Actualidad Covid 19: Debemos hacer más para proteger a nuestros jóvenes.

Hace varios meses nos peguntábamos sobre la revisión del plan de vacunación, colocando una hipótesis disruptiva, que ante la falta de capacidad de abastecer la demanda de las vacunas si no correspondía explorar vacunar en zonas calientes, y en estas con los individuos que más contacto social tenían, entre ellos los jovenes, por el efecto multiplicador de la pandemia. Esto nos llevó a escribir algunas opiniones, desde el sentido común. Con la anuencia de la incertidumbre y abandonar el discurso unificado. En el día de la fecha se publica en el Lancet una Carta que hace referencia a este aspecto.

La infección masiva no es una opción: debemos hacer más para proteger a nuestros jóvenes.

A medida que la tercera ola de la pandemia se afianza en Inglaterra, el gobierno del Reino Unido planea reabrir aún más la nación. Implícito en esta decisión está la aceptación de que las infecciones aumentarán, pero que esto no importa porque las vacunas han “roto el vínculo entre infección y mortalidad”.1

El 19 de julio de 2021, denominado Día de la Libertad, se pondrá fin a casi todas las restricciones. Creemos que esta decisión es peligrosa y prematura.

El fin de la pandemia a través de la inmunidad de la población requiere que una cantidad suficiente de la población sea inmune para prevenir el crecimiento exponencial del SARS-CoV-2. 

Es poco probable que se logre la inmunidad de la población sin niveles de vacunación mucho más altos de lo que se puede esperar razonablemente para el 19 de julio de 2021.

Se necesitarán mitigaciones proporcionales para evitar cientos de miles de nuevas infecciones, hasta que se vacunen muchas más. Sin embargo, la intención del gobierno del Reino Unido de aliviar las restricciones a partir del 19 de julio de 2021, significa que la inmunidad se logrará mediante la vacunación para algunas personas, pero por infección natural para otras (principalmente los jóvenes). El Secretario de Salud del Reino Unido ha declarado que los casos diarios podrían llegar a 100 000 por día durante los meses de verano de 2021.2El vínculo entre la infección y la muerte podría haberse debilitado, pero no se ha roto, y la infección aún puede causar una morbilidad sustancial tanto en enfermedades agudas como a largo plazo. Anteriormente hemos señalado los peligros de depender de la inmunidad por infección natural,3 y tenemos cinco preocupaciones principales con el plan del gobierno del Reino Unido de levantar todas las restricciones en esta etapa de la pandemia.

Editorial de la semana: La salud es una urgencia de largo plazo.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular de la Universidad Isalud.

La Reforma del sistema de salud son una de las tantas urgencias que requieren del largo plazo, que no puede estar sometido a las tiranías de las mayorías circunstanciales, si no en generar acuerdos sobre el rumbo colectivo del nuevo contrato social.

La presente pandemia global de la Covid 19 ha provocado un interés importante en el impacto de las enfermedades transmisibles, particularmente las de carácter epidémico, en la humanidad.

La salud no es solo un valor en sí mismo, es también, un ecosistema productivo con valor social, un impulsor fundacional de la sociedad del futuro, con la amplitud que el término abarca y esto, con el sistema actual no funcionará, obliga a una gobernanza clínica diferente, profesional, técnica, fundamentada por los datos. Incluyendo los determinantes sociales, la cronicidad y la libertad de las personas para expresarse en decisiones compartidas. Para tener un ecosistema social del futuro es necesario pensar en salud, cobertura universal, empleo formal, equidad, infraestructura, hábitat, medio ambiente, disminuir la desigualdad, mejorar el ingreso de los más pobres no solo en magnitud, sino fundamentalmente en formalidad.

Las necesidades en salud de la población ya antes de la pandemia habían cambiado por la prevalencia de las enfermedades crónicas. En este tiempo, como agravante esos requerimientos se postergaron y pospusieron, (sin fechas ciertas) o sea que luego que disminuyan los casos el sistema deberá tener una conducta proactiva sobre la demanda no atendida, sobre las patologías crónicas, la epidemia silenciosa de este nuevo siglo en constante crecimiento.

El modelo asistencial debido a la característica de nuestro sistema de salud fragmentado es episódico, basado en la atención de pacientes agudos, le cuesta mucho adoptar modalidades proactivas, de gestión de enfermedad, de cuidado progresivo, de continuidad y longitudinalidad de cuidados, que no están incentivadas en el sector público, porque sus estructuras se financian sobre la base de presupuestos históricos, por lo tanto, el aumento de la demanda afecta directamente el financiamiento, no tienen programas ni población asignada. Un modelo pasivo, de atención de la enfermedad en tanto se generen complicaciones agudas.

En el sector de la seguridad social, los contratos prestadores no involucran aspectos de prevención, promoción de la salud, control de la enfermedad crónica o disease management, o programas de gestión de casos, no están alineados los intereses para generar un modelo prestacional integral y las redes no tienen gestión, son una sucesión de contratos con prestadores aislados y sin objetivos o compromisos de gestión.

Los prepagos han desarrollado un marketing orientado al consumerismo de cartillas o listados de especialistas y prestadores, con un esquema de libre elección y acceso a las especialidades, un modelo caracterizado por la elección ineficiente de los “socios”, no llevándolos por un plan de salud, que, para gente de clase media, sería un abordaje muy interesante y atractivo. Además, han fallado en la planificación de sus camas y sus estructuras, que no tenían, ni tendrán características de áreas de gestión clínica, sino de servicios receptores de la demanda generada por los clientes internos, que son los médicos de cartilla. Es un modelo gasto expansivo no eficiente. Que tiende a generar la salud como un bien de lujo. Incentivado por las características de sus establecimientos y las áreas de atención de consultas, oficinas administrativas y conspicuas figuras del deporte que se constituyen en su imagen.

El sistema sanitario se enfrenta a importantes desafíos, como el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento poblacional, la cronicidad de las enfermedades, el coste creciente de los tratamientos, la medicina personalizada, o distintas presiones económicas, políticas y sociales

La segunda ola es otra enfermedad:

Hacia el comienzo del año 2021 se cambió de ministro en plena pandemia, sin entender que estaba pasando ni explicando algo que estuvo mal, pero que debía ser contenido y trasparentado. Eso fue un retroceso para el sistema de salud por la falta de efectividad de respuesta. Dejando como alternativa un equipo de gobernanza fundamentalmente orientado a resolver un solo problema: las Vacunas y las campañas de vacunación. Parece un ministerio con menor capacidad de influencia para la generación de políticas articuladas.

Esta segunda ola, es una enfermedad más grave y mortal, las nuevas cepas del Covid y especialmente la cepa Manaos son más contagiosas y tienen capacidad de generar reinfecciones. Lo estamos viendo hoy, batiendo un récord de 41.070 casos en un día, con 78% de ocupación de las unidades de terapia intensiva. Un estudio de donantes de sangre en la ciudad de Manaos ha encontrado que 1 de cada 6 de los infectados con el coronavirus fueron reinfectados con la variante P.1. Los resultados fueron más altos de lo que los investigadores anticiparon y los encontrados en estudios de reinfecciones realizados en otros lugares.

La transmisibilidad de esta cepa es mayor, la carga viral en los más graves también, y parecería ser que se necesitan más anticuerpos para enfrentar la enfermedad.

La asociación combinada de obesidad, diabetes y/o Enfermedad Cardio Vascular con resultados graves de COVID-19 Manaos puede ser más fuerte en adultos que en personas mayores. La obesidad sola y combinada con Diabetes M y/o CVD tuvo más impacto en el riesgo de gravedad covid-19 que dm y/ o ECV en ambos grupos de edad.

El estudio también apoya una relación independiente de obesidad con resultados graves, incluyendo una asociación de respuesta dosis entre los grados de obesidad y la muerte en adultos. Obesidad tiene más peso en personas más jóvenes. Por ello alerto que tenemos que observar más cerca a los pacientes jóvenes con BMI entre 27-29.

Tengo algunas certezas, que las cosas no volverán a ser como antes, que tampoco esas, merecían llamarse normalidad. Porque lo vivido no era una normalidad. Era una locura segmentada y fragmentada, en la cual estábamos embarcados, sobrevivientes de la epidemia que había matado a todos los tontos.

Vimos y Veremos cambiar algunos hábitos: la pandemia fue la más fenomenal campaña planetaria de lavado de manos. Fue la más formidable carrera por descifrar el genoma viral. Por el desarrollo de vacunas, que acortó los tiempos de diez años a meses, mayor higiene personal, manejo de la calidad del aire en los hospitales, evitar aglomeraciones y lugares cerrados mal ventilados. Con un despliegue de la digitalización exponencial en el sistema de salud. Debiendo despertar un notorio crecimiento de la colaboración público – privada en ese orden (salarios, equipamientos, recaudación, etc) pero no se considera en políticas de estado, sino en intenciones de sometimiento y apropiación. Moderna tardó 42 días en tener un ARN mensajero candidato a vacuna después de que China publicase la secuencia genética completa del SARS-CoV-2. En comparación, se tarda una media de 10 años en desarrollar una vacuna convencional. Esto hace que el ARN mensajero sea ideal para desarrollar una inmunización rápida contra futuros virus pandémicos de rápida expansión.

Esta segunda ola además se modificó el cuadro clínico, que está requiriendo primero más atención o internaciones de pacientes moderados (más tiempos internados y sin respuestas inflamatorias definidas, sino que tienden aparecer terminada la segunda semana), la inflamación pulmonar más tardía, más complicaciones, más shock, más insuficiencia renal aguda, que extiende el periodo de observación activa y el distress respiratorio con una tendencia a la cronicidad frustrante y que no responde como lo hiciera en la primera etapa.

Los hospitales públicos y los sanatorios este año están nuevamente en tensión por el Covid, sin remanente de camas no Covid para responder a esa demanda retenida, lo que agrava progresivamente la situación, que se extenderá en el contexto más optimista hasta fin de Agosto (que se vacune 70% de los adultos susceptibles), pero más realista sería hasta fin de septiembre.

Siempre ponemos el pecho, los mismos, los sanitarios de a pie. Las peleas son ajenas.

No vivimos de los aplausos los integrantes del equipo de salud, porque nos moviliza la vocación, menos los cinco mil o seis mil, que nunca llegan, pero nos afecta la falta de reconocimiento real, el descanso, la mención, el respeto de los ciudadanos, esto se refleja en un constante empeoramiento de las condiciones de trabajo, nada cambió. Nada cambió para los políticos en cuanto a la importancia de la salud, del factor humano que atiende a los enfermos, las condiciones de trabajo, descanso y la remuneración, son más proclives a escuchar voces aliadas de los gremios de la educación y de camioneros, que los gremios de la sanidad, o de pensar en los médicos. Encima quedamos en el frente de otra pelea ajena, de conflicto de intereses. Entre las obras sociales y los gremios – las prepagas y sus cuotas, contra la idea de manejar los fondos de la salud, por parte del ala bonaerense, en un gobierno donde los que lo quieren hacer tienen antecedentes, que deberían impedirle ser funcionarios. El zorro, por más que esté adiestrado, no es conveniente colocarlo en el gallinero. El aumento de las prepagas es un indicador del índice de precios al consumidor, utilizado para medir la inflación. Si se le concede un aumento a las prepagas. Este se traduce en aumento del costo de la salud y por carácter transitivo de la inflación y su lifting. Es llamativo, que sobre este mismo rubro autorizan o no controlan el aumento del precio de los medicamentos, totalmente liberado luego de la salida del ministro. Así tenemos recaudación disminuida de la seguridad social por caída del empleo y de la caída del salario real con respecto a la inflación que afecta el financiamiento de prestadores.

Los representantes profesionales, los gremios, las sociedades científicas, los ministerios de salud, las carreras de especialistas, los formadores de médicos residentes están dejando pasar la oportunidad de mejorar las condiciones de trabajo, por ejemplo, que los profesionales tengan una carrera profesional, beneficios, una jubilación digna, una protección, mejorar las horas de trabajo, no para que sean menos, sino más repartidas. Formar los intensivistas, los emergentólogos, los enfermeros, los kinesiólogos, que se necesitan. Que los sistemas de salud aseguren sus camas, su disponibilidad, se consoliden redes de atención. Se solucione el problema de las empresas de salud, que desde el 2002 están postergando sus quiebras por una ley de emergencia sanitaria. Las casas de estudio forman profesionales para un ámbito que no existe, topándose con una realidad que los frustra.

Aparecieron los viejos vicios, las corrientes especulativas y los egoísmos, pérdida de valores, con apariciones de personas que fracasaron cuando les toco hacer, colmados de fracasos recientes que impulsarían silencios respetuosos, salieron a decir como tendrían que hacerse las cosas, hablando en todos los canales, sin haber revalidado su capacidad de gestión, ministros degradados, y mayoritariamente infectólogos que nunca gestionaron, que siempre atendieron HIV.

La Covid 19 dejó el aprendizaje contundente de la interrelación que existe entre la salud, empleo formal, la distribución del ingreso, el crecimiento económico, y el bienestar social, con los resultados sanitarios. El normal funcionamiento de la economía hace al progreso de una sociedad, requiere que sus habitantes, sus ciudadanos tengan educación, y acceso igualitario a la salud, su promoción y atención.

La salud es un bien público, que mejora la equidad social, a la vez la eficiencia en la economía, estas cosas serán los verdaderos multiplicadores de bienestar en la sociedad, de esa forma la salud es una inversión productiva, y construir ciudadanía en el marco de la valoración de los esfuerzos.

La urgencia del largo plazo” no es un eslogan vacío o efectista, sino el llamado a pensar medidas impostergables que impactarán en el futuro deseado.

La Reforma del sistema de salud son una de las tantas urgencias que requieren del largo plazo, que no puede estar sometido a las tiranías de las mayorías circunstanciales, no en generar acuerdos sobre el rumbo colectivo.

Conclusión:

Tenemos una triste virtud de no aprender de los errores y enmendarlos, e insistir en dar peleas por causas perdidas, que nos conducen al fracaso. Estamos en una situación peor que otros países, con un índice de pobreza que empeoraba la posibilidad de cumplir con los confinamientos. Son momentos de alianzas positivas entre todas las fuerzas sociales, sectoriales, aumentar la velocidad de implementación de las decisiones. Enfrentarnos a la falta de equidad actual del planeta, con la asignación desigual del recurso. Abandonar la tendencia al aislamiento de la Argentina.

Se vislumbra un futuro muy esperanzador en cuanto a la innovación terapéutica para resolver necesidades no cubiertas, pero ello exige al sistema de salud una adaptación muy fuerte, que piense urgentemente en el largo plazo, los nuevos encargados de la gestión deben abandonar los prejuicios con los recorridos que afectan una gestión dinámica y flexible, explorar nuevas soluciones, encontrar en los ejes de la calidad, la accesibilidad, y las mejoras institucionales. Esta crisis ofrece una gran oportunidad para resetear el sistema de salud, disminuir la fragmentación, de tener un modelo de atención más integrado. Deben revisarse los sistemas de compras de medicamentos e insumos. Lograr que el factor humano profesional sea reconocido como estratégico y mejorar sustancialmente su remuneración. Disminuir el multiempleo. Colocar incentivos hacia carreras y especialidades donde hay carencias. Profesionalizar la gestión. Que exista evaluación objetiva de las tecnologías sanitarias. Revisar la cobertura del programa médico obligatorio. Implementar redes asistenciales. Impulsar la colaboración público – privada en un marco de confianza y transparencia. Mejorar la accesibilidad a los tratamientos y las drogas esenciales. Revisar el pool de riesgo de las obras sociales. Impulsar que los prepagos desarrollen planes asistenciales y modelos prestacionales.

Cuando el Covid se controle o desaparezca, seguirán estando los desafíos históricos de los sistemas de salud, de una sociedad envejecida y más demandante, las nuevas tecnologías costo incrementales, el tratamiento del cáncer, la posibilidad de tratar enfermedades que no tenían terapéutica, y las enfermedades huérfanas.

Años de vida perdidos por el COVID-19 en 81 países

Héctor Pifarre i Arolas, Enrique Acosta, Guillem López-Casasnovas, Adeline Lo, Catia Nicodemo, Tim Riffe, and Mikko Mierskyla.

Del total de años perdidos, el 44,9 % se ha producido en individuos de entre 55 y 75 años, un 30,2 % de en individuos menores de 55 años y un 25 % en los mayores de 75 años.

Comprender el impacto de la mortalidad del COVID-19 requiere no solo contar los muertos, sino analizar cuán prematuras son las muertes. Calculamos los años de vida perdidos (YLL) en 81 países debido a las muertes atribuibles a COVID-19, y también realizamos un análisis basado en el exceso de muertes estimado. Encontramos que más de 20,5 millones de años de vida se han perdido a causa del COVID-19 en todo el mundo. A partir del 6 de enero de 2021, la LLC en los países muy afectados es de 2 a 9 veces la influenza estacional promedio; tres cuartas partes de la YLL son el resultado de muertes en menores de 75 años y casi un tercio de muertes menores de 55 años; y los hombres han perdido un 45% más de años de vida que las mujeres. Los resultados confirman el gran impacto de la mortalidad por COVID-19 entre los ancianos. También piden una mayor conciencia en la elaboración de políticas que protejan a los grupos demográficos vulnerables que pierden el mayor número de años de vida.

Los grandes efectos directos e indirectos de la pandemia de COVID-19 han requerido la entrega de respuestas políticas que, cuando son razonables, son un acto de equilibrio entre minimizar el impacto inmediato de la pandemia en la salud y contener el daño a largo plazo a la sociedad que pueden surgir de las políticas de protección. Un parámetro de entrada clave en el cálculo de cómo podrían justificarse las políticas restrictivas es el impacto de la mortalidad de COVID-19.

Los intentos de evaluar el impacto total de la mortalidad por COVID-19 están avanzando en varios frentes. Se está avanzando en la estimación de la tasa de letalidad de la infección por COVID-19 y cómo esto podría variar entre las sub-poblaciones1. Se han establecido grandes colaboraciones internacionales coordinadas para recopilar datos que registren las muertes atribuibles a COVID-19. Los intentos de estimar el exceso total de mortalidad relacionada con el COVID-19 están en marcha, y se destacan como una medida importante2,3. Cada una de estas vías de investigación y sus medidas de salud asociadas (tasa de infección, muertes y exceso de muertes) es importante para informar al público y a los responsables políticos sobre el impacto de la mortalidad de COVID-19. Sin embargo, cada uno viene con sus propias limitaciones. Las tasas de letalidad de la infección se aplican sólo a la subpoblación relativamente pequeña que se ha confirmado que tiene la enfermedad, y sin conocimiento sobre el verdadero número de infectados, estas tasas son inherentemente difíciles de estimar. Las muertes atribuibles a COVID-19 pueden sobreestimar o subestimar el verdadero número de muertes que se deben a la enfermedad, ya que tanto las políticas como las prácticas sobre la codificación de las muertes solo se están desarrollando y estandarizando. Los enfoques de exceso de muertes que comparan las tasas de mortalidad durante el brote de COVID-19 con una línea de base dependen de la estimación correcta de la línea de base.

Sin embargo, la limitación más importante en los enfoques de muerte atribuible a COVID-19 o exceso de muerte es que estos enfoques no proporcionan información sobre cuántos años de vida se han perdido. Se puede considerar que las muertes a edades muy avanzadas resultan en menos años de vida perdidos, en comparación con las muertes a edades muy tempranas. De hecho, varias respuestas políticas (o no respuestas) han sido motivadas con el argumento de que el COVID-19 está matando principalmente a personas que, incluso en ausencia de COVID-19, habrían tenido pocos años de vida restantes. Sin embargo, no se ha realizado una evaluación exhaustiva del verdadero impacto de la mortalidad por COVID-19.

Analizamos el impacto de la mortalidad prematura de COVID-19 calculando la cantidad de años de vida perdidos en 81 países que cubren más de 1.279.866 muertes. Basamos nuestro análisis en dos grandes bases de datos recientemente establecidas y en continuo crecimiento4,5 y en dos enfoques metodológicos diferentes, uno basado en las muertes atribuibles a COVID-19 y, para los países seleccionados, uno basado en el exceso de muertes estimado que compara los niveles de mortalidad recientes con una línea de base estimada. No podemos resolver las limitaciones de medición de ninguno de estos enfoques, pero la naturaleza complementaria de las dos formas de medir las muertes por COVID-19 hace explícitas estas preocupaciones y nos permite evaluar las implicaciones. Este estudio también se limita a la mortalidad prematura solamente; una evaluación completa del impacto en la salud podría considerar, por ejemplo, la carga de discapacidad asociada con la enfermedad6. Esta última dimensión requiere una comprensión profunda de las secuelas asociadas con covid-19, para los que los datos son limitados en este momento en un nivel comparable entre países. Como tal, nos centramos en la mortalidad prematura aquí.

https://www.nature.com/articles/s41598-021-83040-3

Figure 1

Comparaciones con otras causas de mortalidad

Para poner en perspectiva los impactos de COVID-19 en la YLL, lo comparamos con los impactos de mortalidad prematura de otras tres causas comunes globales de muerte: afecciones cardíacas (enfermedades cardiovasculares), accidentes de tráfico (lesiones de transporte) y la «gripe» o influenza estacional (consulte la Información suplementaria para definiciones e identificadores de causa). Las afecciones cardíacas son una de las principales causas de la LLC6, mientras que los accidentes de tráfico son una causa de nivel medio de YLL, proporcionando líneas de base de comparación de causa media y alta sensibles. Por último, la gripe estacional común se ha comparado con la COVID-19, ya que ambas son enfermedades respiratorias infecciosas (aunque véase10, que sugiere aspectos vasculares a la enfermedad). Comparamos las tasas de YLL (por cada 100,000) para COVID-19 con las tasas de YLL para otras causas de muerte. Existe una variación sustancial en la carga de mortalidad de la influenza estacional según el país a lo largo de los años, por lo que comparamos las tasas de YLL para los años peores y medianos de influenza para cada país en el período 1990–2017. Las comparaciones de las tasas de YLL para COVID-19 sobre las tasas de YLL para otras causas se presentan en la Figura 1.

Encontramos que en los países altamente desarrollados fuertemente afectados, COVID-19 es de 2 a 9 veces la de la influenza estacional común (en comparación con una mediana de la influenza en el mismo país), entre 2 y 8 veces las tasas de YLL relacionadas con el tráfico, entre un cuarto y la mitad de las tasas de YLL atribuibles a afecciones cardíacas en los países (con tasas tan altas como la paridad al doble de las de las afecciones cardíacas en América Latina). La variación entre países es grande, ya que muchos países tienen tasas de YLL debido a COVID-19 todavía en niveles muy bajos. Los resultados en nuestra Información Complementaria muestran que estos países a menudo son países donde han pasado relativamente menos días desde el primer caso confirmado de COVID-19.

Un problema notable en la atribución de muertes a COVID-19 ha sido el recuento insuficiente sistemático de muertes debidas a COVID-19, ya que los recuentos oficiales de muertes pueden reflejar limitaciones en las pruebas, así como dificultades en el recuento en contextos fuera del hospital. Con el fin de valorar la importancia de subcontaje en nuestros resultados, calculamos el exceso de muertes para 19 países con datos de mortalidad semanales disponibles. Se estima una línea de base de mortalidad para cada país y grupo de edad para la mortalidad semanal por todas las causas desde la primera semana de 2010. Nuestros resultados (Fig. 1,cuarto panel) apoyan la afirmación de que es probable que la verdadera carga de mortalidad de COVID-19 sea sustancialmente mayor. Las comparaciones de las muertes atribuibles a COVID-19 y los enfoques de muertes en exceso para calcular la YLL sugieren que las primeras en promedio pueden subestimar la YLL por un factor de 3. La variación entre países es grande, en Bélgica los dos enfoques ofrecen resultados comparables, pero para Croacia, Grecia y Corea del Sur el enfoque de exceso de muertes sugiere que podemos subestimar el YLL por un factor de más de 12.

figure2

El panel A muestra las proporciones específicas del país de YLL trazadas a cada grupo de edad. La proporción media mundial se presenta en la parte superior, y los países están en proporción decreciente de YLL en el grupo de edad de menores de 55 años. El Panel B informa la relación entre las tasas de YLL masculinas y las tasas de YLL femeninas para los países con recuentos de muertes de COVID-19 específicos de género disponibles. Los países con géneros igualmente afectados por la tasa de YLL están más cerca de la línea de paridad en 1, mientras que los países con mujeres más afectadas tienen puntos a la izquierda; los países con hombres más gravemente afectados muestran puntos que se encuentran a la derecha. El promedio global y el promedio ponderado global de YLL de hombre a mujer se presentan en la parte superior

Age specific years of life lost

Como se ha señalado al principio de la pandemia, las tasas de mortalidad por COVID-19 son más altas para las personas mayores11, con postulaciones de que esto puede deberse a correlaciones con la mayor probabilidad de que estos individuos sufran de factores de riesgo subyacentes12,13. La muestra de este estudio presenta una edad promedio de muerte de 72,9 años; con todo solamente una fracción del YLL se puede atribuir a los individuos en los más viejos grupos de edad. A nivel mundial, el 44,9% del total de la YLL puede atribuirse a las muertes de individuos entre 55 y 75 años, el 30,2% a menores de 55 años y el 25% a mayores de 75 años. Es decir, la cifra promedio de 16 YLL incluye los años perdidos de individuos cerca del final de sus vidas esperadas, pero la mayoría de esos años son de individuos con una esperanza de vida restante significativa. Entre países, una proporción sustancial de la YLL se remonta al intervalo de edad de 55 a 75 años, sin embargo, sigue habiendo marcadas diferencias en la contribución relativa de los grupos de edad más viejos y más jóvenes (Fig. 2,Panel A). Estos patrones representan la proporción de YLL para cada grupo de edad fuera de la YLL global (véase el Cuadro S7). En los países de ingresos más altos, una mayor proporción de la YLL es asumida por el grupo de más edad en comparación con los grupos de edad más jóvenes. El patrón opuesto aparece en los países de ingresos bajos y medios, donde una gran fracción de la YLL son de individuos que mueren a las edades de 55 años o menos.

Años de vida específicos de género perdidos

También se ha hecho evidente que existen disparidades de género en la experiencia del COVID-1914; nuestro estudio encuentra que esto es cierto no sólo en las tasas de mortalidad, sino también en los años absolutos de vida perdidos. En la muestra de países para los que se dispone de recuentos de muertes por sexo, los hombres han perdido un 44% más de años que las mujeres. Dos causas afectan directamente esta disparidad: (1) un mayor promedio de edad en el momento de la muerte de las mujeres covid-19 (71.3 para los hombres, 75.9 para las mujeres), lo que resulta en una YLL relativamente más baja por muerte (15.7 y 15.1 para los hombres y las mujeres, respectivamente); y 2) más muertes de hombres que de mujeres en número absoluto (1,39 defunciones entre hombres y mujeres).

Aunque este patrón general es compartido por la mayoría de los países, el tamaño de la disparidad varía, así como la importancia de las dos causas anteriores. La relación entre las tasas de YLL masculinas (por cada 100,000) y las tasas de YLL femeninas para COVID-19 abarca desde casi la paridad, como en Finlandia o Canadá, hasta más del doble de las tasas de YLL en países como Perú o cuádruples como en Taiwán (Fig. 2,Panel B). Para los países que presentan tasas de AVP altamente sesgadas entre hombres y mujeres (más prevalentes en los países de bajos ingresos), las diferencias en el recuento de muertes entre los géneros son las que más contribuyen a este desequilibrio. Sin embargo, los desequilibrios sustanciales siguen estando muy presentes también entre los países de ingresos altos (para más detalles, véase la información complementaria).

discusión

Comprender el impacto total de la pandemia de COVID-19 en la salud es fundamental para evaluar las posibles respuestas políticas. Analizamos el impacto de la mortalidad de COVID-19 calculando la cantidad de años de vida perdidos en 81 países que cubren más de 1.279.866 muertes. Desde el punto de vista de la salud pública, los años de vida perdidos son cruciales, ya que evalúa cuánta vida se ha truncado para las poblaciones afectadas por la enfermedad. Consideramos las muertes atribuibles a COVID-19 en todo momento en la identificación de patrones de años de vida perdidos, y como un importante control de robustez, se realizó un análisis basado en el exceso de muertes estimadas comparando los niveles de mortalidad recientes con una línea de base (estimada). Nuestros resultados ofrecen tres ideas clave. En primer lugar, el total de años de vida perdidos (YLL) al 06 de enero de 2021 es de 20,507,518, que en los países muy afectados es entre 2 y 9 veces la mediana de YLL de la influenza estacional o entre un cuarto y medio de enfermedad cardíaca. Esto implica 273.947 «vidas plenas perdidas», o más de doscientas mil vidas vividas desde el nacimiento hasta la esperanza de vida promedio al nacer en nuestra muestra (74,85 años). En segundo lugar, tres cuartas partes de la YLL son soportadas por personas que mueren en edades menores de 75 años. En tercer lugar, los hombres han perdido un 45% más de años de vida que las mujeres.

Estos resultados deben entenderse en el contexto de una pandemia aún en curso y después de la aplicación de medidas de política sin precedentes. Las estimaciones existentes sobre el contrafáctico de la no respuesta política sugieren cifras mucho más altas de muertes y, en consecuencia, YLL. Nuestros cálculos basados en las proyecciones de8 producen un impacto total varios órdenes de magnitud más alto, especialmente teniendo en cuenta las proyecciones basadas en una ausencia completa de intervenciones (ver Información suplementaria para más detalles sobre las proyecciones). Esto está en línea con evidencia adicional de los impactos que salvan vidas de los bloqueos y las medidas de distanciamiento social15.

Hay dos fuentes clave de sesgo potencial para nuestros resultados, y estos sesgos operan en diferentes direcciones. En primer lugar, es posible que las muertes por COVID-19 no se registren con precisión, y la mayoría de la evidencia sugiere que, a nivel agregado, pueden ser un recuento insuficiente del número total de muertes. Como resultado, nuestras estimaciones de YLL también pueden estar subestimadas. Comparamos nuestras estimaciones de YLL con estimaciones basadas en enfoques de exceso de muerte que requieren más supuestos de modelado, pero que son robustos para la clasificación errónea de las muertes. Los resultados de esta comparación sugieren que, en promedio en todos los países, podríamos subestimar las tasas de COVID-19 YLL por un factor de 3.

En segundo lugar, las personas que mueren de COVID-19 pueden ser una población en riesgo cuya esperanza de vida restante es más corta que la esperanza de vida restante de la persona promedio16,17,18. Es probable que esta preocupación metodológica sea válida y, en consecuencia, nuestra estimación de la YLL total debido a COVID-19 puede ser una sobreestimación. Sin embargo, nuestros resultados clave no son el total de YLL, sino los cocientes de YLL y las distribuciones de YLL que son relativamente robustos para el sesgo de comorbilidad. De hecho, este sesgo también se aplica a los cálculos de YLL para la influenza estacional o la enfermedad cardíaca. Por lo tanto, la relación de YLL para COVID-19 en comparación con otras causas de muerte es más robusta para el sesgo de comorbilidad que la estimación en el nivel de YLL, ya que los sesgos están presentes tanto en el numerador como en el denominador. Del mismo modo, las distribuciones de edad y género de la LLC sufrirían de sesgo de comorbilidad grave solo si estos factores varían fuertemente a través del espectro de edad o género.

Como se señaló anteriormente, nuestro análisis se limita a la mortalidad prematura. Una evaluación completa del impacto en la salud debe considerar la carga de discapacidad asociada con la enfermedad. De hecho, los YLL a menudo se presentan conjuntamente con los años vividos con discapacidad (YLD) en una medida conocida como año de vida ajustado por discapacidad (DALY), construido mediante la adición de YLD a YLL19. Para calcular YLD, sin embargo, debemos tener una comprensión completa de la secuela asociada a la enfermedad, así como de su predominio. Varias secuelas se han relacionado con el COVID-19 recientemente20,21 en China, pero todavía carecemos de la comprensión completa de la medida en que se necesitaría para calcular medidas de YLD multinacionales confiables a la escala de este artículo. Consideramos que la recopilación de tales medidas es, por lo tanto, de importancia clave en los próximos pasos para avanzar en nuestra comprensión de la magnitud de los efectos de COVID-19 en la salud pública.

Algunos de nuestros hallazgos son consistentes con las narrativas dominantes del impacto de COVID-19, otros sugieren lugares donde una formulación de políticas más matizada puede afectar cómo los efectos de COVID-19 podrían propagarse entre la sociedad. Nuestros resultados confirman que el impacto de la mortalidad del COVID-19 es grande, no solo en términos de número de muertes, sino también en términos de años de vida perdidos. Si bien la mayoría de las muertes ocurren a edades superiores a los 75 años, lo que justifica las respuestas políticas destinadas a proteger a estas edades vulnerables, nuestros resultados sobre el patrón de edad exigen una mayor conciencia de la elaboración de políticas que protejan también a los jóvenes. La diferencia de género en los años de vida perdidos surge de dos componentes: más hombres están muriendo por COVID-19, pero los hombres también están muriendo a edades más tempranas con más años de vida potenciales perdidos que las mujeres. Manteniendo constante la actual distribución por edades de las muertes, la eliminación de la diferencia de género en la YLL requeriría en promedio una reducción del 34% en los recuentos de muertes masculinas; esto sugiere que las políticas específicas de género podrían estar tan bien justificadas como las basadas en la edad.

Evaluación económica y social de la epidemia del Covid 19

El estudio actual proporciona el panorama de la carga global de morbilidad con la métrica de AVAD debido al COVID-19 desde enero de 2020 hasta abril de 2021.

Mucho es lo que tenemos que aprender, analizar, e interpretar que ocurrió en la humanidad, en nuestro país con este emergente el Covid 19. Es una pandemia, hicimos muchas cosas mal, institucionalmente, desde el liderazgo, desde conseguir vacunas en todos los frentes. ¿Cuántas vidas se podrían haber salvado si las vacunas hubieran llegado en el tiempo que anunció Ginés?, esto es muy complejo calcularlo, y multicausal, por lo tanto imprudente, si cuantos años de vida potencialmente perdidos hubo. Esto es mucho más que lo que se pretende expresar con fines electoralistas o de construcción de relato. Se perdió mucho dinero, y cuesta salir de la recesión, porque a diferencia de otros países es que desde el años pasado con el pico de agosto, las mesetas quedaron muy altas de casos. Cuando en apenas dos semanas empiece a circular la variante delta o epsilon más contagiosa a fines de julio nuevamente nuestro sistema de salud estará en tensión. No lo podremos evitar. Ya no tenemos espacio de maniobra. Se notará mucho más porque esto afectará las elecciones de medio término. Las medidas han llegado tarde. No pretendo tener razón, pero desde este espacio, la lectura de publicaciones independientes, se anticipan algunos hechos en varias semanas, pero vale, porque mi pertenencia ideológica y formativa me hace querer que le vaya bien a la Ministra de Salud, porque nos irá bien a todos. Veo que las restricciones a la que está sometida, los tironeamientos de los dogmas camporistas, le impiden manejarse con libertad, con mente sanitarista y no partidista. No recibir cada avión que viene de Rusia, sino propender a que se acelere el ritmo de vacunación. Con el riesgo que tengamos que postergar los programas por haber agotado stock. Pero la inmunidad inducida por vacunas, clara y definitivamente es una ventana de oportunidad para no morirse. Esto lo demuestra que los internados en su inmensa mayoría no tienen vacuna o están vacunados con una sola dosis. Por ello vacunaría hasta el agotamiento. Quemando etapas. Llegando hasta los doce años, cuando llegue la vacuna para esa edad.

Desarrollo.

Los costos económicos globales de COVID-19 se estimaron en $77 mil millones a $2.7 billones. El costo médico directo de un paciente asintomático de COVID-19 fue de $3045 durante la infección en EE.UU. hasta fin agosto del 2020.

Una investigación con participación española ha calculado el índice de años de vida perdidos en 81 países debido a la pandemia. Los autores afirman que, en total, se han perdido 20.507.518 años de vida debido a la covid-19 a escala mundial, con una media de 16 años por fallecimiento individual. Estos autores Arolas y López Casanovas 2021: Comprender el impacto de la mortalidad del COVID-19 requiere no solo contar los muertos, sino analizar cuán prematuras son las muertes. Calculamos los años de vida perdidos (YLL) en 81 países debido a las muertes atribuibles a COVID-19, y también realizamos un análisis basado en el exceso de muertes estimado. Encontramos que más de 20,5 millones de años de vida se han perdido a causa del COVID-19 en todo el mundo. A partir del 6 de enero de 2021, la LLC en los países muy afectados es de 2 a 9 veces la influenza estacional promedio; tres cuartas partes de la YLL son el resultado de muertes en menores de 75 años y casi un tercio de muertes menores de 55 años; y los hombres han perdido un 45% más de años de vida que las mujeres. Los resultados confirman el gran impacto de la mortalidad por COVID-19 entre los ancianos. También piden una mayor conciencia en la elaboración de políticas que protejan a los grupos demográficos vulnerables que pierden el mayor número de años de vida.

Las intervenciones no farmacéuticas para la prevención y el control del COVID-19 varían de un país a otro, incluidos los cierres de poblaciones, los cierres de fronteras, los cierres de escuelas, la detección de casos sospechosos, el aislamiento de las personas sintomáticas y sus contactos y el distanciamiento social. Sin embargo, estas estrategias podrían resultar en pérdidas sustanciales de productividad. Uno de los objetivos de la medición del distanciamiento social es reducir el porcentaje de la población infectada y el efecto negativo de la pandemia de COVID-19 en la economía . Otros han sugerido una estrategia de inmunidad de rebaño, que es la protección indirecta contra la infección transmitida a individuos susceptibles si hay un gran número de individuos inmunes en una población

Carga global de COVID-19

La pandemia de COVID-19 ha causado un gran impacto en la vida humana en términos de salud y resultados económicos. Tras esta amenaza duradera y sin precedentes para la vida humana, se ha previsto una reducción de la esperanza de vida dada la alta incidencia y mortalidad y ha prevalecido la propagación del COVID-19.  Para una mejor comprensión de este impacto sanitario y económico del COVID-19, se aplicaron las métricas de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y el valor de la vida estadística (VSL) para tal fin.

Los AVAD es un indicador importante que combina la incidencia de enfermedades y la mortalidad para cuantificar la carga de un COVID-19. Los AVAD capturan la pérdida de un año de vida saludable y se pueden separar en dos partes: años de vida perdidos (YLL) debido a la muerte prematura y años perdidos debido a la discapacidad (YLD) para los pacientes que viven con la enfermedad. Mientras que los AVAD capturan los resultados de salud de COVID-19, VSL traduce este impacto en medición económica por los métodos de salario hedónico (HWM) y valoración contingente (CVM). Utilizando la incidencia específica por edad y la mortalidad de COVID-19, se pueden evaluar los AVAD y VSL para diferentes países y áreas hasta finales de abril de 2021. A nivel mundial, los AVAD (en miles) debidos al COVID-19 se contabilizaron como 31.930. El VSL estimado fue de US$ 591 mil millones y US$ 2368 mil millones basados en HWM y CVM, respectivamente. Se reveló una tendencia creciente para la VSL global con la propagación de COVID-19 que se propaga desde el primer período de pandemia en el año 2020 hasta la fase de resurgimiento en 2021. Cabe señalar que se observó una gran variación en el impacto del COVID-19 entre países y áreas bajo diferentes Índices de Desarrollo Humano (IDH) que oscilan entre US$0.001 millones y US$691,4 millones. Análisis de big data con enfoque de aprendizaje automático para categorizar el impacto de COVID-19 para cada país y área en ocho categorías.

En comparación con la carga mundial de morbilidad (DGB) en 2017, la carga de morbilidad de COVID-19 fue muy cercana a 45.000 (miles) para la tuberculosis y la malaria, 4,61 veces de 6340 para las enfermedades de las vías respiratorias superiores y el 4% de 696.000 en la amplia categoría de deficiencia transmisible, materna y nutricional.

Los resultados detallados sobre la carga global de COVID-19 en términos de AVAD y VSL se proporcionan en el artículo original adjunto de este número especial.

En resumen, aprendiendo de dos pandemias que abarcan más de un siglo, la gripe en 1918 y la COVID-19 en 2020, y sus sucesivas pandemias y epidemias relacionadas, esta revisión propone el marco de estudio para hacer frente a enfermedades infecciosas emergentes como la COVID-19. Los temas derivados de este marco cubren una revisión sistemática de los contextos del proceso de infección y enfermedad bajo el modelo teórico epidémico, la intervención en los NMI y la vacuna, y el tratamiento clínico y las terapias antivirales, y la evaluación basada en la evidencia de estas intervenciones, hasta la carga global de COVID-19. Esta revisión también motiva a las personas de investigación involucradas en COVID-19 a tener descubrimientos en todos estos contextos con el fin de proporcionar un panorama y un nuevo modelo después de estudiar la propagación y transmisión, la intervención y la evaluación basada en la evidencia de la pandemia de COVID-19.

Europa y América del Norte

Las estimaciones acumuladas de VSL de Europa y América del Norte son idénticas y se muestran en Fig. 6 (a). Después de febrero, la cifra de pérdida creció exponencialmente de US$7.0 millones a US$39,5 mil millones en 2 meses en Europa. Una tendencia similar también ocurrió en América del Norte. Hasta finales de abril de 2020, el COVID-19 ha resultado en una pérdida de US$ 24.5 mil millones en América del Norte. En el período II, el valor se mantuvo relativamente estacionario en Europa, pero continuó aumentando en América del Norte. Sin embargo, en el período IV, la pendiente se hizo más pronunciada para mostrar un aumento a un ritmo cada vez mayor tanto en Europa como en América del Norte. A fines de abril de 2021, el valor llegó a US$252.4 mil millones y US$244.2 mil millones, respectivamente.

Fig. 6 

b) muestra las cifras correspondientes a América del Sur y Asia. El primer aumento significativo ocurrió en el período II, de US$ 0,6 mil millones a US$ 19,9 mil millones para América del Sur y US $ 1,8 mil millones a US $ 11,1 mil millones para Asia. Durante los dos períodos siguientes, el brote siguió propagándose. Al final del período IV, las cifras alcanzaron los US$54,5 mil millones y US$35,1 mil millones en América del Sur y Asia, respectivamente.

El estudio actual proporciona el panorama de la carga global de morbilidad con la métrica de AVAD debido al COVID-19 desde enero de 2020 hasta abril de 2021. Para que los resultados de los AVAD sean interpretables y plausibles, comenzamos con el análisis de los perfiles epidemiológicos sobre la incidencia, la mortalidad y la tasa de letalidad en todos los continentes y países del mundo. Las tendencias de tiempo de estos perfiles epidemiológicos se clasificaron en cuatro períodos (I-V) que representan el aumento de la epidemia en varios países durante la pandemia de COVID-19. Es interesante observar que hubo una relación positiva entre la pérdida media de LE y el nivel del PIB. Sobre la base de la recopilación de estos datos epidemiológicos del mundo real y sus relaciones relevantes con le, a continuación, estimamos los AVAD por países y períodos. La pérdida de salud global debido a COVID-19 después de traducir estas estimaciones de AVAD per cápita en los AVAD correspondientes (miles) basadas en la población global real da 31.930 del período I al período IV. Las cifras estimadas de AVAD aumentaron con el tiempo, siendo de 2699 (miles) para el período I, 5484 para el período II, 10.065 para el período III y 13.683 para el período IV. La estimación de VSL aumentó de US$ 267 mil millones en el período I a US$ 996 mil millones en el período IV utilizando la CVM. Utilizando el análisis de aprendizaje automático, identificamos ocho grupos de AVAD por tres niveles de IDH para todos los países del mundo. La tendencia es que cuanto mayor sea el IDH, mayor será la carga mundial de morbilidad en términos de AVAD. Sin embargo, todavía había variaciones entre los países, incluso dentro del mismo nivel de IDH.

Según el estudio sobre la carga mundial de morbilidad de 2017, las principales causas de AVAD son las enfermedades no transmisibles antes de la pandemia de COVID-19. Las enfermedades transmisibles notables, como el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis, figuran en el puesto 13, 14 y 20 para las mujeres y 13, 15 y 14 para los hombres, respectivamente.

Los AVAD atribuidos a estas enfermedades infecciosas a menudo se asocian negativamente con los índices sociodemográficos (SDI).

Sin embargo, el emergente SARS-CoV-2, que es una enfermedad infecciosa totalmente nueva y ha provocado la pérdida de muchas vidas y la pérdida de discapacidad en la última década, condujo al fenómeno inverso, cuanto mayor sea la IDE, más AVAD incurrirá. Incluso los condados desarrollados, como Estados Unidos, Italia y España, están gravemente afectados y los casos confirmados superaron al país original, China. La mayoría de las personas con epidemias graves de COVID-19 son países desarrollados con transporte conveniente y en la lista de altos ingresos del Banco Mundial. Sin embargo, la variación entre países dentro del mismo nivel de IDH también reveló diferentes series temporales de infección y también enfoques de salud pública.

Sería muy interesante comparar los AVAD estimados de COVID-19 con los de la gripe, ya que ambos pertenecen a enfermedades respiratorias y también llevan a la pandemia. Cassinni et al. calculados AVAD para 31 enfermedades transmisibles seleccionadas en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, la gripe tuvo la carga más alta (29,8% de la carga total) seguida del VIH/SIDA. La parte principal de la alta carga de la influenza es la contribución de la mortalidad prematura asociada con la infección (LLC). La tasa de mortalidad estimada de la influenza varía en diferentes áreas y subgrupos. La tasa de mortalidad anual promedio general de la influenza es de 11,92 (IC del 95%: 10,1–13,6). Es una enfermedad infecciosa de alta incidencia y alta mortalidad en comparación con la tuberculosis (baja incidencia y alta mortalidad), el sarampión (baja incidencia y baja mortalidad) y la infección por clamidia (alta incidencia y baja mortalidad). Actualmente, la tasa de mortalidad final de COVID-19 apenas está disponible debido a la pandemia aún en curso. Es intratable comparar los datos entre la influenza y el COVID-19, ya que las estadísticas de mortalidad se obtienen de manera diferente. Faust et al. estimaron que la tasa de letalidad con el ajuste de edad del crucero Diamond Princess (13 muertes de 712 casos) fue del 0,5%, que todavía era 5 veces mayor que la de la gripe. Al igual que la gripe, el principal impulsor de los AVAD de COVID-19 es la contribución de la muerte prematura (YLL). Además, el tiempo medio desde el inicio hasta la recuperación para los casos leves de COVID-19 es de aproximadamente dos semanas y de tres a seis semanas para aquellos con casos graves. La familia del coronavirus tiene un tropismo para el sistema neuronal central. Si se divulgan cualesquiera complicaciones neurológicas en el futuro, esto aumentará la carga de la enfermedad de YLD. Por otro lado, la influenza sin complicaciones generalmente mejora en dos a cinco días. Aunque el desarrollo de la vacuna, la terapia novedosa y los recursos médicos adecuados mitigarían la carga de muerte, el COVID-19 no es solo otra gripe y conduciría a una mayor carga de enfermedad para la sociedad humana.

¿El SARS-CoV-2 se convertirá en un patógeno estacional o en un importante virus respiratorio en todo el mundo?

En los países de altos ingresos, la incidencia de enfermedades infecciosas ha disminuido en el último siglo. El SARS-CoV-2 se convertirá en un desafío para los países de altos ingresos y podría conducir a un nivel sin precedentes de morbilidad y mortalidad mundial, especialmente en los países de escasos recursos de los trópicos y subtrópicos.

Observamos tendencias similares de pérdida económica de la vida-año de la salud en Europa y Norteamérica. El brote de Europa ocurrió en Lombardía, Italia, el 21 de febrero después de que un par de turistas chinos llegaron a Italia el 23 de enero y se extendieron a toda la Europa continental y las Islas Británicas. En el período I, Alemania tiene el quinto YLD más alto de casos de COVID-19 en Europa, pero el YLL es relativamente bajo en comparación con el primero al cuarto ranking de YLD (Rusia, Reino Unido, España e Italia, respectivamente).

Las primeras razones principales fueron que Alemania realizó muchas pruebas (reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa, RT-PCR) en laboratorios de calidad controlada en todo el país. Muchos casos de jóvenes se detectaron activamente después de haber estado de vacaciones de esquí en Italia y Austria. El mejor resultado (menor mortalidad) en los jóvenes en comparación con los ancianos también conduce a la baja YLL en alemán.

Por lo tanto, la alta proporción del número total de casos es relativa al número de casos de muerte. La segunda razón es que Alemania toma la acción de las restricciones de actividad social a nivel nacional y la gran mayoría de las personas se adhieren a la restricción de contacto bien y antes que otros países europeos.30 Todos los países nórdicos parecen mucho mejores que los países europeos. Sin embargo, el COVID-19 de Suecia tiene la peor situación en Escandinavia. Suecia tiene el DALY y el YLL más altos (2020.5/1747.0 por 100,000 habitantes) en comparación con Dinamarca (604.3/481.0 por 100,000 habitantes), Finlandia (238.9/194.8 por 100,000 habitantes) y Noruega (231.6/171.9 por 100,000 habitantes). Suecia es uno de los pocos países del mundo que no ha impuesto el confinamiento total cuando los países vecinos han cerrado las escuelas, las instalaciones públicas, los restaurantes y la actividad masiva restringida.

Mientras tanto, en el período I el número de camas de hospital (2,2 camas por cada 1000 personas) y camas de unidades de cuidados intensivos (5,8 por 100.000 personas) per cápita fue inferior al de la mayoría de los países de la Unión Europea. Por lo tanto, además de las diferentes estrategias para el nuevo virus del SARS-CoV-2, es importante evitar que la carga de enfermedad abrume el sistema médico en consideración de los recursos locales y el entorno social.

Por otro lado, América del Norte también tuvo brotes una semana después de Europa y la mayoría de los casos están en Estados Unidos. El primer caso fue diagnosticado el 20 de enero en un ciudadano estadounidense que viajaba desde Wuhan, China. Los brotes comenzaron a escalar rápidamente en los residentes, empleados y visitantes en los centros de atención a largo plazo y los residentes del hogar de ancianos en el condado de King, estado de Washington, a finales de febrero y principios de marzo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus, ee.uu.) confirmaron la propagación comunitaria el 26 de febrero y emitió una guía que recomienda no reunirse socialmente el 15 de marzo.

En comparación con el confinamiento de Italia (el primer brote de conglomerados el 21 de febrero) el 23 de febrero, el gobierno de Estados Unidos tardó más de 50 días en tomar las medidas sobre el distanciamiento social. Por lo tanto, el número de casos de COVID-19 superó a Italia en poco tiempo el 26 de marzo y se convirtió en el país con la mayor tasa de YLL y YLD. La acumulación de pérdidas económicas saludables en un año de vida implicó la pérdida de trabajo, que es similar al costo indirecto.

Bartsch et al. simularon una sola infección sintomática de COVID-19 que costaría una mediana de US$3045 en costo médico directo. Cuando el 20% de la población estadounidense se infecte, costará $ 164.4 mil millones. Esta pandemia de COVID-19 definitivamente conduce al enorme impacto económico y la recesión.

En Asia, la curva de pérdida económica saludable de un año de vida fue diferente. Del 25 de enero al 29 de febrero, la pérdida económica fue aportada principalmente por China. Wuhan fue la primera ciudad bloqueada por la autoridad china el 23 de enero antes del Año Nuevo Lunar. Las zonas fronterizas con Wuhan, provincias de Hubei, también establecieron un puesto de control en las carreteras, el cierre y el toque de queda. Dos meses después, los nuevos casos han bajado a prácticamente cero.37 Sin embargo, la segunda epidemia también volvió a Asia, particularmente en áreas de alta densidad de población en los países del sudeste asiático, como India, Bangladesh, Pakistán e Indonesia. Aunque Taiwán está cerca de China, la carga de enfermedad del COVID-19 es limitada. Se esperaba que Taiwán, a 81 millas de la costa de China continental, tuviera el COVID-19 grave debido a los estrechos intercambios de personas con China. No obstante, Taiwán ha estado en alerta ante las epidemias que surgen en China desde la epidemia de SRAS en 2003.

El primer caso fue diagnosticado el 21 de enero y la restricción de entrada comenzó con visitantes de la provincia china de Hubei cinco días después. Taiwán utilizó rápidamente la identificación de casos, el rastreo, la cuarentena y el análisis de big data para proteger la salud pública y logró bajas tasas de infección y letalidad. También se adoptaron enfoques similares en Singapur y Hong Kong. Corea del Sur también tuvo pruebas masivas, tratamiento gratuito, compensación por autoaislamiento y tecnología de la información. Por lo tanto, el Reino Unido con un tamaño de población similar al de Corea del Sur tuvo los mismos pocos casos en febrero, pero tuvo un ATAD más alto (462,5 frente a 5,5 por 100.000 habitantes) al final del período I. Esta es otra lección de la demora en la implementación de una intervención útil. Además, la cultura asiática es inherentemente adecuada para el distanciamiento social, y el uso de máscaras faciales puede prevenir la propagación viral. Todas estas razones protegen a los países de la pandemia de COVID-19 incluso en la misma región geográfica que China.

La epidemia de COVID-19 también golpea gravemente a América del Sur con enormes pérdidas económicas en el año de vida. La curva comenzó a dispararse más tarde que las de Europa, América del Norte y Asia, habría una mayor carga de enfermedad debido a la falta de recursos médicos, la baja conciencia de la distancia social, las viviendas estrechas e insalubres en las grandes ciudades de América del Sur. Actualmente, Oceanía y África son las regiones menos afectadas a nivel mundial. Aunque la población de África es comparativamente joven, las tasas más bajas de obesidad y están familiarizadas con los brotes infecciosos, los frágiles sistemas de salud pública y la falta de cobertura sanitaria universal siguen exponiéndolos al alto riesgo de mortalidad y morbilidad. Las personas de edad que son un grupo vulnerable al SARS-CoV2 en los países de ingresos bajos y medianos (PIC) se enfrentan a más desafíos, como un entorno de higiene deficiente, un apoyo familiar deficiente, analfabetos y baja accesibilidad. Además, los más pobres apenas se ven afectados. En el África subsahariana, el confinamiento y el COVID-19 llevarían a más personas a la pobreza absoluta (1,90 dólares al día). El confinamiento también amenaza los programas de vacunación, la malaria, la interrupción de la tuberculosis y el tratamiento del VIH.

Sobre la base de la clasificación de ocho patrones de carga mundial de morbilidad por AVAD tabulados por IDH, hay muchas variaciones en todo el mundo. Se sale de la disparidad incluso en el mismo nivel de IDH. Tal hallazgo implica diferentes medidas de contención, una percepción diversificada del riesgo para covid-19, una respuesta heterogénea a la cultura y una decisión política variable en el tiempo entre los países. Algunos países han aflojado las restricciones sociales, algunos planean aliviar las restricciones, y los otros todavía están en el campo de batalla para luchar contra el SARS-CoV-2. La rápida aceleración de la epidemia en muchos países indica la insuficiencia de la preparación. La inmunidad de rebaño es poco práctica debido al posible alto número de personas que mueren. Por lo tanto, la implementación temprana de la cuarentena y el peinado de otras acciones de salud pública (mantener la distancia social, cerrar grandes eventos sociales, medidas de control fronterizo y rastreo de contactos) son piedras angulares para el control de enfermedades del COVID-19.

A principios de 2021, el desarrollo y la autorización de uso de emergencia de varias vacunas proporcionan la gran escala de inmunización en todo el mundo.

Sin embargo, la capacidad y distribución de la vacuna impactará en la mensuración con efectividad de la vacunación mundial contra el COVID-19

Aunque se ha observado una gran carga de morbilidad debido al COVID-19 en los países de ingresos altos de todo el mundo, todavía es posible ver las amenazas potenciales para los AVAD para los países de ideas afines.

Actualmente, los casos notificados en los países de ingresos bajos y medianos siguen aumentando, pero las cifras son relativamente pequeñas.

De hecho, existe una alta probabilidad de que los casos actuales se subestimen debido a las pruebas inadecuadas en los países en desarrollo, como se ha visto a menudo en el período I para la mayoría de los países de Europa y los Estados Unidos. Mientras tanto, los casos emergentes también se observaron en América del Sur, aunque el número absoluto seguía siendo bajo en comparación con Europa y América del Norte, pero había una tendencia creciente.

Hubo algunas limitaciones en este estudio. No se calcularon los AVAD estandarizados por edad debido a la falta de distribución de la edad. Aunque será difícil hacer comparaciones con otras cargas de enfermedad, este estudio se centró principalmente en las disparidades de COVID-19 entre las áreas a nivel mundial.

A modo de comparación, la carga mundial de morbilidad entre mayo de 2020 y abril de 2021 se estimó en 29.232 AVAD (miles), que fue solo ligeramente inferior a 45.000 (miles) para la tuberculosis y la malaria, 4,61 veces de 6340 para las enfermedades de las vías respiratorias superiores y 4% de 696.000 en la categoría amplia de deficiencia transmisible, materna y nutricional.

En segundo lugar, estimamos la pérdida económica de salud y vida utilizando los AVAD multiplicando los PDG. Esto es solo una proyección de la magnitud del impacto económico, no una pérdida económica real debido al COVID-19.

Pero este método de representación es una representación comprensible de los impactos del COVID19. Esta cuestión puede abordarse utilizando el enfoque del valor de la vida basado en la estimación de la disposición a pagar (EDAR) en el futuro. Finalmente, considerando la epidemia dramáticamente severa en India desde finales de abril de 2021, el tiempo recuperado de los datos podría subestimar el impacto de la rápida propagación de COVID-19 en India.

Los resultados de este estudio apoyaron que los efectos del momento y el contenido de las intervenciones llevarían a la carga de enfermedad completamente diferente de COVID-19. La preparación temprana (Taiwán) y los recursos adecuados para las pruebas, el aislamiento y el tratamiento (Corea del Sur y Alemania) aliviarían los impactos del COVID-19. Si bien algunos países están considerando la flexibilización del confinamiento por el coronavirus, el gobierno debe actuar y prepararse lo suficiente para garantizar que el sistema de salud pueda enfrentar el repetido aumento de COVID-19.

Inmunidad híbrida. Un concepto importante.

  1. Shane Crotty1,2
  2. Science 25 jun 2021:
  3. Vol. 372, Número 6549, pp. 1392-1393
  4. DOI: 10.1126/science.abj2258

Los párrafos en rojo, son comentarios agregados por el responsable del blog Dr. Carlos Alberto Díaz

La inmunidad a la infección por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) del síndrome respiratorio agudo severo es un problema vital para la sociedad mundial. Por lo tanto, determinar la calidad y la duración de esa inmunidad es clave. Pero el sistema inmune adaptativo es complejo, y estos factores pueden diferir entre la inmunidad natural (obtenida por infección) y la inmunidad generada por la vacuna (1). Además, está la pregunta de la combinación: ¿Qué tipo de inmunidad se desarrolla en las personas con inmunidad natural que posteriormente se vacunan? Tal «inmunidad híbrida» es particularmente interesante debido al notable hallazgo de que las personas con infección previa por SARS-CoV-2 tienen respuestas inmunitarias inusualmente potentes a las vacunas contra el COVID-19 (2). Esto se ejemplifica en dos estudios en este número en las páginas 1413 y 1418 de Stamatatos et al. (3) y Reynolds et al. (4), respectivamente, que también destacan las respuestas inmunes naturales e inducidas por vacunas a las variantes.

Esto permitiría suponer, al contrario de lo que se efectuó en algunos países por la escasez, que quienes hubieran tenido la enfermedad, se los privaría de una respuesta mayor, lo que sería interesante conocer para la salud pública, si quienes tuvieron infección, con una dosis sería suficiente.

La memoria inmunológica es la fuente de inmunidad protectora. La inmunidad natural y la inmunidad generada por la vacuna al SARS-CoV-2 son dos caminos diferentes hacia la protección. El sistema inmune adaptativo consiste en tres ramas principales: células de B (la fuente de anticuerpos), células de T CD4, y células de T CD8. Para la inmunidad natural, la memoria inmunológica al SARS-CoV-2 se ha observado durante más de 8 meses para las células T CD4, las células T CD8, las células B de memoria y los anticuerpos(5),con una disminución relativamente gradual que parece estabilizarse parcialmente en un año(57). Los niveles de inmunidad se pueden colocar en un espectro, y se ha encontrado que la inmunidad natural contra la infección sintomática (COVID-19) está entre el 93 y el 100% durante 7 a 8 meses en estudios grandes, incluidos lugares donde la variante de preocupación del SARS-CoV-2 (COV) B.1.1.7 (alfa) estaba generalizada.++++

La inmunidad, tendría una disminución gradual al cabo de un año, pero resta saber si esto motiva la indicación de una dosis de refuerzo, o no. Muy probablemente si, hasta confinar el covid. También surgirán vacunas policlonales para que sean más abarcativos, es un capítulo que se está escribiendo, requerirían estas dudas de más investigación colaborativa, ecuménica, con apoyo de las universidades internacionales a países periféricos, postergados con la vacunación para poder lograr resultados.

La inmunidad natural contra variantes con mutaciones que generan preocupación reducen sustancialmente el reconocimiento de anticuerpos [por ejemplo, B.1.351 (beta), P.1 (gamma), B.1.526 delta es menos clara; hay evidencia de más reinfecciones con tales variantes (8). La actividad neutralizante de los anticuerpos contra la mayoría de los COV se reduce para la inmunidad natural y la inmunidad generada por la vacuna. Que la mayoría de los COV tengan mutaciones que engendran el escape parcial de anticuerpos es evidencia de la presión de selección para evadir la inmunidad natural. La relevancia biológica de las reducciones en la potencia neutralizante de anticuerpos contra variantes es más claramente evidente en los ensayos clínicos de vacunas y los estudios observacionales. Entre las vacunas actuales contra la COVID-19 en uso, la eficacia de la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 (AstraZeneca) contra los casos sintomáticos cayó del 75% al 11% frente a B.1.351(9). Por el contrario, la eficacia de la vacuna BNT162b2 (Pfizer/BioNTech) contra los casos sintomáticos disminuyó de ∼95% a 75% contra B.1.351, y la protección contra la enfermedad grave se mantuvo en el 97% (10). Los informes iniciales sugieren que ambas vacunas conserven la mayor parte de su eficacia contra B.1.617.2 (delta).

Se observa como expresa este párrafo la aclaración de que la inmunidad contra las variantes de preocupación disminuye con las vacunas, pero reservaría una gran contribución, disminuir las formas graves.

¿Qué sucede cuando se vacuna a personas previamente infectadas? Las observaciones en varios estudios, incluidos los de Stamatatos et al. y Reynolds et al., son que se produce una sinergia impresionante: una «inmunidad de vigor híbrida» resultante de una combinación de inmunidad natural e inmunidad generada por la vacuna . Cuando la inmunidad natural al SARS-CoV-2 se combina con la inmunidad generada por la vacuna, surge una respuesta inmunitaria mayor de lo esperado.

Surge el concepto de una combinación de inmunidad adquirida y vacunal, que se denomina inmunidad de vigor híbrida, que caracteriza por una combinación de anticuerpos y celular más intensa.

Parece haber componentes de células B y células T a la inmunidad híbrida. Una pregunta importante sobre la inmunidad mediada por anticuerpos contra los COV ha sido si las reducciones de anticuerpos neutralizantes se deben a la antigenicidad intrínsecamente baja de los COV. Es decir, ¿es intrínsecamente difícil para las células B reconocer las proteínas spike mutadas de las variantes? La respuesta es no. Los estudios de infección natural con B.1.351 mostraron que las respuestas de anticuerpos neutralizantes eran robustas contra esa variante y la cepa ancestral (11). Además, los anticuerpos neutralizantes contra B.1.351 después de la vacunación de individuos previamente infectados con SARS-CoV-2 no B.1.351 fueron ∼100 veces más altos que después de la infección sola y 25 veces más altos que después de la vacunación sola, a pesar de que ni la vacuna ni la infección involucraron el pico de B.1.351. Esta mayor amplitud neutralizante fue reportada por primera vez por Stamatatos et al. y luego confirmada por múltiples grupos(4, 12). En general, la fuerza y la amplitud de las respuestas de anticuerpos después de la vacunación de las personas previamente infectadas por el SARS-CoV-2 no fueron inesperadas.

Puede ser que las variantes de preocupación generen en las células B previamente sensibilizadas y con memoria inmunológica menos capacidad de reconocer las proteínas spike mutadas. Creo que esto puede ser también no solo por la mutación sino por la «coraza» de mucopolisacáridos que esto genera.

¿Por qué se produce esta pronunciada amplitud neutralizante? Las células B de memoria son una razón principal. Tienen dos funciones principales: una es producir anticuerpos idénticos tras la reinfección con el mismo virus, y la otra es codificar una biblioteca de mutaciones de anticuerpos, una reserva de variantes inmunológicas. Estas células B diversas de la memoria, creadas en respuesta a la infección original, aparecen ser conjeturas preventivas por el sistema inmune en cuanto a qué variantes virales pueden emerger en el futuro. Esta brillante estrategia evolutiva se observa claramente para la inmunidad al SARS-CoV-2: Una proporción sustancial de las células B de memoria codifican anticuerpos que son capaces de unirse o neutralizar los COV, y la calidad de esas células B de memoria aumenta con el tiempo (7). Por lo tanto, el aumento de anticuerpos neutralizantes de variantes después de la vacunación de personas previamente infectadas por el SARS-CoV-2 refleja el recuerdo de células B de memoria diversas y de alta calidad generadas después de la infección original (7, 12).

La infección original generaría una alta calidad de células B de memoría, y en eso radicaría la respuesta más sólida.

Las células T son necesarias para la generación de células B de memoria diversa. La evolución de las células B en respuesta a la infección, o vacunación, es impulsada por estructuras microanatómicas inmunológicas llamadas centros germinales, que son dependientes de células T, instruidas por el ayudante folicular T (TFH) Células T CD4. Por lo tanto, las células T y las células B trabajan juntas para generar amplitud de anticuerpos contra las variantes. Además, las células T parecen ser importantes en la etapa de memoria. Las células B de memoria no producen activamente anticuerpos; son células quietas que solo sintetizan anticuerpos tras la reinfección o la posterior vacunación. Las células B de memoria se incrementan de 5 a 10 veces en la inmunidad híbrida en comparación con la infección natural o la vacunación sola(3, 12). Células T CD4 y T específicas del virus++FH las células parecen ser los principales impulsores de la recuperación y expansión de las células B de memoria del SARS-CoV-2 y los impresionantes títulos de anticuerpos observados (1314).

Las células B no producen anticuerpos un tiempo después de la infección, están quietas, y solo se reactivan al contacto con el antígeno. Por ello, entre otras razones la seroconversión, su tenor, no permite establecer concluyentes conceptos, sobre si un paciente está menos o más inmunizado. Puede resistir más la infección.

Los anticuerpos están claramente involucrados en la protección contra la reinfección del SARS-CoV-2, pero la evidencia también apunta a las contribuciones de las células T (1). Las respuestas de las células T contra el SARS-CoV-2 en la infección natural son bastante amplias(1),y la mayoría de los epítopos de las células T no están mutados en COV, lo que indica que es probable que se conserven las contribuciones de las células T a la inmunidad protectora(4, 15). La mayoría de las vacunas contra la COVID-19 en uso consisten en un solo antígeno, spike, mientras que 25 proteínas virales diferentes están presentes en el SARS-CoV-2. Por lo tanto, la amplitud del epítopo de las respuestas de las células T CD4 y CD8 está más restringida en las vacunas actuales contra el COVID-19 que en la infección natural (1), mientras que la inmunidad híbrida consiste en la memoria de células T spike y no spike. En particular, las vacunas pfizer/biontech y moderna covid-19 arn mensajero (ARNm) pueden aumentar sustancialmente las respuestas de células T CD4 pico en personas previamente infectadas después de una inmunización (341314). Las diferencias en las respuestas de las células T después de dos dosis de la vacuna son más variables en esos individuos(3, 13).+++

El sistema inmunitario trata cualquier nueva exposición, ya sea infección o vacunación, con un análisis de amenaza costo-beneficio para la magnitud de la memoria inmunológica que se debe generar y mantener. Hay decisiones de compromiso de recursos: más células y más proteínas en todo el cuerpo, potencialmente durante décadas. Aunque no se entiende todo el cálculo involucrado en estos análisis inmunológicos de costo-beneficio, una regla general de larga data es que las exposiciones repetidas se reconocen como una amenaza creciente. De ahí el éxito de los regímenes vacunal divididos en dos o tres inmunizaciones. La respuesta aumentada a la exposición repetida está claramente en juego en la inmunidad híbrida, pero no es tan simple, porque la magnitud de la respuesta a la segunda exposición (vacunación después de la infección) fue mucho mayor que después de la segunda dosis de la vacuna en individuos no infectados. Además, la respuesta a la segunda dosis de la vacuna fue mínima para las personas previamente infectadas, lo que indica una meseta de inmunidad que no es fácil de predecir. Además, las personas previamente infectadas en algunos estudios de la vacuna contra el SARS-CoV-2 incluyeron casos de COVID-19 asintomáticos y sintomáticos. Se observaron respuestas inmunitarias mejoradas de la vacuna en ambos grupos, lo que indica que la magnitud de la inmunidad híbrida no es directamente proporcional a la gravedad previa de COVID-19.

Exposiciones antigénicas repetidas se reconocen por el organismo como una amenaza creciente, motivo por el cual se justifica los regímenes de vacunación divididos en dos o tres inmunizaciones.

En general, la inmunidad híbrida al SARS-CoV-2 parece ser impresionantemente potente. La sinergia se observa principalmente para la respuesta de anticuerpos más que la respuesta de las células T después de la vacunación, aunque la respuesta de anticuerpos mejorada depende de las células T de memoria. Esta discordancia debe entenderse mejor. ¿Serán los enfoques híbridos de inmunidad natural/vacunal una forma reproducible de mejorar la inmunidad? La vacuna Shingrix para prevenir el herpes zóster, que se administra a personas previamente infectadas con el virus de la varicela zóster, es impresionantemente efectiva (∼97% de eficacia) y provoca respuestas de anticuerpos mucho más altas que la infección viral sola. Estos principios también se aplican a las combinaciones de modalidades de vacunación. Durante mucho tiempo se ha observado que la combinación de dos tipos diferentes de vacunas en un régimen heterólogo de impulso principal puede provocar respuestas inmunitarias sustancialmente más fuertes que cualquiera de las modalidades por sí solas, dependiendo del orden en que se usen y en qué modalidades de vacuna se combinen, por razones que no se entienden bien. Esto puede ocurrir con combinaciones de vacunas contra el COVID-19, como el ARNm y los vectores adenovirales, o las vacunas de ARNm y proteínas recombinantes. Estos hallazgos recientes sobre la inmunología del SARS-CoV-2 son sorpresas agradables y potencialmente se pueden aprovechar para generar una mejor inmunidad al COVID-19 y otras enfermedades.

Estos conocimientos también son importantes para justificar la combinación de vacunas de diferente tecnología, generando respuestas inmunitarias sustancialmente más potentes. Adenovirales con Arnm. Vacunas Arn m con proteínas recombinantes.

Editorial de la semana: Pensamientos sobre el presente del sistema de salud

Editorial de la Semana.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Las necesidades en salud de la población ya antes de la pandemia habían cambiado por la prevalencia de las enfermedades crónicas. En este tiempo, como agravante esos requerimientos se postergaron y pospusieron, (sin fechas ciertas) o sea que luego que disminuyan los casos el sistema deberá tener una conducta proactiva sobre la demanda no atendida, sobre las patologías crónicas, la epidemia silenciosa de este nuevo siglo en constante crecimiento.

Argentina en la macrogestión, tiene una descentralización de la salud pública en cada provincia, como resultado de ello tiene 24 sistemas autonómicos provinciales de salud, que alinean o no con las directivas del estado nacional, Uno de los principales problemas que se achaca al proceso de descentralización llevado a cabo en Argentina en los últimos cuarenta años son los desequilibrios verticales entre competencias estatales y autonómicas, principalmente por el hecho de que dicha descentralización está más avanzada por el lado del gasto que por los ingresos. Por este motivo y dada la orfandad en términos de corresponsabilidad fiscal, el sistema actual de financiación autonómica, y su corolario en el caso de la sanidad, se ha caracterizado por no proporcionar suficiencia financiera en muchas regiones a fi n de garantizar un nivel de gasto social acorde con los estándares europeos (sostenibles) (Cantarero-Prieto y Sáez, 2016)

El modelo asistencial debido a la característica de nuestro sistema de salud fragmentado es episódico, basado en la atención de pacientes agudos, le cuesta mucho adoptar modalidades proactivas, de gestión de enfermedad, de cuidado progresivo, de continuidad y longitudinalidad de cuidados, que no están incentivadas en el sector público, porque sus estructuras se financian sobre la base de presupuestos históricos, por lo tanto, el aumento de la demanda afecta directamente el financiamiento, no tienen programas ni población asignada. Un modelo pasivo, de atención de la enfermedad en tanto se generen complicaciones agudas.

En el sector de la seguridad social, los contratos prestadores no involucran aspectos de prevención, promoción de la salud, control de la enfermedad crónica o disease management, o programas de gestión de casos, no están alineados los intereses para generar un modelo prestacional integral y las redes no tienen gestión, son una sucesión de contratos con prestadores aislados y sin objetivos o compromisos de gestión.

Los prepagos han desarrollado un marketing orientado al consumerismo de cartillas o listados de especialistas y prestadores, con un esquema de libre elección y acceso a las especialidades, un modelo caracterizado por la elección ineficiente de los “socios”, no llevándolos por un plan de salud, que, para gente de clase media, sería un abordaje muy interesante y atractivo. Además, han fallado en la planificación de sus camas y sus estructuras, que no tenían, ni tendrán características de áreas de gestión clínica, sino de servicios receptores de la demanda generada por los clientes internos, que son los médicos de cartilla. Es un modelo gasto expansivo no eficiente. Que tiende a generar la salud como un bien de lujo. Incentivado por las características de sus establecimientos y las áreas de atención de consultas, oficinas administrativas y conspicuas figuras del deporte que se constituyen en su imagen.

El sistema sanitario se enfrenta a importantes desafíos, como el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento poblacional, la cronicidad de las enfermedades, el coste creciente de los tratamientos, la medicina personalizada, o distintas presiones económicas, políticas y sociales

El año 2020, con una cuarentena prolongada, enamorados de los encierros, consumimos algunas reservas mentales de la ciudadanía y del personal de actividades esenciales, muchas consecuencias colaterales. Con una lista de promesas incumplidas. Y llegó el otoño del 2021. Con algo de frío, con algunas lluvias, rápidamente el crecimiento de los casos, la atención primaria y especializada sobrepasadas. Vuelta al trabajo con menos teletrabajo y menor productividad. Giro a las clases y a la vida escolar con enfrentamientos y posicionamientos ideológicos. Rotación a los espacios interiores. La transmisión viral en Argentina empezó a subir con fuerza y otra vez nos invadió la desazón, frustración y el miedo, recordando la poca efectividad en lograr provisión de vacunas. En Argentina desde una basal de casos más alta (aunque quizás algo más lentamente que en otros países) rápidamente cambió la curva de crecimiento de casos.

Nuevo estado de alarma, nuevamente las quejas por la inmunización, y rechazar los castigos al confinamiento nocturno. Cierres perimetrales. La única buena noticia es que las personas mayores estaban vacunadas, entonces se enfermaron menos, sufrieron menos los ancianos asilados, pero las unidades de cuidados intensivas se ocuparon con personas más jóvenes, que también murieron.

Hoy, siguiendo con la imprevisión casi genética de la argentinidad, el cortoplacismo, el exitismo, el abandono prematuro del esfuerzo y el sacrificio, esta segunda semana de junio estamos levantando medidas exitosas abriéndole una ventana de oportunidad a la tercera ola por la campaña electoral. El esfuerzo de abril, mayo y junio estaba centrado en generar una respuesta a la segunda ola que se contuvo, pero que falta vacunación, falta acelerar el ritmo de las inmunizaciones, este ritmo este graduado por la confirmación de los ingresos de vacunas que tendría que estar vinculado con seguridad de las campañas.  

Hacia el comienzo del año 2021 se cambió de ministro en plena pandemia, sin entender que estaba pasando ni explicando algo que estuvo mal, pero que debía ser contenido y trasparentado. Eso fue un retroceso para el sistema de salud por la falta de efectividad de respuesta. Dejando como alternativa un equipo de gobernanza fundamentalmente orientado a resolver un solo problema: las Vacunas y las campañas de vacunación. Parece un ministerio con menor capacidad de influencia para la generación de políticas articuladas.

Esta segunda ola, es una enfermedad más grave y mortal, las nuevas cepas del Covid y especialmente la cepa Manaos son más contagiosas y tienen capacidad de generar reinfecciones. Lo estamos viendo hoy, batiendo un récord de 41.070 casos en un día, con 78% de ocupación de las unidades de terapia intensiva. Un estudio de donantes de sangre en la ciudad de Manaos ha encontrado que 1 de cada 6 de los infectados con el coronavirus fueron reinfectados con la variante P.1. Los resultados fueron más altos de lo que los investigadores anticiparon y los encontrados en estudios de reinfecciones realizados en otros lugares.

La transmisibilidad de esta cepa es mayor, la carga viral en los más graves también, y parecería ser que se necesitan más anticuerpos para enfrentar la enfermedad.

La asociación combinada de obesidad, diabetes y/o Enfermedad Cardio Vascular con resultados graves de COVID-19 Manaos puede ser más fuerte en adultos que en personas mayores. La obesidad sola y combinada con Diabetes M y/o CVD tuvo más impacto en el riesgo de gravedad covid-19 que dm y/ o ECV en ambos grupos de edad.

El estudio también apoya una relación independiente de obesidad con resultados graves, incluyendo una asociación de respuesta dosis entre los grados de obesidad y la muerte en adultos. Obesidad tiene más peso en personas más jóvenes. Por ello alerto que tenemos que observar más cerca a los pacientes jóvenes con BMI entre 27-29.

Tengo algunas certezas, que las cosas no volverán a ser como antes, que tampoco esas, merecían llamarse normalidad. Porque lo vivido no era una normalidad. Era una locura segmentada y fragmentada, en la cual estábamos embarcados, sobrevivientes de la epidemia que había matado a todos los tontos.

Vimos y Veremos cambiar algunos hábitos: la pandemia fue la más fenomenal campaña planetaria de lavado de manos. Fue la más formidable carrera por descifrar el genoma viral. Por el desarrollo de vacunas, que acortó los tiempos de diez años a meses, mayor higiene personal, manejo de la calidad del aire en los hospitales, evitar aglomeraciones y lugares cerrados mal ventilados. Con un despliegue de la digitalización exponencial en el sistema de salud. Debiendo despertar un notorio crecimiento de la colaboración público – privada en ese orden (salarios, equipamientos, recaudación, etc) pero no se considera en políticas de estado, sino en intenciones de sometimiento y apropiación. Moderna tardó 42 días en tener un ARN mensajero candidato a vacuna después de que China publicase la secuencia genética completa del SARS-CoV-2. En comparación, se tarda una media de 10 años en desarrollar una vacuna convencional. Esto hace que el ARN mensajero sea ideal para desarrollar una inmunización rápida contra futuros virus pandémicos de rápida expansión.

No se puede mirar con las convicciones setentistas, los problemas del siglo XXI que exigen visión, competencia, liderazgo y capacidad para gestionar la complejidad social, las interdependencias, las externalidades negativas, bajo condiciones de una ignorancia y calidad de la clase dirigente impensada. Además, la complejidad de la pandemia saco del cauce objetivo, perpetuarse, no transformar, aunque las condiciones de la calidad social de la vida empeoren: empleo, educación, seguridad, acceso a la salud. Tiene que recorrer un tránsito de la representatividad a la legitimidad transformativa.

Esta crisis del Covid, requieren de personas prácticas, que se desprendan del ego y de las conveniencias, que organicen, decidan, lideren, estén visibles, no se contradigan, cuiden las palabras y las descripciones, balanceen los sacrificios, tengo la convicción que detrás de muchas decisiones que se tomaron equivocadas hubo más ignorancia que falta de resolución, y en otras el sesgo ideológico, sobreactuar posicionamientos, quedar bien con alguien que desconfía y que ostenta la representatividad verdadera, escuchar lo que quería de los “expertos” en la pandemia que eran teóricos que leían lo mismo que nosotros, que no trataban pacientes, que no fueron científicos, se nutrían de las mismas fuentes, solo que lo mencionaban como verdades reveladas por el oráculo y sin tocar a un paciente.

Public Health is a long-term urgency

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular de la Universidad Isalud.

The reform of the health system is one of the many urgencies that require the long term, which cannot be subjected to the tyrannies of the circumstantial majorities, but in generating agreements on the collective direction of the new social contract.

The current global Covid-19 pandemic has sparked significant interest in the impact of communicable diseases, particularly epidemic diseases, on humanity.

Health is not only a value, but also a productive ecosystem with social value, a foundational driver of the society of the future, with the breadth that the term encompasses and this, with the current system will not work, forces a different clinical governance, professional, technical, based on data. Including social determinants, chronicity, and the freedom of people to express themselves in shared decisions. To have a social ecosystem of the future it is necessary to think about health, universal coverage, formal employment, equity, infrastructure, habitat, environment, reduce inequality, improve the income of the poorest not only in magnitude, but fundamentally in formality.

The health needs of the population even before the pandemic had changed due to the prevalence of chronic diseases. At this time, as an aggravating factor, these requirements were postponed and postponed (without certain dates) that is, after the cases decrease, the system must have a proactive behavior on the unmet demand, on chronic pathologies, the silent epidemic of this new century in constant growth.

The care model due to the characteristic of our fragmented health system is episodic, based on the care of acute patients, it costs a lot to adopt proactive modalities, disease management, progressive care, continuity and longitudinally of care, which are not  incentivized in the public sector, because their structures are financed on the basis of historical budgets, therefore, the increase in demand directly affects the financing, they have no programs or population assigned. A passive model of care for the disease if acute complications are generated.

In the social security sector, provider contracts do not involve aspects of prevention, health promotion, chronic disease control or disease management, or   case management programs, the interests are not aligned to generate a comprehensive benefit model and the networks do not have management, they are a succession of contracts with isolated providers and without objectives or management commitments.

Private health insurance has developed a marketing oriented to the consumerism of booklets or lists of specialists and providers, with a scheme of free choice and access to specialties, a model characterized by the inefficient choice of «partners», not taking them through a health plan, which, for middle-class people, would be a very interesting and attractive approach. In addition, they have failed in the planning of their beds and their structures, which did not have, nor will have characteristics of areas of clinical management, but of services receiving the demand generated by the internal clients, which are the doctors of primer. It is an inefficient expansive spending model. It tends to generate health as a luxury good. Encouraged by the characteristics of its establishments and the areas of attention of consultations, administrative offices and conspicuous figures of the sport that constitute in its image.

The health system faces major challenges, such as increasing life expectancy, population ageing, chronic diseases, the rising cost of treatment, personalized medicine, or various economic, political and social pressures

The second wave is another disease:

Towards the beginning of 2021, he changed his health minister in the middle of the pandemic, without understanding what was happening or explaining something that was wrong, but that had to be contained and transparent. That was a setback for the health system because of the lack of effective response. Leaving as an alternative a governance team fundamentally oriented to solve a single problem: vaccines and vaccination campaigns. It seems to be a ministry with less capacity for influence for the generation of articulated policies.

This second wave is a more serious and deadly disease, the new strains of Covid and especially the Manaus strain are more contagious and have the capacity to generate reinfections. We are seeing it today, breaking a record of 41,070 cases in one day, with 78% occupancy in intensive care units. A study of blood donors in the city of Manaus has found that 1 in 6 of those infected with the coronavirus were reinfected with the P.1 variant. The results were higher than the researchers anticipated and those found in reinfections studies conducted elsewhere.

Lot transmissibility of this strain is higher, the viral load in the more severe as well, and more antibodies are needed to face the disease.

The combined association of obesity, diabetes and/or cardiovascular disease with severe covid-19 Manaus outcomes may be stronger in adults than in older people. Obesity alone and combined with Diabetes M and/or CVD had more impact on the risk of COVID-19 severity than dm and/or CVD in both age groups.

The study also supports an independent relationship of obesity with severe outcomes, including a dose-response association between degrees of obesity and death in adults. Obesity has more weight in younger people. So, I warn that we need to look closer at young patients with BMI between 27-29.

I have some certainties, that things will not be the same again, that neither, deserved to be called normality. Because what we experienced was not normal.

We saw and will see some habits change: the pandemic was the most phenomenal planetary hand washing campaign. It was the most formidable race to decipher the viral genome. By the development of vaccines, which shortened the times from ten years to months, greater personal hygiene, management of air quality in hospitals, avoid crowds and poorly ventilated enclosed places. With an exponential deployment of digitalization in the health system. It must awaken a notorious growth of public-private collaboration in that order (salaries, equipment, collection, etc.) but it is not considered in state policies, but in intentions of submission and appropriation. Moderna took 42 days to have a vaccine candidate messenger RNA after China published the complete genetic sequence of SARS-CoV-2. In comparison, it takes an average of 10 years to develop a conventional vaccine. This makes messenger RNA ideal for developing rapid immunization against future rapidly expanding pandemic viruses.

  This second wave also modified the clinical picture, which is requiring first more attention or hospitalizations of moderate patients (more hospitalizations and no defined inflammatory responses, but tend to appear after the second week), later lung inflammation, more   complications, more shock, more acute renal failure,  which extends the period of active observation and respiratory distress with a tendency to frustrating chronicity and that does not respond as it did in the first stage.

Public hospitals and sanatoriums this year are again under stress due to Covid, with no remaining non-Covid beds to respond to that retained demand, which progressively aggravates the situation, which will extend in the most optimistic context until the end of August (which vaccinates 70% of susceptible adults), but more realistic would be until the end of September.

The SARS Cov 2 pandemic: A syndemic perspective.

Since the end of the previous year, the term pandemic has been symbolized as syndemia, to clearly indicate that the problem is not only health, or medical, but social, economic, political and cultural. Covid-19 affected the obese the most (overweight-obesity-Covid pandemic). It had worse results in marginal individuals, people with housing problems, employment, etc. It generated a crisis of demand and productivity.

Therefore, public policy decision-making must necessarily be made based on data, not surveys. Information and evidence on patterns of infection, mortality, lethality, transmissibility, effectiveness of vaccines, but also consider factors such as employment, education, income distribution, fiscal accounts, economic assistance and production.

As for the sindemia of the political increased the crisis of the political parties and the representativeness, the political continued in other lanes, increase taxes, apply inflation to make cosmetic adjustments, more populism, not agree with the debtors because it would be kneeling in front of capitalism, vote laws to reform the justice system and have impunity.

Simplism in democracy occurs intentionally so that the political arenas concur for the own benefit of allies and friends, executives and parliamentarians, our political systems are not being able to manage the growing complexity of the world and are powerless before those who offer a simplification, sometimes falsifying reality and are nothing more than a passing illusion that never reaches reality.

They are politicized descriptions that overestimate the possibilities for collective action through central interventions, as if people were responding uniformly. Some have too much confidence in the state’s ability to intervene from the outside and others rely too much on individual behaviors and the ability to self-correct the system or the MARKET, which we know their hands to universal systems do not reach.

The liberal agenda of solving all problems through austerity is as inadequate and dangerous as the belief that they can be solved through participation or by moralizing them.

That austerity after the crisis of the financial system and the mortgages of  2008 led us to divest in health, and part of what we had to do in a hurry was for that reason. Today politics is operating in environments of high complexity that has not found the democratic theory that contains it, we must rediscover the world.

One cannot look with setentist convictions at the problems of the twenty-first century that demand vision, competence, leadership, and the ability to manage social complexity, interdependencies, negative externalities, under conditions of ignorance and quality of the unthinkable ruling class. In addition, the complexity of the pandemic has been pushed out of the objective, to perpetuate itself, not to transform, even if the conditions of the social quality of life worsen employment, education, security, access to health.  It must go through a transition from representativeness to transformative legitimacy.

The people seem by their passivity to be resigned to poverty, ignorance and marginality, they think that it can be worse if they do not vote for these rulers, that without these representatives their lives would be more necessary, «at least we eat».

We are living through a crisis that conditioned us with urgent decisions, without data or experiences, in a scenario where Argentina’s disadvantages were aggravated without reservation to face the situation.

This Covid crisis requires  practical people, who detach themselves from the ego and conveniences, who organize, decide, lead, are visible, do not contradict, take care of words and descriptions, balance sacrifices, I am convinced that behind many decisions that were made wrong there was more ignorance than lack of resolution, and in others ideological bias, overacting positions, being good with someone who distrusts and who holds true representativeness, hearing what he wanted from the «experts» in the pandemic who were theorists who read  the same as us, who did not deal with patients, who were not scientists, were nourished by the same sources, only that they mentioned it as truths revealed by the oracle and without touching a patient.

We observe, with little hope, the deep crisis that will remain when the waves of Covid cases go down, and these people immunized, the list of questions are impossible to answer. As society will recognize itself after the coronavirus. Forget? Change? Will it change their behaviors? What will the job be like? Employment? Education? the health system? Who will they choose in the midterm lessons? Democracy. Representativeness. Candidate elections. Where and that will represent the parties, the coalitions, the movements. Is virtuality in health here to stay? Which patients will be hospitalized? What will the investment in technology be like? How, when and in how long will we forget about the pandemic heroes, the health workers? and the consequences that will be burned to them by the exercise of their profession.

The skeptical conviction that after a small movement on some things, the status quo will prevail is palpable. Some will move forward a bit. Society, all the marginalized, will be in a worse position.  The aid will be interested and appropriated, from the various blocs, and sovereignty and independence will be lost.

We always put the chest, the same, the toilets on the ground. Fights are alien.

We do not live from the applause of the members of the health team, because we are mobilized by the vocation, minus the five thousand or six thousand, who never arrive, but we are affected by the lack of real recognition, rest, mention, respect for citizens, this is reflected in a constant worsening of working conditions, nothing changed. Nothing changed for politicians in terms of the importance of health, the human factor that cares for the sick, working conditions, rest and remuneration,

Covid-19 left the hard learning of the interrelationship that exists between health, formal employment, income distribution, economic growth, and social welfare, with health outcomes. The normal functioning of the economy makes the progress of a society, requires that its inhabitants, its citizens have education, and equal access to health, its promotion and care.

Health is a public good, which improves social equity, at the same time efficiency in the economy, these things will be the true multipliers of well-being in society, in that way health is a productive investment, and build citizenship within the framework of the valuation of efforts.

«The urgency of the long term» is not an empty or gimmicky slogan, but the call to think about unavoidable measures that will impact on the desired future.

The reform of the health system is one of the many urgencies that require the long term, which cannot be subjected to the tyrannies of the circumstantial majorities, not in generating agreements on the collective course.

Conclusion:

We have a sad virtue of not learning from mistakes and making amends, and insisting on giving fights for lost causes, which lead us to failure. We are in a worse situation than other countries, with a poverty rate that worsened the possibility of complying with confinements. These are times of positive alliances between all social and sectoral forces, increasing the speed of implementation of decisions. Confront the current inequity of the planet, with the unequal allocation of resources. Abandon the tendency to isolate Argentina.

When Covid is controlled or disappears, there will still be the historic challenges of health systems, of an aging and more demanding society, new incremental cost technologies, cancer treatment, the possibility of treating diseases that had no therapy, and orphan diseases.

Capacitación en Seguridad de Pacientes y atención centrada en la persona.

Dr Fabían Vitolo. Dr. Carlos Alberto Díaz.

Es la sexta edición del Curso en seguridad de pacientes y atención centrada en la persona de la Universidad Isalud. Son diez viernes consecutivos. Con ejercicios. Material para cada uno de los encuentros. Renovado permanentemente en sus contenidos basados en experiencias de implementación. Con los mejores especialistas en cada una de las áreas de la Seguridad 2.0, Que ofrece una capacitación para integrantes de las empresas de salud públicas y privadas, médicos, enfermeros, administrativos, instrumentadoras, administradores, que en relación con su costo, y la implementación inmediata de medidas de mejora, de innovación, de disminución y prevención de eventos adversos, de gestión, de análisis modal de fallas y eventos, análisis de causa raíz, prevención en cirugía, anestesia, obstetricia, bundle de asistencia respiratoria mecánica, de vías centrales, prevención de caídas, escaras, etc, resulta la mejor tasa de retorno de inversión. Todas las clases son grabadas, pueden ser vistas asincrónicamente, lo que permite acceder a personas de diferente uso horario.

Descripción general

La seguridad de pacientes tomó entidad en los últimos quince años a partir del Libro del Institute of Medicine To Err is Human, que permitió recuperar la vigencia de un principio de la ética médica: primero no dañar. Desde ese momento, la preocupación por la calidad de los servicios de salud se ha incrementado progresivamente en todo el mundo.

La seguridad se ha transformado en un imperativo en la atención sanitaria. Es importante implementar un Modelo de Gestión de Seguridad de Pacientes que permita a instituciones y profesionales de la salud desarrollar competencias y utilizar herramientas para prevenir este problema.

¿Desde qué lugar? Desde la simpleza de la gestión, el trabajo, el profesionalismo, hacer las cosas correctas “correctamente”, desarrollando un control de oposición interno que sirva para mejorar los resultados, trabajando con indicadores, y con una presencia fuerte en seguridad.

La seguridad del paciente es hoy una de las dimensiones de la calidad asistencial más valoradas tanto por los usuarios del servicio, como por su familia, los profesionales, los directores, los administradores y demás personal de las instituciones de salud. Es una estrategia prioritaria en los sistemas sanitarios del mundo. Requiere la implementación planificada de acciones basadas en evidencias científicamente probadas, para trasformar la cultura corporativa en una cultura justa, formativa y no punitiva de seguridad del Paciente. Construyendo entornos seguros que identifiquen, analicen y gestionen los incidentes y eventos adversos que se presentan en las instituciones de salud.

Destinatarios

  • El curso está destinado a quiénes ocupan distintos cargos de gestión en organización vinculadas a la salud: hospitales, sanatorios, prepagas, asociaciones y organismos de seguridad social.
  • Directores, Gerentes y Jefes de Servicios.
  • Coordinadores y puestos de enlace entre distintos servicios o áreas.
  • Técnicos y profesionales de la salud de instituciones públicas y privadas, de prepagos, y de la seguridad social.
  • Funcionarios de instituciones públicas que lideren programas nacionales o provinciales vinculados a la atención médica y la seguridad de pacientes.
  • Responsables de programas de formación y desarrollo profesional en organizaciones de salud.
  • Asesores y colaboradores en la organización y la gestión de calidad en las organizaciones.

Módulo 1  

  • La ciencia de la seguridad  
  • Seguridad 2 (Resiliencia). Hacia un nuevo concepto de seguridad  

Módulo 2 

  • Cultura de seguridad 
  • Gestión de crisis. Programa de comunicación y revelación de eventos adversos  

Módulo 3  

  • Atención centrada en la persona  
  • Cuidar a quienes cuidan. Seguridad física y psicológica del personal de salud  

Módulo 4 

  • Medición y monitoreo de la seguridad  
  • El rol de enfermería en la seguridad del paciente  

Módulo 5 

  • Errores diagnósticos  
  • Errores de medicación. Gestión segura de medicamentos  

Módulo 6  

  •  Control de infecciones  
  • Cirugía segura  

Módulo 7 

  • Comunicación efectiva y trabajo en equipo  
  • Seguridad del paciente en pediatría  

Módulo 8  

  • El caso económico por la seguridad del paciente  
  • Liderazgo y seguridad del paciente  

Módulo 9  

  • Simulación y seguridad del paciente  
  • El rol de los pacientes en su propia seguridad. La coproducción de salud 

 Módulo 10  

  • Salud digital y seguridad del paciente Unidad  
  • La ciencia de la implementación 
  • El valor del Diplomado:
  • -. Matrícula: $6.100.-
  • -. Cuota (3): $6.100.-
  • -. Cantidad de cuotas: 3
  • -. Valor al contado: $ 23.120

Es un contenido de capacitación de alto retorno de inversión.

Inmunomarcador de apoptosis y mal pronostico-muerte Covid 19

Un estudio realizado en unidades de cuidados intensivos de las islas canarias, publicadas hoy 24-06-2021.

En conclusión, este estudio es el primero que encuentra una asociación entre la apoptosis (evaluada por la concentración sanguínea de Fas) y la mortalidad en pacientes COVID-19.

Cuando analizamos el mecanismo intracelular complejo que desencadena el covid, se desencadenan fenómenos de señales celulares de apoptosis, muerte celular programada y estas pueden ser inferidas séricamente, esto ser un indicador de mal pronostico y muerte.

Un estudio elaborado en 8 Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de 6 hospitales públicos canarios ha asociado la apoptosis, o muerte celular programada, con la mortalidad por COVID-19. El objetivo del estudio es recoger datos, en sobrevivientes y no sobrevivientes por coronavirus, acerca de este fenómeno debido a la escasez de datos asociados en pacientes con COVID-19.

¿Qué es la apoptosis?

La apoptosis es un tipo de muerte celular que consiste en la capacidad que tienen las propias células del cuerpo humano de autodestruirse de forma activa. Este fenómeno es esencial para la regulación del desarrollo de tejidos y órganos durante la formación del feto y para el recambio celular en el individuo adulto.

La eliminación de miles de millones de células de forma controlada, mediante apoptosis, es un proceso que tiene lugar en los cuerpos humanos a diario. En este sentido, se ha observado un aumento de apoptosis en diferentes patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.

Este proceso puede activarse cuando un receptor de las células (llamado Fas) se une con su activador (llamado FasL). En este sentido, recientemente el grupo de investigación había encontrado que la cantidad de apoptosis, evaluado por la concentración sanguínea de Fas, se asociaba con la mortalidad de pacientes con sepsis o infección grave.

Cada día se produce en el cuerpo humano la eliminación de miles de millones de células de forma controlada mediante la apoptosis, para que exista un equilibrio con la proliferación celular y un adecuado número de células.

Se ha observado un aumento de la apoptosis en diferentes patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer.

Este proceso puede activarse cuando un receptor de las células (llamado Fas) se une con su activador (llamado FasL). Recientemente, este grupo de investigación había encontrado que la cantidad de apoptosis, evaluado por la concentración sanguínea de Fas, se asociaba con la mortalidad de pacientes con sepsis o infección grave.

Resultados del estudio

El trabajo se ha realizado determinándose los niveles sanguíneos de Fas al ingreso de los pacientes. Los pacientes con niveles séricos de Fas>846 ng/mL mostraron una mayor tasa de mortalidad en los primeros 30 días que los que tienen niveles<846 ng/mL (62% vs 8%).

En conclusión, este estudio estudio es el primero que encuentra una asociación entre la apoptosis (evaluada por la concentración sanguínea de Fas) y la mortalidad en pacientes COVID-19.

Asimismo, es la quinta publicación del grupo sobre pacientes COVID-19 de los hospitales públicos de Canarias. 

En publicaciones previas, analizaron que la genética, la forma de los hematíes, los niveles sanguíneos de nitratos y el daño oxidativo del ADN se asocian con la mortalidad.

En estudios con animales que se les ha provocado una sepsis (o infección grave), la administración de fármacos antiapoptóticos ha reducido la mortalidad.

La tercer ola esta por venir.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular Universidad ISALUD.

Es muy probable que, en el rumbo que estamos y no corrigiendo los errores en la gestión, que provoca entre otras cosas, el ingreso de turistas o personas que retornan del exterior sin adecuado control, la tercer ola esta cerca, con la variante delta de la india delta esta a unas tres o cuatro semanas. La misma es una cepa, que no parece de mayor letalidad, pero si de mayor contagiosidad, no necesita de quince minutos para contagiar y especialmente sirve esta consideración, por el hecho que debemos revisar urgentemente el espacio inter dosis, entre la primer dosis y el refuerzo o booster, atrapados por la falta de provisión de segundo componente de sputnik con el Ad 5 n que tendría dificultades para producir, con una desproporción entre componente uno y dos de cinco a uno en las respectivas dosis, esta caída de anticuerpos por esta razón, hace a nuestra población insuficientemente vacunada sensible a la nueva cepa que está golpeando la puerta. Es peligroso sostenerse en el error. Además en esta pandemia nadie tiene todas las respuestas. No quiero ser pesimista sino realista. Hay que hacer nuevas rondas de consultas, investigar, buscar apoyos. Volver a Viajar a China y a Rusia, y ver que podemos hacer para nuestros ciudadanos. Buscar alternativas. Hablar con los investigadores españoles, que han hecho mediciones vacunando una población con dos tecnologías de vacunas distintas. Hablar con la ciencia en las circunvoluciones cerebrales. Con menos conceptos dogmáticos e ideológicos, que nublan la razón. Vacunar, vacunar y seguir vacunando. Testear. Rastrear. Aislar. Seguir con la comunicación sobre las medidas no farmacológicas de prevención. No relajarse, esto no termina. Nos falta mucho esfuerzo. Tenemos en contra el Frío, la tendencia a permanecer en espacios cerrados. No se puede seguir postergando la demanda de patología no oncológica y cardiovascular (aumento la mortalidad al doble). hay que abrir los quirófanos y seguir operando pacientes. Utilizando camas de corta estancia. Impulsar el uso de tecnologías mínimamente invasivas. Ordenar el flujo de pacientes. Generar establecimientos donde se pueda internar pacientes en espacios libres de Covid 19. Esta intervención no pretende ser premonitoria sino con las evidencias de lo que esta ocurriendo en Escocia, en Inglaterra, que nos llevará a la tercer ola.

En algunas zonas afectadas, las hospitalizaciones están aumentando. Las alocuciones y admisiones hospitalarias son predominantemente en individuos no vacunados, lo que pone de relieve lo crucial que es que las personas en estas áreas se presenten para recibir la vacunación. A nivel nacional, hasta el 25 de mayo, 201 personas que se confirmó que tenían VOC-21APR-02 asistieron a A&E, lo que resultó en 43 admisiones. Estos números se actualizarán con los nuevos resultados de secuenciación semanalmente.

La evidencia muestra que es probable que el VOC-21APR-02 sea más transmisible que la variante dominante B.1.1.7 ‘Kent’. Los casos de COV-21APR-02 han seguido creciendo más rápido que B.1.1.7, pero solo se ha observado un aumento en los casos generales de infecciones por coronavirus (COVID-19) en un pequeño número de áreas. Los expertos en EPS están monitoreando la situación de cerca para establecer cuánto más transmisible puede ser el COV-21APR-02. Es crucial que todos, especialmente en las zonas más afectadas, lleven especial cuidado de seguir siendo responsables y vigilantes.

Un estudio de PHE mostró que 2 dosis de la vacuna ofrecen altos niveles de protección contra la enfermedad sintomática de VOC-21APR-02. Esperamos que las vacunas sean eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte, por lo que es vital obtener ambas dosis para obtener la máxima protección contra todas las variantes existentes y emergentes.

La Dra. Jenny Harries, Directora Ejecutiva de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, dijo:

Dado que los casos de la variante identificada por primera vez en la India siguen aumentando en algunas áreas, instamos a las personas a ser muy cautelosas y seguir las pautas sobre higiene, cubiertas faciales, distanciamiento social y reuniones al aire libre. Ahora sabemos que recibir ambas dosis de la vacuna da un alto grado de protección contra esta variante e instamos a todos a tener la vacuna cuando el NHS lo invite.

Por favor, siga los consejos de salud pública y asegúrese de tener cuidado, trabajar desde casa si puede, conocer gente fuera siempre que sea posible y recordar «manos, cara, espacio, aire fresco» en todo momento. Esta es la mejor manera de protegerse a sí mismo y a sus seres queridos de esta variante.

En Londres, PHE está trabajando en todo el sistema de salud y con los líderes del concejo municipal en partes de la ciudad donde se han identificado casos. Se está utilizando un enfoque específico en toda la ciudad, incluyendo Hounslow y otras partes del oeste de Londres, donde se han detectado grupos dispersos. Esto incluye la secuenciación del genoma completo, las pruebas pcr, las pruebas basadas en entornos, el rastreo de contactos mejorado, el apoyo de autoaislamiento y el despliegue mejorado de vacunas para garantizar que se adelanten las segundas dosis para los grupos prioritarios y que se logre la máxima absorción para las primeras dosis.

En Bolton, el ejército que trabaja con RE:SILIENT visitó más de 4.000 casas, entregando más de 1.500 kits de prueba. Esto se sumó a los esfuerzos del equipo nacional de aumento, que vio más de 9,000 propiedades visitadas y más de 3,000 kits entregados

En Blackburn con Darwen, el apoyo mejorado a la adopción de vacunas ha dado como resultado que más del 82% de los pacientes registrados en las cohortes 1 a 10 reciban su primera dosis.

NHS Test and Trace ha suministrado más de 400,000 kits de pruebas PCR adicionales a las áreas más afectadas para asegurarse de que todos los que necesitan una prueba puedan hacerse una.

Además, se han reasignado más de 190 sitios de prueba existentes para proporcionar kits de pruebas PCR en áreas donde la prevalencia de VOC-21APR-02 es alta. Esto significa que las pruebas se pueden secuenciar más rápido, por lo que los casos de VOC-21APR-02 se encuentran antes.

Se han desplegado más de 300 unidades móviles de pruebas(MTUs)para proporcionar kits de pruebas PCR para aquellos sin síntomas en áreas de alta prevalencia, incluidas más de 35 escuelas para que los estudiantes, los padres y el personal puedan hacerse una prueba PCR lo más rápido posible.

Se cuenta con apoyo nacional de comercialización para asegurarse de que las comunidades locales se mantengan bien informadas sobre la situación en su área, cómo y dónde hacerse una prueba, y sobre cualquier intervención de salud pública, como las pruebas de sobretensión.

Recordemos siempre que El capital humano tiene tres pilares la alimentación, la educación y el acceso a la salud. la Argentina esta dinamitando los tres pilares.

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