Significado de la inmunidad celular en el Covid.

Targets of T cells responses to SARS CoV 2 Coronavirus in humans with COVID 19 Disease and no exposed Individuals

Alba Grifoni Daniela Weiskopf Sydney I. Ramírez Davey M. Smith Shane Crotty Alessandro Sett

Grifoni et al., 2020, Cell 181, 1489–1501 25 de junio de

Dr. Carlos Alberto Díaz.

Hipótesis que formulo desde la lectura de trabajos científicos: 1-Si bien la transmisión se frenó en las grandes urbes con seroconversiones de 12 a 20%, es porque el resto tiene inmunidad celular, para constituir la inmunidad de rebaño, 2- y como memoria inmunológica cruzada en algunos países asiáticos, que la enfermedad se auto limitó, a pesar de no tener sistemas de salud, despliegues epidemiológicos, o 3- son responsables de la reacción inflamatoria.

En los esfuerzos por desarrollar  una  comprensión clara  de la inmunidad protectora  SARS-CoV-2, el análisis   de anticuerpos  ha  sido  paralelo  por  estudios de células  T  cell a través de  COVID-19  asintomática,  leve  y  grave. Altmann y col. 2020. CORONAVIRUS SARS-CoV-2 T cell immunity: Specificity, function, durability, and role in protection

Definir las  funciones de efector  CD4 y CD8 en la protección  es  importante teniendo en cuenta que  las respuestas de anticuerpos aparecen  de corta duración y la memoria de células  T  cell  es  potencialmente  más duradera. CORONAVIRUS SARS-CoV-2 T cell immunity: Specificity, function, durability, and role in protection

Para comprender completamente la inmunidad a nivel   de población, sería beneficioso el cribado de anticuerpos y la inmunidad de células T  mediante métodos de prueba  estandarizados.   

El análisis de la inmunidad de los células  T  al  SARS-CoV-2 ha  progresado  rápidamente. La atención  inicialmente  se centró  en la caracterización de las respuestas de anticuerpos,  dictadas  por  la necesidad  traslacional  de pruebas diagnósticas y datos de seroprevalencia.  Con respecto  a la  vacuna  y la terapia, el impulso  provino de la probabilidad  de  que  los  anticuerpos  neutralizantes  anti-picos  sean un  correlato  de  protección  (CoP). Con el tiempo ha llegado la apreciación de que  entre los individuos  PCR+  son  aquellos  que  muestran la inmunidad  de células  B  y células T cell  y  aquellos  con  una respuesta discordante.

Se supone una respuesta relativamente efímera a los anticuerpos  y una  inmunidad más duradera a los células  T  fueron  pronosticadas  por  experiencias  con  las infecciones por MERS y SARS-CoV-1  estrechamente  relacionadas.

De  todo  lo que  se  conoce de la inmunología  viral en general y la inmunidad de células T coronavirus   específicamente,  se  podría  suponer  que la memoria de células  T SARS-CoV-2  probablemente  dura años  y  confiere  protección.

La linfopenia es un marcador y correlato comúnmente observado  de  gravedad  (según  se juzga  clínicamente  y  por proteína C reactiva  elevada,   dímero D y  ferritina),  especialmente  dentro del subconjunto  CD8 

Los primeros pasos para tal comprensión radica en la capacidad de cuantificar las células T CD4 y CD8 específicas del virus.

Estos conocimientos son de importancia concreta, ya que proporcionarán información sobre la inmunidad y la patogénesis de la infección por SARS-CoV-2, y los mismos conocimientos ayudarán a diseñar y evaluar las vacunas candidatas.

Las estimaciones de inmunidad también son fundamentales para la estimación del modelo epidemiológico de futuras medidas de control pandémico de distanciamiento social (Kissler et al., 2020).

Estas proyecciones son dramáticamente diferentes dependiendo de si la infección por SARS-CoV-2 crea inmunidad sustancial, y si existe alguna inmunidad reactiva cruzada entre el SARS-CoV-2 y los coronavirus humanos estacionales circulantes «resfrío común» de circulación.

La definición y evaluación de las respuestas de células T SARS-CoV2 específicas del antígeno humano se hacen mejor con ensayos directos de células T ex vivos utilizando grupos de epítopos de base amplia y ensayos capaces de detectar células T de cualquier polarización de citoquinas. Aquí, hemos completado esta evaluación con muestras de sangre de pacientes COVID-19.

También existe una gran incertidumbre sobre si las respuestas inmunitarias adaptativas al SARS-CoV-2 son protectoras o patógenas, o si ambos escenarios pueden ocurrir dependiendo del momento, la composición o la magnitud de la respuesta inmunitaria adaptativa.

Las hipótesis abarcan toda la gama (Peeples, 2020), basada en los datos clínicos disponibles del síndrome de enfermedad respiratoria aguda grave (SARS) o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) (Alshukairi et al., 2018Wong et al., 2004Zhao et al., 2017) o datos de modelos animales con SARS en ratones (2009Zhao et al., 2010Zhao et al., 2016), SARS en primates no humanos (NHPs) (Liu et al., 2019Takano et al., 2008) o virus de peritonitis infecciosa felina (FIPV) en gatos (Vennema et al., 1990).

La inmunidad protectora, la inmunopatogénesis y el desarrollo de vacunas para COVID-19 se discuten brevemente a continuación, relacionados con la introducción de la importancia de definir las respuestas de los linfocitos T al SARS-CoV-2.

Sobre la base de datos de pacientes con SRAS en 2003-2004 (causado por SARS-CoV, el betacoronavirus humano más estrechamente relacionado con SARS-CoV-2), y sobre la base del hecho de que la mayoría de las infecciones virales agudas resultan en el desarrollo de inmunidad protectora (Sallusto et al., 2010), una probable posibilidad ha sido que la célula T CD4 sustancial, Las respuestas de células T CD8 y anticuerpos neutralizantes se desarrollan a SARS-CoV-2, y todas contribuyen al aclaramiento de la infección aguda, y, como corolario, algunas de las células T y B se retienen a largo plazo (es decir, varios años) como memoria inmunológica e inmunidad protectora contra la infección SARS-CoV-2 (Guo et al., 2020bLi et al., 2008).

Sin embargo, un punto de vista contrario también es legítimo. Si bien la mayoría de las infecciones agudas dan lugar al desarrollo de inmunidad protectora, los datos disponibles para los coronavirus humanos sugieren la posibilidad de que no se produzcan respuestas inmunitarias adaptativas sustantivas(Choe et al., 2017Okba et al., 2019Zhao et al., 2017) y una inmunidad protectora sólida puede no desarrollarse (Callow et al., 1990).

Una falta de desarrollo de inmunidad protectora podría ocurrir debido a una respuesta de células T y/o anticuerpos de magnitud o durabilidad insuficientes, con la respuesta de anticuerpos neutralizantes dependiendo de la respuesta de los células T CD4(Crotty, 2019Zhao et al., 2016).

Por lo tanto, es urgente comprender la magnitud y la composición de las respuestas humanas de los células T CD4 y CD8 al SARS-CoV-2. Si la infección natural con SARS-CoV-2 provoca potentes respuestas de células T CD4 y CD8 comúnmente asociadas con la inmunidad antiviral protectora, COVID-19 es un candidato fuerte para el desarrollo rápido de vacunas.

La inmunopaogénesis en COVID-19 es una grave preocupación científica (se trata de limitar farmacológicamente(Cao, 2020Peeples, 2020). Es muy probable que una respuesta temprana de los glóbulos CD4 y CD8 contra SARS-CoV-2 sea protectora, pero una respuesta temprana es difícil de generar debido a los mecanismos de expresión inmune innatos y eficientes del SARS-CoV-2 en humanos (Blanco-Melo et al., 2020).

La expresión inmune por SARS-CoV-2 es probablemente exacerbada por la reducción de la función o disponibilidad de la célula de presentación de antígenos mieloides (APC) en los ancianos (Zhao et al., 2011).

En tales casos, es concebible que las respuestas de células T tardías puedan en cambio amplificar los resultados inflamatorios patógenos en presencia de altas cargas virales sostenidas en los pulmones, por múltiples mecanismos hipotéticos posibles(Guo et al., 2020aLi et al., 2008Liu et al., 2019).

Los resultados críticos (UCI) y fatales COVID-19 (y SARS) se asocian con niveles elevados de citoquinas inflamatorias y quimioquinas, incluyendo interleucina-6 (IL-6) (Giamarellos-Bourboulis et al., 2020Wong et al., 2004Zhou et al., 2020++)

El desarrollo de vacunas contra infecciones víricas agudas se centra clásicamente en la recapitulación provocada por la vacunación del tipo de respuesta inmunitaria protectora provocada por una infección natural. Este conocimiento fundamental está actualmente ausente para COVID-19, incluyendo cómo el equilibrio y los fenotipos de las células que responden varían como una función del curso de la enfermedad y la gravedad. Estos conocimientos pueden guiar la selección de las estrategias de vacunas con mayor probabilidad de obtener inmunidad protectora contra el SARS-CoV-2. Además, el conocimiento de las respuestas de los células T a COVID-19 puede guiar la selección de las variables inmunológicas adecuadas para los ensayos clínicos de vacunas candidatas COVID-19, que ya están comenzando.

También se dispone de información limitada sobre qué proteínas SARS-CoV-2 son reconocidas por las respuestas inmunitarias de células T humanas. En algunas infecciones, las respuestas de las células T están fuertemente sesgadas hacia ciertas proteínas virales, y los objetivos pueden variar sustancialmente entre las células T CD4 y CD8(Moutaftsi et al., 2010Tian et al., 2019).

El conocimiento de las proteínas y epítopos SARS-CoV-2 reconocidos por las respuestas de células T humanas es de importancia inmediata, ya que permitirá el seguimiento de las respuestas inmunitarias COVID-19 en laboratorios de todo el mundo. Los conocimientos de los epitopos también ayudarán al diseño de vacunas candidatas y facilitarán la evaluación de la inmunogenicidad de los candidatos a la vacuna. Casi todos los candidatos actuales a la vacuna COVID-19 se centran en la proteína spike.

Una última cuestión clave a considerar en el estudio de la inmunidad SARS-CoV-2 es si existe algún grado de inmunidad al coronavirus reactivo cruzado en una fracción de la población humana, y si esto podría influir en la susceptibilidad a la enfermedad de COVID-19. Esta cuestión también es pertinente para el desarrollo de vacunas, ya que la inmunidad transfronteriza podría influir en la capacidad de respuesta a las vacunas candidatas (Andrews et al., 2015).

En resumen, la capacidad de medir y comprender las respuestas humanas de los células T CD4 y CD8 a la infección por SARS-CoV-2 es una importante brecha de conocimiento que actualmente obstaculiza el desarrollo de vacunas COVID-19, la interpretación de la patogénesis de la enfermedad COVID-19 y la calibración de futuras medidas de control pandémico de distancía social.

Identificación y cuantificación de respuestas específicas de células T CD4 de SARS-CoV-2+

Utilizamos ensayos de marcadores inducidos por activación dependiente del receptor de células T (TCR) para identificar y cuantificar células T CD4 específicas de SARS-CoV-2 en pacientes CON COVID-19 recuperados. La definición inicial y la evaluación de las respuestas de células T SARS-CoV-2 específicas del antígeno humano se hacen mejor con ensayos directos de células T ex vivo utilizando grupos de epítopos de base amplia, como MPs, y ensayos capaces de detectar células T de polarización de citoquinas desconocidas y atributos funcionales. Los ensayos AIM son ensayos independientes de la citoquina para identificar células T CD4 específicas de antígenos (Havenar-Daughton et al., 2016Reiss et al., 2017). Los ensayos AIM se han utilizado con éxito para identificar células T CD4 específicas de virus, específicas de vacunas o tuberculosis en una serie de estudios (Dan et al., 2016Dan et al., 2019Herati et al., 2017Morou et al., 2019).

Estimulamos los PBMC de 10 casos COVID-19 y 11 controles saludables (SARS-CoV-2 sin explotar, recogidos en 2015-2018) con un MP pico (MP_S) y el MP de clase II que cubre el resto del SARS-CoV-2 (no pico», MP CD4_R). Se utilizó un CMV MP como control positivo, mientras que DMSO se utilizó como control negativo. 

Las respuestas de células T CD4 específicas de SARS-CoV-2 (OX40CD137) se detectaron en el 100% de los casos COVID-19 (p < 0.0001 frente a los donantes no expuestos spike MP,  p a 0.002 frente al control DMSO, 

Las respuestas de los células T CD4 al resto del SARS-CoV-2 también se detectaron en el 100% de los casos DE COVID-19 (p < 0.0079 frente a donantes no expuestos MP sin pico, p a 0.002, control no pico frente a DMSO,  La magnitud de las respuestas de células T CD4 específicas del SARS-CoV-2 medidas fue similar a la del CMV MP.

La concordancia entre las mediciones de células T CD4 específicas de SARS-CoV-2 en experimentos independientes fue alta (p < 0.0002, .

Para evaluar la funcionalidad y la polarización de la respuesta de células T CD4 específicas de SARS-CoV-2, medimos las citoquinas secretadas en respuesta a la estimulación de MP. Las células T CD4 específicas de SARS-CoV-2 eran funcionales, ya que las células produjeron IL-2 en respuesta a los MPs sin pico y pico.

La polarización de las células parecía ser una T clásica. Se ha producido un tipo de interferón sustancial (IFN), mientras que poco o ningún tipo de IL-4, IL-5, IL-13 o IL-17 G-S3J).

Por lo tanto, los pacientes con COVID-19 recuperados generaron consistentemente una respuesta sustancial de células T CD4 contra SARS-CoV-2. Se llegaron a conclusiones similares utilizando el índice de estimulación. En términos de respuesta total de células T CD4 por donante, en promedio ∼50% de la respuesta detectada se dirigió contra la proteína de espiga, y ∼50% se dirigió contra el MP que representa el resto del SARS-CoV-2. Esto es importante, ya que la proteína de pico SARS-CoV-2 es un componente clave de la gran mayoría de las vacunas CANDIDAB-19 candidatas en desarrollo. Cabe destacar que, dada la naturaleza de las predicciones de péptidos MP_R, la respuesta real de los células T CD4 que se atribuiyó a los ORF no picos probablemente sea mayor, abordando en otros experimentos a continuación.

Identificación y cuantificación de respuestas específicas de células T CD8 de SARS-CoV-2+

Para medir las células T CD8 específicas de SARS-CoV-2 en los pacientes COVID-19 recuperados, utilizamos dos metodologías complementarias, ensayos AIM y tinción de citoquinas intracelulares (ICS). Se utilizaron los dos MP de clase I SARS-CoV-2, CD8-A y CD8-B, con CMV MP y DMSO que sirven como controles positivos y negativos, respectivamente. Las respuestas de los células T CD8 fueron detectadas por AIM (CD69CD137) en el 70% de los casos COVID-19 (p < 0.0011 frente a los donantes no explorados «CD8 total»,; p a 0.002, CD8-A o CD8-B frente al control DMSO. MP CD8-A contiene epitopos de espiga, entre epítopos a otras proteínas. La magnitud de las respuestas reactivas de células T CD8 DE SARS-CoV-2 medidas por AIM fue algo menor que la CMV MP. Se llegaron a conclusiones similares utilizando el índice de estimulación.

De forma independiente, los ensayos ICS detectaron células T CD8 específicas de IFN—COV-CoV-2 en la mayoría de los casos COVID-19. La mayoría de las células IFN-o co-expresadas enzima B. Una fracción sustancial de las células de IFN-o expresó el factor de necrosis tumoral (TNF) pero no IL-10. Por lo tanto, la mayoría de los pacientes recuperados con COVID-19 generaron una respuesta de células T CD8 contra SARS-CoV-2

Relación entre las respuestas específicas de los células T CD4 de SARS-CoV-2 y los títulos IgG e IgA+

La mayoría de las respuestas de anticuerpos protectores dependen de la ayuda de los células T CD4. Por lo tanto, evaluamos si las respuestas más sólidas de células T CD4 específicas de SARS-CoV-2 se asociaron con títulos de anticuerpos más altos en casos COVID-19. Dado que el pico es el objetivo principal de los anticuerpos neutralizantes del SRAS, examinamos las células T CD4 específicas de picos. Las respuestas de células T CD4 específicas de spike se correlacionaron bien con la magnitud de los títulos igG de RBD anti-spike (R a 0,81; p < 0,0001;. Se obtuvieron resultados similares utilizando el índice de estimulación. La respuesta de células T CD4 no-spike SARS-CoV-2 no se correlacionó también con los títulos igG de RBD anti-spike, de acuerdo con un requisito común para la ayuda de células T CD4 intramoleculares. Los títulos IgA anti-spike también se correlacionan con células T CD4 específicas de picos (p < 0.0002,. Por lo tanto, los pacientes con COVID-19 hacen que las respuestas de anticuerpos anti-spike RBD sean proporcionales a la magnitud de su respuesta específica de células T CD4 específicas de pico. A continuación, evaluamos la relación entre las respuestas de los células T CD4 y CD8 con el SARS-CoV-2. Las respuestas de células T CD4 y CD8 específicas de SARS-CoV-2 estaban bien correlacionadas (R a 0,62. p a 0,0025, Por lo tanto, las respuestas de los anticuerpos, CD4 y células T CD8 al SARS-CoV-2 estaban generalmente bien correlacionadas

Células T específicas del coronavirus reactivo cruzado preexistentes

Mientras que las respuestas de células T CD4 no específicas de picos y no picos eran detectables en todos los casos COVID-19, las células también se detectaron en individuos no expuestos . Estas respuestas fueron estadísticamente significativas para la reactividad de células T CD4 no específicas (no pico, p a 0,039; pico, p a 0,067;. Las respuestas no específicas de los células T CD4 estaban por encima del límite de detección en el 50% de los donantes sobre la base del índice de estimulación (SI). Todos los donantes fueron contratados entre 2015 y 2018, excluyendo cualquier posibilidad de exposición al SARS-CoV-2. Cuatro coronavirus humanos son causas conocidas de infecciones estacionales del tracto respiratorio «común» : HCoV-OC43, HCoV-HKU1, HCoV-NL63 y HCoV-229E. Probamos a los donantes no expuestos SARS-CoV-2 en busca de seroreactividad a HCoV-OC43 y HCoV-NL63 como un betacoronavirus representativo y alfacoronavirus, respectivamente. Todos los donantes eran seropositivos IgG a HCoV-OC43 y HCoV-NL63 RBD, en diferentes grados(Figura 5C), de acuerdo con la naturaleza endémica de estos virus (Gorse et al., 2010Huang et al., 2020Severance et al., 2008). Por lo tanto, examinamos si representaban verdaderas células T pan-coronavirus capaces de reconocer epítopos SARS-CoV-2.

La pandemia COVID-19 exige distanciamiento espacial y cercanía social: ¡no es distanciamiento social!

Dr. Carlos Alberto Díaz.

Introducción:

El futuro de la pandemia en el AMBA dependerá exclusivamente de las conductas individuales, familiares, urbanas, empresarias y provinciales.

Las consecuencias para la salud pública de limitar las estrechas conexiones humanas pueden incluir pronto problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, y la violencia doméstica.

Inicio de la cuarentena. El día anterior, el presidente había dicho que desde el 20 de marzo “nadie se puede mover de sus casas”. Y agregó: “Esta medida la hemos tomado tratando de que los efectos de la economía sean los menos dañinos posibles”. Una desierta avenida 9 de Julio daba fe de la medida.

Cinco meses después de la crisis del Covid-19, el encierro se ha convertido en una respuesta mundial a la pandemia. ¿Por qué tantos países han recurrido al encierro? ¿Cómo se está implementando en diferentes lugares? ¿Por qué algunos lugares han tenido más éxito con los encierros y otros no? ¿Qué nos dice la eficacia de los encierros sobre las instituciones locales encargadas de hacerlas cumplir?.

 Como respuesta global a la pandemia, la idea del bloqueo es problemática. En primer lugar, es enormemente caro. El bloqueo ha llevado a la obturación de las empresas y al aumento de las tasas de desempleo. En segundo lugar, exacerba la desigualdad. La capacidad de trabajar desde casa varía mucho en diferentes clases socioeconómicas. Si bien la clase media puede adoptar medidas caseras para trabajar, los pobres son menos capaces de hacerlo y muchos caen más profundamente en la pobreza. En tercer lugar, no es la forma más eficaz de detener la transmisión, al menos desde la perspectiva del control de enfermedades infecciosas. Los gobiernos locales de China implementaron directivas contundentes sin margen de interpretación. Esto se refleja en la palabra china para el encierro – fengcheng (封城) – que significa, literalmente, sellar una ciudad. A nivel local, «sellar» una megaciudad requiere mucha mano de obra y requiere un gran esfuerzo para hacer cumplir. Pero a diferencia de otros países, China no utilizó ni el ejército ni la policía para hacer el trabajo. En cambio, la aplicación local dependía de una gruesa red de instituciones y autoridades territoriales, como los comités residentes (burocracia gubernamental a nivel de barrio), wuye (empresas de gestión de propiedades/物业), asociaciones de propietarios y agencias gubernamentales de diversos tipos. Los comités para residentes tomaron la iniciativa para asegurarse de que las personas se quedaran en casa.  La implementación del bloqueo en China está en gran medida moldeada por las relaciones jerárquicas centro-locales del país. La decisión de cerrar Wuhan muestra dónde reside el poder en el sistema político de tres niveles: entre los gobiernos central, provincial y municipal, el gobierno central es el actor más poderoso. Aunque las autoridades municipales ejercen una considerable discreción en sus jurisdicciones, el poder en una crisis de tal magnitud es ejercido por el gobierno central. Fue el gobierno central el que intervino rápidamente después del retraso inicial y amplió la respuesta al nivel nacional. Italia lanzó el bloqueo de manera fragmentada en medio de mensajes contradictorios de funcionarios gubernamentales que sembraron una gran confusión. Un cierre efectivo requiere una intervención temprana, reglas claras y una aplicación estricta, ninguna de las cuales ocurrió en Italia. El orden de bloqueo de Italia siempre arrastró la curva de infecciones (Horowitz, Bubola y Povoledo 2020). La pandemia fuertemente politizada fue explotada por diferentes partidos políticos para desacreditarse unos a otros. La aplicación fragmentada del encierro pone de relieve a los gobiernos volátiles de Italia y a las relaciones centro-regionales competitivas. Estados Unidos tiene el esfuerzo menos coordinado para hacer frente a la crisis a nivel nacional. El gobierno federal se ha resistido a asumir un papel de liderazgo para coordinar una respuesta a la crisis, dejando que las autoridades estatales y locales se definen por sí mismas. La respuesta azarosa del país al brote de coronavirus se refleja en una ambivalencia hacia las órdenes de cierre. La orden de bloqueo se convirtió en el último recurso para que los estados desacelerar las infecciones para no abrumar a los hospitales locales. California fue el primer estado en declarar una orden de «refugio en el lugar», el 19 de marzo de 2020. Del 19 de marzo al 2 de abril, en poco más de 2 semanas, 41 estados emitieron pedidos de «quedarse en casa». En general, la respuesta azarosa de Estados Unidos a la pandemia refleja la mala coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal. A nivel federal, el Presidente se niega a asumir el papel de liderazgo para coordinar un esfuerzo nacional. A nivel estatal, aunque la mayoría de los gobernadores han ordenado legítimamente a los residentes que se queden en casa, tales órdenes en su mayoría llegaron demasiado tarde.

Las curvas epidemiológicas de los países afectados se están comportando de manera distinta, y el costo social y económico de las respectivas respuestas puede ser diferente, hemos elegido cuarentena estricta, con aperturas intermitentes, y hemos logrado no poner en tensión o saturación y caos al sistema de salud, disminuir la letalidad, que aumenta con la saturación, preparar la capacidad de respuesta del sistema ante el aumento de la carga de enfermedad de una patología predominantemente respiratoria, también porque en los lugares de mayor circulación por la protección que desplegamos con los ancianos, son pacientes más jóvenes los afectados, tenemos problemas con la demora en la consulta, y con la obesidad, al tener cerrada las fronteras y no importar casos. La experiencia que se debería publicar para entenderla, porque sobre ella hay datos parciales, se observó que dejo de circular el virus y el Ro <1 con las acciones desplegadas y con el contagio del 50% de la población.

A pesar de las múltiples incertidumbres que, a nivel biológico, clínico y epidemiológico, siguen subsistiendo en relación con este nuevo virus, lo que ya parece claro es que cada país ha respondido —o está respondiendo— a la misma amenaza con diferentes medidas y/o con una temporización diferente. Este hecho hace que las curvas
epidemiológicas de los países afectados se estén comportando de manera distinta, y que el coste social y económico de las respectivas respuestas pueda ser diferente.

Límites a los Derechos (Restricciones) Limites al Poder de Restringir = Limitación Legítima. Proporcionalidad – Razonabilidad

Ecuación entre Proporcionalidad y Razonabilidad.

La ventaja de la estrategia radical es la de forzar la cooperación y reducir rápidamente la presión sobre el sistema sanitario. Estas medidas, sin embargo, tienen un alto costo económico y social asociado al aislamiento de todos los casos positivos en instalaciones sanitarias y la restricción rigurosa de la libertad individual de
movimiento. Además, requiere datos actualizados a nivel poblacional y fuertes capacidades en manejo de datos, algo de lo que muchos otros países carecen. Aún no está claro lo que ocurrirá una vez que las restricciones se levanten y se reinicien las actividades normales, o si será necesario imponer nuevos bloqueos en caso de futuros brotes.

Gran parte de los opinadores de siempre, que cuestionaron a los covidólogos mediáticos, provocadores de la infodemia y llaman a economistas liberales (los nuevos economistas covidólogos que dicen cuanto va a caer la economía y cuantos pobres tendremos) para que generen temor por la expansión de la emisión monetaria y de la hiperinflación, pedían que se afloje las medidas del aislamiento preventivo social obligatorio, que se permita abrir los comercios, las industrias y detener la caída de la economía y la perdida de fuentes de trabajo, en pleno ascenso de la cantidad de casos en la zona del AMBA, con situaciones diferentes en cuanto a la cantidad de días que lleva la duplicación de casos de 30 días y el Ro de la ciudad de 1,16. Están cuestionando ese trade off difícil de sostener, donde el ensayo error es la metodología, que es el equilibrio entre restricciones y limitaciones, con incertidumbre y múltiples variables, que requiere el principio de la proporcionalidad. Para aplicar el principio de la proporcionalidad se requiere de liderazgo, poder, decisión, patinarse en principios para que las ideologías no se adhieran nocivamente. Para alcanzar la razonabilidad de la medida que la esfera estatal considera necesaria adoptar, basada en la restricción de derechos, por lo que el test de evaluación asentado en este principio no es materia solo de los esferas tribunalicias en la órbita judicial, sino que debe ser observada también por los otros componentes de los esquemas republicanos de una sociedad democrática, como lo son los poderes ejecutivos y legislativos, cuando de ellos emanan las decisiones o mandatos limitadores del ejercicio de los derechos, ya que ello es un una exigencia constitucional y convencional. Sería dable esperar que los principios de proporcionalidad lo maneje el jefe de estado, los gobernadores, los intendentes, con el asesoramiento de los ministros respectivos de cada una de las áreas construyendo un consenso, donde se establezca la complementación y la cooperación.

En estas próximas semanas dependerá fundamentalmente de siete grandes aspectos estratégicos, sobre los cuales quiero que reflexionemos, que responderán a la táctica sinérgica del combate de la propagación del coronavirus causante del SARS CoV 2 que responden al mal intrínseco de la sociedad argentina y del sistema de salud, que son la fragmentación y la segmentación:

  1. Conductas individuales, familiares, barriales, comunitarias, provinciales empresarios, autoridades religiosas, presidentes de clubes deportivos y la preparación adecuada para la vuelta a la educación aúlica, para evitar diseminación e importación de casos. Seguir implementando fuertemente el Teletrabajo y esperar para la apertura de las clases. Con retorno del Football sin público.

2. Ampliar exponencialmente el programa detectar y el rastreo de casos: que existan funcionando un detectar por comuna, y el las comunas más populosas más. Aumentar la capacidad de producción de RT PCR y del Neokit. (con los nuevos valores de sensibilidad y especificidad)

3. Qué las camas de cuidados críticos e intermedios, para la atención de los graves y pacientes que requieren asistencia respiratoria mecánica sean de todos. Se conozcan, se informen, estén disponibles no importando quien sea el dueño del bien. Romper con la segmentación y que los privados digan cuantas camas pueden destinar al sector público, y el estado dejar abierta una cuenta corriente en el cual la transferencia se realice con la comprobación del uso, con precios acordados, como ocurre en los sistemas únicos de salud, cuando requieren camas privadas.

4. Reforzar rápidamente el entrenamiento del personal para que puedan hacerse cargo de la atención. No disminuir la inversión en las personas y en los elementos de protección personal.

5. Desarrollar una estrategia comunicacional enfocada a los niños en las escuelas virtuales y en los adolescentes o jóvenes, en los ámbitos laborales y en los programas de televisión para cumplir con las medidas preventivas del ahora autoaislamiento.

6. Que las camas de cuidados críticos pediátricos queden disponibles para adultos, si el sistema entra en colapso. Efectuar la preparación para que sean establecimientos o áreas de última instancia.

7. Continuar con la asistencia a los sistemas sociales y públicos de salud, para sostener las respuestas del sistema.

La propagación, la transmisión, la aparición de focos depende ahora más del grado de conciencia sobre el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social: en los ámbitos laborales, en el transporte, en las actividades sociales, en los recreativos. Lo segundo de la multiplicación del programa detectar, para la detección de los contactos asintomáticos.

Sobre la conciencia de las personas, familiares y urbanas, tengo dudas, fundadas incógnitas en función de los antecedentes y de que somos personas que tenemos historia que en general la sociedad argentina no castiga a los vivos, a los delicuentes «económicos» de la «Corrupción estatal» y los que cumplen parecen tontos. Bielsa nuestro famoso » loco» cuando hace devolver un gol convalidado con un jugador tirado en el piso lo consideramos un vende humo. Los vivos, Que cuando se deben impuestos, aparecen las moratorias, compran dólares en cuevas con dinero negro y los cumplidores que no disfrutaron de las millas se sienten tontos viajando a la costa Argentina, porque se quedaron sin recursos y entonces tienen que ir al Parque acuático de San Clemente.

Lo que tiene que entender la gente, el ciudadano, que entramos en la etapa de la auto cuarentena, y los empleadores, proponer cambios en las rutinas de trabajo, en los horarios en los cambios de turnos, para que la gente no viaje atiborrada y con altísma probabilidad de los contagios.

Que esto, de la liberación, la apertura, fue pedido en relación con una preocupación razonable, por darle el campo al autoritarismo y la ruptura de las instituciones: La potestad Estatal para restringir derechos y los límites a los derechos en estados de excepción. Algunas de las limitaciones, pocas convengamos, parecían ridículas, pero que se hicieron, en función de luego tener que ceder a lamentar. Esto a la distancia será valorado.

Desde la dogmática jurídica se puede definir al “estado de excepción” como, aquella situación extraordinaria generada por un período de crisis, donde uno o alguno de poderes del gobierno dispone de poderes excepcionales para de garantizar la “continuidad de los servicios públicos” o sus funciones esenciales.

El problema consiste, en determinar si la fijación de la razonabilidad, la dualidad razón-razonabilidad, que conforme a las potestades y jerarquía, legitimidad de autoridad de acuerdo a la legalidad, (esto esta en conflicto, por la presencia de la Sra. Vicepresidente y el instituto de reserva ideológica, el denominado Patria alcanza para imponerla al pueblo, que en definitiva es el detentador de la nuda potestad de impartir justicia en orden al principio de representación, ya que la experiencia ha enseñado, que en muchos casos no se lo ha logrado, generando una rechazo generalizado y contundente por falta de legitimidad política. (Banderazo del 4 de Julio).

lo sostiene Karl Popper “nadie puede ser juez de sus propias razones”

El problema que tenemos los que tomamos decisiones todos los días basados en los principios de legitimidad y razonabilidad, es que si los caminos escogidos efectivamente están sustentados en la razón científica, o la verdad del conocimiento científico, y eso es escaso, entonces todo resulta opinado. El concepto de razonabilidad es ciertamente complejo. Debe ser revisado, para ver si no fue utilizado por utilitarismo oportunista. Liberar presos, sacar jueces.

Mis dudas surgen porque hemos creado una sociedad donde los que cumplen pierden, los que pagan son los tontos que se fundirán primero.

Este es el momento real para jerarquizar al recurso humano de salud, que todavía no se ha realizado, no se ha percibido el reconocimiento social y de las autoridades, debería luego de terminado esto hacer un largo desfile de fuerzas civiles con uniforme y la sociedad espontáneamente aplaudiendo un día domingo en la nueve de julio, llegando por la diagonal hasta la casa de Gobierno.

Es que durante muchas décadas las mentiras estuvieron detrás de las palabras y las promesas incumplidas.

Estamos preparados para la Etopolítica:

Nicholas Rose se expandió en la escritura de Foucault, argumentando que la biopolítica se está fusionando con lo que él llamó etopolítica, una política de la vida misma y cómo se debe vivir (Rose 1999, X). La etopolítica se refiere al ethos de la existencia humana —los sentimientos, la naturaleza moral o las creencias rectoras de las personas, grupos o instituciones— que proporciona el medio dentro del cual el autogobierno del individuo autónomo puede estar conectado con los imperativos del buen gobierno. El componente moral significa que se espera que los individuos se autorregulen de acuerdo con las normas de una vida moral, o más bien ética, justa (Rose 2001), cuando la responsabilidad de evitar el riesgo se concede a las personas, que se supone que se regulan de acuerdo con las instrucciones de las autoridades sanitarias.

Este tipo de conducta, característica de la estrategia sueca de gestión del riesgo durante la pandemia hasta ahora, se dirige a la persona autorreguladora no sólo en términos de confianza, sino también solidaridad. Este tipo de gobierno fue hecho explícitamente por el primer ministro en su discurso a la nación el 22 de marzo (discursos que son extremadamente raros en Suecia) en el que particularmente hizo hincapié en la responsabilidad individual no sólo por el bien de la seguridad personal, sino por el bien de los demás. A lo largo del discurso, este llamado a la conducta estuvo presente, y terminó su discurso declarando (Regeringen.se 2020), «Estoy seguro de que todos en Suecia asumirán su responsabilidad. Haga todo lo posible para garantizar la salud de los demás. Ayudarnos unos a otros y, por lo tanto, poder mirar hacia atrás en esta crisis y estar orgullosos de su papel particular, de sus esfuerzos. Por vuestros semejantes, por nuestra sociedad y por Suecia. Gracias.

Conclusiones.

El encierro, la cuarentena, como instrumento estatal-espacial para la mitigación de enfermedades infecciosas, tiene enormes consecuencias en las desigualdades raciales, de género y de clase. 

Dexametasona. Un antiguo fármaco sin patente esta ayudando a disminuir la mortalidad directa e indirectamente.

Dr. Carlos Alberto Díaz.

Hemos observado estos meses la irrupción de una forma de anticiparse nocivamente a los hechos, formulando hipótesis falsas y generando consideraciones normativas sobre Transmisión, impacto y tratamiento, que llevaron a revistas que han forjado nuestras carreras profesionales a modificar sus posturas. Sacudió al sistema tradicional de las publicaciones científicas, y luego de tanto andar nos hemos quedado solamente con el tratamiento de sostén respiratorio, con la asistencia respiratoria mecánica y con una droga como la dexametasona, que inicialmente, en ensayos no controlados, no fue impulsada. En este último caso, el entusiasmo pasa por disminuir los requerimientos de oxigeno, los días de ARM y mortalidad, que no son pocos y nos llevó a incorporarla en la sistemática de tratamiento cuando el paciente requiere oxígeno terapia, además se agrega el tratamiento con dosis baja de dexametasona.

En la revista Science, los expertos en ética de la ciencia Alex John London y Jonathan Kimmelman advierten de que una crisis no debe ser excusa para rebajar los estándares científicos, ya que sobre todo los estudios clínicos deficientes, sin los adecuados protocolos y controles, pueden acarrear consecuencias dañinas.

No han faltado ejemplos de ello durante la actual pandemia. Uno de los más sonoros es el de la hidroxicloroquina y la cloroquina, medicamentos contra la malaria que en los datos preliminares parecían aportar algún beneficio a los enfermos de COVID-19, lo que ha llevado a personajes prominentes como Donald Trump a avalar y defender su uso. Ahora, uno de los estudios proponentes de este tratamiento ha sido retirado, otro está en proceso de investigación por la revista que lo publicó, y una investigación reciente sobre más de 96.000 pacientes ha determinado que no solo sus beneficios son inexistentes, sino que puede aumentar la mortalidad. Una revisión de los ensayos disponibles ha encontrado que la evidencia de los efectos de la cloroquina y la hidroxicloroquina es “débil y conflictiva”. Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud ha suspendido sus ensayos con estos fármacos.

UNA PARTE DEL PROBLEMA: LOS PREPRINTS

Una parte del problema de la calidad de ciertos estudios se resume en una palabra: preprints. Por este nombre se conocen los trabajos que aún no han superado un proceso de revisión por pares en una revista, pero que se ponen a disposición de la comunidad a través de repositorios de libre acceso en internet, como bioRxivmedRxiv o chemRxiv. Este sistema, utilizado tradicionalmente como canal para la discusión científica en ciertos campos como la física o las matemáticas, solía ser marginal en las ciencias biomédicas, pero la urgencia de la pandemia lo ha convertido en una vía rápida para la diseminación de estudios. 

Dexametasona en pacientes hospitalizados con Covid-19 — Informe preliminar

  • El Grupo colaborativo RECOVERY

Un total de 2104 pacientes fueron asignados para recibir dexametasona y 4321 para recibir atención habitual. En total, 482 pacientes (22,9%) en el grupo de dexametasona y 1110 pacientes (25,7%) en el grupo de atención habitual murió dentro de los 28 días posteriores a la aleatorización (relación de tasa ajustada por edad, 0,83; intervalo de confianza del 95% [CI], 0,75 a 0,93; P<0.001). Las diferencias proporcionales y absolutas entre grupos en la mortalidad variaron considerablemente según el nivel de apoyo respiratorio que los pacientes estaban recibiendo en el momento de la aleatorización. En el grupo de dexametasona, la incidencia de muerte fue menor que la del grupo de atención habitual entre los pacientes que recibieron ventilación mecánica invasiva (29,3% frente a 41,4%; tasa de tasa, 0,64; IC del 95%, 0,51 a 0,81) y entre los que reciben oxígeno sin ventilación mecánica invasiva (23,3% frente a 26,2%; relación de tasa, 0,82; IC del 95%, 0,72 a 0,94) pero no entre aquellos que no recibían atación aleatoria de apoyo respiratorio (17,8% frente a la tasa de relación de 14,0%; , 1.19; IC del 95%, 0,91 a 1,55).

CONCLUSIONES

En pacientes hospitalizados con Covid-19, el uso de dexametasona dio lugar a una menor mortalidad de 28 días entre aquellos que estaban recibiendo ventilación mecánica invasiva u oxígeno solo en la aleatorización, pero no entre aquellos que no reciben apoyo respiratorio.

En definitiva, la pandemia de COVID-19 está provocando un terremoto en el sistema científico. Según Kingsley, es “indudable que el ecosistema de la publicación científica está cambiando”. Pero ahora vivimos tiempos excepcionales, y la pregunta es: ¿se prolongarán estos cambios más allá de la pandemia? ¿Servirán para mejorar el sistema, aprovechando al máximo las ventajas de la vía de preprints, la open science y la publicación más rápida, sin un deterioro de la calidad? Para Horbach, aún es pronto para asegurarlo, pero el experto cree que veremos efectos a largo plazo. “El uso de los servidores de preprints como salida rápida para la diseminación del conocimiento es una tendencia más general que pienso que podría tener efectos duraderos”, dice. “Parece probable que esto continúe en el futuro”. 

Es momento de encarar una reforma del Sistema de Salud Argentino.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Planteo y preguntas sin respuesta:

En los ámbitos que uno se desenvuelve surge una pregunta ¿Qué sistema de salud queremos luego de la pandemia?

Pero las respuestas están imbuidas de los resabios de proyectos frustrados en el pasado por la implementación y los factores de poder corporativos, que impusieron el statu quo vigente por encima de las reformas, haciéndolas fracasar mediante errores de implementación y fallas de gestión. (ni siquiera repensamos si lo estamos planteando seriamente).

Las incertidumbres que nos invadieron parecen implacables y que nos multiplican las preguntas sin respuestas a saber:

¿cuánto durará la transmisión en la sociedad argentina del virus?, ¿hasta Diciembre?, ¿cuándo se producirá el pico y de que magnitud será?,

¿volverá el próximo invierno la epidemia?,

¿alcanzarán las camas de terapia intensiva?,

¿se complementarán el sector público y el privado cuando estemos en crisis de camas y respiradores?

¿cuánto durará la inmunidad?, ¿si la inmunidad de rebaño es más celular que humoral?,

¿cómo hay que tratar estos pacientes Covid?,

¿cómo se evita el colapso del sistema de salud?,

¿cómo se aumenta la capacidad de respuesta de este?, especialmente en el sector público,

¿hacen falta más test de PCR? ¿Qué significa el número: ¿Realizar test masivos a la población?

¿Está aumentando la mortalidad por otras patologías mientras estamos todos ocupados por la epidemia?

No resisto la tentación, aun teniendo tantas preguntas sin respuesta, de proponerme recapacitar sobre el particular,a quienes vacunaremos si tenemos pocas dosis, desde los sesenta años, con el incentivo que una crisis que me ocupa todos los días: la epidemia, ¿es una oportunidad para el cambio? No lo tengo claro, ni me animaría a afirmarlo. Apriorísticamente respondería con el clásico “Si, pero”: Cuidado, que los cambios no siempre son para mejor, pueden ser para peor, o para beneficio de algunos pocos

Entiendo que existen aportes aislados desde diferentes corrientes de opinión, de especialistas, sanitaristas, gestores, sectores políticos y sociales, lobistas, exministros (que cuando estuvieron en el cargo no hicieron nada y hacen gira por los programas de televisión diciendo el deber ser, cuando el silencio sería prudente) Esos aportes hacen a la confusión generalizada que este momento de crisis, de la recuperación de la rectoría, de la fuerte ayuda económica al sostén de las obras sociales y con ello también a los prepagos, algunos suponen que son instancias para plantearse una reforma al sistema de salud. Reformas se necesitan, sin dudas, pero la mayoría de las Naciones se están planteando transiciones en lugar de reformas, opción que parece luego de los intentos fracasados entre la década del noventa y principios del dos mil, en el cual nosotros participamos e invertimos sin dejar más que conocimiento ilustrado, sobre el programa de reforma de las obras sociales y otro de los hospitales.

Planteo y preguntas sin respuesta:

En los ámbitos que uno se desenvuelve surge una pregunta ¿Qué sistema de salud queremos luego de la pandemia?

Pero las respuestas están imbuidas de los resabios de proyectos frustrados en el pasado por la implementación y los factores de poder corporativos, que impusieron el statu quo vigente por encima de las reformas, haciéndolas fracasar mediante errores de implementación y fallas de gestión. (ni siquiera repensamos si lo estamos planteando seriamente).

Las incertidumbres que nos invadieron parecen implacables y que nos multiplican las preguntas sin respuestas a saber: ¿cuánto durará la transmisión en la sociedad argentina del virus?, ¿hasta Diciembre?, ¿cuándo se producirá el pico y de que magnitud será?, ¿volverá el próximo invierno la epidemia?, ¿alcanzarán las camas de terapia intensiva?, ¿se complementarán el sector público y el privado cuando estemos en crisis de camas y respiradores? ¿cuánto durará la inmunidad?, ¿si la inmunidad de rebaño es más celular que humoral?, ¿cómo hay que tratar estos pacientes Covid?, ¿cómo se evita el colapso del sistema de salud?, ¿cómo se aumenta la capacidad de respuesta de este?, especialmente en el sector público, ¿hacen falta más test de PCR? ¿Qué significa el número: ¿Realizar test masivos a la población? ¿Está aumentando la mortalidad por otras patologías mientras estamos todos ocupados por la epidemia?

No resisto la tentación, aun teniendo tantas preguntas sin respuesta, de proponerme recapacitar sobre el particular,a quienes vacunaremos si tenemos pocas dosis, desde los sesenta años, con el incentivo que una crisis que me ocupa todos los días: la epidemia, ¿es una oportunidad para el cambio? No lo tengo claro, ni me animaría a afirmarlo. Apriorísticamente respondería con el clásico “Si, pero”: Cuidado, que los cambios no siempre son para mejor, pueden ser para peor, o para beneficio de algunos pocos

Entiendo que existen aportes aislados desde diferentes corrientes de opinión, de especialistas, sanitaristas, gestores, sectores políticos y sociales, lobistas, exministros (que cuando estuvieron en el cargo no hicieron nada y hacen gira por los programas de televisión diciendo el deber ser, cuando el silencio sería prudente) Esos aportes hacen a la confusión generalizada que este momento de crisis, de la recuperación de la rectoría, de la fuerte ayuda económica al sostén de las obras sociales y con ello también a los prepagos, algunos suponen que son instancias para plantearse una reforma al sistema de salud. Reformas se necesitan, sin dudas, pero la mayoría de las Naciones se están planteando transiciones en lugar de reformas, opción que parece luego de los intentos fracasados entre la década del noventa y principios del dos mil, en el cual nosotros participamos e invertimos sin dejar más que conocimiento ilustrado, sobre el programa de reforma de las obras sociales y otro de los hospitales.

Por lo tanto, deberíamos acordar, consensuar, establecer un pequeño listado de acciones, para generar una hoja de ruta, de este espacio social ampliado en cada uno de los sectores: públicos, provinciales, municipales, nacionales, obras sociales, prepagas, mercado farmacéutico, legisladores, jueces, sindicatos, sanatorios, empresas de diagnóstico, farmacias el que se acuerde para mejorar la calidad, la solidaridad, la equidad, disminuir el gasto de bolsillo, y de los hospitales, con centros de salud asociados.

  1. Comienzo por proponer sobre que debe ser un sistema de salud sustentable financieramente

Que asegure con sus recursos las prestaciones, para ello tendríamos que definir cuáles son los fondos que se requieren, y no simplemente una descripción de ingresos, y una carga sanitaria que se formó por aposición de un desorden legislativo, de disposiciones, de normativas y de amparos judiciales que amplían la cobertura sin financiamiento.

  • Mejorar la calidad política reguladora

Son las pautas a partir de las cuales se establece el funcionamiento del sistema, fundamentalmente enviando señales claras de incentivos, que la dirección que se quiere para la transición tenga claramente definidos los incentivos. Que las leyes promulgadas sobre enfermedades respondan a un programa de salud y tengan financiamiento, y no resulten de la presión de la innovación tecnológica. Que provoque aumento de los costos en la salud y no en la calidad de las prestaciones.

  • Homogeneizar los desembolsos entre las jurisdicciones

En la actualidad la dispersión del gasto por cápita es de 3,5 a 1 entre provincias extremas, debiendo reducirse por lo menos a mitad de ese valor, que mejoró en los últimos años, pero debe ser ese camino continuado. Esta construcción de equidad requerirá un esfuerzo federal particular que nivele las diferencias entre las provincias, y no solo transferir fondos, sino medición de resultado, impacto y desempeño.

  • Un servicio de salud de calidad que tiene a igualar hacia arriba: acceso, equidad, desempeño sectorial y disminución del gasto de bolsillo.

 Que la misma está relacionada con aspectos de calidad técnicos, de efectividad, eficiencia, seguridad, continuidad, personalización, percepción (experiencia comparativa), no está relacionada con el confort o con un amplio listado de médicos de una cartilla que nadie conoce.

Se confunde calidad con confort hotelero y elección en un gran listado de profesionales, que en general los afiliados no conocen, y no tienen tampoco un médico de cabecera.

  • Generar redes en el sector público, privado y de la seguridad social, que no tengan una trama de tecnología de diagnóstico y tratamiento, con un recorrido personalizado, trazado por el conocimiento acabado de las necesidades de los pacientes

El proceso de atención es un continuo, que debe ser personalizado, capacitado para identificar y detectar las necesidades de las personas.

  • Que es necesario nominalizar a la población

Generar una identificación de las personas y asignarles una referenciación asistencial que se responsabilice por su cuidado, que asegure mediante un compromiso de gestión controles periódicos anuales de las personas, su derivación y acompañamiento.

  • Saber dónde habita. En qué condiciones lo hace. Sus hábitos. Los servicios que cuenta. Las enfermedades que tienen.

Esto incorpora la importancia de los contactos, los servicios, las condiciones, la polución a la que está expuesto, la alimentación que recibe, las posibilidades de contención social y cual es su accesibilidad geográfica a los centros que se le asignan para la atención.

  • Unificar por grupos familiares los aportes, que confluyan en una cobertura. Con esos datos asignarle a un prestador.

Esto mejora los ingresos al grupo poblacional y disminuye la fragmentación de la cobertura.

  • Que la transferencia de la coparticipación esté vinculada a un incentivo que relacione este aspecto de la salud

Colocar incentivos de atención de salud específicos en la población en un plan estratégico de salud federal Argentina 2030.

  • Con compromisos de gestión renovados cada año de los hospitales públicos, que los centros de atención primaria trabajen en red con hospitales de adultos, maternidades y pediátricos se les identifique el producto y se relacione este con los presupuestos.

Revertir la tendencia de asignación de presupuestos históricos. Por un pago por producto.

  • Definir un listado de cápitas diferenciadas por el riesgo

Realizar un trabajo pormenorizado para definir las cápitas diferenciadas por el riesgo.

  • Mejora progresiva de las condiciones de trabajo del equipo de salud, e impulsar una carrera e incentivos para que se formen médicos en determinadas especialidades

Efectuar un estudio sobre la carrera profesional hospitalaria, acompañada de beneficios por desempeño de la tarea y el logro de determinados objetivos con los pacientes, en los servicios de internación. Cómo así también generar condiciones favorables para el desempeño de la tarea y la trayectoria asistencial, la docencia y la investigación en algunas especialidades: terapia intensiva, adulto, pediátrica y neonatal, internistas, generalistas, especialistas en medicina familiar. Pero esto sin un mercado de trabajo que reinserte y le dé condiciones contractuales adecuadas.

  • Solicitar a los institutos provinciales que unifiquen la prestación municipal, provincial, y de la obra social de la misma jurisdicción.

Las obras sociales provinciales que deberían recibir contribuciones y aportes del salario de los empleados públicos en general son “disciplinadas” en función a un presupuesto, e instrumento de ajuste de las cuentas públicas deficitarias. Los afiliados, que en términos comparativos con el resto del mercado laboral no son bajos salarios, aspiran a desregular a un prepago, pero su afiliación es compulsiva, motivo por el cual no pueden elegir.

  • Desarrollar redes integrales e integradas de atención, de manera formal.

Es muy frecuente observar en la práctica que las redes públicas y privadas de salud, funcionan reactivamente, inician la búsqueda luego de expresada la demanda, no con un método de logística de flujo tenso. Esto lleva a que la mayoría funcione con voluntarismo y venciendo barreras. Acumulando los casos a lo largo del día, sin una regionalización por capacidad real instalada. No existen incentivos para la recepción de casos.  Es necesario la incorporación del concepto de regionalización, de territorialización, de corredores, de redes de complejidad y complementación. La concreción afectiva de esta iniciativa son las Redes Integradas de Servicios de Salud, que han sido afectadas por financiamiento de reformas, que nunca se llevaron efectivamente adelante.

  • Que hay que modificar el régimen simplificado del monotributo con respecto a la salud, que pueda involucrar a su grupo familiar

El régimen tributario simplificado del Monotributo para autónomos tiene un incentivo que es un pago por aseguramiento individual de su salud, que no involucra a su grupo familiar. Ese momento es inferior al 50% de la cápita media del sistema y del valor del programa médico obligatorio.

La porción del monotributo destinado a la salud en la actualidad cubre menos del 50% del costo estimado por la universidad ISALUD-PROSANITAS, del PMO, por lo tanto, si se quiere mantener vigente este régimen el resto para cubrir el costo lo debería aportar el Estado.

  • Modificar “la libre elección” Que la transferencia de los aportes a los prepagos implique que un porcentaje quede en la obra social de origen

Esta proposición de modificar la libre elección está dirigida a que los prepagos y las personas de mayores salarios, al llevarse todo el aporte afectan la solidaridad del sistema y disminuyen el valor del ingreso medio de la obra social. Se debería impulsar además planes superadores de las obras sociales que puedan satisfacer las exigencias de los afiliados que buscan otras alternativas. Esto ha pasado también en la Obra Social de la Policía Federal, que atiende a los agentes de la fuerza que sufren politraumatismo, y el resto de la atención de su grupo familiar los hace mediante la desregulación a una prepaga. Afectando la sostenibilidad del Presupuesto de la Superintendencia de Bienestar de la Policía Federal, responsable administrativa del Complejo Hospitalario Churruca Visca.

  • El PAMI debería transferir un valor de cápita que asegure el costo de las prestaciones que requiere un adulto mayor. Programas de prevención eficaces para la tercera edad.

Porque en general el déficit del instituto que lleva a pagar por debajo del costo de producción, la cantidad de cápitas que tienen los médicos de cabecera, y la falta de incentivos de las obras sociales para desarrollar acciones preventivas, al tiempo de recuperar las inversiones por esos esfuerzos.

Como en otras instituciones de nuestro sistema de salud, se podría plantear desde la teoría la existencia de una entidad que asista exclusivamente a personas de edad avanzada, que concentran una carga de enfermedad y sanitaria mayor.

Se estima que el costo en este grupo podría superar en cuatro veces la cápita media del sistema. Ese debería ser su presupuesto. Además, se debiera analizar su estructura de personal, y objetivar o bien potenciar su utilidad puesta al servicio de los afiliados y de una mejor prestación.

  • Que se intente recuperar la solidaridad y la equidad

Como principios fundacionales de un sistema de salud, fuertemente arraigado, antes de las reformas de los años noventa, que pudieron haber traído algunas mejoras al sistema, como la profesionalización y gestión técnica de algunas obras sociales. Que desarrollaron modelos de prestación que fueron exitosos, por caminos totalmente diferentes como lo fue la obra social de UPCN, Unión Personal, de FAECYS, OSECAC y de la UOCRA, OSPECON.

  • El sistema de obras sociales tiene entidades que tienen menos de cien mil afiliados, que deberían agruparse, sin perder identidad gremial, o de filiación, y el estado nacional asignarles para que lleguen al punto de equilibrio, afiliados, como se efectuó en la reforma de salud del Uruguay.

Es imposible desde el punto de vista político, de sistemas de presiones corporativas decir que se van a cerrar obras sociales. Siempre cuando ocurren estas cuestiones, se agrupan y se hace una defensa sectorial, sino que estas soluciones deberían surgir del propio seno de la seguridad social, que debería elaborar un plan mediante el cual se produzcan agrupaciones sin pérdida de identidad gremial y capacidad o competencia de laudar en los convenios colectivos de trabajo y las discusiones paritarias, o en los beneficios sociales.

  • Que todos los habitantes tengan cobertura formalizada primero municipal en atención primaria o especializada si tiene efector, y provincial en el resto del plan de salud

Disponer de una cobertura formal que implique que las personas tengan acceso a un plan de salud, integral, que implique cobertura de un programa integral.

  • Tener un sistema de compras centralizada, que fije precios, para los medicamentos de más alto costo.

Que este sistema compre para el Estado Nacional, las Provincias y los municipios, las obras sociales y todas las entidades prestadoras de salud que quieran sinergizar sus negociaciones, especialmente en fármacos de alto costo y dispositivos.

  • Actuar para disminuir la judicialización de las prestaciones que no tienen indicación en los medicamentos y en dispositivos, mediante los amparos.
  • Que algunos aspectos de la discapacidad no corresponden que lo financie la salud: educación y transporte.

Lograr que esto se haga cargo el Ministerio de Bienestar Social, porque es un área que tiene las competencias instaladas, y reconoce la condición del ciudadano discapacitado como un sujeto de derecho. No es un enfermo, ni un paciente del sistema de salud, salvo cuando lo requiere.

  • Que exista una agencia de evaluación de tecnologías.
  • Que se determine un valor de referencia del programa médico obligatorio, que se actualice cada seis meses.

Establecer valores de referencias en las seis regiones económico-sociales de la argentina, un valor capital-amba, centro, cuyo, Patagonia, noreste, noroeste, y poder establecer una referencia como piso de una recaudación mínima para solventar los servicios de salud. Las variaciones principales son en los mismos componentes los costos son diferentes. No para convalidar excesos sino referencias reales.

  • Impulsar un avance en la digitalización de las prestaciones de salud.

La pandemia de la Covid-19 ha confirmado un importante atraso en materia de transformación sanitaria Este gobierno ha realizado importantes mejoras en ese aspecto, pero debería ser una línea también de ciencia y tecnología.

  • Que existan programas de la enfermedad crónica.

Es sustantivo generar tres líneas de trabajo, en gestión de las enfermedades crónica, de los pacientes con polipatología y multimorbilidad, y los que requieren gestión de casos y cuidado paliativo.

  • Desarrollo de una industria nacional para provisión de insumos básicos de calidad que eviten la dependencia ante situaciones de emergencia.

Establecer que insumos son estratégicos para el sostenimiento de la salud de la población y defender los derechos del común de la población.

  • Desarrollar espacios de Salud en Todas las políticas, para mejorar las condiciones de hábitat de las personas, la provisión de agua y cloacas, electricidad, gas y accesos a los servicios de salud

Impulsar desde el Ministerio de Salud políticas transversales de obra pública, de infraestructura, laborales y sociales para mejorar el estado de salud de la población, lo que se conoce como principios de Salud en Todas las Políticas.

Son las condiciones básicas en las cuales tiene que funcionar y gestionar un sistema de salud, que son los determinantes sociales de la salud: acceso a servicios y saneamiento, hábitat, polución ambiental, acceso a educación formal, niveles de ingreso formal y su distribución. Las instituciones y sus actores. Los patrones de prevención y conductas saludables.

  • Sostenimiento de los derechos de las minorías y la diversidad sexual.
  • Impulsar la acreditación de las obras sociales, de las redes hospitalarias, de los hospitales, de los equipos profesionales

La acreditación es un proceso que moviliza a la mejora continua a las organizaciones. Debe fortalecerse en los diferentes ámbitos públicos, sociales, para que se evolucione a la calidad mediante la gestión por procesos.

  • Implementar programas de digitalización, informatización, telemedicina, teleconsulta, interacción remota entre servicios de dilatada trayectoria con otros para establecer puentes del conocimiento.

El salto cualitativo que tuvo el Sistema de salud en cuanto a la digitalización es importante y por ello se debe sostener desde un marco regulatorio, normativo de la rectoría de los Ministerios de Salud.

  • Aprovechar el conocimiento instalado en el Ministerio de Salud y avanzar en el desarrollo de las Farmacopolíticas, en forma coordinada con los financiadores, los grandes compradores, con la superintendencia de salud, las obras sociales

El papel de las obras sociales en el sistema sanitario argentino es el de gestionar los recursos provenientes de aportes patronales y contribuciones salariales, definiendo estrategias para lograr la cobertura del PMO identificando redes de servicios, ejerciendo la coordinación entre prestadores, eligiendo los métodos de pago y reembolso.

  • Impulsar un cambio en el modelo prestador y de atención, estratificando el riesgo poblacional, por uno de continuidad de cuidado.

Un modelo gestión de la enfermedad crónica, que abarque la enfermedad crónica, la polipatología, la multimorbilidad, la discapacidad, la dependencia, y lo paliativo. Un modelo como implementa la Kaiser permanente y como lo ha realizado el país vasco.

  • Revisar el enfoque sobre las enfermedades poco frecuentes.

Revisar precios de los medicamentos, alternativas, cantidades, indicaciones, respaldo científico y negociaciones, para su aprobación, indicaciones off label y reglamentar el uso compasivo.

  • Coordinación y nominalización de los diferentes programas entre sí, porque las personas en realidad raramente tengan una sola patología, y existe un desorden manifiesto entre un ordenamiento por ciclo de vida, y otro por patología.

Se requiere que se utilicen los recursos existentes en el sector, a partir de la reorientación de las conductas de los actores y de las instituciones, que constituye uno de los mayores desafíos en el nivel macro y meso del sistema de salud, como también el gobierno de las instituciones.

  • Consolidar el sistema de información unificado en el Ministerio de Salud Nacional y Provinciales.

Entonces estamos frente a un menú de opciones, que para cada una de ellas tendríamos que elaborar alternativas, y significan unas treinta transformaciones profundas, pero no son momentos, y gran parte de estas excede el tiempo del gobierno, por ello se debería construir como una política estratégica de Estado en un recorrido.

Transiciones no reformas.

En general las reformas producen aumento de los costos[1] que viene incurriendo los sistemas, se dice que para reformar sistemas de salud hay que invertir.

Además, en America Latina en la última década se hicieron tres líneas de reformas: una basada en el aseguramiento, la mercantilización y managed care, otra la de sistemas únicos y públicos, en el caso de gobiernos progresistas y Brasil. El tercero la integración del sistema de salud, para la nominalización de todos los actores y respeto de la propiedad de origen de los efectores mutualistas o prestadores públicos. El aseguramiento con paquetes explícitos de servicios no ha cumplido sus propósitos en Colombia o Chile, hacia la universalización de la cobertura, si en el ámbito de ganancias de los aseguradores y prestadores privados de salud.

Reformas se han abandonado al final de la década del noventa, ahora estamos embarcados en transiciones, aumentan los costos las coberturas universales o las reformas porque siempre hay una demanda oculta o no expresada, y un sistema que tiende a la equidad o universalizada, primero recoge esta población y luego logra corregir. Deberíamos pensar con especial atención en temas de diseño de los sistemas de salud, financiamiento y gobernanza de los sistemas de salud.

Solidaridad y equidad, ese debe ser el horizonte.

Los sistemas no tienden espontáneamente a la solidaridad y la equidad, menos en quien provee el servicio, requiere un fuerte control regulatorio, promoviendo enérgicamente la menor participación del gasto de bolsillo, que debe acompañarse de esquemas que premien e incentiven las eficiencias asignativas. Los primeros que reciben el servicio son los que tienen capacidad para financiar el precio que propone el oferente de tecnología.

En el financiamiento del sistema de salud argentino intervienen diversas fuentes y orígenes de fondos, impuestos y tasas recogidas por tesoros nacionales, provinciales y municipales, hasta una parte significativa alimentada por aportes y contribuciones de la seguridad social, a su vez que el sistema de seguros prepagos se nutre de pagos directos de los hogares.

“A diferencia de otras naciones, el modelo federal nacional brinda gran autonomía a las provincias (y en algunos casos, incluso a los municipios), para establecer la estrategia de cuidados de la salud de sus habitantes. Ello implica que las profundas diferencias en la distribución del ingreso se trasladan directamente al cuidado de la salud, a través de la atención de los grupos de por sí más expuestos, que son aquellos que recurren a la cobertura pública como fuente principal de cuidado (Maceira, 2018)”.

La situación macroeconómica del país y la caída estrepitosa del PBI genera que haya menos recursos destinados a la salud, la producción de salud estará siempre dolarizada en insumos y en medicamentos, en cambio estará precarizada en cuanto a longitudinalidad del cuidado, integración[1], y reconocimiento al recurso humano, la calidad y la seguridad del paciente. Al mismo tiempo que la cronicidad, el envejecimiento, la polipatología y la multimorbilidad, las nuevas tecnologías, la fragmentación del sistema, el modelo prestador, la segmentación, y la transferencia de riesgo agudizarán la falta de recursos.

Ocurrirá una caída fenomenal en la recaudación de la seguridad social, que perderá por lo menos unos 500.000 aportantes, fundamentalmente del sector de servicios hoteles, gastronomía, pequeñas industrias, comercio y la construcción, debiendo analizar cómo se podrá reactivar, y como se debería profundizar las vías, los incentivos, y la motivación para formalizar relaciones laborales.

La productividad del sistema de salud es débil, por un listado interminable y agotador de razones, que entre otros aspectos se observan inconvenientes en la gestión clínica de los servicios públicos hospitalarios, la organización de los procesos, en conocer que genera valor, en el cuidado de los pacientes crónicos, entrenamiento, tipos de contratos, disponibilidad de evidencias, problemas con la calidad y la seguridad de los pacientes, el multiempleo, la falta de dedicaciones extendidas, escasa conciencia en los pacientes de lo importante que son sus aportes en el cuidado, para evitar el sedentarismo, el sobrepeso, la modificación de hábitos alimenticios y que tiene todo depositado en la medicalización, las remuneraciones, los beneficios para que generen planes de afinidad con el hospital, primordialmente en cuanto a jerarquía curricular y de puntaje de antecedentes como existe en el Uruguay.

El advenimiento de las nuevas tecnologías (matizado en cuanto a equipamiento, pero si con potencia excluyente en las nuevas drogas, que se tratan de imponer a través de los especialistas) es aditivo no es sustitutivo, y en general es inflacionario. Los intereses de los colectivos tampoco contribuyen en la productividad.

La salud dejará de ser una prioridad para la sociedad luego de este ciclo de epidemia y le cederá el protagonismo a la pobreza, la decadencia institucional, la inseguridad, el desempleo, la decadencia, la violencia de género, etc. Volverá a su lugar en la agenda social de los argentinos y entonces no habrá oportunidades para las mejoras, o bien costarán más, por eso tal vez el momento sea ahora.


[1] La integración, en este sentido, debe ser entendida como un medio para mejorar el desempeño del sistema, más que como un fin en sí mismo. (Vázquez Navarrete, M.L., et. al. 2005)


[1] Los sistemas de salud son gasto expansivos, aditivos en cuanto a la tecnología, el envejecimiento de la población, la incorporación de tecnologías y medicamentos cada vez más costosos. Con indicaciones forzadas de tecnologías para asegurar su financiamiento.

¿Faltan Testeos?

Hay pocas inversiones que son tan importantes como las estrategias de pruebas diagnósticas cuidadosamente diseñadas

Dr. Carlos Alberto Díaz.

¿Cuál es la seroprevalencia actual y el número de casos?

¿Cuántos casos tenemos en realidad?

Son preguntas complejas y sin respuestas sobre las que tengamos certeza, primero cuál es el número de casos, que hay en la población. El número de casos informados en las cifras oficiales durante las conferencias de prensa son las reales, sí, pero de los testeados, que son los casos sospechosos, que llegan a la consulta, o que se fueron a buscar en algunos barrios o comunas determinados o instituciones asilares, identificados por la consulta o por triage de síntomas o por clúster, pero no se conocen los asintomáticos u oligosintomáticos. Esto puede completarse con la seroprevalencia diseñada en forma adecuada. Para saber cuantos casos en un área definida se seroconvirtieron y no fueron informados por la PCR, simplemente porque no fue realizada o estamos frente a un falso negativo o en tiempo previo a la positividad de la PCR. La cantidad de casos se calcula que supera entre 4 y 10 veces los casos diagnosticados.

¿Hay que realizar más pruebas?, tal vez. Porqué.

El número de positivos es muy alto en la actualidad, hoy se realizaron 11.266 test de PCR y se diagnosticaron como detectable 4250 contagios, 37,5%; en nuestra experiencia, que testeamos unos 300 día, es superior al 40%, en algunos días mayor al 50%, con lo cual es probable que había que duplicarlos, en quienes, en su grupo familiar, en sus contactos estrechos, y allí actuar con los asintomáticos.

Se fracasó en independizarse de los insumos importados, con los equipos NEOKIT-COVID 19 desarrollados por el CONICET, especialmente contra los equipos automatizados de PCR, los fabricados en el país tuvieron en términos comparativos menor sensibilidad que la esperada, por lo tanto, no pueden reemplazar a los estudios de PCR del mercado.

Debemos realizar más pruebas, dentro del marco del dispositivo Detectar, que no tiene la velocidad y el despliegue necesario, debería consolidarse en CABA y multiplicarse un detectar en cada municipio, repitiendo la metodología y supervisado por los Ministerios respectivos: debería comenzar por Avellaneda, Quilmes, La Matanza, San Martin, Florencio Varela, JC Paz, Berazategui, San Miguel, Morón, Tigre, Ciudadela, Malvinas Argentinas, Merlo, Libertad, Ezeiza, todos al mismo tiempo, con una expectativa de trabajo de realizar 100 PCR por día, o sea el número iba a crecer en dos mil por día y complementarlo con la serología en las terminales de Colectivos.

Desarrollo:

Las pruebas diagnósticas para el SARS-CoV-2 han recibido una atención considerable en conversaciones de especialistas, publicaciones, comentarios, pero sigue siendo un tema opinado, surgen críticas que carecen del fundamento, porque el conocimiento se está construyendo con la sucesión de hechos, abundan las preocupaciones con respecto a la disponibilidad de suficiente capacidad de pruebas para satisfacer la demanda. Diferentes objetivos de prueba requieren un número diferente de pruebas y diferentes estrategias de prueba; las estrategias de pruebas para la vigilancia nacional o local de las enfermedades, incluido el seguimiento de la prevalencia, reciben menos atención. 

Las pruebas de vigilancia requieren un diseño cuidadoso y una aleatorización para proporcionar información significativa.

Las pruebas comunitarias para la vigilancia de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) requieren una estrategia de prueba diferente de la utilizada para fines de atención médica individual.

El número de personas que deben ser muestreadas para la vigilancia de la salud pública y la toma de decisiones, aunque no son triviales, es potencialmente de miles para cualquier población o subpoblación determinada, no millones.

A medida que la pandemia de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) entra en su quinto mes en Argentina, gran parte del discurso de los opinadores de la infodemia y prevención se centra en la necesidad de un mayor diagnóstico de las pruebas diagnósticas. Los propósitos de las pruebas, sin embargo, reciben menos atención, lo que lleva a confusión sobre la capacidad de prueba requerida. Diferentes objetivos de prueba requieren un número diferente de pruebas y diferentes estrategias de prueba.

Hay tres funciones distintas que las pruebas tienen como objetivo abordar, incluyendo:

(1) manejo de la atención médica para pacientes individuales,

(2) identificar a las personas expuestas a través del rastreo de contactos para informar la cuarentena, y

(3) la vigilancia de la enfermedad.

En general, se dispone de pruebas suficientes para satisfacer las necesidades de salud personal de los pacientes individuales, y la mayoría de los 495.095 las pruebas de PCR administradas hasta este punto han sido para este fin.

Algunos expertos en políticas sanitarias sostienen que el rastreo de contactos eficaz requiere aumentos drásticos en la capacidad de las pruebas. 

Hay incertidumbre en torno a preguntas básicas:

¿Qué proporción de la población en un área determinada está infectada actualmente?

¿Qué proporción de la población ya ha sido infectada?

¿La prevalencia aguda de infecciones aumenta a medida que se relaja la prevención en el hogar y en los empleos?

A pesar de las pruebas generalizadas para la atención individual del paciente, las pruebas hasta la fecha no pueden responder a estas preguntas. Sin evidencia de la dinámica de la infección en la población, los responsables políticos se encuentran en la difícil situación de tomar decisiones sin una imagen clara de la verdadera prevalencia y mortalidad del virus.

El número de pruebas necesarias para la vigilancia de la enfermedad es manejable, pero requiere pruebas aleatorias cuidadosamente diseñadas. 

El panorama actual de las pruebas

Hay dos tipos de pruebas disponibles genéricamente la RT PCR y  las pruebas de anticuerpos o serológicas y aproximadamente tres tipos de combinaciones en cada una de ellas.

Ambas son complementarias, y sirven para informar dos aspectos distintos, las PCR, diagnóstico específico, y casos asintomáticos, para aislarlos también y la serología para conocer la seroconversión.

La prueba molecular identifica a las personas actualmente infectadas con el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave 2 (SARS-CoV-2), el virus responsable de COVID-19. Se presume que aquellos que dan positivo, sintomáticos o no, son contagiosos y corren el riesgo de transmitir el virus; sin embargo, algunos pacientes que dan positivo más adelante en el curso de la infección pueden tener restos virales no infecciosos detectados

Estas pruebas se pueden utilizar para monitorear la infección activa en la población y evaluar cómo ahora en el cambio de las normas de aislamiento social obligatorio, o que cambie la dinámica de la infección en respuesta a la modificación de las políticas (por ejemplo, apertura de comercios, shoppings, universidades, industrias, la apertura de escuelas).

Aplicaciones de la prueba de PCR.

Evaluación y diagnóstico para pacientes con casos sospechosos.

Informar a los pacientes positivos de las medidas necesarias para reducir la transmisión durante el período infeccioso.

Detección de pacientes asintomáticos.

Vigilancia en salud pública cuando se toman medidas de apertura.

Medición de las tasas de infección aguda. El número de personas infectadas en un momento dado.

Evaluar a pacientes asintomáticos para comprender la prevalencia de infecciones agudas y no detectadas.

Seguimiento del aumento y la caída de las infecciones agudas en respuesta al fortalecimiento de las medidas de salud pública.

Las pruebas de serología basadas en anticuerpos a las personas que estaban infectadas anteriormente o que se estaban recuperando.

Estas pruebas demuestran una respuesta inmunitaria por parte de la mayoría de los pacientes a medida que se recuperan de la infección. Si bien se desconoce cuánto tiempo serán detectables los anticuerpos contra el SARS-CoV-2, basándose en datos de SARS-CoV y MERS-CoV es probable que sean al menos unos pocos años. En la actualidad se puede afirmar que duran cuatro meses por lo menos.

Las pruebas de serología pueden identificar cuántas personas han sido infectadas por SARS-CoV-2 y proporcionar una mayor visión de exactamente lo dañino y mortal que es el virus en realidad

Esto ayudará a refinar las estimaciones de las verdaderas tasas de morbilidad y mortalidad para diferentes poblaciones, evaluar la prevalencia de una respuesta inmunitaria después de la infección e identificar las poblaciones o lugares con mayor propagación. También ayudará a identificar poblaciones particularmente resilientes. Si, por ejemplo, una porción suficientemente grande de las personas menores de 40 años es asintomáticas y la tasa de mortalidad es lo suficientemente baja, esta población podría desempeñar un papel más importante en las etapas iniciales de la reapertura de la economía, siempre que no sean personalmente o vivan con individuos con mayor riesgo.

Aplicaciones de pruebas serológicas.

Gestión de la salud del personal.

Identificación de personas protegidas inmunitariamente.

Vigilancia en la salud pública.

Identificar cuantos han sido infectados por el virus.

Estimación de las verdaderas tasas de morbilidad, mortalidad y letalidad.

Evaluar cómo una comunidad está progresando hacia la seroconversión o la inmunidad de rebaño.

Aunque no están completamente probados, los expertos esperan que las personas con anticuerpos tengan inmunidad, al menos a corto plazo.  Por lo tanto, las pruebas de serología también se pueden utilizar para monitorear la inmunidad en la población. En la actualidad, la aplicación principal para las pruebas de serología es monitorear la prevalencia en las comunidades, no informar el cuidado personal o el comportamiento de los pacientes individuales.

Se han realizado varios estudios con el fin de vigilar las enfermedades en las comunidades. Los estudios realizados en grandes áreas metropolitanas encontraron niveles de seroprevalencia del 4,6% en el Condado de Los Angeles, 2.8% en el Condado de Santa Clara, y el 21% en la ciudad de Nueva York. Si son precisos, estos estudios tienen grandes implicaciones en materia de políticas públicas. En primer lugar, sugieren que el número total de individuos infectados podría ser mucho mayor y la tasa de mortalidad muy inferior a los registros oficiales.

No obstante, el devastador número que el virus ya ha tenido en la sociedad, estos hallazgos sugieren que la mayoría de las personas siguen en riesgo. Los expertos esperan que la inmunidad del rebaño, el nivel de inmunidad requerido en la comunidad para la propagación de la enfermedad sea improbable, no se logra hasta que al menos 55% a 60% son inmunes.

Los responsables de la formulación de políticas y los investigadores deben comprender la dinámica tanto de la infección aguda como de la seroprevalencia en las comunidades para fundar las decisiones de política de prueba.

 Pero ¿cuántas personas deben ser probadas realmente en Argentina, en un estado, en una ciudad, en una gran fábrica o planta, o en un grupo de riesgo para estimar la prevalencia con suficiente precisión para informar la política de pruebas? Nunca será factible probar a todo el mundo, ni es necesario. Las pruebas aleatorias cuidadosas permiten una estimación precisa de los valores de población de relativamente pocas pruebas totales.

Más pruebas por sí solas es insuficiente para estimar la verdadera prevalencia en la población; es esencial extraer muestras aleatorias de la comunidad para asegurar que las estimaciones representen a la población. Como se mencionó anteriormente, las pruebas sólo a los enfermos con pruebas moleculares no producirán una estimación precisa de la tasa de infección activa en la población. Si las pruebas de serología no se ofrecen al azar, aquellos que sospechan que estaban infectados previamente serán más propensos a ser voluntarios para las pruebas, lo que conducirá a la sobreestimar seropositividad.

Reclutar una muestra aleatoria de una población y llevar a cabo una campaña de pruebas no es una tarea pequeña. Desde una perspectiva logística, esto probablemente requiere la configuración de muchos sitios de prueba en toda la comunidad para garantizar un acceso conveniente a las pruebas. Además, todas las pruebas deben ser recogidas, analizadas e informadas en un corto tiempo (por ejemplo, 1 o 2 días para las pruebas moleculares, una semana para la serología) para ser procesables y porque la prevalencia puede cambiar rápidamente.

Incluso si el número de pruebas es manejable desde la perspectiva de la capacidad de prueba, todavía hay importantes desafíos logísticos y de reclutamiento. Por ejemplo, para realizar pruebas aleatorias en una ciudad, los implementadores necesitarían un marco de muestreo de toda la población de la ciudad para extraer (por ejemplo, registros censales).

Las personas que integran la muestra pueden no estar de acuerdo en ser testeadas o pueden no se hisopadas incluso si están de acuerdo, lo que puede conducir a sesgos no positivos.

Debe haber un seguimiento exhaustivo, incentivos suficientes y un modelado cuidadoso no responde para reducir el sesgo no responde y garantizar la precisión.

En la práctica, esto también significa que se debe reclutar más personas para las pruebas de las necesarias para el tamaño de muestra deseado.

Estas logísticas son un reto. Los funcionarios de salud pública deben buscar orientación de expertos en muestreo dentro de sus organizaciones o externamente para garantizar que el proceso se lleve a cabo adecuadamente. El liderazgo local, trabajando con enlaces comunitarios, debe considerar buscar apoyos de líderes respetados y determinar incentivos para fomentar la participación del público.

Reconociendo las complejidades de la detección basada en la población completa, un enfoque más centrado que examine los grupos de interés sería más factible y potencialmente más informativo.

  1. Transporte. Una estrategia potencial podría seleccionar aleatoriamente a los clientes de transporte para el control de vigilancia. Un diseño de estudio puede examinar a los viajeros aleatorios que pasan por un punto de control de la Administración de Seguridad en el Transporte para detectar la presencia de una infección aguda. Del mismo modo, se podría establecer una colección en varios centros de metro, ferrocarril u otros centros de transporte. Si bien estas estrategias de muestreo podrían no ser representativas de toda la población, son representativas de un segmento de la población que podría estar propagando el virus.
  2. Grandes complejos residenciales. Una estrategia de muestreo puede optar por centrarse en las personas que viven en altas alturas, instalaciones de vida asistida o dormitorios porque estos domicilios tienen un mayor riesgo en comparación con aquellos que viven en entornos menos concurridos.
  3. Instalaciones educativas. El examen de los estudiantes, los profesores y el personal de las escuelas y universidades públicas y privadas podría ser informativo a medida que se reanuden las clases en persona. El muestreo de poblaciones más jóvenes (por ejemplo, escuelas primarias) podría proporcionar una mayor comprensión de las personas que albergan infecciones asintomáticas, pero corren el riesgo de llevar la infección a los adultos y personas de la tercera edad ubicados en el mismo hogar o con quienes tienen contacto cercano.

¿Cuál es la seroprevalencia actual y la prevalencia de infecciones agudas?

El número de pruebas necesarias para supervisar la prevalencia depende de varias entradas. Lo primero que hay que tener en cuenta al diseñar un programa de pruebas de la comunidad es la precisión necesaria para que las estimaciones sean significativas. Cuando la prevalencia es mayor, las estimaciones con gran incertidumbre pueden seguir siendo informativas. Cuando la prevalencia es menor, puede ser necesaria una mayor precisión. Por ejemplo, la diferencia entre una prevalencia del 0,5% y el 2,0% puede tener enormes implicaciones (diferencia de 4 veces) mientras que la diferencia entre el 20,5% y el 22% puede ser menos importante.

La prevalencia de infecciones agudas es mucho menor que la seroprevalencia porque existe una infección aguda durante solo 2 semanas o menos, mientras que los anticuerpos permanecen mucho más tiempo. Por lo tanto, generalmente se necesitan muestras más grandes para las pruebas moleculares que para las pruebas de serología para producir estimaciones informativas.

Otra consideración importante es la precisión de la prueba, normalmente descrita por las medidas de sensibilidad y especificidad. La baja especificidad o sensibilidad puede aumentar el número de pruebas necesarias para lograr una precisión adecuada.

El número de pruebas necesarias para estimar la prevalencia no depende sensiblemente del tamaño total de la población, cuando la población es grande. Por ejemplo, ya sea que se estima la prevalencia en todo Estados Unidos, el estado de California o el condado de Los Angeles, el tamaño de muestra requerido es prácticamente idéntico. Sin embargo, para las comunidades más pequeñas (por ejemplo, un municipio pequeño o un empleador grande), el tamaño de la población afecta el tamaño de la muestra requerida. 

Sabiendo que la fase aguda de la enfermedad es corta, durante las primeras 12 semanas de la pandemia aproximadamente una sexta parte del total de pacientes infectados tendría una infección activa en cualquier momento (alrededor del 0,7%, o 70.000 personas) En el Ejemplo citado en el paper. Esto significa que la estimación de la prevalencia activa de la infección requiere un margen de error muy pequeño para que las estimaciones sean informativas (mucho menos del 1 por ciento). Para que las estimaciones estén dentro de 0,2 puntos porcentuales de la verdadera prevalencia de la infección aguda, que proporcionaría un rango de prevalencia del 0,5% al 0,9%, requeriría realizar pruebas de aproximadamente 8.728 personas en la comunidad

A medida que avanza la pandemia COVID-19, los funcionarios comunitarios deben supervisar los cambios de seroprevalencia para comprender mejor la experiencia de la comunidad con COVID-19, y en el corto plazo reiteran que, suponiendo que la seroprevalencia sea protectora, todavía no es suficiente para prever la inmunidad del rebaño. Sin embargo, a medida que aumenta la seroprevalencia, la transmisibilidad viral (Ro) disminuiría. Esto requiere pruebas aleatorias de serología de muestras en varios puntos en el tiempo en las mismas comunidades. Por ejemplo, los departamentos de salud pública podrían realizar pruebas de serología mensuales o trimestrales en una muestra aleatoria para monitorear la seroprevalencia localmente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ya han propuesto vigilancia de la inmunidad a nivel nacional. 

Usando la calculadora en línea, para una población regional nacional o grande, se necesitaría un tamaño de muestra de 1.013 individuos para determinar la inmunidad asumiendo una prevalencia esperada del 10% con un intervalo de confianza entre el 8% y el 12%.

A medida que aumenta la seroprevalencia, los intervalos de prueba se pueden extender.

El seguimiento continuo de la inmunidad tras el lanzamiento de un programa de vacunación permitirá una mejor evaluación de la seroconversión comunitaria y, con suerte, la inmunidad resultante al rebaño

A medida que la sociedad comienza a abrirse, es esencial comprender el impacto de aliviar las diferentes restricciones a la prevalencia de la infección por Covid 19. Para controlar con precisión las fluctuaciones en las infecciones activas, las muestras aleatorias de las vías respiratorias superiores para las pruebas moleculares deben recogerse inmediatamente antes y dentro de los 3 a 5 días posteriores al cambio de la política. La población de interés dependerá de la política de pruebas.

Para abrir restaurantes, el muestreo inicial debe centrarse en los trabajadores de restaurantes.

En previsión de la apertura de las escuelas, los estudiantes, los maestros y el personal deben ser evaluados. Si bien las aperturas podrían conducir a la propagación más allá de los restaurantes y las escuelas, la identificación de un aumento de las infecciones en estos entornos desde el principio permitirá a los responsables políticos retirarse de las políticas permisivas antes de que la propagación se vuelva demasiado grave (por ejemplo, un aumento de las admisiones hospitalarias). 

Conclusiones:

El seguimiento de la evolución de la pandemia en nuestra sociedad es crucial. El debate anterior pone de relieve algunos principios muy importantes del muestreo estadístico que son pertinentes para formular políticas. Tal vez lo más importante, el número de individuos que deben ser probados es factible y no cambia cuando el tamaño de la población es grande, porque los números son extrapolables sin perder precisión. Esta observación pone de relieve que el número de personas que deben ser muestreadas para la vigilancia de la salud pública y la toma de decisiones, aunque no es trivial, es potencialmente de miles para cualquier población o subpoblación dada, no millones. 

Hay pocas inversiones que son tan importantes como las estrategias de prueba cuidadosamente diseñadas

El racismo, no la raza, es el factor de riesgo para la propagación del Covid 19. La realidad Qom. Resistencia Chaco.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Son las condiciones de vida de la población, el racismo, no la raza, las que generan mayor velocidad y cantidad de propagación del virus del SARS CoV 2 , el atraso en la consulta por los problemas de accesibilidad, por un menor nivel de alarma, por tener temor a que le ocupen la vivienda o le roben lo poco que tienen, o tener una familia numerosa que no la puede cuidar nadie, por ser discriminados en su hábitat o barrio, por la falta de condiciones de aislamiento y de suministros adecuados para la higienización en su vivienda y que deben ser relocalizados en servicios de internación extrahospitalarios. Este comentario me surgió leyendo un artículo del New England Journal of Medicine » The Disproportionate Impact of Covid-19 on Communities of Color» «Racism, cultural mistrust, miscommunication, chronic illness bred by limited food and living choices, and lived experience bind together communities of color as disparate as the Navajo Nation and Chelsea, Massachusetts. Why are we surprised? Because we are complacent».

El racismo es el modo de cosificar, subestimar, descalificar y considerar inferior al otro, aquel que es imprescindible expropiar y explotar en pos de un modelo de desarrollo acorde a los intereses de los sectores dominantes y sus proyectos en el contexto de la sociedad de mercado (Menéndez, 1972). Sólo si pensamos que el racismo es funcional a la explotación y a la acumulación de capital, podemos comprender su vigencia. Más allá de las particularidades de todos y cada uno de los pueblos indígenas, la desigualdad debe ser revertida: no hay posibilidad de cumplimiento de los derechos indígenas sin el derecho a la tierra, a la salud, a la educación y sin posibilidades de vivienda y trabajo digno. https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/63647344/Informe_COVIDyPueblosIndigenas_AnexoSalta20200616-99283-1jww6x7.pdf?1592327381=&response-content-disposition=inline%3B+filename%3DINFORME_PUEBLOS_INDIGENAS_Y_COVID_-_SALT.pdf&Expires

Pone en evidencia lo mismo que pasa en nuestros conglomerados de ciudadanos postergados, excluidos y expulsados del sistema social, podríamos en lugar de decir Nación Navaja o Chelsea, decir Barrio Padre Mujica o Barrio 11-14, que habitan en una misma vivienda tres generaciones, con un solo baño, con dificultades en los servicios de agua, y con confinamiento tanto en el hogar como el tener que ir a trabajar. Bien como ocurrió con la comunidad Qom en el gran resistencia Chaco. En relación a las profundas consecuencias sociales de la expansión del COVID-19 y del aislamiento en los pueblos originarios: sabemos de su desigual acceso a la salud, a la educación, a internet, a la justicia, a la vivienda, a un trabajo digno. Se han producido diversos hechos de violencia, abusos de la justicia y fuerzas de seguridad, maltratos en centros de salud, desmontes ilegales, medios de comunicación atribuyendo a
supuestas “pautas culturales” la expansión de contagios en los barrios donde reside población indígena. Porque creemos necesario reafirmar que los pueblos no son testimonios del pasado, sino “del presente y deseablemente del futuro (…) que, para evitar reiterar injusticias históricas, deberá ser construido a partir de la aceptación y el respeto entre las múltiples y diferentes formas de ser miembro de una formación estatal” (Bartolomé, 2003: 201).

Existen dificultades entre las poblaciones originarias para acceder a la atención médica,
ya que en algunos centros de salud reciben un trato discriminatorio y racista habiéndose
exacerbado en este complejo escenario las históricas relaciones interétnicas de desigualdad.

«En condiciones de vida donde es muy dificultoso el aislamiento por el hacinamiento o porque deben movilizarse en busca de alimentos y otros bienes, la dinámica de transmisión del virus es más alta. Según informa el Gobierno argentino a través de la Secretaría de Integración Socio-Urbana (2020), en Argentina se identificaron 4416 barrios populares en donde viven más de 900 mil familias, lo que supera los 4 millones de habitantes. En el caso de la provincia de Buenos Aires, esta situación se repite en 1726 barrios»»La rápida propagación de Covid entre las comunidades de color no se debe a que la raza o la etnia sea un factor de riesgo de propagación de enfermedades. El racismo, no la raza, es el factor de riesgo para la propagación. La congestión presente en una ciudad como Chelsea hace recomendaciones a distancia social de otros casi imposible de seguir. Usted puede preguntarse cómo el hacinamiento podría ser un problema en una zona rural como Shiprock. Al igual que Chelsea, la vivienda multigeneracional es común en la Nación Navajo. En muchas culturas, esto permite el paso de la cultura y el conocimiento de los ancianos a las generaciones más jóvenes. Sin embargo, estas condiciones de vida abarrotadas a menudo se ven forzadas por la pobreza, y la pobreza no distingue entre las zonas rurales y urbanas.

Es conceptual que se interprete y concientice que el desafío del distanciamiento social no se detiene con las condiciones de vida en el hogar. Los residentes de estas comunidades que ganan salarios más bajos son las mismas personas que no pueden trabajar desde casa durante la crisis de Covid-19, sino que tienen que desempeñarse en lugar donde multiplican los contactos y las posibilidades de contagiarse.

Son los trabajadores esenciales que mantienen nuestra economía en movimiento, y en nuestros hospitales se aseguran de que nuestros pacientes reciban atención de alta calidad. Transportan a nuestros pacientes dentro del hospital, mantienen nuestro medio ambiente limpio para promover el control de infecciones en las clínicas y salas de hospitalización, y ayudan a alimentar a nuestros pacientes y otros trabajadores de la salud.

Para llegar al trabajo, deben viajar utilizando medios de transporte público a menudo llenos de gente.

Si usted vive en la Nación Navaja, simplemente obtener agua limpia implica viajar a una fuente pública de agua y exposiciones infecciosas potenciales asociadas. Muchos miembros de la comunidad luchan por tener acceso a máscaras y desinfectantes de manos para ellos y sus familias.

En resumen, las comunidades de color se enfrentan de frente a todos los riesgos para la propagación infecciosa que muchos de nosotros tenemos el privilegio de evitar.

Nación Navajo

Dorothy Scott vivió con 11 miembros de la familia que abarcaba tres generaciones en un hogan tradicional en la Nación Navajo. De ellos, 8 se han infectado con Covid y perdió a su marido y a su hijo a la enfermedad. Para empeorar las cosas, ella y su familia se han visto obligadas a encontrar un respiro en hoteles ubicados como refugios en Nuevo México.1 Esta no es una historia única entre los navajos durante la pandemia de Covid. El programa Navajo COPE está trabajando para ayudar a Dorothy Scott y otras familias como la suya recaudando dinero, asegurando vivienda y alimentos, y proporcionando atención médica. Pero la situación sigue siendo increíblemente grave para miles de navajos que luchan por sus vidas y por su dignidad.

The Navajo Nation cubre un área casi 3 veces más grande que mi estado natal de Massachusetts, con 180,000 residentes en todo Nuevo México, Arizona y Utah. Un tercio de los residentes no tienen acceso a agua corriente limpia o a plomería interior, y hasta el 30% puede no tener electricidad; con una impresionante tasa de pobreza de más del 40%. La nación navajo ha sido golpeada extraordinariamente duramente por la pandemia de Covid. Con más de 6.500 casos, la tasa de infección de más de 3.500 por cada 100.000 residentes supera a la ciudad de Nueva York,2 y ha causado 322 muertes (Tabla 1). Esta cifra de muertos es desproporcionada, por ejemplo en Nuevo México, los indios americanos representan el 53% de las muertes relacionadas con Covid3 en el estado a pesar de representar sólo el 11% de la población.4 Se han instituido toques de queda y cierres para detener la ola de infección, sin embargo, no se espera el pico durante unas semanas más.

Shiprock, Nuevo México, es un pequeño pueblo de aproximadamente 8.000 personas en la Nación Navajo. El área de Shiprock tiene 1.114 residentes confirmados como infectados con Covid, una enorme carga de morbilidad en una zona aislada.5 El principal hospital que sirve a la población india americana en el área de Shiprock es el Indian Health Service Northern Navajo Medical Center. El hospital suele tener un censo hospitalario de aproximadamente 30 pacientes por día, pero durante Covid puede tener hasta 30 pacientes internados infectados con Covid, dejando su capacidad para atender otras condiciones médicas extremadamente limitadas. La comunidad está en una necesidad desesperada de trabajadores de atención médica experimentados de primera línea, equipos de protección personal, opciones de vivienda segura y otros suministros. Considere por un momento lo que debe ser luchar contra una epidemia donde muchos hogares no tienen acceso a agua corriente limpia. Cuando la electricidad, el teléfono celular y el acceso telefónico fijo no son un hecho. Los médicos de primera línea y los miembros de la comunidad están desesperados por ayuda, sintiéndose abrumados y asustados por los pacientes y los miembros de la familia.

Programas como el Programa de Alcance de Brigham y Mujeres y la COPE Navajo se han centrado en entregar equipo de protección personal a los trabajadores de primera línea basados en la comunidad y al personal del hospital; la lucha contra el agua, los alimentos y la inseguridad inmobiliaria; apoyar el rastreo de contactos; y proporcionar servicios de consultoría especializados de Boston, como la atención de la tele-UCI. Pero se necesita mucho más.

Chelsea

Chelsea es una ciudad de 40.000 personas a lo largo del río Mystic en el este de Massachusetts. Ocupa 2 millas cuadradas, lo que la convierte en la ciudad más pequeña de Massachusetts por área de tierra, pero entre las más densamente pobladas en el estado. Dos tercios de la población se identifica como hispano, y el 70% habla un idioma que no sea el inglés en casa. Uno de cada cinco residentes (18%) ingresos por debajo del nivel federal de pobreza. En esta ciudad densamente poblada, ha habido 2.845 casos de infección por Covid, por una asombrosa tasa de más de 7.000 casos por cada 100.000 residentes que se encuentra entre los más altos de la nación. Esto ha causado casi 150 muertes debidas a Covid en Chelsea, una tasa de mortalidad per cápita que es más de 3 veces mayor que la ciudad vecina de Boston.6,7

A 10 millas de Chelsea hay dos hospitales académicos de renombre: Brigham and Women’s Hospital y Massachusetts General Hospital. Son cada uno el hogar de algunos de los mejores expertos médicos en el mundo. Tienen una capacidad de hospitalización combinada de más de 1.500 personas. Mass General Brigham ha probado a más de 3.000 residentes de Chelsea en busca de infección por Covid, diagnosticando a casi 1.500 pacientes con infección activa. Hemos atendido a estos pacientes en nuestros centros de salud ambulatorios (incluyendo uno en la ciudad de Chelsea), los servicios de emergencia, y por desgracia para muchos, en nuestras unidades de cuidados intensivos. Nuestro sistema de salud ha distribuido kits de atención que contienen máscaras y desinfectante de manos en la comunidad para mitigar la propagación de Covid, apoyó la creación de vías para permitir el distanciamiento social, como espacios hoteleros para personas que no podían aislarse en casa, y pidió a nuestros gerentes de cuidado de enfermeras que se comunicaan directamente con nuestros pacientes en Chelsea para proporcionar apoyo clínico.

¿Qué salió mal?

Para entender las crisis en la Nación Navajo y Chelsea y otras comunidades de color, debemos reconocer el racismo estructural incrustado que ha creado la tormenta perfecta que estamos observando. Me gustaría centrarme en tres cuestiones relacionadas con nuestro enfoque clínico y de salud pública de la pandemia de Covid.

Obesidad en estas comunidades: Tenemos que cambiar nuestro diálogo nacional de uno que incumple a la noción de que las dietas saludables son una elección personal, a una que reconozca y actúe sobre el hecho de que nuestra estructura social tiene opciones personales limitadas hasta el punto de determinar el resultado de su salud.

Las dificultades en el acceso a la atención médica también impulsa los resultados de salud, influyeron en los resultados. 

Con los mensajes para «quedarse en casa» y la amplia notificación de los resultados de los pacientes pobres relacionados con las infecciones de Covid-19, el público es comprensiblemente temeroso de los hospitales y clínicas, donde se percibe que las infecciones de Covid-19 se concentran. Nuestros datos sugieren una reducción de hasta un 30-40% en la presentación de condiciones emergentes como accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y sangrado intestinal entre todos los pacientes en el área de Boston, y no es difícil imaginar que esta atención diferida habrá afectado desproporcionadamente a las comunidades de color.

Además, existe una desconfianza preexistente hacia la salud pública y el sistema médico entre estas comunidades que también afecta el acceso a la atención. Hay una gran comunidad de inmigrantes en Chelsea, y el diálogo actual en todo el país sobre la inmigración fomenta los temores que pueden limitar a los residentes de la comunidad de acceder tanto a la atención médica como a otros recursos de salud pública. En la Nación Navajo, hay una historia de 500 años de conflicto y traición que impulsa una comprensible vacilación por parte de la comunidad india estadounidense cuando interactúa con funcionarios de salud pública y proveedores de servicios de salud indios. Necesitamos implementar verdaderas asociaciones, especialmente en tiempos de crisis, que comiencen a derribar las barreras de confianza que están tan incrustadas.

Estas realidades también las observamos en nuestras comunidades postergadas, este artículo de New England es una analogía de lo que existe en los conglomerados urbanos de ciudadanos, compatriotas, que los naturalizamos como postergados, excluidos, con problemas de planificación familiar, violencia de genero, alcoholismo, drogadicción, empleo informal y también delincuencia, no se puede esperar que solamente con una mejora en la atención de salud, mejoremos los resultados en la epidemia.

«Nuestro mayor desafío en la respuesta continua a la pandemia Covid-19 es la complacencia. He oído de muchos colegas que están horrorizados al ver lo que está sucediendo en estas comunidades, expresando una mezcla de conmoción y empatía. Me entristece, pero no me sorprende lo que estamos viendo. Las comunidades de color sufren regularmente las peores consecuencias de crisis de movimiento lento, como las enfermedades crónicas y los desastres agudos como la pandemia Covid-19». 

Se pregunta el autor: «¿Dónde estaremos en 6 meses? ¿Lo olvidaremos? ¿Pasaremos al siguiente punto urgente de nuestro orden del día?» Debemos recordar que las circunstancias que crearon la crisis en Navajo Nation y Chelsea existían mucho antes de la pandemia covid-19 y persistirán mucho después a menos que tomemos medidas sostenidas e impactantes ahora. Si no hacemos nada para cambiar la estructura subyacente de las comunidades empobrecidas, este escenario puede y volverá a suceder. Interrogante que escépticamente me he formulado en estas páginas, y creo lo mismo, además las civilizaciones olvidan rápidamente los dramas y la miseria durante y que ocasiona la pandemia, o las guerras, y quieren olvidar. Tenemos que seguir el ejemplo de la comunidad judía, que pide siempre mantener viva la memoria del horror, es la única forma que las atrocidades no vuelvan y estar vigilantes ante los primeros atisbos de discriminación.

«Otro posible escollo es nuestro entusiasmo colectivo por la tecnología y la salud digital, que se han puesto en el centro del escenario durante la pandemia de Covid-19 para ayudar a proporcionar atención cuando tanto los hospitales como los pacientes querían que los pacientes se quedaran en casa si fuera apropiado. La tecnología se promociona como un ecualizador, pero entre las comunidades pobres a menudo sólo amplía las disparidades. El acceso de banda ancha es insuficiente entre las comunidades nativas rurales para apoyar la consulta por video, y el acceso limitado al teléfono celular prohíbe la consulta en el hogar. El registro electrónico de salud es una herramienta invaluable; sin embargo, durante mi visita más reciente a Shiprock habían sufrido un atraque prolongado, e incluso cuando la energía devolvió el acceso a Internet fue tan lento que dejó el registro electrónico de salud no funcional. Esto no es sólo un problema en los Estados Unidos rurales, y los datos recientes muestran que el acceso de banda ancha es limitado en comunidades con ingresos más bajos. En Chelsea, hemos observado que menos del 10% de nuestras teleconsultas en Mass General Brigham pueden completarse utilizando tecnología de video, en comparación con el 50% o más para nuestros pacientes que residen en otras ciudades más prósperas del área de Boston.

«Gracias a todas las personas que siguen trabajando todos los días en nombre de los nativos y otras comunidades de color en todo el país durante esta pandemia, negándose a dejar que estas comunidades sean olvidadas. Y a estas comunidades, por favor sepan que no se le olvida y vemos los esfuerzos heroicos que están realizando. Podemos y debemos hacerlo mejor. Estamos unidos en nuestra misión de garantizar que la equidad de salud sea tratada como una emergencia, y que a nadie se le niegue la atención de la más alta calidad debido a quiénes son o de dónde provienen».

Este artículo fue adaptado del testimonio del Dr. Sequist ante el Comité de Formas y Medios de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el 27 de mayo de 2020

La epidemia de Covid 19, ¿es una oportunidad para el cambio del Sistema de Salud Argentino?

Dr Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.

No son momentos de cambios bruscos, de Leyes de salud, SI pienso que son tiempos de transiciones para el cambio, que nos coloquen en el sendero de una transformación de largo plazo que implique fortalecimiento del sector público, del financiamiento, consolidación y concentración de los seguros privados y las obras sociales, cambio en el modelo prestacional (de continuidad, longitudinalidad, programático, de gestión de la enfermedad crónica, de casos y fortalecimiento de la atención primaria), combatir la judicialización sin sentido del sistema (el conflicto de lo individual y lo colectivo), de tener un sistema de negociación y compra del alto costo, establecimiento de redes y corredores sanitarios, mejorar el control de la enfermedad crónica y el acceso a las nuevas tecnologías que cambien la calidad de vida de las personas. [1] Impulsada por los intereses de un conjunto de técnicos que buscan la posteridad, dejar progresos en las condiciones, desde la convicción ideológica que el mercado de salud, y su mercatilización no son favorables, tenemos que pensar en la accesibilidad, la equidad, inversión, y que la salud es redistributiva de la riqueza, en la esencia de lo que nos moviliza, la justicia social, excede los ámbitos ideológicos del peronismo, sino que debe ser un modelo de Nación.

No es momento de instalar cambios sin proyecto, sin financiamiento, sin planificación, como se malgastó el término de la Cobertura Universal de Salud, en el cual todos estamos de acuerdo, pero como fue el norte estratégico de los ministros Lemus J y Rubinstein A. parecen que fueran malos objetivos. La incapacidad de los mencionados para gestionar el cambio no tiene que afectar la importancia que los habitantes se atiendan de acuerdo con su necesidad y no en cuanto a su capacidad de pago.

Muchos de los que estamos en el Sistema de Salud, desde la gestión, la política, la docencia, la investigación, tenemos varias imagenes sobre el futuro, pero debemos desprendernos de prejuicios, intereses creados, temores por la empleabilidad, porque se cierren las puertas, ambición personal y grupal, experiencias, conocimientos y formación de origen: economistas, médicos, sociólogos, licenciados en ciencias políticas, y dentro de cada una de las disciplinas formales distintas competencias. Esto influye en lo que queremos reformar y en el como hacerlo. No debe, ni tiene porque pertenecer a ninguna agrupación política, con matices, tendremos que construir un consenso pleno, acordar como hacerlo, dar tiempo para adaptarse a las mejoras, e intentar que sea una política de estado.

Introducción:

Un país con una caída del PBI mayor al 13% en un año, con serios problemas fiscales, endeudamiento público creciente que se multiplicó por 10 respecto a los registros del año pasado, no parece ser un escenario favorable para reformas de sistemas de salud. Los efectos contractivos del ASPO sobre los volúmenes de producción, consumo, inversión, importaciones y exportaciones. Cayó el 8% la recaudación del IVA y 5,1% el impuesto a los débitos y créditos, con una caída de 36,2 % de los derechos de exportación. [2] Son agravantes, y que obligan a pensar si no tendríamos que reducir derechos, para no incrementar la desigualdad. Pero antes de reducir derechos el Gobierno de la salud está dispuesta a disminuir las ineficiencias y evitar comportamientos oportunistas de los actores. Debido a su gran conocimiento de la realidad, es posible sustentar fuertemente desde lo técnico el posicionamiento político.

Es verdad, que parecen haberse logrados ciertos consensos, pero en verdad lo que nos unió a todos en el espanto. Puede hacernos pensar anticipadamente, que es una buena oportunidad para plantearse un serie de innovaciones del sistema de salud, pero se requiere la construcción de un liderazgo gobernante que está muy opinado, además las debilidades propias del sistema, y al gran conflicto social, laboral y económico desencadenado por la decadencia argentina y por la pandemia, significados por la imposibilidad de pago de la deuda, carencia de financiamiento, de inversiones, de incentivos para el desarrollo y el empeoramiento de la distribución de la riqueza, no se si son momentos oportunos de transformaciones, además viendo, y leyendo sobre experiencias comparativas en el resto del mundo, en las naciones desarrolladas, parecen, que la gran mayoría de los países están en instancias de transiciones para una mejora lenta, pero con un norte, eso es lo que tenemos que construir, ese rumbo, este cambio no es para un gobierno, son para una generación, hace muchas décadas que no pensamos en un país para nuestros hijos y nietos.

El Ministerio de Trabajo dio cuenta de sendas disminuciones de 0,6% en el mes y 3,1% en el último año de los puestos de trabajo. Afectó a más de 91.000 asalariados respecto de marzo y 254.000 en comparación con un año antes. Las expectativas para el trimestre mayo-julio son aún peores. El desempleo subió al 10,4%, pero antes de la cuarentena ya había más de dos millones de personas sin trabajo. [3] La pandemia agravó una situación económica y social pésima. Entiendo que la desocupación llegará a niveles superiores al 20%.

Sin posibilidades de dar incentivos al aumento de la producción, la eficiencia, productividad, disminución de la capacidad de compra por bajos salarios, y la restricción del sector externo, con disminución del crecimiento de Brasil y China, sin un plan estratégico económico, ni oportunidades manifiestas por valores en los commodities solo resta esperar que surjan liderazgos en los sectores públicos relacionados con la producción, el trabajo o la economía o el bienestar social, estén pensando en algo disruptivo e innovador.

Los efectos económicos y sociales de la pandemia, según la CEPAL (2020) [1]establece que la crisis actual generada por la pandemia del COVID-19 afecta desproporcionadamente a los estratos más vulnerables y de ingresos medios; señala que es probable que aumente el empleo informal, que las familias más pobres envíen a sus hijos menores de edad al mercado de trabajo y que aumenten las tasas de pobreza y de pobreza extrema (de 185.9 a 209.6 millones de personas en el primer caso y de 67.5 a 82.6 millones en el segundo). Señala, además, que el 99.0% de las empresas son micro, pequeñas y medianas (mipyme) y que las personas empleadas en ellas son muy vulnerables a la pandemia, pues las medidas de confinamiento reducen de forma importante sus ingresos.[2]

Recuperación parcial hasta 2021 según el BID.

A lo largo de las últimas semanas el IBD (2020, 2020b, 2020c) ha publicado diversos documentos referentes al efecto de la pandemia en la economía. Las perspectivas continúan deteriorándose y mientras en marzo se esperaba que la economía mundial comenzara a recuperarse incluso desde el segundo trimestre de 2020, ahora se habla de que esta recuperación podría ocurrir parcialmente hasta el próximo año. Existe, por tanto, una elevada incertidumbre acerca de la dimensión del impacto de la pandemia en la economía, con respecto a su duración y el efecto de las medidas de contención. Varios países han respondido con medidas de política fiscal y monetaria, aunque el tamaño de los estímulos varía dependiendo de las circunstancias de cada economía que corresponden a su posición fiscal y de la posibilidad de ser más laxos en su política monetaria sin generar excesivas presiones inflacionarias

De acuerdo con Rogoff (2020), pese a los esfuerzos que varias economías desarrolladas han implementado en materia de política fiscal y monetaria, la crisis global actual provocada por los efectos de la pandemia de COVID-19 es la mayor en al menos 150 años. Probablemente no sólo se presente una crisis económica sino también financiera. La recuperación podría ocurrir a partir el cuarto trimestre del año, con niveles productivos que no serán los mismos que los previos a la pandemia, por lo que los daños económicos serán duraderos[1].

Para las economías latinoamericanas puede resultar particularmente difícil hacer frente a la crisis, pues cuentan con un reducido espacio fiscal, en un contexto en el que, además, los inversionistas extranjeros llevan sus capitales a lugares más seguros.

Argentina

Política fiscal

  1. Las medidas adoptadas por el gobierno argentino implican recursos por alrededor del 1.2% del PIB y se han centrado en proporcionar: Un mayor gasto en salud, incluidas mejoras en el diagnóstico, compras de equipo hospitalario; y construcción de clínicas y hospitales.
  2. Apoyo a trabajadores y grupos vulnerables a través de mayores transferencias y mayores beneficios de seguridad social a familias de bajos recursos, mayores beneficios de seguro de desempleo y pagos a trabajadores con salario mínimo.
  3. Exención de las contribuciones a la seguridad social, subvenciones para cubrir los costos de la nómina y préstamos subsidiados para actividades de construcción.  Provisión continua de servicios públicos para los hogares en mora.
  4. Garantías de crédito para préstamos bancarios a pymes para la producción de alimentos y suministros básicos.
  5. Las autoridades han adoptado políticas contra el aumento de precios, incluidos los controles de precios de los alimentos y suministros médicos, y la contención de suministros esenciales, incluidas ciertas restricciones a la exportación de suministros y equipos médicos, y la centralización de la venta de suministros médicos esenciales.

b) Política monetaria y macrofinanciera

Las medidas se han dirigido a fomentar los préstamos bancarios a través de: ü

  1. Menores requisitos de reservas para préstamos bancarios a hogares y pymes. ü
  2. Regulaciones que limitan la retención de papel del banco central para proporcionar espacio para préstamos a las pymes. ü
  3. Reducción temporal de las necesidades de aprovisionamiento bancario y de las reglas de clasificación de préstamos bancarios (60 días adicionales para ser clasificados como morosos). ü
  4. Suspensión de cierres de cuentas bancarias debido a cheques sin fondos y sobre la denegación de crédito a empresas con impuestos sobre la nómina atrasados.

c) Tipo de cambio y balanza de pagos

Desde agosto de 2019, se ha implementado un amplio conjunto de medidas de gestión de flujo de capital, cuyo objetivo es restringir las transacciones de cuentas financieras (límites de compra de dólares, transferencias al exterior y servicio de la deuda en moneda extranjera), y algunas transacciones de cuenta corriente (requisitos de rescate de ingresos de exportación, restricciones sobre importaciones de servicios, pagos de dividendos en el extranjero y pagos de intereses sobre deuda en moneda extranjera).

Estas medidas han ayudado a limitar las salidas de capital y han permitido realizar una compra neta (pequeña) de divisas en marzo por parte del banco central.

El tipo de cambio se ha depreciado en aproximadamente un 4.0% frente al dólar desde principios de marzo, mucho menos en comparación con sus pares regionales.

Entre las recomendaciones se sugieren:

Entre sus recomendaciones se encuentran: un estímulo fiscal suficiente para apoyar los servicios de salud y proteger los ingresos y los empleos; reforzar los sistemas de protección social para apoyar a las personas vulnerables (transferencias directas en efectivo, prestaciones por desempleo, subempleo y autoempleo, créditos sin intereses para el pago de salarios, aplazamiento de préstamos hipotecarios y empresariales); que los bancos centrales garanticen liquidez a las empresas, así como el funcionamiento del sistema financiero; cooperación internacional para apoyar a los países que enfrenten presión fiscal (mediante préstamos con bajos intereses y aplazamiento del pago de deuda); y levantar sanciones a países sujetos a ellas (para permitir su acceso a alimentos, materiales y asistencia médica).

De acuerdo con Singer y Plant (2020), las cuarentenas implementadas son necesarias para reducir la mortalidad por COVID-19 y otras enfermedades, pero también generan desempleo y bancarrotas masivas. Si la cuarentena termina antes de que se elimine el virus, podrían presentarse nuevas olas de contagios, por lo que algunos especialistas anticipan que las medidas de contención podrían durar incluso un año.

Situación Actual:

El sistema de salud está integrado por una multiplicidad de actores sociales, públicos y privados, muchos de ellos con fuertes representaciones corporativas, esto hace que se potencie la puja distributiva, requiriendo un consenso profundo, con acuerdos de largo plazo, que premien la efectividad, la calidad y la eficiencia.

El sistema de salud está apoyado en mecanismos de protección financiera solventados por los impuestos, por el mundo del trabajo y por el aporte privado. Con financiamiento para los habitantes de los gastos catastróficos, pero que genera accesos diferenciales a la calidad del servicio, a la espera, a la libertad de elección, al confort.

Algunas de las mejoras centradas como competencias sectoriales diferenciales de los seguros privados o de las obras sociales de cápitas más altas, no agregan valor real a la atención y otras se desnaturalizan, como la solidaridad, en función de una libertad de elección, porque muchos de los cambios generados en el pasado, alteraron el espíritu de algunos aspectos interesantes de la cobertura mediante la seguridad social, que se paga por los ingresos y se financia por necesidad. Los sistemas no tienden espontáneamente a la solidaridad y la equidad, menos en quien provee el servicio, requiere un fuerte control regulatorio, promoviendo enérgicamente la menor participación del gasto de bolsillo, que debe acompañarse de esquemas que premien e incentiven las eficiencias asignativas.

En el financiamiento del sistema de salud argentino intervienen diversas fuentes y orígenes de fondos, impuestos y tasas recogidas por tesoros nacionales, provinciales y municipales, hasta una parte significativa alimentada por aportes y contribuciones de la seguridad social, a su vez que el sistema de seguros prepagos se nutre de pagos directos de los hogares.

“A diferencia de otras naciones, el modelo federal nacional brinda gran autonomía a las provincias (y en algunos casos, incluso a los municipios), para establecer la estrategia de cuidados de la salud de sus habitantes. Ello implica que las profundas diferencias en la distribución del ingreso se trasladan directamente al cuidado de la salud, a través de la atención de los grupos de por sí más expuestos, que son aquellos que recurren a la cobertura pública como fuente principal de cuidado (Maceira, 2018)”.

La situación macroeconómica del país y la caída estrepitosa del PBI genera que haya menos recursos destinados a la salud, la producción de salud estará siempre dolarizada en insumos y en medicamentos, en cambio estará precarizada en cuanto a longitudinalidad del cuidado, integración, y reconocimiento al recurso humano, la calidad y la seguridad del paciente. Al mismo tiempo que la cronicidad, el envejecimiento, la polipatología y la multimorbilidad, las nuevas tecnologías, la fragmentación del sistema, el modelo prestador, la segmentación, y la transferencia de riesgo agudizarán la falta de recursos.

Ocurrirá una caída fenomenal en la recaudación de la seguridad social, que perderá por lo menos unos 500.000 aportantes, fundamentalmente del sector de servicios hoteles, gastronomía, pequeñas industrias, comercio y la construcción, debiendo analizar cómo se podrá reactivar, y como se debería profundizar las vías, los incentivos, y la motivación para formalizar relaciones laborales.

En el mediano plazo, resulta esperable una merma en la cantidad de empleo formal que va a repercutir de manera directa en las obras sociales, con una menor cantidad de población afiliada a las mismas (y menores ingresos disponibles). Ello podrá tener un impacto adicional sobre el sector privado que brinda prestaciones a la seguridad social y sobre los seguros privados donde hoy muchos trabajadores derivan sus aportes.[1]

La productividad del sistema de salud es débil, por variopintas razones, que entre otros aspectos se observan inconvenientes en la gestión clínica, la organización de los procesos, en conocer que genera valor, en el cuidado de los pacientes crónicos, entrenamiento, tipos de contratos, disponibilidad de evidencias, problemas con la calidad y la seguridad de los pacientes, el multiempleo, la falta de dedicaciones extendidas, escasa conciencia en los pacientes de lo importante que son sus aportes en el cuidado, para evitar el sedentarismo, el sobrepeso, la modificación de hábitos alimenticios y que tiene todo depositado en la medicalización. Es una preocupación que exige la participación del COFESA, que es la participación de los ministros de salud de las provincias, para que ellos vean como pueden aumentar la productividad, puesto que las horas contractualmente contratadas por los agentes públicos son muy bajas con respecto a lo que figura en los recibos, esto no es neutro, porque la baja productividad aumenta exponencialmente los costos, expulsa demanda y aumenta las listas de espera, que lleva a que el sector público no pueda ser un verdadero motor del resto del sistema de salud, porque los establecimientos que son jerarquizados en la calidad, en su diferenciación de producto y en la construcción de equidad, no han trabajado la eficiencia en la producción, con los Hospitales Garrahan y el Cruce. Porque a pesar de que son de gestión descentralizada no tienen consensuados compromisos de gestión. Otra evidencia de la baja productividad es que la Argentina no tiene comparativamente en número de camas y profesionales un nivel bajo, por lo tanto, las situaciones de tensión estarán mas vinculados a la dedicación.

“Además de la segmentación regional, existe la derivada de la obligación legal que tienen los trabajadores de hacer aportes a seguros de salud que brindan coberturas muy diferentes según sea, entre otras cosas, el nivel de ingresos de cada hogar. El segmento más importante de esa “seguridad social” obligatoria es la que ha estado en manos de los sindicatos desde principios de los años setenta. A diferencia de casi todos los sistemas de seguridad social para la salud en otras partes el mundo, en Argentina la cobertura de cada familia estaba inicialmente asociada al nivel de ingreso salarial del sector de actividad donde trabajaba el miembro del hogar que hacía el aporte. Después de las reformas de los años noventa esa cobertura pasó a depender crecientemente de los ingresos de cada trabajador individual, y, finalmente, desde hace algunos años se hace posible el uso del aporte obligatorio como parte de un seguro privado, para aquellos que puedan hacerlo o que se encuentren dispuestos a complementar el aporte con gasto de bolsillo.[2]

Se observa que la argentina tiene una expectativa de vida cinco años inferior a la ocde 36, cuatro años en los hombre y cinco años menos en las mujeres, una supervivencia de mayores de 65 años de 76,8 que habla de la desigualdad y la mortalidad infantil en este cuadro es de 10,4, ahora esta en 9,2.

Gobernanza Provincial de los sistemas de salud.

La gobernanza delegada a las Provincias argentinas es en términos generales inferior a las expectativas necesarias que implica la epidemia, que no puede unificar sus políticas ni siquiera con la obra social provincial, siendo que esta es una condición indispensable.  No existen políticas activas de nominalización, referenciación, responsabilizar a los efectores de un cupo poblacional, trabajar en redes, aumentar la productividad del sistema para disminuir las esperas y lograr mejorar el acceso de calidad de acuerdo con la necesidad y no a la capacidad de pago de las personas.  

“el rasgo central del “sistema” argentino de salud es su fragmentación y segmentación, que desde el financiamiento y su organización institucional deriva en una injustificada e injusta segmentación de derechos. Aquí sostenemos que no existen razones por las que desde las políticas públicas se discrimine la cobertura de atención a la salud de acuerdo con los ingresos de los ciudadanos. La única distinción que debiera tener la política pública de salud es la relativa a las necesidades de atención. No obstante, la cobertura a cargo del Estado está descentralizada en las provincias (en algunos casos en los municipios) y, al no existir políticas nacionales compensadoras suficientes, la cobertura de cada ciudadano depende mayormente de las capacidades (financieras y de gestión) de cada jurisdicción, sumamente dispares”.[1] [2]

Son tiempos de transiciones:

No son momentos de reformas sino de transiciones que vayan construyendo un sendero de transformación.

Por todas las razones expuestas: fiscales, recaudatorias, de caída del empleo formal, del PBI, de la baja productividad del sistema público, por la fragmentación y la segmentación, de débil gobernanza provincial de los sistemas de salud y un modelo prestacional para atender la enfermedad aguda, son momentos para unas medidas que preparen el sendero de las reformas, o sea transiciones que conduzcan al futuro que uno desea un modelo de competición de seguros sociales, privados y públicos, que tengan población asignada, que se pueda asegurar una suma a cada individuo para cubrir una canasta de prestaciones en un plan de salud que mejore la calidad de atención.

Conclusión:

La salud dejará de ser una prioridad para la sociedad luego de este ciclo de epidemia y le cederá el protagonismo a la pobreza, la decadencia institucional, la inseguridad, el desempleo, la decadencia, la violencia de género, etc. Volverá a su lugar en la agenda social de los argentinos y entonces no habrá oportunidades para las mejoras, o bien costarán más, por eso tal vez el momento sea ahora.

Rápidamente debemos realizar una transición desde el paradigma del producto (En general de alto costo) a la prestación del servicio Como es la gestión de la enfermedad crónica, la polipatología, el envejecimiento saludable, la prevención, y gracias al coronavirus esta sustancial transición digital, para que la gestión de las operaciones está basada en sistemas de información potentes, en el cuidado longitudinal, en aumento del compromiso de las estructuras prestacionales de las entidades como las obras sociales, los prepagos, los institutos de salud provinciales y la red pública de atención, para modificar el modelo prestacional de atención de pacientes agudos, por otro de atención de los pacientes crónicos, o con polipatología, o con multimorbilidad, o con discapacidades serias, que sería como instalar radares en el sistema de salud, mediante los comportamientos más proactivos, en todos los ciclos de vida de nuestra población. Sin dudas que esto será insuficiente, llevará mucho tiempo esta transformación que requerirá incentivos, nuevas formas contractuales, sistemas de información, personalización, nominalización y georreferenciación y correcciones constantes, con exigencias significadas como compromisos de gestión, centrados en conseguir avances en la calidad de vida, en la proyección de su hemoglobina glicosilada, en el descenso de peso, en el aumento del ejercicio, la disminución de las cifras de colesterol, las modificaciones en los hábitos de vida, la contención en el hábito tabáquico, en el consumo de alcohol, en la revisión de la polifarmacia de los pacientes, que es una cuestión de alto impacto en la salud de los jubilados, agravado por el error de sacar el copago de los medicamentos, que sin dudas significa una transferencia de ingresos importantes al sector pasivo de la economía, pero que la polimedicación puede afectar su salud, por el aumento de los eventos adversos, esto se tiene que controlar con otras acciones que sean complementarias y sinérgicas de esto.  


[1] https://alquimiaseconomicas.com/2020/06/05/el-sistema-de-salud-argentino-antes-durante-y-despues-de-la-pandemia-covid-19/

[2] Báscolo, E., Cetrángolo, O. y Goldschmit, A. (2020), Hacia la salud universal: Un estudio sobre los conjuntos garantizados de prestaciones y carteras de servicios de salud en países de América Latina, OPS, mimeo.


[1] Se estima que, de los 5,8 millones de beneficiarios de empresas de medicina prepaga, 4,1 derivan sus aportes desde las obras sociales.

[2] https://alquimiaseconomicas.com/2020/06/05/el-sistema-de-salud-argentino-antes-durante-y-despues-de-la-pandemia-covid-19/


[1]http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456789/4846/NE_Pol%c3%adtica%20fisca%20ante%20el%20COVID19%20en%20AL%20vf.pdf?sequence=5&isAllowed=y


[1] CEPAL (2020), América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19. Efectos económicos y severidad de la recesión económica. Abril 2020 sociales. Informe especial COVID-19. Número 1, 3 de abril de 2020.

[2] BID (2020), Políticas para combatir la pandemia. Informa macroeconómico de América Latina y el Caribe 2020.


[1] Barrubés J Honrubia L. Día O. Portella E. 2020. Sistemas sanitarios europeos en transformación.

[2] https://www.infobae.com/economia/2020/06/22/el-deficit-fiscal-se-multiplico-por-10-en-un-ano-en-mayo-ascendio-a-251287-millones/

[3] https://www.infobae.com/economia/2020/06/23/el-primer-trimestre-2020-comenzo-con-un-desempleo-de-104-previo-a-la-cuarentena-plena-y-habia-mas-de-2-millones-de-desocupados-en-todo-el-pais/

Cómo está impactando la pandemia por Covid 19 en la patología Cardio y Cerebrovascular.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Quiero proponer este tema en la discusión de la red con mis colegas Cardiólogos, hemodinamistas, intensivistas, neurólogos y intervencionistas cerebrovasculares, desde este posteo en el Blog, transcribiendo algunos de trabajos seleccionados, partiendo de una declaración pública de la Cardiología intervencionista en la argentina. Partiendo de la disminución de las consultas de control que ocurren en los habitantes que tienen factores de riesgo cardiovascular, en los hipertensos, diabéticos, dislipémicos, obesos, fumadores, agregándose el sedentarismo y el stress, la dificultad para acceder al sistema de salud, la falta de camas, no acceder a una unidad coronaria o a un servicio de cardiología intervencionista. ¿Estaremos en momento de medirlo?. Si de no dejarlo en el olvido. De llamar la atención de las personas para que no demoren las consultas. Definitivamente de organizar corredores sanitarios expeditos para unidades de dolor precordial o de stroke agudo, para orientar correctamente a los pacientes, teniendo áreas con hospitales libres de COVID. La bibliografía no ofrece conclusiones homogéneas, parece observarse dos aspectos uno disminución de la casuística, pero aumento de la mortalidad porcentual, por tardanza en la consulta, lo cual lleva a una perdida de oportunidad terapéutica. Estamos frente a una epidemia que nos pone en tensión y colapso al sistema por una carga de enfermedad y sanitaria inusitada, que puede generar un efecto de desplazamiento y empeoramiento de los resultados de atención en otras patologías, porque los pacientes no consulten, porque tengan miedo de ir al hospital para no contagiarse, porque todo el tiempo están pendientes de los síntomas del Covid, y olviden lo que los puede afectar seriamente como los infartos o los accidentes cerebrovasculares.

Si bien no se observaron diferencias significativas en lo que respecta a los tiempos a la consulta, se evidenció un mayor número de IAMCEST Killip y Kimbal D al ingreso comparado con el mismo periodo del año previo, pudiendo explicar en parte el aumento de la mortalidad 

Introducción:

Desde 2000 a 2010, en la Argentina se redujo la tasa de mortalidad cardiovascular en hombres un 22% (de 271 a 212 por cada 100 mil habitantes). Según el grupo Global Burden of Disease (GBD) esta reducción de mortalidad se adjudica mayoritariamente a una mejora en la calidad y acceso a la salud. “Un sistema disfuncional donde los afectados tienen preocupaciones que lo inducen a no consultar (ya sea para sus problemas crónicos o incluso síntomas de descompensación) o no se prioriza la atención por la situación actual, se comportará como un retroceso y causará un incremento prevenible de muertes por la ECV”,

Los infartos agudos de miocardio con supradesnivel del segmento ST tienen una alta mortalidad y morbilidad. La estrategia de tratamiento típica es la angioplastia primaria. Todo el sistema ha establecido protocolos muy expeditivos para minimizar el tiempo de isquemia desde el inicio de los síntomas hasta el tratamiento definitivo en la sala de cateterismos.

Este trabajo reporta la experiencia en Hong Kong desde enero de 2020 cuando se activaron los protocolos de emergencia para contener la pandemia por Covid-19.

Esto requirió suspender todas las visitas no esenciales y ajustar los servicios tanto de los pacientes internados como de los ambulatorios.

Ente el 25 de enero y el 10 de febrero de 2020 se observaron cambios significativos en los tiempos de asistencia al compararlos con las angioplastias primarias del mismo período del año anterior.

El tiempo que más se vio afectado fue entre el inicio de los síntomas y el primer contacto médico. Esto depende casi exclusivamente de los pacientes, que probablemente por miedo al contagio por Covid-19 esperaron en su casa sin consultar.

El tiempo histórico desde el inicio de los síntomas al primer contacto médico era de aproximadamente 82 minutos, pero se prolongó hasta 318 minutos en plena pandemia.

Apenas podemos entender el impacto directo de la pandemia sobre la salud de la población, menos aún llegamos a poder medir estos impactos indirectos.

Al tiempo perdido hasta el contacto médico hay que sumarle el tiempo extra para saber la epidemiología del paciente, historia de contactos, sintomatología, etc.

Finalmente, cuando se decide la angioplastia primaria, también hay que añadir el tiempo extra para trasladar de manera segura al paciente, lo cual incluye la colocación de todos los elementos de protección personal por parte del staff de cardiología intervencionista.

Título original: Impact of Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) Outbreak on ST-Segment–Elevation Myocardial Infarction Care in Hong Kong, China.

Referencia: Chor-Cheung Frankie Tam et al. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2020;13:e006631.


Muertes cardiovasculares  durante la pandemia de COVID-19  en  Brasil

Autores: Luisa C. C. Brant, MD, MSc,PhD1,2, Bruno R. Nascimento, MD, MSc,PhD, FACC1,2, Renato Teixeira, BSc,MS, PhD1 , Marcelo Antonio C. Q. Lopes, MD, FACC3,4, Deborah C. Malta, PhD, MSc5 , Gláucia Maria M. Oliveira*, MD, MSc,PhD, FACC, FESC6,7, Antonio Luiz P. Ribeiro*, MD, PhD1,2

Introducción:

Durante la pandemia COVID-19, se ha  notificado  un exceso de  mortalidad,   mientras que se han reducido las hospitalizaciones  por  eventos  cardiovasculares  agudos. Brasil es el segundo país con más muertes por COVID-19. Nuestro objetivo era evaluar el exceso de mortalidad cardiovascular durante la pandemia COVID-19 en 6 capitales brasileñas.

Métodos:

Utilizando la base de datos pública del Registro Civil, evaluamos el exceso de muertes totales y cardiovasculares, estratificados aún más en ACS, accidentes cerebrovasculares y muertes cardiovasculares no especificadas en las 6 ciudades brasileñas con mayor número de muertes por COVID-19 (San Pablo, Río de Janeiro, Fortaleza, Recife, Belém, Manaos). Comparamos los datos de las semanas epidemiológicas 12 a 22 de 2020, con el mismo período de 2019. También comparamos el número de muertes hospitalarias y domiciliadas durante el período.

Resultados:

Hubo 69.328 muertes y 17.877 coVID-19 muertes en el período estudiado y ciudades para 2020.  La mortalidad cardiovascular aumentó en la mayoría de las ciudades, con mayor magnitud en las capitales del norte. Sin embargo, si bien hubo una reducción de IAM y accidente cerebrovascular en las ciudades más desarrolladas, las capitales del norte mostraron un aumento de estos eventos. En el caso de las muertes cardiovasculares no especificadas, hubo un notable aumento en todas las ciudades, que se correlacionó fuertemente con el aumento de las muertes en el hogar (r-0,86, p-0,01).

Conclusión:

El exceso de mortalidad cardiovascular fue mayor en las ciudades menos desarrolladas, posiblemente asociadas con el colapso de la atención médica. Las muertes por accidente cerebrovascular e infarto agudo de miocardio disminuyeron en las ciudades más desarrolladas, en paralelo con el aumento de las muertes cardiovasculares y domiciliadas no especificadas, presumiblemente como resultado de un diagnóstico erróneo. Por el contrario, el IAM y las muertes por accidente cerebrovascular aumentaron en las ciudades con un colapso sanitario.

Accidente cerebrovascular isquémico en el momento de la enfermedad por coronavirus 2019

H. Tejada MezaA. Lambea GilA. Sancho SaldañaC. Villar YusB. Pardiñas BarónD. Sagarra MurJ. Marta Moreno en nombre de Grupo de Seguimiento y Mejora del Programa de Atención al Ictus en Aragón

Antecedentes y propósito

La asistencia para los accidentes cerebrovasculares se enfrenta a cambios y nuevos desafíos desde que COVID-19 se convirtió en pandemia. Una variación en la afluencia del paciente podría ser una de las preocupaciones mayores, debido a que menos personas acuden a los departamentos de emergencia o lleguen demasiado tarde. Sin embargo, hasta ahora no se han publicado datos que lo cuantifiquen. El objetivo era analizar el impacto del brote epidémico COVID-19 en los ingresos por accidentes cerebrovasculares hospitalarios y sus características en nuestra región.

Métodos

Se revisaron los datos de cada paciente ingresado en cualquier hospital de nuestro sistema sanitario con un diagnóstico de ictus isquémico entre el 30 de diciembre de 2019 y el 19 de abril de 2020. Se registraron datos demográficos y clínicos entre períodos anteriores y posteriores al establecimiento del estado de emergencia secundario al brote DE COVID-19.

Resultados

En total, 354 pacientes con accidente cerebrovascular isquémico fueron admitidos en nuestro período de estudio. Hubo un promedio semanal de 27,5 casos antes del establecimiento del estado de emergencia contra 12 después(P < 0.001). Esta disminución de los casos de accidente cerebrovascular se produjo progresivamente a partir de la semana 11, persistiendo en el tiempo a pesar de la disminución de los casos confirmados de COVID-19. No hay diferencias en la proporción de trombólisis intravenosa (21,1% vs. Se encontraron 21,5%, P a 0,935) o terapia endovascular (12,4% frente a 15,2%, P a 0,510), ni en otras características demográficas o clínicas, excepto la mediana de tiempo de inicio a puerta (102 vs. 183 min, P a 0,015).

image

Conclusiones

Este estudio observacional ofrece la perspectiva de toda una región en uno de los países más afectados por la epidemia SARS-CoV-2 y muestra que la disminución de los acontecimientos de accidente cerebrovascular, desde el comienzo del brote DE COVID-19, ocurrió a nivel mundial y sin ninguna distribución específica del paciente.

COVID-19: Una necesidad de monitoreo en tiempo real del exceso de muertes semanales

David A León 1Vladimir M Shkolnikov 2Liam Smeeth 3Per Magnus 4Markéta Pechholdová 5Christopher I Jarvis

La respuesta epidemiológica de primera línea a la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) requiere la estimación de los parámetros clave, incluido el riesgo de letalidad, y el número de reproducción, para monitorear y predecir el curso probable de la pandemia. El desafío para los científicos de salud pública es que estos datos son en parte una función de la cobertura de pruebas. El número de muertes atribuidos a COVID-19 es problemático porque los criterios para definir una muerte casi con seguridad dependen de si la muerte ocurre en alguien que dio positivo para el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave. Además, una fracción desconocida de los casos clasificados como muertes por COVID-19 tenía condiciones de salud subyacentes y probablemente ya tenía un mayor riesgo de muerte. Aunque algunos países tienden a atribuir a COVID-19 la mayoría de las muertes de personas que tenían el virus, otros podrían tender a registrar otras causas de muerte en presencia de enfermedades crónicas importantes, incluso si la persona fallecida tenía COVID-19.

A medida que avance la pandemia, la medición coherente de su escala, a través del tiempo y el espacio, debería ser una prioridad. Los datos objetivos y comparables son cruciales para determinar la eficacia de las diferentes estrategias nacionales utilizadas para mitigar y suprimir y, por lo tanto, para prepararse mejor para la probable continuación de la epidemia durante el próximo año o más. Por las razones descritas anteriormente, las métricas sobre incidencia y fatalidad tienen deficiencias que hacen que tales comparaciones sean problemáticas.

El exceso de muertes semanales podría proporcionar la forma más objetiva y comparable de evaluar la magnitud de la pandemia y formular lecciones que se deben aprender. Esta medida puede construirse comparando las muertes semanales observadas a lo largo de 2020 con los valores esperados a partir de la experiencia de años no pandémicos anteriores. Este enfoque permite evaluar los efectos totales de la mortalidad de la pandemia en diferentes lugares. Fundamentalmente, el escrutinio sería de muertes por todas las causas combinadas, por lo tanto, cuestiones de paso lateral de lo que es o no una muerte atribuible a COVID-19. Desafortunadamente, la mayoría de los países no publican esas estadísticas, y los países que lo hacen normalmente lo hacen, lo hacen con considerable retraso.

Por lo tanto, instamos a todas las autoridades nacionales que pueden recopilar recuentos de muertes semanales a que aceleren la publicación de estos datos y los coloquen en el dominio público. La difusión de esta información debe hacerse dentro de las 3-4 semanas del período de observación. Como mínimo, las tabulaciones por sexo y grupos de edad de 5 años son esenciales. Cuando no existan ya en el dominio público, los países también deben publicar los datos semanales equivalentes para cada año civil a partir de 2010, para el cálculo del exceso de muertes en 2020.

Impacto del brote de COVID-19 en los ingresos por accidente cerebrovascular isquémico y mortalidad hospitalaria en el noroeste de España

Herbert Tejada Meza,1,2,3Alvaro Lambea Gil,1,3Agustín Sancho Saldaña,1,3Maite Martínez-Zabaleta,4Patricia de la Riva Juez,4Elena López-Cancio Martínez,5María Castañón Apilánez,5María Herrera Isasi,6Juan Marta Enguita,6Mercedes de Lera Alfonso,7Juan F Arenillas,7,8Jon Segurola Olaizola,9Juan José Timiraos Fernández,9Joaquín Sánchez,10Mar Castellanos-Rodrigo,11Alexia Roel,11Ignacio Casado Menéndez,12Mar Freijo,13Alain Luna Rodríguez,13Enrique Palacio Portilla,14Yésica Jiménez López,14Emilio Rodríguez Castro,15Susana Arias Rivas,15Javier Tejada García,16Iria Beltrán Rodríguez,16Francisco Julián-Villaverde,17María Pilar Moreno García,17José María Trejo-Gabriel-Galán,18Ana Echavarría Iñiguez,18Carlos Tejero Juste,19Cristina Pérez Lázaro,19Javier Marta Moreno,1,3 y en nombre de los Investigadores NORDICTUS

Antecedentes y propósito

España ha sido uno de los países fuertemente afectados por COVID-19. Pero esta epidemia no ha afectado a todas las regiones por igual. Analizamos el impacto de la pandemia COVID-19 en los ingresos por ictus hospitalarios y la mortalidad hospitalaria en hospitales de referencia terciaria del noroeste de España.

Métodos

Estudio observacional retrospectivo multicéntrico español basado en datos de hospitales terciarios de la red NORDICTUS. Registramos el número de pacientes ingresados por accidente cerebrovascular isquémico entre el 30 de diciembre de 2019 y el 3 de mayo de 2020, el número de procedimientos de IVT y EVE, y la mortalidad hospitalaria.

Resultados

En el período de estudio, 2737 pacientes fueron ingresados con accidente cerebrovascular isquémico. Hubo una disminución en la media semanal de pacientes ingresados durante la pandemia (124 frente a 173, p<0.001). La mortalidad hospitalaria de pacientes con accidente cerebrovascular aumentó significativamente (9,9% frente a 6,5%, p a 0,003), pero no hubo diferencias en la proporción de IVT (17,3% frente a 16,1%, p a 0,405) o EVT (22% frente a 23%, p a 0,504).

Estos incluyen cambios en el comportamiento o la actitud social, accidentes cerebrovasculares menores no incapacitantes que permanecen en casa, o ingreso a unidades de aislamiento hospitalario donde el accidente cerebrovascular podría no ser el problema principal, o no se está prestando suficiente atención para diagnosticar accidentes cerebrovasculares. Un argumento en contra de que los pequeños ictus no sean referidos al hospital es nuestro estudio regional de Aragón, uno de los AC dentro de la red NORDICTUS, en el que no encontramos una mayor proporción de pacientes con mayor NIHSS o menor ASPECTS en comparación con el período pre-COVID.10 Otros hablan de una posible disminución real en la incidencia de accidentes cerebrovasculares debido a una reducción de factores de riesgo como la contaminación del aire.9,13

El aumento de la mortalidad, por encima de los valores habituales en nuestra zona,14 podría explicarse por algunas de las situaciones descritas anteriormente, u otras como menos admisiones leves de accidentes cerebrovasculares, aumentando la proporción de accidentes cerebrovasculares isquémicos graves. También puede reflejar un aumento en la gravedad del accidente cerebrovascular en pacientes con infección COVID-19 coexistente.15

Conclusión

Encontramos una disminución en el número de ingresos por accidentes cerebrovasculares isquémicos y un aumento de la mortalidad hospitalaria durante la epidemia COVID-19 en este gran estudio del noroeste de España. Hubo cambios regionales dentro de la red, no completamente explicados por la gravedad de la pandemia en diferentes regiones.

ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN TIEMPOS DE COVID-19

PABLO LAMELAS 1, 2, FERNANDO BOTTO 1, GUSTAVO PEDERNERA 1, ALBERTO ALVES DE LIMA 1, JUAN PABLO COSTABEL 1, JORGE BELARDI 1
1 Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina, 2 Department of Health Research Methods, Evidence, and Impact, McMaster University, Ontario, Canada


Resumen Existen crecientes informes sobre una drástica caída en consultas y realización de procedimientos cardiovasculares (incluyendo urgencias y emergencias) en regiones afectadas por la pandemia de COVID-19, con el consecuente incremento marcado de la mortalidad total que no se explica totalmente por las defunciones atribuidas a COVID-19. En Argentina, la enfermedad cardiovascular lidera el ranking de muertes en adultos con 280 muertes por día, y en las últimas décadas hemos reducido su mortalidad entre 20 y 30% mediante diversas intervenciones basadas en la evidencia. En el presente trabajo realizamos análisis predictivos para entender cuáles podrían ser las consecuencias de una peor implementación de dichas intervenciones. Estimamos que un menor control de los factores de riesgo cardiovascular de abril a octubre de 2020 podría causar hasta 10 500 nuevos casos prevenibles de enfermedad cardiovascular. En términos de infarto de miocardio, una caída del 40% al 60% del tratamiento de reperfusión podría incrementar la mortalidad del 3% al 5%. Un incremento marginal de riesgo relativo de 10% a 15% de muerte cardiovascular equivaldría a un exceso de 6000 a 9000 muertes evitables. En conclusión, dada la alta prevalencia y fatalidad de la enfermedad cardiovascular, incluso un pequeño impacto negativo en la eficacia de su cuidado se traducirá en grandes cantidades de afectados en Argentina. Es necesario informar a las autoridades y educar al público para que sigan controlando enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo, siempre que existan recursos y minimizando el riesgo de contagio y propagación del virus

Carga global de enfermedad cardiovascular: la número uno del ranking

La ECV es la primera causa de muerte a nivel global. Se estima que cada año mueren 18 millones de personas, lo que representa el 31.8% del total de todas las muertes 1.
También representa la mayor carga de enfermedad definida por años de vida perdidos ajustados por discapacidad (DALY, disability-adjusted life year) con 4800 DALY por cada 100 000 habitantes 1.
A pesar de que la carga de ECV aumenta año a año, ésta va decayendo cuando se contempla el envejecimiento global de la población. En otras palabras, se estima que las intervenciones basadas en la evidencia que se implementan (como modificaciones del estilo de vida, medicamentos, e intervenciones quirúrgicas por catéteres) se están traduciendo en un mejor control de la mortalidad global de enfermedad por ECV 2. De 1990 a 2013 se redujo la mortalidad por ECV un 22% (376 a 293 por 100 000 habitantes), lo que hoy sería equivalente a deducir que en 2019 se han salvado cerca de 4 millones de vidas 2. Un sistema deficiente, en el cual los pacientes no consultan o no se les da prioridad de atención por culpa de la pandemia, se comportará como un retroceso en estos avances y causará un incremento prevenible de muertes por ECV.

Evidencia objetiva de infra-tratamiento de la enfermedad cardiovascular

En España se ha detectado una caída del 40% de la utilización de angioplastia coronaria en pacientes con infarto agudo de miocardio (tratamiento estándar) y un 80% en procedimientos de cardiopatía estructural durante la pandemia (por ejemplo, tratamiento percutáneo de la estenosis aórtica severa) 3. A esto se agregan múltiples comunicaciones en medios periodísticos, incluyendo una caída de 38% de las angioplastias primarias (para infarto en curso) con un consecuente incremento del 800% de los paros cardíacos fatales en los domicilios en la ciudad de Nueva York 4.
La infrautilización de intervenciones que han demostrado beneficio clínico se traducirá en un incremento de la mortalidad. Por ejemplo, se ha observado en ciertas regiones de Europa un incremento de la mortalidad total al doble o triple, superior a la adjudicable a COVID-19. Si bien esto puede darse por testeo insuficiente, la mayoría de los pacientes que fallecen lo hacen en el medio hospitalario, donde la mayoría han sido testeados. Por lo tanto, este incremento desmedido de la mortalidad puede ser una evidencia indirecta de peor manejo de las urgencias o emergencias no re
lacionadas a COVID-19 5.

Factores que afectan la menor atención de los pacientes cardiovasculares

1. Preocupación por contagiarse el virus al consultar
2. Preocupación a tener problemas legales por movilizarse hasta el hospital para consultar
3. Cancelación de agendas médicas por aislamiento obligatorio
4. Personal de salud considerado población de riesgo para COVID-19 bajo licencia mientras dura la pandemia
5. Medidas del gobierno que no son claras en términos de qué procedimientos o qué consultas estarían
justificados
6. Instituciones médicas polivalentes (públicas y privadas) que desvían recursos para poder contener el
posible colapso sanitario

La calidad y el acceso a la salud incrementan la mortalidad de la enfermedad cardiovascular

Los países de medianos y bajos ingresos poseen entre tres y seis veces más riesgo de presentar enfermedad
cardiovascular fatal que los países de altos ingresos 6. Si bien este incremento del riesgo está asociado a diferencias socio-culturales, la integridad y el acceso a la salud son probablemente los mayores contribuyentes de este exceso de eventos cardiovasculares fatales. Se cree que la calidad y el acceso a la salud están estrechamente relacionados a la reducción de ECV observada en las últimas décadas 7.
Si bien estamos en una etapa temprana de la pandemia, ya existe evidencia indirecta de que la desatención de la ECV esté causando un incremento objetivo de la mortalidad. Se observó un incremento de mortalidad total en ciertas regiones de España, Italia y Europa por encima de lo esperado por la pandemia de COVID-19 5.

Estado de la enfermedad cardiovascular en Argentina

En 2017 fallecieron más de 97 000 personas por afecciones cardiovasculares, liderando el ranking del total de las muertes con 28.5% 8. Al focalizarnos en los años de vida perdidos (entre los 30 y 70 años), la enfermedad cardiovascular justifica la mayor cantidad de muertes prematuras (35% en hombres y el 28% en mujeres, primera causa en ambos sexos).
Desde 2000 a 2010, en la Argentina se redujo la tasa de mortalidad cardiovascular en hombres un 22% (de 271 a 212 por cada 100 000 habitantes). Según el grupo Global Burden of Disease (GBD) esta reducción de mortalidad se adjudica mayoritariamente a una mejora en la calidad y acceso a la salud. Un sistema disfuncional donde los afectados tienen preocupaciones que lo inducen a no consultar (ya sea para sus problemas crónicos o incluso síntomas de descompensación) o no se prioriza la atención por la situación actual, se comportará como un retroceso y causará un incremento prevenible de muertes por la ECV.

Modelos predictivos en Argentina

Prevención primaria
En Argentina se estima que el 50% de la población supera los 30 años, y como tal está en riesgo para la ECV.
Utilizando estimadores de riesgo de países de medianos ingresos, se estima que 140 000 personas sin antecedentes cardiovasculares desarrollará alguna forma de ECV, y de estas entre 30 000 y 40 000 fallecerán por ECV en la Argentina 6.
Utilizando fracciones de riesgo atribuibles a cada uno de los factores de riesgo para el desarrollo de ECV, podemos predecir cuál sería el impacto aproximado de un peor control de estos factores (por ejemplo, cuál sería el impacto de un peor control de la hipertensión arterial en el desarrollo de nuevos casos con ECV, sumado al peor control de otros factores de riesgo) 9. Presentamos tres escenarios de peor manejo (10% relativo de incremento como mejor escenario, 20% relativo de incremento como escenario promedio, 30% relativo como peor escenario) para hipertensión arterial, diabetes y colesterol, entre todas representando 35.5% de la fracción atribuible de riesgo de ECV incidente (Fig. 1). En líneas generales, un peor control de los factores de riesgo cardiovascular mencionados previamente entre abril y octubre de 2020 se podría traducir en un incremento de 3500 a 10 500 casos de nueva ECV prevenible, desde el mejor al peor escenario, respectivamente.

Prevención secundaria
La fatalidad de caso del infarto se estima en 15% en países de ingresos medios 6. El estudio ISIS-2 detectó una reducción del 40% relativo de muerte cardiovascular mediante el uso de aspirina y trombolíticos (comparado a ningún tratamiento de reperfusión), y la angioplastia primaria agrega un 30% relativo de beneficio adicional, lo que indicaría una reducción entre 50 y 60% de muerte cardiovascular en pacientes que no reciben ningún tratamiento de reperfusión 10, 11.
En España se observó una caída del 40% de las angioplastias primarias (de infarto agudo en curso), y es consistente con informes de Gran Bretaña y Nueva York 3, 4. Una caída del 40% y 60% del tratamiento de reperfusión podría causar un incremento absoluto global de la mortalidad luego de un infarto cardíaco entre el 3% y el 5%, respectivamente. Se estima que en Argentina 15 000 muertes suceden en contexto de infarto, por lo tanto, podría corresponder a un exceso entre 450 y 750 muertes prevenibles.

Muerte cardiovascular general
Utilizando estadísticas (incluyendo la variación por temporada), se estima que en marzo sucedieron 7 200 muertes cardiovasculares, lo que hace lucir poco relevante la mortalidad del COVID-19 durante el mismo período.
Tomando un escenario de menor control, prevención y manejo de la ECV, podríamos estar enfrentando un escenario de 10 a 15% de incremento de la mortalidad cardiovascular entre abril y octubre de 2020, de manera que observaríamos un incremento de muertes evitables de entre 6000 y 9000 personas (Fig. 2).

Potencial impacto mundial

Para agosto de 2020, en el mundo se estima una mortalidad acumulada por ECV cercana a los 12 millones, donde un incremento de tan solo un 10% representaría 1.2 millones de muertes prevenibles. Si tuviéramos que explicar al público que la enfermedad cardiovascular no existe y que en enero se desatara una pandemia de enfermedad cardiovascular a nivel global, así lucirían los números para abril de 2020 6:
• Incidencia (¨contagiados¨): 7 800 000+
• Mortalidad cardiovascular fatal (¨Death toll¨): 1 900 000+
• Una vez establecida la pandemia cardiovascular, causaría 18 000 000 muertes por año con incremento anual por crecimiento poblacional como lo hace habitualmente
La finalidad de este análisis no es establecer una competencia entre COVID-19 y ECV sino demostrar con estas estadísticas la evidencia de un efecto de fatiga de la población en la cual las consecuencias adversas de un mal conocido, como la enfermedad cardiovascular, pasen desapercibidas e impacten duramente en los resultados.
Las medidas tomadas en Argentina fueron efectivas para reducir la propagación del virus, y serán necesarias ciertas medidas por un tiempo más prolongado. Sin embargo, debemos encontrar la manera de darle continuidad al control de los pacientes con problemas o riesgo de tener problemas cardiovasculares.

Limitaciones

Varios de los análisis presentados utilizan información indirecta o derivada para ser aplicada en nuestra población, dada la disponibilidad de datos y la urgencia de realizar el análisis. En todos los casos, los datos disponibles provenientes de Argentina fueron priorizados por sobre otros informes hechos a otra escala.
Por ejemplo, la mortalidad cardiovascular argentina de 2017 estaba comunicada por el Ministerio de Salud de la Nación, y estos datos fueron priorizados por los estimadores del Global Burden of Disease de 2017).
De todas maneras, el objetivo de este estudio es tomar conciencia sobre el hecho de que un descuido (incluso aparentemente pequeño) del manejo y tratamiento de pacientes cardiovasculares puede transformarse en un gran incremento de carga de enfermedad y mortalidad y un consecuente impacto en años de vida perdidos ajustados por discapacidad.

Mensaje final

Las medidas del Gobierno fueron efectivas en reducir la propagación y el impacto de la pandemia en Argentina.
Por otro lado, la enfermedad cardiovascular lidera desde hace décadas el ranking de mortalidad y años de vida perdidos por discapacidad tanto en Argentina como a nivel mundial. Un manejo subóptimo de los pacientes cardiovasculares, o incluso en aquellos próximos a desarrollarla, puede tener una consecuencia de gran magnitud en la calidad y expectativa de vida de nuestra población. Las enfermedades cardiovasculares son las las más evidentes por incidencia y gran carga de enfermedad ya instalada en la población pero el principio aplica también para otras enfermedades prevalentes.
Los cálculos utilizados podrían ser conservadores y, a juzgar por el colapso de los sistemas de salud observado en países como Italia y España, en Argentina podríamos estar enfrentando un escenario mucho peor de incremento de muertes no relacionadas a COVID-19.
Por lo tanto, creemos que la población debe ser educada sobre estos riesgos y cómo manejarse. Los pacientes cardiovasculares (con enfermedad establecida o en riesgo de desarrollarla) deberían continuar realizando sus controles médicos y procedimientos, tomando los recaudos para no contagiarse o diseminar SARS-CoV-2 en nuestra población, siempre y cuando existan los recursos.

Conclusión:

Los servicios de salud en general deben llamar la atención de las personas para que no demoren las consultas por síntomas en sus patologías crónicas, en pacientes con factores de riesgo. Definitivamente de organizar corredores sanitarios expeditos para unidades de dolor precordial o de stroke agudo, para orientar correctamente a los pacientes, teniendo áreas con hospitales libres de COVID. La bibliografía no ofrece conclusiones homogéneas, parece observarse dos aspectos uno disminución de la casuística, pero aumento de la mortalidad porcentual, por tardanza en la consulta, lo cual lleva a una perdida de oportunidad terapéutica. Estamos frente a una epidemia que nos pone en tensión y colapso al sistema por una carga de enfermedad y sanitaria inusitada, que puede generar un efecto de desplazamiento y empeoramiento de los resultados de atención en otras patologías, porque los pacientes no consulten, porque tengan miedo de ir al hospital para no contagiarse, porque todo el tiempo están pendientes de los síntomas del Covid, y olviden lo que los puede afectar seriamente como los infartos o los accidentes cerebrovasculares.

Covid19: los tres círculos de propagación y el efecto de masa crítica.

Las duras transiciones de Susceptible a Expuesto, de Expuesto a Infectado, y de Infectado (clínico o subclínico) a Recuperado o Muerto. El modelo SEIR.

Dr. Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Este artículo expresa que la pandemia por coronavirus hay que observarla como tres círculos de propagación y en otro ejercicio intelectual lo relaciono con el modelo que publicamos con el equipo de investigación en abril de 2020, https://saludbydiaz.com/2020/04/08/modelacion-matematica-de-la-propagacion-del-covid-19-area-metropolitana-de-buenos-aires-amba/

Resulta una visión interesante para explicar que pasa en las políticas de abordaje sanitario y epidemiológico, en nuestro país, ya que estaría faltando un abordaje más social, porque la gente debe tener ingresos suficientes para la subsistencia con gestión de provisión de alimentos de calidad, pensar en la crisis habitacional, y ver cómo podemos solucionarla y ofrecer incentivos de largo plazo.

Como también pretendo hacer entender que hay un momento de colapso del sistema que para pasar de infectado a recuperado o muerto, donde aumentan más los muertos de lo que deberían. La tensión del sistema, por caída en la calidad de los cuidados, aumenta la mortalidad. No es solo la última cama lo que importa. Sino el aumento de la mortalidad. que en un modelo matemático Español recientemente publicado, hipotetiza que de un total de 51.267 muertes por esta causa según el INE, al menos 26.850, algo más de la mitad, se deberían al colapso sanitario según un estudio.

La segmentación de toda la población que normalmente se ve como una masa confusa en tres clases es relevante, ya que las características de propagación en estas tres clases son diferentes, al igual que las características de edad (transmisibilidad y gravedad diferencial), y las mediciones de contador relevantes también son diferentes. Igualmente, en nuestro caso por lo expresado en el párrafo anterior, y en la América Latina toda, con matices, hay una porción de la población que fue expulsada del sistema, que esta excluida. Se verificó que la informalidad de la economía era más alta que la proyectada o estimada, de acuerdo a la petición y registro para el ingreso familiar de emergencia.

En medio de los tres círculos, tenemos a las personas sintomáticas, que representan a una pequeña minoría que terminará siendo el 0,5 hasta 1% de la población.

En Francia, se estima que probablemente 7 millones de personas han contraído SARSCOV2 hasta la fecha; este cálculo se puede hacer a partir del Comité Françoise Recerca que actualmente se estima en alrededor de 0.5% (en el último estudio de los CDC entre otros). Por lo tanto, nuestras pruebas nos han permitido detectar probablemente menos del 3%. (170.000).

Tenemos tres círculos:

– El círculo uno, principalmente vector, población joven sana, que tiene una gran cantidad de relaciones sociales, trabaja y viajes, se mueve. Es en este círculo antes que la contagio ocurra exponencialmente, al comienzo de la epidemia. Los casos sintomáticos son pocos en proporción, y los casos graves también son raros. Es también en este círculo que el SARS continúa extendiéndose después de exponencial.

El segundo círculo, el de los lugares y grupos en lugares cerrados (lugar de trabajo, hospital, EHPAD, bares, restaurantes, pabellones deportivos, cine, etc.) está contaminado desde el círculo 1.

En este círculo, a medida que aumenta el número de individuos infectados, la carga viral aumenta, alcanzando un umbral crítico de carga de aerosol, lo que los convierte en motores en la dinámica de la epidemia. Los super-dimensionadores, más bien inofensivos al aire libre, también contaminarán masivamente en estos lugares.

el tercer círculo, fundamentalmente involucra al de los ancianos, pero también de las personas en riesgo, es poco móvil, se somete a vectorización al final de la cadena más de lo que participa especialmente en las instituciones asilares. Es este círculo el que se ha visto afectado principalmente por la primera fase de la epidemia, en términos de casos graves, letalidad y mortalidad.

Los tres círculos comparten áreas comunes: uno puede ser anciano y en un lugar cerrado (EHPAD) o en casa, o incluso móvil mientras está en riesgo, este modelo de vida donde la urbanización buscando seguridad, oportunidades, servicios, etc.

Entre cada círculo, los pasillos «C» representan las zonas de tránsito entre los tres grupos, y dan para reflexionar sobre las medidas de impermeabilización.

¿Cómo funciona este concepto y qué claves da?

Vemos que el círculo 2 ha movilizado completamente la atención, es el círculo donde están los racimos, los agrupamientos. Pero también el hospital o el EHPAD; el «corredor» entre este círculo y los que están en riesgo es un elemento importante del riesgo de casos graves (transferencias de personas infectadas a EHPAD, por ejemplo); también podemos ver que el subterráneo y el transporte público han sido capaces de desempeñar un papel formidable como acelerador.

La contaminación de los cuidadores, el no desgaste de las máscaras en lugares cerrados (trabajo, transporte) se convierten en los sitios vectores de esta epidemia, que ha llegado a personas secundarias en riesgo (círculo 3). En el apogeo de la epidemia, las altas cargas virales llegaron a las personas más jóvenes sin factores de riesgo, debido a las enormes cargas de aerosol.

Círculo 2 también es poroso hacia el círculo 1 y así es como la epidemia se propaga desde lugares abiertos a lugares cerrados.

Durante la contención, fue principalmente el círculo 1 el que se vio afectado, con un retraso antes de un impacto en el número de síntomas, dada la gran masa en circulación. El distanciamiento social y la disminución del movimiento de las personas han impactado este círculo.

A continuación, el círculo secundario 2 y 3, con un retraso.

El Círculo 2 se vio afectado por la contención, pero probablemente más por un aumento de la prevención en los hospitales, las pruebas de personal y la llegada tardía de los medios de protección en número y uso adecuado. Por otro lado, la falta de captación de clúster y catastro de casos-contactos (familiares-laborales-sociales) durante la contención ha permitido a las empresas seguir vectorizando.

El levantamiento de la contención está actualmente acompañado por un muy probable aumento de ruido de tráfico bajo en el círculo 1, mientras que en el círculo 2 y 3, no sucede mucho.

Los eventos del Círculo 2 pueden seguir el movimiento en las áreas o la probabilidad de tener múltiples excretores o superdiseminadores en la misma ubicación aumenta.

También vemos que el dominio de la propagación en el círculo 1 no es simple…. grupos pueden abordarse (círculo 2), pero ¿en qué medida se puede extinguir la circulación del círculo 1? puede ser que el factor de dispersión pueda ayudarnos, o una de las tres formas de inmunidad (humorística, celular y local en IGA), pero no lo sabemos.

También vemos aquí que la doctrina de la supresión del tráfico en el primer círculo, tal como se practica en Asia, tiene sentido.

Por último, el grupo de edad principalmente de viejos (círculo 1) que se ve afectado sólo en los márgenes tiene una responsabilidad que probablemente no percibe: la de la distribución de la población.

Completaré este artículo con el concepto epidemiológico SEIR, que publicamos en el posteo del 8 de abril, especialmente esta cuadrícula de análisis sugiere en términos de «políticas»: ¿Dónde actuamos y con qué impacto?

También se podrían describir los círculos en términos de «circunstancias» que serían la promiscuidad confinada pasiva (transporte público, EHPAD, reuniones, etc.), la socialización intensiva y activa (jóvenes) y la carga viral media dentro de un lugar.
En cuanto al concepto de «masa crítica» en el sentido de la «bomba atómica» del término, he estado convencido durante mucho tiempo de él y debería ser un umbral de concentración viral (densidad) dentro de un lugar para determinar la fuga de la epidemia a cualquier medida de control en términos de propagación.
Dicho esto, parece que las condiciones climáticas determinan la virulencia (que disminuye en el verano) sin afectar el contagio
(que aumenta en parte debido al aflojamiento de las mediciones de barrera).
Se podría postular un «efecto tijera» actual (particularmente en los EE.UU.) con mayor contagio y menor virulencia, y en este caso, aprovechar
la oportunidad para permitir que el virus se propague masivamente en el verano para lograr la inmunidad colectiva en un contexto de menor gravedad.

Según el M.I.T. (Massachusetts Institute of Technology), en un artículo publicado a finales de marzo de 2020 titulado «No vamos a volver a la normalidad», la distancia social impuesta durante la pandemia durará más de unas semanas. Hasta que la vacuna esté disponible (lo que debería tardar 18 meses), el instituto estadounidense cree que tendremos que alternar entre períodos de confinamiento total y desconfinamiento parcial, para evitar que la epidemia se vuelva más mortal de lo que ya es. Este análisis es corroborado por varios otros estudios, en particular por investigadores de Harvard o por el Imperial College de Londres, que propone, en un informe, un retorno al confinamiento cuando las admisiones a la reanimación superan un determinado umbral.

Como resultado, podría haber varias ondas de contención, como lo estamos viviendo en este momento. El virus no sólo mostró las limitaciones de un sistema, sino que también demostró que eran posibles alternativas eficaces. A largo plazo, probablemente nunca volveremos a una situación similar a «el frente Covid-19». El artículo de M.I.T. está de acuerdo en este sentido analizando cómo el Covid-19 hará un cambio duradero en nuestra forma de vida.

Cuando aplicamos el modelo matemático en abril, con el equipo de investigadores Díaz Resquín M y col 8 de abril 2020, https://saludbydiaz.com/2020/04/08/modelacion-matematica-de-la-propagacion-del-covid-19-area-metropolitana-de-buenos-aires-amba/ demostramos en una simulación denominada modelización basada en agentes, utilizando modelos de programación evaluada teniendo en cuenta 16 grupos poblacionales de cinco años, utilizando ecuaciones diferenciales de primer orden que permitían “correr” de susceptible a expuesto, pasa del círculo uno al dos, temporizado y limitado por la apertura o cierre de las medidas de confinamiento y distanciamiento social conocido como factor a. Que quiere decir esto, si abrimos más si damos más libertad este a será mayor la cantidad de expuestos que se convertirán en infectados y como multiplica será proporcional a la conformación de la masa crítica, que es la cantidad de personas que interactúan, el tiempo, el aire, la eliminación de virus, llevan a generar una cantidad de casos diarios afecten el sistema de atención, generen inequidad en el acceso. Dentro de los infectados, la gravedad de los casos no es la misma, motivo por el cual hay que evitar que los del círculo uno que pasan al dos, afecten a la población del círculo 3, que son los que morirán, ya que la infección en estos tendrá más letalidad. Tenemos que lograr que los expuestos, estén menos en contacto, identificar a los asintomáticos, ciertamente llevando las pruebas un rendimiento inferior al 10%, pero tratando que ese porcentaje no propague asintomáticamente a los expuestos. El problema de que la eficiencia del método es baja, pero la eficacia si sigue de aislamiento demostró en los países que combatieron tres embates de coronavirus fue asi. El inconveniente es que no tenemos suficiente cantidad de producción de pruebas no de reactivos. Este es el problema más importante en la actualidad. Test tenemos, pero la cantidad de personas que hacen biología molecular no están acostumbrados a trabajar en pandemia. 24×7.

Luego de infectado a recuperado hay una constante, Gama tiene un tiempo de resolución dependiendo de la respuesta inmunológica adecuada, inmunoregulada adecuadamente limitando la tormenta citokínica.

El tiempo de la constante Gama, es más prolongado que el esperado, y a medida que el cuidado mejora, paradójicamente este tiempo aumenta, por ello los pacientes están tanto tiempo en terapia intensiva.

γ: Factor que indica las posibilidades diarias que tiene un individuo infectado de recuperarse. Depende únicamente de la duración promedio de la infección (dI).

Pero recordemos que la prolongación, la saturación y el colapso, aumentarán las complicaciones de estos pacientes y aumentará la mortalidad, esta es una hipótesis que deberemos demostrar pero es bastante probable.

“Conforme se va saturando el sistema sanitario, va aumentando la probabilidad de morir y esta disminuye cuando baja la presión en los hospitales”

De un total de 51.267 muertes por esta causa según el INE, al menos 26.850, algo más de la mitad, se deberían al colapso sanitario según un estudio.

La importancia de esta publicación es lo conceptual para justificar los esfuerzos en evitar el colapso del sistema de salud, en el cual tenemos que participar gestores públicos, privados, sociales, provinciales, municipales, nacionales, complementar, cooperar todos, y asegurar el financiamiento de los gastos que implica la atención de estos pacientes, el aislamiento, la cantidad de enfermeros. No tenemos que dejar que el sistema llegue a la tensión, que disminuya las posibilidades de cuidado de los pacientes, su monitoreo, los cuidados, trabajar en seguridad sobre las infecciones vinculadas a la asistencia respiratoria mecánica.

Finalizo con un llamado a mis colegas, que aumenten la productividad del sistema público de salud, porque esto es fundamental para contribuir a la justicia social, a la construcción de los derechos.

Transmisión aérea del SARS Cov 2

Investigación de bibliografía publicada por Carlos Alberto Díaz.

Planteo inicial:

Se determinó que la transmisión aérea desempeñaba un papel durante el brote de SRAS en 2003 (14). No obstante la similitud genética entre ambos virus, inicialmente no se sostuvo que esta era una posibilidad, muchos países aún no han reconocido la transmisión aérea como una posible vía para el SARS-CoV-2, pero si estos días la OMS, postuló que podría ser una posibilidad en espacios cerrados, mal ventilados (1). Estudios recientes han demostrado que, además de las gotas, el SARS-CoV-2 también puede transmitirse a través de aerosoles. Un estudio realizado en hospitales de Wuhan, China, encontró SARS-CoV-2 en aerosoles de más de 1,80 mt de pacientes, con concentraciones más altas detectadas en zonas más concurridas (8). Las estimaciones que utilizan una carga viral media de esputo para SARS-CoV-2 indican que 1 min de habla fuerte podría generar >1000 aerosoles que contienen virión (9). Suponiendo títulos virales para los superemisores infectados (con una carga viral 100 veces mayor que la media) produce un aumento a más de 100.000 viriones en gotas emitidas por minuto de habla. Esta situación obliga a ventilar y adaptar el aire en las áreas cerradas, con pacientes que no estén intubados, o sea con máscaras o bigoteras. Esta situación obliga a los gestores de salud tomar los recaudos suficientes para mejorar la calidad de aire de las unidades de terapia intensiva. Las mediciones ahora muestran que la tos intensa y los estornudos que impulsan gotas más grandes de más de 20 pies también pueden crear miles de aerosoles que pueden viajar aún más lejos (1). El aumento de la evidencia de SARS-CoV-2 sugiere que la recomendación de los CDC de 6 pies probablemente no sea suficiente en muchas condiciones interiores, donde los aerosoles pueden permanecer en el aire durante horas, acumularse con el tiempo y seguir los flujos de aire a distancias superiores a 6 pies (510).

Por ello es fundamental evitar las reuniones sociales en espacios cerrados, los cuales están ventilados con recirculación, hablando en voz alta, aerosoliza y contagia. Por ello debemos continuar con la responsabilidad de cada uno que es irremplazable.

Las máscaras reducen la transmisión en el aire

Las partículas infecciosas de aerosol pueden ser liberadas durante la respiración y habla por individuos infectados asintomáticos. El enmascaramiento maximiza la exposición, mientras que el enmascaramiento universal da como resultado la menor exposición.

La propagación aérea de infecciones no diagnosticadas socavará continuamente la eficacia incluso de los programas de pruebas, rastreos y distanciamiento social más vigorosos. Después de que la evidencia revelara que la transmisión aérea por individuos asintomáticos podría ser un factor clave en la propagación global de COVID-19, los CDC recomendaron el uso de cubiertas faciales de tela. Las máscaras proporcionan una barrera crítica, reduciendo el número de virus infecciosos en la respiración exhalada, especialmente de las personas asintomáticas y las personas con síntomas leves

Transmisión aérea:

Las personas asintomáticas que están hablando mientras hacen ejercicio (hiperventilando) pueden liberar aerosoles infecciosos que pueden ser recogidos por las corrientes de aire (10). Las concentraciones virales se diluirán más rápidamente al aire libre, pero se han realizado pocos estudios sobre la transmisión al aire libre del SARS-CoV-2. Además, el SARS-CoV-2 puede ser inactivado por la radiación ultravioleta en la luz solar, y es probable que sea sensible a la temperatura ambiente y la humedad relativa, así como la presencia de aerosoles atmosféricos que se producen en áreas altamente contaminadas. Los virus pueden adherirse a otras partículas como el polvo y la contaminación, que pueden modificar las características aerodinámicas y aumentar la dispersión. Además, se ha demostrado que las personas que viven en zonas con concentraciones más altas de contaminación atmosférica tienen mayor gravedad de COVID-19 (11). Debido a que los virus respiratorios pueden permanecer en el aire durante períodos prolongados antes de ser inhalados por un huésped potencial, se necesitan estudios para caracterizar los factores que conducen a la pérdida de infectividad a lo largo del tiempo en una variedad de ambientes al aire libre en una variedad de condiciones.

Dado lo poco que se sabe sobre la producción y el comportamiento en el aire de las gotas respiratorias infecciosas, es difícil definir una distancia segura para el distanciamiento social. Suponiendo que los viriones SARS-CoV-2 están contenidos en aerosoles submicrónicos, como es el caso del virus de la gripe, una buena comparación es el humo del cigarrillo exhalado, que también contiene partículas submicrónicas y probablemente seguirá flujos y patrones de dilución comparables. La distancia de un fumador a la que se huele humo de cigarrillo indica la distancia en aquellos alrededores a los que se podría inhalar aerosoles infecciosos. En una habitación cerrada con individuos asintomáticos, las concentraciones infecciosas de aerosol pueden aumentar con el tiempo. En general, la probabilidad de infectarse en interiores dependerá de la cantidad total de SARS-CoV-2 inhalado. En última instancia, la cantidad de ventilación, el número de personas, el tiempo que se visita una instalación interior y las actividades que afectan el flujo de aire modularán las vías de transmisión virales y la exposición (10). Por estas razones, es importante llevar máscaras correctamente ajustadas en interiores incluso cuando se separan a 2 metros. La transmisión aérea podría explicar, en parte, las altas tasas de transmisión secundaria al personal médico, así como los brotes importantes en las instalaciones de enfermería. Se desconoce la dosis mínima de SARS-CoV-2 que conduce a la infección, pero se ha documentado la transmisión en el aire a través de aerosoles para otros virus respiratorios, como el sarampión, el SRAS y la varicela (4).

El material del barbijo quirúrgico de triple capa reduce la probabilidad y la gravedad de COVID-19 al disminuir sustancialmente las concentraciones virales en el aire (13). Las máscaras también pueden proteger a las personas no infectadas de aerosoles y gotas SARS-CoV-2 (1314). Por lo tanto, es particularmente importante usar máscaras en lugares con condiciones que pueden acumular altas concentraciones de virus, como entornos de atención médica, aviones, restaurantes y otros lugares con mucha gente con ventilación reducida. Recientemente se encontró que la eficiencia de filtrado de aerosoles de diferentes materiales, espesores y capas utilizadas en máscaras caseras correctamente instaladas era similar a la de las máscaras médicas que se probaron (14). Por lo tanto, la opción del enmascaramiento universal es indispensable para disminuir la propagación del virus.

A partir de datos epidemiológicos, los lugares que han sido más eficaces para reducir la propagación de COVID-19 han implementado el enmascaramiento universal, incluidos Taiwán, Japón, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur. El gobierno de Taiwán también aseguró la disponibilidad de máscaras médicas prohibiendo a los fabricantes de máscaras exportarlas, implementando un sistema para asegurar que todos los ciudadanos pudieran adquirir máscaras a precios razonables, y aumentando la producción de máscaras.

La transmisión en aerosol de virus debe reconocerse como un factor clave que conduce a la propagación de enfermedades respiratorias infecciosas. La evidencia sugiere que sarS-CoV-2 se está propagando silenciosamente en aerosoles exhalados por individuos infectados altamente contagiosos sin síntomas. Debido a su menor tamaño, los aerosoles pueden conducir a una mayor gravedad de COVID-19 porque los aerosoles que contienen virus penetran más profundamente en los pulmones (10). Es esencial que se introduzcan medidas de control para reducir la transmisión de aerosoles. Se necesita un enfoque multidisciplinario para abordar una amplia gama de factores que conducen a la producción y transmisión aérea de virus respiratorios, incluido el título mínimo de virus necesario para causar COVID-19; carga viral emitida en función del tamaño de las gotas antes, durante y después de la infección; viabilidad del virus en interiores y exteriores; mecanismos de transmisión; concentraciones en el aire; y patrones espaciales. También se necesitan más estudios sobre la eficiencia de filtrado de diferentes tipos de máscaras. COVID-19 ha inspirado investigaciones que ya están llevando a una mejor comprensión de la importancia de la transmisión aérea de enfermedades respiratorias.

DETECCIÓN Y SUPERVIVENCIA DEL CORONAVIRUS EN EL AIRE

El ARN viral SARS-COV-2 en el aire se ha detectado en varios estudios en hospitales, incluyendo a distancias superiores a 2 m de pacientes y en aire exterior en zonas concurridas cerca de un hospital y una tienda departamental24 Un estudio encontró que la mayoría de estos virus se asociaron con gotas microscópicas (es decir, aerosoles) de diámetro 2,5 micras y más pequeñas,3 que pueden permanecer suspendidas en el aire durante 2 horas o más. Otro SARS-COV-2 detectado en aerosoles en el rango de tamaño de 1 a 4 micras. 2 Además, se ha detectado ARN viral en las superficies de una salida de escape de aire y un ventilador, lugares donde no se pudo realizar la transferencia directa de una persona infectada. 5 Si bien estos estudios formularon ARN viral, el hallazgo de que el SARS-COV-2 en aerosoles finos (<5 micras) tiene una vida media de 1 hora en términos de infectividad plantea la posibilidad de que algunos virus en el aire sean infecciosos. 6 La conclusión de que la transmisión del SARS-COV-2 puede producirse a través de un gran aerosol de gotas requiere la suposición de que el virus sobrevive en dichas gotas. También es razonable, entonces, asumir lo mismo para la supervivencia del virus en aerosoles. Esto está respaldado por evidencia empírica. Estudios anteriores han demostrado que otros virus sobreviven igualmente bien, si no mejor, en aerosoles suspendidos en comparación con grandes gotas en superficies.

INFECTIVIDAD ASINTOMÁTICA

Hay informes de transmisión asintomática de SARS-CoV-2. 10 Por definición, los pacientes asintomáticos no tosen ni estornudas, lo que significa que no generan con frecuencia grandes gotas. Por lo tanto, para estos pacientes asintomáticos, deben producirse otros modos de transmisión, a saber, fomite y aire. Un estudio realizado en pacientes con infección por gripe confirmada ha demostrado que el virus infeccioso en aerosoles de menos de 5 micras puede liberarse respirando regularmente y hablando, sin toser. 11 Esto es preocupante porque se ha notificado un alto desprendimiento de SARS-CoV-2 infeccioso en la garganta en individuos sin síntomas o leves.

FÍSICA DEL AEROSOL

Si bien la distinción tradicional entre la transmisión «gota» y la transmisión «aerotransportada» de enfermedades infecciosas ha sido útil para establecer directrices sobre el uso de equipos de protección personal, también ha establecido una falsa dicotomía para comprender el comportamiento de los virus en el aire. Las gotas que contienen virus que se liberan respirando, hablando y tosiendo abarcan un continuo de tamaños, desde 0,01 hasta cientos de micras. Es imposible para alguien liberar «gotas grandes» (>5 micras) sin lanzar también las más pequeñas. 13 Así pues, la transmisión que supuestamente se produce a través de la pulverización de gotas grandes podría estar ocurriendo de hecho por inhalación de gotas mucho más pequeñas a corta distancia. De hecho, una simulación basada en la física sugiere que la mayoría de la exposición a corta distancia se produce por inhalación de pequeñas gotas en lugar de por contacto con gotas grandes que aterrizan en la boca, nariz y ojos, a menos que la gente esté más cerca de 30 cm o las gotas sean muy grandes. 14

4 RECOMENDACIONES

Están surgiendo pruebas que indican que, además de la transmisión a través de grandes gotas y fomites, sarS-CoV-2 también se transmite por inhalación de aerosoles. El reconocimiento de esta ruta de transmisión es de vital importancia porque hay medidas que podemos tomar para reducir el riesgo de transmisión aérea.

Estos incluyen

  • aumentar las tasas de ventilación del aire exterior por encima de los mínimos actuales
  • utilizando filtración de alta eficiencia para aire recirculado (MERV 13 o superior)
  • verificar que las áreas sensibles, como los baños y las habitaciones donde los pacientes infectados son atendidos en hospitales y hogares de la tercera edad, están presurizadas negativamente en relación con las áreas adyacentes
  • gestión de la dirección y la velocidad del flujo de aire para evitar la propagación de aerosoles entre los ocupantes
  • controles tecnológicos adicionales, como la irradiación germicida UV y la purificación portátil del aire, en áreas y situaciones donde los controles típicos a nivel de construcción no son suficientes
  • utilizando respiradores N95 en entornos sanitarios.

Por último, estos controles de ingeniería centrados en la ventilación deben estar respaldados por estrategias que aborden la transmisión de fomite porque los virus en gotas y aerosoles que se han asentado en el suelo y otras superficies pueden ser resuspendidos en el aire, donde pueden conducir a la exposición por inhalación al virus. La limpieza de superficies mediante aspiradoras con filtración HEPA y con frecuencia la limpieza y desinfección de superficies son estrategias que también pueden ayudar a reducir la transmisión secundaria en el aire.

Gestión y Economía de la Salud

Producir información, conocimiento y discusión sobre gestión sanitaria y economía de la salud

Saltar al contenido ↓