Como seguir con la cuarentena

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Ningún sistema de salud esta preparado

«Es una idea que puede hacer reír, pero la única manera de luchar contra la peste es la honestidad», escribe Albert Camus en ‘La peste’.

Es demagógico decir que un sistema de salud puede estar preparado para una pandemia como esta, de ninguna forma lo puede hacer solo, los países como el nuestro no deberían ser dependiente en todo, existen insumos estratégicos que deben en las cantidades adecuadas y con alternativas de sustitución y debe protegerse la demanda prestadora asistencial de la oferta especulativa oportunísticas. Esta crisis no se maneja por las reglas del capitalismo, sino con reglas rawlsiana, de la justicia social. La mano de obra física quedó al descubierto, con una estructura importante, mucho más grande de la calculada e indefinida de la economía informal. Muchas gente sin declarar por empleadores formales, que se abuzan de las necesidades de las personas.

No se debe discutir entre economía y salud, es una dicotomía innecesaria, la salud protege a la economía y la distribución de los recursos a la salud.

La cuarentena no puede durar mucho tiempo. Máximo tres meses. En ese tiempo se deben haber tomado todas las medidas.

La contención por supresión del número de casos prolonga la duración del ciclo, esto llevará probablemente a que vivamos con el COVID 19, una danza que dure por lo menos hasta avanzado septiembre.

De acuerdo con los cálculos realizados por nosotros, la mayor cantidad de caso se producirá hacia fines de junio, con una meseta en julio, y un descenso lento de cuatro semanas.

Esta pandemia nos ha servido para aumentar la comunicación digital con la población a través de sus móviles, que evita muchas consultas innecesarias y la gestión de pacientes.

Volviendo a pensar en un salario único e Universal. Estamos otorgando datos individuales donde venimos, adonde vamos, la temperatura, la frecuencia cardíaca, autocráticos o tecnócratas, que se basa en información de la población.

El Ro:

En primer lugar, es importante entender el concepto que encierra el Ro que es la tasa entre beta, que es la tasa de transmisión, y gama es la tasa de recuperación o la inversa del período infeccioso. Entonces cuando el Ro es igual a uno, quiere decir que la transmisión y recuperación son iguales, por lo que no hay transmisión efectiva. Si el Ro es + que 1 la transmisión es mayor o más elevada que la recuperación, y por lo tanto la epidemia avanza, y si Ro es – que 1 la epidemia retrocede hasta controlarse. La mayor cantidad de medidas que se toman en la cuarentena están dirigidas a disminuir la transmisión del virus.

El principal objetivo es evitar el desborde de los servicios de salud causado por el rápido incremento de casos graves que requieran instalaciones de cuidado crítico o terapia intensiva.

Mitigación:

Es imposible prevenir el coronavirus, por lo tanto, la mitigación lo que hace es aplastar la curva para que sea manejable para el sistema de salud, consiste en aislamientos de casos, aislamientos de caso y cuarentena en casa, cerrar escuelas, universidades, espectáculos, distanciamiento social, protección de los grupos de riesgos y todas las medidas anteriores juntas.

Supresión:

La estrategia de mitigación no contiene la epidemia, sino busca aplanar levemente la curva. Mientras tanto, la de supresión trata de aplicar medidas duras para controlar la epidemia.

El escenario Deseado

El escenario que se busca es mantener un sistema de salud capaz de asistir a quienes requieren cuidados médicos, al mismo tiempo que disminuir los picos inesperados de casos y no tener crisis de camas de terapia intensiva o de respiradores.

Que Las medidas de mitigación y supresión no deben afectar el bienestar social y económico, que pueden generar más riesgos que la propia epidemia.

La pandemia pone en el centro de la escena algunas cuestiones. El valor de las respuestas colectivas ante las crisis, el reconocimiento de las tareas de cuidado, y la importancia de contar con políticas públicas orientadas a garantizar la universalización de la atención médica y el acceso a derechos humanos básicos sin discriminación. Revela cómo la sociedad se organiza a partir de lógicas de reciprocidad y las diferentes estrategias que se tejen para sostener el aislamiento según las posibilidades y los recursos con que se cuente.

La evidencia reportada por la revisión sistemática de Nassbaumer-Streit B et al[1] concluye que los estudios de modelado, con las limitaciones que estos tienen, informaron consistentemente un beneficio de las medidas de cuarentena. La cuarentena de personas expuestas a casos confirmados o sospechosos podrían evitar 44%a 81% de los nuevos casos y 31% a 63% de todas las muertes, en con ninguna medida.

La controversia:

A pesar del éxito de estas medidas en términos de salud pública, cada vez son más las voces que cuestionan los altos costos económicos y sociales que puede acarrear esta situación, tomando en consideración el congelamiento de la gran mayoría de las actividades económicas. Las restricciones en materia de producción no solo ponen en riesgo el aparato productivo de la economía, sino que, por esta vía, comprometen el empleo e ingreso en los hogares y el financiamiento de la salud. Las cuarentenas generalizadas generan una fuerte contracción de la oferta agregada, debido al freno sobre el aparato productivo, bien sea por la imposibilidad de producir o las restricciones de distanciamiento. Por el lado de la demanda se produce un cambio en el consumo de los hogares, eliminando gastos innecesarios, afecta decisiones de inversión en las empresas, ello junto con la reducción de las ventas produce menos ingresos por trabajador y perdidas de puestos de trabajo, disminuyendo la recaudación de la seguridad social y el financiamiento de la salud. La pobreza y la miseria que la epidemia produce si no tiene un tratamiento innovador, social, económico, productivo y de reactivación gradual, segura y controlada de la economía, producirá un serio deterioro en la calidad de vida, por ello es necesario buscar las mejores soluciones posibles, no solo provenientes del estado, sino de la conciencia de los empresarios, de las instituciones y de los sindicatos, que deberían impulsar un acuerdo social básico.

Deberíamos desarrollar protocolos estrictos que minimicen los riesgos en la reactivación de las actividades económicas favorecen igualmente la disminución de los casos potenciales de contagio. Deben considerarse tres tipos de riesgo: los riesgos en el hogar, en el hábitat, asociados a las condiciones en materia de salud, higiene y hacinamiento de los hogares, el riesgo del transporte público, haciendo énfasis en el control de las aglomeraciones; y los riesgos en el puesto de trabajo, a través de protocolos de bioseguridad.

Debemos pensar en la reapertura de la cuarentena.

Pero no, desde la cuarentena sí o no, sino en el cómo, cuando, y que responsabilidades compartidas se aportan, no imperativamente, sino desde la conciencia del empresario, de la sociedad, de los trabajadores y las instituciones.

Es indispensable para pensar en la reapertura de la sociedad, luego de una cuarentena anticipada y prolongada como la nuestra (74 días), en todo el país, y ahora centrada en el AMBA, para contener la cantidad de casos y mitigar la propagación, postergar la aparición del pico y fundamentalmente lograr la preparación del sistema de salud (camas, tecnología de respiradores, EPP, personal, reactivos de diagnóstico), será tener una evaluación en tiempo real de COVID 19 a nivel comunitario, [1] que implica conocer la cantidad de casos real, o sea la incidencia, (incluyendo los asintomáticos) y la prevalencia acumulada, la penetración y la disponibilidad de las pruebas de diagnóstico, de la cantidad de camas hospitalarias, de camas de cuidados intensivos con respirador y los lugares extrahospitalarios, los elementos de protección personal, la logística de los pacientes, el manejo de las altas, de los pacientes recuperados, y su retorno al trabajo, las acciones de mitigación que se desplieguen con cada caso, con el inconveniente que genera la segmentación y fragmentación del sistema de salud argentino, que además agrega un componente diferencial debido a que esta enfermedad ingresó en una categoría especial de las administradoras de riesgo de trabajo, que además de cubrir el salario caído del dependiente, del trabajador, cubrir los gastos de la internación puedan decir internarlo en sus centros, especialmente si los tienen integrados verticalmente. Esto genera además un efecto divisorio en la contención del grupo familiar, que afecta la efectividad de las medidas epidemiológicas.

Por último, fortalecer el desarrollo de la telemedicina para el seguimiento posterior de los casos, y con el agregado de la evaluación de los determinantes sociales, de las posibilidades de aislamiento domiciliario o la necesidad del cuidado extrahospitalario, como también la propagación de la infección, en los convivientes con la detección de los casos, en el barrio con las acciones de terreno, en la comunidad con información de todos los actores sociales, y en su lugar de trabajo, trabajando en conjunto con los departamento de medicina laboral de las empresas. También en las áreas más postergadas se requiere una intensa acción de campo coordinada de los rastreadores, para identificar contactos, seguirlos, hisoparlos. El objetivo primero es evitar que progrese el cuadro sin atención, limitar los contagios, identificar si en ese grupo hay asintomáticos, que podrían ser los que propagan sin estar aislados.

Todas estas acciones, y con esa complejidad intervienen en el sistema técnico y político de toma de decisiones, que no es fácil, que se debe consensuar y acordar, para que la sociedad asuma los riesgos en una decisión compartida, porque implicará modificaciones responsables de la organización de las tareas, horarios, traslados, presencialidad, y organización dentro del ambiente de trabajo, en los lugares de residencia de adultos mayores.

La efectividad de la cuarentena está relacionada con del grado de adherencia y cumplimiento de esta, esta será directamente proporcional a los que pasa en ambientes cerrados con otras personas, como es el caso del hogar, el tamaño y cantidad de convivientes en la vivienda, el tiempo que pasa en el transporte público, y los que transcurren en su lugar de trabajo.

Un bloqueo está diseñado para reducir la propagación más allá del área de bloqueo y también para evitar una mayor importación de casos. Debiendo tomar todas las medidas para frenar la transmisión al mismo tiempo, porque la progresividad hace que, debido a los parámetros de propagación, de contagio, las medidas tengan una latencia, que, si no se toman con prudencia, es más fácil el aumento que la disminución de los casos, los mismos suben más rápido, que lo que descienden.

Las personas normalmente trabajan, van de compras, socializan o van a la escuela, de forma normal 10 horas por día.

La adherencia media de la cuarentena comunitaria restringe las actividades económicas fuera del hogar al 50% de lo normal, o sea a cinco horas por día. Luego es importante la cantidad de personas que conviven en el hogar.

En los barrios marginales de la argentina, la permanencia dentro del hogar tiende a disminuir y aumentar el tiempo de las actividades en el ámbito de la comunidad. Confinar a esas personas, a sus casas es disminuir la distancia social.

Los modelos experimentales de número de casos secundarios dentro de la ciudad aumentan con el tiempo que pasa en público y con el tamaño de las familias, asi para una casa de seis personas, sin cuarentena comunitaria, por cada caso se predijo 43 nuevas infecciones durante un periodo de catorce días. En el otro extremo, para un hogar donde habita una sola persona y cuarentena comunitaria completa, no se produjeron casos secundarios durante un período de 14 días. Para un tamaño de hogar promedio de dos personas, con cuarentenas completa, casi completa, media y sin comunidad es decir 0,1, 5 y 10 horas respectivamente en la comunidad, predecimos 3,4,7,11 infecciones secundarias durante el cierre. Con un tamaño de hogar de tres personas, se predicen 7,8,12,20 infecciones secundarias respectivamente.

El número de casos secundarios, latentes, infectados tiene relación lineal con el tamaño de la población de una región.

En un área cerrada de 50.000 personas, esperaríamos con un tamaño de hogar de dos personas, un promedio de 30,40,70,110 infecciones en el período de 14 días respectivamente.

El objetivo del cierre con cuarentena comunitaria es contener el brote dentro de una duración manejable.

Suponiendo un 10% de infecciones asintomáticas para una situación de tamaño de hogar promedio de tres personas, alrededor de 30 días tendrá duración suficiente en condiciones de adherencia a la cuarentena comunitaria casi completa, con una adherencia media sería necesaria una duración de 54 días. 

En el caso de un tamaño promedio de hogar de tres individuos, esto significaría que, como resultado de la transmisión dentro del hogar, se originarán siete casos secundarios, en una población de 5000 personas, mientras que habrá 70 infecciones secundarias en una población de 50.000 personas.

El grado de adherencia a la cuarentena debe ser muy amplio para lograr el objetivo, teniendo un impacto importante en la reducción del brote, los esfuerzos fundamentalmente se deben hacer en el hogar, en el transporte, escuelas, concentraciones de personas y en el trabajo, mantener en todos los lugares la distancia física el uso de mascaras faciales, y el aislamiento segregado dentro del hogar o aislado en instituciones designadas cuando se enfermen. Por ello a pesar de ser casos leves, deberíamos mantener el aislamiento del comienzo de los síntomas entre 10-14 días. Para disminuir la transmisión comunitaria.

Intervenciones no farmacéuticas para evitar la propagación del virus:

Aislamiento en el hogar de los casos asintomáticos, deberían quedar en la casa siete días, reduciendo el contacto con personas fuera del hogar en un 75% durante ese período. Los contactos dentro del hogar permanecen con las medidas de barrera. Esto asumen los investigadores que lo proponen que el 70% de los miembros del hogar cumplen con la medida.

Cuarentena voluntaria en el hogar: luego de detectado un caso sintomático todos los miembros del mismo permanecen en los 14 días. La tasa de contacto de los miembros del hogar durante ese aislamiento se duplica, mientras que los contactos en la comunidad se reducen un 75%. Asumimos que el 50% de los miembros del hogar cumplirán con la política de aislamiento.

Distanciamiento social de los mayores de 65 años. Esto reduce los contactos el 100% si están trabajando, debiendo licenciarlos. Aumenta el contagio social el 25% y se reducen los demás contactos el 75%. Esto se cumple un 75%. Estas intervenciones tienen que durar un mes más que el resto de las medidas. Existe una fuerte evidencia que hay un riesgo más alto en función de la edad de la población. Aunque menos en la propagación en la población.

Distanciamiento social de toda la población todos los hogares reducen el contacto fuer del hogar, la escuela o el lugar de trabajo un 75%.  La suspensión de las escuelas reduce el contacto entre los integrantes del esquema educativo y aumenta los contactos en el hogar.

Aislamiento de personas con condiciones previas o con requerimientos de inmunosupresores.

Los niños transmiten tanto como los adultos, aunque ellos raramente experimenten enfermedad severa. El cierre escolar exclusivamente, como ocurre en la gripe estacional, donde los adultos tienen niveles de inmunidad superiores, no se da en el caso del COVID 19, y si formas más graves en estos.

La implantación y la liberación de las medidas deben tener lo que se llama on trigger, o disparadores de activación, la saturación de las camas de terapia intensiva tiene un tiempo de estancia medio prolongado, por lo cual el volver las medidas a un paso anterior, o una medida más estricta implica un período de catorce días. Que vuelva a equilibrarse la disponibilidad de las camas.

No están claramente determinadas las medidas, acciones, acuerdos y consensos de complementación, cuando un sistema está saturado, como el otro complementará la falta de recursos. Esto se produjo porque en una reunión se quiso instalar el tema y la reacción del sector privado fue de atacar desmedidamente y se llegó a mencionar la confiscación de las camas.

A medida que progresa la pandemia de COVID 19 los países van crecientemente, implementando un amplio espectro de respuestas. Los resultados demuestran que será necesario acumular varias capas de intervenciones, independientemente de la política dominante de supresión o de mitigación. Sin embargo, la supresión requerirá la superposición de medidas más intensas y socialmente disruptivas que la mitigación. La elección de las intervenciones depende en último término de la relativa viabilidad de su implementación y de la probabilidad de que sean efectivas en distintos contextos sociales.

Desentrañar la efectividad relativa de las diferentes intervenciones a partir de la experiencia de los países hasta la fecha es difícil, porque muchos han implementado muchas de estas medidas con variable grado de éxito.


En Argentina en este momento se está implementando la medida de internar todos los casos, inclusive los leves, con el propósito del aislamiento, al mismo tiempo de implementar el distanciamiento social en toda la población, con lo cual la oportunidad de transmisión en todas partes. Con la aparición de brotes sucesivos en los geriátricos, en el personal de salud y en los barrios más postergados, por condiciones de no poder sostener la distancia social y las medidas de mitigación, porque en estos hogares es difícil cuidar las medidas higiénicas y de alejamiento para evitar los contagios. El objetivo de estas medidas de mitigación es reducir el impacto de la epidemia y reducir la mortalidad, deberían mantenerse la mayor parte del tiempo posible.

Los resultados sugieren que el aislamiento social aplicado a toda la población tendría el mayor impacto, y que en combinación con otras intervenciones el aislamiento de los casos, el cierre de escuelas y universidades, proteger a los mayores tiene el potencial de suprimir la transmisión del umbral de R:1. Estas medidas deben ser adaptadas como políticas locales, situación compleja en los conglomerados urbanos, porque las personas que trabajan y se desempeñan en las industrias, los comercios, los establecimientos, provienen de los entornos, y esto impide medidas muy estrictas de cierre. Existe una característica especial de nuestro personal de salud, que por necesidad por bajos salarios, se desempeña más de las diez horas calculadas fuera del hogar, y esto aumenta las posibilidades de contagio. Con el agravante que el personal de salud es irremplazable y es el que hay.

Las medidas empleadas para la supresión también pueden evolucionar con el tiempo y complementar las otras acciones. En caso de que los casos disminuyan, se volverá más viable adoptar medidas de análisis clínicos intensivos, rastrear los contactos y la aplicación de la tecnología con las aplicaciones en los teléfonos móviles, que registren interacciones de un individuo con otras personas en la sociedad, esto permite que la política sea más escalable.

La supresión de largo plazo puede no ser una medida viable en muchos países por mucho tiempo, Los resultados muestran que la política alternativa de mitigación en un corto plazo relativo de tres meses puede reducir las muertes a la mitad que las que ocurrirían. Y el pico de demanda de servicios a 2/3.

La temporización óptima de las medidas difiere según se trate de supresión o de mitigación, así como también dependiendo de que se defina como óptimo. Sin embargo, para la mitigación, la mayora del efecto de tal estrategia puede ser alcanzado apuntando las intervenciones a una ventana de tres meses alrededor del pico de la epidemia. Para la supresión, la acción temprana es importante, y las intervenciones deben estar instaladas mucho antes de que la capacidad de los sistemas de salud sea sobrepasada. Dado que la supervisión más sistemática ocurre en el contexto del hospital, la demora típica entre que la infección y la hospitalización indica que hay un lapso entre dos y tres semanas en ver el efecto o visibilizarse las intervenciones, no se tienen que calcular la cantidad de camas en terapia intensiva como una linealidad, sino que por su tiempo de estancia en la unidad, un caso leve tiene una estancia de diez días, un moderado de veinte, y uno grave de más de treinta, por ello siempre la cifra de recuperados o de reducción de las camas de terapia intensiva se prolonga más tiempo. La demanda de camas de terapia intensiva calculadas antes de lo que ocurrió en Italia, España, Gran Bretaña y Nueva York, eran inferiores a las que se requirieron.

El proceso de reapertura en España: consta de cuatro fases preparación, fase inicial, intermedia y avanzada.

La primera fase implica la apertura de locales comerciales los cuales deben estar debidamente señalizados para garantizar el distanciamiento social.

En la segunda fase se permitirá la reapertura del sector hotelero, bares, con una ocupación máxima del 30%, actividades de culto con una ocupación máxima del 33%.

En la fase intermedia, se reabrirán los colegios, iniciando el año escolar en septiembre; y también volverán a operar los restaurantes bajo condiciones específicas. Los cines y los museos volverán con una capacidad máxima del 33%, el aforo de los lugares de culto pasa al 50%. Por último, la cuarta fase, o fase avanzada, flexibiliza la movilidad en general, aunque seguirá siendo obligatorio el uso del barbijo, con una distancia social de 2 metros.

“Con la vuelta al trabajo de muchas personas y el alivio de las medidas de confinamiento, se reanudan los contactos y puede darse la transmisión. De ahí que sea fundamental que todos los casos que se vayan produciendo se diagnostiquen adecuadamente”, puntualiza Pere Godoy.

Cada caso confirmado debe aislarse de forma adecuada, rastreando todos los contactos que esa persona haya podido tener y a los que haya podido transmitir la enfermedad. “Estos contactos tienen que estar aislados en su domicilio durante 14 días para asegurarnos de que, si alguno de ellos desarrolla la enfermedad, no genere nuevas cadenas de transmisión”, continúa.

¿qué ocurre con la propagación asintomática?

Según los expertos, el estudio de los contactos no puede llegar hasta aquí, solo se basa en detectar los casos clínicos –que contactan con el sistema sanitario– y sus contactos.

“De los casos asintomáticos solo nos podemos proteger si cumplimos con las medidas de prevención no farmacológicas, como el distanciamiento físico y las medidas que las acompañan. Afortunadamente, aunque son muy numerosos, transmiten poco a nivel comunitario”, afirma el presidente de la SEE.

Para realizar el trabajo de los rastreadores deben existir entre 15 y 30 cada 100.000 personas.

En Italia el proceso es más cauteloso y gradual, empresas manufactureras, el comercio al por mayor, la construcción, las industrias extractivas, la venta de bienes raíces, la reapertura de servicios de transporte dentro del país por razones de trabajo, salud, trámites o visitas familiares. Celebración de funerales con asistencia de quince personas.

El gobierno de los EE. UU aconsejo un plan para que reestableciera la actividad económica, hizo que se estableciera rápidamente un plan para tal fin consistente en tres fases, los cuales deben ser garantizados por cada estado, siempre que se observe un decrecimiento por 15 días de los contagios y que ninguno de los contagios y que ninguno de sus hospitales tenga problemas en materia de atención.

En el marco de la pandemia, Australia decidió limitar las actividades de las personas, pero mantener la mayoría de los negocios sin ninguna restricción. Asi, en este país las escuelas han permanecido abiertas con nuevas normativas de salud pública y aunque se alienta a los trabajadores a cumplir con sus labores desde casa, estos pueden continuar yendo a fábricas y minas, Incluso algunos negocios minoristas se ha mantenido operativos siempre y cuando cumplan con la distancia mínima que debe existir entre las personas mientras que restaurantes y cafés pueden mantenerse activos a través de domicilios o ventas a puerta cerrada, y  los únicos negocios que están fuera de servicio por ley son los bares y las discotecas.

El 8 de abril el equipo de trabajo de Diaz Resquin M et al, se realizó una simulación para el AMBA, como sistema cerrado en cuanto al aporte de la cuarentena como metodología para disminuir las muertes y disminuir los requerimientos de la terapia intensiva.[1]

El modelo confirma, por un lado, la importancia de haber impuesto la cuarentena en el momento que se hizo ya que impidió la rápida propagación inicial del virus. Esta primera medida de mitigación permitió al sistema de salud absorber a todos los infectados del primer brote pero no debería ser considerada como suficiente para que no colapse una vez terminada la misma.
Los resultados de las simulaciones también confirman la necesidad de realizar una apertura de cuarentena lo más escalonada posible sobre todo en las zonas mayor concentración poblacional para evitar que la velocidad de propagación aumente debido por ejemplo a traslados innecesarios o contacto estrecho en los lugares de trabajo.

Extender la cuarentena 75 días y abrirla de forma escalonada reduce la
necesidad de camas de terapia intensiva en un 75% y atrasa el pico de demanda 4 meses, dando al sistema la posibilidad de prepararse y adecuarse para la necesidad.

Lo que hemos observado, hasta el momento que estamos superando en Argentina,

Conclusiones:

El éxito de las medidas requiere una apertura gradual, segura y controlada, mediante la combinación de políticas que permitan la reactivación de la actividad productiva, limitando en el mayor grado posible la aparición de nuevos contagios y la posibilidad de atender de manera adecuada aquellos pacientes que requieran recurrir al sistema de salud. Gradualidad, medidas extremas de bioseguridad y un estricto seguimiento a la evolución de los nuevos casos de contagio.


[1] Díaz Resquin M. Ascolini J. Díaz CA Díaz Martirena F. Pena M L. Modelación Matemática de la propagación del Covid 19. Area metropolitana de Buenos Aires AMBA, Argentina. 2020.


[1] Angullo FJ. Finelli F. Swerdlow DL Reopening Society and the need for real time assessment of covid 19 at the community. Infectious disease JAMA. May 15.2020.


[1] Nussbaumer -Streit B. Mayr V, Dobrescu al et al. Quarantine alone or in combination with other public health measures to coenrol covid 19: a rapid review. Cochrane Database o Systematic Reviews 2020, issue 4.

La pandemia obliga al eclecticismo, y decisiones pragmáticas.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Propuesta: Tenemos que ser eclécticos, practicar el eclecticismo y tomar decisiones pragmáticas basadas en principios doctrinarios diferentes, como el fortalecimiento de la sociedad civil y sus expresiones, de las instituciones que permitan al mercado ser el proveedor de bienes accesibles en cantidad suficiente y el estado ser un catalizador del desarrollo, la subsistencia, democratizando el acceso a la tecnología, pero comprometidos en una red de solidaridad, en la construcción de consensos duraderos entre gobernantes y opositores, opositores que también son gobernantes, y no orientan los esfuerzos en nombre de la consolidación de determinados rumbos o liderazgos, en tanto puedan ver comprometida su perspectiva futura de recambio que debería consolidarse en un poco más de un año. Modificando la civilización que hemos erigido desde el individualismo, que genera comportamientos sectarios, excluyentes, de clases, comportamientos absolutistas de posesiones y exhibicionismos, ostentaciones, consumismo y positivismo, la búsqueda de la rentabilidad económica a cualquier precio, como el de radicar industrias de producción en el paraíso del bajo salario de la China, Taiwán, Indonesia, Tailandia, etc. De las estructuras piramidales. De empresas supranacionales, que construyen, y coaptan poder en el mundo. Hasta el del conocimiento, el de la ciencia no independiente. Formas organizacionales que consideran la hombre un elemento de producción transitorio, hasta que los automatismos tecnológicos lo intenten reemplazar. Pero eso no ocurrirá. No, en tanto demos la principal vacuna de la humanidad: educación de calidad y acceso equitativo a la atención de salud y al trabajo, para que el hombre pueda gozar de las libertades más integras. Personas más educadas, sanas, con manejo de la alfabetización digital y de los conceptos emprendedores podrán participar de un mundo más interconectado, en red contra los totalitarismos, y asi podremos construir una nación que prospere.

Las instituciones, la sociedad civil, la educación de calidad, la salud con acceso y equidad, libertad, seguridad, desarrollo tecnológico e industrial autonómico y reparto de la riqueza social, con empresarios ricos, que tengan incentivos para invertir, reglas perdurables, productores que vean sus esfuerzos recompensados y trabajadores no tan pobres, cada vez más formados y organizados.

Son momentos para eclecticismos, tomar decisiones pragmáticas con principios doctrinarios, basados en la justicia social.

Desarrollo:

Esta epidemia, nos encuentra en el peor de los mundos, con un Ministerio de Salud y Trabajo recién recuperados. Con su poder diezmado exprofeso, que cuenta con liderazgos y equipos. Frente a una sociedad que aniquila a quién se le ponga delante. Intentó acometer ese escarnio mentiroso con una persona que no se podía defender como Ramón Carrillo, Como el Estado Argentino iba a «poner a un filo nazi» en su billete de cinco mil pesos. Teniendo que hurgar en los rincones de la historia documentada la verdad y las desmentidas fueron más tímidas que los ataques como pasa siempre, para perder el tiempo reivindicando a alguien que hace varias décadas que merece estar en el cuadro ejemplar de los argentinos que mirar. Como ocurrió también con René Favaloro, a quien le dimos las espalda cuando pedía ayuda de todas las formas que el sabía, y nadie escuchó. Haciendo que las deudas le disparen en el pecho. Ahora le toca el turno a Ginés Gonzalez García, que debe enfrentar críticas, en el medio de un sistema de salud desbastado, la economía hundida, con desocupación en dos dígitos, pobreza del 44% de los argentinos, marginalidad y hambre. Una sociedad que hoy descubre la pobreza, que hay argentinos, 3.600.000 que viven en barrios postergados, con hábitats no aptos para la vida, sin servicios de provisión de agua potable, cloacas, electricidad, medios de calefacción adecuada, empleo para generar subsistencia. Casi el cincuenta por ciento de los casos en capital se originan en este sector.

Existe una falta de conexión entre la tecnoestructura y la política en las últimas décadas que lograron que no se tuvieran en cuenta las advertencias mundiales y regionales: el SARS, el MERS, el ébola, la malaria, el zica, chicunguya y el dengue, hoy las muertes, y la cantidad de casos lo expresan, como dice Sofía Merajver epidemióloga argentina que trabaja en la Universidad de Michigan y es reconocida internacionalmente. Esta crisis lleva cinco meses, pero fue reiteradamente explicada en los papers que fueron desoídos. «En noviembre de 2015, científicos de renombradas instituciones estadounidenses (la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y el National Center for Toxicological Research, Food and Drug Administration), en un trabajo conjunto con el Key Laboratory of Special Pathogens and Biosafety del Instituto de Virología de Wuhan, en China, publicaron en la prestigiosa revista Nature el trabajo “A SARS-like cluster of circulating bat coronaviruses shows potential for human emergence”. En español, “Un cluster de coronavirus tipo SARS que circula entre los murciélagos tiene el potencial de transferirse a los humanos” «.

«Una publicación en octubre de 2007 (“Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus as an Agent of Emerging and Reemerging Infection”, es decir, “Un coronavirus que provoca Síndrome Agudo Respiratorio Severo podría ser un agente responsable de la aparición y reaparición de infecciones”) fue fruto de expertos de la Universidad de Hong Kong y publicado en la revista Clinical Micriobiology Review, en el marco de un sinfín de investigaciones sobre esos agentes infecciosos, tras la epidemia del SARS-CoV en la que, entre 2002 y 2004, más de 8.000 personas resultaron infectadas y unas 900 murieron. . El paper ofreció una síntesis analítica de unas 4.000 investigaciones sobre el complejo ítem “coronavirus” e insistió en la necesidad de no ningunear la comprensión del virus, ya que es la vía para “el desarrollo de pruebas de diagnóstico (…) antivirales, vacunas (…) que podrían ser útiles en ensayos de control aleatorio si el SARS regresara”. Advirtieron que “los hallazgos de que los murciélagos en herradura son el reservorio natural de virus similares al SARS-CoV y que las civetas son el huésped de su amplificación, destacan la importancia de la vida silvestre y la bioseguridad en las granjas y los mercados húmedos, que pueden servir como fuente y centros de amplificación para infecciones emergentes”.

Otros que atacan por el lado de Economía y salud, como Hegelianos dialécticos de pura cepa. Las dos potencias hegemónicas del mundo, EE.UU y China privilegiaron la economía, de dos formas diferentes, una permitiendo que las medidas de confinamiento no fueran tan asfixiantes, hasta que les explotaron las bombas biológicas en el transporte público, y se colocó en la vanguardia del número de casos y muertes.

CANTIDAD DE CASOS Y MUERTES EE.UU DIA 31 DE MAYO DE 2020

China que apostó a un fuerte confinamiento, limitó la expansión de la pandemia a Wuhan y a la provincia de Hubei, pero en diez semanas ha vuelto a producir pero percibe que ese mundo habido de sus productos no tendrá demanda hasta dentro de 6 meses. Existiendo algunos teóricos, politólogos, que dicen que podría caer el comunismo en China, si no logra sostener su esquema planificado de producir excedentes para un mundo que demande.

Ambos países están embarcados en una carrera armamentística de llegar a producir la vacuna, que tendrá un mercado potencialmente comprador de 4.000 millones de personas. consolidando un nuevo hito en su disputa. siendo nosotros espectadores.

Ningún camino será sencillo, pero menos el construido desde la falacia welfarista y populista, es una burda mentira. Para distribuir primer hay que generar, acumular y ver que meritocracia se aplica, dignificar el esfuerzo, el trabajo, la educación, erradicar la violencia. Para redistribuir tiene que haber acuerdos sociales. Canalizado a través de la conveniencia que sea más rentable trabajar y generar economía formal y empleo digno, que el temor a que la litigiosidad impida pagar salarios.

Consolidar fuertemente esta conectividad digital, las formas del federalismo, que tendría que ser mixto, con más poder de rectoría del estado nacional, fundamentalmente en los principios estratégicos de la salud, la educación y la producción. Participar, escucharnos y vernos cerca estando distantes, compartiendo conocimientos, experiencias, diálogos, encuentros, que luego podrán ser presenciales pero abonados por la continuidad de la comunicación fluida, de compartir experiencias, soluciones, errores, acercar palabras solidarias, construir redes, que permita elaboraciones muy fluidas.

Las cinco pieles de significación existencial de Hundertwasser Friedensreich:

Friedensreich Hundertwasser es un artista que nació en Viena en 1928, Murió en Australia en el año 2000, es lo que normalmente se conoce como artista total, es decir, fue pintor, arquitecto, escribió manifiestos, realizó performances, diseñó sellos y banderas etc. Pero sobre todo fue un adelantado a su tiempo y  es que cada incursión que hacía en el mundo del arte, era siempre desde el punto de vista del respeto por la naturaleza y la ecología. Dijo que tenemos cinco pieles de significación existencial que relacionan al hombre con el universo.

La epidermis, que nos limita corporalmente con nuestro entorno, expresa las emociones, las enfermedades, la frontera de la integridad.

La ropa, en la cual el mercado la uniforma bajo la tiranía de las marcas que nos distinguen y nos posicionan.

La otra piel es el hogar, la casa, nuestra naturaleza e intimidad que hemos aprendido a amar estos tiempos y otros a sufrirla al ser confinados y asfixiados porque no tenían las condiciones mínimas para la subsistencia.

La cuarta piel es la identidad que relaciona nuestro pensamientos y expresión en acciones con el entorno, la familia, el barrio, el municipio, la comuna, la ciudad, el país y el mundo.

La quinta es el mundo, la tierra, el medio ambiente que estamos obligados a preservarla y cuidarla, y que vimos como consumiendo menos alocadamente aparecieron las aves, el aire es más puros y distinguimos los peces debajo del agua, consumimos menos energía, y entonces vimos cosas, que no siendo ciegos no veíamos antes.

El SARS Cov 2 esta atravesando nuestras cinco pieles, desde el mundo y atraviesa la epidermis y se reproduce en nuestro cuerpo invadiendo nuestra identidad y existencia.

Conclusión:

Las sociedades globales acompañan también absortas las cifras diarias de muertes y
contagios en el planeta, asumiendo la escasez de algunos de nuestros recursos, y la falibilidad y las limitaciones de nuestros conocimientos adquiridos
hasta el presente

«El universo, construido por los poderosos, corroe el ropaje del hombre, afectando su intimidad. La peste deviene de la codicia de poderes que no respetan la naturaleza«.

Estamos navegando el barco mientras se construye.

Sudáfrica y Argentina dos ejemplos parecidos. Tomo el ejemplo de Sudáfrica para relacionarlo con lo que estamos haciendo.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

La primera  persona  con  Covid-19  confirmado en Sudáfrica  fue  un  viajero  que  había  regresado  de  Italia  y  fue  diagnosticado el 5 de marzo de 2020. Cuando se identificaron  402 casos   después de 18  días, el  gobierno  anunció  un  bloqueo nacional,   que se implementó 4  días más tarde  cuando  el  tiempo de duplicación era de 2  días y había  1170  casos identificados. En esta primer etapa hicimos algunas cosas diferentes.

Durante  35  días  del  cierre estricto, el tiempo  de duplicación se desaceleró  a  15  días, y hubo  5647 casos (incluyendo 103  muertes)  para el  30 de abril. Hasta el 19 de mayo,  cuando  se había realizado un bloqueo  menos  estricto,  Sudáfrica  había  registrado  17.200 casos y 312  muertes  y  había  realizado  488.609  pruebas  (www.gov.za/Coronaviruswww.gov.za/Coronavirus.


La respuesta nacional de Sudáfrica  al Covid-19 ha  comprender  ocho etapas superpuestas.   

La  primera  etapa se   centró  en  la preparación de Covid-19,  incluido el establecimiento de la capacidad de  prueba.  .  

La etapa 2  comenzó  cuando  hubo   51 casos, 10  días después de que se diagnosticó   al  primer  paciente sudafricano.   El  gobierno  declaró  el  estado nacional  del  desastre,  prohibiendo los viajes internacionales,  cerrando    escuelas,  restringiendo  las reuniones y  promoviendo el distanciamiento  social  y  la  higiene delas manos.  Un  comité  asesor de alto nivel  con  51  médicos, virólogos,  epidemiólogos,  modeladores   matemáticos, profesionales de la  salud   pública y  otros  expertos  está  proporcionando  asesoramiento  estratégico  al ministro  de salud y  estableciendo  orientación política basada en  la  evidencia. matemática.

La etapa 3 consistió en  el  bloqueo nacional,   que ahora se está  aliviando    lentamente. El  bloqueo  ha  causado  importantes  dificultades económicas,  especialmente  entre las personas   pobres y vulnerables.  La  contracción  de la  economía  podría  tener  importantes  consecuencias a largo plazo.

Durante la etapa  4,  que  se  inició  el  día  33, el  gobierno  ha  desplegado a más  de  28.000 trabajadores de salud  comunitarios  en  las  comunidades de mayor riesgo para llevar a  cabo la búsqueda activa de casos casa por casa.   

Los equipos de seguimiento de contactos comunitarios de   Sudáfrica,    establecidos para el control de la tuberculosis, se han utilizado para el rastreo de contactos de Covid-19  y  el seguimiento del cumplimiento de la  cuarentena.

Con la  mayor carga  de VIH en el  mundo, el país cuenta con una red de  proveedores,  que incluye  decenas  de  miles  de trabajadores de salud  comunitarios capacitados  con experiencia  en  la realización de visitas puerta a puerta  en  comunidades socialmente vulnerables.  

esta estrategia basada en la comunidad se ha utilizado  para  examinar a 11.114.600  personas  (casi el 20% de la  población)para Covid-19.

Una  aplicación de teléfono móvil  se  utiliza  para  administrar  una lista de comprobación de síntomas, y los datos de  cada  hogar se cargan,  junto  con las coordenadas de ubicación del teléfono móvil,   a una base de datos  central  para  mapear la cobertura de cribado. Las personas  con síntomas  de Covid-19  son  referidas a estaciones de prueba móviles  o  a   centros de salud  cercanos. Lamentablemente esto lo estamos resistiendo, y hay que hacerlo.

La etapa 5  implica  la identificación  de puntos calientes  y  la aplicación de medidas  de  prevención  en  zonas  con  brotes localizados..    

La etapa  6 se  centra  en  proporcionar atención médica,  incluida la construcción de  hospitales de campaña,  algunos  en centros de convenciones.      

La etapa  7  consiste en  prepararse  para  las muertes, los entierros y los desafíos de salud mental  asociados  con el duelo. La  etapa final se centra  en  mantenerse vigilante  participando   en actividades de búsqueda de  casos y  monitoreando  los

niveles de inmunidad de la población  utilizando  serosurveys  en  preparación  para las posteriores ondas epidémicas..  

Varios desafíos  pueden  obstaculizar el control epidémico.   

El país está tratando de ampliar aún más las pruebas a partir de la tasa acumulada actual de 9,6 pruebas por cada 1000 personas.

Los criterios inicialmente restrictivos dificultan que las personas se hicieran la prueba en clínicas y hospitales públicos, y los proveedores del sector privado realizaron alrededor del 80% de las pruebas. Los criterios se cambiaron después de aproximadamente 1 mes, y la mayoría de las pruebas se realizan ahora en el sector público.  

Asegurar  suficientes  suministros de pruebas y equipo de protección  personal para el personal de atención médica  ha  sido un desafío.

La pobreza y el desempleo significan que  muchas  personas  viven en  asentamientos  informales  donde  es  difícil implementar  intervenciones  preventivas  como  el lavado de manos y el distanciamiento  social. .  Estas comunidades  vulnerables  utilizan servicios de atención de salud  pública; más  del 80% de los sudafricanos  Africanos  no  tienen seguro médico. .  

En 2018 hubo 7,9 millones de personas que vivían con el VIH y alrededor de un cuarto de millón de casos de tuberculosis en Sudáfrica.

Covid-19 podría añadir una grave tensión al sistema de atención de la salud ya sobrecargado, especialmente si las personas con VIH o tuberculosis corren un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave de Covid-19.  

El  potencial  de un  doble golpe se cierne a medida que  Sudáfrica se prepara  para entrar en  su temporada anual  de gripe. Como nosotros.

Las primeras  intervenciones de Sudáfrica  han  retrasado el pico  Covid-19.

Su  respuesta se está     implementando    ante recursos  limitados y otros  desafíos. El  compromiso nacional  de  responder  a  la  epidemia ofrece   esperanzas de que  el país  no  experimentará  la  devastación que se observa en otros lugares. A medida que Sudáfrica  se prepara para una oleada esperada de casos en  las  próximas  semanas, describió la respuesta nacional de Covid-19 como «navegar un  barco  mientras lo construía»..”  

Conclusiones:

Los sistemas sociales de salud, están haciendo lo que pueden con lo que tienen, tantos años de desinversión hacen que acomodemos las cargas durante la travesía, y los políticos además no quieren ruido, no quieren cadáveres en las calles, no fosas comunes, no camiones frigoríficos como morgues improvisadas o personal de salud muerte y contagiado, no quieren varios postergados incendiados, o ancianos asilados muriéndose todos los días. Tratemos de que los resultados sean diferentes, estamos haciendo todo lo imposible, valoren lo que hacemos por favor, déjennos trabajar.

La sopa de Wuhan.

Resumen y comentarios del libro «sopa de Wuhan» realizado por Carlos Alberto Díaz.

La sopa de Wuhan

Este es un resumen del libro “Sopa de Wuhan”. Autores: Giorgio Agamben, Slavoj Zizek, Jean Luc Nancy, Franco “Bifo” Berardi, Santiago López Petit, Judith Butler, Alain Badiou, David Harvey, Byung-Chul Han, Raúl Zibechi, María Galindo, Markus Gabriel, Gustavo Yáñez González, Patricia Manrique y Paul B. Preciado. Marzo 2020.

Conceptos interesantes, surgidos de una visión diferente, polifacética, polémica, no hegemónica, que nos permite visibilizar el problema más allá de los pensamientos predominantes y dominantes, que, imbuidos en la atención de los pacientes, no podemos ver, debatiéndonos entre la disponibilidad de recursos y el aumento diario de los enfermos, el deterioro de la sociedad y el aumento de la pobreza.

Son textos de quince autores, todos mayormente del norte y especialmente de Europa, aunque se encuentran entre los ellos un norteamericano, una boliviana, un uruguayo, y un chileno. Recoge ensayos y sobre todo algunas columnas de opinión “urgentes”, ordenados cronológicamente entre el 26 de febrero y el 28 de marzo de 2020.

Sopa de Wuhan es una compilación de pensamiento contemporáneo en torno al COVID 19 y las realidades que se despliegan a lo largo del globo. Reúne la producción filosófica (en clave ensayística, periodística, literaria, etc.) que se publicó a lo largo de un mes –entre el 26 de febrero y el 28 de marzo de 2020–. La antología presenta a pensadores y pensadoras de Alemania, Italia, Francia, España, EEUU, Corea del Sur, Eslovenia, Bolivia, Uruguay y Chile. Sopa… junta en un volumen lo que ya es público y está al alcance de un click. Tan solo propone un “orden” de lectura, acerca algunos datos biográficos sobre los autores e intenta poner en una línea de tiempo una serie de debates. Busca reflejar las polémicas recientes en torno a los escenarios que se abren con la pandemia del Coronavirus, las miradas sobre el presente y las hipótesis sobre el futuro.

Giorgio Agamben

El primer capítulo vierte el concepto del temor al contagio y el ataque a las libertades. Medidas frenéticas, impulsadas por lo desconocido, el desorden y el destiempo. «provoca síntomas leves/moderados (una especie de gripe) en el 80-90% de los casos”. En el 10-15% de los casos puede desarrollarse una neumonía, cuyo curso es, sin embargo, benigno en la mayoría de los casos. Se estima que sólo el 4% de los pacientes requieren hospitalización en cuidados intensivos”. Si esta es la situación real, ¿por qué los medios de comunicación y las autoridades se esfuerzan por difundir un clima de pánico, provocando un verdadero estado de excepción, con graves limitaciones de los movimientos y una suspensión del funcionamiento normal de las condiciones de vida y de trabajo en regiones enteras?». Intenta poner en equilibrio el miedo y la verdadera gravedad, pero cierto es que ha superado, en estos meses a todas las otras causas de muertes de la humanidad, y esto es preocupante y que deberíamos pensar que haremos en la próxima pandemia, y que el paso del tiempo no enlentezca las respuestas, tendríamos que dejar preparadas las estructuras epidemiológicas de asesores, asistenciales, reservas de respiradores y dispositivos de protección personal. Identificados a los que tienen inmunidad especialmente entre el personal de salud.

El Covid este año será la principal causa de muerte de la humanidad. superará más de 500. 000 muertes.

«En primer lugar, hay una tendencia creciente a utilizar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno. El decreto-ley aprobado inmediatamente por el gobierno “por razones de salud y seguridad pública” da lugar a una verdadera militarización “de los municipios y zonas en que se desconoce la fuente de transmisión de al menos una persona o en que hay un caso no atribuible a una persona de una zona ya infectada por el virus”. Una fórmula tan vaga e indeterminada permitirá extender rápidamente el estado de excepción en todas las regiones, ya que es casi imposible que otros casos no se produzcan en otras partes.» Esto ha sido observado en la barriada villa azul e Itati, por el temor a la propagación a todo ese poblado de 70.000 habitantes, que generaría una catástrofe, el inconveniente inicialmente es que muchas de las familias de esos lugares abren el día y ven que pueden hacer, no tienen reservas, ni de alimentos, ni de medicamentos, ni ropa, están acostumbrados a que sus ciclos tengan 24 hs nada mas, están fuera de la economía normal, trabajan en el mejor de los casos haciendo changas, cuando no juntar cartones, o sea como hemos utilizados el eufemismo trabajadores de la economía popular que reciclan, vulgarmente conocidos como cartoneros, individuales o que integran cooperativas, que hace 18 años que empezaron a deambular y no pueden salir de la exclusión. Entonces su sustento de 24 hs se agota con estas medidas de militarización, que inmediatamente, ese mismo desembarco tienen que acompañar con alimentos, y elementos de limpieza que tampoco tienen.

«el estado de miedo que evidentemente se ha extendido en los últimos años en las conciencias de los individuos y que se traduce en una necesidad real de estados de pánico colectivo, a los que la epidemia vuelve a ofrecer el pretexto ideal. Así, en un círculo vicioso perverso, la limitación de la libertad impuesta por los gobiernos es aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla.» La inseguridad, el vandalismo, las tomas, el terrorismo, el uso de la pobreza de la política prometiendo viviendas e impulsando tomas en terrenos no preparados para generar un hábitat adecuado. El estado de pánico colectivo obnubila la conciencia crítica, los legisladores pugnan por levantar las manos ante los avances autoritarios y cuando pasa el tiempo identificamos la legitimación en actos supuestamente legales pero de ninguna manera legítimos.

Slavoj Žižek*

En el según capítulo dice: La propagación continua de la epidemia de coronavirus también ha desencadenado grandes epidemias de virus ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas, teorías de conspiración paranoicas, explosiones de racismo. Nos llevan a la infodemia, y a los comportamientos racistas, segregacionistas y ataques a los infectados, que el conjunto de los que viven en el barrio quieren que se vayan, como asi también los médicos que tratan a los que tienen coronavirus.

El autor plantea desde un aspecto más positivo que debería surgir otro virus ideológico, que cambie las formas de actuar ante situación de stress colectivo. Pero quizás otro virus ideológico, y mucho más beneficioso, se propagará y con suerte nos infectará: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global. 

La epidemia de coronavirus es una especie de ataque de la “Técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos” contra el sistema capitalista global, una señal de que no podemos seguir el camino hasta ahora, que un cambio radical es necesario. Plantea que debe cambiar las formas de producción, de acumulación y de la distribución de la riqueza, porque sin dudas la recuperación del producto bruto interno en los países generará menos ricos, más ricos, y más pobres con menos recursos.

Tal amenaza global da lugar a la solidaridad global, nuestras pequeñas diferencias se vuelven insignificantes, todos trabajamos juntos para encontrar una solución, y aquí estamos hoy, en la vida real. El punto no es disfrutar sádicamente el sufrimiento generalizado en la medida en que ayuda a nuestra causa; Los autoritarios ante la propagación de la epidemia encontraron el ámbito para imponer las ideas de la disciplina y el pensamiento único, por el contrario, el punto es reflexionar sobre un hecho triste de que necesitamos una catástrofe para que podamos repensar las características básicas de la sociedad en la que nos encontramos. En Vivo. El primer modelo vago de una coordinación global de este tipo es la Organización Mundial de la Salud, de la cual no obtenemos el galimatías burocrático habitual sino advertencias precisas proclamadas sin pánico. Dichas organizaciones deberían tener más poder ejecutivo. 

Por lo tanto, no solo el estado y otras agencias nos controlarán, también debemos aprender a controlarnos y disciplinarnos. Tal vez solo la realidad virtual se considere segura, y moverse libremente en un espacio abierto estará restringido a las islas propiedad de los ultra ricos. Pero incluso aquí, a nivel de realidad virtual e internet, debemos recordar que, en las últimas décadas, los términos “virus” y ”viral” se utilizaron principalmente para designar virus digitales que estaban infectando nuestro espacio web y de los cuales no nos dimos cuenta, al menos hasta que se desató su poder destructivo (por ejemplo, de destruir nuestros datos o nuestro disco duro). Lo que vemos ahora es un retorno masivo al significado literal original del término: las infecciones virales funcionan de la mano en ambas dimensiones, real y virtual.

En un discurso reciente, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo: “No hay tal cosa como un liberal. Un liberal no es más que un comunista con un diploma».

Jean-Luc Nancy

Hay una especie de excepción viral – biológica, informática, cultural – que nos pandemiza. Los gobiernos no son más que tristes ejecutores de la misma, y desquitarse con ellos es más una maniobra de distracción que una reflexión política.

En la regla en un mundo en el que las interconexiones técnicas de todas las especies (movimientos, traslados de todo tipo, exposición o difusión de sustancias, etc.) alcanzan una intensidad hasta ahora desconocida y que crece con la población. La multiplicación de esta última también conduce en los países ricos a una prolongación de la vida y a un aumento del número de personas de avanzada edad y, en general, de personas en situación de riesgo.

La idea, que era ajena a la medicina hipocrática, tuvo su primer precursor inconsciente durante las plagas que asolaron algunas ciudades italianas entre 1500 y 1600. Se trata de la figura del  untore, el untador, inmortalizada por Manzoni tanto en su novela como en el ensayo sobre la  Historia de la columna infame. Una «grida» milanesa para la peste de 1576 los describe así, invitando a los ciudadanos a denunciarlos:   Habiendo llegado a la noticia del gobernador que algunas personas con débil celo de caridad y para sembrar el terror y el espanto en el pueblo y los habitantes de esta ciudad de Milán, y para excitarlos a algún tumulto, van ungiendo con untos, que dicen pestíferos y contagiosos, las puertas y las cerraduras de las casas y los cantones de los distritos de dicha ciudad y otros lugares del Estado, con el pretexto de llevar la peste a lo privado y a lo público, de lo que resultan muchos inconvenientes, y no poca alteración entre la gente, más aún para aquellos que fácilmente se persuaden a creer tales cosas, se entiende por su parte a cada persona de cualquier calidad, estado, grado y condición, que en el plazo de cuarenta días dejará claro a la persona o personas que han favorecido, ayudado o sabido de tal insolencia, si le darán quinientos escudos. En la actualidad estamos estigmatizando a los enfermos y a los viejos, como lo hemos echo con otras enfermedades por el miedo al contagio, por hacerlos culpables de estar enfermos, de poder enfermarnos, de hacernos daño, y esto lleva a la peor de las situaciones que es el ocultamiento, no querer internarse, no alejarse de su casa, porque le pueden sustraer sus bienes. que es un hecho, un acontecimiento que en el relato de los pacientes aumenta.

Franco Bifo Berardi.

Propone que reflexionemos conque facilidad estamos naturalizando el alejamiento social, esto de no estar cerca de otro reservorio potencial del virus a menos de dos metros. Como nos cambiará nuestra forma de ser y vincularnos, como festejar un gol, como celebrar la terminación de un partido de tenis o su comienzo, la soledad de las gradas, que nos pasó en tan poco tiempo.

El otro hombre, quienquiera que sea, incluso un ser querido, no debe acercarse o tocarse y debemos poner entre nosotros y él una distancia que según algunos es de un metro, pero según las últimas sugerencias de los llamados expertos debería ser de 4.5 metros (¡esos cincuenta centímetros son interesantes!). Nuestro prójimo ha sido abolido. Es posible, dada la inconsistencia ética de nuestros gobernantes, que estas disposiciones se dicten en quienes las han tomado por el mismo temor que pretenden provocar, pero es difícil no pensar que la situación que crean es exactamente la que los que nos gobiernan han tratado de realizar repetidamente: que las universidades y las escuelas se cierren de una vez por todas y que las lecciones sólo se den en línea, que dejemos de reunirnos y hablar por razones políticas o culturales y sólo intercambiemos mensajes digitales, que en la medida de lo posible las máquinas sustituyan todo contacto —todo contagio— entre los seres humanos.

La Tierra ha alcanzado un grado de irritación extremo, y el cuerpo colectivo de la sociedad padece desde hace tiempo un estado de stress intolerable: la enfermedad se manifiesta en este punto, modestamente letal, pero devastadora en el plano social y psíquico, como una reacción de autodefensa de la Tierra y del cuerpo planetario. Para las personas más jóvenes, es solo una gripe fastidiosa. Lo que provoca pánico es que el virus escapa a nuestro saber: no lo conoce la medicina, no lo conoce el sistema inmunitario. Y lo ignoto de repente detiene la máquina.

Un virus semiótico en la psicósfera bloquea el funcionamiento abstracto de la economía, porque sustrae de ella los cuerpos. ¿Quieren verlo?

El efecto del virus radica en la parálisis relacional que propaga. Hace tiempo que la economía mundial ha concluido su parábola expansiva, pero no conseguíamos aceptar la idea del estancamiento como un nuevo régimen de largo plazo.

Ahora el virus semiótico nos está, El capitalismo es una axiomática, es decir, funciona sobre la base de una premisa no comprobada del mismo capitalismo actual que nos embarcamos fundamentalmente luego de 2008 (la necesidad del crecimiento ilimitado que hace posible la acumulación de capital).

Todas las concatenaciones lógicas y económicas son coherentes con ese axioma, y nada puede concebirse o intentarse por fuera de ese axioma. No existe una salida política de la axiomática del Capital, no existe un lenguaje capaz de enunciar el exterior del lenguaje, no hay ninguna posibilidad de destruir el sistema, porque todo proceso lingüístico tiene lugar dentro de esa axiomática que no permite la posibilidad de enunciados eficaces extrasistémicos. La única salida es la muerte, como aprendimos de Baudrillard. ayudando a la transición hacia la inmovilidad.

El 9 de marzo decía El problema más grave es el de la sobrecarga a la que está sometido el sistema de salud: las unidades de terapia intensiva están al borde del colapso. Existe el peligro de no poder curar a todos los que necesitan una intervención urgente, se habla de la posibilidad de elegir entre pacientes que pueden ser curados y pacientes que no pueden ser curados. En los últimos diez años, se recortaron 37 mil millones del sistema de salud pública, redujeron las unidades de cuidados intensivos y el número de médicos generales disminuyó drásticamente.

Según el sitio quotidianosanità. it, «en 2007 el Servicio Sanitario Nacional público podía contar con 334 Departamentos de emergencia-urgencia (Dea) y 530 de primeros auxilios. Pues bien, diez años después la dieta ha sido drástica: 49 Dea fueron cerrados (-14%) y 116 primeros auxilios ya no existen (-22%). Pero el recorte más evidente está en las ambulancias, tanto las del Tipo A (emergencia) como las del Tipo B. (transporte sanitario). En 2017 tenemos que las Tipo A fueron reducidas un 4% en comparación con diez años antes, mientras que las de Tipo B fueron reducidas a la mitad (-52%).

lo que pasa hoy también es consecuencia de las desinversión del pasado, hipócritas del presente no se pueden rasgar las vestiduras, ante la falta de camas, porque cuando les toco decidir lo hicieron.

Santiado López Petit.

Permanecemos encerrados en el interior de una gran ficción con el objetivo de salvarnos la vida. Se llama movilización total y, paradoxalmente, su forma extrema es el confinamiento. la mayor contribución que podemos hacer es ésta: no se reúnan, no provoquen caos, afirmaba un importante dirigente del Partido Comunista Chino. Y un mosso que vigilaba ayer Igualada añadía: recuerde que, si entra en la ciudad, ya no podrá volver a salir, mientras le comentaba a un compañero: el miedo consigue lo que no consigue nadie más. Pero la gente muere, ¿verdad?

Sucede, sin embargo, que la naturalización actual de la muerte cancela el pensamiento crítico. Algunos ilusos hasta creen en ese nosotros invocado por el mismo poder que declara el estado de alarma: este virus lo pararemos juntos.

Cada sociedad tiene sus propias enfermedades, y dichas enfermedades dicen la verdad acerca de esta sociedad. Se conoce demasiado bien la interrelación entre la agroindustria capitalista y la etiología de las epidemias recientes: el capitalismo desbocado produce el virus que él mismo reutiliza más tarde para controlarnos. Los efectos colaterales (despolitización, reestructuraciones, despidos, muertes, etc.) son esenciales para imponer un estado de excepción normalizado.

Judith Butler

El aislamiento obligatorio coincide con un nuevo reconocimiento de nuestra interdependencia global durante el nuevo tiempo y espacio que impone la pandemia. Por un lado, se nos pide secuestrarnos en unidades familiares, espacios de vivienda compartidos o domicilios individuales, privados de contacto social y relegados a esferas de relativo aislamiento; por otro lado, nos enfrentamos a un virus que cruza rápidamente las fronteras, ajeno a la idea misma del territorio nacional.

El virus no discrimina. Podríamos decir que nos trata por igual, nos pone igualmente en riesgo de enfermar, perder a alguien cercano y vivir en un mundo de inminente amenaza. Por cierto, se mueve y ataca, el virus demuestra que la comunidad humana es igualmente frágil. Al mismo tiempo, sin embargo, la incapacidad de algunos estados o regiones para prepararse con anticipación (Estados Unidos es quizás el miembro más notorio de ese club), el refuerzo de las políticas nacionales y el cierre de las fronteras (a menudo acompañado de racismo temeroso) y la llegada de empresarios ansiosos por capitalizar el sufrimiento global, todos dan testimonio de la rapidez con la que la desigualdad radical, que incluye el nacionalismo, la supremacía blanca, la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans, y la explotación capitalista encuentran formas de reproducir y fortalecer su poderes dentro de las zonas pandémicas. Esto no debería sorprendernos. La política de atención médica en los Estados Unidos pone esto en relieve de una manera singular. Un escenario que ya podemos imaginar es la producción y comercialización de una vacuna efectiva contra el COVID-19. Claramente desesperado por anotarse los puntos políticos que aseguren su reelección, Trump ya ha tratado de comprar (con efectivo) los derechos de los Estados Unidos sobre una vacuna de la compañía alemana, CureVac, financiada por el gobierno alemán. El Ministro de Salud alemán, con desagrado, confirmó a la prensa alemana que la oferta existió. Un político alemán, Karl Lauterbach, comentó: «La venta exclusiva de una posible vacuna a los Estados Unidos debe evitarse por todos los medios. El capitalismo tiene límites». Supongo que se opuso a la disposición de «uso exclusivo» y que este rechazo se aplicará también para los alemanes. Esperemos que sí, porque podemos imaginar un mundo en el que las vidas europeas son valoradas por encima de todas las demás: vemos esa valoración desarrollarse violentamente en las fronteras de la UE.

La desigualdad social y económica asegurará que el virus discrimine. El virus por sí solo no discrimina, no está en su genoma, pero los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo.

Alain Baldaliou

Siempre he considerado que la situación actual, marcada por una pandemia viral, no tenía nada de excepcional. Desde la pandemia -también viral- del Sida, pasando por la gripe aviaria, el virus del Ébola, el virus SARS-1, sin mencionar otras (por ejemplo, el regreso del sarampión o de las tuberculosis que los antibióticos no curan más), sabemos que el mercado mundial, en conjunto con la existencia de muchas zonas con un débil sistema médico y la insuficiencia de disciplina mundial en las vacunas necesarias, produce inevitablemente serias y desastrosas epidemias (en el caso del Sida, millones de muertes).

Parece que la prueba epidémica disuelve en todas partes la actividad intrínseca de la Razón, y que obliga a los sujetos a regresar a los tristes efectos (misticismo, fabulaciones, rezos, profecías y maldiciones) que en la Edad Media eran habituales cuando la peste barría los territorios.  De repente, me siento obligado a reagrupar algunas ideas simples. Con mucho gusto diría: cartesianas.

Una epidemia es compleja porque siempre es un punto de articulación entre determinaciones naturales y determinaciones sociales. Su análisis completo es transversal: debemos captar los puntos donde las dos determinaciones se cruzan para obtener las consecuencias.
Entramos en la etapa donde los Estados intentan, localmente, frenar esta difusión. Tengamos en cuenta que esta determinación sigue siendo fundamentalmente local, a pesar que la epidemia es transversal. A pesar de la existencia de algunas autoridades transnacionales, es claro que son los Estados burgueses locales que se encuentran dispuestos a atacar. 

Aquí llegamos a una contradicción mayor del mundo contemporáneo: la economía, incluido el proceso de producción en masa de objetos manufacturados, es parte del mercado mundial. Sabemos que la simple fabricación de un teléfono móvil moviliza el trabajo y los recursos, incluyendo minerales, al menos en siete estados diferentes. Pero, por otro lado, los poderes políticos siguen siendo esencialmente nacionales. Y la rivalidad de los imperialismos, antiguos (Europa y Estados Unidos) y nuevos (China, Japón…) prohíbe todo proceso de un Estado capitalista mundial. La epidemia también supone un momento donde esta contradicción entre economía y política es obvia. Incluso los países europeos no logran ajustar sus políticas a tiempo para enfrentar al virus.     
Bajo esta contradicción, los Estados nacionales intentar hacer frente a la situación epidémica respetando al máximo los mecanismos del Capital, aunque la naturaleza del riesgo los obliga a modificar el estilo y los actos del poder. Sabemos desde hace mucho tiempo que, en caso de guerra entre países, el Estado debe imponer, no solamente a las masas populares sino también a los burgueses, restricciones importantes para salvar al capitalismo local. Las industrias son casi nacionalizadas en beneficio de una producción de armamentos desencadenada pero que no produce ningún plusvalor monetario en ese momento. Una gran cantidad de burgueses son movilizados como oficiales y expuestos a la muerte. Los científicos buscan, noche y día, inventar nuevas armas. Un buen número de intelectuales y de artistas son requeridos para alimentar la propaganda nacional, etcétera. 

¿Pero quién puede jactarse realmente de haber “previsto” este tipo de cosas? De cierta manera, el Estado no había previsto la situación actual, es cierto. Incluso, se puede decir que, debilitando -desde hace décadas- el aparato nacional de salud, y en verdad todos los sectores del Estado que estaban al servicio del interés general, habían actuado como si nada parecido a una pandemia devastadora pudiera afectar a nuestro país. Lo que es erróneo, no solamente bajo su forma Macron, sino bajo la de todos los que lo habían precedido, por lo menos, desde hace treinta años.

Mostraremos con valentía, públicamente, que las pretendidas “redes sociales” muestran una vez más que ellas son (además del hecho de que engordan a los multimillonarios del momento) un lugar de propagación de la parálisis mental fanfarrona, de los rumores fuera de control, del descubrimiento de las “novedades” antediluvianas, cuando no es más que simple oscurantismo fascista. 

Demos crédito, incluso y sobre todo confinados, únicamente a las verdades verificables de la ciencia y a las perspectivas fundadas sobre una nueva política, de sus experiencias localizadas y de su objetivo estratégico.

El modelo existente de acumulación de capital ya estaba, me parecía a mí, en dificultades. Se estaban sucediendo movimientos de protesta en casi todas partes (de Santiago a Beirut), muchos de los cuales se centraban en el hecho de que el modelo económico dominante no estaba funcionando bien para la mayoría de la población.

El modelo neoliberal descansa de manera creciente en capital ficticio y en una ingente expansión de la oferta de dinero y creación de deuda. Se está enfrentando ya al problema de una insuficiente demanda efectiva para realizar los valores que el capital es capaz de producir. De modo que ¿Cómo podría el modelo económico dominante, con su decaída legitimidad y delicada salud, absorber y sobrevivir a los inevitables impactos de lo que podría convertirse en una pandemia? La respuesta dependía onerosamente de cuánto pudiera durar y propagarse la alteración, pues, como señalaba Marx, la devaluación no se produce porque no se puedan vender las mercancías sino porque no se pueden vender a tiempo.

La experiencia previa había mostrado que uno de los inconvenientes de una globalización creciente estriba en lo imposible que resulta detener la rápida difusión internacional se nuevas enfermedades. Vivimos en un mundo enormemente conectado en el que casi todo el mundo viaja. Las redes humanas de potencial difusión son inmensas y está abiertas. El peligro (económico y demográfico) sería que la alteración durase un año o más.

David Harvey

El modelo existente de acumulación de capital ya estaba, me parecía a mí, en dificultades. Se estaban sucediendo movimientos de protesta en casi todas partes (de Santiago a Beirut), muchos de los cuales se centraban en el hecho de que el modelo económico dominante no estaba funcionando bien para la mayoría de la población.

El modelo neoliberal descansa de manera creciente en capital ficticio y en una ingente expansión de la oferta de dinero y creación de deuda. Se está enfrentando ya al problema de una insuficiente demanda efectiva para realizar los valores que el capital es capaz de producir. De modo que ¿Cómo podría el modelo económico dominante, con su decaída legitimidad y delicada salud, absorber y sobrevivir a los inevitables impactos de lo que podría convertirse en una pandemia? La respuesta dependía onerosamente de cuánto pudiera durar y propagarse la alteración, pues, como señalaba Marx, la devaluación no se produce porque no se puedan vender las mercancías sino porque no se pueden vender a tiempo.

La experiencia previa había mostrado que uno de los inconvenientes de una globalización creciente estriba en lo imposible que resulta detener la rápida difusión internacional se nuevas enfermedades. Vivimos en un mundo enormemente conectado en el que casi todo el mundo viaja. Las redes humanas de potencial difusión son inmensas y está abiertas. El peligro (económico y demográfico) sería que la alteración durase un año o más.

Las grandes farmacéuticas [Big Pharma] corporativistas tienen poco o ningún interés en investigaciones sin ánimo de lucro en enfermedades infecciosas (como es el caso de todos los coronavirus que llevan siendo bien conocidos desde los años 60). Las grandes farmacéuticas rara vez invierten en prevención. Tienen poco interés en invertir a fin de estar preparados para una crisis de salud pública. Le encanta proyectar curas. Cuanto más enfermos estemos, más dinero ganan. La prevención no contribuye al valor para los accionistas. El modelo de negocio aplicado a la provisión de salud pública eliminaba el superávit que se ocupaba de las capacidades que harían falta en una emergencia. La prevención ni siquiera era un área de trabajo lo bastante tentadora para justificar formas de asociación público-privado. El presidente Trump había recortado el presupuesto del Centro de Control de Enfermedades [Center for Disease Control – CDC]

China y Singapur desplegaron su poder de vigilancia personal hasta niveles que eran invasivos y autoritarios. Pero parecen haber sido extremadamente eficaces en total, aunque si las medidas para contrarrestarlo se hubieran puesto en práctica unos pocos días antes, los modelos sugieren que se podrían haber evitado muchas muertes.

El diluvio de inversiones en esas formas de consumismo guarda absoluta relación con la absorción máxima de volúmenes exponencialmente crecientes de capital en forma de consumismo que tuvieran el tiempo más breve posible de facturación.

El turismo internacional ha sido emblemático. Las visitas internacionales se han incrementado de 800 a 1.400 millones entre 2010 y 2018. Esta forma de consumismo instantáneo requería masivas inversiones de infraestructuras en aeropuertos y aerolíneas, hoteles y restaurantes, parques temáticos y actos culturales, etc.

Este lugar de acumulación capitalista está hoy encallado: las líneas aéreas están cerca de la bancarrota, los hoteles están vacíos, y es inminente el desempleo masivo en los sectores de alojamiento. No es buena idea comer fuera y han cerrado en muchos lugares restaurantes y bares. Hasta la comida para llevar parece entrañar riesgos.

Al vasto ejército de trabajadores de la economía “de pequeños encargos” [“gig economy”] o de otras formas de trabajo precario lo están poniendo en la calle sin medios visibles de sustento.

El avance del COVID-19 exhibe todas las características de una pandemia de clase, género y raza. Si bien los esfuerzos de mitigación se encubren con la retórica de que “estamos todos juntos en esto”, la práctica, sobre todo de los gobiernos nacionales, sugiere motivaciones más siniestras.

La emergencia viral y el mundo de mañana Por Byung-Chul Han*

En comparación con Europa, ¿qué ventajas ofrece el sistema de Asia que resulten eficientes para combatir la pandemia? Estados asiáticos como Japón, Corea, China, Hong Kong, Taiwán o Singapur tienen una mentalidad autoritaria, que les viene de su tradición cultural (confucianismo). Las personas son menos renuentes y más obedientes que en Europa. También confían más en el Estado. Y no solo en China, sino también en Corea o en Japón la vida cotidiana está organizada mucho más estrictamente que en Europa. Sobre todo, para enfrentarse al virus los asiáticos apuestan fuertemente por la vigilancia digital. Sospechan que en el big data podría encerrarse un potencial enorme para defenderse de la pandemia. Se podría decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado. Los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas.

La conciencia crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente. Apenas se habla ya de protección de datos, incluso en Estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos.

En China hay 200 millones de cámaras de vigilancia, muchas de ellas provistas de una técnica muy eficiente de reconocimiento facial.

Estas cámaras dotadas de inteligencia artificial pueden observar y evaluar a todo ciudadano en los espacios públicos, en las tiendas, en las calles, en las estaciones y en los aeropuertos.

Las redes sociales cuentan que incluso se están usando drones para controlar las cuarentenas. Si uno rompe clandestinamente la cuarentena un dron se dirige volando a él y le ordena regresar a su vivienda. Quizá incluso le imprima una multa y se la deje caer volando, quién sabe. Una situación que para los europeos sería distópica, pero a la que, por lo visto, no se ofrece resistencia en China.

China podrá vender ahora su Estado policial digital como un modelo de éxito contra la pandemia. que todos comprarán con beneplácito y la gran excusa del coronavirus.

Raúl. Zibechi
El auge de los fascismos en Europa y en Américas Latina —no solo a nivel de partidos, sino ese fascismo social difuso pero contundente, focalizado contra disidentes y emigrantes porque lucen comportamientos distintos y otro color de piel— va de la mano del vaciamiento de las democracias.

Estas van quedando apenas como ejercicios electorales que no garantizan el menor cambio, ni la menor influencia de la población en las políticas estatales

María Galindo

El coronavirus es un miedo al contagio. El coronavirus es una orden de confinamiento, por muy absurda que esta sea. El coronavirus es una orden de distancia, por muy imposible que esta sea. El coronavirus es un permiso de supresión de todas las libertades que a título de protección se extiende sin derecho a replica, ni cuestionamiento. El coronavirus es un código de calificación de las llamadas actividades imprescindibles, donde lo único que está permitido es que vayamos a trabajar o que trabajemos en teletrabajo como signo de que estamos vivos.

El coronavirus es un instrumento que parece efectivo para borrar, minimizar, ocultar o poner entre paréntesis otros problemas sociales y políticos que veníamos conceptualizando. De pronto y por arte de magia desaparecen debajo la alfombra o detrás del gigante.

El coronavirus es la eliminación del espacio social más vital, más democrático y más importante de nuestras vidas como es la calle, ese afuera que virtualmente no debemos atravesar y que en muchos casos era el único espacio que nos quedaba.

Me viene a la mente Nosferatu que en una inolvidable escena, cuando ya la muerte es inminente y la peste encarnada en ratas ha invadido todo el pueblo, se sientan todos en una gran mesa en la plaza a compartir un banquete colectivo de resistencia. Así que nos encuentre el coronavirus, listas para el contagio, pero felices de la vida en el placer de compartir sentimientos y momentos.

Gabriel Markus

El orden mundial está trastocado. Por la escala del universo, invisible para el ojo humano, se propaga un virus cuya verdadera magnitud desconocemos. Nadie sabe cuántas personas están enfermas de coronavirus, cuántas morirán aún, cuándo se habrá desarrollado una vacuna, entre otras incertidumbres. Tampoco sabe nadie qué efectos tendrán para la economía y la democracia las actuales medidas radicales de un estado de excepción que afecta a todo el planeta.

La palabra  pandemia  viene del griego antiguo, y significa «todo el pueblo». En efecto, todo el pueblo, todos los seres humanos, estamos afectados por igual. Pero precisamente eso es lo que no hemos entendido si creemos que tiene algún sentido encerrar a la gente dentro de unas fronteras.

¿Por qué debería causar impresión al virus que la frontera entre Alemania y Francia esté cerrada?

¿Qué hace pensar que España sea una unidad que hay que separar de otros países para contener el patógeno?

La respuesta a estas preguntas será que los sistemas de salud son nacionales y el Estado debe ocuparse de los enfermos dentro de sus fronteras.

Comentario Final:

La diversidad del pensamiento y las miradas de otras orientaciones ideológicas nos ayudan a ver y estar advertidos, que muchas cosas que puedan ser útiles ahora sostenidas en el tiempo pueden ser utilizadas para el sometimiento de una sociedad, para la acumulación de la riqueza, y el aumento de los pobres si no hacemos nada, no podemos dejar que se debiliten las instituciones, hay que fortalecerlas y estar atentos a cualquier atisbo autoritario del pasado presente.

Covid en Latinoamérica Hoy.

Recopilación realizada por Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Situación Actual:

Brasil en el día de hoy tiene 363.211 casos, Perú 119.959, Chile 73.997, Ecuador 37.655, Colombia 21.981 casos, Argentina 12.076. Bolivia 6.233. Venezuela 1.121. Paraguay 865, y Uruguay 769. Todos estamos en el mismo bote, pero algunos se caerán primero, esos serán los que vivan en países con mayor desigualdad en los ingresos, sin acceso asegurado a los sistemas de salud, los pobladores más viejos, pobres y con morbilidades asociadas, los que tengan más inóculo, y los que concurran más tardíamente a atenderse.

Efectos directos: la capacidad de reacción de los sistemas de salud 

Efectos indirectos: la contracción de la demanda global y las cadenas de suministro

Efectos internos: medidas de contención e impactos en el empleo

  1. El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes en el último siglo en un contexto económico ya adverso, a diferencia de 2008, esta no es una crisis financiera sino de personas, de salud y bienestar.
  2. Una situación de economía de guerra indispensable el rol del Estado y no del Mercado, por ello los estados están asumiendo un papel central para suprimir el virus y los riesgos que afectarán a la economía y la cohesión social.
  3. Aplanar la curva de contagios requiere medidas que reduzcan los contactos interpersonales y generarán contracción económica, paralizarán actividades productivas y destruirán demanda agregada/sectorial.
  4. Cómo no aplanar la economía: el cumplimiento estricto y efectivo de las cuarentenas y las medidas de salud pública serán la forma más eficiente y rápida de reducir los costos económicos
  5. Cooperación internacional: la salida de la crisis dependerá de la fortaleza económica de cada país, por lo tanto, dadas las asimetrías entre los países desarrollados y en desarrollo, el papel de la ONU, el FMI y el Banco Mundial será esencial para garantizar el acceso al financiamiento, sostener el gasto social y mantener la actividad económica con medidas innovadoras («out of the box»).

Introducción:

“La llegada “tardía” del virus a Latinoamérica en comparación con Asia y Europa, ha abierto una ventana de oportunidad que ha permitido a la mayoría de los países tomar medidas enérgicas tempranas tratando de frenar el avance de la pandemia (declaración de “estado de emergencia sanitaria” o “estado de excepción por catástrofe”, promoción de medidas de higiene más rigurosas, búsqueda y contacto de casos sospechosos, restricción de la movilidad y aglomeraciones en las calles, cierre de escuelas y universidades, expendios de comida, bares, restaurantes, locales y centros comerciales, cuarentena voluntaria u obligatoria, toques de queda nocturnos, cierre de fronteras, suspensión de vuelos internacionales, uso obligatorio de mascarillas de protección para la población general, suspensión del transporte público y otras). De ser efectivas, estas medidas podrían contener la diseminación del virus, “aplanar la curva” de contagios y favorecer un uso racional de los recursos disponibles en materia de salud pública.

Sin embargo, los retos a considerar son múltiples:

1) Mantener en cuarentena prolongada a una población mayoritariamente pobre que depende del trabajo diario para subsistir va a resultar difícil, aún sabiendo que sin cuarentena ni aislamiento social las tasas de transmisión serán muy altas y la duración de la pandemia podría prolongarse en el tiempo;

2) Anticipar la llegada del brote anual estacional de influenza y dengue que podría complicar el panorama epidemiológico de la región; Vacunando.

3) Prever los efectos sobre las tasas de contagio del descenso de las temperaturas con la llegada del invierno en los países del sur del continente;

4) Enfrentar un problema de salud pública de tal magnitud en un escenario de limitados recursos económicos podría comprometer la aplicación de adecua das estrategias de prevención, la necesaria realización a gran escala de tests de diagnóstico rápido, lo cual se considera de vital importancia para rastrear el virus, comprender la epidemiología local y suprimir la trans misión; y, el adecuado cumplimiento de protocolos de tratamiento ambulatorio e intrahospitalario;

5) Asumir las consecuencias a mediano y largo plazo de las medidas antes mencionadas sobre economías vulnerables y en muchos casos ya comprometidas”..  https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0370-41062020005000602&script=sci_arttext

En términos generales se trata de una población más joven y con características demográficas, étnicas y bio-socio-culturales distintas a las poblaciones de Europa y Estados Unidos (por ejemplo, menos del 9% de la población latinoamericana es mayor a los 65 años, en comparación con 20% de la población europea y 16% de la población norteamericana). ¿Podríamos esperar un comportamiento similar de la pandemia en nuestro continente a lo que está ocurriendo en los países europeos y en Norteamérica? En segundo lugar, es difícil predecir las reales consecuencias de esta pandemia en el futuro de la región. ¿Podrá América Latina soportar la carga que un problema de salud pública como este representará para sus sistemas de salud y las consecuencias económicas a mediano y largo plazo si la situación se prolonga en el tiempo?. Aunque las respuestas a estas interrogantes están lejos de estar claras, algo en lo cual todos coincidimos es que debemos prepararnos para librar una batalla para la cual necesitaremos de apoyo financiero y cooperación internacional, asesoría en materia de salud pública por parte de grupos de expertos, sociedades científicas y organismos nacionales e internacionales competentes, una intensa labor de educación y asistencia financiera para la población general y tal vez lo más importante, el concurso y la adecuada protección de nuestro recurso más preciado: el talento, entrenamiento, experiencia, mística de trabajo y conocimiento de nuestros académicos, científicos, investigadores y de todo el personal de salud (médicos, enfermeras, paramédicos, etc.) que como ha quedado demostrado ya en otros países, constituyen el mejor recurso y la herramienta más valiosa en la lucha para limitar los alcances de la pandemia por COVID-19. https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0370-41062020005000602&script=sci_arttext

Desarrollo:

La cantidad de camas con la cuenta América Latina, en cuanto a los números publicados es insuficiente, por lo tanto, los esfuerzos en la cuarentena no están para evitar la propagación del virus, sino para darle tiempo al sistema de salud y social que se prepare, como asi aplanar la curva. Pero en algún momento, por los problemas para lograr un cumplimiento estricto, los casos se dispararán y esto no significa fracaso sino las características propias de la epidemia, aunque algunos pretendan sacar rédito de corto plazo. Por más esfuerzos que se hagan, hay acciones, trabajos previos del sistema de salud y social, educativo, el sector del trabajo formal y el combate a la pobreza que no se hicieron en años, no se pueden hacer en dos meses. Lo único que se puede hacer es tener los respiradores suficientes para el pico, las camas necesarias para atender a los más graves y alojar en sistemas de cuidados mínimos para los que tengan formas leves. El Uruguay ha desarrollado un proceso sin par de integración de su sistema de Salud, que permitió nominalizar al 96% de la población y asignarla a un prestador, generando uno de los mejores sistemas de américa latina. Brasil esta en un proceso incompleto de inversión y desarrollo de su sistema único de salud, con responsabilidad municipal de la atención primaria de la salud y presupuestación estadual de los hospitales. Un factor común para destacar es la baja inversión pública en salud, que en promedio según la CEPAL, 2019 es de 2,2 %del PBI, cuando lo recomendado para la construcción de equidad es del 6%. La inversión pública mejora los centros de atención primaria, la organización en redes, la nominalización de la población y la mejora en los hospitales. Esto genera una competencia que implica que el sector privado o de la seguridad social integrado deban mejorar también.

Tampoco en la región, tiene la cantidad suficiente de recursos humanos para enfrentar la situación, no tiene la cantidad de enfermeras que se necesitarán. Esto es una política de largo plazo y de planificación estratégica, algo que se carece, con contadas excepciones.


América Latina es el continente más desigual del planeta, tiene grandes problemas de acceso a los sistemas de salud, en nuestro país si bien el acceso se podría considerar universal se puede afirmar que no esta asegurada la calidad.

Brasil:

Brasil es el segundo país con más casos de coronavirus, en la actualidad, superó a Rusia, España e Italia, precedido por Estados Unidos, y el sexto con más muertes por esa enfermedad, detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia, España y Francia, según la base de datos en línea de la universidad estadounidense Johns Hopkins.

San Pablo, el estado más rico y más poblado del país con 46 millones de habitantes, seguía siendo el más afectado, con 82.161 casos y 6.163 muertes, seguido por Río de Janeiro, con 37.912 contagios y 3.993 fallecimientos.

Perú:

La situación de hoy en el Perú muestra un total de 123979 casos positivos, solo con PCR 33136. 90843 pruebas rápidas. una letalidad de 2,93%

las camas de uti disponibles hoy en todo el país son de 169

Chile:

el subsecretario Zúñiga indicó que el sector salud dispone de 3.300 ventiladores mecánicos. “En situación normal, la red público y privada, cuenta con 1.229 camas con ventilación mecánica. El gobierno, a través del Ministerio de Salud ha comprado 793 ventiladores mecánicos, incluidos los de trasporte. A eso sumamos las más de 500 máquinas de anestesia que se usarán para dar ventilación mecánica a los pacientes, los más de 300 ventiladores pediátricos que se pueden convertir en ventilación mecánica de adultos, más la reconversión que están efectuando los privados, llegamos a la cifra de 3.300 ventiladores mecánicos”,

Efectos económicos del Covid en América Latina:

El COVID-19 tendrá efectos graves en el corto y el largo plazo en la oferta y la demanda a nivel agregado y sectorial, cuya intensidad y profundidad dependerán de las condiciones internas de cada economía, el comercio mundial, la duración de la epidemia y las medidas sociales y económicas para prevenir el contagio

La crisis llegó en un momento en que la confianza en la globalización y el multilateralismo como herramientas para el desarrollo acumulaba más de un decenio de deterioro.

• La crisis financiera mundial de 2008 condujo a una pérdida de confianza en la capacidad de los mercados, en particular del mercado financiero, de garantizar un crecimiento estable en ausencia de controles y medidas regulatorias.

• Algunos segmentos estratégicos de las cadenas globales de valor se deterioraron después del tsunami del océano Índico de 2004, que interrumpió segmentos cruciales de la cadena manufacturera de componentes microelectrónicos. Ante esta disrupción, la actividad productiva no contó con mecanismos inmediatos que amortiguaran sus efectos, que fueron particularmente graves en un contexto de fabricación y demanda sincronizadas (just-in-time) muy extendido.

• El desempeño económico de la economía mundial ya era débil antes de la pandemia del COVID-19. En el período 2011-2019, la tasa media de crecimiento mundial fue del 2,8%, cifra significativamente inferior al 3,4% del período 1997-2006. En 2019, la economía mundial registró su peor desempeño desde 2009, con una tasa de crecimiento de solo un 2,5%.

Ya antes de la pandemia, las previsiones de crecimiento del PIB mundial para 2020 se habían revisado a la baja.

Conclusiones:

Hoy más que nunca nos necesitamos unos a los otros, en este continente, dentro del cual tenemos intereses comerciales, producciones complementarias, grandes posibilidades de intercambio, estamos envueltos en las disputas que han generado los regímenes populistas, las intromisiones de China, Rusia y EEUU en la región, que nos coarta la libertad, con desarrollo institucional muy pobre, esto afectará las respuestas que tendremos ante el coronavirus, se acrecentará la desigualdad, la desocupación, la pobreza y el hambre. Tenemos una responsabilidad histórica de minimizar los daños, de ser solidarios, y colaborar, inclusive por encima de nuestros gobiernos intercambiando experiencias, con el patrocinio de las sociedades científicas, hermanos de América Latina.

Las comparaciones nunca fueron buenas, menos en el Covid 19

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular Universidad ISALUD.

Objetivo:

En todas las presentaciones gubernamentales, realizadas por el Sr. Presidente, de la argentina, para explicar las medidas decididas con los miembros del gabinete, el ministro de salud, asesores (infectólogos y epidemiólogos) y gobernadores de los dos conglomerados urbanos más comprometidos, fuerzas sociales, empresarios, etc surgen comparaciones que generan descontentos diplomáticos con otros países, innecesarios e incomparables. Inclusive con errores en las cifras que hablan de una falta de cuidado de la imagen, esto originó respuestas diplomáticas de Suecia primero, Chile después, Brasil, y nuevamente Chile, entre otros. Pero más allá de eso, encierran errores conceptuales y de cifras, que debieran evitarse, especialmente por lo que les dan información. No deben existir, ni sembrarse rivalidades ideológicas en esta pandemia. No hay que compararse. La pandemia afecta en forma distinta e igual en todos los países, pero las comparaciones no son las muertes, los números de casos, los testeos realizados, sino la tensión de las camas ocupadas del sistema de salud y de las unidades de cuidados intensivos ocupadas, las respuestas sociales coordinadas. Bélgica, Italia, Reino Unido y España, tienen números e indicadores supuestamente peores que la Argentina, no sirve invierno o verano, las semanas epidemiológicas, las cuarentenas estrictas, administradas, relajadas, las respuestas de autocuidado social, todos intentaron cosas diferentes, nosotros no innovamos, hicimos lo mejor que podíamos en la condición en la cual estábamos: depresión económica, crisis social, de institucionalidad, liderazgos sin espacios, falta de preparación y cantidad insuficiente de unidades de cuidado crítico, etc. «Bélgica por ejemplo, (un país con un número de camas de críticos notablemente alto) inició el confinamiento un par de días antes que España y lo endureció una semana después. Su alta mortalidad viene probablemente determinada por su capitalidad europea (con su mochila de viajes, hoteles, etc.) y un sistema de información que cuenta más fallecidos por COVID-19 que otros países. Aun así, sorprende que su curva de mortalidad se eleve casi dos semanas después que la italiana, sugiriendo que la transmisión continuaba cuando otros países habían iniciado ya sus confinamientos».http://www.aes.es/blog/2020/05/22/comparacion-critica-de-las-distintas-respuestas-de-salud-publica-ante-la-covid-19/Peiró S.

Escribí esto para decir, que no hay que compararse, los países hacen lo que pueden con lo que tienen, si algunos les va peor, bueno, tenemos que ayudar mientras podamos, esos aprendimos, o la ideología de la hermandad latinoamericana es solo con Maduro. Si Chile esta en tensión en su sistema ofrecer elementos, lo mismo Perú, Brasil, Bolivia, Paraguay. Ayudar es ayudarse. Es establecer lazos que luego redundarán en mejor ingreso para nuestros habitantes. tenemos que estar a la altura.

Introducción:

La difusión de la pandemia entre los diferentes continentes, entre países, entre regiones del mismo país y entre diferentes localidades (mega-urbes, conglomerados urbanos y sus alrededores donde se localizan las personas por la migración interna y de los países limítrofes, que buscan la subsistencia rodeando las grandes ciudades. Además el daño causado parece muy heterogéneo en relación a la población de cada país o de personas contagiadas: desproporcionadamente elevado en el oeste de Europa y Estados Unidos respecto a Asia, incluso en países vecinos a China, o -al menos por el momento- el este de Europa, pero ya Rusia desmiente esto, estando todos los días disputándose el segundo lugar con Brasil. Por lo tanto, primero todavía en la posición que nos encontramos las comparaciones son innecesarias. Si vamos a utilizar datos, para compararse hay que corroborar los datos con rigurosidad. http://www.aes.es/blog/2020/05/22/comparacion-critica-de-las-distintas-respuestas-de-salud-publica-ante-la-covid-19/. Salvador Peiró 24 de Mayo 2020.

Si se hacen más test, se detectan más oligosintomáticos o asintomáticos, aumenta el denominador, baja la mortalidad, los pacientes graves, entonces que pasaría en un estudio simplista sobre mortalidad o letalidad, a esos países podríamos decir que les va mejor. Si el sistema está desbordado y más gente fallece con neumonías bilaterales de la comunidad, puede haber subregistro de las muertes. Como política comunicacional no son buenas las comparaciones.

Tal vez lo que haría yo que todavía como país no estoy tan mal, por el momento con los casos y con el sistema de salud como Chile, Ecuador, Perú y Brasil, es ofrecerle lo que tenemos y producimos, respiradores microprocesados, barbijos N 95 Y test para PCR, camas hospitalarias, más allá de las ideologías y que sean gobiernos de distinto tinte político. Eso nos ha caracterizado en la historia, ayudar a países hermanos en situaciones de catástrofe, eso los pueblos y sus ciudadanos lo recuerdan con el tiempo, quién te ayudó en los momentos difíciles, y en silencio.

La epidemia no distingue clases sociales, ricos, ni pobres, somos todos susceptibles, algunos, resultan más que otros, por el acceso a los elementos de sanitización urbana y a la demografía. Tal amenaza global como el Covid debería dar lugar a la solidaridad global y especialmente en la Argentina, nuestras pequeñas diferencias se tienen que volver insignificantes, todos trabajamos juntos para encontrar una solución, y aquí estamos hoy, en la vida real.

El punto no es disfrutar sádicamente el sufrimiento generalizado en la medida en que ayuda a nuestra causa; por el contrario, el punto es reflexionar sobre un hecho triste de que necesitamos, pero ni siquiera una catástrofe hace que podamos repensar las características básicas de la sociedad en la que nos encontramos. Me duele profundamente. No entiendo tanta pequeñez. Como un Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que hizo más por la salud pública que en los últimos doscientos años. Por Dios. No hay que engolarse con el discurso y pensar lo que uno dice. Los hospitales de Avellaneda, San Martín, El policlínico de la Plata, Lanus, etc durante la época de Ramón Carrillo: El modelo Carrillo en su conjunto no llegó a conquista la hegemonía necesaria para transformar al sistema en su conjunto. Sin embargo, dejó huellas indelebles en los servicios de salud del país. Entre 1946 y 1954 se duplica la cantidad de camas públicas (pasando de 66.400 a 134.218). Todas ellas bajo la jurisdicción del Estado Nacional pero la gran mayoría en la Provincia de Buenos Aires. Otro punto para explicar que las comparaciones no sirven en el Covid, y menos en la ignorancia de la historia.

Desarrollo:

Cinco razones por las cuales no podemos comparar:

1. No hay fuentes de información homogéneas que permitan conocer el éxito de las medidas implementadas, cuáles fueron más efectivas. El factor que más atenta contra las medidas son los comportamientos individuales, en el barrio, en la comunidad. La vida privada no es posible controlarla en nuestra sociedades por el miedo a consolidar el abuso de poder. La gente tiene miedo de dar datos personales.

2. Nuestras medidas son diferentes que en las tomadas en los países en los cuales nos comparamos, que tienen además otro grado de desarrollo y bienestar. Cada vez existe más evidencias que en los lugares de mayor concentración demográfica, la transmisión, el Ro aumenta, el inóculo de las partículas virales es mayor, es así como viven 3.400.000 argentinos, que tienen problemas de hábitat, de servicios básicos de agua de manejo de excretas, de comunicaciones, más informalidad en el empleo, menos posibilidad de recibir a ayuda bancarizada de parte del estado, una intrincada organización social, hace muy complejo que nos vaya bien en un país con tanta desigualdad económica, de ingresos, de hábitat, de acceso al empleo formal, no nos va a ir bien, nadie puede pensarlo, hay que intentar minimizar los daños y salvar vidas.

El “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, no se aplica de la misma manera en las estos lugares postergados del AMBA que en un barrio residencial. Las viviendas en general cuentan con escasas condiciones de higiene y hay hacinamiento. En habitaciones pequeñas con poca ventilación donde conviven varias personas es difícil pensar en un acatamiento correcto de la cuarentena, que por otra parte golpeó las actividades laborales (muchas veces informales) y necesitan ganarse el sustento porque son cuentapropistas. Por ello desde este espacio se proponen algunas acciones que serían interesantes desplegar, porque puede ocurrir, que desde estos conglomerados, el aumento de los casos pueda tener un desarrollo exponencial y modificar el ascenso de la curva por una bomba biológica que se puede desactivar. Pero hay que poner esfuerzo conjunto sistémico, de cuarentena focalizada, que en este caso exija interacción entre los actores sociales, los agentes de salud, los de acción social y la seguridad para todos los que tengan que actuar, para que se haga un diagnóstico rápido, aislamiento, contención, evitar que aumente la cantidad de casos. Es cierto que vive gente más joven en esos asentamientos, pero también no tienen el nivel de cuidado de su salud, que en otras áreas más acomodadas, como dice los trabajados del gradiente social de M Marmot. Son 2.100 barriadas, y hay que armar equipos de intervención multidisciplinarios para llegar a ellas. La diferencia entre la severidad del confinamiento, la disciplina social, la edad de las personas, los factores de riesgo asociados, el acceso a los medios higiénico de protección, las condiciones de vida de las personas, la cantidad de personas que habitan la vivienda, la cobertura de salud que tienen, generan las condiciones «ideales» para aumentar el Ro del coronavirus.

3. La irrupción temporal de la epidemia en cada país de circunstancias distintas: En Madrid y en Milán, ocurrieron dos «bombas biológicas», en Argentina primero hubo una oleada de casos importados a las provincias dependió al principio por la llegada de viajeros de zonas de circulación, o incluso entre las regiones del misma provincia, luego en las instituciones asilares, también ha sido heterogénea , por lo que la cronología de las medidas adoptadas no define la celeridad de las respuestas de salud pública: hay provincias que impusieron confinamientos más férreos y posteriores a otros, pero anteriores en su curva epidémica, consiguiendo entrar en fases de aplanamiento sin un gran daño, y esto que dice NADA.

4. «Tampoco los datos de pruebas, contagios o mortalidad por la COVID-19 son homogéneos entre países (incluso dentro de cada país, con cambios en las series cronológicas). En este caso hemos usado los datos y figuras de Our World in Data que en su mayoría derivan del European Center for Disease Control, la World Health Organization o del Johns Hopkins Coronavirus Center. Para España se han utilizado datos del Instituto de Salud Carlos III, fundamentalmente del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo)».http://www.aes.es/blog/2020/05/22/comparacion-critica-de-las-distintas-respuestas-de-salud-publica-ante-la-covid-19/ Peiró S. 2020.

5. Aunque en los medios de comunicación y el debate de los políticos, se utilizan las cifras (antes que las tasas poblacionales) de contagiados, de pruebas, de pacientes en unidades de críticos o de fallecimientos como prueba inequívoca de mejor o peor respuesta a la pandemia, la atribución causal de estos datos a las políticas de cada país es muy compleja y falaz. http://www.aes.es/blog/2020/05/22/comparacion-critica-de-las-distintas-respuestas-de-salud-publica-ante-la-covid-19/ Peiró S. 2020.

«Los diferentes países enfrentaron momentos diferentes de la epidemia y adaptaron su respuesta a ese momento. Para el caso de España, en que el Gobierno aplicó una respuesta muy homogénea en todo el territorio, resulta difícil deducir que las Comunidades Autónomas (CCAA) con mejores cifras (como Andalucía, Baleares, Canarias o Murcia) hayan empleado estrategias diferentes a las CCAA con las peores (como Cataluña o Madrid)».http://www.aes.es/blog/2020/05/22/comparacion-critica-de-las-distintas-respuestas-de-salud-publica-ante-la-covid-19/ Peiró S. 2020.

«La predicción de un informe del Center for Infectious Disease Research and Policy (CIDRAP) es que el virus continuará expandiéndose por Estados Unidos otros 18-24 meses. Es el tiempo calculado para que la población desarrolle inmunidad de grupo. Se estima que entre el 60 y el 70% de la población tiene que infectarse (en ausencia de vacuna) para que se consiga». http://www.aes.es/blog/2020/05/14/covid-19-y-el-dilema-del-prisionero/

En el AMBA recién ahora estamos en el momento de la epidemia en que los casos crecen todos los días y se estabilizan en altos niveles, que en nuestros casos serán más de mil casos por día, por ahora en 700, recordemos que de acuerdo a las proyecciones podríamos llegar a 60.000-120.000 casos, en esa franja nos manejaremos, no quiere decir menos un éxito, más un fracaso. No quiere decir NADA. No se puede controlar la curva de contagios, menos en esas barriadas, que mencioné, entonces se realizan medidas a medias, por temor a las críticas, por lo tanto se actúa tarde, o esperando que la situación no sea tan grave, se actúa como se puede.

 Un prominente  matemático israelí,   analista  y  ex  general Isaac Ben Israel  afirma  que el simple análisis estadístico  demuestra  que la propagación de COVID-19  sigue  un  patrón y se asemeja a una curva. El profesor  Isaac Ben-Israel, jefe del  programa de Estudios de Seguridad de la Universidad de Tel Aviv  y  presidente del Consejo Nacional de  Investigación  y Desarrollo,  ha  explicado  la  investigación que llevó  a cabo  con  un  profeso r compañero,  analizando el crecimiento y la  disminución de nuevos casos en países de todo el  mundo,  ha demostrado  repetidamente  que  «hay un patrón establecido» y «los números hablan  por sí mismos». Dice que  las  cifras  alcanzan su punto máximo  después de unos  40  días  y se reducen  a  casi  cero después de 70   días,  sin  importar  dónde ataque, y no importa  qué  medidas  impongan los gobiernos  para  tratar de frustrarlo.  https://www.timesofisrael.com/the-end-of-exponential-growth-the-decline-in-the-spread-of-coronavirus/

Siguiendo esta hipótesis podríamos decir, el ciclo de la epidemia parece extenderse por 70-80 días, la ola principal aparecería a los cuarenta días, luego vienen varias ondulaciones y entiendo que por lo que hemos realizado hasta ahora, esto comenzó el día 18 de mayo, por lo tanto sería dable pensar que el pico ocurra entre la primer y segunda semana de junio para sostenerse hasta la segunda de julio, y empezar a disminuir hasta fin de agosto, lo que nuestro equipo de investigación había previsto era sostener el aislamiento unas dos semanas más, abrieron antes la circulación, no se entendió que las medidas se reflejan en quince días hacia adelante, entonces se anticipo el ciclo tres semanas, que hasta ahora nos venía dando muy parecido, con la prevención que decíamos que no aparezca la bomba biológica, y apareció, son los barrios populares. Entonces entre lo que preveíamos y ocurre, hay unos 300 casos más, estaríamos recién en estos de hoy en la segunda de Junio, bueno el riesgo de entrar en las barriadas postergadas era notorio que iba a ocurrir.

Carla Vizzotti, se refirió al brote de contagio en Villa Azul e intentó brindar cierta calma. “Se está trabajando con las organizaciones de los barrios para minimizar al máximo el contacto. La idea es fortalecer el distanciamiento físico y minimizar la circulación a otros barrios populares que están cerca”. Infobae 24.5.2020. Si quieren para esto, a la gente que vive en estos barrios hay que hacerles test cada quince días mínimamente, para identificar rápidamente a los que tienen PCR.

Las epidemias regresan cada cierto tiempo para recordarnos nuestra vulnerabilidad ante la enfermedad y el poder, y la vulnerabilidad del poder y de los poderosos ante la enfermedad, más si estas son infecciosas. Y siempre existirá el reclamo social que cuestiona el retraso, la falta de priorización, la displicencia o la insuficiencia del cuidado de la salud a los ciudadanos. https://saludbydiazfitness.wordpress.com/2020/04/29/la-inequidad-social-le-abre-la-puerta-al-coronavirus-en-la-villas-argentinas. Como se ve publicado hace un mes.

Se miramos como estábamos y como estamos ahora, la situación es distinta estamos más preparados, sabemos cuantos respiradores tenemos, aumentamos los lugares de diagnóstico, la cantidad de reactivos, tenemos elementos de protección personal, tenemos camas extrahospitalaria, más camas de terapia intensiva, hemos frenado la propagación desde la capital y el amba a las provincias, aprendimos a conocer la enfermedad, muchos ya tenemos la cantidad de casos para saber y corroborar de lo que leímos, que nos pasa. Este tiempo fue una gran conquista prepararnos. Esta crisis debe ser una oportunidad para la argentina toda, que es mejor producir, generar trabajo, superávit gemelos en las cuentas, agilizar el estado, privilegiar la educación y la salud para aumentar la potencialidad como país, y salir adelante, con sufrimiento por cierto, algunos más otros menos.

Conclusión:

Lo primero que debemos aceptar es que se hace lo que se puede, (con el otro gobierno con personas sin experiencia en la gestión y soberbios hubiera sido mucho, mucho peor) porque erradicar, tratar con un medicamento efectivo o vacunar es imposible, no hay ninguna vacuna en los hombres para el coronavirus, si para evitar su contagio en los animales criados para el consumo. Por lo tanto, en este tejido social de desigualdad, inequidad, pobreza, grandes dificultades que no reconocen ideologías, ni gobiernos porque fueron todos, todos, algunos más otros menos, pero por favor dejémonos de molestar con opiniones que a veces parecen «operaciones de prensa» y trabajemos todos juntos con humildad y mitigar el daño, nadie tiene la culpa, esto es asi y nos toco, vamos a trabajar, desde el lugar que no toca por el bien de todos. Se pueden hacer las cosas mejor, siempre, por ello debemos desarrollar la mejora continua, y siempre preguntarnos que podemos hacer diferente, estar un paso adelante, escuchar, consensuar, no prometer lo que no se puede lograr, nos va a ir mal, bueno debemos dar lo mejor de cada uno. Es tarde para lamentos. Ahora hay que pensar, obrar por el bien común y estar atentos ante cualquier avance autoritario. Que los hay. o de los operativos impunidad. Pero frente al Covid 19 no hay partidos, ni privados ni públicos, todos debemos colaborar por desarrollar un mejor sistema de salud.

Nuestro sacrificio por haber tomados las medidas de cuarentena antes, mayor sacrificio, y se dijo claramente que se podía volver para atrás. No hay que vivirlo como un fracaso, lo anterior no era el éxito.

Poder desarrollar y producir vacunas y no depender de “dilemas” de terceros debería ser, por tanto, un objetivo estratégico.

A qué le tienen miedo los dirigentes

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular Universidad ISALUD.

Hoy 22 de mayo de 2020, escuchaba los medios y leía on line los diarios y me preguntaba, ¿enormemente a que le tenemos miedo? primero, y a que le tienen miedo los dirigentes. Porqué ante todo lo que sabemos, lo que hemos realizado como sociedad en un sacrificio colectivo extraordinario, reconfortante de disciplina como sociedad, es decir dimos todos, porque entonces no adoptamos una actitud resignada ante la enfermedad, si países desarrollados, ricos, con estado de bienestar y distribución más igualitaria de la riqueza han sufrido por esta pandemia, no tenemos que tener miedo y trabajar incansablemente en mitigar, tratar, detectar, mejorar la capacitación del personal, consolidar los planteles y protegerlos. Tenemos insumos, respiradores, información transparente y funcionarios que piensan bien.

Bueno, nos hemos preparado, tenemos más camas, acopiamos insumos, entrenamos personal, tenemos test de diagnóstico, limitamos el ingreso de infectados, tratamos de mejorar los hábitos higiénicos y la distancia social, porque si hicimos todo eso tenemos que tener miedo. Limitar los contactos, contener contagios y mitigar, pero el virus es tan contagioso que nada alcanza. Donde está la resignación, las creencias, el deber cumplido. No debemos vivirlo como un castigo el contagio, el aumento de los casos y las muerte que no son un número. El sacrificio es parte de esta batalla, la disciplina colectiva e individual, cuidarse en persona para cuidar a los otros.

Levantamos las voces por los ancianos, por los marginados, por el personal de salud, pero somos todos susceptibles, lo que cambia es la letalidad. Nos da temor saber cuanta letalidad tendremos y cuanto será la magnitud del inóculo que nos enfermará.

Somos animales sociales y culturales, existir es coexistir y habitar es cohabitar (¡que se lo digan ahora a tantas familias!), muchos sujetos humanos parecen incapaces de permanecer sosegados, sin estar expuestos continuamente a las multitudes y a no sé cuantos estímulos exteriores, haciendo verdadera la máxima de Pascal (acaso en una definición predicativa de Hombre: “Todas las desgracias del hombre se derivan …”) de que el principal problema del ser humano es el de no poder estar tranquilamente, en soledad y en silencio en una habitación (y con las catastróficas consecuencias educativas que todos conocemos, donde se ha pasado de la instrucción en determinadas materias a tener entretenidos a los alumnos, y donde se confunde un centro educativo con una especie de circo, donde hay que estar continuamente entreteniendo al educando: ¡Ni un día con un alumno aburrido! en vez del clásico nulla dies sine línea-)

Desarrollo:

La crisis COVID-19 ha vuelto a exponer las fragilidades de los sistemas sociales y económicos, según un punto de vista en la naturaleza. Pide un esfuerzo multidisciplinario para crear mejores herramientas para sopesar las compensaciones entre la salud y la riqueza. https://www.nature.com/articles/d41586-020-01504-4

Parece que inesperadamente todos nuestros compromisos, encuentros, apretadas agendas se desvanecen, como por arte de magia. Tenemos tiempo para leer, para escribir a los amigos, para soñar, para redescubrir lo que hacemos. El tiempo cobra un nuevo sentido y nos abre a una verdad a la que normalmente da miedo acercarse. 

El ser humano que ha conquistado la cúspide de la cadena trófica y que se cree todopoderoso, hoy se arrodilla ante un ser minúsculo, un pequeño virus.  “Impossible is nothing”. Nos damos cuenta que es un slogan.

Creíamos que lo podíamos todo, incluso el imaginario de que no hay nada que la tecnología no pueda resolver, pero no es verdad, no lo podemos todo, no encontramos tan rápido como queremos la cura y eso nos da miedo. Estamos un tanto enojados con la ciencia que no da respuestas. Al respecto, deseo expresar una opinión: después de varias décadas de desarrollar la Medicina basada en la evidencia, la hemos dejado coaptar, la ciencia está coaptada por los intereses económicos del complejo industrial médico. Hoy esta dentro de una carrera por lograr la primer vacuna o el primer medicamento antiviral o anti-tormenta inflamatoria que sirva.

En nuestro país creamos un Ministerio de ciencia y tecnología que aumento en número de investigadores, pero no concentró proyectos estratégicos para cada una de las áreas, tendría que haber como el grupo coronavirus del CONICET, áreas que estudien con otros países mecanismos fisiopatológicos, biológicos, diabetes, tecnologías y nanotecnologías aplicadas a la salud. Investigadores que estén aprendiendo conectados con el mundo. No ha crecido en publicaciones e instalar proyectos. Tendría que provenir del sector la reflexión necesaria, siendo pacientes, y entender que no hay que apurar, o sortear pasos en la investigación, la ciencia no tiene atajos, solo mentes que intentan encontrar el camino de la verdad.

«Un pequeño bicho nos ha hecho caer en la cuenta de que somos seres vulnerables personal y colectivamente. El coronavirus nos lo ha recordado de nuevo, como en otro tiempo lo hizo la gripe o el ébola. ¿Y será que porque somos vulnerables somos tan fuertes? «hay una grieta en casi todo, así es como entra la luz».

«El neoliberalismo, es la fórmula dentro del capitalismo que ha primado la liberalización de la economía y la reducción del Estado, anteponiendo al individuo sobre el bien común».

«El coronavirus también nos ha recordado que vivimos en un mundo globalizado, donde lo que pasa en una pequeña región de China puede tener consecuencias en el mundo entero, donde un pequeño virus puede provocar una crisis económica mundial». Lo curioso es que muchas veces los trapos sucios de la globalización los pagan las personas más vulnerables, y no solo como decíamos en el sistema sanitario.

Por mucho que queramos hacer individualmente para gestionar la pandemia, no tendría ningún sentido si no lo hacemos como comunidad, como humanidad.

Alberto Ares: «El gran teatro del mundo o de cómo el coronavirus nos recuerda lo esencial de la vida» (https://www.religiondigital.org/opinion/Alberto-Ares-coronavirus-recuerda-esencial

“El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un instante”, señalaba Gogol. Y más en sociedades globales e hiperconsumistas con verdades siempre relativas, amplios medios digitales de comunicación y libertades consideradas sacrosantas. “Muchas veces nace la enfermedad del mismo remedio” nos enseñó Baltasar Gracián: sistemas globalistas que difunden tendencias y turistas pero que expanden también basura (contaminación) y enfermedades (pandemia); que imponen identidades individualistas sin freno en las buenas (con consumidores compulsivos y productores flexibles) pero “recomiendan” lealtades colectivas solidarias en las malas. En pleno siglo XXI y en pleno mundo occidental calles desiertas y negocios cerrados, estanterías vacías y cuarentenas obligatorias, el desempleo creciendo y las Bolsas en caída, falacias y mentiras en difusión y verdades escondidas, políticos contaminados y políticos contaminantes; el escenario después de una batalla posmoderna.

Se irá este virus, y aparecerán otras crisis agudas; superaremos el Covid-19 pero quedarán, como nunca, efectos socioeconómicos terribles para los más humildes; ¿aprenderemos la lección de la coyuntura y olvidaremos el cambio moral que nos exige el tiempo histórico?. Tengo miedo, no lo haremos.

En muchos textos escritos a lo largo de la historia de las epidemias y pandemias, se registró que las “pestes” siempre van acompañadas de “pánico” o “temor irracional”. De hecho, en la historia de la epidemiología se ha fijado la idea de que una de las primeras reacciones ante la alerta de una enfermedad contagiosa es el llamado “pánico epidémico”: un miedo súbito y extraordinario que “oscurece” o nubla la razón. Al mismo tiempo, si se echa un vistazo a la historia de la medicina y la salud pública es posible ver que el miedo a adquirir enfermedades en una pandemia es completamente racional. Como se verá en este texto, desde una perspectiva histórica, las causas de esta emocionalidad van más allá de una mera reacción ilógica.

La palabra “pánico” hace referencia al antiguo dios griego Pan, de torso humano, pero cuernos y patas de cabra, que se volvería el referente cristiano del demonio. Generalmente es un ente pacífico y lujurioso que vive en los bosques acosando a las ninfas, pero cuando lo molestan tiene la capacidad de producir ataques de pánico a muchedumbres de animales y humanos, civiles y militares, como de hecho hizo para ayudar a los atenienses a ganar una batalla contra los persas, según el historiador griego Herodoto. Esa aparición súbita del terror que recorre las filas de un ejército en los campos de batalla, al ser una suerte de broma del dios Pan, muchas veces es descrito como “irracional”. De esta forma, se fundó una tradición militar de estrategias de guerra en las que infundir terror pánico en las filas enemigas fue fundamental para ganar las batallas, como ya dieron cuenta historiadores griegos como Polibio, Polieno y Dionisio de Halicarnaso. Esa noción castrense del terror pánico sería la base de la concepción actual del pánico como un miedo infundado.

Así se generan las panic diseases o enfermedades pánicas, de las cuales las más fuertes son las que provienen de un lugar distante. Ante tales enfermedades “viajeras”, según Humphreys, una de las reacciones inevitables es la de tratar de construir una barrera a través de la pulcritud o del aislamiento o, cuando hay gran temor, exigiendo a las autoridades reformas a las leyes o creación de instituciones, como sucedió con el pánico por la fiebre amarilla en 1879, cuando el congreso estadounidense creó la primera agencia federal de salud pública. Humphreys, Margaret. “No Safe Place: Disease and Panic in American History”. American Literary History 14, n.o 4 (2002): 845-57.

El pánico es lo opuesto a la resignación. Las personas que trabajan en nuestro equipo tienen miedo, pero no pánico, no estamos inmovilizados, queremos tener un paso más preparado, trabajamos a tiempo real y sin descanso la saturación para evitar el colapso. Veo en sus rostros un dejo de satisfacción y cansancio, más canas, más pelos porque no tenemos peluqueros, con nuestras protecciones, con temario, disciplina y ganas de venir a la mesa de situación. Los éxitos son del equipo, los errores del decisor, que no se sostendrá en el error y con oídos amplios, tratará la escucha, la reflexión, la repregunta y trabajar el contexto, para no tener pánico, si el miedo y respeto. Equivocarnos lo menos posible. Pensar en nuestros pacientes y en nosotros. En nuestros pacientes y nuestras familias. Le Breton, David. Las pasiones ordinarias: antropología de las emociones. Buenos Aires: Nueva visión, 1999.

Tenemos miedo al aumento de la letalidad con la edad y con las comorbilidades. Aprendimos que la obesidad es un estado proinflamatorio, no lo queríamos escuchar.

Asumir que podemos y debemos hacer algo.

Miedo a la última cama, al último respirador, practicamos usando mesas de anestesia, conectando a dos pacientes a un mismo respirador, modificando las presiones en la unidad, boxeando espacios, tratando de pensar, estudiar, escuchar a otros y aprender todos los días y cada minuto.

Temor a no tener insumos de protección personal, y ya lo hemos solucionado con el esfuerzo conjunto del estado, de la inversión privada, de la acción conjunta, que es la única forma de trabajar.

Dudas sobre si podremos acceder a los confines de las barriadas, donde esta la gente de trabajo que son la inmensa mayoría, por las barreras protectoras de la delación donde en un pequeño lugar se protegen los narcos y los delincuentes. Tener cerca a los referentes sociales y que nos ayuden. La gente de esos lugares tiene miedo en dejar su casa, por la posibilidad que se la ocupen, que le sustraigan efectos personales que lograron con mucho sacrificio de sus vidas comprar. Tienen temor a quedarse sin trabajo, a que sus hijos se enfermen. a No poder cumplir las medidas.

Tenemos miedo que estemos descuidando la evolución de las enfermedades crónicas no transmisibles, que aumenten los infartos, el tiempo entre el inicio del dolor precordial y el acceso a la sala de hemodinamia. Que pierdan oportunidad pacientes con Cáncer y trasplantados. Que pacientes con falla multiorgánica y sepsis bacteriana sistémica no puedan acceder a UTI.

A la pobreza que crece todos los días.

A que aumenten los casos de tuberculosis, y en niños de menor edad.

Que aumente la desocupación.

Que se lleven por delante las instituciones.

A que no nos alcancen las camas o los respiradores, y tengamos que tomar decisiones de priorizar.

A que le tienen miedo los políticos:

Ser los primeros en la bomba biológica les estalle en la mano y en la cara de sus futuros políticos, entonces el problema se lo pasan al otro, mejor si es un contrincante en las próximas elecciones, y si ser los líderes en implementar soluciones dignas de ser veneradas por las personas pertenecientes al pueblo, menesterosos y mercaderes, laburantes y empresarios, están fuera de las murallas del poder.

Le temen a la desocupación, la pobreza y el hambre, el levantamiento social. A la desobediencia civil.

A la expiación gerontológica.

A los muertos en los cadáveres en los pasillos de las barriadas como Guayaquil.

A las fosas comunes.

Que frente a la epidemia la derrota es segura, en este momento de la evolución cuando la contención fracasó, y la mitigación por la cuestión social no se puede lograr.

Primero fueron los que venían de otros países, luego los convivientes, los ancianos en instituciones asilares, los trabajadores de la salud y ahora los barrios no urbanizados y marginales.

Tienen miedo de perder el poder y sus prebendas.

Suponen que en las próximas dos semanas tendremos el triple de casos por día o sea por encima de los 1.800, que no alcancen las camas de terapia, y que falten respiradores.

La economía en Argentina desde el 2011 que no crece, y con tendencia ha empeorar, asi que la caída del 10% del PBI que pronostican algunos, bueno. El futuro se puede modificar. Pero se tendrán que sacrificar. Negocios. Futuro. Hay que tomar medidas duras. Sin sacrificio no se Saldrá.

Desde el punto de vista económico aún es pronto para saber todas las dimensiones de esta crisis del Coronavirus pero no es muy aventurado pensar que será muy profunda. Continuamente se nos está haciendo referencia a diversos hitos del siglo XX-XXI: la Gripe Española de 1918, el Crash del 29, la Segunda Guerra Mundial, la Crisis del petróleo de 1973, el 11-S-2001 o la Crisis de 2008. Habrá que ver qué alcance económico y geopolítico tendrá ésta pero ya vemos que muchos sectores y profesiones (autónomos y pymes pero también multinacionales han congelado su producción o servicio) se están ya viendo seriamente afectados.

Los de la oposición, a que los que están haciendo las cosas y tomar decisiones les vaya bien entonces no habrá oposición: «si les va bien, tendremos peronismo para rato». Si les va bien «modificarán la composición de la corte». «instalarán la reforma judicial». «chavisarán el país». «Seremos Venezuela» y no se cuantas cosas más.

Esta crisis covidológica sirve para mostrar los conflictos entre los planos de la ética, la moral y la política.

Desde el punto de vista ético debemos basarnos en su norma ética fundamental, la fortaleza de los ciudadanos argentino, que hace rato no tienen futuro (con el buen cuidado o preservación, psicológica y físicamente, del cuerpo humano tomado individualmente), teniendo en cuenta que ésta se divide en dos: hacia nosotros mismos (la firmeza) y hacia los demás (generosidad).

En este caso se nos advierte que no es una cosa solo nuestra o particular, que queramos no ser firmes y que solo nos afecte negativamente a nuestro organismo, sino que al hacerlo, vamos a ser poco generosos con los demás (transmitiendo el virus e infectándolos). Ciudadano que no se cuiden, que hagan reuniones sociales, sino que con su acción o dejación está perjudicando a otras personas. Y al hacerlo, con esas acciones no solidarias está perjudicando las normas de todo el grupo, del colectivo o sociedad al que pertenece.

Es decir, afectan a la moral (que haya más o menos número de afectados, de internos en la UCI, de fallecimientos).

Y, por último, el plano de la política, el de los estados, y cómo cada uno de ellos va reaccionando e imponiendo una serie de normas, que deben ser prudentes –o deberían haberlo sido de no haberse guiado por vulgares directrices sectarias e ideológicas– (y que, en el caso de Argentina, dado su carácter federal, que complica en demasía ciertas pautas de actuación que se supone deberían ahora estar regidas por el sentido común … pero claro, como está siendo todo improvisado, no se ha podido plagiar un buen modelo…), contando sin duda con el contexto en el que se desenvuelve a escala continental y global (donde China puede acabar de dar el golpe nunca final podríamos decir).

Utilidad del Testeo al Personal de Salud

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Opinión:

Existen cinco elementos que lo hacen útil, al testeo al personal de salud, en primer lugar detectar oligosintomáticos, presintomáticos y asintomáticos, para que no afecten a los pacientes que no tienen COVID 19, o pongan en riesgo a sus compañeros del equipo de salud, (porque la mayor carga viral se observa justo antes de empezar los síntomas) (la PCR puede ser positiva 4 días antes de empezar con los síntomas)segundo para descartar aquellos que siendo sintomáticos no tienen COVID, pueden seguir trabajando. Tercero actuando antes, para aislar protegeríamos a su familia, que es una de las preocupaciones más grande en todos los que trabajamos en esta pandemia. Haciendo en forma reglada y con una metodología evitaríamos la autoprescripción, que ha ocurrido en otros sitios, donde los médicos podían realizar la solicitud. En contrario, testear a todo un turno obligaría a hacer diez estudios para tener uno positivo. Protegemos a la institución sobre el posible reclamo de los pacientes que se internen por otro motivo y se contagien con el coronavirus. Como todas las asignaciones que se realizan por acción o por omisión dependen del costo unitario del bien, de la efectividad del mismo, y si genera costo de oportunidad o apariciones de free riders. También en el caso de hacérselo a los pacientes podríamos llegar a plantear si esta sustitución de costos, por disminuir consumos de PPE, en el personal no lo hace rentable. Pero sigue siendo difíciles todas las alternativas decisorias, porque existe un porcentaje de los estudios sensibilidad del 80 o 90%. La seroconversión de los pacientes empiezan entre los 6-9 días, donde los estudios son negativos. Cuarto, Licenciar a muchos sospechosos sobrecargará a los que no lo son. Quinto hay que evitar contagio en áreas de pacientes de muy alto riesgo por edad o por ser inmunocomprometidos.

1. Proteger a la fuerza laboral enfermería, médicos, administrativos y camilleros. Priorizando los lugares más críticos. Que atienden a pacientes inmunocomprometidos o en las unidades críticas, de emergencia o de internación de pacientes con COVID.

2. Reducir la propagación en casos asintomáticos o leves.

3. Proteger a los pacientes ingresados por otras causas que se contagien por coronavirus desde el personal.

4. Mitigar el agotamiento de la fuerza laboral por cuarentena innecesaria de los contactos.

5. Evitar contagios entre personal de salud y personas que están en entidades de estancia prolongada u hogares de ancianos o centros de rehabilitación. Especialmente en los cuales los internos no pueden, ni tienen conciencia para la utilización de barbijos.

Hay varios beneficios potenciales de las pruebas universales del personal, pero no existe una norma al respecto.

Fundamentos recolectados en la investigación Bibliográfica:

 “Es importante destacar que mejoraría el agotamiento actual de la fuerza laboral debido al autoaislamiento sintomático del personal, porque una proporción sustancial no tiene COVID-19”.

“Por ejemplo, de 76 trabajadores de salud sintomáticos en nuestro análisis, 45 (59%) dieron negativo para el SARS-CoV-2. Estos trabajadores de la salud podrían, por lo tanto, haber regresado a trabajar (suponiendo que no estuvieran mal) tan pronto como recibieran su resultado. Si estos trabajadores de la salud no hubieran sido examinados, se habrían visto obligados a aislarse por 7 días o más, y a los miembros de su hogar durante 14 días”.

“Las pruebas periódicas también permiten identificar y aislar temprano a los trabajadores de la salud asintomáticos positivos para el SARS-CoV-2, lo que reduce la transmisión nosocomial a pacientes potencialmente susceptibles y otro personal, y del hospital a la comunidad”.

La reducción de la transmisión es particularmente relevante cuando el equipo de protección personal puede ser escaso. Se les recuerda regularmente a los trabajadores de la salud en nuestro hospital que se autoaíslen cuando presenten síntomas, y que su temperatura corporal se controle a diario y se evalúen con cuestionarios estructurados cuando se limpian. 

El hallazgo, sin embargo, fue que 16 (34%) de 47 trabajadores de la salud que dieron positivo para SARS-CoV-2 eran asintomáticos, y que 45 (59%) de 76 trabajadores de la salud sintomáticos dieron negativo para SARS-CoV- 2, resalta una necesidad crucial para las pruebas de rutina de todos los trabajadores de la salud, incluidos aquellos que no tienen contacto directo con los pacientes

Durante esta pandemia, la escasez de personal de salud ha sido un gran desafío. La redistribución de los trabajadores de la salud ha agotado algunas especialidades y ha llevado al personal a trabajar en entornos desconocidos. Se suspendieron la capacitación y la investigación, y se aplazaron las vacaciones anuales. Se cumplió la promesa del Secretario de Salud del Reino Unido de alcanzar un objetivo de 100 000 pruebas por día para fines de abril de 2020. 

Por lo tanto, las pruebas universales de los trabajadores de la salud son factibles, posiblemente mejorando el agotamiento actual de la fuerza laboral y reduciendo el riesgo de propagación asintomática del SARS-CoV-2.

Los trabajadores de la salud tienen mayor riesgo de contaminarse al sacarse la ropa de protección, al atender pacientes sin la protección adecuada, o en la misma comunidad.

No hay uniformidad sobre lo que corresponde realizar con el personal, por un lado, se indica que se debe aislar a todo contacto estrecho, de más de quince minutos y sin utilizar elementos completos de protección personal. Esto es una definición muy genérica, y esperar hasta que el personal tenga síntomas no es ético, porque puede contagiar antes de que tenga síntomas. Licenciar a todo el turno o personal de un área, en la multiplicación diaria de casos y tener al sistema de salud en tensión o colapsado, no corresponde. Por lo tanto, si se siguen las normativas, se debe dejar al personal que ha tenido contacto con un caso 14 días en la casa. Ello es imposible, no tenemos personal para suplantar al entrenado, especialmente en las áreas críticas.

Se suspenden las vacaciones, las licencias, y las rotaciones de los residentes, para poder cubrir todos los cargos por lo tanto es necesario proteger a los que se tienen.

Según un informe realizado en Inglaterra un total de 125.000 personas del personal de salud se licenciaron. En una pequeña muestra realizada en otro estudio uno de cada siete autoaislados tenía el virus.

En el National Health Service se les ha dado prioridad al personal de cuidados críticos, personal de emergencia y servicios de ambulancia, para prevenir el ausentismo que se estaría generando en dichas áreas.

Los trabajadores de salud asintomáticos son un fuente potencial de infección poco apreciada y que merece estudiarse.

El número de casos asintomáticos cada vez es más característico. En el crucero Diamond Princess, 328 de los 634 casos positivos, 51,7% eran asintomáticos al momento de la prueba. El transporte asintomático estimado fue del 17,9% entre 215 casos obstétricos en Nueva York. 29 de 33 casos positivos eran asintomáticos. Además la transmisión comienza antes de la etapa sintomática.

La experiencia en Madrid:

Desde el comienzo de las epidemias, el Servicio de Salud y Seguridad Ocupacional (OHSS) organizó la consulta y las pruebas del personal del hospital con exposición confirmada y también de aquellos que presentan síntomas sugestivos de infección respiratoria viral. 

Para el diagnóstico molecular de la infección por SARS-CoV-2, se obtuvieron hisopos nasofaríngeos y orofaríngeos de casos sospechosos y se procesaron en el Laboratorio de Microbiología mediante métodos de PCR específicos automatizados que estaban operativos desde el 25 de febrero como parte de la preparación. 

Resultados De un total de 6800 empleados del hospital, 2085 (30,6%) fueron evaluados durante el período del 1 al 29 de marzo de 2020, algunos de ellos repetidamente (2286 muestras totales). El primer infectado con HCW se confirmó el 9 de marzo. Se confirmó que un total de 791 personas de salud estaban infectados para el 29 de marzo, lo que representa el 38% de los examinados y el 11,6% de todos los trabajadores del hospital.

La proporción de individuos infectados se estimó entre los diferentes grupos de exposición ocupacional y la evolución de los casos durante la ola epidémica expansiva se comparó entre el PS y los pacientes que acudieron al Departamento de Emergencia (ER) durante el mismo período y se ajustó a la misma edad. rango. 

No hubo diferencias estadísticamente significativas en la proporción de detección de PCR positiva al SARS-CoV-2 entre los HCW de áreas de alto riesgo involucradas en contacto cercano con pacientes con COVID-19 en comparación con el personal administrativo, administrativo o de laboratorio sin contacto directo con los pacientes. 

Las curvas de evolución de los casos acumulados entre pacientes y Personal de Salud durante marzo de 2020 mostraron una forma casi paralela.

Discusión

La recomendación de la organización de salud laboral no incluyó la prueba de casos asintomáticos, pero fue muy proactiva en la prueba incluso en pacientes con síntomas menores, por lo tanto, una alta proporción de personal sanitario y no sanitario se probó en marzo de 2020 durante el rápido período de expansión de las epidemias. en Madrid, que representan un total del 30,6% de los empleados del hospital. 

La mayoría de los casos de COVID-19 entre el personal sanitario del hospital y el personal fueron leves y se manejaron en casa bajo medidas de autoaislamiento, sin embargo, 23 (3%) requirieron hospitalización principalmente debido a una neumonía intersticial bilateral grave, dos de esos casos requirieron ventilación mecánica en el UCI No hubo muertes durante el período de estudio. 

Aunque hubo algunos casos de transmisión altamente probable de pacientes con COVID-19 a Personal de Salud, principalmente en la primera fase de la epidemia, No hubo diferencias significativas en las tasas de infección del personal sanitario y hospitalario que puedan estar relacionadas con el trabajo en áreas de alto riesgo de exposición. Además, la evolución de los casos durante el mismo período de tiempo (marzo de 2020) entre los pacientes que asistieron a la sala de emergencias y el personal del hospital sugiere que ambos grupos fueron impulsados ​​por la misma dinámica. 

Esta experiencia es similar a la comunicada por Wuhan, verificada por la Misión Conjunta de la OMS y también de experiencias recientes en un hospital de los Países Bajos, donde la mayoría de las infecciones de HCW estaban relacionadas con contactos en el hogar o la comunidad. 

Importancia

Dado que el colectivo de PS hospitalarios se examina exhaustivamente en centros específicos, su tasa de infección por SARS-CoV-2 podría ser un indicador de la dinámica epidémica en la comunidad. 

Parece haber una estrecha conexión entre la infección por Health Care Workers y las fuerzas impulsoras de la transmisión en la comunidad. Aunque no podemos excluir un factor de riesgo adicional de infección por SARS-CoV-2 debido al entorno hospitalario, las proporciones similares de casos positivos entre todas las áreas del hospital y la ola evolutiva de infección, en comparación con la comunidad , son argumentos claros contra un factor importante de riesgo ocupacional. 

Las pruebas exhaustivas, como la realizada en nuestra institución, que cubre a más de un tercio de todos los trabajadores, podrían utilizarse como referencia de la población infectada en la comunidad. Dado que una proporción significativa de los casos de COVID-19 puede ser asintomática y no todos los empleados del hospital fueron examinados, es muy probable que esto 11, El 6% es una estimación mínima del impacto de la circulación del SARS-CoV-2 en Madrid durante las primeras 4 semanas de la epidemia. 

Esto está en alto y claro contraste con las cifras oficiales que circulan a nivel nacional e internacional. Esto tiene implicaciones importantes para estimar con mayor precisión el número real de casos en la comunidad y desarrollar políticas de salud pública para la contención, el tratamiento y la recuperación.

Informe sobre la situación de COVID-19 en personal sanitario en España

Hasta el 07 de mayo de 2020 se han notificado 217.543 casos totales de COVID-19 a la RENAVE a través de la plataforma SiViES, de los que 35.548 corresponden a personal sanitario.

Este informe analiza de forma específica las características de los 35.548 casos de casos de COVID-19 en personal sanitario notificados a la RENAVE en España a través de SiViES hasta la extracción de datos (11:00 h del 07 de mayo de 2020).

Principales resultados del estudio RENAVE:

Desde el inicio de la alerta por SARS-CoV-2 se han notificado a la RENAVE 35.548 casos de COVID-19 en personal sanitario, lo que supone un 22% del total de casos de COVID-19 declarados a la RENAVE. El 76% de los casos de COVID-19 en personal sanitario son mujeres y la mediana de edad de los casos es 46 años, siendo mayor en hombres que en mujeres (47 vs 46 años).
Los síntomas más frecuentes que se refieren son tos, fiebre, escalofríos, y dolor de garganta. Uno de cada tres pacientes presentó clínica digestiva (diarrea o vómitos), siendo más frecuente en mujeres que en hombres, al igual que la disnea y el dolor de garganta. La fiebre fue más frecuente en los hombres.
Un 10,7% de los casos en personal sanitario notificados a la RENAVE han sido hospitalizados, 15,8% han desarrollado neumonía, un 1,2% han sido admitidos en UCI y un 0,1% han fallecido. Los hombres presentan una mayor prevalencia de neumonía, enfermedades de base y un mayor porcentaje de hospitalización, admisión en UCI y ventilación mecánica que las mujeres.
La distribución por sexo y grupo de edad, con respecto a la distribución del total de casos notificados a la RENAVE, indica que en los casos de COVID-19 en personal sanitario están sobrerrepresentadas las mujeres en todos los grupos de edad, excepto en los mayores de 65 años.
El 65% de los profesionales sanitarios presentaban como antecedente epidemiológico de riesgo el contacto con personas con infección respiratoria, y el 69% el contacto estrecho con casos de COVID19 probable o confirmado.
En un análisis específico sobre neumonía se observa que los sanitarios con neumonía son significativamente mayores que los que no presentan neumonía (52 vs 45 años, respectivamente). El porcentaje de hombres, personas que presentan enfermedad de base (especialmente enfermedad cardiovascular), así como el de hospitalización, ventilación mecánica, admisión en UCI y defunción es significativamente mayor entre los pacientes que presentan neumonía.
Entre los hospitalizados ingresados en UCI hay una mayor proporción de hombres, mayor prevalencia de enfermedades de base, neumonía y presentación de Síndrome de distrés respiratorio del adulto que entre los hospitalizados sin ingreso en UCI.
Según la información disponible hasta el momento, la letalidad de los casos de COVID-19 en personal sanitario notificado a la RENAVE es de 0,1% (42 casos). Estos resultados deben interpretarse con precaución, puesto que se han considerado como no fallecidos los casos sin información en esta variable, y deben ser confirmados en posteriores análisis.
En una escala de gravedad de 1) casos no hospitalizados, 2) casos hospitalizados, 3) casos admitidos en UCI y 4) fallecidos, se observa que la edad aumenta con el nivel de gravedad (mediana de edad en años: 45 vs 52 vs 56 vs 59 respectivamente).

A medida que aumenta la gravedad se observa también un mayor porcentaje de hombres y de pacientes con enfermedad de base. La prevalencia de enfermedad de base es de 29% en los casos no hospitalizados, 49% en los casos hospitalizados, 65% en los casos ingresados en UCI y 78% en los fallecidos. En definitiva, los hombres, los pacientes de mayor edad y con enfermedades de base y factores de riesgo están más representados a medida que aumenta la gravedad.

Conclusión:

El personal de salud tiene mayor riesgo de contagiarse que la población general, porque tiene que trasladarse mas que la población en general durante la cuarentena por ser personal esencial, participa por ello del riesgo comunitario y agrega el riesgo laboral en zonas de aerosolización o contacto sin protección. También al sacarse los elementos de protección personal, corre mayor riesgo de contaminarse.

Evitar que el personal de salud trabaje con síntomas o que siendo asintomático contagie a personas que por edad o por inmunocompromiso tienen riesgo aumentado. Por todo ello, se podría indicar cuando existan insumos suficientes para la PCR, realizar pruebas al personal de áreas de emergencia, de urgencias, de ambulancias, de áreas de internación que traten paciente con COVID, de áreas críticas y de áreas de trasplante o pacientes con deterioro de la inmunidad.

«El pueblo soy yo»

El incordio de la pelea entre Capital y Buenos Aires por los casos de Coronavirus en los barrios postergados.

La epidemia, será más epidemia en el tejido de la complejidad de la miseria.

Introducción conceptual:(Krause E. El pueblo soy yo 2018)

La epidemia no cesa, no da respiro, afecta más notoriamente a otros países, Brasil, Chile y Perú, están ante el llamado «problema de la última cama» y nosotros ante la miseria de los mandatarios, los que nos quieren reabrir las heridas apenas afrontadas por el temor (no me gusta llamarlo grieta), sabiendo que vamos en esa dirección, de la tensión y el colapso del sistema de salud en tres semanas, decir que el culpable del aumento de los casos es la Capital Federal por desatender los barrios postergados resulta falaz, entonces la agresión es más innecesaria y gratuita, en este caso acelerando hacia el abismo, cuando hicimos las cosas hasta ahora razonable y civilizadamente bien, pero somos enemigos de nosotros mismos. No hay mucho por hacer. Salvo cambiar.

El planeta, mientras se pierde el tiempo en peleas pequeñas, de seres diminutos, está en modo pausa, el comercio mundial anestesiado, la desocupación supera a la de la gran depresión, las empresas que pueden dar trabajo en quiebra, las personas, descubren su intimidad, confinados a su micromundo, surgiendo los temores, la finitud, los sanitarios focalizados, monotemáticos, atendiendo pacientes atemorizados, que se los aísla, por una enfermedad el SARS Cov2 que la probabilidad y la estadística nos calma por el 5% de mortalidad global, o menor, pero que se erige como una sombra en el momento que nos percatamos, que somos una parte, que no sabemos donde está ubicada.

Abrumados porque 188 países registran un total de 4.892.316 casos, porque el efecto rebaño no se expresa, los medicamentos «salvadores» caen unos tras otros, entrando en una etapa escéptica de la medicina, no hay nada por hacer, porque la vacuna no aparece y la carrera «armamentística» que generó la misma es alocada, inconexa, incierta, y que está generando falsas expectativas, nuestros viejos y los pobres son los más afectados, y cuando empezó a circular en estos barrios postergados, donde se generaron varios clústeres epidémicos que expresan la temible cantidad de hoy 438 casos, nos empezamos a tirar los muertos y pronto serán más, y de todos los lugares. Expresiones surgidas de los más «Cristinistas» de la Provincia de Buenos Aires que la misma Vicepresidente.

Cuando hay que construir como estadistas, actuamos como partidistas cortoplacistas. Nos arrojamos muertos y culpas.

Estos tiempos tan difíciles, insospechados y dolorosos son momentos para deponer la actitud partidaria, y esperar para instalar un reconocimiento y la mejora de la imagen en los votantes. El acceso al poder y los beneficios que el mismo genera son un incentivo muy fuerte para soltar las miserias conductuales y verbales. Aprovechando la debilidad de las instituciones y que siempre, el entronizado por el «voto popular» por el «voto soberano» se constituye en el magnánimo de turno y que el pueblo debe venerar, en silencio, y sin voz, que pertenecen inexorablemente más o menos elegantemente a esos líderes latinoamericanos que suponen «El pueblo soy yo», emulando aquella afirmación l’Etat c’est moi, “el Estado soy yo” que fue pronunciada por el rey Luis XIV al ver el desacuerdo que la corte en París tenía frente a la aprobación de los edictos presentados por el monarca. La frase indica lo absurdo que veía Luis XIV la discusión, ya que esperaba que todas sus propuestas fuesen aceptadas sin cuestionamientos.

Observo una cromatografía de racismo sin racistas confesos, siendo gobernados por un estado, que nos abruma, corporativo, antiguo y excluyente, en el que la corporación partidaria (A la cual ideológicamente pertenezco) que gobierna donde caben todas las clases sociales, en una disputa entre poderosos por los pobres, pero sin los pobres.

No somos una democracia fuerte, tampoco una tiranía, manifestamos el descontento en la calle, aunque ahora no se puede, o golpeando las cacerolas, eligiendo entre falsas opciones. Los que llegan al poder «revolucionando», al cabo de un tiempo, más tempranero que tardío se vuelven tan conservadores como los que desplazaron, cosmetizándose tras la máscara del matrimonio igualitario, de la defensa de los colectivos de LGTBI+, los pañuelos verdes y la interrupción legal del embarazo, entre otras conquistas de libertades sociales, pero que deberían acompañarse de una distribución más igualitaria de la riqueza, porque la pobreza, señores, la desocupación matará más que el coronavirus y suprime más derechos, quita más oportunidades. Por lógica imperativa de nuestra condición, somos todos pecadores, con los bolsillos llenos de piedras que no tenemos derecho de arrojar.

Guillem López-Casasnova The Socioeconomic Determinants of Health: Economic Growth and Health in the OECD Countries during the Last Three Decades 2014

Hoy pedimos por el Estado, que nos socorra, cuando desde hacia varias décadas lo venimos desmantelando, lo vaciamos de contenido, con una única arma que es la emisión, que nos puede explotar en la cara, una emisión sin respaldo, un asistencialismo impresionante que llega a un 25% de la población, y gobernando desde la imposición de los decretos de necesidad y urgencia.

Por ello es doloroso cuando se construye desde la falacia y el doble discurso, porque los recursos sanitarios, hospitalarios, los insumos, son de los propietarios del estado, y los propietarios son los ciudadanos, que eligen representantes, que se olvidan de sus representados, con elementos maquiavélicos de liderazgo y posturas tomistas de las monarquías absolutas, al mismo tiempo weberianas patrimonalisticas, desde un frágil constitucionalismo, que nos llevaron a una crisis de confianza que podríamos recuperar enfrentando en conjunto a esta epidemia, sin egoísmos, sin miserias, diciendo la verdad, que duele, pero si no la reconocemos a esa realidad no la podremos revertir, ni mejorar.

El tweet de la Miseria, donde intenta artificialmente ilustrar que la capital es el foco principal de contagio del Coronavirus

Los pobres del conurbano están igualmente excluidos que los de Capital:

Un freno a la generación de la riqueza de este país, genera una contracción tan fuerte que desbordará las medidas habituales, produciendo una redefinición de facto de la economía, que llamaremos una nueva normalidad que no existirá: los desempleados lo pierden todo, empleo, vivienda, jubilación y cobertura médica, o sea la dignidad, que genera una ruptura social de jóvenes que se sentirán viejos de 50 años, y otros que siendo jóvenes y estén bien formados emigrarán y abandonarán la argentina. Existirá una redefinición del espacio de lo que se llama economía. Una economía que admitirá esa famosa «pobreza estructural» que es superior al 25%, y que luego de esta crisis superará el 40%. -Saskia Sassen. Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía Global-(una obra imperdible)2014.

En el barrio ITATI de Quilmes también esta faltando agua, como en el barrio 31, pero por suerte todavía no explotó ningún clúster, probablemente por cuestiones vinculadas al azar.

Aprendamos de los errores, los militantes, las fuerzas sociales, la atención primaria de los Municipios debe instalarse en esas barriadas y asistir, controlar, testear, aislar, atender, y derivar a cuidados extrahospitalarios los leves, y ver que recursos se cuentan, no que pone o tiene cada uno, el único dueño de esos activos de la oferta asistencial son los que lo necesitan.

El Ministerio debe trabajar esta coordinación no ser el fogonero de la disputa con enriquecidos parlamentos de relatos cortoplacistas y construcciones que serán delusorias que pronto estarán cavando fosas, para colocar los cuerpos que desborden los dispositivos asistenciales.

La realidad se impondrá a esas construcciones, donde la fuente de legitimidad «tomista» sobre «la naturaleza del gobierno: sus fuentes de legitimidad, el alcance de su poder, su responsabilidad de asegurar la justicia y la equidad, en pos de la acción civilizadora» de las «facciones de las fuentes del poder concentrado». Implicaría que la Cámpora este presente. Con la teoría que existe «una guerra justa» incorporando por la fuerza a un orden racional, que viene a completar una tarea inconclusa por la fuerza de una dictadura.

En el medio de esa credulidad romántica, están los que escudados en esa militancia, criticando a los que provienen de otras áreas de pensamiento irreconciliables y que no podrán tener éxito que vuelva a confundir a la gente, especialmente de la clase media que se confunda. La única orientación es el ejercicio del poder. Lo que ocurre es que existen límites. Por favor, debemos trabajar en red de cuidados progresivos, para atender a todos los que se enferman, evitar que aumenten los casos hasta el punto que no podamos controlar, que se nos mueran los ancianos de la población asilada, o otras muertes que sean evitables.

Existen aspectos más importantes de la vida más allá de los ingresos, pero un nivel adecuado de ingresos mínimos es imperioso, existiendo otros aspectos que construyen el bienestar: la salud, la educación y la capacidad de participar en sociedad.

Este país y la ciudadanía, desaprovechó varias lecciones de la historia. Decían que no habíamos aprendido, porque no tuvimos guerra o hambre, y las tuvimos como el 2 de abril de 1982 la guerra de las Malvinas, o como el golpe militar del 24 de marzo de 1976, o el 19 de Diciembre de 2001 en la caída del gobierno de De la Rúa. Que nunca había tenido hambre y la tuvimos, vimos morir niños de hambre, pero no nos enseñaron lo suficiente, ni dictaduras, guerras, proscripción, desaparecidos, ruptura institucional, en cuanto a mezquindad, a egoísmos, a intereses sectarios o personales por encima de los generales. Nuevamente surge la miseria.

Esa miseria que nos produce una larga lista de problemas en las economías regionales, en la explotación del gas, de la agricultura, de la infraestructura, de las instituciones, de la educación y la salud.

Conclusión:

La epidemia será más epidemia en estos tejidos de la complejidad de la miseria de los que nos gobiernan creyendo que el pueblo son ellos.

Tenemos una oportunidad, trabajemos incansablemente en la construcción de una sociedad justa, sin grieta y con menos pobres, con menor inequidad social, invirtiendo en salud y sus trabajadores, mejorando la educación, generando trabajo, con honestidad, dedicación y decencia

¡Cuidado! El planeta está lejos de la inmunidad rebaño

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular de la Universidad ISALUD. Buenos Aires Argentina. diazca@fibertel.com.ar

Aún lejos de la inmunidad de rebaño

Una pregunta común es cuando y con cuanta población seroconvertida se logra la inmunidad de rebaño.

La inmunidad de rebaño es una barrera biológica creada por personas contagiadas y curadas de la enfermedad, significa la inmunidad colectiva que previene y evita la propagación del virus, algunos estudios revelarían que se requiere 60% mientras que estudios recientes revelan que en Nueva York tiene 23%, Francia 11%, España 5%.

Una población puede ser inmune a las epidemias incluso si no todos sus miembros individuales son inmunes a la enfermedad, siempre y cuando muchos sean inmunes, esta es la noción tradicional de inmunidad de rebaño.

De acuerdo a la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, la Inmunidad de Rebaño “es cuando la mayoría de una población es inmune a una enfermedad infecciosa, entregando protección indirecta —o inmunidad de rebaño (también conocida como protección de rebaño)— a la población que no es inmune a la enfermedad.”

Muchos países, sistemas de salud o ciudades sus sistemas de salud han sufrido colapso en su sistema de salud a pesar de las medidas preventivas que han tomado.

«El 5% de la población española tiene anticuerpos contra el coronavirus, según los primeros resultados del estudio realizado en el España, con casi 70.000 participantes. Esta cifra está lejos del umbral de inmunidad de 50%-60% necesario para frenar la propagación del virus. Sin embargo, la variación geográfica es considerable: desde 14.3% en Soria y 11.3% en Madrid, hasta 2% en Murcia o en Asturias. Estos resultados coinciden con los obtenidos en otros países europeos, como por ejemplo Francia, donde se estima que la prevalencia a nivel nacional está alrededor del 4,4%. En Ginebra, Suiza, estudios de seroprevalencia indican poco menos del 10% de población infectada. Una de las excepciones es el pueblo alemán de Gangelt, donde las festividades de carnaval resultaron en 15.5% de la población infectada (y una tasa de letalidad del 0.4%)». IS Global. Barcelona. 14 de Mayor 2020.

Los resultados españoles también indican que, por cada caso confirmado, hubo unos 10 casos no diagnosticados, y que la letalidad promedio en el país fue alrededor del 1% (una muerte por cada 100 personas infectadas).

Lo que es importante es que la mortalidad aumenta considerablemente con la edad, especialmente luego de los 65-70 años.

Desarrollo:

Es nuestra obligación en estos momentos que nos toca actuar en la meso o la microgestión, y que no tenemos un tratamiento con eficacia comprobada, que contamos solamente y fundamentalmente el sostén terapéutico ( Con Limitación de los cuidados críticos y respiradores, de elementos de protección personal, de recursos humanos calificados), resulta fundamental el control, y las medidas preventivas, personales, familiares, laborales, comunitarias y sociales, el lavado de manos, el distanciamiento, permanecer en casa, usar lo menos posible el transporte público, suspender reuniones, proteger a los mayores, cierre de las escuelas y ámbitos de enseñanza, etc, además que ante la reducción de la cantidad de casos, en el ciclo decreciente de los casos abone a la hipótesis qué se ha llegado al efecto de inmunidad de rebaño.

Sin embargo, la inmunidad que se produce entre los individuos que se han recuperado de COVID 19 es incierta.

Otras infecciones, como el virus de la influenza, no producen inmunidad duradera.

Sería sumamente importante para todos nosotros comprender si la recuperación COVID 19 confiere inmunidad duradera, que nos habilite a intensificar, modificar y adecuar las medidas actuales, para las evaluaciones epidemiológicas, como la susceptibilidad remanente, la posibilidad de que produzcan brotes sucesivos, menos intensos, o bien si las terapia serológicas, como el plasma de convaleciente serían útiles y las vacunas provoquen protección por más de un año.

Algunos elementos a considerar son:

Lo que parece más seguro es que la carga viral típicamente alcanza su punto máximo al principio de la enfermedad, 5-10 día y luego disminuye a medida que los anticuerpos se desarrollan y los títulos de anticuerpos aumentan en las siguientes 2 a 3 semanas.

El éxito en el cultivo del virus en especímenes nasofaríngeos disminuye rápidamente durante la primer semana de enfermedad leve, pero la duración absoluta que
un paciente podría arrojar virus infecciosos es desconocido. Tanto es asi que la detección persistente de ARN viral muchos días a semanas después de la recuperación de COVID-19 en concentraciones cercanas al límite de detección de ensayos disponibles probablemente no representa un riesgo clínico o de salud pública significativo, especialmente en ausencia de síntomas; sin embargo, definitivamente aún no existen pruebas. Sería sustancial para determinar necesidad de aislamiento o internación en la condición actual por la tensión en el recurso cama.

La durabilidad de los anticuerpos neutralizantes (NAbs, principalmente IgG) contra el SARS-CoV-2 aún no se ha definido; la persistencia hasta 40 días desde la aparición de los síntomas ha sido descripta y documentada.

La Duración de los anticuerpos contra otros coronavirus humanos pueden ser relevantes en términos comparativos, en este contexto de incertidumbre e integrar parte del bagaje conceptual.

Por ejemplo, después de la infección con SARS-CoV-1 (el virus que causó SARS), las concentraciones de IgG se mantuvieron máximo durante aproximadamente 4 a 5 meses antes de disminuir posteriormente lentamente durante los próximos 2 a 3 años.

Semejantemente NAbs después de la infección por MERSCoV (el virus que causó Oriente Medio (síndrome respiratorio) han persistido hasta 34 meses en pacientes recuperados. La detección de IgG y NAbs no es sinónimo con inmunidad duradera.

Con respecto a COVID-19,un pequeño informe de preimpresión, no revisado por pares, proporciona los únicos datos hasta ahora sobre la posible inmunidad a la posinfección en primates. En este estudio, macacos Rhesus fueron infectados con SARS-CoV-2, y en su recuperación no se Re infectaron cuando se Re inocularon con el mismo virus 28 días después de la primera Inoculación.

Tampoco se sabe si las personas pueden se pueden re-infecta, se desconoce para el SARS-CoV-1 y MERS-CoV; El SARS Cov 1 no ha resurgido desde 2004 y los casos de MERS siguen siendo esporádicos.

Las reinfecciones pueden ocurrir con al menos 3 de los otros 4 coronavirus humanos comunes, específicamente, 229E, NL63 y OC43, todos los cuales generalmente causan enfermedades respiratorias más leves. Las razones de esta reinfección no se conocen del todo, pero la evidencia sugiere que las posibilidades incluyen tanto la protección de corta duración.

Por lo tanto se debe investigar si una respuesta sólida de títulos de Ig G se corresponden con inmunidad y si esta será duradera.

También corresponde testear en poblaciones que no tuvieron síntomas para determinar cuantos casos se produjeron de seroconversión.

La inmunidad de rebaño se calcula mediante la ecuación hc= 1-1/Ro donde Ro es el número básico de reproducción, siendo en el Covid 19 estimado entre 2,2 y 3,5 dependiendo de las comunidades, las regiones y las medidas que se toman. Otros investigadores han tomado como número de Ro 2,5.

Esto refrenda un planteo: ¿Qué pasa si no se alcanza una inmunidad rebaño del 43 – 60%?, la respuesta, con los elementos que hasta hoy están publicados: sería razonable suponer que habrá entonces una segunda ola, eso lo veremos en las próximas semanas, y nuevamente estaremos en situación de tensión, saturación y colapso, volviendo a etapas anteriores del lockdown.

De acuerdo con el Instituto Johns Hopkins, tanto para el coronavirus como para cualquier otra enfermedad, existen dos formas de desarrollar inmunidad de grupo:

  1. Que una gran proporción de la población se contagie
  2. Que haya vacunas disponibles y accesibles para la gente – algo para lo que los científicos están trabajando a marchas forzadas.

La Organización Mundial de la Salud, al caso específico del Covid-19, el 17 de abril del 2020 señaló, en palabras de Michael J Ryan, director de Emergencias del OMS que “hay serios temas éticos sobre el uso de esta visión (Inmunidad de Rebaño), así que tenemos que apuntar con mucho cuidado. Además tenemos que mirar la longitud que los anticuerpos nos puedan dar. Nadie puede asegurar que alguien con anticuerpos esta completamente protegido en contraer la enfermedad de nuevo y estar expuesto una vez más. Además algunos de los test tienen temas de sensibilidad que pueden dar resultados falsos negativos…

El 11 de mayo, el director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS, Mike Ryan, reiteró que reabrir las actividades económicas y relajar las medidas preventivas “es un cálculo realmente peligroso”.

“Algunos países hablaron inicialmente de Inmunidad de Rebaño como una estrategia. En Nueva Zelanda nunca consideramos esto. La Inmunidad de Rebaño pudo haber significado que 10 de cada 1000 neozelandeses estén muriendo y simplemente no podríamos tolerar esto.

Rebaño digital:

Una población puede ser inmune a las epidemias, incluso si no todos sus miembros individuales son inmunes a la enfermedad, siempre y cuando muchos sean inmunes, esta es la noción tradicional de inmunidad colectiva. En la era de los teléfonos inteligentes, una población puede ser inmune a las epidemias, incluso si ninguno de sus miembros es inmune a la enfermedad, una noción que proponemos llamar «inmunidad de rebaño digital», que también es una característica emergente de la población. Esta inmunidad surge porque los protocolos de rastreo de contactos basados ​​en las capacidades de los teléfonos inteligentes pueden conducir a la cuarentena altamente eficiente de los miembros de la población infectada y, por lo tanto, a la extinción de epidemias nacientes. Cuando las características de la enfermedad son favorables y el uso de teléfonos inteligentes es lo suficientemente alto, la población se encuentra en esta fase inmune.

Conclusión:

No se verifican en países, ciudades o regiones que han sobrellevado la epidemia del SARS Cov 2 niveles de seroconversión cercanos a la cifra de inmunidad rebaño, por lo tanto las medidas de distanciamiento social deberán sostenerse, por varios meses más y si no tenemos vacunas disponibles o medicamentos que actúen como antiretrovirales y como anti tormenta inflamatoria, se tendrá que convivir con varias ondulaciones de la curva epidémica.

En medio de la incertidumbre de esta crisis de salud pública, la ciencia reflexiva y rigurosa será esencial para informar la política, la planificación y la práctica de la salud pública.

Gestión y Economía de la Salud

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