El conocimiento científico en tiempos de SARS Cov2

Articulo: La volatilidad del conocimiento científico en tiempos de la COVID-19. Emulando a los grandes: Beatriz González López Valcárcel. Salvador Peiró. Ricard Meneu. Idelfonso Hernandez. Vicente Ortún. Simplemente Gente Distinta. Sus autores.

¿Nos cambió la vida la pandemia?

¿Porque es tan endeble y gasífero el conocimiento científico?

¿Hay demasiada pantalla y faltan competentes? Muchos Covidólogos?

¿Nos estamos olvidando de las personas?

¿Cuándo será el pico y su magnitud? Buscando el algoritmo o el modelo matemático que reemplace a tanto esoterismo.

Desarrollo de las citas y sus respectivos comentarios:

«Una semana de ahora equivale a un mes, o tres, de antes. Vamos acelerados, en un proceso de “learning as you go”. Nunca el talento del ser humano ha estado tan concentrado para resolver un mismo problema. “En una semana ha cambiado más mi práctica clínica que los 28 años que llevo ejerciendo la medicina”, ha declarado el jefe de hematología de un hospital de Nueva York, según cuenta Lisa Rosenbaum en el New England Journal of Medicine (NEJM). El 12 de enero, apenas un mes desde su aparición, ya se había secuenciado el genoma del virus, y enseguida se empezaron a desarrollar test de diagnóstico cuya calidad mejora por semanas». http://www.aes.es/blog/2020/05/16/la-volatilidad-del-conocimiento-cientifico-en-tiempos-de-la-covid-19/

En este mismo blog hace un mes expresé, cuando decía que la muerte tomaba con nosotros un café, que un día es una semana, la semana un mes, y un mes un año, y la dimensión del tiempo, lo que hacemos en el día, es inconmensurable, la incertidumbre donde estamos parados, que decisiones tomamos, la espera de los resultados, la confianza de quienes nos rodean, la disciplina, el orden, el respeto por la directiva, les ha dado respaldo a los que ejecutan, pero a veces hacia el final del día, luego de la asistencia, de los temas que llegan a la mesa de situación, el zoom que hay que hablar, las presentaciones de más de dos días son viejas, nunca tuve en mis veintidós años de docente y cuarenta años de médico, que cambiar tanto las presentaciones, siempre uno trata de mejorarlas, pero no de modificarlas totalmente como en estos tiempos. He aprendido mucho, y se ha producido algo que nunca había vivido, la posibilidad de intercambiar tanto con muchas personas de otras latitudes, en lo asistencial, lo organizativo. Pero parecería que en los países desarrollados se los respeta más a los sanitarios y a los asistenciales, porque en cuanto pasa algo las críticas son despiadadas. Es increíble como los funcionarios que están haciendo una tarea muy interesante e inaugurando esto de un equipo multidisciplinario con una tecnoestructura asesora, de un hombre con mucha experiencia como Ginés Gonzalez García, que esta hecho para estos momentos, rodeado de jóvenes, de un talento y una capacidad de servicio increíble, Como la Dra Carla Vizzoti y el Dr Alejandro Costa, a quienes tuve en las aulas de la maestría. Pusieron a la salud en un lugar que nunca antes estuvo. Surge otro aspecto que también nos impone elegir un camino, muy fuerte, apoyar la investigación, invertir en ella, en los investigadores, en las estructuras, en las instituciones, en aspectos que le sirvan al país, a la humanidad, concentrar el talento, darles el ámbito, el tiempo, la persistencia y el lugar, investigadores que se ocupen en pensar, en hacer lo que saben. Tuvimos rápidamente los genomas de los virus ARN SARS Cov 2 que estaban circulando. Pusimos en marcha la técnica de Real time Polimerasa Chain Reaction, y desde el Malbrán y ahora desarrollamos una determinación que permitirá en dos horas tener el resultado, producida en el país, con una unidad Coronavirus de CONICET trabajando por esto. También se comenzó a producir barbijos con cinco telas, N 95, para no depender de la especulación y de lo difícil de la importación y proteger más a nuestros agentes de salud. La producción de respiradores de la firma TECME, conocida por nosotros como neumovent hoy en su modelo TS microprocesado, con excelentes prestaciones ventilatoria, con batería y posibilidad de transporte intrahospitalario, que hoy produce más de cien unidades por semana, lo cual permitió dotar a las nuevas camas de terapia intensiva que fueron 1950 de respiradores. Esto nos debe llevar a pensar en la importancia del conocimiento, la investigación aplicada, de formar a nuestros jóvenes, de invertir en la investigación, en la producción nacional y en proponernos objetivos superiores. Sentir que podemos, pero no pensamos que estamos volviendo, cuando nunca llegamos. Esfuerzo, sacrificio y austeridad. Es lo que une a todos estas iniciativas que menciono.

Esfuerzo, sacrificio y austeridad es lo que caracteriza la adecuación en tiempo récord de hospitales públicos de Argentina, la secuenciación del genoma, la fabricación de respiradores micro procesados, de barbijos N95, de test para determinación de PCR, la transparencia en la información y el trabajar con todos los ministerios de salud de las provincias coordinando acciones y fortaleciendo la función de rectoría.

«El 7 de mayo, The Economist identificaba más de 7.000 artículos sobre la COVID-19, cifra imposible en los tiempos pre-COVID en los que entre el envío y la publicación mediaba un largo proceso de filtros y ediciones. La mitad de ellos son pre-print. La acumulación de conocimiento en tan corto tiempo se explica también porque toda la literatura científica está en abierto, de un día para otro se han borrado “burocracias” que constreñían la investigación, y en muy poco tiempo se han desarrollado redes de colaboración internacional.» http://www.aes.es/blog/2020/05/16/la-volatilidad-del-conocimiento-cientifico-en-tiempos-de-la-covid-19/

Estamos viviendo una confusión generalizada, hasta el 90% de los participantes en los nuevos ensayos clínicos nunca llegan a la aprobación, los investigadores obviamente han perdido el norte, y están tratando de cubrir la avidez de la demanda de trabajos para que el mundo revolucionado concurra a leerlos, quienes estamos en la silla electrica de una dirección, nos acostamos y nos levantamos leyendo New England Journal, The Lancet, el JAMA, Annals of Internal Medicine, y el British Medical Journal, correspondencias, editoriales, series prospectivas de una sola rama. Si las experiencias colaborativas internacionales, son fundamentales para países periféricos como los nuestros, pero varios laboratorios tomaron moléculas que ya tenían para otras enfermedades, que decían actuar sobre una parte de la tormenta inflamatoria que mata a los pacientes con COVID, o antivirales utilizados para el HIV, como la asociación Kaletra, o la aparente acción antiviral de la hidroxicloroquina,

EL SARS-CoV-2, un virus de ARN de una sola cadena, apunta a las células a través de la proteína de pico estructural viral (S) que se une al receptor de la enzima 2 (ACE2) que convierte la angiotensina. Después de la unión del receptor, la partícula del virus utiliza receptores de células huésped y endosomas para entrar en las células. Una proteasa de serina transmembrana tipo 2 del huésped, TMPRSS2, facilita la entrada celular a través de la proteína S. Una vez dentro de la célula, se sintetizan poliproteínas virales que codifican para el complejo de la replicasa-transcriptasa. A continuación, el virus sintetiza el ARN a través de su ARN polimerasa dependiente del ARN. Las proteínas estructurales se sintetizan lo que lleva a la finalización del montaje y liberación de partículas virales.   Estos pasos del ciclo de vida viral proporcionan objetivos potenciales para la terapia farmacológica

Lo que preocupa con fundamento como las empresas farmacéuticas son empresas rentísticas, no altruistas, pueden ver en esto sin dudas una oportunidad financiera única. Como ocurre con el Laboratorio Gilead. Gilead tiene la patente del Remdesivir, que fue uno de los primeros medicamentos identificados como que tienen el  potencial de sobre el  SARS-CoV-2, específicamente en la reacción inflamatoria mediada por la interleukina 6, en  pruebas de  laboratorio.  El mundo entero  ha  estado  esperando   los resultados de los ensayos clínicos  de  Gilead, y los resultados positivos  probablemente  conducirían   a aprobaciones rápidas  por parte de la FDA y  otras agencias reguladoras.   Si es seguro  y eficaz, podría convertirse en el primer  tratamiento  aprobado  contra  la enfermedad.

«El sensacionalismo científico se alimenta de free riders que aprovechan la ausencia de revisión por pares para tener su minuto de gloria, resonar en la prensa para ser olvidados al día siguiente. Otras veces no. Incluso el peer review puede funcionar mal cuando hay poca evidencia, los trabajos son muy rompedores y las opiniones sin base empírica están muy arraigadas, como señala Ioannidis. Esas estimaciones sensacionalistas, que han tenido gran difusión y hasta marcado decisiones importantes de políticas, abarcan desde el número reproductivo básico y la letalidad hasta la estimación del número real de infectados».

Free riders, son los polizones, que se aprovechan del viaje, sin pagar su costo, también surgieron la categorías de libres pensadores, que dicen cualquier cosa desde algún lugar, los famosos Covidólogos, que practican el esoterismo de la Covidología. Los pronosticadores. No hay una conferencia por Zoom que no venga la pregunta fatal, para Usted cuando vendrá y que magnitud tendrá el pico. Son tantas las variables de esta ecuación que no podemos, no es conveniente, no es serio decir, las proyecciones no fueron creadas para eso, pero hay arriesgados e inescrupulosos que vierten afirmaciones. Que aparezcan otras noticias por favor, asi podremos trabajar tranquilos en lo sabemos hacer, atender pacientes, y evitar que se propaguen los males. Existe confusión, mentiras, desinformación, mitologías, milagrería, en relación al coronavirus y la epidemia, en una especulación pseudo técnica o pseudocientífica de la COVIDOLOGÍA, ciencia que profesan los Covidólogos, que aparecen en cada programa de televisión, y habla con una suficiencia increíble de lo que no vio, ni tuvo a su cargo, imposta la presencia y la voz, en diez minutos de fama, dictaminan como verdades matizadas por el sensacionalismo, cuestiones que no se corroborarán jamas.

Si hay una cosa que caracteriza al Sars-COV-2 es la epidemia de sabios que meten su sabiduría en charcos de los que saben poco, pero en los que enredan mucho. No sólo economistas. Físicos que confunden partícula flotante con capacidad de infectar de la partícula, biólogos que confunden in vitro con in vivo, sociólogos que hablan del “comportamiento” del virus, ingenieros de inteligencia artificial a los que falta insertar “inteligencia natural” en sus algoritmos, etc., etc.

Esta epidemia de «sabios» arribistas, «figuretis» increíbles, que se creen «star», saliendo como Anthony Fauci a la izquierda de Donald Trump. Por Dios. Hacen presencia, como dicen los jóvenes. Siento vergüenza. Ninguno de los que hablan, tratan pacientes. Manejan sistemas de salud. Recursos sanitarios, camas y opinan, y opinan, hasta dictan normas, existía un sketch cómico, en un programa que se llamaba hablemos sin saber, desopilante. Como Dicen los grandes que he convocado a este Blog, falta que agreguen un poco de inteligencia natural. La medicina basada en la evidencia esta silenciada por los artículos pre print y por las editoriales.

 «Este “excepcionalismo” de la investigación debido a la urgencia es desaconsejable. Los pequeños estudios no coordinados conducen a falsas expectativas sobre el valor de los tratamientos que, como los buñuelos, se terminan desinflando. O a resultados con tanta incertidumbre que no resuelven nuestra necesidad de tomar decisiones basadas en hechos. Otros ensayos, bien diseñados, se cierran en falso antes de haber alcanzado un tamaño muestral suficiente, como el de remdesivir en Wuhan«.

«Los resultados preliminares se difunden en la prensa antes que en las revistas o foros científicos, con sesgos interesados de apreciación de sus resultados parciales, como ha ocurrido con el remdesivir. Pero también se difunden noticias supuestamente sustentadas por la ciencia para defender intereses económicos, sean de las compañías aéreas o de las asociaciones de restauradores, que ponen en duda las restricciones al uso del aforo máximo de los locales. Todos esgrimen evidencias “científicas”, algunas hechas a medida, sobre el virus».

Una de los aspectos que ejerce más presión sobre los médicos asistenciales, sobre los decisores de gestión, si debemos proveer tratamientos y comprar medicamentos es que los periódicos citan antes los trabajos que salgan publicados, generando en todos nosotros un esfuerzo adicional, porque tenemos que estar despejando lo falso, de lo positivo de lo esperanzador. Esas noticias defienden intereses económicos. Con las vacunas el problema es más profundo, es geopolítico, es una carrera armamentística de guerra fría entre China y EEUU, por la hegemonía del mundo, el 5 G y la vacuna con el coronavirus, quien será el primero en decir públicamente que tiene la vacuna: Donald Trump o su sucesor, si no es reelegido o Xi Jin Ping. Cuando aparezca la vacuna el mundo podrá parecerse al anterior, aunque cuesta ver como se podrán producir vacunas para el 60% de la población mundial.

El conocimiento científico que había construido seriamente el saber desde la evidencia de los ochenta, luego coaptada por la industria farmacéutica a fines de los noventa, esta en silencio, o balbuceando respuestas inconexas, publicando párrafos dispersos, sin respaldo, esperando que esa ciencia rigurosa, tome los atajos, para acortar los tiempos del desarrollo, producirla y vacunar al rebaño, también creando expectativas falsas, propagandísticas, de diferentes países, como la carrera armamentística o del espacio o de la producción de petróleo o de la información y en manos de quien está. Países, Universidades, Servicios de inteligencia. Los laboratorios que han tenido que suspender las investigaciones oncológicas, sobre enfermedades reumáticas, se dieron vuelta y buscar que tenían cerca, a medio camino, orbitando los fracasos, tratando de ponerlos en vigencia para cerrar mejor económicamente un año que será «catastrófico». Los desarrollo de las vacunas para el SARS o el MERS que no fue como se pretende ilusionar a la humanidad, porque han generado eventos adversos que generaron interrupciones de las líneas de investigación.

La cuarentena no soluciona el problema, disminuye la magnitud del pico, evitar el desborde, el colapso del sistema, pero la epidemia azotará la argentina, que las personas que no crean que esto esta solucionado con las acciones.

Fuera de la gestión privada, también existe una vida inteligente.

Emulando a los Grandes de la Economía de la Salud. Hoy Guillem López Casasnovas

Esta entrega es parafraseando a Guillem López Casasnovas.

Guillem Decía hace unos días “A lo largo de muchos años me he posicionado a favor de la evaluación económica, y en el área de salud en particular. Alguien se puede preguntar, pues, dónde queda todo ello ahora cuando se dice que se debe hacer «todo lo que haga falta, cuándo y cómo sea necesario y en la cuantía que haga falta».

En algunas ocasiones la sociedad, ante un evento catastrófico que cambia la carga de enfermedad tan bruscamente, que obliga la adaptación de la oferta del sistema de salud, de los proveedores profesionales y de cuidados. Pero debemos calcular que proveer, como generar redes cooperativas, como generar que los otros sectores de la prestación de salud, ante esta situación excepcional sumen los esfuerzos, o bien atendiendo demanda no COVID, o bien integrándose a una red, obviamente que las consideraciones tradicionales no aplican tan claramente hasta no estar definidas algunas cosas, o que aparezcan tratamientos adecuados, vacunas, o mute el virus, si ninguna de las tres cosas pasa entonces tenemos que continuar protegiendo a los pacientes, personal, evitando los contagios y mitigando los efectos.

“Los economistas de la salud funcionamos por beneficios y costes incrementales y tenemos buenas medidas para valorar los resultados sanitarios. Pero los que añaden de modo indiscriminado el umbral del coste soportable (poner un máximo en el gasto necesario para salvar una vida) pueden llevar por el pedregal la contribución que desde la economía se puede hacer al análisis del gasto sanitario”.

Cuanto esta costando a la sociedad salvar las vidas que otros países parecen estar sacrificando. Quién hace bien las cosas. Pienso que el confinamiento se abrió antes de tiempo a mi modo de ver, o por lo menos sin haber intervenido antes en los barrios más postergados en esta sociedad tan desigual. En la falta de coordinación entre los sectores públicos y privados, con esfuerzos y sacrificios desiguales. Los privados de la salud, habiendo dejado de internar pacientes programados, sin mostrar estar tampoco en el nivel para prevenir adecuadamente. nadie se expresa cuanto invertiremos sacrificando una economía muy debilitada, emisión, falta de oferta de bienes, economía informal infravalorada, mayor déficit fiscal, asistencia que no llegó en la velocidad y en la forma adecuada.

Y ya se oyen voces de ello: ¿Unas muertes más que se posponen valen un mayor confinamiento? Error. No se puede pasar de la evaluación micro a la macro sin solución de continuidad. Si ya es discutible entre colectivos y tratamientos (silos), menos lo es en materia de salud pública o en un caso de emergencia como el actual, que tantas externalidades provoca en la economía y el bienestar social. http://www.aes.es/boletines/news.php?idB=35&idN=1514 2020

Evidentemente la sociedad, la opinión publicada y las reacciones de los políticos, oficialistas y la oposición, cae la recaudación y aumentan los gastos por la pandemia, no se pueden hacer analisis micros, desde la macro economía o la macrogestión, los que nos toca estar en la meso gestión, tenemos tendencia a asignar por salvataje, más que por costo eficiencia. Los silos traducidos en elementos de protección personal, en desarrollar más la salud pública y la oferta de camas de terapia intensiva, que aumentaron en casi 1950 camas críticas más, llegando al número que superan las diez mil camas de terapia intensiva, pero lo que no se explica en quien lo atenderá.

Sorprende por lo demás que sea una contingencia tan desgraciada como el Covid-19 la que ponga hoy en valor la capacidad antiséptica de nuestro sistema sanitario. Es como si el coronavirus hubiera salido al rescate de la falta de uno de los pilares de nuestro sistema de protección social. Me refiero en particular al sistema catalán, la infrafinanciación y los déficits de gobernanza del cual hemos puesto en evidencia en el estudio reciente “La enfermedad de la sanidad catalana: financiación y gobernanza” para el Cercle de Salut.

Quienes estamos en esto de la salud pública, desde hace muchos años, frustradamente nos sentimos desdeñados, integrantes de una sociedad de poetas muertos, predicadores de la soledad y el silencio, de cosas que no venden tecnologías ni medicamentos, ni curas milagrosas, ni gestos mágicos, de pases o varas de «Harry Potter», hablando de genéricos, de la seguridad, del lavado de manos, de la gestión clínica, la costo efectividad, de la evaluación de las tecnologías sanitarias, del gobierno clínico, y tantas otras cosas del conocimiento ilustrado y gattopardista, nunca escuchado por los políticos, en un sistema de salud infra-financiado, con recursos mal distribuidos, y complejidades administrativas que generan tantos residuos, que pocos dineros llegan a la atención de los pacientes, entonces llevamos nuestro viejo reloj del conocimiento, a diferentes lugares para que lo valoren, pero nadie reconocía su valor como una vieja enseñanza taoista

Pero más allá de la aplaudida respuesta profesional, nos queda un futuro aún más incierto. Una vez superada la pandemia habrá que afrontar una nueva purga de las cuentas públicas. La financiación no dará para mucho, y arrastraremos el inconveniente de los cambios necesarios en la sanidad pública que se pospusieron en su día; primero cuando «España iba bien» y luego con los recortes indiscriminados realizados. Así las cosas, el acento deberá situarse en los cambios de gobernanza, en la mayor responsabilidad individual en el consumo de recursos y en la participación de la sociedad en los órganos de gobierno de nuestras instituciones. Y habrá que vencer la reclamación de remedios que pasen por la estatalización y el retorno a la vieja sanidad.

Luego de los aplausos, quedará la realidad desnuda, el paramo de la desinversión, de los recortes presupuestarios, salariales, falta de insumos, y al 14 puesto en la agenda social, los hospitales quedarán en el olvido y muchas clínicas cerrarán o pasarán al sector público. Existirá demanda contenida que requerirá soluciones y mayor productividad. El cambio cultural que se iba a producir, la decencia, las instituciones y resulta que muchas de estas cosas fueron cosméticas. Porque más allá de los oportunismos políticos, poco es lo que se hizo por la salud pública en la provincia de Buenos Aires. Tampoco en CABA, pero esto se nota menos, porque estos establecimientos, tienen equipos con un liderazgo que los impulsa y profesionales destacados, hospitales que son universitarios, y siempre, con lentitud resolutiva y poca gestión, las prestaciones son de calidad.

Reivindicamos, por lo menos y mientras tanto, la importancia del buen gobierno, de la cohesión social, de la salud pública, de la asistencia sanitaria, de la motivación intrínseca de los profesionales. Y sirvan estas líneas para reivindicar, por parte de un estudioso de la economía pública, la importancia de contar con instituciones que funcionen y con buenos analistas de la actividad pública al servicio de los ciudadanos, a la vista, constatable hoy, de que fuera del sector privado también hay vida inteligente.

El sector público de salud, se reivindica en estas circunstancias, y llevará el peso máximo de respuesta, e innovará en varios dispositivos que servirán para modificar el modelo prestador, con un cuidado prehospitalario y una excelente mesa operativa como fortalezas que superan cualquier estructura privada, faltaría un poco más de complementación con los otros sectores y constituirse en redes. La transformación de la gobernanza será fundamental con vistas al futuro. Como dice Guillem, fuera del sector privado también existe vida inteligente.

Emulando a los Grandes de la Economía de la Salud en el tiempo Covid.

Esta intervención es para discutir conceptos recientemente publicados: destacados, preclaros, disruptivos, originales, que orientan el pensamiento en la tempestad, esta valoración es personal, pero presentaré testimonio parafraseado y literal. interpretando a: Bea González López Valcarcel, Vicente Ortún Rubio, Ricard Meneu Guillema, Salvador Peiró, Guillem López i Casasnovas, Idelfonso Hernández, Carlos Campillo Artero y Juan del Llano Señarís. Sirva esto como tributo y reconocimiento.

Objetivo: Salir del encierro de la cotidianeidad. Entender que existirá una normalidad diferente.

Primer parte.

Introducción.

«Ante la proliferación pública de inopinados “especialistas en pandemias”, comprobar que existen profesionales, técnicamente competentes, dedicados a velar por la salud colectiva, monitorizar sus problemas y aplicar métodos científicamente contrastados a su resolución ha puesto los focos sobre unas actividades que ni antes debían haber sido ignoradas ni en lo sucesivo deberemos desatender. Especialmente desde que hemos visto concretados los riesgos que enfrentamos en una sociedad globalizada, y porque no deberíamos esperar a sentir en carne propia los aún mayores compromisos para la salud derivados de la continuada, creciente e insensata agresión al equilibrio de nuestro hábitat planetario.«http://www.aes.es/blog/2020/05/09/una-nueva-normalidad-una-nueva-salud-publica/

Observamos en todos los ámbitos aparecer públicamente Especialistas en pandemias, y en la Covidología, y nadie en la medicina que exento de semejante tentación por la notoriedad, en los noticieros, en los programas cuya temática es la política son convocados estos Licenciados en Saber de Casi Todo, vertiendo afirmaciones gasíferas que no corresponden siquiera a la experiencia personal que es bastante endeble per se, sino de la lectura ilustrada, que todos compartimos, gracias a que las principales publicaciones han abierto la información, para contribuir a que el planeta esté informado.

Los riesgos de la sociedad globalizada, de ceder producción estratégica para la subsistencia de su población a otras naciones, y con la diseminación de personas trasladándose de un lado al otro, con un país afectado en su centro de logística Wuhan, que producía insumos esenciales para la prestación de salud y en particular para esta pandemia. Estas mareas humanas de logística migratoria con fines comerciales, turísticos, migratorios o de distribución, generaron Un verdadero efecto mariposa. No fue un cisne negro.

La mística «Covidología», nos permite saber cuanto tiempo necesita el virus para poder contagiar, (quince minutos o mas para considerar contacto cercano) como se traslada de un cuerpo al otro, la distancia, 6 pies o dos metros, ¿Por qué no más? el tamaño de las partículas en las cuales viaja, como su spike protein desarrolla afinidad por el receptor ACE 2, cuales son los factores que predisponen, en que grupos poblacionales desarrolla las formas más graves, cuanto sobrevive en las superficies y todos repetimos, con el saber de la fe, místico, no científico, llevando de un lado al otro el espanto, la intranquilidad, la conciencia de que somos mortales y susceptibles de enfermarnos, y la «solemnidad de la sabiduría», conceptos que por repetitivos se transformaron en verdades, que en poco tiempo pueden ser revocadas por otro sabio de la iluminación. Empezamos por ver lo pintoresco, e interpretar Science y Nature, el origen de la zoonosis, como el murciélago utilizó a otro mamífero desconocido en estas latitudes para pasar al hombre, Asi desarrollo ya en el hombre un Ro de 2,2 o 2,4, que algunas medidas seculares, del lockdown, pudieron bajarlo a menos de uno, denominándose en función de la resultante efectividad de medidas el Rt, que para controlar la epidemia tiene que ser 0,3 y de esa forma aplanar la curva y atenuar el pico, hasta que una tormenta biológica pueda dar por tierra todo el esfuerzo colectivo, y el sacrificio patrimonial de la economía en modo pausa a generado.

«El éxito de las acciones de salud pública es su invisibilidad, que no ocurra nada, por eso solo aparecen en la agenda pública cuando hay problemas, bien limitados como, por ejemplo, un brote de intoxicación alimentaria (como el reciente brote de listeriosis con carnes frías), o de la magnitud global del que ahora nos ocupa». http://www.aes.es/blog/2020/05/09/una-nueva-normalidad-una-nueva-salud-publica/

Una concepción que es cierta y compartida, pero que no sea observada, que no moleste con reclamos que no se pueden cumplir, la lleva lentamente al ostracismo, y los dirigentes si no tienen temor, no escuchan las propuestas técnicas, en general no quieren ruidos del línea del área de salud. Estas personas mundialmente reconocidas y que estoy citando en el blog, tampoco son escuchados, por las autoridades de los ayuntamientos. Nunca se ven las huelgas ni los reclamos, cuando la gente se entera de lo que gana un médico, no lo puede creer. Su éxito es su invisibilidad, no sirve en los tiempos que todo lo que se hace tiene que ser voto efectivo, como se ha naturalizado que la salud hay que pagarla en Argentina, como la educación entonces no sube en la agenda social dentro de las cuestiones indispensables, pero si actualmente y transitoriamente, nada de esto quedará si no hacemos aceleradamente los cambios, las peticiones, las sugerencias. Tenemos que aprovechar este momento para salir del ostracismo y recuperar protagonismo, ofreciendo ante cada problema varias soluciones. Ser parte de la solución y no del problema.

Por definición y objetivos, la salud pública está en el centro de dos de los problemas que más amenazan a la humanidad: el cambio climático y las nuevas pandemias. Afrontarlos requiere atender a la eclosión incesante de nuevos conocimientos y tecnologías que interaccionan con la acción de salud pública y reconocer la exponencial complejidad de la toma de decisiones en un entorno cada vez más interconectado y global. Las políticas que afectan a nuestra vida y salud son producto de un gobierno multinivel, lo que en el caso de la Unión Europea se visualiza de modo más patente.

Los autores mencionados, citan el cambio climático y las nuevas pandemias, nuestra realidad esta atravesada por las viejas pandemias, que vuelven, se juntan con las nuevas, las enfermedades de la transición epidemiológica, y la desigualdad en el acceso a los servicios de salud y a una calidad acorde. Nuevas, viejas pandemias, las enfermedades de la transición, desigualdades en el acceso a los tratamientos y postergaciones. Recién allí empezaremos a pensar en el cambio climático, que no tiene significación en la dialéctica periodística, y se encuadra en un debate que las grandes potencias no quieren firmar tratados que posterguen el calentamiento global, porque comprometerá su programa de crecimiento, económico y del producto bruto interno. La realidad que hay que hacer frente a viejas necesidades y sin descuidar las nuevas. Tenemos también nuestras enfermedades olvidadas como El Chagas, que esta puesta en el olvido. la falta de acceso a medicamentos esenciales. Mejorar la función de rectoría. Resolver el problema de los recursos humanos, para que tengamos más enfermeras y los médicos adecuados a la distribución que se necesita. Todavía tenemos que asegurar acceso al agua potabilizada, que en los barrios solo tienen el 25%, y las personas que viven en una misma vivienda sin las características indispensables para mejorar la satisfacción de sus necesidades

«En el fragor de la calamidad hemos percibido otro tipo de  “brotes” asociados a este impulso creativo, ya sean de modelos epidemiológicos, de dictámenes técnicos, de recomendaciones de expertos, etc. Y etc., etc. Unas formidables capacidades científicas y técnicas que han pugnado por sobresalir en la esfera pública. Por descontado era imposible evitar que este elogiable entusiasmo conllevara solapamientos, ineficiencia y cacofonía, cuando no confusión, de voces expertas en los medios de comunicación. Pero basta con pasear por Internet para reparar en que cuando creemos que cierto grupo o institución aporta una presentación y análisis de datos que parece inmejorable, rápidamente nos encontramos con una alternativa novedosa que facilita una mejor caracterización y comprensión de los mismos datos exportando nuevos desarrollos procedentes de la infografía, softwares aplicados, etc.»

La desesperación nos llevó a buscar modelación matemática para saber cantidad de casos, progresión, pico, como lograr hacer una meseta, cuantas camas se necesitan y cuantas unidades de cuidados intensivos, empleando modelos polinómicos de esquemas epidemiológicos de susceptibles, enfermos, internados y recuperados, asumiendo una cantidad de asintomáticos, que puede justificar en el modelo italiano y Español la cantidad de casos graves, que no vemos en la actualidad en argentina, ni cuando España e Italia están saliendo de la cuarentena.

«En este contexto, la salud pública del futuro tiene el reto de desarrollar capacidades integradoras para dar respuestas científico-técnicas adecuadas y con celeridad ajustadas a la acción en cada ámbito, y debe tener un alto nivel de buen gobierno que además de transparencia, rendición de cuentas, participación e integridad, garantice una independencia política que propicie su reputación pública. Con estos fustes debe ser capaz de influir en el ámbito decisional público para mejorar la salud de la población, para que el conjunto de acciones públicas y privadas integren la salud como objetivo, al ser garantía de incrementos de bienestar y resultado económico.

Implica integrar el conocimiento científico técnico, con la rapidez de los cambios, propone una independencia con la gestión política de turno, que es un tanto utópica, no por lo exitosa que resultaría, sino que requeriría de un gobernante con convicciones sobre que la salud es un política de estado y que trasciende a los gobiernos de turno. Salvo gobiernos como el de Gran Bretaña, de Nueva Zelandia, Australia, Alemania, Suecia, entre otros, muchos países los que se ocupan de la sanidad, saben que su primer misión es contener las demandas infinitas parcialmente justificadas.

«Somos conscientes que todo el esfuerzo analítico y propositivo resultará estéril sin una demanda solvente de reconfiguración de nuestras capacidades en salud pública y sus modos de gobernanza. Pero también de que no estamos ante una más de las (¿infinitas?) reivindicaciones corporativas o gremiales que ya entonan el sempiterno “¿Qué hay de lo mío?”. A la vista de las nefastas consecuencias sobre el bienestar colectivo que las insuficiencias apuntadas provocan, no parece insensato afirmar que entre las actuaciones prioritarias a emprender por una sociedad que pretenda mantener cierta capacidad de respuesta ante las crisis ya visualizadas, cuesta encontrar candidatos más idóneos que la salud pública, en el sentido más amplio, y su buen gobierno. Antes de que la resiliencia nos lleve a olvidar lo vivido convendrá impulsar los cambios necesarios para que sus formas de articulación y funcionamiento nos permitan disponer de la salud pública de un futuro que no solo está ya aquí, sino que nos está pasando por encima».

Sugieren que se tome esta crisis que lleva a la saturación del sistema, como la oportunidad para la reconfiguración de las capacidades del sistema prestador, que transforme las formas de gobierno, y como estas interactúan con otras estructuras del estado: productivas, económicas, sociales, de empleo, de condiciones de vida. ¿Por ejemplo, seguiremos permitiendo que personas que vienen de otras latitudes vengan sin tener condiciones mínimas, que humanización o apertura es colocar a las personas como excluidos del sistema?, que luego tendrán miedo cuando vienen los que los quieren atender decir que estar enfermos porque los otros del barrio, los estigmatizarán, o los amenazan, porque las fuerzas de seguridad de la mano de los guardapolvos blancos llegan hasta donde no debieran, el corazón de los negocios ilegales, minoritarios, rodeados de una pantalla de personas humildes de trabajo y que quieren superar esa opresión desde un trabajo digno.

En la anterior entrada abordamos el doble aplanamiento, de la curva epidémica y de la recesión, a partir de la acción desde la salud pública y la asistencia sanitaria. Más recientemente, en el blog de Nada es Gratis, hemos recordado el ‘pasillo estrecho’, de Acemoglu y Robinson, la trayectoria definida entre un Estado con creciente capacidad resolutiva al tiempo que se mejora el control democrático sobre el Leviatán, ejercido por una sociedad fuerte y movilizada. http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

Instalan el concepto a considerar la epidemia y la economía, no desde la lógica de un versus, que es constante buscar nuevas formas de equilibrio, disminuir el contagio y recluir a la sociedad, Surgen entonces la enfermedad, la muerte, la recesión y el desempleo, como la atención sanitaria tendrá como protagonista a la salud pública, y al estado.

Pero algunas de las acciones pueden limitar las libertades, los derechos personalísimos de las persona, el riesgo de una sociedad fuerte, unificada y movilizada por mayorías, que luego da pasos a los autoritarismos, que encuentran su legitimación por ese justificativo inicial de tener que controlar el estado de tu salud, pero ya tus datos te pertenecen al ilustrísimo, y el sabrá si eres hipertenso, diabético, depresivo, constipado, todo, ya nada de tu intimidad le pertenece. El sueño del autoritarismo de la mano de un fin superior y una crisis terminal.

«Las tres palancas son:

  1. El control de movimientos, en un contexto democrático, por más que en alarma;
  2. El distanciamiento físico, mal llamado social, pues precisamente ahora más que nunca se requiere un amalgamiento de la sociedad, aunque más basado en herramientas virtuales;
  3. El imprescindible seguimiento de contactos, aún no bien resuelto por carencias globales en la disponibilidad de test y, consecuentemente, de indicaciones acordes con criterios clínicos y epidemiológicos, que ha de facilitar el desconfinamiento gradual y la reactivación de la actividad económica.» http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

Controlar los desplazamientos de las personas, como lo hacen, que medios utilizan y por cuanto tiempo, son los elementos más peligrosos donde la contención se tira por la borda. los enfermos leves viajan, viajan y contagian. Durante el trasporte y cuando llegar. Algunas carencias limitan las posibilidades de actuación en el sentido deseable. Es una de las palancas del éxito de las medidas.

La otra es el distanciamiento físico, las autorizaciones de salid, el uso de las mascarillas sociales, que cada vez deben ser más efectivas, para que no contagie el que esta enfermo. Pero no se evita la contaminación de las superficies y allí tenemos un problema que las superficies deberían ser limpiadas por quienes las usan.

Por último, la actuación en cada detección, de un caso positivo, se deben identificar sus contactos estrechos, su ámbito laboral, para desplegar las acciones en los dos lugares, en ambos sitios de la dimensión individual a la familiar, al barrio, a la comunidad, como también a colocar exclusas para que del barrio no se trasmita, pudiendo realizar aislamiento más estrictos de esos barrios.

Así, la incapacidad para poder dar una respuesta amplia a las necesidades de detección de los contagios ha sido una constante desde el inicio por el desajuste entre oferta y demanda tanto de reactivos y suministros, como de pruebas diagnósticas. A lo que se suma la dificultad de coordinación e información para la compra centralizada de reactivos, la aparición de oportunismo en esos mercados, traducido en precios desmesurados, acceso preferencial y proteccionismo mediante el cierre de fronteras. Para salir de esta encrucijada, conviene acumular talento, experiencia, coordinación, capacidad y recursos. http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

Significan la imposibilidad para contener contagios de desplegar la cantidad de estudios y que una vez utilizados se pueda detener la difusión, a medida que no se puede contener desde el caso original, la reproducción será de varios orígenes que no se podrá determinar, entonces ese será el momento que se impone la internación y el seguimiento, conviene acumular talento y coordinación.

El talento y la experiencia tiene que aprovecharse para mejorar la toma de decisiones, por lo que el verdadero impacto de la pandemia, en términos sanitarios, estriba en los grandes retos que plantea al conjunto del sistema. Algunos ya eran conocidos, al igual que sus siempre postergadas formas de resolución, pero otros se han visibilizado abruptamente. Parte de los recursos adicionales que se aporten al sistema sanitario tendrán algunos destinos obvios, como las compras del equipamiento y de suministros insuficientes –respiradores, material para la realización de test diagnósticos…, – o la retribución de las horas extraordinarias dedicadas a la atención de los pacientes. Y también habrá que ir direccionando recursos económicos para sufragar inversiones que ahora se han revelado necesarias, o para la compra de algunos materiales y servicios, todo lo cual deberá pasar a formar parte del gasto corriente del sistema de salud. http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

Al igual que la sanidad ha estado en el núcleo del origen de esta crisis, ahora debe liderar las estrategias virtuosas de reconfiguración de los servicios públicos, demostrando cómo aumentar la capacidad de respuesta del sistema sanitario, tanto en situaciones excepcionales como en su funcionamiento ordinario, a la luz de las enseñanzas de esta crisis.

Algunas propuestas a partir de lo que la epidemia añade a lo ya sabido

La pandemia debería servir para detener la tendencia de un buen sistema sanitario, claramente la estrella de nuestro estado de bienestar, hacia su ‘desamortización’, su subasta pública…sin ahogar, antes, al contrario, los estímulos a la eficiencia e innovación. Ciertamente hay restricciones importantes, pues toda inversión extraordinaria se traduce en un gasto corriente que se consolida, por lo que en un horizonte de contracción de recursos habrá que insistir más en adaptabilidad y flexibilidad que en obras y equipamientos.

Plantean claramente que a pesar de la inversión que se ha realizado en el sistema de salud, camas, respiradores, monitores, equipos y salas, hospitales modulares, estos necesitarán una gestión eficiente, porque la normalidad llegará y deberemos prescribir sabiamente, solicitar los estudios correctos, y no hacer prácticas que no agreguen valor.

En el marco de las restricciones previsibles, aumentar la capacidad de respuesta del sistema sanitario, tanto en situaciones excepcionales como en su funcionamiento ordinario, exige actuar coordinadamente sobre los principales rasgos que caracterizan nuestro sistema. Por su indiscutible relevancia, nos centramos en las siguientes ocho líneas:

Adaptar la oferta, la gestión clinica, aumento de las competencias de los equipos de salud, atención primaria, residencias de salud o centros extrahospitalarios de internación. investigación y desarrollo, salud pública y determinantes sociales

Adaptar la oferta, reconociendo que esta es generadora de su propia demanda, que los ámbitos para que funcionen requieren personas, y podría resultar sano, cerrar algunos espacios peor equipados por otros, se debe innovar en la gestión de pacientes, en un entorno de competencia. Es segundo es la gestión clínica de los recursos de dignóstico y tratamiento, admitir y ser sinceros que los recursos no alcanzaron y que ningún país por más desarrollado del mundo se ha encontrado preparado en N95, En EPP, en contar con las camas de terapia intensiva adecuada, en los monitores necesarios, pero ninguno, ninguno tuvo el personal suficiente, por falta de previsión, por no desarrollar los incentivos para generar un ejercicio de libertad por las opciones para desempeñarse en los equipos de salud, diferenciación en especialidades que ha afectado a los médicos, que buscar una especialidad, y dentro de ella una competencia que su venta se genere la utilidad en el empleo de su tiempo, pero que no estaban preparados para esta pandemia. Los que si saben intubar como los anestesiólogos no lo quieren hacer. Porque le disminuirá sus ingresos. En ese mismo sentido los autores desarrollaron la importancia en la adquisición de conocimientos en ventilación mecánica, en uso de tomografía, conocer de distress, de shock, de microtrombosis, de falla multiorgánica desarrollar dispositivos extrahospitalarios, tanto de entrada como de salida, para descongestionar las guardias y las unidades de cuidados moderados.

1- Adaptación de la oferta

Proporcionar adaptabilidad a la oferta exige incentivar aquellas organizaciones que, bajo control público y seguramente derecho privado, en un entorno de competencia por comparación en calidad suponen un mejor sistema sanitario. La utilización de recursos sanitarios tiene carácter gravitacional -en ausencia de hospitales no hay ‘morbilidad hospitalaria’- por lo que la clave de la eficiencia del gasto sanitario estriba en la gestión de la utilización.

Cualquier gestión de la utilización requiere de planificación de oferta. La práctica clínica se adapta a la oferta disponible en cuanto a medios a disposición y cartera de servicios establecidos, como repetidas veces se ha mostrado desde la famosa «historia de dos ciudades»: Boston y New Haven. Por otra parte, la práctica clínica como principal asignadora de recursos sanitarios —en decisiones diagnósticas y terapéuticas—, contiene la clave para que un sistema sanitario de financiación pública sea deseable para los ciudadanos votantes: que sea solvente, que tenga capacidad resolutiva, lo que con recursos limitados implica tanto eliminar el exceso de utilización inadecuada, la sobreutilización y la infrautilización —un tercio del gasto sanitario en Estados Unidos (un 6% de PIB por tanto)— como reducir la brecha entre la eficacia (lo que idealmente podría conseguirse) y la efectividad (lo que realmente se está consiguiendo).

La crisis está mostrando una capacidad de respuesta, adaptación de unidades, cambio de roles y agilidad de procedimientos, normalmente bajo liderazgo clínico, que debería permanecer. Se ha ganado capacidad de reacción y flexibilidad en las organizaciones sanitarias. El reto inmediato está en conseguir, sin perder esa flexibilidad recién ganada, atender adecuadamente los problemas de salud “aparcados” estos meses, y los nuevos que aparecerán, como estrés postraumático, complicaciones de enfermedades crónicas por falta de ejercicio, complicaciones de procesos en su momento demorables, etc. (Figura 2).

Figura 2. Las oleadas previsibles. [A partir de la atribuida a @VectorSting, con la inestimable ayuda gráfica de Escarlata Almenar].

2- Gestión clínica

A nivel de gestión de equipos, servicios clínicos y centros, con la crisis se ha demostrado la capacidad de adaptación, el liderazgo clínico y la agilización de procedimientos administrativos (esta última, también a nivel macro). Es muy llamativo ver cómo algunas organizaciones en esclerosis en las que cualquier reforma organizativa, por mínima que fuera, era sistemáticamente rechazada, han sido capaces de aunar y coordinar esfuerzos e introducir reformas sobre la marcha en la organización de los flujos de pacientes, en la asignación de quien atiende a quién, y dónde, así como en los roles profesionales. También los gobiernos, central y autonómicos, han desplegado imaginación y celeridad para obtener suministros, para financiar investigaciones estratégicas relacionadas con el COVID-19 e incluso para reconvertir una pequeña parte de la industria para fabricar soluciones hidroalcohólicas, respiradores o mascarillas.

3- Nuevos roles profesionales

Para propiciar los nuevos roles exigidos en cada circunstancia, los servicios deben ser prestados por quien tenga mayor capacidad resolutiva, para lo que hay que redefinir regladamente las competencias profesionales de modo que pueden existir, entre otros, ayudantes médicos y quirúrgicos y permeabilizarse las barreras entre especialidades (anestesistas e intensivistas es un ejemplo muy visible). Eso exige cambios en la formación –y actualización, planificando entrenamientos continuos y simulaciones- de todo el personal, de forma que en un momento puedan dejar de hacer sus tareas más habituales y pasar a contribuir capacitadamente en aquellas que la situación concreta requiere. Los cuestionables planes de formación continua y continuada se pueden aprovechar para esto, pero no dando clases presenciales o en plataformas electrónicas, sino más bien con los métodos de aprendizaje propios de las disciplinas sanitarias: “ponte a mi lado, observa, pregunta, y luego tutorizo cómo lo haces tú”. Porque lo que se requiere no son (muchas) más camas de UCI estructurales, sino desplegar la capacidad de multiplicar camas como si fueran panes y peces en situaciones imprevistas. Como hemos hecho ahora, pero en lo sucesivo con orden y medios: respiradores, monitores y personal formado y entrenado.  Seguramente nunca estaremos suficientemente preparados para atender un “pico” tan excepcional como el surgido en Madrid. Pero sí podemos estar preparados para multiplicar por 2 o por 3 lo que tenemos habitualmente. http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

Considerado así, parece una magnífica ocasión para replantearse bastantes aspectos de la organización y gestión del sistema sanitario público, ahora que se han visualizado nítidamente tanto sus indudables virtudes como sus evidentes limitaciones, así como las importantes deficiencias que en los últimos tiempos se han agravado tanto o más como se han denunciado.  Se trata de liberar de la inadecuada regulación esclerosante impropia de un sector punta en la sociedad del conocimiento la iniciativa y capacidad de respuesta mostrada por los centros sanitarios durante la epidemia. Al Estado lo que es del Estado, pero a la producción de los servicios sanitarios financiados públicamente competencia por comparación en calidad. Autonomía gradual en el tiempo con una financiación que progresivamente deberá tener más en cuenta, o algo, la calidad realmente ofrecida. http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

4- Atención Primaria

La focalización en episodios agudos ha restado protagonismo a la Atención Primaria (AP), la casa habitual de los procesos crónicos. En esta crisis, el papel de la AP ha sido muy dispar entre Comunidades Autónomas y en algunas ha quedado virtualmente eclipsado por los responsables de salud pública y vigilancia epidemiológica. Pero en otras la AP ha mostrado su plasticidad cambiando radicalmente su forma de trabajar. Ha aprendido en veinticuatro horas a hacer telemedicina por teléfono, ha seguido a los contactos de los casos confirmados, pautado pruebas y atendido a los ancianos de las residencias que constituyen el grupo de población identificable más vulnerable a la enfermedad. En pocos días ha adaptado su práctica diaria a los nuevos requerimientos desde sus propias bases conceptuales. Lo que se consideraba impensable cuando era escrito por algún arbitrista se ha materializado como despliegue natural de las funciones intrínsecas de la AP en una situación insólita.

5- Residencias sociosanitarias

En España, unos 360.000 ancianos viven en residencias, representando apenas un 4% de los mayores de 65 años. Sin embargo, la tercera parte de los mayores fallecidos en España vivían en residencias. Considerando la desproporcionada fracción de pacientes afectados, el sector sociosanitario tendrá que ser más sanitario, y la supervisión directa de las residencias de ancianos, una misión prioritaria de Salud Pública y AP. Más allá de la materialización inmediata de las obvias medidas que la crisis exige, cuando amaine no parece que podamos postergar demasiado una reflexión, empíricamente informada, sobre la reconfiguración del sector.

Aceptar, que las cosas en una epidemia pueden ocurrir, que los ancianos que están confinados en instituciones se pueden morir, claro. Porque, están conviviendo con otros ancianos, y su familia que los visitaba ya no lo puede hacer, pero quienes los atienden vienen y van a la misma sociedad en la que está circulando el virus. Este germen con su capacidad de provocar neumonía e insuficiencia respiratoria, a alguien que tiene bajo su estatus de salud, aumenta la mortalidad por encima del 20%. Los podremos tener recluidos tanto tiempo. Que será de ellos.

La única posibilidad que esto cambie esta bastante alejada: que aparezca un medicamento que sea eficaz, que se pueda desarrollar, producir y aplicar una vacuna, y finalmente que el virus mute, por una morfología genómica con menos capacidad de contagio y patogénica.

Será el momento de plantearnos de los dispositivos asistenciales destinados a este fin, y la responsabilidad que le corresponde a su familia o al financiador de su seguro de salud. Cuanto es lo que costaría cuidar a una persona. Esto tal vez, hoy implique un valor superior o cercano a los 4.000 pesos.

6- Salud Pública

Esta crisis ha mostrado la importancia de una Salud Pública activa y realmente contemporánea. Hace una década, con la aprobación de la Ley de Salud Pública, entrevimos la factibilidad de guiar su consecución por medios regulatorios, plasmando los anhelos de buen gobierno en normas y disposiciones que lo materialicen. La prolongada suspensión de su desarrollo normativo muestra ahora los perjuicios del cómodo o interesado “no hacer”.  Que el 17 de marzo se publique una Orden Ministerial sobre remisión de información epidemiológica ilustra cuán necesario era el  desarrollo reglamentario de dicha ley en lo relativo a vigilancia de salud pública, o en tantos otros aspectos que hubiesen sido de gran utilidad para afrontar la crisis.

La gran mayoría de países de la OCDE comparten insensatamente una baja inversión en Salud Pública, fácilmente comprobable observando lo rudimentario del sistema de información y vigilancia de salud a pesar de la capacidad técnica de los profesionales, lo que tiene efectos perjudiciales sobre nuestra salud. Parece que es momento de articular, aunque sea esquemáticamente y alrededor de las necesidades perentorias de coordinación de la vigilancia, el embrión de la futura Agencia Estatal de Salud Pública con una configuración en red. No se trata de tener cientos de modelos predictivos, de propuestas preventivas, de transición, etc., sino de facilitar el debate y el intercambio científico-técnico en lo que ahora se hace de forma menos eficiente por incompleto, desestructurado y suspicaz. La crisis ha mostrado que la no incorporación rutinaria de los principios de buen gobierno en todos los niveles jurisdiccionales crea tensiones institucionales y resquicios para la crítica indiscriminada. La transparencia, la participación, la rendición de cuentas y el resto de principios de buen gobierno no son una opción ornamental, pues determinan la calidad y efectividad de la actuación pública.

7- Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i)

En general, el sistema de I+D+i en nuestro país es débil y entre sus áreas más descuidadas cabe incluir la investigación clínica (la que investiga con pacientes individuales para, por ejemplo, evaluar la efectividad de un tratamiento), la epidemiológica (la que investiga con poblaciones) y la investigación en servicios de salud (la que investiga el funcionamiento de las organizaciones sanitarias, incluyendo aspectos económicos o de calidad de la asistencia). Es decir, aquellas orientadas a la búsqueda de repuestas a las preguntas que ahora nos asaltan.

El papel del Estado en la financiación y desarrollo de la I+D+i, supuestamente reservado a corregir los fallos del mercado, nunca se ha limitado a ello, sino que también ha sido emprendedor y creativo, y es un componente más que esencial en el sistema de ciencia, tecnología e innovación de diferentes países, como apuntan los trabajos de Mariana Mazzucato, en los que España nunca aparece entre los muchos ejemplos utilizados.

Ciertamente tenemos un problema de financiación, pero no sólo. También suponen importantes trabas innecesarias los esquemas hiperburocratizados asociados a la financiación pública, las políticas de recursos humanos, las múltiples barreras que separan con artificiosos muros jurídicos la investigación de la clínica o de la gestión sanitaria, así como la extendida ausencia de estrategias, aunque no en el mismo grado en todos los territorios, para desarrollar una masa crítica investigadora suficiente dirigida hacia objetivos accionables.

Pero la crisis también ha sacudido este entorno y hemos visto cómo se disponía  de financiación rápida a grupos con experiencia o capaces de alcanzar el mercado con productos de interés, se han dinamitado algunas -todavía pocas- barreras de incompatibilidades entre proyectos, ha habido aprobación ultrarrápida de ensayos clínicos y apoyo de las administraciones sanitarias para reclutar clínicos colaboradores y pacientes, excepciones extraordinarias para la recogida de muestras biológicas en proyectos de investigación en COVID-19, e incremento de la colaboración entre grupos para abordar proyectos de mayor dimensión. Solo ha hecho falta que el Estado relajara su demostrada creatividad para dificultar la investigación y aplicara este entrenado talento a fomentarla. Todas estas respuestas improvisadas, junto con muchas otras de similar calado, deben transformarse en estructurales.

Existe en nuestro ámbito un área todavía no orientada estratrégicamente de investigadores, conformada por un aplicativo, de personas inteligentes, tremendamente formadas, que revalidaron sus conocimientos en papers, que están disconformes con el sistema que los contiene, enamorados o románticos de su propias investigaciones, y no de lo que necesita el Estado, la nación y la Sociedad, y no pocas cosas se han realizado, y como resultado de ello, hay muchos compatriotas, por el planeta, viviendo de su conocimiento y tres premios nobeles que nos dan un halo esperanzador, deberíamos sin entrar en debates ideológicos, que investigadores y que campos nos deberían ayudar a mejorar, no solo en descubrimientos sino en tecnología de materiales, fabricación, provisión.

8- Determinantes de la salud

En un sentido amplio, los determinantes sociales de la salud no han variado. No hay que asociar automáticamente mejora de la salud con mayor gasto sanitario. No ha sido así históricamente ni lo es en la actualidad. En países desarrollados, la educación es la variable más explicativa del nivel de salud contribuyendo además a la capacidad y armonía de un país. La educación, como inversión en capital humano, es la que puede permitir a un país aumentar su productividad y cimentar su cohesión pues una mejor educación se correlaciona no solo con estar ocupado con sueldos más altos y mejor salud, sino también con mayor confianza en la sociedad, más efectividad en la actuación política y participación más elevada en tareas de voluntariado social. Los resultados de calidad educativa en España, tipo PISA (15 años) y PIIAC (18-65 años), dejan mucho que desear; así el sistema educativo español efectúa un trabajo mediano en los procesos rutinarios, pero cuando se precisa iniciativa y creatividad, fracasa. Sin iniciativa ni creatividad no hay innovación, sin innovación no hay crecimiento posible, y sin crecimiento el futuro solo ofrece más devaluación interna y menos progreso social. Para igualar las oportunidades hay que centrarse en la educación pre-escolar y la primaria complementada con un gasto social centrado en los niños y niñas con mayor riesgo de exclusión social. Cada vez más, en un mundo en el que fácilmente puede crecer la desigualdad entre quienes disponen de suficiente capital humano para trabajar con máquinas inteligentes y quienes precisamente serán reemplazados por esas máquinas, la eficiencia en la asignación de talento, así como la movilidad social, pasan por invertir en la educación de los niños y las niñas en edades tempranas, particularmente en aquellos con mayor riesgo de exclusión social.

En la primer acumulación de casos fueron los viajeros acomodados de clase media, luego los contactos de estos, en tercer lugar el personal de salud, luego los ancianos de los hogares y ahora de los barrios pobres de la ciudad de Buenos Aires. Ahora golpearan nuestra puerta.

Arriesgando conclusiones, todavía cuesta arriba

«La crisis de la COVID-19 debería aprovecharse como una dramática, pero conveniente oportunidad para apuntar un futuro guiado por el aprendizaje general a partir de las experiencias de organización y gobernanza que se han demostrado más exitosas.  Lo realmente dramático sería que una vez capeada la crisis se pretendiese volver sin más a la situación de partida creyendo que lo peor ya ha pasado. ¿Cuándo abordaremos, como han hecho otros países de nuestro entorno, un esfuerzo real de simplificación normativa y de gestión? ¿Cuándo se oirá a quienes gestionan, clínicos obviamente incluidos, en pie de igualdad con quienes controlan?»

Mientras, convendrá reiterar el insoslayable carácter de ensayo y error de las políticas públicas, en ocasiones casi como si de un robot aspirador se tratara. Y que en las crisis y epidemias apenas se destruye capital físico, por lo que hay que preservar, y mejorar, tanto el capital humano y organizativo como el social. Ya apuntaba Camus en la novela que todos hemos (re)leído estas semanas “la peste tiene alguna acción benéfica, ¡que abre los ojos, que hace pensar!http://www.aes.es/blog/2020/04/19/la-salida-mejorar-la-capacidad-de-respuesta-sanitaria-y-social/

  • He intentado transmitir con todo respecto la enseñanza de algunos de estos autores, que tienen distintas formar de observar la realidad sin par, porque sencillamente pertenecen a un grupo que sin proponérselo son distintos como piensan, escriben, se relacionan, postulan, desde la persistencia, el silencio infranqueable de la política, que está centrada en otras prioridades. Es muy agradable interpretar estos grandes autores, visionarios agudos de la realidad, independientes, pero inteligentes y buenas personas.

Como cuidar a nuestro personal de salud

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Introducción:

Los médicos, enfermeros, son la primera línea, donde se realiza el diagnóstico, la correcta gestión de los pacientes con infección por Covid 19 SARS 2, se los estadifica, y se los interna en el nivel adecuado de atención. Por lo tanto, es importante debatir que hacer para que no se contagien, no se enfermen. Encuadrados por el contexto del mercado de trabajo de la salud, las dificultades y la complejidad que genera el pluriempleo, las circunstancias de las cuales partimos que distan mucho de ser las ideales.

No siempre basarse en que lo mejor o lo que hicieron en otros países es posible y menos con la realidad de nuestro mercado de trabajo. Por ello debemos esforzarnos reasignar recursos y cuidar nuestro factor humano. Esto es vital para la pandemia. Se debe pensar en solucione innovadoras, diferentes, que exigirá a las personas un esfuerzo diferente, y que tal vez no tenga reconocimiento posterior.

¿Qué previsiones debemos hacer y cómo enfrentar las crisis que ocurrirán?, ¿cómo informar al personal y a los pacientes que fueron atendidos por ese personal enfermo?

La infección por el COVID-19 (SARS-Cov-2) que actualmente es una pandemia, tiene como piedra angular los servicios de salud para el abordaje y su contención.

El médico cumple un rol fundamental en toda la gestión de recursos de diagnóstico y terapéutico del paciente con COVID-19, las enfermeras otro tanto con su cuidado, el manejo de la oxigeno terapia, la administración de medicamentos y el confort del paciente durante su internación y el cuidado durante la ventilación mecánica, sin embargo, pueden ser un vector para la transmisión a nivel nosocomial y comunitario.

Basándose en la experiencia y publicaciones de centros hospitalarios donde la pandemia actual inició y donde han ocurrido gran cantidad de casos, permite comprender mejor los mecanismos de transmisión, debilidades y mejoras que se pueden aplicar a nuestros centros de salud y al médico, para lograr disminuir la infección a nivel nosocomial.

Discusión
De manera general, se han descrito varios mecanismos de transmisión del COVID-19, el
principal, mediante contacto estrecho, es decir, < de 2 metros de distancia o menos, de una persona infectada sintomática o no. Estas personas, al toser o estornudar o hablar en voz alta expulsan gotas entre 5-10µm de diámetro y entran en contacto con la mucosa (oral, nasal o conjuntivas) de una persona sana.[i]
Estas gotas al ser expulsadas, también pueden permanecer inclusive en superficies y fómites por varios días y a distancias mayores a 1 metro.
Esto, en el ámbito hospitalario, se ha visto además en los elementos de uso común por personal médico, como estetoscopios y termómetros.[ii]

Asimismo, en otros estudios en China, se han encontrado partículas virales en puestos de enfermería, computadoras, teclados y equipo cuya desinfección no es tan sencilla, el contacto diario con estos dispositivos propicia la transición a otros pacientes o entre el mismo personal de salud[iii]

Con base en los mecanismos de transmisión y aplicando esto a los hospitales, se plantean las principales razones por las cuales los médicos y el personal de salud en general se infectan y, por ende, se vuelven vectores nosocomiales para el resto de personal y pacientes.

En el caso de China se basan en 4 aspectos primordiales. Al inicio, fue la falta de EPP adecuado frente a pacientes sintomáticos respiratorios, la exposición por tiempo prologando en la atención de pacientes confirmados con la infección, sumado a sobrecarga de trabajo y poco tiempo de reposo; la progresiva disminución al acceso a EPP completo y la falta de información en el tema de prevención y control de enfermedades infecciosas, son las causas principales en las que se ha visto riesgo aumentado de contagio.[iv]

La transmisión por contacto es una de las principales rutas de infección, esto luego de tocar pacientes infectados o fómites por lo que la higiene de manos es fundamental para la prevención.

Acciones:

  1. Asegurar las circulaciones y las áreas de COVID, que estas sean demarcadas y con barreras, restricción de la circulación. Diferenciar claramente las áreas, demarcándolas y poniendo elementos barrera.
  2. Modificaciones en los esquemas de atención y monitoreo de los pacientes, dividir las tareas y disminuir los ingresos.
  3. Los equipos de trabajo no se deben vincular entre sí. Deben existir divisorias de tareas claves como grupos de trabajo compuestas diferentemente en función de las tareas. Dos enfermeras cada 16 camas en cuidado leve a moderado de pacientes COVID, que trabajen en estaciones móviles cerca de sus camas. Siempre en equipos pares, para hacer tareas que requieren colaboración. Evitar que compartan las áreas comunes.
  4. También colocar estas restricciones y conceptos de grupos de trabajo en los médicos, dividiéndose de a pares. Médicos que sepan ventilar pacientes con un medico residente.
  5. Solo esas personas serán contacto estrecho en caso de que uno de los integrantes tenga síntomas o se verifique que tiene Covid. Solo a ellas se les realizarán los estudios pertinentes. Quedando en vigilancia activa el resto del área o grupo de trabajo.
  6. Designar Áreas específicas de colocación de ropa para protección personal. Certificación de su colocación. Por parte de observadores. Corregir los gestos especialmente al retirarse la ropa.
  7. No se pueden relacionar con la secretaria de piso, ni con las mucamas. No estar en el office de enfermería. Cerrar office pequeños.
  8. El office de enfermería Solo podrá ser compartido por no más de dos personas que deben trabajar en sentidos opuestos.
  9. Las personas de áreas de trabajo Covid no podrán subir al comedor. Se les llevará los elementos para la merienda a su área, con un mostrador en el pasillo Covid para que estén an áreas de ventilación.
  10. Evolucionar pacientes solos, en áreas independientes, Siempre con los elementos de protección colocados, antes de empezar una tarea limpiar el área y ordenarla. Persistentemente. Limpiar con Amonio cuaternario el ámbito de trabajo.
  11. Colocar mamparas, barreras físicas. Para evitar contactos. Ver con el servicio de mantenimiento y los responsables como mejorar esta situación.
  12. En los vestuarios también. Que tampoco se mezclen en el refrigerio. Los lugares para comer debe haber distanciamiento social. No más de dos personas por mesa.
  13. Elementos de barrera para evitar contagio, en todo momento. Oculares y barbijos quirúrgicos. El provisto por el sanatorio de tela para entrar y salir. Usar en el viaje al trabajo.
  14. Aumentar La cantidad de lugares para lavarse las manos. Revisar adecuadamente todo el tiempo la provisión de los insumos y los sitios para evitar contaminación y propagación.
  15. Solo está permitido en áreas Covid el Uso de ropa de trabajo que se lava en el hospital. Que se cambiará luego de cada turno de trabajo.
  16. Certificar el cumplimiento de las medidas. Mediante planillas y fotos. Responder encuestas con trivias. Capacitación semanal. Elementos de protección personal.
  17. Capacitar a las personas. Todo el tiempo. En como asistir a los enfermeros y cual es la enfermedad que enfrentamos. El área de capacitación del establecimiento.
  18. Realizar recorridas de seguridad y marcar áreas para ver si son correctamente higienizadas. Para protegernos y protegerlos. Que usen los elementos de seguridad.
  19. Comunicarse a sus teléfonos vía WhatsApp. Con recordatorios desde comunicación y recursos humanos.
  20. Intensificar los mensajes de aliento y reconocimiento del personal jerárquico por la vía del WhatsApp. El reconocimiento social es importante.
  21. La dirección, el área de enfermería y farmacia demostrarán que los insumos provistos son de calidad y están probados. Enviar un comunicado explicando el accionar. Responsabilidad del área de enfermería y control de infecciones.
  22. Explicitar Que existe preocupación por las personas y sus familias. Desde las autoridades máximas del financiador y del establecimiento. Que no son un legajo.
  23. Concientizar a todos que todos los síntomas relacionados con la enfermedad son importantes y deben ser comunicados a medicina laboral. Esto es tarea de todos, pero específicamente del área de recursos humanos, jefes médicos y de enfermería.
  24. No vivir el contagio como un fracaso, sino como una situación posible, y que la doble exposición que tiene el personal de salud aumenta las probabilidades de contraer la infección.
  25. Aumentar la seguridad en los traslados de los pacientes. Liberar el área de circulación de los pacientes cuando van a tomografía o realizarse estudios complementarios fuera de la unidad.

Conclusión:

La prevención de cualquier enfermedad infecciosa en el personal de salud sirve para tres propósitos: la salud del trabajador, la prevención de la restricción laboral (ausentismo e incapacidades como medida de aislamiento preventivo o cuarentena por exposición a infecciones) y la reducción de infección nosocomial.


[i] World Health Organization. Modes of transmission of virus causing COVID-19: implications for IPC precaution recommendations: scientific brief, 27 March. 2020. URL
https://www.who.int/publications-detail/modes-oftransmission-of-virus-causing-covid-19-implications-foripc-precaution-recommendations.

[ii] Jiang Y, Wang H, Chen Y, et al. Clinical Data on Hospital Environmental Hygiene Monitoring and Medical Staff Protection during the Coronavirus Disease 2019 Outbreak. MedRxiv. 2020. doi:
https://doi.org/10.1101/2020.02.25.20028043. Artículo disponible bajo la licencia internacional CC-BY-NC-ND 4.0

[iii] Wang J, Zhou M, Liu F. Letter to the Editor Reasons for healthcare workers becoming infected with novel coronavirus disease 2019. Journal of Hospital Infection. 2020. Available from:
https://doi.org/10.1016/j.jhin.2020.03.002

[iv] Ran L, Chen X, Wang Y, et al. Risk Factors of Healthcare Workers with Corona Virus Disease 2019 : A Retrospective Cohort Study in a Designated Hospital of Wuhan in China. Clinical Infectious Diseases, ciaa287, 17 marzo 2020 URL https://doi.org/10.1093/cid/ciaa287

Sanitarios de a pie, hay que subir un nivel: por la Salud en la sociedad.

Somos los sanitarios de a pie, de tracción vocacional, con el orgullo secreto de ser personal de salud, en la pandemia que nos toca tendremos que pensar, planificar y ejecutar la concepción de microsistemas locales de salud, de áreas de nominalización de la población, de implementar respuestas articuladas sociosanitarias, porque no solo será la atención de la enfermedad en una persona, sino en su entorno, su contexto, en el ámbito laboral o educativo, pensando menos en receptores ACE 2, en el spike viral, en genomas, en interleukinas y tormentas inflamatorias y más en los seres humanos, con cuerpo, mente, sentimiento, vínculos, inserción, y desigualdad. Menos en trascender y más en ser solidarios.

Resignificar el concepto de salud pública: [i]

La afectación predominantemente regional en la pandemia de COVID, por la mitigación implementada, fue una característica singular de este tiempo, más que de países enteros.  Con ese concepto se está generando una visión distinta en salud pública, importante y diferente, pasar de la salud de los pacientes, a su familia y a la comunidad toda, al ámbito territorial urbano, al barrio saludable, que sea útil en la contención.[ii]

Ese espacio urbano vinculando a las megaurbes con sus entornos y periferia urbana, que generan asentamientos menos privilegiados, con peores hábitat y viviendas, pero también en función de la cristalización de la desigualdad social y económica, que trasunta a la educación, a la empleabilidad y a la salud como una cuestión de diferencia de clase, esto obliga a resignificar el concepto de salud.

“Las periferias populares conformadas por grandes conjuntos de interés social en Francia, de vivienda pública en Gran Bretaña, comenzaron a ser observados como espacios problema, tanto por mostrar el relativo fracaso del Estado Benefactor que no habría producido allí ciudades sino espacios monofuncionales y segregados de «la» ciudad, como porque se advertía que habían evolucionado como ámbitos de concentración de la nueva problemática social”.

Esto quedó manifiesto en la atención que desarrollaron los Ministerios de Salud de la Nación y CABA, por ir a buscar los pacientes sintomáticos que no hayan concurrido a la consulta, de los cuales en el barrio 31 se detectó un 67% de PCR Detectable, en los sospechosos y 8 casos de 9, en el barrio 1-11-14. Esta acción seguirá. Debiendo replicarse en cada lugar donde se genere un cluster barrial.

Esto hace a la importancia de recuperar la acción territorial, al campo, y no observar al vulgo, desde el poder, mirar a la sociedad desde el claustro del hospital, sino salir a buscarlo y responsabilizarse y diseñar sistemas de atención continua,

En observar desde la consulta o el egreso de los paciente verificando los determinantes sociales, con quien convive, si puede realizar las medidas higiénicas y el uso del baño, como logran el sustento las personas, como se movilizan, la formalidad del empleo, (proyectamos tres millones de subsidios y calificaron 7.854.316, esto fue más de dos veces del estimado) cuanto, y como llegan a su trabajo, el hábitat, su cobertura de salud, si esta nominalizada y georreferenciada.

Un día la realidad cambió:

Bruscamente la aparición explosiva en el centro de Europa del Covid 19, SARS 2, en la región de Lombardía y días después desde Madrid, llevó a un ejercicio parcialmente efectivo de la contención de casos, con personas afectadas, trasladándose a 900 km por hora de los lugares más remotos hacia la argentina, que modificó la expectativa infundada de como ocurriría la propagación del SARS Cov 2 en el mundo y llegaría a esta latitud, recién comenzado el invierno.

Entonces nos empezamos a preparar como siempre, luego que pasan las cosas, nunca previsores. No pensamos en un plan hidráulico hasta que ocurren las inundaciones, no pensamos en riegos hasta que viene la sequía, no pensamos en los hospitales públicos hasta que ocurre una pandemia. Que nos muestra las entrañas de la miseria.

Entonces se vehiculizó de forma desordenada esta preparación, con falta de planificación, de contar con tecnología adecuada y suficiente de respiradores microprocesados, de diagnóstco y de los elementos de protección personal, empezó la carrera por conseguir el respirador N 95, generando corrientes especulativas extraordinarias y que dieron vergüenza, porque también surgió la corrupción, en el seno de los impolutos.

Se fueron solucionando las cosas, siempre primero poniendo la culpa en lo que desde el año 1989, le damos la espalda, el ESTADO, que estaba sobre dimensionado, tal vez en hacer cosas que otros harían mejor, pero muchas cosas que los privados supuestamente solucionarían no fueron sin embargo los que renovaron los trenes o los subterráneos, ni los hospitales, ni tampoco mejoraron la atención de la salud, muy por el contrario la emperoraron.

No se pensó que era de producción estratégica de salud, se cerraron muchas fábricas, salvo la de respiradores y eso nos esta salvando, entonces la dependencia es tan notoria que mata.

Empezamos pensando y calculando en dimensión países, y nos equivocamos, entonces vimos que no era China, sino Hubei, y no era Hubei, sino Wuhan, de los 82.918 casos de China, 67.803 en Wuhan. Porque la limitación en los traslados disminuyó la propagación. Evitando el colapso del sistema. Primero llegaron los viajeros infectados y recalaron en sus Provincias, esto generó alarma en las 24 Provincias. Pero posteriormente se observó que el analisis más local, de salud COVID, era útil para combatir la velocidad de la transmisión y la demografía la de su propagación.

No obstante, ello, hemos colocado al sistema en un nuevo trade off, en una tensión inaudita, a una expectativa diversificada, de cuando llegará el Coronavirus, y esto disminuyó la capacidad de aprendizaje, de poner a todo el sistema en pausa, sin atender la demanda no Covid, junto con las personas asustadas que no concurrían a las consultas y del quebranto en ciernes de muchas instituciones de salud, de consultorios y de médicos. Las apendicitis se convirtieron en peritonitis, los dolores precordiales en infartos, el no control de la hipertensión en acv, las diabetes en cetoacidosis. Retrocedimos.

No creció el número de casos, empezamos a vanagloriarnos por un triunfo, cuando la contienda contra la enfermedad recién empieza.

El 60% de la fuerza laboral circulando, desde hoy y la gente saliendo en estampida a la calle de la opresión del encierro, me lleva a advertirles, mis queridos sanitarios de a pie, de tracción vocacional, que salimos de la zona de “confort”, del empate técnico, a la derrota que paga “dos miserables pesos”, a prepararse que en siete – catorce días empieza la verdad, se nos vienen todos los coronavirus en sentido contrario, la tormenta biológica que tratamos de evitar esta en los barrios postergados de la ciudad tomando envión y en mercados al aire libre de artículos usados en Lomas de Zamora. Lamentablemente varias de las predicciones y advertencias que la lectura, la escucha, la vivencia, el benchmarking me han generado y tratado de volcar desde el 20 de Enero en este diminuto ámbito de la red, se están cumpliendo.

Tenemos que actuar como que cada individuo es un núcleo familiar y laboral, siempre, atender la neumopatía, la insuficiencia respiratoria, a limitar los contagios y la contención de la transmisión, actuando integradamente en red de cuidados progresivos, no replicar el hecho de que atendemos la enfermedad aguda. Tratar, contener, mitigar, seguir y cuidar.

Allí es donde surgen las dudas, sobre la certeza normativa, y aparecen definiciones que uno no sabe de donde surgen: un contacto estrecho son quince minutos, hablando, dialogando, tosiendo, sin elementos de protección personal. Donde surgió este concepto. Porque quince minutos y no cinco, o un hola y me voy, y te contagié no puede ser lo mismo.

De donde surge la distancia social de dos metros, (donde está el metro patrón epidemiológico, si la aero-terapia dice otra cosa) si las gotas deshidratadas de cinco micras en un estornudo llegan a ocho metros. Como ponerse en los trenes públicos, en los ómnibus. Si se detectaron antígenos virales en las paredes de los camarotes del crucero diez días después.

Entonces como cuando teníamos la definición de caso, si venía de Italia si, si venía de España no, a la mañana, por la tarde ya, bueno, cuidado, también de España, entonces los portadores de “novedades gasíferas” decían se incorporó España, y luego también Francia es zona de circulación, allí el virus seguro que era más paquete, luego fue Estados Unidos y asi todos los días, y atendíamos gente con una definición de caso cada día. Cada momento.  Los iluminados brotan de todos lados.

Si usaste protección personal, siempre, bueno entonces no te pasa nada, y se contagió igual, pero fue el único de un grupo de trabajo, donde están las certidumbres.

Muchas más dudas que certezas nos invaden. Más leemos menos sabemos. Un día aparecieron los sabios, voces expertas de Covidólogos, provenientes del territorio de VIH, que nunca vieron un SARS, pero un elogiable entusiasmo por la figuración y los minutos de fama, los llevó a solapamientos, a «licenciarse en saber» de casi todo, sin consistencias.

Recurrimos sin pudor a medidas de barrera de la transmisión, centenarias como la cuarentena. Más o menos estrictas, con más o menos rigor. Meter a todos los humanos en sus casas.

Estas medidas de protección colectivas son beneficiosas y redituables, pero solo para prepararnos, no para disminuir los casos, sino atenuar el pico, pero no para erradicar la enfermedad y producen una caída en el producto bruto interno que costará muchos años en recuperarse.

Esto es un maratón, no un sprint. Durará varios meses, tranquilos la carrera es larga, no gastemos ahora los recursos.

La complejidad no se resuelve con simplicidad, si entendiendo sus paradigmas, con el conocimiento, poder implementar medidas, pero todas juntas, un conjunto de medidas, con un carácter sistémico, y entender que todos somos hologramas de esta lucha, entonces si vemos a alguien que no lleva puesta la protección en el ámbito médico, pongámoslo en evidencia, porque esto no es para protegerse él, sino para proteger fundamentalmente a los otros.

Esta complejidad de una enfermedad que no tiene tratamiento más que el sostén, por el momento, pero que exige cambios sociales y comunitarios en los comportamientos radicales, en el concepto de protección colectiva, que se construye de conductas conscientes de cada uno de usar los elementos de protección y de lavado de manos, de aislamiento y cuidarse, para cuidar a su familia, y a los otros integrantes de su barrio, de su ámbito laboral, de los que viajan en el mismo transporte. Si todos lo hacemos será más fácil. Es una enfermedad para tenerle respeto.

El estado, donde está el Estado:

Donde como sociedad, lo quisimos ubicar e invertir.

Básicamente desde 1989, empezó una etapa que, en una deriva irresoluta, despreciando el Estado como el enemigo, origen del déficit, y desdeñar la salud pública y sus hospitales, Esta corriente neoliberal las conquistas sociales de los trabajadores y los hospitales pasaron a ser cuestionados hasta representar el simbolismo de lo no deseado, de la medicina para los pobres. El sector privado, con sus sanatorios lujosos y cápitas altas, salvo algunas excepciones tampoco ofrece un plan de salud, un programa integral para el cuidado de las personas y sus familias.  

Desde hace años, más de tres décadas[1], los hospitales públicos de la Argentina han transitado y evidenciado un constante deterioro. Ocasionado entre otras cosas por la desinversión planificada, falta de insumos básicos, de recursos materiales, de personal de planta en las áreas de cuidado y sectores críticos, de estructura, retraso tecnológico de diagnóstico y tratamiento, tensiones económicas presupuestarias-financieras, remunerativas y de carrera hospitalaria, sociales y políticas, junto con un sistema administrativo de compras sumamente rígido, una historia clínica en papel que no sirve como referencia o contrareferencia de los pacientes. Con tiempos excesivos de ejecución de los procesos, tiempos de estancia media prolongados, sin medición de desempeño y con un desinterés soberano, con trámites complejos de compra de prótesis que dejan pacientes en espera, sistemas de derivaciones, traslados innecesarios para realizar prácticas en otras instituciones, pedidos de estudios, compras de insumos por expedientes repetitivos sin criterios de eficiencia, contratación de empleados en áreas que no se requieren y por contratos transitorios en áreas vitales, falta de reconocimiento de funciones, falta de habilitación y acreditación de estructuras, contratación y pago de servicios de apoyo (alimentación, mantenimiento, limpieza, seguridad) como parte del ajuste crónico, que lleva a una situación inédita, que obliga a pensar que este será un objetivo si se quiere hacer algo con el sistema de salud.

El escenario en el cual se desempeñan los trabajadores de la salud en la actualidad es sumamente conflictivo, enmarcado en una violencia que afecta el funcionamiento de los hospitales, teniendo hechos cotidianos de atentados contra los trabajadores de la salud, especialmente en las emergencias. Las condiciones edilicias propias de la falta de mantenimiento. La tecnología de diagnóstico y tratamiento perimida y con mantenimiento inadecuado de los mismos. Parece más fácil comprar, que mantener.

Se agregó un componente en la última década que es la informalidad de las designaciones, que lleva a situaciones inéditas, contratar médicos con pago por guardia, e inclusive que falten especialidades básicas en las emergencias: clínicos y pediatras.

Se podría elaborar un listado de aspectos negativos que azotan al hospital público, que es el aumento de la demanda no planificada, muchos pacientes sociales que ocupan camas para otros que tienen patologías agudas. Recorte presupuestario meramente restrictivo. Presupuesto no adecuado a la inflación y el aumento de las prestaciones. Bajos salarios, que dificultan la competencia con el sector privado. Carencias de insumos médicos, equipos de diagnóstico, de enfermeros, médicos, pérdida de personal calificado. Estas situaciones paralizan a los profesionales y a todos los trabajadores de salud. Esto es vivido con incertidumbre, con desmotivación, con un exceso de riesgo para las matrículas de los facultativos. No hay posibilidades de planificar el trabajo, de contener la demanda, de trabajar en red.[iii] Condiciones de trabajo precarias quedará definido entonces, por las condiciones de incertidumbre y desprotección en que los profesionales y trabajadores de la salud realizan sus actividades. Está lejos traer a la discusión la salud de los trabajadores de la salud, las dimensiones del trabajo, el empleo, la organización y la vida institucional, las discusiones son primitivas y retrógradas. [iv]

Conclusión.

Siempre serán las personas, que integran los equipos de trabajo, en esos establecimientos quienes responderán, y sin rencores asistirán pacientes, poblarán sus guardias, los lugares, arreglándose con lo que tienen y también engrosando las estadísticas de los enfermos, y convalecientes, para que luego de un tiempo, no muy prolongado la normalidad vuelva a ser la desinversión, la falta de insumos y los bajos salarios.

Tendremos que pensar, planificar y ejecutar la concepción de microsistemas locales de salud, de áreas de nominalización, de implementar respuestas articuladas sociosanitarias, porque no solo será la atención de la enfermedad en una persona, sino en su entorno, su contexto, en el ámbito laboral o educativo, pensando menos en receptores ACE 2, en el spike viral, en genomas, en interleukinas y tormentas inflamatorias y más en los seres humanos, con cuerpo, mente, sentimiento, vínculos, inserción, y desigualdad. Menos en trascender y más en ser solidarios.


[1] Por lo tanto no se debe atribuir a gestión alguna, que en general se han desempeñado con pocos recursos, compitiendo con otras áreas de gobierno  con mayor tangibilidad social. Pero es cierto que este ciclo de conformismo, desorientación, casi como una letanía, afecta la construcción de un sistema más equitativo y afecta vocaciones, esfuerzos, etc


[i] Hernández I, Meneu R. Peiró S. González López Valcárcel, Ortún Rubio V. una nueva normalidad, una nueva salud pública. 9 de Mayo. 2020.

[ii] Reale A. Entrevista Webinar. Grupo País. Organizada por Carlos Vasallo. Moderada por Sonis A. 11 de Mayo 2020

[iii] Crojethovic M. Condiciones de trabajo precario. Motivación e interés dentro de los hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires Argentina. 2011.www.registagpt.usach.cl

[iv] La salud de los trabajadores de la salud en Argentina. 2013. http://publicaciones.ops.org.ar/publicaciones/pubOPS_ARG/pub69.pdf

Como organizar la cirugía en tiempos de Covid

Sugiero como gestor hospitalario dividirlas nosológicamente en:

  1. Emergentes.
  2. Urgentes no emergentes.
  3. Oncológicas.
  4. Electivas.
  5. Partos y cesáreas.
  6. Cardiovascular
  7. Otorrinolaringológicas.
  8. Ortopédicas.
  9. Facultativas. Bariátrica y metabólica. Inseminación Artificial.
  10. Trasplantes

En los primeros de diciembre del pasado año se describió por primera vez una nueva enfermedad causada por un coronavirus desconocido hasta entonces, el SARS-CoV-2. Exactamente tres meses después llegó el primer caso a nuestro país y apenas un poco más tarde fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pandemia por este agente infeccioso. En seis meses de vida de esta nueva enfermedad, se han acumulado más de cinco mil artículos científicos y están en marcha más de 500 ensayos clínicos relativos al COVID-19.
Con todo, no ha pasado tiempo suficiente ni existe el conocimiento para basar nuestras decisiones y recomendaciones en evidencia científica de calidad. Se ha acumulado una cantidad ingente de información y desinformación, muchas dudas y escasas certezas.

Desarrollo:

En primer lugar, hacia fines de Marzo se reservaron camas hospitalarias y se ampliaron camas de cuidados intensivos para pacientes COVID-19 a tenor de la avalancha de pacientes que vendría, observando lo ocurrido en otros países, el temor nos llevó a prepararnos para lo peor, observando lo que se estaba recibiendo o en previsión de la que estaba por llegar en el caso de otras provincias más afortunadas. Se retrasaron muchas intervenciones que se juzgaron demorable para poder atender a una cantidad elevada de pacientes sin precedentes, que por las medidas oportunamente tomadas por la sociedad Argentina no ocurrieron.
El problema de este enfoque está en que es difícil juzgar el tiempo que durará la presión asistencial por el Covid, y en que magnitud ocurrirá. Como gestores les pedimos a los cirujanos que seleccionen a los pacientes, especialmente los oncológicos, que podrían tener una supervivencia a largo plazo más reducida si no se intervienen durante la pandemia.

El impacto económico que la inactividad genera en los prestadores no se recuperará y no se podrá suplir la facturación no emitida.

Cirugía Urgente:

La cirugía urgente es un tanto más simple que las otras opciones, y es la única que no se puede demorar o cancelar a pesar de la situación de la pandemia, pero también deben ser evaluados varios aspectos para tomar decisiones más correctas y proteger a los médicos y la institución.

Determinar siempre el estado Covid del paciente.

Estado Covid del paciente, determinar si presenta infección vírica a la enfermedad quirúrgica concomitante. Esto es sustancial para el pronóstico y riesgo quirúrgico del paciente, como para los equipos quirúrgicos, que deben protegerse adecuadamente. El estatus Covid implica que antes de proceder a la intervención quirúrgica para poder actuar en forma más segura, se debe solicitar una RT-PCR y una placa de tórax o una tomografía.

Segundo que exista y que esté disponible el material para el EPP del personal quirúrgico.

Que estén dadas las medidas de seguridad si hay que usar la vía translaparoscópica.

Existe algún tratamiento alternativo a la intervención que sea también seguro para el paciente.

Se ha sugerido algunas medidas como demorar el ingreso del paciente al quirófano, que en la maniobra de intubación este el anestesista y su asistente, el quirófano con presión negativa y el aire acondicionado renovando y filtrando el aire.

Colocar un filtro o un drenaje de Buleau para evitar la aerosolización del neumoperitoneo.

Se debe individualizar el tratamiento todo lo posible, considerando la presentación del cuadro quirúrgico del paciente, su situación de gravedad, su situación COVID 19, las alternativas terapéuticas disponibles y los medios que dispone el establecimiento, especialmente en consideración si hay cama en terapia intensiva segura en aislamiento.

Electiva:

En estos momentos todavía que no esta saturado el sistema de atención en la Ciudad de Buenos Aires, hoy 10/5 con doscientos cincuenta pacientes internados en los hospitales públicos hay solo 12 en terapia intensiva, un poco menos del 5% que tomamos como referencia en la planificación.

Esto tiene especial importancia, en relación a estar alertas si ocurre aumento de la demanda de respiradores por la pandemia, que no los podemos ocupar en pacientes que no dependa su vida de ese dispositivo, o bien requieran camas de UTI.

Por ello inicialmente planteamos la necesidad de diferir las intervenciones, pero ahora decididamente deberemos considerar la situación epidemiológica local, y los recursos de las redes hospitalarias en cada ciudad, ya que el 86% de los casos nuevos surge en la región del AMBA, donde tiene a concentrarse la dificultad.

En estos ámbitos, no relacionados con el AMBA se podrán citar pacientes en forma condicional para suspender si es necesario con dos días de anticipación, cuanto la planificación previa a la saturación este llegando al 70%, y el ritmo de duplicación de casos de haya acelerado. La situación actual de 18 días para el AMBA, se irá acortando seguramente en los próximos días, por la proliferación y propagación en zonas donde es complejo poder respetar la distancia social.

Pero seguir sin operar causa un perjuicio insalvable a las instituciones de salud y a los cirujanos que viven de su trabajo. Siempre se debe considerar beneficio/riesgo. Ver el respaldo institucional. La seguridad de los corredores sanitarios Covid y no Covid. Para indicar y reprogramar las intervenciones quirúrgicas con todas las medidas de prevención para la situación actual.

La dificultad principal, salvadas las complejidades y las consideraciones anteriores, los pacientes deben perder el miedo, darle la seguridad que la deben sentir en todo momento. Lo que estamos observando es que el más reticente es el paciente.

Pacientes oncológicos:

Los pacientes oncológicos pueden verse afectados especialmente durante el periodo de la pandemia por varios motivos.

  1. Mayor susceptibilidad a la infección por su enfermedad de base o por tratamientos adyuvantes aplicados previamente.
  2. Alteración de sus esquemas de tratamientos quimio o radioterapia, si no se realiza su cirugía, que puede afectar el curso del tratamiento y el pronóstico.
  3. Complicación de la enfermedad oncológica que requiera una actitud urgente por sangrado, perforación y obstrucción.
  4. Estos pacientes deben realizarse pruebas diagnósticas para determinar su estatus Covid.
  5. Las decisiones de proceder o no con la cirugía oncológica en ese momento depende de la situación epidemiológica local, recordando que existe la posibilidad que la tendencia hacia la baja de transmisión o menos uso de respiradores pueda mejorar en unas semanas, que no sea significativo en el pronóstico de este paciente, además exponiéndolo menos al riesgo de la intervención.
  6. Requiere por parte del cirujano oncólogo la disponibilidad de quirófanos, el estado de la enfermedad, y el riesgo de progresión o complicaciones totalmente individualizado.

Cardiaca Electiva:[i]

Se recomienda, en el contexto actual de pandemia COVID-19, demorar los procedimientos quirúrgicos de programación ordinaria siempre que la situación clínica de los pacientes garantice una adecuada seguridad durante el periodo de espera.

Progresivamente, y en función de la situación de demanda asistencial de los distintos centros hospitalarios y de la disponibilidad de las unidades de cuidados intensivos, se llevarán a cabo intervenciones de cirugía electiva (programada) de pacientes preferentes, continuando tras la normalización de la situación epidemiológica y hospitalaria con el tratamiento de los demás pacientes que se encuentren en Lista de Espera Quirúrgica (LEQ).

Es opinión de algunos especialistas de poner prelativamente la cirugía mixta de reemplazo valvular y by pass.

Intentar hacer angioplastia sobre la lesión que tenga más posibilidades de ser sintomática y la expectativa con vigilancia del paciente.

No deberá realizarse el tratamiento quirúrgico en programación electiva de pacientes COVID-19 (+), sintomáticos o con alta sospecha diagnóstica, si su situación clínica lo permite. Se valorará de forma individualizada en cada caso el tiempo necesario de espera.

Por el importante potencial pronóstico del COVID-19 en los pacientes que precisan tratamiento quirúrgico cardiovascular y por la seguridad de los profesionales sanitarios, se recomienda realizar una búsqueda activa de pacientes infectados en todos los casos de cirugía electiva. Para ello se utilizará, en función de la disponibilidad de cada centro:

Historia clínica dirigida a identificar los casos sospechosos y contactos de riesgo.

Realización del test diagnóstico mediante RT-PCR de COVID-19 durante las 48 horas previas al procedimiento quirúrgico electivo. Se recomienda precaución en la valoración del test en pacientes asintomáticos debido a la limitada sensibilidad de la prueba y la posibilidad de obtener un falso negativo.[ii]

Realización de test rápidos, en función de su disponibilidad en los distintos centros médicos y de la valoración individual de cada paciente. De igual forma hay que ser cautos en su valoración por la alta tasa de falsos negativos, especialmente durante las primeras fases de la infección.[iii]

Rx de Tórax.

TC Tórax reciente (<24 horas).

Durante la situación de pandemia por COVID-19 se recomienda[iv] de forma general la utilización, en todos los procedimientos, de equipos de protección individual (EPI) que incluyan al menos:

Mascarillas N95, FFP2/FFP3.

Anteojos de protección de montura integral (protege de los procesos de aerosolización)

Pantalla de cobertura facial completa (especialmente en procedimientos en los que se produzca riesgo de salpicaduras de sangre, vómito u otros líquidos biológicos)

camisolín impermeable.

Deberá limitarse al mínimo imprescindible el número de profesionales dentro del quirófano, reduciéndose asimismo la circulación de personas en el entorno.

Los pacientes deberán llevar mascarilla en todo momento hasta su intubación oro-traqueal en caso de ser necesaria.

No existe evidencia científica para cuantificar el riesgo de contagio del Covid-19 en el acto quirúrgico.

• Existe un número indeterminado, pero cierto, de pacientes asintomáticos positivos al Covid-19.

• Todas las recomendaciones coinciden en la proponer la prueba diagnóstica PCR en cirugía de urgencia [v]

• Casi todas las recomendaciones coinciden en proponer la prueba diagnóstica PCR en cirugía electiva.

• Las que no recomiendan la prueba en cirugía electiva proponen evaluar el riesgo del paciente de Covid-19: indagar sobre la historia de viaje a zonas de infección den los 14 días previos e indagar sobre contacto con enfermo COvid-19 en los 14 días previos.[vi]

Conclusión.

Los hospitales que no tienen área programática asignada, podrían empezar a realizar las cirugías oncológicas, cardiovasculares, laparoscópicas, electivas y facultativas, tomando todas las medidas de prevención, que en los casos oncológicos y cardiovasculares por el momento implica la certificación de una PCR, igual en toda la cirugía urgente no emergente, que correspondería estabilizar, solicitar PCR, y si es negativa operar, sino exige un replanteo del caso.

Hacia el futuro deberíamos pensar, y todavía estamos a tiempo una importante editorial escrita por Mirco Nacoti del Hospital de Bergamo, que afirma que la solución futura de las pandemas pasa por estrategias centradas en la atención de la comunidad, más que en la medicina centrada en el caso, en el paciente, esto es especialmente revelador ya que los hospitales y los profesionales se convirtieron en el principal foco de transmisión de la enfermedad.[vii]


[i] American College of Sugery. COVID-19 Guidelines for Triage of Cardiac Surgery Patients. https://www.facs.org/covid-19/clinical-guidance/elective-case/cardiac-surgery

[ii] Recomendaciones generales en caso de intervención quirúrgica en el contexto de la pandemia por COVID-19. AEC https://www.aecirujanos.es/files/noticias/152/documentos/Manejo_quirurgico_v2(1).pdf

[iii] COVID-19 Guidelines for Triage of Vascular Surgery Patients. American College of Surgeons. 24/03/2020.

[iv] Badia JM, et al. Surgical protocol for confirmed or suspected cases of Ebola and other highly transmissible diseases. Cir Esp.2016 Jan;94(1):11-5. doi: 10.1016/j.ciresp.2015.05.013. Epub 2015 Jul 17.

[v] COVID-19: Pandemic surgery guidance. Brücher et al, for the Pandemic Surgery Guidance Consortium (PSGC). https://www.4open-sciences.org/

[vi] THE ROYAL COLLEGE OF SURGEONS OF EDINBURG La prioridad son los pacientes agudos y debe buscar si son COVID-19 positivos o no mediante la historia, test, TAC… Cualquier paciente actualmente priorizado para someterse a una cirugía planificada urgente debe ser evaluado para COVID-19

[vii] Nacoti M. Ciocca A Eng M. Giupponi A. Brambilasca P Lussana FMD et al. At the epicenter of the covid 19 pandemic and humanitarian crises in italy: Changing perspective and mitigation. New Engl J Med 2020. March 21

Estrategias para salir de la cuarentena ordenadamente

Parte uno.

Participaron: Hourcouripe F. Díaz C A. Díaz H. Ascolani J. Pena M. Díaz Resquin P. Integrantes del equipo covidbydiaz.

Redacción: Díaz CA.

Es un desafío complejo, pero nos planteamos alternativas desde la visión de seis disciplinas y áreas del pensamiento que se confunden y coactuan como la administración, la economía, la medicina, la arquitectura, la psicología y la ingeniería, juntos con las autoras y los autores, realizaremos un ensayo colectivo en cuatro intervenciones para ofrecer inputs técnicos, que sirvan al sistema político de toma de decisiones. El objetivo es contribuir conceptualmente a las modificaciones inéditas que tienen que realizar las grandes ciudades en relación con los cambios vinculados con la adaptación social, el transporte de las personas, el trabajo en oficinas e industrias, el esparcimiento, los espectáculos, las escuelas, los colegios, los hogares para los ancianos, discapacitados, instituciones de salud de estancia media y el turismo.

Es parte de una serie de documentos que iremos publicando en relación con lo que podamos escrudiñar como conceptos interesantes sometidos a la visión del resto del grupo de trabajo.

Densidad urbana y propagación de las enfermedades.[1]

Hang (2020)[2] sugiere que la creciente densidad de ciudades ha generado condiciones para la rápida propagación del coronavirus. Al comparar la propagación del SARS-CoV en 2003 y el SARS-CoV-2 en 2019/20, es evidente que la densidad de población tiene un impacto directo en la rápida propagación.

En el caso del SRAS-CoV en China, más de 5000 personas se infectaron y más de 300 murieron en un período de ocho meses.                  

Sin embargo, en el caso del SARS-CoV-2, más de 4000 personas se infectaron durante un período de siete semanas. Esto podría atribuirse al hecho de que las ciudades chinas se han convertido en zonas urbanas densas y en expansión, con una mayor densidad de población resultante de la migración de las zonas rurales a las urbanas. También ocurre que la mejora en la fijación del virus a los receptores, se la mucosa nasal primero, hace que sea sumamente más contagioso. Considerando también que este virus puede tener capacidad reproductiva desde el contacto con superficies lisas donde se deposita luego de que alguien emita gotitas de flugge, por estornudar, toser, hablar fuerte, y que el ambiente no esté ventilado.[3]

Badger (2020)[4]   adopta una opinión opuesta y argumenta que la alta densidad no es necesariamente un problema de salud pública siempre y cuando se tomen medidas y se esté alerta en la posibilidad de que surjan este tipo de epidemias. Ella lo demuestra al poner el caso de Singapur y Hong Kong (Que estuvieron alerta y dispusieron medidas muy precoces) como entornos urbanos densos o más densos que Nueva York, y cómo fueron capaces de desarrollar pruebas tempranas y un rastreo extenso de casos de coronavirus en lugar de un aislamiento extenso. Aboga por la densidad por los múltiples beneficios que aporta a la riqueza cultural única de las ciudades. Estos incluyen facilitar el transporte masivo, crear ambientes a pie, permitir que las masas disfruten de espacios públicos, apoyar las necesidades de los niños a través de parques urbanos y parques infantiles, limitar las emisiones climáticas, apoyar la seguridad personal y pública, por nombrar algunos.  Esta observación, que en una estrategia de actores versus actores, de prevención epidemiológica y de la complejidad, que debe contemplar y abordar aspectos inherentes a patógeno viral, como su genio, su contagiosidad, la afinidad al receptor ACE 2, el inóculo, el tiempo de contacto, la distancia de contacto, la concentración de personas, el intercambio, actividades, los antecedentes de las personas, su edad, patología cardiovascular, la obesidad, la hipertensión, la diabetes, las EPOC, el acceso al sistema de salud, la capacidad efectiva de sostén en unidades críticas y respiradores, la cantidad de enfermeras, de cuidado continuo de testeo. La posibilidad de contagio de la población susceptible no inmunizada no es exclusivamente un hecho del Ro del virus, sino de las condiciones que lo incrementan, que generan condiciones predisponentes. Las medidas efectivas mostraran su capacidad en unos 7-14 días. Además, como estas permeabilizan dentro de las acciones motivacionales de los grupos para cuidarse.

 Sennett (2016)[5] y Shenker (2020)[6], expresaron que el futuro de las ciudades implicará un renovado enfoque en el desarrollo de soluciones arquitectónicas y urbanas que permitan a las personas socializar sin densidades más altas y compartir lugares «similares a las latas de sardinas».


[1] Salama Ashraf. Coronavirus questions that will not go away: interrogating urban and socio-spatial implications of COVID 19 Measurer. Emerald open research. 2020. 2.14

[2]  Hang M: Preparing cities for epidemics: Lessons from the COVID19 outbreak. The Urban Now: International Journal of Urban and Regional Research (24 February 2020). 2020; [Accessed: 25 March 2020]. Reference Source

[4] Badger E: Density is normally good for us: That will be true after Coronavirus, too. The Upshot – The New York Times (24 March 2020). 2020; [Accessed: 26 March 2020]. Reference Source

[5] Sennett R: Buildings and dwellings: Ethics for the city. London, UK: Penguin Books–Allen Lane. 2016.

[6] Shenker J: Cities after coronavirus: how Covid-19 could radically alter urban life.The Guardian 26 March 2020. 2020; [Accessed: 26 March 2020]. Reference Source

El trabajo de Keil    et al. (2020)[1]   sugiere que existe una estrecha relación entre el desarrollo urbano y las enfermedades contagiosas nuevas o reemergentes. Los medios de transporte rápidos, la expansión continua de la expansión urbana y la conectividad entre la vida urbana y la naturaleza son factores que contribuyen a tal propagación desde las periferias urbanas hasta los centros urbanos. Sin embargo, los patrones de aparición y propagación de la enfermedad dentro de la urbanización requerirían una modelización empírica en profundidad e investigaciones de casos históricos y yuxta posándolos con el caso de la propagación del coronavirus, dentro de las ciudades existen áreas donde las condiciones de vida, el acceso al aseo, al agua potable, a la percepción de la ayuda social, entre cuantos están excluidos, y expulsados de la sociedad. Recordando este concepto que afecta a muchos países en el mundo, y generan verdaderas crisis humanitaria.

La pregunta persistente a la que se enfrentarán los expertos en diseño y planificación urbana en el futuro es sobre el equilibrio entre el valor en conflicto.  Por un lado, se considera que la densificación  y la compactación de las ciudades  son más compactas y  concentradas  para la  competitividad de los beneficios ambiental  y  socialmente   sostenibles.  Por otro lado, la compartimentación y la separación de las poblaciones a través de diversas medidas, incluido el distanciamiento social, como herramienta clave que se utiliza  para  retrasar  o detener la propagación del virus. Si bien la compacticidad y la densidad son determinantes importantes para el éxito económicos de los entornos urbanos en términos culturales, sociales y medio ambientales, las discusiones   actuales sugieren  que  el  desarrollo futuro  de las ciudades  será    testigo de encuentros entre los requisitos impugnados, incluida la salud pública,  el clima y la dinámica socioeconómica.

Comprender la movilidad urbana o los patrones de movimiento dentro de la ciudad será crucial para concebir medidas de interacción entre ubicaciones geográficas dentro de la  estructura espacial, las redes  urbanas y los requisitos   operativos  asociados.

Entender desde donde se movilizan los tres millones de personas que acceden a la ciudad durante los días laborables. Como impactarán las actividades de la construcción privada, las grandes obras, las pequeñas remodelaciones, la industria de la manufactura, para generar esa movilización.

Conociendo estos aspectos y verificándolos en el terreno en un equipo desde el área de economía, producción, transporte, trabajo y salud, se pueden desarrollar incentivos u otras medidas imperativas al principio con el propósito que estas consideraciones permitirán disminuir, o  eliminar, la  propagación de  virus  en  diversas  ubicaciones geográficas,   desde  las  periferias urbanas  y  alrededor de los aeropuertos,  hasta  los núcleos  urbanos  o  barrios residenciales..    

Esto incluye el conocimiento en profundidad de la modelización de lo lejos y  cuánto tiempo  se tarda en viajar  al  centro de   la  ciudad, desde donde provienen los trabajadores específicos, desde áreas   de  estar o de habitat (Pilar a Buenos Aires) (la Plata a Buenos Aires) etc, a  áreas de trabajo, lugares   públicos, lugares de entretenimiento,  y  dentro de los barrios residenciales..    Esta simulación  también  debe  definir  tipos de usuario  y  rangos  de edad,   con  un  enfoque en los grupos vulnerables. Redefiniendo cuantos pasajeros puede transportar los trasportes colectivos, los subterráneos, la ventilación, la desinfección, la renovación del aire, el ascenso y descenso, la protección de las personas que viajan, las medidas barrera y la posibilidad de poder saber como se movilizan las personas

Dado que actualmente las medidas previstas de distanciamiento social deben durar al  menos  seis  meses,  se  cree  que    tendrán    diversas  formas  de  impacto tanto en los investigadores  urbanos como  en  el  público.  Los conceptos  y  teorías  relacionados con el apego al lugar, el espacio personal y  las relaciones  entre  individuos  y  grupos, así  como la proximidad  a la naturaleza  tendrán  que  ser  revisados.

Los lugares de apego incluyen el hogar, el barrio, los entornos urbanos y los paisajes naturales.   El apego  a  estos  lugares se  mide típicamente  a través de muchas  cualidades  dependiendo de la tipología y el uso del lugar.

Estas  cualidades  incluyen:  estética,  patrimonio,  conexión familiar, recreación, terapéutica familiar,  diversidad biológica, recreación,  estar solos, hogar, aspetos espirituales como la consideración de la tierra, lo económico, los aspectos laborales, lo sostenible de la vida,  aprendizaje y  los deseos de la vida futura.

 La  concepción del  apego posterior  a la pandemia  implicaría    repensar  muchas  de  estas  cualidades con más  énfasis en   las cualidades  relacionadas  con ambientes saludables,  higiénicos,  desinfectados y  curativos. Por ejemplo, las plazas y las áreas de juego como tendrán que ser, los recreos de los niños, las áreas de gimnasia. El deporte recreativo.

El  espacio personal determina cómo las personas  se relacionan social y  psicológicamente y pueden ser  representados  por  un  área (burbuja)  con un límite  invisible que rodea el cuerpo de la persona  en  el  que los intrusos  pueden  no  venir.   Tal   burbuja se  lleva a todas partes que uno  va. Basándose en  estudios empíricos intensivos,  Hall (1966)  explicó  las  distancias relativas  entre  las personas en función de  las  relaciones  que  tienen  y las clasificó    en  cuatro rangos de distancia relativas  discretas:  distancia íntima  (1  a  46 cm),  distancia personal (46  a  122 cm),  distancia social   (1,2  a  3,7 m) y  distancia pública  (3,7  a  7,6 m y más).  

Con  las medidas de distanciamiento social y la  asignación mínima de 2  metros de distancia personal, los  rangos de distancia relativa  cambiarían  por completo,   especialmente  si las medidas de distanciamiento  social  se  consideran en el  futuro  como  normas aceptadas. .

Actualmente, existe un creciente  interés  en el diseño de entornos curativos.  .  Ryan  et al. (2014) [2] argumenta  que la oleada de  interés  en  crear  espacios y lugares  que  apoyan la salud y el bienestar  es  vista como un  renacimiento  en el pensamiento del diseño y la  forma  en  que  se  diseñan  y  construyen edificios  y  ciudades

Salingaros  (2015)[3]  sostiene  que el diseño  biofílico  elimina  eficazmente el estrés y  la  ansiedad  del  entorno construido  y se  logra    manteniendo un compromiso  reflexivo  con la naturaleza..  Recientemente,  los investigadores  han  estado  poniendo en claro  las relaciones sintácticas    entre las personas  y la naturaleza  (Asfour,2019[4]; Rice[5], 2019;  To & Grierson, 2019[6]). En  tal   búsqueda,  intentan  demostrar  el papel de la  arquitectura  y el urbanismo  en el desarrollo de entornos  saludables  y  curativos y cómo se puede  informar el diseño  para  permitir que prosperen las asociaciones  humanas y de la naturaleza  críticas.  Las medidas de distanciamiento social pueden fomentar  una menor  asociación  con las personas  en  entornos urbanos  y  pueden  dar un mayor  aumento  a las tendencias del diseño  biofílico. El llamado diseño biofílico en la arquitectura es aquel que intenta restablecer el vínculo entre la naturaleza y el hombre, introduciendo elementos adecuados que puedan transformar las casas y las oficinas en lugares mucho mejores para el bienestar físico y emocional de las personas, así como aumentar la productividad.

Conclusión:

Empieza un giro en las costumbres de la sociedad, se modifican los contactos entre personas, los ámbitos de trabajo fabriles, en comercios, escolares, laborales, las concepciones de las oficinas, el transporte, la producción de bienes, la salud laboral, las licencias por enfermedad y en cada municipio o conglomerados urbanos. La protección de las personas en salud laboral se incorpora el COVID y la Influenza. Deberá pensarse que hacer urbanísticamente con los entornos de las grandes urbes, receptoras de migraciones internas que buscan oportunidad de trabajo, pero que empeoran la calidad de vida, como la transformación de las condiciones que se logra atender a la dependencia de los ancianos, son muchas las tareas, que las interdisciplinas tenemos por delante, dejando la «licenciatura en saber de casi todo«, que muchos médicos, aunque también los ingenieros lo tienen, que no es un mal en toda su dimensión, porque lleva a ampliar las fronteras del conocimiento, pero siempre escuchando al otro.


[1]  Keil R, Connolly C, Ali SH: Outbreaks like coronavirus start in and spread from the edges of cities. The Conversation (17 February 2020). 2020;

[2] Ryan CO, Browning WD, Clancy JO, et al.: Biophilic Design Patterns: Emerging Nature-Based Parameters for Health and Well-Being in the Built Environment. Archnet-IJAR: International Journal of Architectural Research. 2014; 8(2): 62–76. Publisher Full Text

[3]  Salingaros NA: Biophilia and healing environments: Healthy principles for designing the built world. New York, NY : Terrapin Bright Green. 2015. Reference Source

[4] Asfour K: Healing architecture: A spatial experience praxis. Archnet-IJAR: International Journal of Architectural Research. 2019. Publisher Full Text

[5] Rice L: The nature and extent of healthy architecture: The current state of progress. Archnet-IJAR: International Journal of Architectural Research. 2019; 13(2): 244–259. Publisher Full Text

[6] To P, Grierson D: An application of measuring visual and non-visual sensorial experiences of nature for children within primary school spaces: Child–nature–distance case studies in Glasgow, Scotland.Archnet-IJAR: International Journal of Architectural Research. 2019. Publisher Full Text

Como se podría restaurar la cirugía programada en el contexto de la pandemia Covid 19.

Dirigido a instituciones sin fines de lucro o lucrativas que requieren facturación y entidades públicas que no pueden postergar más el abordaje de algunas patologías.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Ponerse en contexto:

Cuando comenzó la epidemia, como no sabía que iba a ocurrir, y las primeras expresiones de los usuarios de la actividad privada de salud fue querer huir de las instituciones que internaban COVID, se intentó direccionar corredores asistenciales no COVID. Se suspendieron programadas, se adiestró personal y médicos, se intentó cubrir stocks de elementos de protección personal, contra la corriente especulativa y la demanda creciente, llegó momento que ni siquiera hubo alcohol, nunca se llegó al quiebre de stock pero porque fuimos previsores, pero esto no fue la generalidad.

Esto en instituciones públicas es imposible, porque hay que dar prioridad a la demanda población prevalente que está en el área programática.

Se recrudeció la fragmentación del sistema. Todos se acordaron que había un Estado, y le pidieron ayuda, casi como no creyentes cuando están por morir le piden clemencia a un Dios que nunca tuvieron en cuenta.

No sabíamos cuantos casos tendríamos, tuvimos las circunvoluciones cerebrales llenas de dudas que la negación no despejaba, en verdad, pero lo que ocurría en el centro de Europa, en la región de Lombardía dio miedo, de lo impensado, lo lejano se convirtió en cercano y nos llevó a tomar medidas de huir para prepararnos, ampliar la capacidad de terapia intensiva.

Empezamos a especular desde el desconocimiento y con datos falaces de la china, cuando la curva se iba a tornar exponencial, y estos llevó a la paralización generalizada de toda la actividad en forma inmediata.

Esto produjo una caída en la facturación de las instituciones privadas a menos de la mitad.

La recaudación de la seguridad social disminuyó al 30% las personas perdieron bruscamente la capacidad de pago y la consabida, temida y fatal corte de la cadena de financiamiento.

El miedo se apoderó también de los pacientes que tenían cirugías programadas y sin que se suspendieran ellos mismos pidieron reprogramar la intervención para otra fecha. Inclusive en las que no se habían interrumpido. Porque operar también implica un riesgo.

Entonces la actividad se paralizó.

Consultorios externos sin pacientes, guardias con un 20% de pacientes.

Caso sospechoso que cambiaba cada día, cada momento.

Desconcierto generalizado.

Bueno y empezó la situación, la curva no es curva, es una función lineal, con una pendiente baja, entonces tuvimos tiempo para todo, como somos, echarnos culpas, posicionarnos, criticar, ver lo que hacia el otro, tener desconfianza, a quien le pagan y a quien no.

Actos inconexos de una escenografía de la metafísica, inaugurando un establecimiento que no tiene habilitación, ni la tendrá, cuando no se sabía si se necesitarían camas y prometiéndole recursos a cuenta de una futura derivación. Montar un hospital en Tecnópolis.

Introducción:

Al decretarse la cuarentena y no conocer con certeza el comportamiento de la pandemia y el crecimiento de los casos, muchos de los establecimientos de salud para liberar recurso de las camas, capacidad de cuidados intensivos y del personal abocado a ellas, se suspendió la actividad programada, la cirugía electiva. Un gesto anticipado, que generó una cesantía de recursos importante.

De forma racional se podría pensar en reiniciar la programación en cuanto se disminuyan los ingresos hospitalarios, y que el nivel de ocupación de las camas de cuidados críticos no expandidos, no aumentados llegue al 75%, lo mismo que la ocupación de las camas en áreas libres de COVID en internación general o cuidados moderados, allí se puede pensar en programar, y al principio por dos semanas y debería ser condicional, chequeando al personal que atiende a estos pacientes y certificar que están libres de Covid o que tienen pasaporte verde.

Existe una preocupación en la decisión como gestores, autorizar la cirugía de pacientes que puedan estar en etapas presintomáticas, oligosintomáticas o pausisintomáticas de Covid, y el stress quirúrgico o el proceso inflamatorio, reparativo posterior a la cirugía que generen un caso de SARS COV2 grave en una cirugía que podría diferirse. Entonces en primer lugar debe ser una decisión compartida con el paciente.

La presión por reiniciar la actividad vendrá de parte de las clínicas privadas, de los médicos que viven de la prestación de servicios y de los pacientes que se quieren operar de su dolencia.

Los pacientes que han diferido las intervenciones y los cirujanos que las iban a realizar también pueden ejercer presión sobre el sistema para que pueda reiniciarse la actividad y también las instituciones privadas que facturan a los financiadores requieren mantener un nivel de facturación que les permita pagar los salarios, las cargas sociales, pagar proveedores, comprar insumos, y los servicios para sostener la actividad.

Inclusive puede existir el riesgo de tener que disminuir la lista de espera generada durante los últimos tres meses, no se vislumbre como una demanda efectiva.

Desarrollo:

Durante los primeros meses post-pandemia es natural que, a los riesgos naturales y a las acciones de una cirugía segura, se solapen los riesgos de la cola de la pandemia, que tal vez lo único que lo despejará es una prueba de RT-PCR NEGATIVA, o bien una prueba de Ig G positivo. O mejor ambos. Esto que, sin dudas, desde la gestión global, podría ser cuestionado, pero sería considerado una intención de obrar con la debida prudencia disminuyendo los riesgos especialmente sobre algo que desconocemos. como seguirá el Covid a la primer ola, si no se desarrolla la vacuna y termina de circular, porque hoy no hay casos en Nueva Zelandia, pero quien sabe cuando se restablezcan los vuelos.

Existen dos aspectos adicionales para evaluar, que son como quedó el personal, en qué condiciones, si no tiene que recuperar licencias, francos compensatorios, o es necesario que cierre un capítulo muy importante en la vida de cada uno de los agentes de salud.

El segundo de los aspectos es de las camas, de la higiene y la comprobación de la reutilización de las áreas.

Por un tiempo normal de por lo menos tres meses, será necesario continuar con las medidas de barrera implementadas durante la pandemia, como el uso de barbijo para los pacientes y los trabajadores de salud, como también las medidas de distanciamiento social.

Es probable que el SARS – Cov 2 esté con nosotros durante muchos meses y tal vez años. Esto tendrá impacto en diferentes aspectos de la prestación de servicios, diferente a lo que ocurre con el HIV, con la hepatitis B o C, nunca las prestaciones serán iguales y los niveles de seguridad deben aumentar. En todas las intervenciones se tendrá que utilizar barbijo con protección N 95 o superior. Esto incrementa el costo, 50 dólares, solo en eso, para una intervención.

El éxito de «aplanar la curva epidémica» significa que las necesidades del número sustancial de pacientes con COVID-19 que requieren ingreso hospitalario o servicios de atención crítica no se reducen de las estimaciones anteriores, sino que se extienden durante un período de tiempo más largo. Por lo tanto, el aumento de la demanda de servicios de cuidados críticos se mantendrá durante muchos meses.

Además, la persistencia del coronavirus circulando en la población (y dentro de los hospitales) plantea un desafío adicional a la seguridad del paciente, la seguridad del personal y los procesos eficientes de atención perioperatoria, quirófano, y postoperatorio, que el paciente debe conocer, y colaborativamente los centros deben seguir. Informando de un modo adecuado y transparente, sopesando los riesgos y los beneficios de seguir con una conducta activa quirúrgica, que podría ser diferida.

Será un desafío adicional, que deberá ser avalado por la autoridad de aplicación, porque sino resultará una exposición al riesgo muy alta, porque plantea un desafío adicional a la seguridad del paciente, del personal y de los procesos de atención.

Proporcionar vías seguras implica conductas muy férreas, que todos los integrantes de la organización estén comprometidos y sean agentes de la seguridad de los pacientes. Especialmente proteger a otros pacientes, de una infección por COVID adquirida en el hospital, esto exigirá recursos, tiempo, analisis, incremento lento de la actividad con vigilancia epidemiológica y tal vez que estos pacientes de cirugía programada estén en un área protegida, libre de pacientes con Covid de varios meses, como también el personal que lo esta atendiendo tenga PCR NEGATIVO.

Será necesario crear nuevos procedimientos por algún tiempo, hasta modificar la forma de atención centrada en la persona, intentando que el paciente se sienta humanamente considerado, deberemos seguir con actividad de aislamiento de gota y contacto durante por lo menos unos treinta días que cesen los últimos casos, o sea, si esta todavía circulando comunitariamente estas medidas serán indispensables, porque que nuestro personal lo atienda sin protección o se lo ponga en habitación compartida y este infectado, será imposible volver para atrás.

No se podrá asegurar que nada ocurrirá, especialmente durante las primeras cuatro semanas, y estaremos frente a un riesgo que solo lo podrá despejar la negatividad de los pacientes y todo el personal actuante, lo cual parece ser, desde este momento una cuestión bastante difícil de lograr.

Por lo tanto, dejaríamos unos meses de elementos de protección personal, que no estuvieran presentes antes de la pandemia, como antiparras y barbijos quirúrgicos, para los enfermeros y médicos y barbijo quirúrgico para los pacientes. Esto certificado, bajará naturalmente el nivel de riesgo operativo. Utilizar N 95 para todas las intervenciones quirúrgicas y procesos de aerosolización.

Al planear la reanudación de los servicios quirúrgicos planificados, es importante considerar las necesidades de los pacientes quirúrgicos en pie de igualdad con los que reciben atención para COVID-19 y otras enfermedades médicas respiratorias. Como en el área de actuación de pacientes inmunocomprometidos en época de circulación de influenza.

El aspecto crítico, de esta postura de nivel de seguridad elevado, para reiniciar la actividad antes que no haya más circulación del virus COVID, es para que no se prolongue más la lista de espera y autorizar a las clínicas privadas que viven de facturar egresos a reiniciar la actividad de manera segura.

La preparación para el regreso de la cirugía planificada diferirá entre regiones de nuestro país, entre los diferentes hospitales en una región y entre diferentes servicios quirúrgicos dentro de un hospital.

Al coordinar la actividad dentro de las regiones y hospitales, aquellos que prestan servicios quirúrgicos tendrán que ser conscientes del principio fundamental de que todos los pacientes en todo la Argentina deben tener equidad de acceso al tratamiento.

La primera cirugía que debe volver como cirugía planificada de alta prioridad haya comenzado, la oncológica en general, la cardiovascular, vascular, la neuroquirúrgica, etc. no se debe suponer que se podrá realizar un retorno a los niveles de actividad preCOVID-19 será rápido.

Debe haber una revisión periódica de la capacidad de los cuatro aspectos para adecuar una mayor cabida sin poner en peligro la seguridad de los pacientes y la salud del personal.

Los aspectos más relevantes a considerar son la tasa de ocupación, especialmente luego de liberar los lugares transitorios de internación, porque estos son pacientes potenciales que pueden requerir luego del 8 día hasta el 14-15 otro nivel de cuidado, y el sistema debe tener capacidad para contenerlos.

 El personal adecuado, que ya este reintegrado, recordando que hay personas que se le pueden adeudar las vacaciones, días compensatorios, que tienen que hacer una pausa, para reiniciar la actividad en modo normal.

Que los trabajadores que se enfermaron estén en condiciones de retornar. Una vez tener los planteles completos nos plantearemos volver a programar adecuadamente.

Si el equipamiento del quirófano fue usado para ventilar pacientes COVID, deben realizarse todas las acciones para darle bioseguridad. Probar todos los equipos que estuvieron fuera de la unidad.

Lo mismo si se llegaron a utilizar lugares de recuperación postanestésica como terapia intensiva, se deben adecuar a la recepción de pacientes luego de la saturación.

Como se observa el reperfilamiento no podrá ser inmediato, ni superponer rápidamente demanda.

Será posible solo en aquellas instituciones que no hayan llegado a la saturación, al colapso, y que hayan mantenido su capacidad instalada correctamente.

No sería posible tampoco decir, los privados no atienden pacientes con COVID, porque los privados tienen 6.300.000 personas bajo su responsabilidad, y contractualmente pueden estar obligados a atenderlos.

Esto desde el punto de vista comercial, o rentístico, para estas empresas puede ser beneficioso, pero es poco probable que se pueda llevar a cabo. Se podrá proponer a los pacientes la posibilidad de ser tratados en otras ciudades, donde el COVID no haya exigido tanto la oferta institucional de internación. Como por ejemplo la ciudad de La Plata, u otros centros urbanos. Las mismas prepagas podrían seleccionar la demanda y atender pacientes con SARS en algunos de los nosocomios y no en todos, pero tampoco esto es tan categórico, porque estos mismos pacientes pueden ser portadores o presintomáticos, como se advirtió en el trabajo publicado en el New England que el 15% de las embarazadas tenían PCR cuantificables.

La apertura deberá ser gradual, que se tengan camas, de pacientes que exista certificación que no estén infectados, en etapa pre u oligosintomática, para evitar una mala evolución postoperatoria o que se contagie el personal.

Considerar a todos los pacientes en un Inter espacio temporal de seguridad de un mes como potenciales portadores de COVID.

Llevar a que progresivamente se restablezca la actividad laboral en salud con seguridad, tanto en la cirugía electiva, urgente, como la internación clínica programada, y será fundamental que aprovechemos todos, estado, obras sociales, prepagos, clínicas privadas y sanatorios, camaras empresarias: repensar el modelo de mercado de trabajo del personal, y ofrecer hacia el futuro modalidades innovadores para que el personal pueda trabajar en un solo lugar, y evitar que los enfermeros tengan que ir de un trabajo a otro, o los médicos en cinco lugares distintos, para llegar a un dintel de dignidad como profesionales, y no alquilando sus horas de vida sin plenitud, con lo cual se pierde la mística que es lo más importante, y con lo cual se pueden hacer muchas cosas.

Infodemia

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor titular universidad ISALUD.

Infodemia: estamos atravesados por el Covid, como si no existiera otra cosa, todos abocados a evitar el contagios, tratar precozmente a los casos, liberar camas, ver y predecir cuando la curva se hará exponencial.

Existen tres aspectos primordiales en una enfermedad infecciosa, que se debe saber: la capacidad de contagio, la letalidad y el tratamiento especifico.

Las mentiras, las desinformaciones, las fake news, los globos de ensayo, son otros de los daños colaterales de la pandemia. Estos no es novedoso, especialmente para instalar operaciones de prensa que desprestigien gobiernos o personas, o estados, o regímenes, pero en esta cuestión sobre la pandemia, cuya lucha se gana con transparencia e información comprobada, es muy malo.

La incertidumbre lleva a las personas a realizar acciones sin racionalidad, que impulsa por ejemplo a ingerir sustancias o medicamentos que pueden tener efectos adversos, inclusive por la palabra de personas autorizadas o líderes políticos en el mundo, que no tienen evidencia comprobada que sirven. Menos mal que gran parte de los opinadores integran un consejo de asesores, sino la necesidad de combatir falsos rumores llevaría un tiempo que no se tiene en lugar de gestionar el Ministerio de Salud, que se tendría que ocupar de apagar esas corridas. La impostura de importancia que nos genera un micrófono, o un pedido de opinión televisivo o radial, es un elixir para el narcisismo, y la necesidad de no ser ignorados, de tener los cinco minutos de fama.

Quienes gestionamos debemos estar informados, pero corremos el riesgo de la compulsión por la primicia, informar antes que nadie los muertos, los infectados, los evacuados, los geriátricos, con ancianos abandonados e infectados, personal de salud contagiados, las curas, las vacunas, el personal de salud que muere en ejercicio, los que quieren demostrar que el gobierno te manda a atender sin los medios de protección, las pruebas exitosas con las vacunas o con algún medicamento en una serie de una sola rama y con treinta días de inclusión. Que en tal o cual país hicieron las cosas tan serias que no hay más circulación de casos.

Esta provocando un daño que es otra epidemia, la infodemia.

La pandemia de coronavirus ha alumbrado un nuevo fenómeno: la llamada infodemia. El término, referido al contagio de noticias falsas relacionadas con esta crisis, ha hecho fortuna en Bruselas para clasificar un tipo de desinformación que ha dejado de ser residual. Las bolsas de cadáveres apiladas en un supuesto hospital español, el falso Boletín Oficial del Estado con un calendario de flexibilización del confinamiento o los remedios caseros para curar el coronavirus son solo tres ejemplos del océano de falacias que inunda estos días móviles y tabletas, más utilizados que nunca en los hogares. El Gobierno, blanco de muchos de esos ataques, ha identificado más de un millar de mentiras relacionados directa o indirectamente con la enfermedad, según fuentes del Ejecutivo Español. Si se aíslan los de corte meramente sanitario, suman ya 500. En Europa, uno de cada cinco casos de manipulación rastreados desde 2015 guarda relación con la covid-19. Y los análisis no son exhaustivos.

Casi 500 noticias falsas de medicamentos o consejos preventivos llegaron al conocimiento público. Ya nos excede el desconocimiento natural de esta enfermedad, aunque la estemos tratando para que nos vengan con falacias.

Algunas de las Falacias.

No tienen un orden prefijado, sino que fueron recolectados de lecturas diversas, ninguna seria, pero que han tenido un efecto transitorio y movilizaron respuestas desesperadas de las personas.

El clorito de sodio, las gargaras de agua tibia y sal, la vitamina C, la vitamina D, complementos alimenticios, hasta luc Montagnier dice que el virus se produjo por un «accidente industrial» en un laboratorio, el Whasington post confirmó que el origen del virus es de un laboratorio de Wuhan, que Mike Pompeo lo dice en un informe. Tampoco esta confirmado que el origen del virus sea Fort Detrick Maryland. No se hacen suficientes test por eso la curva esta aplanada. Se va a decretar el estado de sitio para que la gente cumpla con la cuarentena. El Ministerio va a administrar todas las camas públicas y privadas. Murió el primer voluntario que se ofreció para la prueba de la vacuna. Hacer uso del aire acondicionado podría propagar el virus. Aunque las informaciones preliminares dicen que pueden ayudar a dispersarlo. La relación existente en pediatría entre la enfermedad de Kawasaki y el SARS Cov2. Tampoco la relación con el shock tóxico. La desescalada del estado de alarma. o hasta cuando se prolongará la cuarentena. El Ministerio de Salud o la Superintendencia le adelantaron dinero a un sindicato para que abra una clínica que tiene terminada no habilitada. Que en la región de Wuhan hubo solo 8400 muertos. Se ha autorizado a fumigar para disminuir el coronavirus. Están retenidos materiales de protección personal en Turquía. El estado compró toda la producción nacional de respiradores y barbijos. El estado de la Provincia de Buenos Aires, compró todos los elementos de protección. Los consejos o conceptos de la supuesta viróloga Judy Mikovits. Los israelíes ya tienen la vacuna contra el coronavirus, aprovechando la tecnología que tenían desarrollada para los pollos. La causa del mal no es una neumonía sino una trombosis, por ello se murieron tantos pacientes. El Ministro de Salud no vio venir la epidemia. No hay camas ni respiradores reservados para ningún político. El Profesor Charles Lieber, de la acreditada Universidad de Harvard, ha sido detenido por haber vendido el virus a china. La app que utiliza el gobierno no geolocaliza. Cantar canciones o poner música desde los balcones viola propiedad intelectual. Hacer vahos con vapor de agua no ayuda a evitar el contagio. No hay pruebas que se estén requisando materiales en la aduana, para que se destinen solo a los hospitales públicos. No es verdad que los fumadores tengan menos probabilidad de internarse que los no fumadores. El audio de una supuesta empleada de la fundación Jimenez Díaz que se esta muriendo gente Joven sin patologías asociadas. El ibuprofeno agrava los síntomas del SARS Cov2, no hay ninguna evidencia que lo avala, pero mejor prescribe paracetamol. Que hay que sacarse los zapatos al entrar en casa porque el virus vive varios días en el asfalto. Noam Chomsky no ha dicho que el virus fue propagado intencionalmente por EE.UU y los aliados. Que Putin dijo que los lideres del mundo lo que quieren es reducir la población fue una traducción falsa de su discurso. Que te podes quemar en la cocina si te has echado gel con desinfectante con alcohol ya que es inflamable. No es cierto que la organización mundial de la salud haya dicho que la mascarilla social no es útil. Supuestas valoraciones de la universidad de Oxford sobre la respuesta de los sistemas de salud. Que Cuba ha creado una vacuna para el coronavirus, que es en realidad el interferón 2A. No es verdad que las epidemias ocurran cada cien años, la peste, el cólera, la gripe española y el coronavirus, SARS Cov 2. Las mascarillas pueden provocar hipoxemia. China ha encontrado una vacuna que empezará a repartir en los próximos días. Las ART no cubrirán a los agentes de salud que hayan tenido coronavirus, no es una enfermedad profesional. El cierre de las entradas a algunos municipios. Huawei ha dejado de enviar mascarilla al resto del mundo para prevenir la transmisión. Muchos de los animales que están en la sociedad. «Todos los chinos recibieron vacunas obligatorias el otoño pasado» y en el que se cuenta que esas vacunas habrían sido activadas gracias al 5G utilizando el polvo inhalado que lanzan los chemtrails. Está circulando en las últimas horas una cadena de Whatsapp en la que se dice que la Comunidad de Madrid está segregando los hospitales para tratar en unos a pacientes de coronavirus y en otros al resto de patologías. Circula mucho por WhatsApp una imagen en la que se asegura que «ayer se inició la vacunación masiva contra COVID-19 en Senegal y los primeros 7 niños que la recibieron murieron en el acto». Sin embargo, a fecha de 11 de abril de 2020 no existe una vacuna contra la enfermedad y no hay pruebas de que siete niños senegaleses hayan muerto. Cuidado con el vídeo que afirma que el CDS o dióxido de cloro (derivado del MMS) cura el coronavirus: no hay ninguna prueba y puede ser peligroso. No hay pruebas de que Alemania esté contando sólo las muertes directas por coronavirus y no los casos con patologías previas. La carta del Centro de Transfusión de Madrid para extraer plasma de curados de coronavirus es una carta interna y el centro aún no ha hecho ningún llamamiento público. ¿Qué sabemos sobre si los niños en Italia pueden salir a la calle? El primer ministro ha aclarado que no es así y que sólo pueden acompañar a sus padres a la compra. no hay pruebas de que las personas con barba y bigote podrían aumentar el contagio del coronavirus. no hay pruebas de que tomar una tableta de vitamina C y omega prevenga el coronavirus ni de que ningún alimento lo haga. el coronavirus no se puede curar con una bebida de ajo, cebolla, limón y jengibre: ningún alimento previene o cura el virus. ¿Qué sabemos sobre la muerte del perro de Hong Kong que había dado positivo en coronavirus?, las imagenes panorámicas ‘sin contaminación’ no ha sido tomada durante el confinamiento por el coronavirus. no hay pruebas de que Pablo Echenique haya tuiteado que por muchos que mueran por COVID-19 «Franco mató más gente». No, no hay evidencia de que los pulmones con coronavirus tengan un 50% de fibrosis con los primeros síntomas. No hay evidencias que el coronavirus permanezca ocho horas en el aire. No hay evidencias que beber vino proteja o evite el contagio del Covid 19. Es seguro recibir un paquete de compras en su domicilio. El riesgo de contagio por coronavirus por el contacto con objetos como monedas o billetes «es muy bajo», según la OMS. Dichos objetos pueden contaminarse con el nuevo coronavirus si, por ejemplo, una persona infectada tose sobre ellos, aunque el virus «puede sobrevivir en una superficie durante unas horas o un poco más». No, no y no: la cocaína no puede proteger frente al nuevo coronavirus. la orina no protege. No puede ya que la orina no mata los virus ni las bacterias y, lo que es peor, «puede contener pequeñas cantidades de material vírico o bacteriano», según la OMS. La vacuna contra el neumococo no protege contra el coronavirus. No está demostrado que los vacunados con la BCG Tenga formas menos graves de Covid 19. Afecta más a las personas de mayor edad y menos a los niños. Se podrán reutilizar las mascarillas N 95. ¿Pueden las mascotas transmitir el nuevo coronavirus?. ¿Cómo de efectivos son los escáneres térmicos para detectar a personas infectadas con el nuevo coronavirus?. Pueden una lámpara de desinfección ultravioleta matar el nuevo coronavirus?. Puede un secador de pelo ser efectivo. Cuando venga el calor el coronavirus no se propagará, «Según las evidencias hasta ahora, el virus que causa COVID-19 puede ser transmitido en todas las zonas, incluyendo las áreas con clima cálido y húmedo. Independientemente del clima, adopta medidas de protección si vive o viaja a un área que reporta COVID-19. La mejor manera de protegerse contra el COVID-19 es lavarse las manos. ¿Qué sabemos sobre la peligrosidad del brote del nuevo coronavirus iniciado en China? Su mortalidad actual es menor que la de otras epidemias.

No, los coronavirus no se propagan a grandes distancias a través del aire

Tal y como explica la OMS, las gotas de saliva y las secreciones nasales que suelta una persona que tose o estornuda son «demasiado pesadas para propagarse a grandes distancias».

Como se combate esta situación:

El principal foco de combate de la infodemia está en Bruselas, en una unidad creada en 2015 para luchar contra la desinformación. Las fuentes consultadas en el Servicio Europeo de Acción Exterior, del que depende la unidad contra la desinformación (EUvsdisinfo), son reacias a concretar si la virulencia es mayor en España, pero ofrecen este dato: el canal español de Russia Today, cadena financiada por el Kremlin, es la duodécima cuenta más compartida en redes como Twitter y Facebook en lo relativo al coronavirus. Este medio ha difundido, entre otras, la teoría de que militares estadounidenses pudieron haber llevado el virus a Wuhan, origen de la pandemia.

Por un lado, podemos encontrar noticias falsas relacionadas con el origen del coronavirus en los que especulan que se trata de un arma biológica (FALSO) o de una estrategia de control de la población (FALSO). Estos bulos sobre el origen han provocado la respuesta del ámbito científico. En una carta a “The Lancet”,  científicos del ámbito de salud pública «condenan enérgicamente las teorías de conspiración que sugieren que COVID-19 no tiene un origen natural. […] Las teorías de conspiración no hacen más que crear miedo, rumores y prejuicios que ponen en peligro nuestra colaboración global en la lucha contra este virus”. El segundo tipo son noticias falsas relacionadas con las formas de contagio, los tratamientos o su eliminación, como que ya existe la vacuna (FALSO), que la cocaína cura el coronavirus (FALSO) o que salir al balcón a aplaudir prolifera los contagios (FALSO).

Sin embargo, no hay vacuna informativa capaz de superar, en estos momentos, la fuerza viral de la incertidumbre en una esfera pública digital dónde las noticias falsas tienen un 70 por ciento más de probabilidades de ser retuiteadas que las verdaderas.

Libertad y responsabilidad, datos seguros, trazables, con propósitos de transmisión y contención de la pandemia, el propósito bueno debe ser colaborativo, pero siempre de la seguridad, y esto constituye un deber, compartir datos, trabajar en salud puede generar discriminación.

Organización asistencial del cuidado intensivo durante el coronavirus.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

Planteo del problema:

El 5% de los pacientes requieren cuidados intensivos, más de la mitad de ellos, que sufren la tormenta inflamatoria, que desencadena el requerimiento de asistencia respiratoria mecánica, estos pacientes requerirán entre 14 y 21 días de estancia en la terapia intensiva, por lo tanto una cama de UCI, con respirador sirve para atender 2,1 pacientes mes.

Esto producirá una enorme presión sobre la organización hospitalaria y los hospitales en general, que requerirán de todos los médicos que sepan cuidados intensivos, y ventilar pacientes.

Desarrollo:

Dimensionando el problema además es que los primeros dos días, estos pacientes mientras se logra el reclutamiento, su adaptación a un aceptable intercambio gaseoso, lleva mucho trabajo, de encontrar el mejor modo ventilatorio. Este requerimiento inicial, si no se instala un fallo multiorgánico podría encaminar al paciente, por lo tanto podríamos decir que tendremos cuatro o cinco tipos de pacientes diferentes. Que exigirá que se organice en un nivel progresivo el cuidado, intermedio de entrada, o intermedio de salida. Que son diferentes. Con especial atención al intercambio, a la hipoxemia, al shock, a los reactantes de fase aguda, al status neurológico del paciente.

Luego pacientes que requieren Asistencia respiratoria Mecánica con pulmón complaciente y no complaciente, y un paciente más grave con distress, más falla multiorgánica.

La relación entre paciente y enfermería cambia en todos estos pacientes, pero la organización médica, tiene que tener una estructura piramidal de los intensivistas comandando equipos ad hoc. requieren también transversalmente equipos de vías, de colocación de catéteres de diálisis, de intubación, de control, de evaluación, de informes a los familiares y de decisiones.

Los decisores de la ventilación mecánica o manejo de la insuficiencia respiratoria, que están en el vértice de la pirámide de las unidades de cuidados críticos, pueden mantener el control de hasta 18-20 pacientes ventilados, con doce horas presenciales y otras en llamado y deben recibir reportes como informes provenientes de los monitores multiparamétricos, y del intercambio gaseoso.

El equipo de control de infecciones debe pasar revista a las medidas de cuidado del personal, el uso correcto de los elementos, verificar las áreas de refrigerio, de cambio de ropa. Existe una necesidad de mantener flexibilidad. De acuerdos entre los integrantes. No hay que tener feriados.

Todos los días son Lunes mientras durante la pandemia.

Los integrantes de los equipos piramidales deben recibir nuevas funciones a medida que vayan evolucionando y pasan a otra unidad.

Existe algunos posturas que se debaten y no esta cerrado el concepto, si la complejidad de concentra o se hace un mix para poder colocar más pacientes por enfermera.

Debe existir un esfuerzo mayor de la gerencia y de los recursos humanos, e inventiva, para que la relación en lo más graves se mantenga uno a uno, paciente enfermera, fundamentalmente el primer y el segundo día desde que es conectado al respirador.

Luego los pacientes entran en una fase de estabilidad, que mejoran muy poco cada día o aparecen nuevas complicaciones que hay que interpretar medulosamente, si esta agravándose el cuadro de base o tiene una infección sobreagregada.

La mortalidad si hay menos enfermeras que las que tiene que tener la unidad es directamente proporcional.

La preparación de estos equipos es constante y exige de neumonólogos, internistas, anestesistas, cardiólogos, trasplantólogos, hemodinamistas, que podrán ser el equipo de vías.

Disponer de turnos médicos de 6 o de 12 hs, con descanso en la institución por siete días. El éxito de esta estrategia será mantener un alto grado de flexibilidad. es un modelo de cuidado supervisado.

Estos servicios de terapia intensiva con pacientes COVID no pueden ser manejados por una guardia. y Unos médicos de staff que vienen un rato en el día. de ninguna manera. estos pacientes deben ser atendidos por un equipo interdisciplinario, integrado piramidalmente por médicos con experiencia, médicos de planta, kinesiólogo. enfermeros.

Los médicos que se sienten cómodo con el manejo complejo del respirador en este caso es esencial para el equipo de atención y debe estar en el vértice de la unidad clínico funcional. Se deben realizar rondas de ventilación dos veces por día. Una por día de infectología. En las de ventilación participan los kinesiólogos. En las rondas de ventilación deben participar los especialistas en imagenes.

Estructura piramidal, con un medico de experiencia que maneje 20 ventilados, los que están cerca de los pacientes cada díez camas, luego fellow.

Un medico para primer llamado que haga ingresos y un grupo flotante, que concurre a los otros lugares de la institución.

Se deben distribuir los ingresos en primer lugar a medida que se van abriendo las unidades, luego que están todas abiertas se deben equilibrar cargas de ingresos, en función de las altas y las camas libres. los informes médicos debe quedar en conversaciones grabadas y estas podrán ser enviadas a los teléfonos celulares de las familias, Peor lo tanto deben estar codificadas en función de una comunicación entrenada y en el manejo de los pacientes que tendrán peor pronóstico.

Es un modelo de dotación de personal supervisado, las 24 hs del día y mientras dura la epidemia, las doce semanas en total hasta que volvamos a la normalidad.

Tiene que haber en la unidad un área de procedimiento ecoguiada o la oportunidad de llevar a los pacientes a salas que podamos guiarnos con intensificadores de imagenes. Por ello es muy importante el apoyo de los hemodinamistas en el equipo de colocación de vías, estas situaciones no deben interesar a los más experimentados en el manejo ventilatorio una actividad que le lleve horas porque lo aleja de los otros pacientes.

Los enfermeros deben participar activamente de estos equipos o unidades funcionales clínicas. Los pacientes que están para salir de la unidad no deben permanecer en la misma, porque esto impedirá el acceso de otro paciente a un respirador.

El uso de máquinas o mesas de anestesia apropiadas permite aumentar la capacidad de ventilación dejando un 20-30% de los quirófanos abiertos. tener siempre dispuestos los planes de expansión preparados, personal, equipamiento, circulaciones insumos. Un aspecto importante es la circulación segura y limpia.

Protocolos para evitar extubaciones.

materiales al pie de la cama. minimizar en todo momento los riesgos para el personal de salud porque es el que tenemos.

Los que tienen experiencia se debe reunir con los nuevos que formaran la nueva unidad clínica mediante la videoconferencia, donde se contarán las experiencias, las dificultades, las vivencias lo que pensaban que les era útil y como les fracaso.

Cuando la epidemia se revierta primero se deben normalizar los lugares reconvertidos por la tensión generada por el aumento de los casos. Para dejar la última unidad con pacientes de Covid. y la segunda abierta con el restablecimiento del ritmo del hospital con pacientes no Covid. para volver a la rutina normal del hospital, haciéndole firmar a los pacientes la autorización y certificar el conocimiento que el riesgo es mayor que antes de la pandemia por estar internado.

Optimización de los equipos de atención.

Estos equipos marcan una gran diferencia, porque los intensivistas pueden ocuparse de mejorar la asistencia respiratoria mecánica.

Equipos de procedimiento.

Equipos de vías respiratorias.

Equipos de respiradores.

equipos de terapia de reemplazo renal.

equipos de apoyo familiar. que son los médicos que dan o suministran los informes. Dan apoyo a las familias.

Conclusión

Es una estapa que se caracteriza y es una fortaleza de estar atento a las fallas, rápidamente corregirlas e innovar continuamente. Optimizar los equipos de atención, utilización de tecnología, ampliación de los recursos de cuidados. Despliegue rápido de médicos intensivistas como cabeza de equipos piramidales de unidades de gestión crítico.

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