopulmonar); En cambio, proporciona supervisión directa y proporciona apoyo adicional para manejar al paciente de manera eficiente.
Directivas futuras
La integración exitosa de la tele-UCI en el sistema de atención médica es una tarea interprofesional difícil. La rápida evolución de la tele-UCI y su amplia aceptación en el modelo sanitario exige una mejora continua. Aunque evoluciona rápidamente, la tecnología por sí sola probablemente no mejorará aún más los resultados clínicos. En cambio, la forma en que esta tecnología se incorpora a la práctica clínica diaria es lo que probablemente impulsará la mejora en la calidad de la atención y los resultados de los pacientes. Cuando los equipos están ubicados de forma remota y la comunicación depende de conferencias de audio y video, es un desafío crear un equipo interdisciplinario convincente y que funcione bien. Las acciones que potencialmente pueden mejorar todo el sistema de telemedicina incluyen facilitar el trabajo en equipo colegiado, establecer una expectativa claramente definida para cada miembro del equipo, consenso sobre el umbral para involucrar al personal de tele-UCI, colaboración en proyectos de mejora de la calidad y familiarización del personal de la UCI con el personal de la tele-UCI. Por lo tanto, es necesario enfatizar el proceso de cuidado y promover una cultura de colaboración en equipo y comunicación efectiva. Aunque la heterogeneidad en la infraestructura de los programas de tele-UCI utilizados en diferentes hospitales es una característica inherente, existe un margen considerable de mejora con respecto a este aspecto de la atención de la tele-UCI. Se necesita más trabajo para comprender las variaciones en la efectividad del programa y abordar esos problemas mediante el desarrollo de estrategias que puedan mejorar la calidad y eficacia del programa existente.
El triaje apropiado de un paciente también es un aspecto esencial de la atención dentro de la tele-UCI. Como destacamos anteriormente, el mayor beneficio de supervivencia se observa entre los pacientes más críticos en comparación con un paciente menos enfermo.32,71,72
La implementación de la atención tele-UCI centrada en la gravedad de la enfermedad mejorará los resultados de la población de pacientes más necesitada.
Tele-ICU tiene el potencial de mejorar el bienestar y la eficacia laboral de los proveedores de cuidados críticos, entre los cuales el agotamiento, la fatiga y el agotamiento son altamente prevalentes. Además, la literatura sugiere que el trabajo por turnos tiene un impacto fisiológico significativo (de Khurrum et al) y se manifiesta como trastornos del sueño, aumento de accidentes y lesiones, y aislamiento social para enfermeras y médicos.78-80 Para mejorar los efectos nocivos del trabajo intensivista nocturno, el aspecto remoto de la tecnología invita a otra innovación. Los institutos están aprovechando las diferencias en las zonas horarias globales y convirtiendo la noche en día al trasladar el sitio de atención remota al otro lado del mundo.69,81 La instalación de los sitios de monitoreo remoto en el otro lado del mundo fomentará un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal de nuestros profesionales y también se puede esperar razonablemente que mejore la calidad y la puntualidad de la atención. La investigación centrada en las formas de mejorar el actual sistema de tele-UCI, con especial consideración de su idoneidad y eficacia, también ayudará a maximizar su impacto en el sistema de atención de la salud. Idealmente, la investigación futura debería centrarse más en explicar el mecanismo detrás de los resultados después de la implementación de la tele-UCI en lugar de simplemente describir los resultados asociados. La tele-UCI solo alcanzará su máximo potencial con un avance continuo basado en investigaciones de alta calidad.69
Conclusión
La evolución de la telemedicina ha fomentado el rápido crecimiento de los programas de tele-UCI. A la luz de su implementación generalizada, la literatura revela que la gran mayoría de estos programas mostraron mejores resultados. La tele-UCI se asocia con mejoras sustanciales en la mortalidad, reducción de la LOS hospitalaria / UCI y disminución de los costos de atención médica, pero estas mejoras no son universales. Con nuestra mayor comprensión de cómo se debe implementar y operar de manera efectiva la tele-UCI, se espera que los resultados sean más homogéneos. Tele-ICU también ofrece la ventaja de incorporar inteligencia artificial y aprendizaje automático que permiten un procesamiento de datos más rápido y una prestación eficiente de cuidados críticos. Como una capa adicional de protección en el proceso de cuidados críticos, el futuro de la tele-UCI es prometedor, pero la investigación para explorar más a fondo su impacto es prudente