Serie Calidad 10 entrega. Calidad en la Gestión Hospitalaria

Carlos Alberto Diaz. Profesor Titular de la Universidad ISALUD.

Si se busca la excelencia se debe promover la capacitación en todos los ámbitos, la visión sistémica de la organización y poner al paciente en el centro de la escena, generar motivación para superarse, gestión por procesos, luego innovación, con apertura al cambio, sin miedos, con creatividad, capacidad de disenso y participación, analizar los resultados, escuchar al paciente y al cliente interno, con proactividad, iniciativa, liderazgo, calidez mediante la escucha activa y la humanización de la atención, la responsabilidad social y ambiental.

Se debe generar una participación en la mejora de los procesos, información al alcance de todos, liderazgo participativo, formarse, aprender de los pacientes y ser eficiente en la asignación de los recursos.

La gestión de la calidad será la función directiva más importante, mediante los procesos de planificación, organización, ejecución, comunicación, control, evaluación. Implica formular las estrategias para alcanzar los objetivos de calidad y desempeño.

Introducción:

Calidad modelo de gestión, estilo de dirección y política estratégica del hospital.

La calidad es un modelo de gestión y un estilo de dirección en los hospitales líderes. Calidad sustentada en procesos, en su estabilidad, en una buena logística, en darle continuidad, en eliminar desperdicios (tiempo, actividades que no agregan valor, economizar el stock, el esfuerzo de las personas, la movilización de cosas, escuchar a las personas) y retroalimentación.

Se define entonces desde una política de calidad, comprendiendo las instancias de su planificación, la organización, la gestión y el control, desde las diferentes perspectivas que expresan la lógica de la calidad: Percepción o experiencia comparativa de los usuarios, resultados técnicos, recursos asignados eficiencia, validación del acceso a prestaciones de calidad, a la pertinencia de las indicaciones, la apropiabilidad, la asequibilidad, a la seguridad de los pacientes y la mejora continua.

La calidad no se origina en un departamento de calidad de la tecnoestructura: ya que intervienen todos los sectores orientación, admisión, farmacia, esterilización, seguridad, sistemas de información, compras, el área económica, el área de gestión clínica, la logística, el desempeño de los equipos de salud, los procesos, las áreas de diagnóstico, de laboratorio, de hemoterapia, y todos los servicios de apoyo. Es común que cuando un hospital da buenas prestaciones, y se preocupa por sus pacientes, estos intenten llegar al mismo, entonces se produce lo que se conoce como crisis del éxito. La producción de salud padece la crisis del éxito. Cuando se plantean mejoras deben ser sostenibles. Lo que se busca es tener excelentes resultados y mejorar los procesos todo el tiempo. Los cambios hay que hacerlos cuando las cosas están yendo bien.  

La calidad, la seguridad, se consolidan desde las tecnoestructuras, las áreas de normalización del hospital, pero comienzan con las compras, la incorporación, la organización de los procesos, eliminar sus desperdicios y la variabilidad, la gestión clínica, la servucción, el cuidado progresivo en el núcleo operativo, desde los momentos de verdad a la cumbre estratégica, de esta a la dirección de producción asistencial, de la misma a la tecnoestructura, de los comités a los jefes de servicio, de estos a los médicos de planta, y a los pacientes, que expresarán sus sensaciones.

Lo que más importa en la salud es el grado de adecuación de los servicios, tanto a los parámetros tecnológicos, científicos como a las expectativas de los usuarios y los financiadores.

Los Financiadores que son también actores sociales fundamentales del sistema de salud comportándose primordialmente como clientes de los prestadores de salud. Son los que, mediante sus formas de pago, atentan muchas veces a las inversiones en salud. Esto se viene desarrollando hace varios años, que los financiadores abonan valores por debajo del costo, por lo cual algunos prestadores para ajustar sus rendimientos económicos se llevan por delante la calidad, perjudicando a los pacientes. Esto es grave, ocurre, no es visibilizado en el claustro, ni en el ámbito de la superintendencia, que debería impulsar pagos a los prestadores porque cumplan con pautas acreditadas de calidad prestacional, para que todo el sistema de salud mejore y de una buena vez sea “negocio” prestar con calidad.

Existe una calidad técnica, que llamaremos también intrínseca. Que son las Características técnicas de un bien o servicios que, medidas y comparadas con las de otros productos, permiten establecer un juicio objetivo al respecto.

Calidad percibida. Es la impresión que los usuarios tiene sobre la idoneidad de un producto para satisfacer sus expectativas.

Un alto grado de calidad técnica debería producir un alto nivel de calidad percibida. Pero no siempre ocurre. La calidad percibida implica servicio, comunicación, distribución, y pago de bolsillo. El usuario del servicio debe expresar sus necesidades de calidad percibida. Estas cambian con la experiencia y con los resultados. Existe en la calidad un sesgo por el resultado.

Juran resume Calidad es la idoneidad, aptitud o adecuación al uso”. Idoneidad es identificar y tener en cuenta las necesidades del cliente o usuario.

La calidad asistencial ha sido definida como la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los pacientes, tanto reales como percibidas, con el menor consumo de recursos.

Tiene un componente científico técnico que consiste en diagnosticar correctamente y aplicar la terapéutica conveniente.

El otro es la calidad aparente o la percepción y se concreta en la sensación que tiene el enfermo y sus familiares de ser tratado con interés, deferencia y educación. A este último aspecto se llama empatía y refleja el proceso de transferencia entre el paciente y el profesional de la salud.

En realidad, la buena calidad asistencial sería aquella en la que el acto asistencial y la atención permanente al paciente, se desarrollan conforme a los más precisos y actualizados conocimientos, su correcta aplicación práctica y buen trato personal. Siempre debe recordarse que la persona que se siente enferma, y acude a recibir asistencia, particularmente a nuestro hospital, está angustiada y necesita ser tratada de forma paciente, no como paciente, sino como verdadero sujeto de derecho usuario – cliente.

Se puede resumir en que la calidad asistencial es el resultado de aunar dos componentes, el primero el intrínseco, compuestos de conocimientos y tecnología, y el otro extrínseco, que es el aspecto humanitario de la asistencia en el que influyen desde el trato al paciente y sus familiares, hasta la información y los aspectos relacionados con el ambiente y la hotelería, el confort, y como nos anticiparemos a las demandas de los pacientes. La ventaja competitiva real esta en cuidar la calidad extrínseca, por más que nuestros clientes sean cautivos, como lo son en el sector público. Intercambiamos con ellos bienes de confianza, que se expresan como conocimiento para cubrir la asimetría de información.

Lee y Jones definieron la buena asistencia médica como la práctica de la medicina racional basada en las ciencias médicas y la aplicación de todos los servicios de la medicina científica moderna a las necesidades de la población. Subrayaron la importancia de las acciones preventivas, la colaboración y la relación interpersonal entre los profesionales sanitarios y los pacientes y la coordinación con el trabajo de bienestar social y con todas las clases de servicio médico.

Hart y Barnoon han formulado una definición de la calidad asistencial que ha sido aceptada por la American Society of lnternal Medicine. Según estos autores, la asistencia médica de calidad incorpora un sistema científico para establecer e instaurar la terapia adecuada en la dirección diseñada a fin de satisfacer las necesidades del paciente. Además, la asistencia debe estar siempre disponible, ser eficiente y documentarse adecuadamente.

Donabedian ha definido la calidad de la asistencia sanitaria como el grado de utilización de los medios más adecuados con el propósito de conseguir los mayores progresos en la salud.

La calidad será siempre el balance adecuado entre beneficios y riesgos, relacionándolo con los costos y la sustentabilidad.

El hospital se considera una empresa del conocimiento, dispuesta para cubrir la asimetría de información expresada como síntomas por los pacientes que demandan, y es atendido en una cadena de proveedores, compradores, pacientes, clientes, prescriptores y cuidadores, donde cada integrante es cliente del que le suministra servicios o información y, a su vez, es suministrador de la persona a quien entrega su trabajo como consulta, cirugía o visita en internación. Así nace el concepto del trabajador del hospital como cliente interno del mismo

Las bases de la calidad son el compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la organización y la comunicación, colaboración y coordinación eficaces en TODO EL HOSPITAL. Como consecuencia de esta conceptualización, hoy en día se considera que la calidad es responsabilidad de todos los miembros de la empresa.

El concepto de cliente lleva aparejados el acto de pagar y la capacidad de elección. Un cliente es alguien que elige y compra algo. Por el contrario, el usuario es quien recibe el beneficio pretendido del producto, sea o no el comprador de este. El cliente es en muchos casos la obra social o el prepago. Que son los que contratan y pagan al proveedor. El paciente debe convertirse en usuario, mediante la atención centrada en la persona.

En cada uno de estos casos existe una relación cliente-proveedor y una contraprestación económica -aunque, como sucede en la asistencia sanitaria pública, el servicio no se pague de forma inmediata sino a través de impuestos, dando lugar a que en muchas ocasiones se hable de sistema sanitario gratuito cuando realmente no lo es.

Condicionantes del Modelo Hospitalario.

Cuando se hace Planificación de la calidad, estamos gestionando las actividades, las tareas, los procedimientos, mediante los cuales desarrollamos una atención o los productos como estudios de laboratorio, imágenes, unidades de sangre, endoscopias, etc. requeridos para satisfacer las necesidades de los pacientes, mediante una sesión que hace el usuario a un agente, para que elija en su lugar lo que necesita. La planificación de servicios de calidad son las actividades de desarrollos de servicios y su posterior continuidad. Consta de las siguientes fases:

  1. Identificar las necesidades sanitarias de los pacientes, la carga de enfermedad y sus manifestaciones sintomáticas.  
  2. Descubrir las necesidades de los usuarios que concurren al hospital lo más seguro, eficiente y diligentemente posible.
  3. Desarrollar las características del producto que respondan a las necesidades de los clientes.
  4. Diseñar los procesos capaces de producir las características de los servicios o atenciones que el paciente necesita de acuerdo a su gravedad.
  5. Transferir los planes al núcleo operativo, la interfase de atención a los pacientes: emergencia, consulta programada, hospital de día, cirugía, internación cuidados críticos. Transiciones de cuidado

Para dar servicios de calidad cité la importancia de la accesibilidad, esta comienza con la adecuación de la oferta a la demanda (la oferta puede ser generadora de su propia demanda de acuerdo a sus formas de pago), que es uno de los retos que se enfrenta el sistema sanitario si quiere ofrecer servicios de calidad. Debe considerarse una de las características más de los sistemas de atención, la prestación de servicios, que se consumen en el momento de prestarlos, en el desarrollo de las experiencias que son los momentos de verdad, lo tangible de la servucción.

Siguiendo a Jaime Varo, podemos decir que existen una necesidad sentida, expresada, normalizada y comparativa.

Necesidad sentida. Aparece siempre que la persona desea asistencia sanitaria; está· relacionada con la impresión del individuo respecto a su estado de salud. Responde a la percepción que la persona tiene sobre sus problemas de salud o sus deseos de servicios sanitarios. Por ser subjetiva, puede o no estar de acuerdo con la visión que otros individuos tengan de ella.

Necesidad expresada. Es la necesidad sentida convertida en demanda; da lugar a un proceso de búsqueda de servicios de salud.

Necesidad normalizada. Existe siempre que el individuo presente un grado de salud inferior al definido por un experto sanitario como deseable, considerándose en estado de necesidad aquel que no responde al estándar. Refleja el estado de conocimientos de quien determina la necesidad y, por tanto, el estándar deseable puede variar según los diferentes expertos.

Necesidad comparativa. Se produce en aquellas circunstancias donde un individuo o grupo, con determinadas características relacionadas con su salud, no recibe asistencia sanitaria, mientras que otros individuos o grupos con las mismas características si la reciben.

La necesidad del paciente viene siempre definida por el equipo de salud en términos de cantidad y tipo de atención que ha de restaurar la salud hasta el nivel esperado por el profesional. El grado preciso de asistencia depender· del diagnóstico, de la tecnología disponible y de la elección hecha por el médico.

1. La morbilidad objetiva (real) da lugar a un problema de salud que se puede objetivar; significa una necesidad real.

2. La morbilidad percibida por el individuo origina un problema de salud sentido y manifiesta una necesidad percibida o sentida.

3. La morbilidad expresada genera un problema de salud notificado y representa una necesidad expresada, que se materializa en una demanda de servicios sanitarios por parte del consumidor.

4. La morbilidad diagnosticada o diagnosticable da lugar a un problema de salud en tratamiento y comporta una necesidad normalizada, que se traduce en una demanda de servicios de salud por parte del médico.

Los problemas de salud se deberían conocerse previamente a las necesidades en un diagnóstico de salud comunitaria, poblacional o proactiva, que no es habitual en nuestro sistema privado o de seguridad social, que depende de la demanda o de la atención de las descompensaciones agudas, pues éstas se consideran como la traducción de los primeros en términos operativos, es decir, en equivalentes de servicios y recursos.

La demanda observable o de utilización de servicios es la suma de la demanda (genérica y derivada) atribuida al usuario, más la demanda derivada generada por el agente médico en su calidad de intermediario. Al correlacionar la utilización de los servicios de salud (la demanda observable) con las categorías de morbilidad, se pone de manifiesto que el fenómeno de utilización nace de la interacción de dos componentes: el proceso iniciado por el individuo para proveerse de cuidados y el proceso que promueve el médico a fin de proveerlos. Esta interacción permite vincular el comportamiento de utilización con la demanda como único factor determinante

  1. Utilización de servicios solicitada por el individuo:
    1. Basada en una morbilidad sentida.
    1. Basada en una morbilidad anticipada.
  2. Utilización de servicios controlada por el médico:

2.1 Basada en una morbilidad diagnosticada, a partir de una consulta de confirmación de una morbilidad sentida o a partir de una morbilidad latente.

2.2 Basada en una morbilidad anticipada por el médico, pero latente en el individuo.

La demanda de cuidados y la utilización de servicios a partir de la morbilidad sentida por el individuo responde a un comportamiento relativo a la enfermedad; mientras que la demanda motivada por una morbilidad anticipada obedece a un comportamiento relativo a la salud, dado que es preventivo y esto se relaciona con su nivel de alerta, educación y experiencias comparativas.

Es importante que se adquiera el concepto de relación de agencia, donde el paciente deposita en el equipo de salud las decisiones sobre su tratamiento.

El modelo de relación profesional de agencia, en la que el demandante (principal) delega en el médico (su agente) la solución de una necesidad sanitaria. Esta relación está presidida por una asimetría de información en favor del médico, de ahí que su base sea una relación de confianza en la que el paciente confía en las decisiones de aquél sin importarle los procedimientos intermedios. O lo que es lo mismo, el consumidor, por su condición de asegurado, no tiene incentivos para buscar la eficiencia, puede tener dificultades para medir el resultado general de los procedimientos y desconoce la actuación del médico porque las barreras de lenguaje y conocimiento, en la mayoría de los casos, se lo impiden. El modelo de agencia profesional se da siempre que:

1. El cliente elige y designa libremente al profesional, seguro o instituciones como su agente, (no en general, sino que elige hoy instituciones, y esta la relación de agencia) confiriéndole la responsabilidad de tomar decisiones en su beneficio e interés.

2. El agente profesional tiene acceso a un cuerpo especializado de conocimientos en virtud del cual se le confiere la responsabilidad, siendo su cometido aplicar dichos conocimientos.

En la relación profesional perfecta el médico, en virtud de sus conocimientos científicos – técnicos y basado en las características y datos del paciente, especifica la condición del enfermo y las opciones terapéuticas y, teniendo en cuenta las preferencias del paciente y por cuenta de él, recomienda y elige una alternativa, que desarrollar· Esta relación perfecta no se da en la realidad, pues con frecuencia priman las preferencias del médico no sólo por la relación de autoridad establecida, sino también porque, como generador-oferente de servicios sanitarios, está sujeto al fenómeno de la moda. Por otra parte, el paciente correlaciona su grado de satisfacción con los Índices de calidad técnica desarrollados por los profesionales, esto es, establece una relación entre la calidad intrínseca de la atención médicas y la calidad percibida de la misma.

Donabedian, ha propuesto tres elementos de la asistencia sanitaria que, relacionados, conformarían el conjunto de atributos determinantes de la calidad de un acto médico concreto. Estos factores son los aspectos técnicos y científicos, los interpersonales y un factor añadido, el entorno (que él denomina ´amenidades), que comprendería tanto el ambiente como las consecuencias derivadas de El (comodidad, intimidad, etc.). Este autor encuentra difícil separar de forma nítida los dos primeros elementos y se hace eco de lo que se ha venido en denominar la ciencia y el arte de la medicina.

Entiende que la atención técnica tiene un componente no científico y que la relación interpersonal puede ser parcialmente científica. Debido a estas características de ambos factores, la diferencia entre arte y ciencia de la medicina solo la acepta como una representación imperfecta del enlace entre la atención técnica y la interpersonal.

Para Asenjo MA 2006, los principios fundamentales de la calidad son diez (le agregué dos más):

  1. La calidad es un parámetro continuo, dentro de una gama de amplio espectro.
  2. A partir de un cierto nivel de calidad, la misma no depende de medios sino de actitud y siempre de la aptitud y el compromiso del equipo asistencial.
  3. La calidad siempre debe ligarse al costo. Se puede dar calidad relativa con unas prestaciones y malas con otras.
  4. La calidad es cuestión de toda la organización.
  5. La calidad integral es suma de la intrínseca o científica y la aparente o percibida.
  6. La calidad no se opone a la cantidad, por el contrario, bajos niveles de actividad, en determinadas prestaciones hay evidencia científica que reducen la calidad técnica, aumentando la morbilidad y la mortalidad.
  7. Una política de calidad es mucho más que un control de calidad. Hay que establecer el nivel para realizar el control.
  8. La responsabilidad de la calidad esta ligada a la línea ejecutiva para que garantice su operatividad. La definición, promoción, gestión, y control no debe cederse a las comisiones de calidad, de control de infecciones.
  9. La política de calidad no suple a una mala organización. Se necesita como dijo Ishikawa de las cinco M: Men, machines, methods, materials y management.
  10. Además de ser buenos hay que parecerlo. El 95% de las quejas se refieren a la calidad aparente o percibida.
  11. En cada servicio o unidad operativa no asistencial deben fijar sus parámetros de calidad. La improvisación, suele ser hija de la pereza y la ineptitud.
  12. La calidad asistencial tiene sustento en el conocimiento, en la docencia y la investigación, las normas, las guías clínicas, las sesiones bibliográficas, los ateneos, las revistas de sala, los pases de guardia, las transiciones de cuidado, la supervisión de los detalles de confort, de la limpieza, de la presentación, de la comida, de sus características de su variedad. Del trato de todos y la empatía. Aptitud y Actitud.

Seis características de la calidad.

  • Conocimientos de los hechos. Visitar el área operativa periódicamente. Los gerentes deben pensar con los pies.
  • Dotación de objetivos que se puedan concretar en calidad, ser mejor que uno mismo cada día. Poner fecha de consecución y nombrar el responsable para conseguirlos.
  • Dotación de medios: personal con competencia, entrenamiento, organizativos. Materiales, arquitectónicos, y organizativos
  • Selección y motivación del personal. Cohesionarlos como equipos.
  • Establecimiento de una estructura funcional y cobertura de la oferta de servicios que asegure la calidad.
  • Evaluación. Indicadores. Para seguir el cumplimiento de la calidad

Para asegurar la calidad se necesita:

Personal suficiente, lo que exige calcular adecuadamente los planteles, pensando en la eficiencia, pero también en los momentos de verdad.

Que conformen equipos, que se complementen, que cooperen, que se asistan. No es más mi sector, tu sector, es nuestro servicio.

Estas personas deben tener el conocimiento adecuado, por lo tanto, hay que realizar formación continua y cuidar una adecuada selección.

Actualizados permanentemente, por lo que hay que fomentar la formación continuada incluida la investigación y la docencia que son muy motivadoras.

Con tecnología que apoye la buena prestación, suministre buena información.

Cuidar los aspectos informativos, muy buena comunicación e informes.

Prestar la debida atención a los aspectos del confort hotelero del hospital, de la cocina de la presentación de los platos, el trato humano, el orden expuesto. La prioridad siempre es el paciente.

Una vez que se esta en un nivel de calidad que nos encontremos conformes, hay que realizar los controles, pero no solo a través de las comisiones, sino desde quienes lo realizan.

Acercar el control lo más posible al momento en que se actúa.

El que hace controla lo que hace y es controlado por otro nivel superior.

La idea de control es un instrumento esencial a nivel de servicio. Tanto médico, enfermería y administrativo.

Conviene tener claro el concepto que no es lo mismo la calidad asistencial que satisfacción del cliente y es obvio que tampoco acreditación es sinónimo de calidad asistencia. La acreditación es importante para que los servicios se movilicen a normalizar sus procesos para asegurar la calidad, pero luego hay que sostenerlos en el accionar cotidiano. Acreditar en concreto pretende garantizar que con los medios disponibles y la organización establecida se puede realizar una buena asistencia, que con las condiciones dadas se puede obtener. Cuando un cliente queda satisfecho significa que sus expectativas se han cumplido, pero estas pueden ser muy variables y cambian en función de las mismas experiencias. Espera, confort, información, escucha, dedicación, que le realicen estudios, que tenga que pagar lo menos posible, que le expliquen la receta y las medidas que tiene que cumplir.

AcciónResultado
Un paciente acude al hospital, porque no se encuentra bien, no lo hacen esperar, y el tiempo puerta – médico es de media hora, o le respetan su turnoSATISFACCIÓN
El médico lo escucha, lo deja hablar, y luego le realiza un buen interrogatorioÉTICA PROFESIONAL
Sospecha que padece una infección, luego de revisarlo,CALIDAD
Informa lo que supone que padece, y le explica las pruebas de laboratorio. Lo informaSATISFACCIÓN. CALIDAD APARENTE
Solicita las pruebas necesarias, ni más ni menos que las que necesitaEFICIENCIA
Lo recita para ver los resultados y ajustar el tratamientoCALIDAD
Verifica el antibiograma y elige dentro de las opciones como continua el tratamiento pensado en el menor gastoEFICIENCIA
Utilizó para la consulta las normas y las guías clínicas del servicioACREDITACIÓN

La calidad asistencial se apoya en la competencia profesional, la labor individual y de los equipos, (cada vez y con el aumento de la complejidad más importante son los equipos) en la elaboración de los procesos, la logística, la eliminación de los desperdicios, la aplicación adecuada de la tecnología, en la docencia, y en la investigación. La satisfacción en superar las expectativas, en el confort, en el trato, en evitar esperas y en la información clara, que el paciente y su familia entiendan. Todas ellas se sustentan en la ética que exige conocimientos profesionales, deontológicos y su correcta utilización.

Es muy importante para la productividad del hospital tengan en cuenta de acuerdo a los comportamientos de cantidad de camas, tiempos período de tiempo, estancia media e índice de ocupación. Dependiente del índice de rotación de camas, la calidad técnica y percibida y el gasto de bolsillo.

 

Manual de competencias del Hospital Ramón y Cajal Madrid.

El diccionario de competencias del Hospital Ramón y Cajal recoge un total de 22 competencias que se estructuran de acuerdo a la siguiente clasificación:

A)  Competencias estratégicas

Son aquellas competencias que derivan de la particular actividad profesional del Hospital Ramón y Cajal y se encuentran especialmente vinculadas a su misión y sus valores.

  • Orientación al paciente.
  • Orientación al cliente interno.
  • Ética profesional y ejemplaridad.
  • Visión global del Hospital Ramón y Cajal.
  • Innovación y mejora continua.
  • Orientación al conocimiento.
  • Facilitación del cambio.

B)  Competencias personales

Son aquellas competencias que hacen referencia a los aspectos que deben ser propios de los profesionales que integran el Hospital, tanto en su dimensión individual, como en su interacción con otros.

  • Madurez y equilibrio emocional.
  • Iniciativa y profesionalidad.
  • Aprendizaje y desarrollo individual.
  • Comunicación.
  • Trabajo en equipo.
  • Resistencia al estrés.
  • Gestión y resolución de conflictos.
  • Gestión de la diversidad.
  • Dirección de personas y equipos.
  • Desarrollo de personas.

C)  Competencias funcionales

Son aquellas competencias vinculadas con la operativa y los procesos del día a día del Hospital Ramón y Cajal.

  • Competencia operacional.
  • Organización y planificación del trabajo.
  • Gestión de recursos.
  • Orientación a objetivos y resultados.
  • Gestión de relaciones externas.

Debemos impulsar que la expresión de las competencias progrese, desde el nivel más básico el ingreso a la institución, que debe ser patrimonio de la inducción y la adaptación al área, al hospital, a las características, a su cultura, obtener los conocimientos en grado básico, habilidades y actitudes. Actuar con supervisión. Es en general un periodo de quince días a un mes, donde los guías enfermeros, médicos, administrativos y kinesiólogos acompañan a los ingresantes, o los que ya están en el hospital que se les asigna una nueva función, o pasan a desempeñarse en otras áreas.

Un grado intermedio o dos, donde ya se obtuvieron y los guías certifican las competencias, las habilidades y las actitudes que deben ser definidas en cada puesto, y la persona puede actuar de manera autónoma.

Fundamentalmente debemos llevar a la mayor cantidad de gente que se desempeñe en el grado 3, avanzado, demostrando un grado de conocimientos, habilidades y actitudes avanzado, que sirve como guía y entrenamiento a otros profesionales. Este grupo de personas debe ser el encargado de impulsar y fomentar iniciativas de mejora que involucra a su servicio. Estructurando claramente las iniciativas, siguiendo un enfoque sistemático de análisis, propuesta, implantación y medida. Fomenta en todos un espíritu de superación y la generación de ideas nuevas y soluciones creativas, que impulsen y contribuyan a la mejora continua, se exige a si mismo estándares altos en su forma de trabajar.

El grado 4 donde deben permanecer nuestros jefes. Demostrando el grado experto de conocimientos, habilidades y aptitudes. Ser percibido como una referencia por su dominio de dicha competencia. Se anticipa. Asume el riesgo de innovar y renovar, evitando caer en una actitud de conformismo, resignación o comodidad, utiliza las técnicas de gestión que facilitan la generación de ideas nuevas. Es reconocido como un modelo de superación, mejora continua y excelencia.

Las competencias se desarrollan a través de la experiencia personal, como vía principal de desarrollo de estas, registrar las vivencias, replantearse lo actuado, no todas las mismas circunstancias son iguales.

El aprendizaje individual es muy importante, y periódicamente actualizado, y es complementario con el aprendizaje organizacional.

  1. Eficiencia clínica.

Está subordinada a la actuación del profesional, que no debe emplear recursos innecesarios. Su evaluación se realiza mediante auditorías (peer review utilization) llevadas a cabo por sanitarios de igual cualificación profesional.

  •  Eficiencia de la producción.

Depende de la institución, del sistema productivo en su conjunto. Es la eficiencia con que la organización produce bienes y servicios y los pone a disposición de los profesionales. Su evaluación no forma parte de la medida de la calidad de la actividad clínica, pero influye en el coste sanitario.

En el modelo del proceso productivo de los servicios de salud se contemplan dos funciones de producción conformadas por cuatro niveles integrados. La función productiva primaria pertenece al dominio de la eficacia técnica, mientras que la función secundaria o médicas está· en el ámbito de la eficacia económica.

La producción primaria o técnica integra los dos primeros niveles. El primero está· conformado por la constelación de insumos que pueden actuar potencialmente sobre el usuario. Se corresponde con la estructura hospitalaria, con la configuración y organización de los recursos humanos, materiales y económicos financieros.

El segundo nivel lo constituyen los productos intermedios (diagnóstico, terapéuticos y hosteleros) resultantes de los procesos productivos hospitalarios que transforman los insumos en las salidas de cada unidad productiva. Esta primera función productiva traduce la utilización de los recursos por parte del usuario. La producción secundaria o médicas, que culmina con el alta del paciente, integra los dos niveles restantes. El tercer nivel de la producción es el producto acabado o final, resultante de combinar los productos intermedios.

Su resultado es el incremento en el nivel de salud (cuarto nivel), mensurable con los indicadores y las encuestas de salud

Atención médica óptima:

La atención médica, definida en un sentido amplio, es la aplicación de todos los conocimientos científicos relevantes, la actividad de los servicios médicos y la de los propios profesionales y las intervenciones sanitarias y sociales en la comunidad.

Conceptualizamos la atención medica en un sentido más restringido: entendemos por tal la prestación de un servicio sanitario a un individuo por un profesional o una institución y la suma de todas estas prestaciones. No incluimos en el concepto de atención médica aquellos servicios que una organización sanitaria suministra a toda la colectividad sin que haya usuarios individuales

Al definir la calidad de la atención médica, Donabedian relaciona la cantidad de cuidados, los costes económicos y los beneficios y riesgos derivados de aquellos con la calidad de la asistencia. De estos tres factores solo los beneficios y riesgos biológicos se pueden considerar distintivos de la calidad de la atención médica, los otros dos elementos, cantidad y costes, están presentes en el concepto general de calidad

Un producto es de calidad cuando existe concordancia entre la calidad diseñada, la realizada y la demandada. Resulta, entonces, obvio decir que, si las expectativas de calidad no se cumplen o se rebasan, el producto, bien o servicio, no tiene la calidad adecuada, no posee la idoneidad al uso. Trasladado este concepto al campo de la asistencia médica, cuando la cantidad de atención no basta para aportar todo el beneficio previsible a la salud y al bienestar, es evidente que los cuidados prestados tienen un déficit de calidad, no cubren la necesidad del paciente y generan una insatisfacción del mismo. Si, por el contrario, la cantidad de atención suministrada es excesiva, es decir, parte de la misma no contribuye a mejorar la salud y el bienestar o, incluso, es perjudicial, la atención médica tiene un déficit de calidad por exceso al generar un coste mayor del preciso, que ser· económico en todos los casos y biológico y social cuando cause efectos iatrogénicos o el paciente corra un riesgo innecesario.

Jaime Varo en su obra dice que “Diversos autores consideran que los costes de la asistencia sanitaria se deben contemplar en la definición de su calidad y tenerse en cuenta al evaluarla”.

Cuando la cantidad de atención sanitaria es insuficiente, se está· produciendo una pérdida de asistencia, de oportunidad terapéutica; ésta deviene ineficaz y repercute negativamente en el orden económico.

 Esta merma de atención, y el consecuente despilfarro económico, puede llevar aparejado un coste biológico y social, coste que también se produce cuando la cantidad de atención prestada excede las necesidades del paciente, al proporcionarle unos cuidados adicionales que, en el mejor de los casos, no aportan beneficios.

También tiene lugar este fenómeno cuando la asistencia se proporciona de forma ineficaz debido a problemas de organización, recursos humanos descompensados o falta de adecuación entre la oferta y la demanda.

El desempeño de tareas de inferior cualificación profesional conlleva un desaprovechamiento de recursos y conduce a que algunos trabajos se realicen con un mayor coste salarial.

Una inadecuada organización del sistema sanitario puede, igualmente, dar lugar a costes de calidad y, por lo tanto, a un gasto innecesario. Por ejemplo, si el Índice de ocupación es bajo con respecto al Óptimo determinado, hay una capacidad ociosa que genera gasto, ya que los costes fijos son independientes de la actividad desarrollada. Cuando, por el contrario, la ocupación es excesivamente alta, aumentan las cargas de trabajo y puede disminuir la eficiencia del hospital, con el coste económico consecutivo al déficit de calidad.

Los riesgos innecesarios que comporta una atención médica de baja calidad merecen una consideración aparte, pues, además del gasto que ocasionan, llevan aparejados, en muchas ocasiones, costes biológicos y sociales difíciles de medir en términos económicos, pero que indudablemente se producen.

En un principio, las mejoras de la calidad son relativamente baratas; pero su coste marginal aumenta de forma gradual, hasta un punto tras el cual el crecimiento de servicios prestados puede dar lugar a una disminución de la calidad.

Continuemos introduciéndonos en los términos que serán útiles para gestionar que será una asistencia eficaz, eficiente y óptima.

La asistencia eficaz responde a una condición maximalista de la atención sanitaria, con cierta independencia de los costos, excluyendo los efectos perjudiciales. Es aquella considerada Eficaz es la asistencia óptima con independencia de los costos. Esto tiene relación con el paciente, con el estado evolutivo, con la fortaleza de la evidencia y la independencia de las publicaciones que aportan al sistema técnico de toma de decisiones, especialmente para aquellas medicaciones costosas de eficacia dudosa.

Asistencia eficiente obedece a una concepción eficiente de la atención sanitaria. Es aquella atención que procura mejorar al máximo el estado de salud de las personas al costo más bajo posible. Pone en evidencia la importancia de los costos para sostener al sistema. Requiere el conocimiento de los gastos. Una ponderación de cada parte de la utilidad de lo que se está asignando. Dicho de otro modo, para alcanzarla es preciso evaluar la eficacia técnica o de producción y la eficiencia clínica y económica.

Asistencia Óptima. Es el resultado de una concepción Óptima de la asistencia sanitaria. Intenta conseguir el equilibrio coste/calidad. La asistencia Óptima persigue que el gasto del tratamiento más eficiente no supere el valor del grado de salud obtenido. Pretende lograr la utilidad de la asistencia a un coste razonable para el cliente.

Aproximaciones a la mejoría de la calidad de atención
AproximaciónAsunciones
Medicina basada en la evidencia
Guías de prácticas clínicas
Ayuda para decisiones
La disponibilidad de la mejor evidencia permite decisiones y un cuidado óptimo
Educación y desarrollo profesional
Autorregulación
Recertificación
El aprendizaje basado en experiencia práctica y educación individual determina cambios favorables en la actuación
Evaluación y responsabilidad
Feedback
Reportes públicos
Provee feedback sobre los procedimientos entre grupos, reportes públicos de los datos, lo cual motiva a cambios en las rutinas
Atención centrada en el paciente
Involucrar al enfermo
Compartir decisiones
Autonomía del enfermo y control sobre la enfermedad y los procesos
Calidad total
Mejoría continua de la calidad
Restructuración de procesos
La mejoría de la calidad viene dada por la mejoría del proceso y no por cambios del individuo

La asistencia sanitaria requiere alcanzar el equilibrio coste/calidad en una buena y adecuada gestión clínica, el objetivo no es conseguir la máxima mejora en el estado de salud, sino que ésta se pueda sufragar, solventar, sostener y sea útil para el paciente.

La calidad Óptima vendría dada por el punto en el cual la relación entre el coste y el beneficio de la asistencia tiene una eficacia máxima, considerando que los que han asignado los valores al coste y al beneficio puedan sufragar este grado de asistencia y su coste. En una relación directa entre el proveedor y el cliente la calidad Óptima la determinaría la apreciación que de los beneficios y el precio hiciera el cliente.

 El problema se presenta, según Donabedian, cuando un tercero, (el complejo industrial médico y la coaptación de él a las sociedades científicas) ni el profesional sanitario ni el cliente, determina cuál es el grado que define la calidad Óptima. En estas circunstancias se precisa una definición social de lo que se puede costear o no, del punto Óptimo de la asistencia sanitaria, que puede causar una colisión entre los intereses individuales y los sociales y generar conflictos difíciles de resolver. Esta diversidad de intereses pone de relieve la necesaria participación de los profesionales en la especificación de la calidad y la cantidad óptimas de la atención sanitaria, de los gestores y de agencias que puedan ser evaluadoras independientes, que antes de promulgarse leyes o ampliar beneficios pueda especificar que utilidad tendrá la tecnología aprobada y además que sacrificio de gastos o reasignaciones o desinversiones tiene que hacer el sistema de salud en su conjunto para evitar el comportamiento inflacionario actual, que lo lleva a su autodestrucción.

1. La curva de los beneficios sube rápidamente a medida que se incrementa el volumen de servicios prestados, hasta llegar a un nivel a partir del cual apenas crece (la parte plana de la curva).

 2. La curva de la utilidad aumenta rápidamente a medida que crece el volumen de servicios prestados, hasta llegar a un volumen determinado de éstos a partir del cual la curva se aplana.

3. La curva de los riesgos asciende lentamente a medida que se incrementa el volumen de servicios, hasta llegar a un nivel a partir del cual aumenta aceleradamente.

4. La curva de los costes se eleva de forma moderada a medida que aumentan los servicios prestados, hasta llegar a un punto a partir del cual su crecimiento se torna acelerado.

El aumento del volumen de servicios da lugar a importantes incrementos de los beneficios y utilidades, comportando pocos riesgos y elevaciones moderadas de los costes. A medida que se prestan más servicios, el incremento de los beneficios y utilidades es menor y aumentan más los riesgos y los costes.

Al definir el grado de calidad Óptima, Vuori considera una nueva relación: la que se establece entre la calidad y los beneficios (utilidades). En la construcción de la curva que relaciona estos factores se tiene en cuenta la ley de la productividad marginal decreciente de los factores. Según esta ley, cuando la calidad mejora, con pequeños incrementos de la misma se obtienen grandes beneficios, pero a partir de un punto la utilidad marginal disminuye en cada uno de los sucesivos incrementos de calidad.

Ley del decrecimiento de la utilidad marginal.

Ley que expresa la variación de la satisfacción con el consumo de un bien o servicio con relación a la cantidad consumida. A medida que se consumen unidades adicionales, la satisfacción total aumenta, pero menos que proporcionalmente, por lo que la utilidad marginal que recibe el individuo es decreciente.

Hay una tendencia a conseguir gran cantidad de información sin tener en cuenta el coste y la utilidad marginal de la misma. Por otro lado, con cierta frecuencia, y debido a diversas causas, se duplica la información, con el incremento del gasto correspondiente y la disminución de la calidad del proceso asistencial. La realización de una prueba diagnóstica que aumenta la fiabilidad del dictamen clínico desde, por ejemplo, un 96% a un 99%, pero que no se traduce en cambios importantes en el tratamiento, origina un aumento de los costes de la atención sin repercutir favorablemente en el paciente y, consecuentemente, da lugar a una disminución de la calidad. Un ejemplo de duplicación de la información es no considerar fiables los informes de laboratorio de distinto centro o no disponer de las placas radiológicas de un paciente trasladado desde otro hospital y ordenar su repetición, sin ni siquiera haberlas analizado o contrastado, lo que motivaría no repetir, sino pedir otros estudios.

Este proceder supone un coste que excede el beneficio marginal * y origina una disminución de la calidad de la asistencia. Igualmente aumentar la información clínico-administrativa sin dar lugar a mejoras significativas de la asistencia sanitaria comporta unos costes de calidad superfluos.

Siempre que analizo la calidad, sus características para entenderla, impulsarla, aplicarla, releo autores, indago en la nube, aparecen nuevas características agregadas a las dimensiones tradicionales.

La efectividad, la eficiencia, calidad científico técnica, la idoneidad de los servicios, sus costos, la seguridad la adecuación, la aceptabilidad y el compartir por los pacientes, la disponibilidad, la accesibilidad, la continuidad, la longitudinalidad y coordinados, llegue a trece, seguramente en los próximos meses agregaremos otros.  

Pero trataré a esta sucesión de sustantivos que debe tener la calidad, significarlos: la calidad científico técnica vinculada a la aplicación de los conocimientos en su máxima expresión, relacionados con el grado de entrenamiento de los médicos, los equipos multidisciplinarios y los servicios de apoyo. Que sean idóneos. La efectividad se relaciona a que esos conocimientos volcados con el saber hacer técnico se verifiquen mediante buenos resultados en una mejora continua, acercándose a los valores de referencia de otros establecimientos. Que sea eficiente, que en el afán por curar los profesionales no asignen más recursos que los necesarios. Que los servicios estén accesibles: geográfica, oferta, económica, administrativa y temporalmente. Este acceso habla de oportunidad. Es disponibilidad accesibilidad. Que el paciente cuando se lo atienda salga satisfecho, esto se logra anticipándose a sus requerimientos, informándolo, tratándolo humanitariamente, no haciéndolo esperar, explicándole, superando lo que espera, pero esto puede estar alterado por el resultado en los dos sentidos, si le fue bien con el diagnóstico o no, si sufrió una complicación o no. Que la prestación de los servicios sea adecuada, apropiada y pertinente a las necesidades de los pacientes, y no sean fútiles. Que exista continuidad de atención entre los niveles y en el tiempo, que la atención no esté fragmentada. Que el paciente sepa quien lo atiende, o sea que exista longitudinalidad, como ocurre con los equipos de trasplante. Que los cuidados estén coordinados no solo con la provisión de estudios medicamentos y dispositivos, sino también con la evolución, con los controles, con los aspectos vinculados a los determinantes sociales de la salud. La satisfacción del usuario puede ser considerada también el objetivo de la calidad, pero sabemos que esto puede tener bias, vinculados con el resultado de un diagnóstico que el paciente no esperaba. Entonces se siente molesto. La satisfacción implica una experiencia racional y comparativa, definida en términos de discrepancia percibida entre aspiraciones y logros.

  1. Calidad técnica.
  2. Que los servicios sean idóneos.
  3. Que sean efectivos.
  4. Accesibles.
  5. Disponibles.
  6. Satisfacción.
  7. Adecuada.
  8. Apropiada.
  9. Pertinente.
  10. Continuidad.
  11. Longitudinalidad.
  12. Coordinado.

A fin de ofertar servicios de alta calidad, lo que tiene más peso en la asistencia sanitaria institucionalizada debe reunir las siguientes características: ser eficaz, eficiente, segura, adecuada a la demanda, disponible, accesible y tener una continuidad temporal y espacial.

La satisfacción del usuario

El objetivo de los servicios sanitarios es satisfacer las necesidades de sus usuarios; consecuentemente, el análisis de la satisfacción de los mismos, aunque difícil de realizar, es un instrumento de medida de la calidad de la atención médica. Hay dos criterios, comúnmente esgrimidos, que suponen un obstáculo a la orientación de los servicios sanitarios al cliente y a la satisfacción de sus necesidades y preferencias. El primero de ellos es pensar que el servicio sanitario se debe dirigir a satisfacer las necesidades de salud, definidas Éstas como el grado de atención médica que los expertos consideran preciso, y dejar las demandas y preferencias del usuario en segundo plano. El segundo es creer que los consumidores no pueden evaluar correctamente la calidad técnica de la atención médica, con lo cual se contrapone la satisfacción de los clientes, su experiencia positiva, a la calidad intrínseca de la asistencia sanitaria. Este ˙último criterio se completa con la creencia de que los usuarios valoran cuestiones distintas y enfrentadas a las valoradas por los profesionales sanitarios, cuando evalúan la calidad de la asistencia sanitaria.

La satisfacción (evaluación subjetiva) y evaluación objetiva de los servicios, o de algunos de sus aspectos, y señala que ambas valoraciones no siempre coinciden. La utilidad de la satisfacción, como indicador de la percepción que los pacientes tienen de los servicios sanitarios, radica en su carácter personal y subjetivo. Hay que subrayar que esta diferencia entre satisfacción y evaluación objetiva no es exclusiva de los servicios sanitarios.

La satisfacción podría ser global, referida al conjunto de los servicios recibidos, o parcial, relacionada con cualquiera de sus componentes, y daría lugar, en ambos casos, a un continuum de satisfacción con múltiples y arbitrarios grados determinados por la suma de la satisfacción con los diversos elementos del servicio sanitario.

El cliente de los servicios de salud en general los evalúa considerando el servicio global, como un todo y no aspectos parciales de la prestación, y el resultado de esta evaluación es el grado de calidad percibida. A diferencia del cliente de bienes de consumo -que puede estar insatisfecho con un determinado producto, pero satisfecho, en líneas generales con una empresa, el cliente de la compañía de servicio está· o no satisfecho. No existen estados intermedios; aunque, por ser un cliente cautivo, cuando el servicio es un monopolio o un oligopolio, no pueda dar respuesta a su insatisfacción.

El objetivo de la calidad es satisfacer las necesidades del cliente. La diferencia que establecemos entre la satisfacción del cliente y la satisfacción de las necesidades del cliente es algo más que una cuestión semántica. Desde esta perspectiva, un profesional o una institución sanitaria incompetente no puede satisfacer al cliente porque no satisfará adecuadamente sus necesidades.

El conocimiento de la opinión del cliente sobre los servicios recibidos es una vía para mejorar la calidad de las prestaciones y la propia imagen del centro.

La satisfacción del usuario es el objetivo y resultado de la asistencia sanitaria y una medida ˙útil de su calidad. La gestión de la calidad debe tender a garantizar la condición del servicio global, de forma que todas las necesidades de cualquier usuario queden satisfechas.

Que modelo de calidad deseamos implementar:

Basado en la calidad de diseño de los procesos, orientados hacia el valor para el paciente y el sistema de salud, en una secuencia lógica sin desperdicios, con tiempos adecuados, continuidad de atención, y servicios integrados en red, con calidad desde el comienzo, empatía, comprensión y dialogo, con acciones proactivas y con relación fuerte con la atención primaria para mejorar las transiciones.

La especificación del producto resulta del análisis de las necesidades de los clientes; en ella se determinan sus características generales y los objetivos de costes, calidad, fiabilidad e información. Esta primera especificación se podrá· modificar en las distintas fases del diseño por diversas causas tales como las desviaciones en los costes o la posibilidad de conseguir un aumento significativo de las prestaciones con un pequeño incremento de los costes.

Es nuestra responsabilidad certificar la calidad de los materiales y los equipos electrónicos, de monitoreo, de marcapaso, de medición de potenciales evocados, por una cuestión fundamental de la seguridad de los pacientes, se debe empezar por la calificación de los proveedores, que estén acreditados ante el ANMAT y tengan director técnico.

Sostener la calidad de los procesos estabilizarlos en todo el ámbito del hospital, también relacionar sus productos con el proceso siguiente, y el proceso con los proveedores internos, para que aseguren el ritmo de ejecución del proceso.

La calidad de servicio es la diferencia entre las expectativas (el servicio esperado) y la prestación (el servicio recibido). Se han descrito tres modelos: de los desajustes, de la imagen y de la servucción que, aunque tienen aspectos comunes, proponen diferentes factores determinantes de la calidad del servicio que hay que controlar para que ésta sea óptima

Las propiedades en la experiencia:

La accesibilidad. Es la posibilidad de un consumidor de obtener los servicios que necesita, en el lugar y momento precisos, en cantidad suficiente y a un coste razonable.

La cortesía. Es el desarrollo del nivel adecuado de la función relacional de todo el personal de contacto

La fiabilidad. Es el cumplimiento del servicio en los términos prometidos, con ausencia de fallos. La capacidad de respuesta. Debe darse tanto para cubrir las necesidades específicas del cliente como para resolver los problemas que surjan durante la prestación del servicio.

La empatía. Es la comprensión del cliente; entender sus necesidades y especificaciones. La empatía permite producir un servicio personalizado.

Las comunicaciones. Ajustadas a la realidad del servicio, incluyen, además de las emitidas a través de medios, las que transmiten las personas y el soporte físico

Las propiedades de credibilidad

Son aquellas que sólo pueden evaluarse después del uso del servicio:

La competencia profesional. Es el desarrollo del nivel adecuado de la función operacional de todos y cada uno de los proveedores de servicio.

La seguridad. Es el resultado de la acción sinérgica de la competencia y cortesía del personal.

Modelo de la imagen corporativa.

Es algo que se construye desde lo edilicio, la tecnología, los logros de los equipos, minimizar malos comentarios.

La imagen corporativa tiene tres componentes: las acciones de marketing, la calidad técnica del personal y de los equipos y la calidad funcional del personal y de la empresa.

Hablar de marketing en una empresa de salud no lucrativa o pública le puede sonar mal a los puristas, pero debemos entenderlo como que intercambiamos con la sociedad información como los bienes de confianza. Es la imagen corporativa, de calidad, de seguridad, de confianza que se genera.

Las acciones de marketing se llevan a cabo a través del marketing mix o combinación de los diferentes medios e instrumentos comerciales de una empresa para alcanzar los objetivos fijados.

En las empresas de servicio en red, como el sistema sanitario público, lo constituye la oferta de servicios, la política de precios, de comunicación y de distribución de servicios y la localización geográfica de los centros.

El marketing mix se contempla desde cuatro ·ángulos diferentes: el cuantitativo, el cualitativo, el temporal y el espacial.

Desde el punto de vista cuantitativo, tiene una dimensión de magnitud total, es decir, la cifra de dinero empleada en las diferentes actividades comerciales, y otra dimensión proporcional, o la proporción de dinero asignada a cada una de las actividades comerciales: publicidad, promoción de ventas, relaciones públicas, etc. Es conveniente invertir en planes de comunicación como y mejor utilizar el hospital. Para que realmente está y donde consultar por otras razones, para que la hiperfrecuentación no le genere inconvenientes a la emergencia o a las esperas del consultorio externo.

Desde el ·ángulo cualitativo, se consideran los factores selectivos que intervienen en una misma actividad comercial, por ejemplo, la distribución del presupuesto asignado a publicidad puede hacerse en diversos medios y con diferentes resultados.

El marketing mix, desde la perspectiva temporal, debe tener presente que las actuaciones comerciales de la empresa no pueden ser uniformes a lo largo del tiempo, que existen momentos en los que conviene intensificar una u otras actividades.

Por ejemplo, una campaña publicitaria de vacunación contra la gripe se realiza en los meses de otoño, pero no durante todo el año.

Por último, se debe tener en cuenta el ·ángulo espacial, que tiene mucha importancia cuando la empresa vende sus productos en múltiples zonas geográficas, ya que no siempre interesa realizar el mismo tipo de actuaciones. Especialmente cuando se dan servicios de alta complejidad, que pueden concurrir pacientes de otras regiones.

Por ejemplo, la oferta de servicios del sistema sanitario debe ser distinta en un ·rea con una población mayoritariamente envejecida que en una zona con una población infantil y juvenil. Igualmente, la distribución de los servicios será diferente en estas áreas, pues la población de más edad necesitar· más asistencia domiciliaria.

La calidad técnica

 La calidad intrínseca de un servicio está· sujeta a: La formación. El personal de contacto debe conocer la empresa, sus servicios y las necesidades del cliente. Los conocimientos técnicos. Facilitan la traducción al lenguaje técnico de las necesidades de los clientes y su satisfacción.

Las soluciones. Deben darse tanto a los problemas que plantea el cliente como a los que surgen durante la prestación del servicio. Los equipos. De ellos se pueden servir bien los trabajadores bien los propios clientes.

La calidad intrínseca de los equipos influye de forma directa sobre la del servicio. Los sistemas de información. Las nuevas tecnologías permiten la automatización de servicios, comunicaciones mejores y más rápidas y el tratamiento de datos más fiable.

La calidad funcional

La calidad funcional de una empresa de servicio está· relacionada con: La accesibilidad. Es la facilidad con que se obtienen los servicios a pesar de posibles barreras económicas, geográficas, de organización, psicológicas y culturales.

Las actitudes. Son el complemento de las aptitudes; determinan la relación que se establece entre la empresa y el personal de contacto y los clientes.

El comportamiento. Es el resultado de la función operacional y relacional del personal de contacto; es el nivel de ejecución del servicio.

La orientación al servicio. Es una filosofía empresarial que hace del cliente el motor y eje central de todas las actividades. Los contactos exteriores. Son la comunicación externa que la empresa establece con sus clientes reales y potenciales tanto a través de medios como de personas.

Normalización de los procesos de trabajo:

  • Adaptación mutua. La coordinación se basa en la comunicación informal, motivo por el cual es un mecanismo utilizable tanto en las tareas hospitalarias más simples como en las más complicadas

• Supervisión directa. Una jerarquía formal bien definida coordina los procesos.

• Normalización de las habilidades y conocimientos del trabajador. Se lleva a cabo en el exterior del hospital y en él mismo a través de los procesos de selección y la preparación posterior que imparte.

• Normalización de los procesos de trabajo. Los hospitales tienen gran número de reglas y normas que ordenan muchas de las actividades, pero no siempre están formalizadas.

• Normalización de los resultados. El hospital no sólo está sometido a un control de rendimientos externo, tiene también su propio control interno.

Se considera que la formalización da consistencia a la producción de servicios. Las tareas se especializan horizontalmente, lográndose así la repetición, y después se formalizan para imponer los procedimientos más eficientes. Un ejemplo sanitario puede ser la cirugía cardiovascular: está reconocido internacionalmente que una unidad que no practique un número determinado de intervenciones al año no alcanza el grado de perfección adecuado.

Procesos clínicos. Son los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, incluyendo los procesos de cuidados. Consisten en aplicar los conocimientos, técnicas y tecnologías médicos con objeto de solucionar el problema que presenta el cliente.

Procesos técnicos. Son los de producción de bienes y servicios relacionados directamente o no con el proceso clínico. Entre los primeros se encuentran aquellos procesos necesarios para el diagnóstico y tratamiento.

Los procesos técnicos no relacionados de forma directa con el proceso clínico son los servicios auxiliares prestados por las unidades de apoyo, tales como el mantenimiento preventivo y reparador.

Procesos hoteleros. Su función es atender al usuario y facilitar la aplicación de los dos procesos anteriores. Una visión amplia de los mismos incluye no sólo la alimentación, lavandería y limpieza, sino también otras funciones como seguridad, suministros, compras, almacenamiento.

Procesos administrativos. Son procesos de relación interna, entre los trabajadores y las unidades del hospital, y externa, entre la institución y los usuarios del hospital. En su vertiente externa incluye la información oral y escrita, médica y administrativa.

Los procesos generales de asistencia médica

Atienden a aspectos organizativos. No son, específicamente, procesos de diagnóstico ni de tratamiento; pero integran diferentes aspectos de la asistencia médica, como la visita a los pacientes hospitalizados y en consulta externa, la elaboración de informes de alta o de petición de interconsulta.

Los procesos de diagnóstico

No son los protocolos diagnósticos, sino las actuaciones escalonadas dirigidas a establecer los distintos procesos diagnósticos; es decir, al igual que los anteriores, cuidan de cuestiones organizativas. Por ejemplo: el proceso de diagnóstico por la imagen, el proceso de diagnóstico propio de servicios centrales (anatomía patológica, análisis clínicos, laboratorios).

Los procesos de tratamiento

Contemplan, igualmente, los aspectos organizativos y hacen referencia a tratamientos específicos con tecnología muy definida y diferenciada. Por ejemplo: el proceso de tratamiento con técnicas radioterápicas, el proceso de tratamiento con citostáticos, el proceso de tratamiento quirúrgico.

Los procesos de atención médica

 Son los que definen los comportamientos adecuados de los médicos ante un paciente con un diagnóstico concreto. Por ejemplo: los procesos oncológicos específicos, el infarto agudo de miocardio, la úlcera gastroduodenal, la tuberculosis pulmonar, la hernia discal.

EL MODELO DE LA SERVUCCIÓN

Según Eiglier y Langeard, la calidad del servicio depende de la calidad de los elementos de la servucción que son -el soporte físico, el personal y los clientes- y de la coherencia entre ellos.

El soporte físico: está constituido por La calidad de los elementos físicos utilizados en la prestación de servicios está· condicionada por: La calidad intrínseca. Tiene una influencia directa sobre la calidad del servicio, además de afectar a la percepción del mismo.

Los recursos humanos. En el hospital el personal de contacto está· integrado por todos los empleados que tienen una relación directa con el usuario. Comprende desde los médicos y enfermeras hasta los telefonistas y administrativos.

El soporte físico. Se distinguen dos grandes grupos: el utillaje y el entorno, del que forman parte el edificio, su localización, su decorado y su disposición. De Èl se servirán, bien los trabajadores bien los usuarios.

El cliente. Es el elemento esencial; sin él sólo hay capacidad de servicio y no, servicio propiamente dicho.

En el sistema de servucción el usuario es, a la vez, productor y consumidor.

El servicio. Es el cuarto elemento del sistema de servucción. Es el objetivo del sistema y su resultado, de forma que puede definirse como el efecto de la interacción de los tres elementos anteriores.

La complejidad. Las nuevas tecnologías permiten conseguir más y mejores prestaciones del servicio. La facilidad de mantenimiento. Tanto del preventivo como del reparador. La facilidad de uso. Tanto si lo utiliza el personal como si lo usa el cliente, permite una mejor y más fácil prestación del servicio.

El personal es una parte importante de la calidad, su formación, las competencias, la dedicación, el compromiso, la empatía, la actitud, la bonhomía, la escucha y la diligencia.

 La calidad del personal de las empresas de servicio está· ligada a: La cualificación profesional. Es la aptitud del personal para desarrollar sus funciones técnicas.

La disponibilidad. Es la actitud de compromiso con el servicio; significa la respuesta del personal siempre que el cliente lo necesita. La presencia o apariencia física. Forma parte de los elementos tangibles del servicio y constituye un factor de imagen y de seguridad.

Los clientes

En los clientes la calidad del servicio está· vinculada a: La similitud con lo que esperaba.

La homogeneidad de los clientes es la base de la segmentación del mercado la cual facilita el diseño del servicio para múltiples usuarios.

La eficacia de la participación. La participación del cliente en el proceso de producción-consumo es una de las características esenciales de los servicios. En la salud esta participación se da por la adherencia y el cumplimiento de las indicaciones, realizar los controles concurrir a las citas.

El modelo de la servucción es muy similar al desarrollado por Normann con el término gestión de servicios, en el cual incluye también la imagen como factor determinante de la calidad del servicio.

Hemos visto, en la bibliografía, que la calidad medida desde la perspectiva del usuario es la percepción vinculada a muchos elementos tangibles, del trato, la comunicación, la cortesía, los resultados con el diagnóstico y el tratamiento, el pago de bolsillo y la espera.

Siempre se deben analizar las quejas y las no conformidades, (las quejas verbales también) para ver si hay una oportunidad de mejora en la misma y una modificación en los procesos.

La calidad del servicio reside en lograr la unidad funcional relativa a las vivencias a un costo razonable para el usuario y el financiador.

Los servicios sanitarios públicos se hallan en situación de oligopolio con respecto a la población, son pagados previamente mediante impuestos y cuotas. Si no cumplen las expectativas de los usuarios, no las crean o modifican cuando es preciso, y si la balanza se desequilibra en contra del cliente, la respuesta inmediata de éste puede ser· la insatisfacción y el rechazo y a largo plazo se da cuando tiene un empleo derivar sus aportes a una obra social o prepago, para recibir una atención que percibe como mejor, más personalizada. Esto nos tiene que obligar a mejorar, para poder captar esa demanda.

El tiempo es un parámetro de diseño en los procesos y de la calidad, debemos reducir el tiempo de acceso, que es el tiempo que se produce la demanda de servicio hasta que se capta la atención del hospital. También hoy se debe tener en cuenta el tiempo telefónico en la telemedicina. El tiempo que el informe solicitado le llega al paciente.

El tiempo de espera es el tiempo de las colas producidas por las variaciones o la inadecuada organización de las cargas de trabajo. Las listas de espera que tenemos que medir el acceso a la consulta, a la cirugía de paredes, a los implantes de cadera.

El tiempo de atención. Es el tiempo que dura la prestación del servicio. Tanto el tiempo máximo como el mínimo son parámetros de calidad y de gestión en la asistencia sanitaria; tan inadecuada es una consulta ambulatoria de escasa duración como una estancia hospitalaria innecesariamente larga.

El diseño del parámetro temporal debe considerar la percepción del cliente y el efecto acumulado por las demoras.

Entender el servicio:

Su importancia, como experiencia única, como un todo, y en cada uno, como también el valor añadido.

Los servicios surgen en el sistema económico porque satisfacen las necesidades de los clientes mejor que lo harían ellos solos, ya sean individuos o empresas.

La primera interpretación del servicio fue entenderlo como un valor añadido al producto, enfoque complementario que se sigue utilizando en la actividad industrial. Posteriormente fue considerado como una utilidad en sí misma que, en ocasiones, necesita presentarse a través de bienes tangibles y, en otras, a través de la comunicación entre el proveedor y el cliente.

Hoy se estima que el servicio es inherente a todos los procesos de intercambio; es el elemento central de la transferencia que se concreta en dos formas: el servicio en sí mismo y el servicio añadido a un producto. Los servicios sanitarios son el elemento central de la transferencia que se produce en la interrelación proveedor-usuario. Como la mayor parte de aquéllos no se destina a la venta y su precio no se forma en el mercado, su consideración como valor añadido disminuye; de hecho, el valor añadido en el sector sanitario está· compuesto fundamentalmente por los salarios.

Los servicios públicos son la prestación organizada y realizada por la Administración del Ministerio de Salud. Son actividades de interés general para cubrir las necesidades colectivas, desarrolladas por un poder público o por un concesionario al que se le adjudica su administración; es decir, tienen carácter público incluso cuando el medio empleado es una sociedad privada o un particular.

Esta conceptualización del servicio público es importante por cuanto debemos romper la dialéctica sanidad pública-sanidad privada.  Servicio para pobres o para clase media.

Lo esencial es la prestación de los servicios que el ciudadano necesita, teniendo menor importancia quién los presta, siempre que la financiación y el control sean públicos.

El objetivo principal de la asistencia sanitaria debe ser la prestación de servicios de calidad mediante la utilización óptima de todos los recursos existentes: públicos y privados.

Un elemento de convergencia en el debate sanidad pública-sanidad privada, suscitado en los países con sistemas sanitarios predominantemente públicos, estriba en separar la financiación de la provisión de atención sanitaria. Esta separación replantea el papel del sector público que, según algunos autores, pasaría a ser el garante de la financiación y de la calidad de la asistencia, pero no necesariamente el proveedor de la misma. En este sentido, la oferta sanitaria debería ser ˙técnicamente eficiente, lo mismo que su propiedad y estructura, cualquiera que puedan ser. De forma más rotunda, la oferta sanitaria no debería ser juzgada con criterios ideológicos, sino prácticos

La fortaleza de los servicios. Los servicios tradicionales se han fortalecido a lo largo de los años, destacando entre ellos los servicios sanitarios, cuyos clientes han sido considerados beneficiarios durante mucho tiempo.

  1. La imagen de la empresa. Al igual que de otras empresas, puede decirse que la imagen del hospital es intimidante y desagradable, a pesar de los esfuerzos por humanizar los servicios.
  2. La interacción individual con los clientes. En muchas clases de empresas existe un grado excesivo de dependencia del cliente. Entre ellas se encuentra el sistema sanitario, el cual, por otra parte, carece de una estrategia de marketing y de comunicación y está· sujeto a una reglamentación excesiva.
  3. La propia naturaleza del servicio. El servicio, en sí mismo, puede ser un elemento de desconfianza y desagrado cuando es percibido como una obligación a la que hay que someterse.

Los servicios son productos intangibles, no tienen existencia más que en la medida en que son producidos y consumidos; el usuario potencial no tiene, pues, la posibilidad de inspeccionar el servicio antes de adquirirlo.

Esta característica conlleva un mayor nivel de riesgo percibido por el usuario -riesgo funcional, económico, social, físico e, incluso, riesgo moral-, que obliga a la empresa de servicio a intentar reducirlo.

La producción de las empresas se clasifica en tres tipos: bienes, bienes asociados a servicios y servicios; cada uno de ellos puede tipificarse en normalizado, diferenciado y personalizado.

Al combinar esta clasificación -según la naturaleza del producto- con el grado de tangibilidad y de implicación del cliente, se construye una matriz en la cual los servicios sanitarios profesionales se definen como servicios personalizados con una baja tangibilidad y un grado elevado de compromiso por parte del usuario. Sin embargo, la clasificación de los servicios sanitarios institucionalizados y dirigidos a todo el mercado es más compleja. Los productos hospitalarios en su gran mayoría son intangibles. Muchos de los procesos están normalizados, son iguales para todos. La atención médica constituye un servicio diferenciado que cambia según determinadas variables como la edad, el sexo, la patología o los medios disponibles; no obstante, está· normalizada en los aspectos generales y personalizada en los detalles. Existe una gran implicancia en el cliente, aunque éste tiene un bajo poder de decisión.

La intangibilidad de los servicios condiciona que su grado de calidad dependa de la percepción y evaluación de los usuarios (también de los financiadores)

Los servicios de salud Se producen al mismo tiempo que se consumen.

La simultaneidad producción-consumo conlleva que el cliente capte el ambiente de la empresa de servicio e incorpore estas vivencias a su experiencia. Las discusiones, el desorden, decisiones contrapuestas, incumplimientos de horarios.

El servicio se elabora, comercializa y consume en el mismo momento. La simultaneidad del proceso producción-consumo reúne características que pueden ser causa de diversos problemas.

En la producción del servicio se necesita integrar el factor humano y el factor técnico (equipos, métodos y procedimientos).

Empresa y cliente pueden vincularse a largo plazo e, incluso, como ocurre en el ·ámbito sanitario, puede transcurrir mucho tiempo entre el pago del servicio y la prestación del mismo.

Un servicio bien diseñado puede fallar en el momento de llegar al cliente, y mal prestado es irreparable.

Hay un fuerte involucramiento del factor humano y el cliente participa en la elaboración del servicio.

Al coincidir la producción y el consumo del servicio en el tiempo y el espacio, es difícil realizar el control de calidad: hay que conseguir que muchas personas se aproximen al mismo grado de calidad y que todas ellas compartan la preocupación por aquella.

 La calidad se alcanza en el mismo momento de la interacción proveedor-cliente, circunstancia que dificulta el control externo de la calidad del servicio

 Ahora bien, entre las ventajas de la simultaneidad del proceso producción-consumo del servicio destaca que éste puede ser modificado y mejorado con facilidad y sin necesidad de diseñarlo de nuevo, permitiendo la personalización.

Los principios básicos reguladores de la gestión de los servicios públicos son:

  1.  La igualdad de tratamiento para todos los relacionados con el servicio, aunque éste no se haya diseñado para toda la población.
  2. La continuidad temporal y espacial en la prestación del servicio, acercar el servicio al ciudadano y prolongarlo en el tiempo. Ambas características son atributos de calidad de gran magnitud en la asistencia sanitaria.
  3. El cambio continuo, tanto para mantener el grado de calidad como para adelantarse a una sociedad en permanente evolución. Por otra parte, hay que modificar la orientación y acercarse al mercado, olvidando que el hecho de tener una clientela cautiva otorga un inmenso poder sobre la misma.

Los servicios de salud se prestan tras una solicitud, instantánea, emergente, urgente o programada, pero no siempre es bueno, la organización actual de los sistemas de salud exige una actitud proactiva de quienes gestionan los servicios, identificar la demanda potencial y generar conciencia para la prevención. Tienen una dimensión temporal, especial y fundamentalmente el tiempo de atención, espera y seguimiento. La calidad no puede predeterminarse. Pero hay que estabilizar los procesos. La calidad es tanto objetiva como subjetiva.

El triángulo del servicio lo forman sus actores -la empresa de servicio, sus empleados y los clientes- y las relaciones establecidas entre ellos. La gestión del triángulo del servicio forma parte de las estrategias competitivas. Estriba en lograr y mantener el equilibrio entre dichas relaciones a fin de que tanto los clientes como los trabajadores permanezcan fieles a la organización. Con objeto de conseguir la fidelidad, se debe procurar hacer más visible la empresa tanto a un colectivo como al otro y mostrar a los clientes la capacidad operativa y la oferta de productos. O lo que es lo mismo, la gestión del triángulo del servicio implica el desarrollo de políticas de calidad, de marketing, de servicio al cliente y de recursos humanos.

El personal.

Es el recurso principal de las empresas de servicio, debido a su impacto directo sobre la calidad del servicio. Las tres acciones más importantes que deben desarrollarse sobre el personal son:

1. Motivación. La Dirección debe seleccionar al personal según su capacidad e idoneidad para desempeñar el trabajo, rodearlo de un ambiente laboral apropiado y explotar sus aptitudes con métodos de trabajo creativos que le permitan desarrollarse. También debe ayudarle a comprender los objetivos de calidad y a sentir el ambiente y la influencia de la calidad en toda la organización. Tiene que reconocer los logros del personal, motivarlo periódicamente, poner en marcha programas de desarrollo personal, etc.

2. Adiestramiento y desarrollo. La formación proporciona los conocimientos necesarios para cambiar y mejorar el servicio. Incluye a todo el personal, desde los ejecutivos en la gestión de la calidad hasta los trabaja dores, en su tarea de traducir en hechos, día a día, la política y objetivos de calidad y lograr la satisfacción del cliente. Significa formar en procedimientos, control de procesos, recogida de datos, conocimiento, análisis y resolución de problemas, etc.

3. Comunicación. El personal debe tener conocimientos adecuados y experiencia en comunicación. Ha de ser capaz de interactuar al tiempo que presta el servicio. Por otra parte, las actividades en grupo dan la oportunidad de participar y cooperar en la solución de los problemas. La comunicación debe darse en todos los niveles de la empresa, lo cual exige disponer de un sistema de información adecuado como instrumento esencial de la comunicación y las prestaciones.

Un servicio es de calidad cuando satisface las necesidades del cliente en cuanto a seguridad, fiabilidad y prestaciones. Como en los bienes, los servicios son de calidad cuando son conformes con su diseño.

La calidad hay que medirla y controlarla

• Según el enfoque del análisis:

1. De estructura.

 2. De proceso.

3. De resultado.

• Según la fuente:

1. Normativos: basados en la opinión de los expertos. Su modelo está presente en la bibliografía. Son los criterios ideales; pero, por ser utópico utilizarlos, sólo es posible seleccionar algunos de ellos.

2. Empíricos: inferidos de la práctica actual; también se los denomina norma. Los problemas que pueden presentar su utilización son que estén seleccionados según los conocimientos convencionales y que sean irrelevantes. Los criterios empíricos son el resultado del ajuste de los criterios normativos a las condiciones operativas.

• Según su expresión:

1. Implícitos: son la opinión personal del evaluador experto; su fiabilidad es muy baja.

2. Explícitos: son determinados previamente a la evaluación; su fiabilidad es más consistente que la de los anteriores.

• Según el formato:

1. Lineales: expresados en forma de lista.

2. Parcialmente ramificados: criterios con excepciones.

 3. Totalmente ramificados: criterios expresados de forma encadenada; dan lugar a una secuencia lógica: el mapa de criterios o el árbol de decisiones.

• Según la ponderación:

1. No ponderados: todos tienen el mismo peso específico.

2. Ponderados: cada uno tiene una importancia relativa diferente.

• Según su campo de aplicación:

 1. Generales: se centran en los incidentes críticos de la atención al cliente; su utilidad es mayor en el análisis del proceso.

2. Específicos: definen el modelo de buena asistencia de cada enferme dad; su utilidad es mayor en el análisis de los resultados.

recomendaciones para el desarrollo organizativo

El informe ofrece un conjunto de recomendaciones procedentes de cada uno de los grupos de trabajo organizados. Como lo que nos ocupa es la gestión, transcribimos a continuación las nueve recomendaciones planteadas por el grupo de trabajo de desarrollo organizativo.  

  1. Las organizaciones deben garantizar que los pacientes, ciudadanos y profesionales estén involucrados en el codiseño de proyectos de transformación, identificando cómo mejorar la experiencia del paciente y la productividad de los profesionales. 
  2. Los roles de los que ocupan responsabilidades deberían ser desarrollados con la misión de asesorar sobre las oportunidades que ofrecen las tecnologías de salud digital e identificar déficits de habilidades locales. 
  3. Para estar preparados digitalmente, los profesionales sanitarios necesitarán programas formativos sobre tecnologías de salud digital. 
  4. Cada organización debería asignar responsabilidades ejecutivas para la adopción segura, efectiva y amplia de tecnologías de salud digital, centrándose en los resultados clínicos y en la promoción efectiva y consistente de la implicación de los profesionales.
  5. Entre estas responsabilidades se encontraría la gestión del conocimiento para facilitar el aprendizaje y experimentación de los profesionales a fin de acelerar la adopción de las innovaciones exitosas.
  6. El NHS debería reforzar los sistemas para difundir las lecciones de la adopción temprana de innovaciones y compartir ejemplos de programas de cambio tecnológico efectivos y basados en la evidencia. 
  7. Las organizaciones sanitarias deberían utilizar marcos validados para la implantación de soluciones tecnológicas y asegurar que los profesionales están formados para su uso. 
  8. El NHS debería apoyar la colaboración entre este organismo y la industria para mejorar las habilidades y el talento de los profesionales sanitarios.
  9. El NHS debería colaborar con stakeholders de todos los sectores para revisar la regulación y nivel de conformidad de las nuevas tecnologías de salud digital, incluyendo guías y formación en ciberseguridad, privacidad de datos y aprendizajes procedentes de otros sistemas de salud internacionales.

En su conjunto, estas recomendaciones invitan a las organizaciones sanitarias del NHS a anticiparse al futuro y revitalizar su cultura de innovación y aprendizaje a lo largo y ancho de la organización. Su relectura en clave del actual contexto, y vista la forzosa capacidad de adaptación digital acontecida en el último año, refuerza las principales líneas de acción, siendo su aplicación extensible a nuestro contexto sanitario sin necesidad de maquillaje

Serie Calidad 8 entrega: COproducción Creación de VALOR en el servicio de salud (CO-VALUE) Protocolo multicéntrico internacional.

Esta serie de posteos del blog esta semana están dedicados a la calidad. Aquí se expone el criterio de coproducción, en relación a visibilizar el concepto de involucramiento de los pacientes y las familias en el ciclo recursivo de la salud, donde el paciente, debe convertirse en productor de su salud, especialmente los que tienen enfermedad crónica.

Oliver BJ , Batalden PB , DiMilia PR , et al COproducción

Creación de VALOR en el servicio de salud (CO-VALUE): un protocolo multicéntrico internacional para describir la aplicación de un modelo de creación de valor para su uso en sistemas de servicios de salud coproducidos y para evaluar la viabilidad inicial, la utilidad y la aceptabilidad del valor asociado a nivel del sistema enfoques de evaluación de la creación

BMJ 2020; 10: e037578. doi: 10.1136/bmjopen-2020-037578

Introducción

En las últimas tres décadas, la mejora de la atención médica se ha esforzado por abordar las brechas significativas en la calidad y la seguridad y optimizar la experiencia de la atención y los resultados de salud de la población al mejorar la eficiencia, la confiabilidad y la capacidad de los sistemas de atención médica para brindar mejores servicios de atención médica. 1 Históricamente, las metodologías de mejora de la atención médica se han derivado de la industria, la ingeniería, la computación (informática) y la ciencia de la implementación2 Muchos de estos enfoques asumen que la atención médica es un producto generado por sistemas que se comportan como fábricas (líneas de producción). Los conceptos de valor de la atención médica han seguido esta lógica que busca maximizar los resultados de salud, la eficiencia y la estandarización mientras se minimizan los costos y la utilización innecesaria2–6 A pesar del progreso considerable en el desarrollo y la aplicación de enfoques de mejora de la atención médica a lo largo del tiempo, no se han logrado ganancias medidas uniformes en los resultados, el bienestar o los costos de la enfermedad a nivel de la población, especialmente para enfermedades crónicas complejas, a pesar de algunos logros notables en algunas enfermedades crónicas. 7–9 Además, la visión mecanicista de la mejora de la atención médica no ha reconocido ni integrado los determinantes sociales y conductuales de la salud, el potencial de las personas para participar de manera significativa en la conducción de sus propios resultados de salud y la interacción entre los sistemas de atención médica y las personas a las que sirven. 10–14

Han surgido nuevos marcos que pueden ser más representativos de la naturaleza compleja, variable e interactiva de los servicios de atención médica que se extienden más allá de la conceptualización de la atención médica basada en productos. 

Estos marcos incluyen coproducción, 15 16 sistemas de atención médica de aprendizaje de coproducción (CLHS) 17 y modelos de configuración de valor y colaboración interactiva multinivel. 18–22

Sobre la base de los fundamentos históricos de los enfoques de mejora de la atención médica basados ​​en sistemas y estos nuevos modelos conceptuales, aquí proponemos un modelo novedoso de creación de valor de coproducción de cinco partes para la mejora del servicio de atención médica y un enfoque de métodos mixtos para evaluar iterativamente la creación de valor de coproducción. 

Nuestro objetivo es refinar el modelo y el enfoque de evaluación a través de un estudio de tres fases de 3 años (CO-VALUE) que emplea principios de coproducción, una comunidad de práctica (CoP) y ciclos de aprendizaje por descubrimiento (DLC).

Modelos de coproducción asistencial

La coproducción introduce un cambio fundamental en la forma en que se conceptualiza la prestación de servicios de atención médica. La idea mecanicista de la asistencia sanitaria como un «producto» generado por un sistema sanitario activo y entregado a un paciente pasivo se reemplaza por la idea de que la asistencia sanitaria es un servicio cogenerado a través de la colaboración entre los profesionales sanitarios y los usuarios de los servicios sanitarios. 15 16 

Adaptado del Wagner Chronic Care Model 23 y el Coulter House of Care Model, 24 el modelo de coproducción figura 1) concibe la asistencia sanitaria como una interacción dinámica entre dos conjuntos de actores: los que a menudo se denominan «profesionales de la salud» y «pacientes». El enfoque de la coproducción está en la salud de los usuarios del servicio comprometidos en la co-creación (en lugar de la recepción pasiva) de mejores servicios de salud. 

El proceso de coproducción incluye la valoración, planificación, ejecución y evaluación conjuntas de servicios de alta calidad que producen mejores resultados de salud. El modelo CLHS describe un entorno de información compartida que se puede aprovechar para facilitar la coproducción y medir su calidad, costo y valor a nivel de sistemas. 17 Esta información compartida de retroalimentación (informada por el paciente y la clínica) informa y facilita la coproducción en el punto de atención al ayudar al sistema de atención médica a predecir y responder a las necesidades específicas de las personas a las que atiende. El CLHS también incluye un mecanismo de retroalimentación para evaluar los resultados de la población, que informa el trabajo de mejora y al mismo tiempo permite la investigación. Las aplicaciones recientes del CLHS incluyen el Hospital Infantil de Cincinnati y el CLHS de la Fundación de Crohn y Colitis para el cuidado de la enfermedad inflamatoria intestinal en los EE. UU. 25 26

Creación de valor: un modelo de cinco partes

Fjeldstad et al describen un modelo de tres componentes ( cadena de valor, tienda de valor y red de valor facilitada ) para la configuración de valor en los negocios, que ofrece un enfoque flexible para la creación de valor y, potencialmente, un buen ajuste con las diversas realidades de los servicios de salud. 18–20 Un ‘ análisis de configuración de valor’ proporciona una manera de evaluar y diseñar operaciones de mejor valor. El primer componente del modelo de configuración de valor de Fjeldstad es la cadena de valor,que se alinea estrechamente con la lógica de producto dominante empleada históricamente en el cuidado de la salud. La cadena de valor se caracteriza por un conjunto estandarizado de procesos secuenciales vinculados que satisfacen una necesidad común; un ejemplo es el tratamiento basado en algoritmos de personas con neumonía adquirida en la comunidad. El segundo componente es la tienda de valor , que aborda una necesidad particular, a menudo cambiante y ambigua, para la cual se requiere una respuesta personalizada; un ejemplo es una nueva fiebre de origen desconocido. La tienda de valor proporciona una respuesta personalizada después de algún modo de diagnóstico, comprensión y clasificación de la necesidad. Es altamente individualizado y, a menudo, requiere muchos recursos. El componente final es la red de valor facilitada, que tiene como objetivo satisfacer una variedad de necesidades a través de la colaboración con una comunidad de personas comprometidas. Las redes a menudo incluyen grupos de personas que luchan con desafíos y problemas similares; un ejemplo es un grupo de personas con una enfermedad crónica, como la esclerosis múltiple, que trabajan juntas para optimizar su bienestar. Las redes usan la facilitación para ayudar a guiar a las personas hacia el componente más apropiado del modelo de Fjeldstad (cadena, tienda o red) para satisfacer adecuadamente sus necesidades.

Cada componente del sistema del modelo de Fjeldstad tiene diferentes estructuras de costos unitarios. Suponemos que el componente de la tienda de valor utiliza más los recursos del sistema de salud debido a su requisito de una respuesta personalizada para cada individuo y alta intensidad de servicio, que las cadenas de valor requieren menos recursos debido a las eficiencias de estandarización y que la red de valor facilitada requiere la menor cantidad de servicios de salud. recursos del sistema debido a su enfoque destacado en el intercambio de conocimientos y apoyo entre pares.

Basándonos en un estudio de caso detallado de un servicio de hemodiálisis renal en Jonkoping, Suecia, hemos adaptado el modelo de Fjeldstad para aplicaciones de atención médica. Este servicio de hemodiálisis renal demuestra orgánicamente las características de coproducción y los tres componentes del modelo de Fjeldstad en una población con enfermedades crónicas. 20 Estos elementos de creación de valor de coproducción son: (1) un elemento de cadena de valor , en el que las personas trabajan con enfermeras que administran procedimientos de diálisis a través de algoritmos estandarizados; (2) un elemento de tienda de valor , en el que las personas consultan con un nefrólogo del personal ubicado en el sitio para gestionar las necesidades de servicios únicas y complejas y (3) una red de valor facilitada elemento, donde las personas capacitadas y aprobadas por las enfermeras de la clínica como capaces de autoadministrarse diálisis, administran su propia atención de diálisis de forma independiente. Los facilitadores de pares funcionan dentro de la estructura de la red para ayudar a apoyar, guiar y conectar a las personas con los recursos necesarios y ayudar a navegar entre los elementos. El espacio físico de la clínica está configurado para permitir la flexibilidad de acceso a las personas que participan en el elemento de atención de red de valor facilitado y proporciona un entorno para que grupos de personas interactúen mientras se autodiálisis.

Identificamos dos elementos adicionales integrales para el éxito del servicio de diálisis renal. El primero es una interconexión necesaria entre los elementos de la tienda, la cadena y la red. Las personas en cualquier elemento (tienda, cadena o red) pueden pasar a otro elemento dependiendo de las necesidades del servicio, por ejemplo, una persona en el elemento de autodiálisis (red) puede requerir una consulta por un nuevo problema complejo que se ha presentado (transición). a la tienda). En segundo lugar, observamos un papel necesario para la supervisión y responsabilidad del liderazgo .

Objetivos específicos

Nuestro objetivo es estudiar el modelo conceptual de cinco partes para la creación de valor de coproducción en entornos de atención médica ( figura 2 ), con los siguientes objetivos específicos:

  1. Describir las aplicaciones potenciales de este modelo en contextos de atención médica para articular y adaptar el modelo a la atención médica.
  2. Desarrollar y probar una guía de autoevaluación cualitativa para la creación de valor de coproducción para la viabilidad, utilidad y aceptabilidad.
  3. Desarrollar y probar medidas cuantitativas de creación de valor de coproducción para la viabilidad, utilidad, aceptabilidad y concordancia con los hallazgos del método de evaluación cualitativa.

Razón fundamental

Para que la coproducción haga la transición de la teoría a la práctica, debe ser operacionalizada, aplicada, evaluada y utilizada en los sistemas de salud. Proponemos que nuestra adaptación del modelo de creación de valor de Fjeldstad se pueda articular y especificar para aplicaciones de atención médica a través de un viaje sistemático de investigación y desarrollo realizado por una CoP internacional diversa. Se pueden desarrollar métodos de evaluación cualitativos y cuantitativos asociados para ayudar a los sistemas de salud a demostrar la creación de valor de la coproducción, medir el desempeño de la creación de valor a lo largo del tiempo e informar los esfuerzos de mejora e investigación relacionados destinados a transformar los servicios mediante el aprovechamiento de la coproducción para mejorar la eficiencia y la eficacia de los sistemas de salud.

Comunidad de práctica

Los equipos del sistema de salud y el equipo de investigación conforman una CoP inspirada en los principios generales de las comunidades de práctica y colaborativas de aprendizaje. 5 27–29 La CoP cuenta con el apoyo de un entorno de información en línea que se utilizará para intercambiar ideas, experiencias, datos, literatura y contactos. La plataforma facilita la colaboración sincrónica y asincrónica entre investigadores y partes interesadas, incluidos seminarios web en tiempo real. La CoP tiene un calendario de reuniones regular que consiste en sesiones de aprendizaje presenciales y virtuales que siguen una trayectoria de desarrollo de tres fases y se facilita utilizando un enfoque estándar para la investigación colaborativa: el Discovery Learning Cycle (DLC).

Participación del paciente y del público

La CoP representa un grupo internacional de partes interesadas clave de múltiples sistemas de salud para explorar, articular y evaluar el modelo de creación de valor de la atención médica. Los equipos del sistema de salud participantes representan diversidad geográfica (es decir, EE. UU., Reino Unido, Suecia, Israel), tipo de sistema (p. ej., académico, comunitario), poblaciones atendidas (p. ej., enfermedades crónicas, atención primaria) y miembros del equipo. Cada equipo incluye un líder de nivel ejecutivo (p. ej., director ejecutivo, CNO, COO), un ejecutivo financiero de alto nivel (p. ej., director financiero), un líder clínico (p. ej., director médico del servicio de cuidados paliativos, director de enfermería de un centro de salud mental). clínica) y otras partes interesadas clave (p. ej., médicos, pacientes, facilitadores y defensores). Muchos de los equipos del sistema de salud participantes incluyen a los pacientes como partes interesadas clave involucradas en el desarrollo e implementación del modelo de creación de valor.

Ciclo de aprendizaje por descubrimiento

El DLC es un enfoque semiestructurado estándar para el aprendizaje y el discurso colaborativo establecido por la Red Internacional de Salud de Coproducción. El DLC guía la facilitación de la CoP a medida que avanza a través de la trayectoria de desarrollo de tres fases ( figura 3 ). El DLC se basa en elementos del Plan de estudios de mejora de microsistemas clínicos de Dartmouth 4 y el Modelo de mejora de IHI, incluido el ciclo Planificar-Hacer-Estudiar-Actuar, 5 Modelo de aprendizaje experiencial de Kolb 30y nuestro modelo de creación de valor. Los pasos iniciales en el DLC ayudan a definir poblaciones y contextos, y a establecer la estructura, el proceso y el liderazgo para cada sistema de salud. Los pasos subsiguientes se enfocan secuencialmente en explorar características y aplicaciones a través de contextos para cada uno de los cinco elementos en el modelo de creación de valor. Los pasos finales del ciclo integran los hallazgos de los pasos anteriores, identifican dominios para la medición del valor y planifican para el próximo ciclo de aprendizaje.

Trayectoria de desarrollo de tres fases

Proponemos un estudio de tres fases de 3 años siguiendo una trayectoria de desarrollo paso a paso ( figura 4 ). Cada fase del estudio incluirá la finalización de al menos un ciclo del DLC que se muestra en la figura 3. La primera fase del estudio (año 1) se centrará en articular el modelo de creación de valor. Esto incluirá ajustar el modelo a ejemplos de los sistemas de salud de la CoP, desarrollar un prototipo de guía de autoevaluación y establecer un consenso para los dominios conceptuales iniciales de las medidas iterativas de creación de valor. La segunda fase (año 2) tiene como objetivo probar y optimizar de forma iterativa un prototipo de guía de autoevaluación cualitativa para evaluar la viabilidad, aceptabilidad y usabilidad en múltiples sistemas de salud CoP. La segunda fase también finalizará los dominios conceptuales y el borrador de métricas de valor para cada dominio. En la fase final (año 3), ampliaremos el uso de la guía de autoevaluación a todos los centros participantes y realizaremos una prueba piloto de un conjunto preliminar de métricas de valor de coproducción cuantitativa en un subconjunto de centros participantes.

Principios rectores para el desarrollo y las pruebas piloto

La coproducción ofrece el potencial para un cambio sólido en la teoría y la práctica de la atención médica. Por lo tanto, el proceso DLC apoyará el desarrollo continuo e iterativo de la guía de autoevaluación. Si bien el proceso de desarrollo generalmente progresará en la secuencia descrita anteriormente, el proceso permite cambios frecuentes en la guía de autoevaluación y la revisión de conceptos, dominios y medidas de valor con base en el discurso continuo de la CoP y los hallazgos de la prueba piloto. La guía de autoevaluación se basará en el modelo de creación de valor de cinco partes y los dominios desarrollados por la CoP a través del proceso DLC. Para el desarrollo inicial de los dominios de medición de valor cuantitativo, utilizaremos un marco conceptual de medidas equilibradas de todo el sistema. 31Emplearemos un proceso Delphi modificado para lograr un consenso sobre los dominios de medición y las métricas candidatas. 32

Las pruebas piloto de la guía de autoevaluación se centrarán principalmente en los siguientes elementos: (1) factibilidad (facilidad de implementación, potencial de interrupción, tiempo y recursos necesarios para su uso); (2) usabilidad (facilidad de uso, experiencia del usuario) y (3) utilidad (valor agregado a los sistemas). También evaluaremos la alineación de los dominios de medición de la guía y el valor con la evaluación realista de los sistemas (capacidad para evaluar el sistema en el que se está empleando) y el ‘ajuste’ del modelo CO-VALUE a los sistemas de salud en estudio: el grado en que los elementos y el modelo se aplican de manera realista al sistema de salud y la manera en que se aplica. Obtendremos información cualitativa para las evaluaciones al entrevistar a los participantes de la CoP de los sistemas que participan en las pruebas piloto y la observación directa de los sistemas de salud seleccionados.33 34

Serie de Calidad 7 entrega: El futuro de la política de calidad hospitalaria de la atención: un experimento de elección discreta de múltiples partes interesadas en Flandes, Bélgica

Este trabajo se eligió para incluirlo en el blog porque es una estrategia de implementación de la calidad, muy interesante.

Jonas Brouwers a,b,∗ , Bianca Coxa , Astrid Van Wilder a , Fien Claessens a , Luk Bruyneel a , Dirk De Ridder a,c , Kristof Eeckloo d,e , Kris Vanhaecht a,c

Por favor, cite este artículo como: J. Brouwers, B. Cox, A. Van Wilder et al., The future of hospital quality of care policy: A multi-stakeholder discrete choice experiment in Flanders, Belgium, Health policy, https://doi.org/10.1016/j.healthpol.2021.10.008 J. Brouwers, B. Cox, A. Van Wilder et al.

Antecedentes: La colaboración entre los responsables políticos, los pacientes y los trabajadores de la salud en el establecimiento de políticas de calidad de la atención hospitalaria puede mejorar la integración de nuevas iniciativas. El objetivo de este estudio fue cuantificar las preferencias por diversas características de una futura política de calidad en un amplio grupo de partes interesadas.

Materiales y métodos: 450 responsables políticos, médicos, enfermeras, representantes de pacientes y miembros de la junta del hospital en Flandes (Bélgica) participaron en cinco experimentos de elección discreta (DCE) sobre control de calidad, mejora de la calidad, inspección, incidentes de pacientes y transparencia. Para cada DCE, se definieron varios atributos y niveles a partir de una revisión de la literatura y entrevistas con 12 expertos internacionales en calidad y seguridad del paciente.

Resultados: Para los atributos con mayor importancia relativa, los participantes mostraron una fuerte preferencia por el control de calidad por parte de una organización nacional independiente y la coordinación de iniciativas de mejora de la calidad a nivel de las redes hospitalarias. El hospital individual fue elegido sobre el gobierno para establecer un plan de acción después de las quejas de los pacientes. Los encuestados también prefirieron fuertemente la notificación obligatoria de incidentes graves de pacientes y la transparencia al informar públicamente los indicadores de calidad a nivel hospitalario.

Conclusiones: Un futuro modelo de calidad debe centrarse en un enfoque multicomponente con control de calidad externo, acciones de mejora a nivel de red hospitalaria y transparencia pública. Los DCE brindan la oportunidad de incorporar las actitudes y puntos de vista para los componentes individuales de una nueva recomendación de política.

  1. Introducción

Los gobiernos de todo el mundo luchan por encontrar modelos para sus sistemas de salud que garanticen la calidad de la atención brindada a los pacientes. En los últimos veinte años, se implementaron y probaron diferentes mecanismos externos de control de calidad en muchos países europeos que van desde la acreditación de hospitales hasta el cumplimiento de las normas ISO identificadas por el proyecto de investigación europeo sobre mecanismos externos de revisión por pares (ExPeRT) [1,2]. La política de calidad de la atención en los hospitales a menudo es decidida por los responsables políticos y los gerentes de los hospitales con una menor incorporación de la opinión de las partes interesadas y, por lo tanto, creando una «brecha de responsabilidad» entre los proveedores de atención médica, por un lado, y los pacientes, los financieros y los gobiernos, por el otro [1].

Los trabajadores de la salud a menudo se sienten desconectados de las decisiones tomadas por encima de su cabeza y sienten que se les imponen iniciativas de calidad. Sin embargo, existen pruebas prometedoras para incorporar iniciativas ascendentes para una política sostenible de mejora de la calidad [3].

Por lo tanto, para establecer modelos de calidad ampliamente respaldados para los hospitales, los responsables políticos también deben incorporar las opiniones de las partes interesadas, como los trabajadores de la salud y los representantes de los pacientes [4].

Ahora se emplean varias estrategias para abordar las preocupaciones de calidad en nuestros servicios de atención médica, pero la rentabilidad no siempre se demuestra [5–8]. Un ejemplo es la acreditación externa de hospitales, que se ha implementado como mecanismo de control de calidad en muchos países europeos para garantizar la seguridad de los procesos asistenciales y de los pacientes. Los estudios sugieren que la acreditación ha promovido el cambio y el desarrollo profesional, pero también ha implicado costos financieros sustanciales, tiempo del personal y otros recursos [9,10]. Muchos países también han implementado otras iniciativas de calidad, como las visitas de pares clínicos, la notificación pública de indicadores de calidad, la inspección gubernamental o los sistemas de notificación de incidentes [1,11]. Diferentes voces expresaron su preocupación por el posible impacto negativo en los resultados de los pacientes por el comportamiento aversivo de riesgo por parte de los médicos [12] o el juego de datos [13] con informes públicos. Además, la creciente brecha entre las iniciativas basadas en papel y la realidad de la práctica clínica cuestionó la continuación de ciertas iniciativas [14,15]. Durante los últimos años, se han levantado críticas sobre la carga administrativa [9,16], las demandas excesivas [17,18] y la menor atención a los pacientes [19,20] asociada a muchas iniciativas de calidad. Como resultado, algunos hospitales comenzaron a retirarse de estos esfuerzos de calidad y repensar su política de calidad de la atención [21–24]. Existen datos limitados sobre el efecto de la actitud de los trabajadores de la salud hacia la acreditación [17,18,25], pero no están disponibles para otros esfuerzos de calidad.

Sin embargo, una actitud positiva del personal sanitario hacia las iniciativas de mejora de la calidad es un factor clave para su implementación exitosa [25,26] y el acuerdo entre las partes interesadas es una parte esencial para las reformas políticas ampliamente apoyadas.

El objetivo de este estudio fue cuantificar las preferencias de los trabajadores de la salud, los responsables políticos y los representantes de los pacientes sobre diversas características de las futuras iniciativas de calidad de la atención a nivel de políticas (macro) y gestión hospitalaria (micro) en Flandes, Bélgica. Para este propósito, utilizamos un experimento de elección discreta (DCE) que se usa ampliamente en la literatura médica y de servicios de salud [27-30] pero, hasta donde sabemos, aún no se ha aplicado para obtener preferencias para preguntas generales de política de calidad de atención.

2. Materiales y métodos

2.1. En Flandes, la región norte de Bélgica con 6,6 millones de habitantes, el gobierno regional introdujo una «tríada de calidad de la atención» en 2009, que consiste en la participación voluntaria en la acreditación externa de todo el hospital, inspecciones gubernamentales obligatorias y la notificación pública de indicadores de calidad. Van Wilder et al. proporcionan una visión general completa del enfoque flamenco de la calidad de la atención [31]. Recientemente, algunos hospitales flamencos se han retirado de la acreditación externa y han comenzado a pensar en un nuevo enfoque para los futuros procesos de calidad de la atención, con la participación de sus trabajadores sanitarios. La organización paraguas del hospital (Zorgnet-Icuro) y el gobierno tienen la intención de iniciar negociaciones sobre nuevas reformas de políticas de calidad basadas en la investigación basada en la evidencia y la participación de todas las partes interesadas relevantes.

 2.2. DCE Un DCE es un ejercicio de elección declarada que puede evaluar cuantitativamente las elecciones de las personas en diferentes escenarios [32–36]. A diferencia de los métodos de clasificación o calificación, los DCE obligan a los encuestados a hacer concesiones, proporcionando así información sobre la importancia relativa de los atributos cuestionados (características de las iniciativas de calidad en este caso). Un DCE tiene fundamentos teóricos en la teoría de la utilidad aleatoria y puede establecer preferencias en condiciones experimentales controladas a través de respuestas a escenarios de detección realistas e hipotéticos, compuestos por sus características (atributos) que se especifican mediante variantes de esos atributos (niveles). Un DCE se construye variando sistemáticamente los niveles de atributos para generar un conjunto de modalidades de detección. En cada tarea de elección, los encuestados elegirán su escenario más favorable entre una serie de escenarios en competencia. Al cambiar los niveles de atributos repetidamente, se pueden estimar las preferencias por diferentes atributos y niveles [37].

2.3. Selección de atributos y niveles

Seleccionamos los atributos y niveles aplicando un amplio marco [37,38] para el desarrollo de un DCE. Comenzamos con una revisión de la literatura que incluía informes de políticas y artículos revisados por pares publicados entre 2000 y 2020 sobre la calidad de la atención guiada por el marco donabedian [6,39–44]. Se realizaron entrevistas con 12 expertos de diversos institutos internacionales (ISQUA, OCDE, IHI 2x, EHMA, NIVEL) y países (Estados Unidos, Suecia, Dinamarca, Italia, Australia, Países Bajos) para identificar facilitadores y barreras en el modelo flamenco actual para la calidad hospitalaria de la atención y dar recomendaciones para futuros planes de políticas. Esto llevó al desarrollo de cinco experimentos DCE individuales sobre los siguientes temas: control de calidad, mejora de la calidad, inspección, incidentes de pacientes y transparencia de los resultados.

La retroalimentación sobre los atributos y los niveles de atributos fue dada por un grupo de partes interesadas (n = 33) compuesto por representantes de pacientes, gerentes de calidad, representantes gubernamentales, médicos, miembros de la junta del hospital y directores médicos. Sobre la base de estos comentarios, un grupo de cinco expertos en calidad de nuestro grupo de investigación redujo la lista de atributos y niveles. De acuerdo con las buenas prácticas para la investigación de DCE [45,46], el número final de atributos por DCE varió de tres a cinco y el número de niveles por atributo de dos a cuatro y la mayoría de los niveles de atributos fueron variables nominales (Tabla 1). Se realizó una prueba piloto del DCE entre 10 personas invitadas al azar (enfermeras, médicos, pacientes y expertos en calidad) que resultó en algunas adaptaciones menores para excluir combinaciones poco realistas a nivel de atributos que podrían desalentar a los encuestados.

2.4. Diseño experimental de los conjuntos de elección Utilizamos Sawtooth Software (Lighthouse Studio V.9.9.1) para crear los 5 DCE, utilizando el método de superposición de nivel equilibrado y procedimientos óptimos para maximizar la eficiencia estadística [47]. Para cada DCE, se realizaron automáticamente 300 versiones de encuestas con un número de tareas de elección aleatoria por DCE que oscilaba entre 5 y 10. Para cada tarea de elección, se pidió al encuestado que eligiera una situación de entre cuatro alternativas (ejemplificada en la figura suplementaria 1). El tamaño mínimo de muestra estimado requerido para lograr un nivel aceptable de precisión estadística fue de 300 encuestados [48–50].

2.5. Administración de la encuesta Los miembros de la junta del hospital, los médicos (médicos y enfermeras), los miembros del personal y los supervisores, los responsables políticos y los pacientes (miembros del personal de la Asociación flamenca de pacientes (VPP)) fueron invitados a participar en la encuesta en línea. La encuesta fue difundida con un enlace general por la organización paraguas del hospital Zorgnet-Icuro, la red hospitalaria flamenca KU Leuven (VznkuL) y el Instituto de Políticas Sanitarias de Lovaina (LIHP). La encuesta estuvo disponible para los encuestados entre el 16 de julio y el 3 de septiembre de 2020. La encuesta también incluyó preguntas sobre sociodemografía (profesión, experiencia laboral, región del lugar de trabajo, tipo de hospital…). Todos los encuestados leyeron la información del proyecto y dieron su consentimiento en línea para participar antes de comenzar la encuesta en línea. En febrero de 2021 se reunió un comité directivo de múltiples partes interesadas para dar su opinión y discutir los resultados de la encuesta y los análisis. Este comité directivo contaba con 33 representantes de la organización hospitalaria paraguas (Zorgnet-Icuro), el gobierno, organizaciones de pacientes, médicos, miembros de la junta del hospital, gerentes de calidad y directores médicos. Las negociaciones posteriores con el gobierno para dar forma y recalibrar la actual política flamenca de calidad de la atención se llevaron a cabo sobre la base de los resultados de este DCE Atributos y niveles de los 5 experimentos de elección discreta.

 Tema DCE

Nivel de atributo Control de calidad por propio Hospital El gobierno Organización nacional / flamenca independiente Organización internacional independiente Anunciado control Sí No Control a nivel de Departamento Trayectoria de atención Hospitalaria Red de hospitales loco-regionales Transparencia resultados Solo internamente en el hospital y / o red Sitio web público Trayectoria de mejora basada en resultados de auditoría externa Quejas Mediciones internas De calidad Mejora de la calidad Coordinación de  Iniciativas de la red de hospitales loco-regionales Hospital individual Organización científica específica de la disciplina Incentivo financiero para la calidad A nivel hospitalario A nivel del cuidador individual Sin compensación financiera Educación de calidad Obligatoria para todos los empleados del hospital No es obligatoria para todos los empleados del hospital Solo para el personal de calidad del hospital Comparación de resultados de calidad Entre hospitales comparables a nivel nacional Entre hospitales comparables internacionalmente Entre todos los hospitales Inspección Paciente  Las quejas son seguidas por un plan de acción del gobierno

El hospital individual El gobierno inspecciona las condiciones básicas, la organización y los resultados del hospital en su conjunto De ciertas trayectorias de atención dentro del hospital Incidentes del paciente Informe de incidentes graves Obligatorio No obligatorio Detección a través de informes personales por parte de los empleados A través de herramientas validadas Reportadas al hospital internamente  Agencia o gobierno Números de informes de incidentes Disponible públicamente cada año Solo disponible para el hospital individual Transparencia Qué informar Indicadores de todo el hospital (por ejemplo, mortalidad, readmisiones …) Indicadores específicos de la enfermedad Recopilación de datos A nivel de paciente individual A nivel de departamento A nivel hospitalario Notificación pública de indicadores de calidad A nivel de cuidador individual A nivel de departamento A nivel hospitalario

2.6. Estimación del modelo Los resultados del DCE se analizaron a través del método bayesiano jerárquico (HB) para el análisis conjunto basado en la elección en el software Sawtooth [51], utilizando la configuración predeterminada e incluyendo la profesión como covariable. En el nivel inferior del modelo hb hb de dos niveles, los coeficientes de los encuestados individuales se estiman a través de logit multinomial, y en el nivel superior la información entre los encuestados se comparte a través de métodos normales multivariantes. Los parámetros se estiman utilizando el algoritmo Metropolis-Hasting, un tipo de procedimiento iterativo monte carlo de la cadena de Markov. Los resultados se presentan como la media de utilidades de valor parcial centradas en cero en todos los encuestados y pueden interpretarse como el atractivo de cada nivel dentro del atributo [46]. También se estimó la importancia media de los atributos entre los encuestados, lo que refleja el efecto (importancia) del atributo en la decisión de elección. En un análisis secundario, obtuvimos utilidades medias de valor parcial e importancia por grupos profesionales. En los análisis de sensibilidad, se evaluó la solidez de los resultados excluyendo a los encuestados rápidos y restringiendo los análisis a los que completaron los cinco DCE. Un encuestado se consideró como rápido cuando su tiempo total de encuesta hasta la última página completada fue inferior al percentil 10 de la distribución de tiempo acumulada hasta esa página. 3.

Resultados

3.1. Muestra Después de la difusión, se devolvieron 601 encuestas, de las cuales 20 fueron excluidas porque no pudieron clasificarse dentro de un grupo profesional establecido. Un total de 131 encuestados completaron las preguntas demográficas, pero no completaron ninguna tarea de elección, lo que resultó en un tamaño de muestra final de 450. De estos encuestados, 15 (3,3%) eran funcionarios del gobierno, 72 (16%) eran miembros de la junta del hospital, 187 (41,6%) eran miembros del personal y supervisores, 165 (36,7%) eran médicos y 11 (2,4%) eran miembros del personal de la Asociación flamenca de pacientes (en adelante, representantes de pacientes). Casi la mitad (45,1%) de los encuestados tenía más de 10 años de experiencia laboral en su trabajo actual, mientras que los

Tabla 2 Características sociodemográficas de los encuestados (N = 450). Características Número (%) Profesión Funcionarios gubernamentales 15 (3,3) Miembros del consejo del hospital 72 (16) Miembros del personal y supervisores 187 (41,6) Médicos 165 (36,7) Representantes de los pacientes 11 (2,4) Experiencia laboral en el puesto de trabajo actual 10 años 203 (45,1) Región del lugar de trabajo Brabante flamenco 108 (24) Amberes 92 (20,4) Flandes Oriental 76 (16,9) Flandes Occidental 83 (18,4) Limburgo 54 (12) Bruselas 34 (7,6) Valonia 0 (0) Países Bajos 3 (0,7) Tipo de hospital∗   Hospital universitario 106 (26.4) Hospital regional 296 (73.6) Número de camas reconocidas en el hospital∗∗  1000 camas 121 (29.6) No conozco 9 (2.2) Hospital acreditado∗  Sí, por JCI 222 (55.2) Sí, por NIAZ 164 (40.8) No 14 (3.5) No sé 2 (0.5) Veces acreditado∗∗∗  1x 224 (58) 2x 61 (15.8) Más de 2x 87 (22.5) No sé 14 (3.6) ∗  Solo aplicable para n = 402.  ∗∗  Sólo aplicable para n = 409.  ∗∗∗  Sólo aplicable para n = 386. la otra mitad tenía menos de 5 años (30,4%) o 5 a 10 años (24,4%) de experiencia laboral (Tabla 2).

3.2. Los análisis principales específicos de DCE incluyeron a todos los encuestados que completaron ese DCE, es decir, 450 (control de calidad), 379 (mejora de la calidad), 362 (inspección), 358 (incidentes de pacientes) y 356 (transparencia) encuestados, respectivamente. Los paneles A a E de la Fig. 1 muestran la importancia estimada y las utilidades de participación para los cinco DCE. Los atributos se ordenan por importancia descendente y los niveles por utilidad de valor parcial descendente. En el DCE de control de calidad (panel A), «control por» fue el atributo con mayor importancia relativa en las elecciones de los encuestados (36,6%), seguido de «trayectorias de mejora basadas en» (24,7%). De los niveles, el control por «una organización nacional / flamenca independiente» tuvo el mayor atractivo (positivo) (el más preferido) y el control por «el propio hospital» el atractivo más bajo (negativo) (menos preferido). Las trayectorias de mejora basadas en «mediciones internas de calidad» y «resultados de auditoría externa» fueron aproximadamente igualmente preferidas (intervalos de confianza superpuestos) y fueron más atractivas que las trayectorias de mejora basadas en «quejas». La importancia relativa de los otros 3 atributos fue menor (Antecedentes: La colaboración entre los responsables de la formulación de políticas, los pacientes y los trabajadores de la salud en el establecimiento de políticas de calidad de la atención hospitalaria puede mejorar la integración de nuevas iniciativas. El objetivo de este estudio fue cuantificar las preferencias por diversas características de una futura política de calidad en un amplio grupo de partes interesadas.

Conclusiones: Un futuro modelo de calidad debe centrarse en un enfoque multicomponente con control de calidad externo, acciones de mejora a nivel de red hospitalaria y transparencia pública. Los DCE brindan la oportunidad de incorporar las actitudes y puntos de vista para los componentes individuales de una nueva recomendación de política.

Serie de Calidad 6 entrega. Enfoques nacionales e internacionales de seguridad y calidad en la atención médica

O’Brien N, Durkin M, Lachman P. Lecciones post-COVID desde enfoques nacionales e internacionales de seguridad y calidad en la atención médica. Future Health c J. 2021 Nov;8( 3): e602-e608. doi: 10.7861/fhj.2021-0158. PMID: 34888449; PMCID: PMC8651324.


Introducción

Los sistemas de salud requieren que la seguridad y la calidad estén en el centro de sus actividades para implementar la cobertura universal de salud (CUS) y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 1 La prestación segura de atención médica de alta calidad es un desafío en muchos países. En 2018, tres informes describieron el estado de la calidad de la atención médica y la seguridad del paciente a nivel mundial, con lecciones y recomendaciones para el futuro. 2–4 Antes de que se pudiera tomar cualquier acción significativa, la pandemia de COVID-19 interrumpió las actividades normales y los sistemas de salud de todo el mundo se han visto afectados negativamente, sin importar dónde se encuentren.

A medida que salimos de la pandemia, la pregunta es: ‘¿Cómo podemos desarrollar servicios resilientes que puedan responder a las crisis y permanecer seguros, efectivos y centrados en las personas?’ El Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en agosto de 2021, es el primer informe importante que posiciona la seguridad del paciente en un mundo posterior a COVID-19. 5 Este plan de acción, así como los informes anteriores a la COVID-19, proporcionan orientación y, aquí, destilamos las lecciones clave de estos informes para aplicarlas en la era posterior a la COVID-19, con ejemplos de la comunidad mundial basados en nuestra experiencia. Proponemos nueve lecciones y compartimos un ejemplo para cada una de las que se han entregado (Recuadro ​(Recuadro 11).


Recuadro 1.

Nueve lecciones mundiales después de la pandemia de COVID-19

Sistemas: El futuro de la calidad está ligado a la gestión de sistemas complejos. Estrategia: La calidad y la seguridad son una parte integral de las estrategias de atención médica.
Aprendizaje: Desarrollar sistemas nacionales de aprendizaje con la transparencia como valor central.
Personal: Desarrollar la fuerza laboral futura para entregar la estrategia. Seguridad: Garantizar la seguridad de los pacientes y los trabajadores de la salud con respeto y amabilidad.
Coproducción: Soluciones de codesign con personas que reciben y brindan atención. Integración: Garantizar la integración de la atención.
Sostenibilidad: Reconocer la asistencia sanitaria sostenible como un nuevo ámbito de calidad.
Equidad: Abordar la inequidad estructural y los determinantes sociales de la salud.

Lección 1: El futuro de la calidad está ligado a la gestión de sistemas complejos

En los últimos 20 años, se ha reconocido que es esencial comprender cómo interactúan las diferentes partes componentes de la atención médica. Los informes coinciden en la necesidad de mejorar la medición de la calidad, el aprendizaje y la mejora, junto con la integración y la coordinación en todo el continuo de la atención médica dentro de un marco de sistemas. 2–4 En Fig ​Figura 1,1, se muestra la forma en que podemos conceptualizar el pensamiento sistémico para una atención médica de calidad. 3

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Figura 1.


Marco del sistema de salud de alta calidad. Adaptado con permiso de Kruk ME, Gage AD, Arsenault C et al. Sistemas de salud de alta calidad en la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: es hora de una revolución. Lancet Glob Health 2018;6:e1196-252 (Licencia: CC BY 4.0).

El enfoque sistémico para la mejora requiere la rendición de cuentas de los líderes para abordar desafíos como la corrupción, la inequidad y el cambio climático. La calidad y la seguridad en los estados frágiles son particularmente difíciles. 6 Sin embargo, hay ejemplos de implementación de estrategias de calidad en países de ingresos bajos y medios (LMIC) que ofrecen aprendizajes, como se muestra en el estudio de caso ​estudio117–9


Caso práctico 1.

Desarrollo de estrategias para la calidad en sistemas complejos en Etiopía

El Ministerio de Salud de Etiopía publicó por primera vez un plan estratégico integral de calidad en 2016 como parte de un enfoque sistémico de calidad y seguridad con el objetivo de proporcionar «una hoja de ruta para abordar los desafíos clave de calidad y acelerar la mejora de la calidad de la atención médica en todo el país. El objetivo final es mejorar consistentemente los resultados de la atención clínica, la seguridad del paciente y la centralidad en el paciente, al tiempo que aumenta el acceso y la equidad para todos los segmentos de la población etíope, para 2020». 7 Alineado con la estrategia estaba un plan de aprendizaje para capacitar a los trabajadores de la salud en la metodología de mejora de la calidad. En 2021, se ha desarrollado un plan estratégico revisado que se implementará en breve, basándose en las lecciones aprendidas con un fuerte énfasis en la seguridad, la coproducción y la integración. Otro ejemplo de cómo un país como Etiopía puede tener objetivos ambiciosos es el plan estratégico 2020/21 – 2024/25 para el desarrollo de la primera infancia. 8 La estrategia proporciona una hoja de ruta detallada y un marco para que el Ministerio de Salud garantice la aplicación eficaz e integrada de la política nacional en esta esfera. La 6ª cumbre anual de calidad, celebrada en mayo de 2020, demostró hasta qué punto se ha desarrollado el proceso al reunir a las partes interesadas y expertos involucrados en la atención médica en la gestión de la calidad y la seguridad. 9 Como siguiente paso, los organizadores del evento tienen como objetivo implementar y monitorear las lecciones y aportes identificados obtenidos en la cumbre y prepararse para cumbres adicionales en el futuro. 9

Lección 2: La calidad y la seguridad son una parte integral de las estrategias de atención médica

El marco de la OMS sobre cómo desarrollar una estrategia de calidad consta de ocho pasos (Fig. ​(Figura 2)2) con kits de herramientas de apoyo. 10

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Figura 2.

Los ocho elementos de la política y estrategia nacional de calidad de la Organización Mundial de la Salud. Adaptado con permiso de la Organización Mundial de la Salud. Manual para la política y estrategia nacional de calidad: un enfoque práctico para desarrollar políticas y estrategias para mejorar la calidad de la atención. Ginebra: OMS, 2018 (Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO).

Estos pueden complementarse con un marco del Observatorio Europeo, que integra la metodología de mejora en torno a tres dimensiones de la calidad: eficacia, seguridad y capacidad de respuesta. 11

La lección de estos marcos estratégicos de alto nivel es que la calidad y la seguridad deben estar en el centro de los servicios de salud, dentro de una base de la ciencia de la mejora y la implementación. Estudio de casos ​estudio22 demuestra la traducción de la estrategia a la aplicación a nivel nacional. 12–14

Caso práctico 2.

Un programa nacional para mejorar la calidad y la seguridad en Omán

Los programas nacionales para mejorar la calidad y la seguridad suelen ser variados, habida cuenta del amplio alcance de las posibles iniciativas. En la región del Mediterráneo oriental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Iniciativa hospitalaria amigable con la seguridad del paciente (PSFHI), una herramienta formulada por la OMS para lograr una seguridad óptima del paciente en los hospitales, se implementó en Omán a partir de 2016. 12 El manual PSFHI proporciona las herramientas necesarias para evaluar los hospitales, con una sección sobre normas de seguridad del paciente y otra sobre herramientas de evaluación hospitalaria. Los dominios evaluados incluyen «liderazgo y gestión», «participación del paciente y el público», «prácticas clínicas seguras basadas en la evidencia», «entorno seguro» y «aprendizaje permanente». Los hospitales se califican por nivel en función del cumplimiento de los estándares de seguridad del paciente. Los hospitales participantes mostraron medidas avanzadas de calidad y seguridad de la calidad del paciente en comparación con los hospitales que no participaron en el programa. 13 Tras el lanzamiento del PSFHI en Omán, casi el 90% de los principales hospitales están matriculados. 14 Puede encontrarse más información y datos sobre el impacto del PSFHI en Omán en el sitio web de la Oficina Regional de la OMS y en los comentarios y documentos de análisis publicados. 12–14

Lección 3: Desarrollar sistemas nacionales de aprendizaje con la transparencia como valor central

Una vez que se ha desarrollado una estrategia, requiere un sistema de aprendizaje basado en los valores de transparencia y apertura. Un enfoque en lo que funciona bien, así como en los incidentes clínicos y los cuasi accidentes, apoya una mayor responsabilidad y fomenta la seguridad y la calidad. 15 Por ejemplo, el Sistema Nacional de Presentación de Informes y Aprendizaje (NRLS) de Tailandia, desarrollado como parte de una política nacional sobre seguridad de pacientes y personal (2P), ha recopilado más de 1.300.000 informes de incidentes utilizando dispositivos portátiles, web y tecnología basada en la nube entre 2018 y 2020. Una mayor transparencia también puede ayudar a contrarrestar la posible corrupción. 16

En el sistema de aprendizaje de calidad, se debe priorizar la investigación sobre seguridad y calidad para construir una base de evidencia firme de lo que funciona, utilizando tanto la metodología de investigación tradicional como formas alternativas de aprendizaje en tiempo real. 15,17 Estudio de caso ​estudio33 demuestra cómo se puede aprender en tiempos de crisis. 18–20

Caso práctico 3.

Aprender y desarrollar enfoques de preparación a partir de períodos de crisis

La respuesta temprana a la pandemia de COVID-19 en Sierra Leona se centró en las lecciones clave de gestión y preparación aprendidas de la epidemia de ébola (2014-2016): sesiones informativas diarias de coordinación en el centro nacional de operaciones de emergencia, aislamiento de casos positivos, rastreo de contactos y aislamiento de las personas expuestas. 18,19 Sistemas de salud de todo el mundo han adoptado medidas similares. La gestión de la desinformación difundida durante la epidemia de ébola también ayudó al sistema de salud a desarrollar estrategias para compartir información precisa sobre COVID-19 a través de los medios de comunicación, una lección que los gobiernos de todo el mundo pueden haber prestado atención antes dados los desafíos de la desinformación que se han informado ampliamente desde el inicio de la pandemia. 18 Las medidas de Sierra Leona, basadas en las lecciones aprendidas previamente y la preparación, fueron eficaces para frenar los casos y muertes por COVID-19 en un país cuyo sistema de salud sigue debilitado después del ébola. Estos éxitos son marcados en comparación con otras naciones africanas donde los casos y las muertes han sido marcadamente más altos. 19 Si bien es importante reconocer los desafíos en la notificación precisa de los casos y muertes por COVID-19 en entornos de países de ingresos bajos y medios, la evidencia existente muestra una gran variación en las tasas de casos y mortalidad en el África subsahariana; por ejemplo, Sudáfrica ha registrado la tasa de mortalidad más alta por población (151,2 muertes por cada 100.000). 20 Liberia (vecina de Sierra Leona y se vio afectada de manera similar por el brote de ébola de 2014-2016) ha registrado 5,7 muertes por cada 100.000 habitantes, en comparación con las 1,5 muertes de Sierra Leona por cada 100.000 habitantes. 21 El aprendizaje clave es que uno puede traducir las lecciones de un tipo de infección a otro, al tiempo que se da cuenta de que tienen necesidades diferentes, pero los principios de respuesta son similares. 18,19

Lesson 4: Develop the future workforce to deliver the strategy

The development of leaders in patient safety and quality is essential to improve the quality and safety of care. Education for safety is a key priority of the WHO action plan that notes that programmes targeting undergraduate and postgraduate students, and other medical professionals, are essential interventions.5 Educational resources and activities can be shared globally, especially in areas not previously exposed to improvement science.22 Case study ​study44 demonstrates examples of capacity building in LMICs.23,24

Case study 4.

Developing future leaders in patient safety to deliver solutions

The International Society for Quality in Healthcare (ISQua) has a leadership programme for clinicians in low- and middle-income countries (LMICs), which is designed to provide patient safety fellows with training in the theory of patient safety science in interventions to improve patient safety.23 A further programme is run by the Patient Safety Movement Foundation (Healthcare Safety Fellowship) that aims to develop lifelong global patient safety leaders from a variety of backgrounds, locations and disciplines.24 In both programmes, the learning experience is virtual, allowing global reach and participation. Fellows are mentored by experts from their region and, if in LMICs, from the upper-income country as well. The fellowship introduces the learners to principles of patient safety, human factors, high reliability and leading change.

Lesson 5: Ensure the safety of patients and healthcare workers with respect and kindness

The WHO has designated 2020-2030 as the decade of patient safety.25 The pandemic demonstrated the importance of patient safety as well as protecting the wellbeing of all health workers, recognised by the 2020 WHO World Patient Safety Day.26,27 Organisations and industries outside healthcare value investing in the psychological safety of their workforce.28 A systems approach to healthcare worker burnout is essential.29 Leaders in healthcare need to recognise and support the physical and mental health needs of the global healthcare worker population.30 Compassionate leadership aims to supports all leaders and workers at every level of the organisation.31 The need for a kind and caring approach, as opposed to a technical approach to healthcare has become apparent.32–34 This is a challenge in settings where hierarchy is the paradigm, with inappropriate use of professional, gender, racial and religious power dynamics.35,36 Case study ​study55 illustrates how safety can be improved through collaboration.37–39

Case study 5.

Ensuring kindness and respect are part of systems and processes

In the complexity of healthcare, it is apparent that respect, compassion and kindness are essential components to develop safe, effective and person-centred care clinical teams. The concept of kindness is not new, it is fundamental to care in many cultures eg in India and across Africa. Recently the focus on kindness has grown in upper-income countries; for example, in Leuven, Belgium, a programme called Mangomoments has focused on facilitating unexpected small acts of kindness by healthcare workers to patients in their care.37 Research on the acts of kindness demonstrated improved patient and family experience, which also facilitated adherence to therapy and led to a positive perception on the healing process.38 Trust between care giver and care receiver was enhanced. There were positive effects for professionals, including joy in work, less risk of burnout and the development of a positive work environment.39 This, in turn, facilitates psychological safety.38

Lesson 6: Co-design solutions with people receiving and delivering care

People, whether they are patients, providers or carers, must play a central role in the development of healthcare services. Co-production implies the sharing of power, which is a challenge for health systems but can be very valuable.40 An NHS England study of 17 organisations found that patient leaders can focus more clearly on what patients want.41 In the UK, a range of co-production policy and guidance, including the co-production model, have been developed (Case study ​study66).42–45

Case study 6.

Co-production in Scotland

Un proyecto de NHS Highland para codificar el uso de NHS Near Me, un servicio en línea que permite realizar videoconsultas con especialistas en los hogares de los pacientes, ofrece un ejemplo de coproducción en la práctica. El proyecto dio lugar a 25 adaptaciones al proceso de cita, ya que los pacientes tuvieron la oportunidad de diseñar la herramienta de prestación de atención médica que mejor se adaptaba a sus necesidades. 43 El desarrollo de políticas, orientaciones y herramientas hacia la coproducción y la inclusión de pacientes, cuidadores y comunidades debe cumplirse con un compromiso con los principios de la coproducción en todo el sector de la salud y, lo que es más importante, por parte de los altos directivos. 44,45 Críticamente, la participación del paciente, el cuidador y la comunidad deben ser representativos de las comunidades atendidas.

Lección 7: Garantizar la integración de la atención

La Comisión Lancet identificó la integración de la atención como una prioridad para reducir la carga sobre los pacientes y aumentar la seguridad, la calidad y la eficiencia en todo un sistema de salud. 3 Los intentos prácticos de integración de la atención, particularmente en los PIBM, han tenido resultados mixtos, ya que el enfoque se ha centrado en aumentar el acceso y la eficiencia, en lugar de integrar los servicios existentes y la experiencia del paciente. 2 Los procesos nacionales de planificación de la calidad deben integrar la mejora de la calidad en los servicios. 46 Las soluciones digitales pueden ofrecer una oportunidad para la integración, aunque se debe considerar y abordar una serie de desafíos con inequidad.

La OMS publicó un informe con ejemplos de integración de la atención en los sistemas de salud de ingresos altos, medios y bajos. 47 Entre los ejemplos cabe citar la integración de las redes de atención primaria de salud de propiedad comunitaria en Malí (donde ha habido un aumento mensurable de los episodios de atención curativa, una mayor prestación prenatal y una mejor cobertura de vacunación) y la integración de los programas de VIH/SIDA y tuberculosis en las comunidades desfavorecidas de Kenya. Estudio de casos ​estudio 77 ilustra un ejemplo de integración en un país de ingresos altos. 48–51


Caso práctico 7.

Integración de la atención para apoyar mejor a las personas mayores en Singapur

En respuesta al envejecimiento de la población, el sistema de salud de Singapur ha transformado la forma en que brinda atención médica a las personas mayores con un enfoque multidisciplinario y centrado en la persona y uniendo los servicios de atención. 48 Los servicios de atención primaria se han ampliado con redes entre hospitales y proveedores locales de atención primaria (incluidos profesionales de la salud dentales y afines) para proporcionar atención orientada a la familia. Se ha mejorado el apoyo social a las personas mayores a través de redes formalizadas que vinculan a agencias gubernamentales, proveedores de salud y grupos comunitarios. 48 Una lección clave es la importancia de la colaboración eficaz en el Ministerio de Salud para la educación y la formación, las reformas de la financiación de la asistencia sanitaria, los sistemas sólidos de información sanitaria, la capacidad de respuesta a los comportamientos emergentes y la capacidad de autoorganizarse y adaptarse a situaciones inesperadas. 49,50 Los desafíos incluyen la ampliación de modelos piloto exitosos, la mejora de los empleos y las habilidades, y el mantenimiento de la asequibilidad. 51

Lección 8: Reconocer la atención médica sostenible como un nuevo dominio de calidad

A medida que los sistemas de salud de todo el mundo se ven cada vez más afectados por el impacto del cambio climático, la atención médica sostenible debe integrarse en los procesos de planificación de la mejora de la calidad. Esto es importante para los sistemas de salud a nivel mundial, pero particularmente para los sistemas LMIC. El cambio climático agregará presiones adicionales para mantener la salud de las poblaciones, la capacidad de proporcionar servicios de salud y la gestión de recursos financieros limitados, todos los cuales son esenciales para lograr la CSU; por ejemplo, el cambio climático causará cada vez más períodos en los que los servicios de salud se verán interrumpidos por daños en las instalaciones, cadenas de suministro interrumpidas y escasez de mano de obra a medida que el personal se vea afectado por eventos climáticos. 51

La sostenibilidad, en el contexto de la atención médica, se refiere a la capacidad de un servicio de salud para brindar atención médica a lo largo del tiempo, con consideración para las generaciones futuras. 52 La capacitación de los profesionales de la salud sobre la «administración de los recursos» puede impulsar la toma de decisiones y la asignación de recursos. 52 Alternativas bajas en carbono (incluida la minimización del desperdicio de medicamentos, consumibles y energía) son posibles. 52 En el contexto de la pandemia de COVID-19, se ha estimado que, a nivel mundial, 3.400 millones de mascarillas/protectores faciales de un solo uso se desechan diariamente, lo que revierte el impulso en torno a desalentar el consumo de plásticos de un solo uso en la atención sanitaria. 53 Estudio de caso ​estudio88 ilustra el papel de la colaboración de las partes interesadas en el impulso de la atención médica sostenible. 54–56

Caso práctico 8.

Impulsar la investigación, las políticas y la innovación en materia de atención sanitaria sostenible dentro de un ecosistema de apoyo

La atención médica sostenible es un área creciente de investigación y política en la región nórdica, considerada un líder mundial en esta área. 54,55 El entorno legislativo y normativo ayuda a facilitar esta tarea; por ejemplo, todos los hospitales de Noruega están certificados en el sistema de gestión ambiental (ISO 14001) y la mayoría de los hospitales informan sobre sostenibilidad. 55 El Nordic Center for Sustainable Healthcare (NCSH), una red que involucra a partes interesadas, organizaciones, proyectos y experiencia en el área de la atención médica sostenible, con el objetivo de crear un sector de la salud más sostenible centrado en el desarrollo de una atención médica sostenible en la región nórdica. 56 El NCSH centra sus operaciones en torno a tres esferas fundamentales: hospitales sostenibles, comportamiento sostenible y tecnologías sostenibles; por ejemplo, los hospitales nórdicos más grandes han establecido departamentos de innovación técnica que facilitan el desarrollo de iniciativas de atención médica sostenible centradas en el funcionamiento del hospital, la atención y el diagnóstico, así como la sostenibilidad del edificio en sí (como la instalación de células solares para calentar hospitales durante todo el año). La organización ha facilitado el mapeo de las partes interesadas y ha reunido de manera efectiva a las partes interesadas en el sector de la salud en torno a este tema para avanzar en la investigación y el desarrollo de políticas. 54

Lección 9: Abordar la inequidad estructural y los determinantes sociales de la salud

Las desigualdades sociales tienen implicaciones de gran alcance en la salud de la población. 57 Wilkinson y Pickett destacan las implicaciones de la inequidad en la salud, encontrando una fuerte relación entre una mayor prevalencia de enfermedades mentales y la inequidad de ingresos en 11 de los 12 países analizados. 58 Del mismo modo, se encontró que la esperanza de vida y la mortalidad infantil en los países de altos ingresos estaban relacionadas con la inequidad, y que la salud era más pobre para toda la sociedad en los países donde la inequidad es alta. 58

La pandemia de COVID-19 expuso la inequidad en la atención médica a nivel mundial y nacional. Se han demostrado importantes desigualdades en materia de salud en todos los sistemas de salud. 59 Las tasas de mortalidad por COVID-19 fueron sustancialmente más altas entre los grupos étnicos minoritarios en el Reino Unido, con una tasa de mortalidad entre los hombres negros 4,7 veces mayor que la de un grupo étnico blanco. 60 A nivel mundial, la carrera por las vacunas en los países de ingresos altos ha dado lugar a disparidades en la proporción de poblaciones inoculadas entre los países de ingresos altos, medios y bajos. 61

Dos informes, uno justo antes de la pandemia y otro a los 10 meses de la pandemia, documentan los determinantes sociales que impactan en la salud. 62,63 Un informe del Observatorio de Raza y Salud del NHS pide un liderazgo proactivo, intervenciones específicas y un mejor uso de los datos. 64 Hirschhorn et al recomiendan que desglosemos los datos para revelar la inequidad y luego diseñemos servicios para abordar la inequidad a escala. 65

La fuerza laboral futura debe ser consciente del sesgo inherente y la inequidad estructural, así como del potencial de sesgo en las nuevas tecnologías y aplicaciones de salud (por ejemplo, inteligencia artificial). 66 Estudio de caso ​estudio99 esboza la cambiante agenda de investigación para abordar las inequidades en salud. 49,50,67–71

Caso práctico 9.

Financiación para apoyar la investigación sobre las desigualdades en materia de salud de la COVID-19

La importancia de invertir en investigación en salud que refleje la carga de enfermedad y las prioridades de atención médica en los grupos étnicos minoritarios se ha destacado a través de la pandemia de COVID-19, ya que las desigualdades en salud asociadas con COVID-19 se han informado ampliamente. 49,50 En el Reino Unido y los Estados Unidos, los principales organismos de financiación están reconociendo el valor y la importancia de financiar la investigación sobre las desigualdades en salud para abordar la inequidad estructural y los determinantes sociales de la salud. El Instituto Nacional de Investigación en Salud del Reino Unido (NIHR) y la Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI) lanzaron una convocatoria de financiación para la investigación para comprender la tasa de mortalidad desproporcionada por COVID-19 en grupos étnicos minoritarios en abril de 2020 por valor de £ 4.3 millones. 67,68
En los Estados Unidos, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) lanzaron una convocatoria de financiación en agosto de 2021 centrada en el impacto social, conductual y económico de COVID-19 en poblaciones desatendidas y vulnerables. 69 Del mismo modo, el Instituto de Mejoramiento de la Salud ha desarrollado recursos educativos sobre el tema de la equidad. 70,71

Conclusión

El inicio de la pandemia de COVID-19 ha tensado los sistemas de salud a nivel mundial, aumentando los desafíos para proporcionar atención segura y de calidad. Los informes a los que hemos hecho referencia ofrecen una solución, aunque la implementación será un desafío. 2–5,72 La pandemia arrojó nueva luz sobre el valor y los beneficios de la seguridad activa y la mejora de la calidad en períodos de crisis. Es una oportunidad para que pensemos de manera diferente y rediseñemos nuestros servicios para que estén centrados en la persona, sean ecológicos y seguros. 73 Esto también requiere responder proactivamente a los determinantes sociales que definen la salud y los resultados para muchas personas.

En el futuro, a medida que los sistemas de salud abordan los efectos a largo plazo de COVID-19, el aprendizaje global es ahora más crítico que nunca para impulsar la mejora continua. La comunidad mundial de la salud puede aprender de las mejores prácticas, adaptando las intervenciones y la implementación a su propio contexto para facilitar la mejora.

Serie de Calidad 5 entrega. Qué es lo que realmente provoca el agotamiento de los médicos y cómo solucionarlo

27 DE SEPTIEMBRE DE 2022

Marc Zarefski

Entre el 9 de diciembre de 2021 y el 24 de enero de 2022, casi 2500 médicos estadounidenses respondieron a una encuesta realizada por investigadores de la AMA, la Clínica Mayo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado. 

Los investigadores encontraron que, en general, el 62,8 % de los médicos tenían al menos una manifestación de agotamiento en 2021, en comparación con el 38,2 % en 2020, el 43,9 % en 2017, el 54,4 % en 2014 y el 45,5 % en 2011. Estas tendencias fueron consistentes en casi todos los especialidades

Publicado en Mayo Clinic Proceedings , el estudio, » Cambios en el agotamiento y la satisfacción con la integración laboral y personal en los médicos durante los primeros 2 años de la pandemia de COVID-19 «, también encontró que la satisfacción con la integración laboral y personal disminuyó del 46,1 % en 2020 al 30,2 % en 2021. Mientras tanto, las puntuaciones promedio de depresión aumentaron del 49,5 % en 2020 al 52,5 % en 2021. Este modesto aumento de la depresión sugiere que el aumento del agotamiento se debe principalmente a la angustia relacionada con el trabajo.

A pesar de que han mejorado los problemas iniciales de equipo de protección personal insuficiente, mayor carga de trabajo, riesgo de infección y falta de vacunas y tratamientos contra el COVID-19, los médicos aún enfrentan nuevos desafíos. Hay múltiples oleadas de nuevas variantes como Omicron , la cronicidad de la carga de trabajo de COVID-19, el maltrato de los profesionales de la salud , la escasez de personal , la politización de la vacunación y las actitudes anticientíficas, que han contribuido a un aumento significativo en la tasa general. del agotamiento de los médicos en comparación con encuestas trienales anteriores realizadas durante la última década, dice el estudio.

Los puntajes de cumplimiento profesional también cayeron, pasando del 40% en 2020 al 22,4% el año pasado. En consonancia con estas tendencias de realización profesional, el año pasado el 57,5 ​​% de los médicos indicaron que elegirían volver a ser médicos, frente al 72,2 % en 2020.

Seis impulsores del agotamiento

Hay seis factores identificados por la investigadora pionera Christina Maslach, PhD, que influyen en el agotamiento. Están:

  • Sobrecarga de trabajo.
  • Falta de control.
  • Recompensas insuficientes.
  • Desglose de la comunidad.
  • Sentido de injusticia.
  • Valores en conflicto.

El Dr. DeChant reconoció que esos factores son comunes en todas las industrias, pero que la pandemia los ha hecho sentir intensamente entre los médicos. Más que nunca, los médicos quieren conectarse con sus pacientes, aliviar el sufrimiento y salvar vidas, educar a los futuros médicos o trabajar en investigaciones innovadoras. Desafortunadamente, la mayor parte de su tiempo lo pasan sin hacer esas cosas, dijo.

«De la forma en que se diseña ese trabajo ahora, solo dedicamos alrededor de un tercio de nuestro tiempo a hacer ese trabajo significativo», dijo el Dr. DeChant. «Dos tercios de nuestro tiempo se dedican a tareas administrativas, como escribir datos en el EMR o sentarse al teléfono esperando obtener una autorización previa de un empleado de seguros para la atención que sabemos que necesita nuestro paciente».

Reducir el agotamiento de los médicos es un componente fundamental del Plan de recuperación de la AMA para los médicos estadounidenses .

Demasiados médicos estadounidenses experimentan agotamiento. Es por eso que la AMA desarrolla recursos que priorizan el bienestar y resaltan los cambios en el flujo de trabajo para que los médicos puedan concentrarse en lo que importa: la atención al paciente.

Las estadísticas sobre el agotamiento de los médicos continúan generando preocupación en todo el sistema de atención de la salud, ya que el 63 % de los médicos informaron haber experimentado al menos una forma de agotamiento durante el pico de la ola Omicron en el invierno de 2021-2022.

COVID-19 hizo que el público fuera más consciente del agotamiento de los médicos, pero los problemas que enfrentaba la fuerza laboral médica existían mucho antes de que comenzara la pandemia. Debido a eso, se necesitará más que el fin de la pandemia para mejorar las condiciones de los médicos, según Paul DeChant, MD, coautor de Preventing Physician Burnout: Curing the Chaos and Returning Joy to the Practice of Medicine .

El Dr. De Chant explicó algunos de los factores que llevaron al aumento del agotamiento en los médicos y, lo que es más importante, los pasos que deben tomarse para combatirlo, en un episodio reciente de » Actualización de AMA «. 

Realizar encuestas (PDF), comprender las métricas clave relacionadas con la seguridad, saber cómo se está desempeñando financieramente el sistema de salud y reconocer cómo es la experiencia del paciente pueden ser puntos de datos valiosos para los líderes que buscan comprender qué necesita su sistema de salud. Más importante aún, el Dr. DeChant recomendó a los líderes que vean por sí mismos cuáles son los puntos débiles de sus médicos para comprender mejor los desafíos que enfrenta el sistema.

«Ve y sigue a los médicos», dijo. «Sígalos mientras hacen su trabajo para presenciar y ver ese desafío real. La otra opción es sentarse y hablar con las personas que están en primera línea. Entrevistarlos sobre sus desafíos. Desarrollar esa comprensión más profunda del verdadero El impacto humano en lo que sucede en el mundo real lo hace mucho más fácil que tomar datos de diagnóstico, interpretarlos y aplicarlos para encontrar una solución».

serie de calidad 4 entrega. La historia de la calidad: de ojo por ojo, a través del amor y hacia un concepto multidimensional para pacientes, parientes y profesionales

Kris Vanhaecht , *, Dirk De Ridder  , Deborah Seys  , Jonas Brouwers  , Fien Claessens  , Astrid Van Wilder  , Massimiliano Panella  , Paul Batalden  , Peter Lachman

En las civilizaciones antiguas, la mala calidad se trataba de acuerdo con el principio de «ojo por ojo». En la era moderna hemos aprendido de la industria lo que realmente es la calidad. En la antigua Babilonia, el Código de Hammurabi fue emitido alrededor de 1755-1750 aC. Este texto legal pedía «ojo por ojo», por lo que la persona que causa una lesión debe recibir un castigo equivalente a la lesión infligida. Los romanos siguieron el ejemplo con el principio de lex talionis, que era una ley de represalia por la cual una persona que lesionaba a otra era penalizada en un grado similar. Por lo tanto, la víctima recibió el valor de la lesión en compensación.

La calidad incluye estándares, protocolos, pensamiento sistémico y una comprensión de la variación para garantizar buenos resultados. En la era post-COVID, la calidad no se trata solo de especificaciones predefinidas, sino más bien de relaciones e incluso de amor.

La calidad ahora se puede definir como multidimensional, incluida la atención centrada en la persona para pacientes, parientes y proveedores.

La atención debe ser segura, eficiente, efectiva, oportuna, equitativa y ecológica. La alta calidad solo es posible si incluimos valores fundamentales de dignidad y respeto, atención holística, asociación y amabilidad con compasión en nuestra práctica diaria para cada parte interesada en todos los niveles gerenciales y políticos.

La calidad de la atención es un concepto multidimensional en el que la atención centrada en la persona es central. La atención que recibe un paciente debe ser segura, eficiente, efectiva, oportuna, equitativa y ecológica. Se debe prestar atención a la dignidad, el respeto, la bondad y la compasión. Debe haber un enfoque holístico que incluya la asociación con todas las partes interesadas. El único nivel aceptable de calidad que un profesional debe proporcionar es el nivel que aceptaría si su ser querido fuera el próximo paciente.

Durante la Edad Media, guilds supervisaron y formalizaron la práctica de sus oficios. Disciplinaron a los miembros que fueron declarados culpables de hacer trampa con respecto a las horas de negociación, los precios y no mantener una buena calidad. Aquellos que se encontraron en violación de las normas acordadas fueron prohibidos en el guilds [1].

Hoy en día en la medicina, la formación de los clínicos y la práctica médica todavía conservan algunas de las características de los antiguos gremios. Sin embargo, la gestión de la calidad ya no es un mecanismo de compensación negativo, sino más bien un desafío y una oportunidad para avanzar hacia la excelencia. El desarrollo de la calidad en la atención de la salud ha implicado varios pasos. A principios del siglo XX, Codman [2] introdujo el concepto de estándares en la atención médica, aunque la implementación de mejoras no estaba conectada. En la segunda mitad del siglo 20, la atención médica aprendió sobre la mejora de la calidad de la industria manufacturera. En la década de 1950, Edwards W. Deming y Joseph Juran desarrollaron teorías sobre la mejora de la calidad a través de estándares de calidad, especificaciones, inspección de muestreo, mejora continua y control estadístico de procesos. Entendieron que para lograr un producto final de alta calidad, es importante estudiar los procesos que conducen al resultado. Deming [3] propuso que comprender el sistema que produce el trabajo, medir la variación en el sistema, comprender la psicología y tener teorías del conocimiento o el aprendizaje son clave para el éxito. En la década de 1980, Crosby [4] declaró que «la calidad no solo es correcta, sino que es gratuita, y no solo es gratuita, sino que es la línea de productos más rentable que tenemos». En la industria quedó claro que cuanto mayor es la calidad, lo que significa conformidad con las especificaciones predefinidas, menor es el costo total. La calidad seguía estando muy ligada a la eficiencia y al beneficio. En la atención médica, el resultado no es solo la eficiencia y el costo, sino también algo más complejo: años de vida, calidad de vida y resultados clínicos a nivel de paciente individual. Por lo tanto, uno no solo necesita procesos lean o eficientes. Donabedian [5] afirmó que si bien la comprensión de los sistemas y procesos conduce a buenos resultados, no son suficientes y solo son mecanismos habilitadores. Más bien, es la dimensión ética de los individuos lo que es esencial para el éxito de un sistema. Los médicos y las enfermeras son administradores de algo precioso. Afirmó que «en última instancia, el secreto de la calidad es el amor. Tienes que amar a tu paciente y tienes que amar tu profesión. Si tienes amor, puedes trabajar hacia atrás para monitorear y mejorar el sistema» [5]. El tipo de amor al que se refiere Donabedian no es el amor que tienes por tu pareja o hijo; en cambio, es resonancia positiva, como la define Fredrickson [6]. La resonancia positiva es un nutriente diario, como los alimentos y el oxígeno. Se trata de crear felicidad y salud en momentos de conexión. Esa conexión es necesaria entre los cuidadores y los pacientes para poder hacer un esfuerzo adicional y luchar por la excelencia.

La Organización Mundial de la Salud ha definido la calidad como el «grado en que los servicios de salud para individuos y poblaciones aumentaron la probabilidad de resultados de salud deseados» [7]. Esta vaga definición no define lo que significa calidad en la práctica diaria. En su informe histórico de 2001 Crossing the Quality Chasm, el Instituto de Medicina (IOM) definió las seis dimensiones de la calidad como seguras, efectivas, eficientes, oportunas, equitativas y centradas en el paciente [8]. El informe permitió a los responsables políticos, gerentes, médicos y representantes de pacientes discutir la calidad de una manera pragmática y operativa. Las seis dimensiones hicieron que la calidad fuera procesable y abrieron debates sobre el establecimiento de prioridades y sobre las funciones de todas las partes interesadas. El triple objetivo (mejor atención, mejor salud y menores costos) se introdujo en 2008 y se amplió en 2015 al objetivo cuádruple. La atención al proveedor de atención se convirtió en un objetivo adicional para los sistemas de alto rendimiento [9].

Por lo tanto, la calidad en las últimas décadas ha experimentado una evolución importante no solo de manera teórica sino también operativa a través de la introducción de estándares, indicadores, informes públicos, pago por desempeño y acreditación a un enfoque centrado en la persona con resultados informados por el paciente, medidas de experiencia para los pacientes y la fuerza laboral, y coproducción de atención. Esta es la razón por la que la calidad se define ahora como un concepto multidimensional.

Como informan Lachman et al [10], la calidad debe ser una combinación de dimensiones técnicas y valores fundamentales para la atención que se basan en la visión real y los desafíos de nuestra sociedad.

La dimensión original de la OIM de la atención centrada en el paciente ahora se define como la dimensión general «atención centrada en la persona y los parientes» que requiere atención a los pacientes, sus parientes y los proveedores y profesionales de atención médica en todo lo que hacemos.

Seis dimensiones técnicas más permanecen en el modelo multidimensional: segura, efectiva, eficiente, oportuna, equitativa y ecológica. La última dimensión es nueva, ya que la atención médica sostenible debido al cambio climático es ahora un desafío a nivel individual, organizacional y global.

Para lograr el objetivo de la atención centrada en la persona combinada con puntajes óptimos para las seis dimensiones técnicas, necesitamos comprender los valores fundamentales de la atención. En el modelo multidimensional se definen cuatro: dignidad y respeto; atención holística; asociación; y amabilidad con compasión. Se requiere un liderazgo clínico real para vincular estos valores fundamentales a las dimensiones técnicas y generales.

Esto requerirá un reconocimiento continuo de la resiliencia de nuestros pacientes y fuerza laboral, como se ha evidenciado en la pandemia de COVID-19. Nuestra búsqueda continua de la excelencia para todas las dimensiones del modelo de Lachman requerirá transparencia en todos los niveles de gestión y políticas [10].

Además, recuerde que el único nivel aceptable de calidad es el nivel que aceptaría si su ser querido fuera el próximo paciente.

Serie de Calidad 3 entrega: Por qué la seguridad del paciente es importante

En este posteo, comunico a todos los lectores, conceptos vertidos en el libro de Peter Lachmann de reciente publicación, porque siempre es importante, reproducir su claridad conceptual y poder de síntesis. Todos los días, los médicos se enfrentan al desafío de mantener a las personas que tratan seguras y libres de daños, al tiempo que brindan la atención que necesitan.

Esta tarea se ha vuelto más difícil como resultado de la creciente complejidad de la atención médica, especialmente en relación con las enfermedades crónicas, y una población que envejece continuamente. La seguridad del paciente es un campo de estudio relativamente nuevo y tradicionalmente no ha sido parte del plan de estudios médico.

El concepto de seguridad del paciente, sin embargo, no es nuevo; la máxima «Primero no hacer daño», atribuida a Hipócrates, se remonta a unos dos mil quinientos años. A lo largo de la historia de la medicina, la seguridad del paciente ha pasado muchos hitos, como las recomendaciones de Semmelweis para lavarse las manos en 1847 y los informes de Florence Nightingale sobre las tasas de infección en los hospitales militares en 1855. En la década de 1960, el daño causado por la talidomida condujo a una mayor comprensión de los eventos adversos relacionados con los medicamentos.

 Muchos consideran que el movimiento moderno de seguridad del paciente comenzó después de una publicación del Estudio de Práctica Médica de Harvard en 1991. Este estudio reveló un problema significativo y medible con la seguridad del paciente en los hospitales estadounidenses y en los años siguientes se replicó en todo el mundo, con hallazgos similares. Esto llevó al desarrollo de lo que ahora puede considerarse como la ciencia de la seguridad del paciente. El alcance del problema se destacó en la publicación de 1999 del Instituto de Medicina de To Err Is Human, que detalló el alcance del problema en los Estados Unidos, estimando que hasta 100,000 pacientes mueren cada año por eventos adversos. Al mismo tiempo, en el Reino Unido, el NHS estaba respondiendo a la conciencia emergente de las preocupaciones de seguridad del paciente a través del desarrollo de estrategias de gestión de riesgos clínicos y gobernanza clínica. En 2000, una revisión del NHS, Organisation with a Memory, estimó que había más de 850,000 eventos adversos en los hospitales del Reino Unido cada año. A pesar de esta conciencia, todavía ocurrieron eventos graves, y las investigaciones detalladas revelaron déficits sistemáticos en la seguridad del paciente. Estos déficits incluyeron la falta de una cultura de seguridad, un ambiente de culpa y una comprensión deficiente de cómo estar seguro.

El informe Berwick de 2013, una respuesta a la crisis de la cultura de seguridad en Mid Staffordshire NHS Foundation Trust, declaró que «el dominio de las ciencias y prácticas de calidad y seguridad del paciente debe ser parte de la preparación inicial y la educación permanente de todos los profesionales de la salud, incluidos los gerentes y ejecutivos».

Este manual tiene como objetivo proporcionar a los médicos de primera línea un trabajo de referencia fácil de leer que pueda abordar este desafío.

El manual trae los principios de seguridad del paciente a los profesionales de la salud de primera línea, como médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud. La seguridad del paciente a menudo se considera un tema complejo. Nuestro objetivo es ofrecer intervenciones simples para proteger a los pacientes y al personal de posibles eventos adversos y daños.

Calidad de la atención y seguridad del paciente

La calidad de la atención siempre ha sido una característica de la atención médica. El movimiento moderno de calidad en la atención médica comenzó con la publicación de Crossing the Quality Chasm por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos en 2001. Anteriormente, se habían desarrollado estándares en el cuidado de la salud y los servicios se habían evaluado en comparación con los estándares en el proceso de acreditación o evaluación externa. Donabedian postuló que uno puede lograr resultados de calidad solo si tiene las estructuras o sistemas en su lugar y si hay procesos mediante los cuales se deben lograr esos resultados. Los últimos veinte años han registrado el crecimiento de la ciencia de la mejora y la implementación, que ha desarrollado teorías y métodos para mejorar la atención. Uno puede ver la calidad de la atención como un sistema compuesto por diferentes componentes o dominios. Si uno quiere lograr una atención de buena calidad, todos los elementos del sistema deben estar completamente operativos, trabajando juntos para garantizar que se logren los resultados deseados.

La figura 1.1 indica cómo todos los dominios de calidad están interrelacionados.

Figura 1.1

El sistema de calidad.

El sistema de calidad funcionará bien cuando exista una cultura que facilite el desarrollo de las estructuras y procesos necesarios para producir el resultado deseado. La atención centrada en la persona o el parentesco rodea todos los dominios de la calidad y debe reconocerse a medida que se desarrolla una atención más segura.

A medida que se explora el desafío de brindar atención segura, se hará evidente que cada dominio de calidad tiene un elemento de seguridad. Por ejemplo, uno de los dominios es la prestación de atención oportuna y de un buen acceso a la atención. Por lo tanto, el diagnóstico tardío es un problema de seguridad y calidad. Un desafío de calidad importante es la prestación de atención equitativa a todos, y esto se aplica a la forma en que diseñamos el sistema para que siempre sea seguro. Este sistema debe operar en todos los dominios de la calidad para permitir el logro de resultados de alta calidad. A medida que uno aprende las teorías de la seguridad del paciente, uno utilizará los métodos de mejora y la ciencia de la implementación para probar e implementar los cambios necesarios para lograr la atención que se desea. Los valores fundamentales de amabilidad, compasión, respeto, dignidad, asociación y atención holística son inherentes al sistema de calidad y centrales para el diseño de sistemas seguros. Los principios y la estrategia de la OMS para la seguridad del paciente La OMS tiene principios rectores que sustentan la seguridad del paciente (recuadro 1.1). Estos son los principios que se aplican dentro de las teorías y métodos presentados en los siguientes capítulos; y son la base de todas las iniciativas de seguridad del paciente.

 Principios de la Organización Mundial de la Salud para la seguridad del paciente

Involucrar a los pacientes y sus familias como socios en una atención segura. Lograr resultados a través del trabajo colaborativo. Analizar datos para generar aprendizaje. Traducir la evidencia en una mejora medible. Basar las políticas y la acción en la naturaleza del entorno de atención. Utilice tanto la experiencia científica como la experiencia del paciente para mejorar la seguridad. Inculcar una cultura de seguridad en el diseño y la prestación de atención médica. El Plan de Acción de la OMS tiene varios objetivos ambiciosos, y estos requerirán la aplicación de las teorías y métodos presentados en este libro. Recuadro

1.2 Objetivos estratégicos del Plan de Acción Mundial de la Organización Mundial de la Salud para la Seguridad del Paciente Hacer que cero daños evitables a los pacientes sea un estado de ánimo y una regla de compromiso en la planificación y prestación de asistencia sanitaria en todas partes. Construir sistemas de salud de alta confiabilidad y organizaciones de salud que protejan a los pacientes diariamente de daños. Asegurar la seguridad de cada proceso clínico.

Involucre y empodere a los pacientes y sus familias para ayudar y apoyar el viaje hacia una atención médica más segura.

 Inspirar, educar, capacitar y proteger a los trabajadores de la salud para contribuir al diseño y la prestación de sistemas de atención seguros. Garantizar un flujo constante de información y conocimiento para impulsar la mitigación del riesgo, una reducción en los niveles de daños evitables y mejoras en la seguridad de la atención. Desarrollar y mantener sinergias, solidaridad y asociaciones multisectoriales y multinacionales para mejorar la seguridad del paciente y la calidad de la atención.

Plan de Acción Global de Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud 2021-2030

Las teorías de la ciencia de la seguridad del paciente La ciencia de la seguridad del paciente es un campo en evolución informado por la investigación, el debate y la experiencia del mundo real. En los últimos años, en lo que debe verse como un signo de madurez, ha surgido un mayor espacio para el cuestionamiento y para una evaluación crítica de teorías y métodos. A pesar de los logros ante el avance de la complejidad, las tasas de daño han seguido siendo una preocupación obstinada. Las críticas en el sentido de que la seguridad del paciente ha dejado de progresar, se ha vuelto demasiado burocrática o se ha desviado de la influencia rectora de la ciencia de la seguridad en general deben abordarse examinando nuestra capacidad para reducir el daño de manera consistente.

A medida que el campo ha evolucionado, hay una mejor comprensión de lo que se necesita para que podamos medir y lograr la seguridad. Las teorías cubiertas son prácticas, de modo que el médico ocupado puede hacer que la seguridad del paciente sea parte del trabajo diario. Para estar seguros, siempre necesitamos gestionar el riesgo de manera proactiva; y cada teoría tiene como objetivo proporcionar una manera de hacer esto. La responsabilidad individual y la rendición de cuentas son la base de la mayoría de las iniciativas de seguridad. Sin embargo, dada la complejidad de la atención médica, uno necesita tener un contexto seguro dentro del cual uno pueda brindarla de manera segura. La gestión de riesgos/incidentes críticos ha sido el pilar, y el enfoque original de la seguridad del paciente se limitó a la gestión de riesgos/incidentes y a la revisión de eventos adversos. Esto incluyó la introducción del análisis de causa raíz y el análisis de efectos de modo de falla, que tenía como objetivo comprender la causalidad del daño. Esto es insuficiente para garantizar un sistema más seguro, pero es esencial para destacar dónde debemos mejorar. Los factores humanos y la ergonomía (HFE) es un dominio que se origina en la ingeniería y la aviación y proporciona el marco en el que se basan la mayoría de las iniciativas de seguridad del paciente. La seguridad es el resultado de la interacción exitosa de partes relacionadas de un complejo sistema de interacciones entre los seres humanos, el medio ambiente y las tecnologías que se requieren para completar tareas complejas.

La teoría de la confiabilidad emana del estudio de las «organizaciones de alta confiabilidad» (HRO) en otras industrias, que están diseñadas para tener bajas tasas de defectos, por ejemplo, en la energía nuclear, en el ejército y en el control del tráfico aéreo, donde la seguridad es fundamental para todas las operaciones. HFE es fundamental para el diseño de procesos altamente confiables.

Intervenciones como la estandarización de procesos y vías de atención han logrado un éxito considerable, por ejemplo, en la eliminación de infecciones del torrente sanguíneo asociadas a la línea central.

La teoría de sistemas y la gestión proactiva del riesgo combinan la forma en que el sistema opera a diferentes niveles e introducen el concepto de sistemas adaptativos complejos, en los que no hay procesos lineales sino más bien un conjunto de interacciones siempre cambiantes y, por lo tanto, la seguridad no puede darse por sentada, sino que debe planificarse y gestionarse. Los procesos no son lineales y, por lo tanto, la complejidad del sistema implica que no se puede tener una solución simple que se adapte a todos. La gestión proactiva del riesgo en cada área clínica requiere una evaluación de cómo funciona el sistema y qué tan confiable puede ser en diferentes condiciones. Por ejemplo, los procesos de atención clínica altamente predecibles, como la transfusión de sangre, deben ser altamente confiables, otros pueden apuntar a la capacidad de adaptarse en condiciones cambiantes. Por ejemplo, la cirugía de rutina y algún trauma similar deben ser altamente adaptables. La teoría de la resiliencia considera que la seguridad ocurre en el día a día, con una adaptación constante a las condiciones cambiantes.

Safety II mira la seguridad desde el prisma de lo que funciona bien.

Estudia este proceso y también analiza los eventos adversos, con el fin de permitir que un proceso sea seguro en todas las condiciones. El componente más importante en el desarrollo de un sistema seguro se relaciona con una cultura de seguridad, donde la seguridad está integrada en todo lo que hacemos. La atención médica es una industria de alto riesgo y, por lo tanto, la seguridad debe ser fundamental para todas sus estrategias y políticas. Una organización segura tiene la seguridad como su negocio principal, tiene como objetivo garantizar que todos los que trabajan en el sistema hagan de la seguridad una prioridad y hace todo lo posible para ayudarlos a lograr este objetivo. Hay muchos desafíos para desarrollar una cultura segura, y el más complejo de ellos es ofrecer a los empleados seguridad psicológica, la base del desarrollo de un sistema seguro. Las personas necesitan sentirse seguras para desafiar el status quo, reportar déficits y sentirse empoderadas para mejorar el proceso. Esto requiere un liderazgo que fomente la seguridad, protegiendo y apoyando al personal en lo que se llama una cultura justa. Implica el desarrollo de equipos y la co-creación de seguridad tanto con el equipo como con las personas que reciben atención. Implica hacer que las personas se sientan seguras, para que puedan brindar atención segura. A pesar de que sabemos por qué necesitamos estar seguros y qué debemos hacer para brindar una atención segura, la atención médica aún no es segura (ver Wears y Sutcliffe 2020). Esto puede deberse a las definiciones cambiantes de seguridad y a la falta de acuerdo sobre lo que constituye daño y cómo medirlo. Hemos tendido a medirlo retrospectivamente, pero la última teoría exige anticipar el daño y predecir dónde puede ocurrir, para que podamos minimizar el riesgo a través de la mitigación activa. Se pretende que fomente el desarrollo de sistemas más seguros, en los que todos los miembros del personal se sientan psicológicamente seguros, trabajen juntos sin miedo y compartan las expectativas de brindar atención segura y minimizar todos los daños potenciales.

Serie de Calidad 2 entrega La importancia de la calidad en salud

La calidad ahora se puede definir como multidimensional según Lachmann P 2022, incluida la atención centrada en la persona para pacientes, familiares y proveedores. Por lo tanto, La atención debe ser segura, eficiente, eficaz, oportuna, equitativa y ecológica. La alta calidad solo es posible si incluimos valores fundamentales de dignidad y respeto, cuidado holístico, asociación y amabilidad con compasión en nuestra práctica diaria para cada parte interesada en todos los niveles gerenciales y de políticas.

Se Identificaron cuatro etapas de mejora de la calidad: definición del problema, medición para mejorar, informes y transparencia y pago por valor. Ninguno de ellos ha producido atención centrada en la persona. 

El IOM definió seis dominios de calidad, que se han convertido en el estándar dentro del creciente desarrollo de la ciencia de la mejora de la salud: seguro, eficiente, eficaz, oportuno, equitativo y centrado en el paciente 

En los países de ingresos altos, al menos 1 de cada 10 pacientes se ve afectado negativamente durante el tratamiento, a menudo como resultado de variaciones persistentes e injustificadas en la prestación de atención médica, donde una proporción considerable de pacientes no recibió la atención adecuada basada en la evidencia 

En el último año, la visión mundial de la salud y el cuidado de la salud ha sido desafiada y cambiada radicalmente. Los modelos conceptuales que hemos dado por sentado ya no se aplican y, si bien puede haber un deseo de volver a una sensación de normalidad, sabemos que no podemos volver al pasado. Antes de COVID-19, la atención médica ya enfrentaba desafíos globales. La atención se ha centrado en el manejo de la enfermedad más que en la promoción de la salud. La cantidad de recursos dedicados a la prestación de servicios de atención médica es enorme y continúa consumiendo cada vez más el producto interno bruto de la mayoría de las naciones. El costo de esa atención, que a menudo es de mala calidad e inseguro, es más de lo que la sociedad puede pagar.

En 2018, tres informes sobre el estado de la atención médica documentaron la enormidad del problema de la mala calidad y seguridad en la prestación de atención médica, y un análisis reciente señaló una forma de activar recomendaciones para mejorar la atención. El enfoque actual de la prestación de atención médica no satisface la demanda de atención dirigida por personas. El diseño del sistema no crea las condiciones para permitir que las personas que brindan atención brinden salud a la población en lugar de simplemente manejar la enfermedad. Por lo tanto, como ha argumentado Batalden, los líderes de atención médica, las comunidades y los ciudadanos deben descubrir cómo obtener más salud de los dólares invertidos en atención médica. Se cree que una parte importante de la respuesta a esta pregunta es la coproducción de salud, asistencia sanitaria y ciencia de la salud.

Sin embargo, para que la coproducción se convierta en la norma, y ​​en la práctica para mejorarla, debemos crear las condiciones para que florezca. Esto, a su vez, extraerá más salud de los dólares que invertimos en atención médica e investigación en salud.

Marco conceptual: creando las condiciones para una coproducción efectiva

La figura 1 proporciona un marco conceptual del ecosistema de coproducción de salud. Se basa en el modelo de coproducción de servicios sanitarios de Bataldeny ha sido modificado en base al trabajo posterior de Elwyn. El marco sugiere que una combinación de actores, sus acciones e interacciones contribuyen a los resultados clave valorados por las poblaciones de todo el mundo: resultados de salud óptimos, atención médica de alto valor y ciencia de la salud beneficiosa. Este editorial se enfoca en solo tres partes del ecosistema de coproducción de salud: política, evaluación/acreditación externa y liderazgo, porque hacen contribuciones críticas para crear las condiciones para brindar atención médica y ciencia de alto valor que pueden resultar en una salud óptima para la persona individual y para las poblaciones. Adoptar un enfoque de sistemas centrado en políticas, evaluaciones y liderazgo puede conducir a una coproducción óptima de salud en el futuro.

Figura 1

Marco conceptual que ilustra el ecosistema para coproducir salud óptima, valor de la atención médica e investigación en ciencias de la salud.

Figura 1 basada en Batalden M, Batalden P, Margolis P et al . {5} y Elwyn G, Nelson E, Hager A et al . [6].

Centrarse en la política

La pandemia de COVID-19 ha sido una lección sobre cómo la política no ha sido coproducida con las personas cuya salud ha afectado. Las lecciones de otras pandemias como el ébola y el VIH-SIDA demuestran el valor del desarrollo de políticas desde la base, habilitando políticas que pertenecen a las personas que las implementarán. Esto requerirá cambios en la forma en que trabajan los gobiernos y los formuladores de políticas de salud. En lugar de decirle a la gente qué hacer, se requiere un movimiento social masivo para producir y proteger la salud. Hay ejemplos en la atención social y en la producción de conocimiento en salud y atención social. Este puede ser el comienzo de un modelo de política de salud y atención médica que se está desarrollando juntamente con las personas en lugar de para las personas. Ahora tenemos que tomar una decisión: ¿continuamos con una mayor participación de los ciudadanos en su salud o no? Debemos involucrar a aquellos que se encuentran en los márgenes de la sociedad para liderar las políticas y la salud.

Centrarse en la evaluación/acreditación externa

Los estándares son la base de la calidad y, hasta la fecha, los han establecido los profesionales de la salud y los reguladores. Las revisiones de los beneficios de la acreditación han arrojado resultados mixtos, aunque sabemos que cumplir con los estándares marca la diferencia. El siguiente paso para los organismos de evaluación y los reguladores externos es coproducir los estándares con las personas que se beneficiarán de su aplicación. Esto implica que los estándares de calidad y seguridad serán coproducidos por las personas para quienes están diseñados. Así como los resultados informados por los ‘pacientes’ ahora se consideran esenciales, los estándares desarrollados por personas pueden convertirse en el futuro de la evaluación externa. Algunos ejemplos son la coproducción de estándares por parte de jóvenes en salud mental y un conjunto integrado de estándares codiseñado en Canadá. El futuro del desarrollo de estándares será el codiseño y la coproducción con los consumidores de atención médica para que los estándares sean relevantes para la realidad de la vida de las personas.

Centrarse en el liderazgo

Para lograr el objetivo de la coproducción en el mundo posterior a la COVID, necesitamos un liderazgo que esté dispuesto a compartir el poder con personas de todos los niveles. El empoderamiento activo de las personas para controlar su salud y determinar la prestación futura de atención médica exige un liderazgo humilde, respetuoso, digno de confianza y amable. A su vez, los líderes pueden crear las condiciones que cambiarán la forma en que abordamos la calidad y la seguridad, de modo que estén centradas en la persona y los familiares y sean relevantes para la nueva era.

Conclusión

El futuro de la salud y la forma en que brindamos atención médica se encuentra en una encrucijada. Creemos que necesitamos un sistema que valore y priorice la salud por encima del manejo de la enfermedad. Esto permitirá el desarrollo de confianza con las personas como consumidores de salud para tener el control de su salud mientras co-diseñamos sistemas e instalaciones, promoción de la salud, prevención de enfermedades y manejo de enfermedadesEn la era posterior a la COVID-19, tenemos la oportunidad de coproducir conocimientos y soluciones con las personas de sus comunidades. Recomendamos que esto comience con el desarrollo de programas piloto integrados y codiseñados de atención social y de salud para probar la metodología requerida y luego difundir los resultados para transformar la forma en que cuidamos.

EPOC. Como mejorar el pronóstico

The Lancet.

El pulmón es un órgano increíble. Tiene 2400 km de vías respiratorias y 300-500 millones de alvéolos. Sin embargo, tradicionalmente, el pulmón no recibe atención hasta que se diagnostica una enfermedad. Las dos enfermedades pulmonares más comunes, el asma y la EPOC, no tienen una definición clara más allá de una descripción fisiológica. Actualmente, un diagnóstico de EPOC suele ir acompañado de una sensación de inutilidad y cierto grado de estigma. 

Esta Comisión, al destacar los factores de riesgo a lo largo del curso de la vida y recomendar medidas de gran alcance para la prevención, el diagnóstico precoz y los cambios en el tratamiento, pretende nada menos que transformar la forma en que se concibe la EPOC. 

La salud pulmonar de por vida para todos es el objetivo al que aspirar.

A pesar del progreso sustancial en la reducción del impacto global de muchas enfermedades no transmisibles, incluidas las enfermedades cardíacas y el cáncer, la morbilidad y la mortalidad por enfermedades respiratorias crónicas continúan aumentando. Este aumento se debe principalmente a la creciente carga de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y se ha producido a pesar de que hace más de 50 años se identificó al tabaquismo como el principal factor de riesgo de la enfermedad. Muchos factores han contribuido a lo que ahora debe considerarse una emergencia de salud pública: la falta de limitación de la venta y el consumo de productos de tabaco, la exposición desenfrenada a contaminantes ambientales a lo largo de la vida y el envejecimiento de la población mundial (en parte como resultado de una mejor resultados para otras condiciones). Además, A pesar de la heterogeneidad de la EPOC, los enfoques diagnósticos no han cambiado en décadas y se basan casi exclusivamente en la espirometría posbroncodilatador, que es insensible a cambios patológicos tempranos, infrautilizada, a menudo malinterpretada y no predictiva de los síntomas. Además, las guías recomiendan solo estrategias simplistas de clasificación de enfermedades, lo que da como resultado el mismo enfoque terapéutico para pacientes con condiciones muy diferentes que casi con certeza están impulsadas por mecanismos fisiopatológicos variables. Y, en comparación con otras enfermedades con una morbilidad y mortalidad similar o menor, la inversión de recursos financieros e intelectuales del sector público y privado para avanzar en la comprensión de la EPOC, reducir la exposición a riesgos conocidos

EPOC: de una enfermedad en etapa terminal a una salud pulmonar de por vida

Hacia la eliminación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, proporciona el marco. Propone clasificar la EPOC en cinco tipos diferentes según los principales factores de riesgo (genética, eventos de la vida temprana, infecciones pulmonares, exposición al humo del tabaco y contaminación del aire) para llamar la atención sobre el potencial de la intervención temprana y la prevención. La exposición al tabaco sigue siendo un factor de riesgo importante para la EPOC. Nueva Zelanda aspira a ser el primer país en eliminar el consumo de tabaco mediante la introducción de legislación para una llamada generación libre de humo, aumentando gradualmente la edad a la que se pueden comprar cigarrillos legalmente. Cualquier persona nacida a partir del 1 de enero de 2009 tendrá prohibido comprar cigarrillos. La legislación también reducirá drásticamente el contenido de nicotina en los cigarrillos y permitirá que se vendan solo en tiendas especializadas. 

El parlamento de Nueva Zelanda votó el primer borrador del proyecto de ley el 26 de julio. Otros países, como Dinamarca y Malasia, están considerando reglas similares. Sin embargo, el vapeo seguirá estando permitido en Nueva Zelanda y las compañías tabacaleras ya están cambiando sus esfuerzos de marketing a los sistemas electrónicos de suministro de nicotina (ENDS), con el pretexto de ayudar a dejar de fumar. 

Sin embargo, los ENDS a menudo contienen más nicotina que los cigarrillos, y muchos se dirigen a adolescentes y adultos jóvenes mediante el uso de diseños y sabores atractivos. Contienen sustancias químicas que son dañinas para los pulmones y es probable que los efectos a largo plazo contribuyan a la carga de la EPOC. El mejor resultado para la salud pulmonar es que tanto el tabaco como el vapeo se eliminen en todo el mundo. La contaminación del aire interior y exterior son factores de riesgo cada vez más importantes para la EPOC que requieren atención urgente. La contaminación del aire interior tiene un efecto desproporcionado en las mujeres de los países de ingresos bajos y medios a través de las estufas de interior que utilizan madera, biomasa o carbón. Hasta ahora, los intentos de introducir estufas más limpias no han tenido éxito a pesar de la clara evidencia de mejores efectos en la salud debido a los costos, los hábitos culturales y la falta de conocimiento sobre las consecuencias de la cocina tradicional en interiores. La contaminación del aire exterior y los incendios forestales también están afectando a muchas personas en todo el mundo con lesiones crónicas acumulativas en los pulmones. La resolución de la ONU de que toda persona tiene derecho a un medio ambiente saludable, adoptada el 28 de julio de este año, es un paso en la dirección correcta. Todos los trabajadores de la salud deben abogar por el derecho al aire limpio.

Los eventos de la vida temprana no se consideran de forma rutinaria en el contexto de la EPOC. Una consecuencia de una mejor supervivencia de los bebés nacidos prematuramente es que llegarán más a la edad adulta con pulmones pequeños o pulmones lesionados a través de la enfermedad pulmonar crónica de la prematuridad. 

Sin embargo, la función pulmonar no se evalúa de forma rutinaria en los jóvenes que nacieron prematuramente y a los que presentan enfermedad pulmonar obstructiva no se les pregunta sobre el historial de parto. 

El seguimiento de los pacientes después de tales eventos de la vida temprana podría conducir a nuevos tratamientos modificadores de la enfermedad, así como formar la base de las políticas de detección y predicción de riesgos. La salud pulmonar debe controlarse de la misma manera que la salud del corazón mediante pruebas de presión arterial y análisis de lípidos en sangre antes de que el daño a los órganos sea evidente e irreversible. La prevención de más lesiones pulmonares en este grupo es particularmente importante. infecciones pulmonares,

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se relaciona con el tabaquismo como principal agente etiológico, si bien existen otros factores de riesgo que pueden interactuar influyendo en el desarrollo de la enfermedad. La definición de EPOC se asienta en tres puntos: la presencia de síntomas respiratorios persistentes, la exposición a agentes etiológicos y un cociente espirométrico obstructivo no reversible. La espirometría forzada con prueba broncodilatadora es la prueba de elección para confirmar el diagnóstico de EPOC, no obstante, se están intentando desarrollar métodos alternativos para el cribado de la enfermedad, dado el importante infradiagnóstico actual de esta patología.

Con el fin de avanzar en una medicina más personalizada, en el paciente se han adoptado herramientas de clasificación como son los fenotipos clínicos y los rasgos tratables, permitiendo adecuar los tratamientos en función de las características de los pacientes. El tratamiento no farmacológico, como la deshabituación tabáquica, la vacunación, el ejercicio físico… es fundamental en el manejo de la enfermedad, así como el tratamiento farmacológico basado en los fenotipos clínicos. Los eosinófilos se han convertido en un marcador clave a la hora de instaurar el tratamiento con glucocorticoides inhalados.

En el seguimiento de la enfermedad, es de especial relevancia evaluar el grado de control de esta, siendo un elemento fundamental para establecer un adecuado control de la ausencia de agudizaciones. Estas conllevan importantes implicaciones en la mortalidad, morbilidad y calidad de vida de los pacientes, siendo necesarios más estudios para definir mejor los fenotipos de las agudizaciones y sus biomarcadores.

Resumen

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) está relacionada con el tabaquismo como principal agente etiológico aunque existen otros factores de riesgo que pueden interactuar influyendo en el desarrollo de la enfermedad. 

La definición de EPOC se basa en tres puntos: la presencia de síntomas respiratorios persistentes, la exposición a agentes de riesgo y un índice espirométrico obstructivo irreversible. La espirometría forzada con prueba broncodilatadora es necesaria para confirmar el diagnóstico de EPOC, sin embargo, se está intentando desarrollar métodos alternativos de cribado dado el importante infradiagnóstico actual de esta patología.

Para avanzar en una medicina más personalizada para el paciente, se han adoptado herramientas de clasificación como fenotipos clínicos y rasgos tratables, que permiten adaptar los tratamientos según las características de los pacientes. El tratamiento no farmacológico (dejar de fumar, vacunación, ejercicio físico…) son fundamentales para el manejo de la enfermedad, así como el tratamiento farmacológico basado en fenotipos clínicos. Los eosinófilos se han convertido en un marcador clave a la hora de instaurar tratamiento con glucocorticoides inhalados.

En el seguimiento de la enfermedad es muy relevante evaluar el grado de control siendo un elemento fundamental la ausencia de agudizaciones dadas sus implicaciones en la mortalidad, morbilidad y calidad de vida de los pacientes. Se necesitan más estudios para definir mejor los fenotipos de las exacerbaciones y sus biomarcadores.

Serie Recursos Humanos 1 entrega Crisis de las Residencias Médicas.

Dr. Carlos Alberto Díaz Profesor Titular Universidad ISALUD.

La experiencia de haber transcurrido la residencia, con esfuerzo ingente y abandonando otros aspectos de la vida personal, la jefatura de las mismas, que luego te queda como un título nobiliario, las formaciones posteriores en la Universidad, y la docencia de más de 25 años, llevan a mirar esta estrategia formativa con romanticismo y cierta melancolía. No para defenderla tal cual era, sino para instalar un debate, inmediato y nacional, para innovar y fortalecer el régimen formativo de los médicos, que debe ser mejor en todo sentido (económico, capacitador en habilidades duras y blandas, de formación de carrera profesional y más jerarquizado), y cubrir las especialidades deficitarias en los requerimientos de instituciones públicas y privadas. Si no lo corregimos van a faltar médicos en argentina, agravando la equidad del sistema de salud progresivamente.

Este año 2022 se inscribieron al examen unificado para medicina 3212 aspirantes, en el 2019 fueron 4109 postulantes, casi 900 menos. Esto implica que de todos los postulantes, ingreso a una residencia menos de la mitad: el 47,1%. Este porcentaje depende de cada especialidad. Por ejemplo, en clínica médica ingresaron el 56,2% de los postulantes, en diagnóstico por imágenes el 28,6% y en oftalmología el 8,06%.

«En Argentina existen 36 facultades de medicina, 13 de ellas públicas, con autonomía y libertad de enseñanza pero que se ajustan a los requisitos de acreditación del Comité Nacional de Evaluación y Acreditación, que garantiza la calidad de la educación a través de un mínimo de formación y práctica. se divide en 3 ciclos: el ciclo biomédico, el ciclo clínico y el internado rotativo anual. Anualmente se gradúan entre 4.600 y 5.500 estudiantes de medicina. El título de las facultades de medicina públicas y privadas habilita a los egresados ​​para desempeñarse profesionalmente en todo el territorio nacional. La especialidad se obtiene por diferentes vías (internado, práctica de formación supervisada formal o informal, título de especialización, formación en sociedades científicas) siendo el internado el mejor sistema de formación médica que se inició en Argentina en 1946. En la última década se ha producido un importante incremento en el número de vacantes para el sistema de pasantías que fueron parcialmente cubiertas. La recertificación médica es voluntaria y requiere que los médicos vuelvan a realizar la prueba cada 5 años. Distintas leyes y resoluciones ministeriales establecen el marco legal para la formación de los estudiantes de grado,»

«Los jóvenes médicos, cuando eligen especializarse, apuntan a inscribirse en los
concursos que ofrece el Ministerio de Salud, y participan en los diferentes exámenes en
los lugares que se les ocurran para la especialidad que les interese, tanto en el ámbito de la salud pública como privada. Estas especializaciones tienen sus propias reglas y su
propia dinámica que trasciende el plano educativo. Dicha dinámica es fundamental para
entender la formación de recursos humanos en Salud en este país y la composición para
el financiamiento y formación de dichos recursos humanos. La formación de grado de
los médicos y la necesidad por especializarse para ejercer en determinada área de interés o en búsqueda de una posición económica mejor, entre otras razones, los obliga a formar parte de este sistema.
Aún más, cuando los médicos aplican para las residencias, al no existir
restricciones sobre las aplicaciones, la gran mayoría intenta acceder a alguna institución en la región donde se concentra la mayor cantidad de egresados»

En las especialidades como Medicina Interna concursaron 530 egresados para 624 puestos, en Medicina general concursaron 188 para 538 cargos, en terapia intensiva 133, para 292 cargos. En pediatría, neonatología y terapia intensiva infantil, la diferencia fue casi la mitad. Este fue el peor año de los últimos diez para el sistema de residencias médicas.

La residencia Médica no es aspiracionalmente para los médicos lo que era antes, esto tuvo un quiebre luego del Covid 19, no es un trayecto elegido para completar su formación médica superadoramente. Las dudas que me planteo son, si:

Esto está en crisis por su duración de cuatro años y tendría que volver a tres,

por el costo de oportunidad que le genera al médico joven, que con dos guardias de emergencia y una concurrencia ad honorem, percibiría más ingreso e igual formación,

la ampliación de los cupos de residencia en instituciones no tradicionalmente formativas con menos docentes, que bastardean la residencia

formar recurso humano para un mercado que no existe en terapia intensiva, neonatología, cirugía infantil, terapia intensiva pediátrica, psiquiatría.

la paga es muy baja, con funciones asistenciales regulares asignadas, lo que los convierte en mano de obra barata, en algunos casos no tienen aportes ni prepaga,

la cantidad de horas de trabajo, la soledad en gran parte del día, que se terminan formando de los residentes superiores.

Que no tienen cobertura.

Son muchas guardias. No se puede estudiar.

Se reciben pocas clases de personas de experiencia.

Me pregunto también, porque las residencias médicas del examen conjunto la mayoría son médicos extranjeros, que valoran la formación de postgrado que se da en Argentina. Uno por el prestigio docente. Por el prestigio de la Universidad de Buenos Aires. Por el reconocimiento de algunos especialistas. Por ser un sistema de especialización remunerado y que no tienen que pagar. Por el bajo costo de la argentina en alquiler de departamentos, en la comida, pero fundamentalmente con ese título de especialista vuelven a su país y tienen un mercado que los contiene y les hace vivir como personas. Que pueden vivir de un solo trabajo y de una sola empresa. El principal problema está que luego del sacrificio de hacer la residencia la vida a los médicos de nuestro país no les cambia mucho. Entonces señores financiadores y propietarios de clínicas, funcionarios públicos generen condiciones de carrera para que los médicos bien formados puedan desarrollar su potencial.


Los investigadores identificaron cinco criterios que probablemente indiquen la existencia de una crisis: 1

  • Escasez de «buenos» residentes (aquellos que los jefes de departamento consideran más adecuados para el campo médico específico).
  • Dificultad para cubrir puestos vacantes.
  • Insuficientes médicos para la cantidad de trabajo clínico y, en consecuencia, una carga de trabajo cada vez más pesada.
  • Una sensación de remuneración insuficiente y oportunidades limitadas para complementar los ingresos dentro del hospital.
  • Deterioro de la calidad de vida laboral: sobrecarga, falta de satisfacción laboral y sensación de agotamiento.

Bibliografía internacional:

Reconstruyendo la educación médica de posgrado después de una crisis: perspectivas de los médicos residentes en los Emiratos Árabes Unidos

Fatma Mahmud , Aiat Ghadban , Thana Harhara , Halah Ibrahim 2

Resumen

Las pandemias crean desafíos de salud pública sin precedentes que requieren respuestas integrales y coordinadas de los sistemas de atención médica y, por lo tanto, pueden causar una interrupción sustancial y prolongada en la capacitación de residencia. La pandemia del coronavirus 2019 (COVID-19) ha impactado la educación médica en todo el mundo. Actualmente, existe una brecha en la literatura desde la perspectiva del aprendiz y pocos consejos sobre la reanudación de las operaciones posteriores a la pandemia. Como residentes de medicina interna que prestan servicio en la primera línea de un hospital gubernamental designado por COVID-19 en los Emiratos Árabes Unidos, también enfrentamos importantes desafíos e incertidumbres durante la pandemia. Somos afortunados de haber superado las oleadas iniciales y de haber pasado los últimos 6 meses navegando por una nueva realidad. Creemos que la crisis de COVID-19 brinda una oportunidad para que los programas de educación médica de posgrado en todo el mundo implementen cambios específicos que puedan conducir a mejoras sostenibles en el sistema. Para apoyar el aprendizaje durante estos tiempos, nuestro programa de residencia ha adoptado una programación flexible, centrada en una comunicación frecuente y transparente, ha incorporado diferentes estrategias para construir comunidad y promover el bienestar psicológico y modalidades avanzadas de enseñanza virtual. El objetivo de este artículo es compartir las estrategias que nos han ayudado a salir adelante tras las primeras fases de la pandemia, mientras nos preparamos para la incertidumbre del futuro. Esperamos que las lecciones que hemos aprendido puedan ayudar a informar a otros programas a medida que reaccionan y se adaptan a las secuelas globales de esta crisis.

Palabras clave: COVID-19, pandemia, respuesta a crisis, educación médica, medicina interna, residentes

Los programas de residencia operan dentro de los sistemas de salud que sirven a las comunidades. Una crisis que afecta a la comunidad, desde un desastre natural hasta un evento con múltiples víctimas y un brote de enfermedad infecciosa, puede tener un efecto profundo y duradero en sus sistemas de atención médica y programas de capacitación. Eventos como el huracán Katrina, el tiroteo en el Pulse Nightclub y la reciente explosión en Beirut demuestran la vulnerabilidad de los programas de capacitación para responder a estas crisis y manejar adecuadamente las consecuencias. 1 Los estudios han demostrado que el 30 % de los residentes de cirugía que respondieron al tiroteo en Pulse Nightclub en 2016 sufrieron agotamiento, depresión mayor y trastorno de estrés postraumático durante meses después del evento. 1Las pandemias crean desafíos de salud pública sin precedentes que requieren respuestas integrales y coordinadas de los sistemas de atención médica y, por lo tanto, pueden causar una interrupción sustancial y prolongada en la capacitación de residencia. 2 La pandemia del coronavirus 2019 (COVID-19) ha afectado la educación médica en todo el mundo. Existe una bibliografía amplia y creciente que documenta los desafíos que enfrentan los programas de capacitación, incluida la cancelación de procedimientos electivos, la pérdida de experiencia clínica y operativa, el aumento de la telemedicina con menos atención clínica práctica, la redistribución a servicios que no son de especialidad, y la rápida y completa transición al aprendizaje virtual. 3–5 Además, los alumnos describen un estrés y una ansiedad significativos relacionados con los efectos de la pandemia en su vida personal y profesional. 36 Un estudio de residentes de medicina y cirugía en un gran centro académico urbano en los Estados Unidos mostró que el 50% de los encuestados pensaba que la pandemia de COVID-19 había afectado negativamente su experiencia médica, pero que su experiencia podría compensarse en el futuro. . 3Los centros médicos académicos tienen la responsabilidad de brindar atención a grandes aumentos de pacientes con COVID-19, al tiempo que mitigan las interrupciones en la educación y garantizan la seguridad y el bienestar de los residentes. 

El Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) ha fomentado un enfoque múltiple para apoyar a los residentes durante la pandemia. Las áreas objetivo clave incluyen (1) satisfacer las necesidades físicas básicas de los aprendices; (2) mantener una comunicación efectiva; (3) promover habilidades de afrontamiento y apoyo entre pares; (4) el cuidado de los aprendices en peligro; (5) fomentar la conexión; (6) facilitar el acceso a los servicios de salud mental; y (7) centrarse en el entorno de aprendizaje clínico. 7En respuesta, las instituciones han implementado diversas estrategias. En Singapur, las lecciones aprendidas de experiencias previas con los brotes del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) permitieron el rápido desarrollo de un «equipo de respuesta pandémica» que permitió un enfoque eficiente y sistemático para ayudar a minimizar la interrupción de la educación, al tiempo que prioriza la transparencia y el bienestar de los aprendices. 8 En un centro médico académico en el medio oeste de los Estados Unidos, los residentes de psiquiatría capacitados brindaron apoyo de pares de fácil acceso y bajo demanda. Con el apoyo de los supervisores de la facultad, los residentes ofrecieron asesoramiento a otros aprendices que se enfrentan al estrés crónico de trabajar como médicos de primera línea durante la pandemia. 9Sin embargo, hasta la fecha, existe literatura limitada sobre la efectividad de estas intervenciones, y las reacciones de los residentes a estos planes de contingencia aún se desconocen en gran medida. 3

Como residentes de medicina interna que prestan servicio en la primera línea de un hospital gubernamental designado por COVID-19 en los Emiratos Árabes Unidos, también enfrentamos importantes desafíos e incertidumbres durante la pandemia. Hemos trabajado turnos adicionales y horarios extendidos y brindado atención en condiciones muy estresantes durante muchos meses. Nuestras materias optativas y vacaciones se pospusieron indefinidamente y las sesiones académicas se cancelaron o pasaron a actividades de aprendizaje virtual. Los exámenes de la junta se pospusieron y cambiaron de estructura. El gran volumen clínico y las restricciones de distanciamiento social se tradujeron en menos tiempo para la enseñanza formal y la casi desaparición de las rondas de cabecera. El aumento en el volumen y la agudeza de los pacientes exigió que incluso los residentes más jóvenes atendieran a un gran número de pacientes en estado crítico. La incertidumbre de este nuevo virus significó que, por primera vez en nuestra capacitación, estábamos en la misma curva de aprendizaje que nuestra facultad y ya no podíamos confiar en su experiencia confiable. El agotamiento emocional y físico provocado por esta experiencia es innegable, y se ve agravado por el aislamiento físico de los miembros de la familia y el trauma personal de experimentar la enfermedad de familiares, amigos y colegas. A pesar de estos desafíos, reconocemos el importante papel que desempeñamos en la respuesta al COVID-19 de nuestra institución. Estamos orgullosos de nuestro compromiso continuo con la atención al paciente y sabemos que hemos sido testigos de un verdadero profesionalismo y resiliencia en nuestros colegas y en nosotros mismos. Reconociendo que la pandemia es impredecible y que aún se desconoce la duración y la magnitud de su impacto en nuestra formación, tenemos la suerte de haber superado las oleadas iniciales, y he pasado los últimos 6 meses navegando por una nueva realidad. Aunque existen numerosas publicaciones que describen el impacto de la pandemia en la formación médica de posgrado, con recomendaciones sobre la prestación de atención y la reorganización educativa, existe un vacío en la literatura desde la perspectiva del pasante y pocos consejos sobre la reanudación de las operaciones pospandemia. Creemos que la crisis de COVID-19 brinda una oportunidad para que los programas de educación médica de posgrado en todo el mundo implementen cambios específicos que puedan conducir a mejoras sostenibles en el sistema. El objetivo de este artículo es compartir estrategias que nos han ayudado a salir adelante tras las primeras fases de la pandemia, mientras nos preparamos para la incertidumbre del futuro.

Priorizar el bienestar de los residentes

No podemos subestimar el costo físico y emocional que esta pandemia ha tenido en los aprendices. Se han documentado ansiedad, depresión e insomnio en trabajadores de la salud durante los brotes del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). a dos años después del brote. 10 , 11 Una encuesta reciente de trabajadores de la salud en China que manejan pacientes con COVID-19 reveló altas tasas de insomnio, depresión y angustia. 12De manera similar, en una encuesta transversal de más de 600 proveedores de atención médica en un gran hospital de Nueva York, el 75 % de los encuestados informaron altos niveles de angustia, principalmente debido al temor de transmitir el COVID-19 a familiares o amigos. 10 La pandemia puede intensificar la epidemia existente de agotamiento y depresión de los residentes. 13Ante este aumento, la atención a las necesidades de salud física y psicológica de los residentes y otros trabajadores de la salud es vital. Es esencial proporcionar a los residentes diferentes puntos de asesoramiento y apoyo. Además de las sesiones informativas grupales realizadas por expertos en trauma y salud mental, tenemos acceso a asesoramiento confidencial individual. Los residentes de psiquiatría en nuestra institución operan una línea directa de apoyo psicológico las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Las clases semanales de yoga en línea están disponibles para todos los trabajadores de la salud. Un cambio fácilmente implementable es la provisión de comidas diarias saludables y accesibles. Los gimnasios en el lugar, los espacios de relajación en el hospital y el entrenamiento de atención plena son otras intervenciones que pueden ayudar a reducir el estrés de los residentes. Además, se alienta a los residentes a tomarse un tiempo libre siempre que sea posible para limitar la fatiga y recuperar energías.

Incorporar la capacitación en liderazgo en el plan de estudios

Dado que los residentes brindan la mayor parte de la atención práctica y directa al paciente, se nos permitió liderar nuestros equipos clínicos durante la pandemia. Durante la afluencia de pacientes, los residentes de medicina interna dirigían equipos de salud interdisciplinarios, con residentes jóvenes a menudo supervisando y delegando tareas a asistentes quirúrgicos y de subespecialidades senior desplegados en las salas de COVID. Como profesionales de primera línea, participamos directamente en la gestión de los flujos de trabajo de los pacientes y aprendimos lecciones importantes sobre la optimización de recursos. La imprevisibilidad de la situación también requería versatilidad y una alta tolerancia a la incertidumbre. Los jefes de residentes desempeñaron un papel de liderazgo adicional único, operando como enlaces entre los directores de programas y los residentes.14 Muchos de nuestros colegas mostraron un rápido crecimiento en profesionalismo, adaptabilidad y habilidades de comunicación. Una encuesta de residentes en un centro de atención terciaria en los Estados Unidos encontró que muchos residentes mayores informaron una mayor confianza en las habilidades de liderazgo desarrolladas durante la pandemia de COVID-19. 3 La pandemia ha resaltado la importancia de la capacitación de liderazgo formal y holística, especialmente para los residentes mayores y jefes. Los seminarios web y los módulos en línea pueden brindar esta capacitación virtualmente.

Establezca una comunicación frecuente y activa

Se han desarrollado marcos de comunicación para involucrar de manera efectiva a las comunidades durante la respuesta a la crisis. Por ejemplo, el modelo de comunicación de riesgos de crisis y emergencias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades alienta a proporcionar información precisa y oportuna, mostrando honestidad al reconocer la incertidumbre, demostrando empatía y cuidado, y brindando apoyo y tranquilidad. 15En nuestro programa, la comunicación diaria, clara, abierta y transparente entre los residentes y el liderazgo del programa fue fundamental durante el aumento de pacientes y más allá. Aunque las reuniones de grupos grandes todavía están prohibidas, los correos electrónicos diarios y las conversaciones en las redes sociales y los chats grupales pueden facilitar una comunicación clara y oportuna. Esto ayuda a minimizar la incertidumbre y detener la propagación de información errónea. Estas comunicaciones se centran en las pautas actualizadas locales y nacionales de COVID-19, las preocupaciones de programación y los problemas emergentes, pero también incluyen mensajes alentadores y datos divertidos. Estas interacciones brindan a los residentes la oportunidad de reflexionar sobre su experiencia y hacer una lluvia de ideas para ayudar a identificar problemas y soluciones adecuadas. Los miedos, las preocupaciones y las incertidumbres siempre se abordan y tratan de manera oportuna.

Continúe construyendo comunidad, incluso virtualmente

Los residentes extrañan a su familia, amigos y vidas previas a la pandemia. 6 Sin embargo, las restricciones de distanciamiento físico y el miedo a enfermarse o transmitir el virus a otros han interrumpido las reuniones sociales. Fomentar la comunidad entre los residentes es una parte fundamental de la construcción del trabajo en equipo y la colaboración profesional. Nuestro programa tiene un chat grupal de WhatsApp para residentes para difundir información importante, pero también publicar chistes, compartir fotos y enviar buenos deseos. Las reuniones de café matutinas de Zoom o las noches de cine de Netflix pueden brindar oportunidades adicionales para la vinculación grupal.

Adopte la tecnología

Los residentes están preocupados por los déficits en su formación clínica. 5 Al principio de la pandemia, nuestro programa cambió rápidamente de conferencias tradicionales a enseñanza basada en la web. Los formatos de aprendizaje electrónico brindan muchos beneficios, incluida la mejora de las habilidades de gestión del tiempo. 5 Además, las colaboraciones académicas multiinstitucionales brindan a los residentes la oportunidad de asistir a sesiones dirigidas por expertos regionales o internacionales. 2 , 5 Los planes de estudio en línea y los grandes bancos de datos de preguntas médicas pueden aumentar el autoaprendizaje. En una encuesta de más de 500 residentes de oftalmología de 32 países, los aprendices sintieron que los seminarios web, la simulación basada en la web y la tutoría a distancia valían la pena y deberían continuarse junto con los modelos de enseñanza tradicionales después de la pandemia. 5Esperamos que el aprendizaje en línea continúe siendo una parte importante de nuestro plan de estudios.

Todos los días, los pequeños gestos pueden tener un gran impacto

Anticipamos y agradecimos los controles diarios del director del programa y los jefes de residentes para ofrecer aliento y expresar su orgullo por nuestros esfuerzos de respuesta. Múltiples tiendas y cafés ofrecieron descuentos especiales a residentes y empleados de atención médica. Una aplicación local de entrega de alimentos cambió el nombre de nuestro hospital a «cuartel general de superhéroes» en su mapa. Estos pequeños gestos nos enorgullecieron de nuestro papel en este momento histórico. Los protocolos de distanciamiento social pueden generar sentimientos de aislamiento y soledad; nuestro programa trabaja continuamente para permitir la conexión entre los residentes y entre los aprendices y nuestras instalaciones, lo que resultó en un sentido de comunidad y unidad dentro de nuestro programa a pesar de los desafíos.

En conclusión, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto sin precedentes en la educación y el bienestar de los médicos en formación. Para apoyar el aprendizaje durante estos tiempos, los programas de residencia han adoptado horarios flexibles, enfocados en una comunicación frecuente y transparente, incorporado diferentes estrategias para construir comunidad y promover el bienestar psicológico, y modalidades avanzadas de enseñanza virtual. Tenemos la esperanza de que estas intervenciones sean duraderas. Sin duda, esta pandemia será un momento decisivo en nuestras carreras y nuestras vidas. No solo aprendimos a ser mejores médicos; la experiencia nos ha hecho mejores seres humanos. Compartimos los mismos miedos y preocupaciones de nuestros pacientes y sus familias y nos volvimos más compasivos; nos hicimos más pacientes, flexibles y comprensivos. Nos enseñaron importantes lecciones de valentía y trabajo en equipo. COVID-19 no es la primera, y ciertamente no será la última emergencia de salud importante que encontraremos en nuestras carreras como profesionales de la salud. De hecho, la pandemia de COVID-19 puede ser un evento transformador en la educación médica. De esta experiencia, hemos aprendido a no temer lo desconocido, sino a crecer a partir del proceso y reconstruirnos más fuertes.

El sistema de educación médica de posgrado enfrenta desafíos cada vez mayores en la capacitación de proveedores de atención médica competentes y autónomos, en equilibrio con la prestación de atención de alta calidad, segura y eficiente. Este enigma plantea un dilema significativo para los programas de cirugía general encargados de capacitar a la próxima generación de cirujanos en un entorno de atención médica dinámico. La mayoría de los cirujanos asistentes están de acuerdo en que un objetivo central del entrenamiento quirúrgico es la autonomía; sin embargo, llegar a un consenso sobre cómo lograr este objetivo de manera práctica y efectiva sigue siendo un trabajo en progreso.

En un entorno de entrenamiento acelerado y con limitaciones de tiempo definido por restricciones de horas de trabajo, el modelo halstediano de autonomía graduada se ha vuelto más difícil de seguir. La evidencia de encuestas nacionales sugiere que los residentes se están graduando de programas con menos autonomía que en el pasado. 1 Los miembros de la facultad parecen estar de acuerdo con esta afirmación y, por lo tanto, no es sorprendente que un número cada vez mayor de cirujanos asistentes jóvenes informen que ingresaron a programas de becas o buscaron otro enfoque de transición porque no se sienten listos para practicar. 2

La autonomía es crucial, no solo porque prepara a un residente de cirugía para el éxito futuro en la práctica independiente, sino que también aumenta el sentido de pertenencia en la atención al paciente, mejora la confianza y, en última instancia, fomenta la competencia clínica durante la formación3 Las consecuencias no deseadas de la disminución de la autonomía de los residentes se extienden al desarrollo profesional y al bienestar personal y, eventualmente, pueden conducir a una disminución del desarrollo de las habilidades de liderazgo y enseñanza. Por ejemplo, a pesar de que los volúmenes relativos de casos se mantuvieron iguales durante varios años entre los jefes de residentes, la cantidad de casos de asistentes de enseñanza informados, en los que los residentes pueden practicar el liderazgo y la enseñanza en la sala de operaciones (OR), ha disminuido constantemente. 4En cuanto a la disminución del nivel de independencia que afecta el bienestar, cuando se encuestó a los alumnos sobre los factores que contribuyen al agotamiento, la mayoría de los residentes mencionaron una disminución de la autonomía. 5

La respuesta a este dilema puede parecer sencilla: dar más autonomía a los residentes. Desafortunadamente, aún no se han determinado las estrategias para lograr la autonomía de los residentes, particularmente dadas las innumerables barreras, que van desde cuestiones médico-legales hasta tensiones financieras. Esta generación de residentes de cirugía se enfrenta a una crisis de autonomía, lo que presenta una oportunidad notable para la defensa de los residentes.

Un delicado equilibrio

Aunque la mayoría de los educadores quirúrgicos están de acuerdo en que la autonomía es esencial para el aprendizaje de los residentes, también les preocupa que demasiada autonomía pueda provocar errores médicos y malos resultados para los pacientes. En 2000, el Instituto de Medicina (ahora las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina) publicó To Err Is Human: Building a Safer Health System , un informe histórico que afirma que entre 44 000 y 98 000 pacientes hospitalizados mueren anualmente como resultado de problemas médicos prevenibles. errores 6 Aunque investigaciones posteriores sugirieron que este número estaba inflado, el informe desencadenó un enfoque renovado en la disminución de errores médicos y quirúrgicos. 7-9

La muerte ampliamente publicitada de Libby Zion en marzo de 1984 destaca la conexión entre la supervisión y la autonomía de los residentes y los errores médicos. La desafortunada muerte del paciente de 18 años mientras estaba bajo el cuidado de dos residentes de medicina de emergencia incitó un debate sólido y una evaluación seria de la estructura de la residencia a escala nacional. 10 Además, estos informes y eventos han contribuido al desarrollo de regulaciones que afectan la capacitación médica, incluidas las restricciones de horas de trabajo de los residentes, restricciones de facturación sobre el uso de estudiantes de medicina y residentes como asistentes en cirugía y requisitos de facturación específicos para la participación del personal docente en los procedimientos. y operaciones (ver Tabla 1).

Tabla 1. Ejemplos de políticas legislativas y regulatorias con implicaciones para la autonomía del residente de cirugía

Tabla 1. Ejemplos de políticas legislativas y regulatorias con implicaciones para la autonomía del residente de cirugía

Curiosamente, muchas de estas reglamentaciones parecen suponer que la menor supervisión o los altos niveles de autonomía del alumno conducen a errores médicos y resultados deficientes para los pacientes. En un nivel básico, esta afirmación tiene sentido. Si los alumnos se quedan solos para tomar decisiones o realizar procedimientos sin la formación o la orientación adecuadas, es probable que el resultado sea negativo. Por el contrario, si a los pasantes no se les permite tomar decisiones médicas y realizar procedimientos de forma independiente, no adquirirán la experiencia necesaria ni las habilidades prácticas requeridas para practicar de forma independiente en el futuro.

La solución a los objetivos potencialmente competitivos de la seguridad del paciente y la autonomía del residente parece clara: los alumnos deben tener tanta autonomía como puedan manejar. 11 Sin embargo, determinar qué residente está lo suficientemente preparado para gestionar de forma independiente un servicio complejo o realizar únicamente una resección oncológica compleja es una tarea abrumadora. Lo que se sabe es que casi la mitad de los miles de eventos adversos prevenibles que ocurren anualmente en los pacientes siguen a un procedimiento quirúrgico. 12 Los pacientes y los administradores a menudo culpan a la inexperiencia del residente por estos eventos adversos y sienten que la atención al paciente y los resultados mejoran con menos autonomía del residente, a pesar de que la evidencia es insuficiente para respaldar este argumento. 11

Debido a que la seguridad del paciente es de suma importancia, se debe examinar la preocupación relacionada con el hecho de que los procedimientos realizados por residentes tienen más probabilidades de terminar con complicaciones o errores que los realizados únicamente por los cirujanos asistentes. Curiosamente, gran parte de la literatura publicada sobre este tema indica poca o ninguna diferencia en complicaciones o errores. Además, cuando se comparan operaciones con participación del residente versus procedimientos sin ella, múltiples estudios en varias especialidades quirúrgicas demuestran tiempos quirúrgicos similares o levemente prolongados, pero ninguno indica una diferencia en las complicaciones mayores o la mortalidad. 13-17Un estudio canadiense no demostró diferencias significativas en las complicaciones de 399 procedimientos clínicos menores realizados por 10 residentes de nivel medio en comparación con los realizados por asistentes. 18 En otro ejemplo notable, un programa piloto en el Hospital General de Massachusetts, Boston, en el que ocho jefes de residentes programaron y realizaron sus propios casos de cirugía general (124 operaciones) hasta la «parte crítica» de un caso, no encontraron diferencias en las complicaciones posoperatorias, readmisión o eventos adversos intraoperatorios mayores en comparación con las tasas en más de 700 servicios de autonomía de residentes tradicionales. 19

Sin embargo, en contraste con estos estudios, Aminian y sus colegas encontraron que la participación de compañeros en los casos se asoció con peores resultados para los pacientes con derivaciones gástricas en Y de Roux laparoscópicas. 20 En particular, en este estudio y muchos otros en los que se atribuyen peores resultados a la participación del alumno, los investigadores no examinan ni describen el alcance de la operación que realiza el alumno, un detalle crucial para evaluar la relación entre el grado de autonomía y los resultados adversos.

Rastrear los resultados adversos del paciente hasta un solo individuo, y mucho menos un cirujano en prácticas, es un desafío. Una revisión retrospectiva de 444 reclamos de responsabilidad cerrados resultantes de un supuesto error quirúrgico mostró que en el 62 por ciento de los casos, más de un médico desempeñó un papel importante y el 82 por ciento de los errores se debieron a factores relacionados con los sistemas. Aunque la falta de competencia en un cirujano en prácticas estuvo implicada en algunos casos, el 58 por ciento de los casos que involucraron falta de habilidad técnica o conocimiento se debieron en realidad a que un cirujano asistente practicaba sin suficiente experiencia con la operación respectiva. 3

Ampliando este trabajo, Regenbogen y sus colegas concluyeron que es probable que una supervisión más estricta (es decir, menos autonomía) de un aprendiz aborde solo una minoría de errores técnicos. 21 Algunos datos incluso muestran resultados equivalentes cuando los aprendices están presentes, como en las operaciones laparoscópicas para la enfermedad inflamatoria intestinal en las que se encontró que la cirugía era igualmente segura cuando la realizaban aprendices supervisados ​​y entrenadores individuales sin diferencia en la mortalidad, morbilidad a los 30 días, reoperación o rehospitalización. 22

La función de la supervisión de los residentes se evaluó más a fondo en un metanálisis realizado por Snowdon y colaboradores, quienes concluyeron que el riesgo relativo de mortalidad de los pacientes se redujo en un tercio cuando los cirujanos sin experiencia (es decir, los residentes) fueron supervisados ​​clínicamente. 23 Estos investigadores concluyeron que un “supervisor debe considerar (1) el nivel de habilidad que posee el aprendiz en la técnica quirúrgica particular, (2) la complejidad de la condición del paciente y la técnica quirúrgica, (3) el nivel de conocimiento que el aprendiz tiene en su propia habilidad, y (4) la creencia del aprendiz en su propia habilidad y su comodidad al realizar la cirugía de forma independiente”. 23En última instancia, la amplitud de la literatura destaca la complejidad de evaluar el papel de la autonomía de los residentes en los eventos adversos y la falta de acuerdo sobre cómo debería ser la autonomía.

A pesar de los datos equívocos, George y sus colegas sugieren que la relación entre la autonomía y la seguridad del paciente no es lineal. Postulan que limitar la autonomía puede reducir el riesgo inmediato de complicaciones, pero en el futuro puede resultar en más riesgo y daño para los pacientes debido al aprendizaje previo del aprendiz y los déficits experienciales (ver Figura 1). 11

Figura 1. Autonomía del alumno y el riesgo para la seguridad del paciente

FIGURA 1. Autonomía del alumno y el riesgo para la seguridad del paciente

Los directores actuales del programa de becas se hacen eco de esta teoría. Cuando fueron encuestados, estos directores de programa informaron que el 21 por ciento de los becarios no estaban preparados para el quirófano, el 30 por ciento no podía realizar una colecistectomía laparoscópica y el 66 por ciento no podía realizar un procedimiento importante sin supervisión durante más de 30 minutos. 1 Además, los residentes de cirugía general sienten que carecen de una comprensión clara de cuán preparados están para el quirófano, según lo definen sus educadores quirúrgicos. 24 Sin poder describir con precisión la preparación, los alumnos nunca se darán cuenta de la autonomía y la seguridad del paciente se verá afectada a largo plazo.

La crisis de la autonomía: un llamado a la acción para la defensa de los residentes

Por Julia R. Coleman, MD, MPH , Brett M. Tracy, MD , Kathryn M. Stadeli, MD, MPH , Pranit Chotai, MD y Jeff Howard, MD

El dilema que rodea la autonomía de los residentes radica en lograr el equilibrio entre exigir a los residentes que operen con supervisión hasta que demuestren que son capaces de realizar operaciones de forma independiente de manera segura y eficaz y garantizar que los residentes de cirugía que se gradúen tengan suficiente experiencia para practicar de forma independiente. El ideal por el que deberíamos luchar, entonces, es un modelo en el que los alumnos tengan una autonomía gradual, de modo que estén lo más preparados posible para realizar operaciones de forma segura a través de la simulación continua y el autoaprendizaje, pero reconociendo que no hay sustituto para las manos. -en funcionamiento.

Barreras a la autonomía y un llamado a la acción

Las barreras que obstaculizan la autonomía adecuada y necesaria van desde problemas relacionados con los sistemas hasta problemas específicos de atención e incluyen restricciones de horas de trabajo, discrepancias entre los puntos de vista de la autonomía del residente y del cirujano asistente, presiones financieras, preocupaciones legales y percepciones del paciente.

En 2003, el Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) ordenó que las horas de trabajo de los residentes se restringieran a un promedio de 80 horas por semana en un mes determinado. En 2011, la ACGME creó además la restricción de máximos de servicio de 16 horas para pasantes o residentes de primer año. 25 A pesar de la noble intención de mejorar el bienestar de los residentes, entre otros motivos, una víctima de estas restricciones fue la experiencia de los residentes. La investigación que siguió a estas restricciones indicó una reducción del 20 por ciento en la exposición del paciente. La consiguiente falta de experiencia tiene implicaciones obvias para la autonomía. 26

En un estudio reciente, Williams y sus colegas examinaron los predictores de la autonomía del residente y concluyeron que el desempeño quirúrgico de los residentes en cada caso fue el predictor más fuerte de cuánta autonomía se permitió en el caso subsiguiente, seguido por la autonomía típica otorgada por el cirujano supervisor. 27 La experiencia del alumno, que se gana a través de la presencia repetitiva en el quirófano, también fue uno de los cuatro factores que predicen la autonomía. 27En consecuencia, con el advenimiento de las restricciones de horas de trabajo, los residentes ven y hacen menos, luego luchan más para desempeñarse bien o imponer una presencia repetitiva en el quirófano y, en última instancia, se les otorga menos autonomía como resultado. Para complicar las cosas, dentro del marco de tiempo restringido disponible para que los residentes operen, la investigación ha demostrado una discrepancia entre los puntos de vista de los residentes y los asistentes sobre la autonomía durante una operación, lo que destaca la falta de claridad con respecto a la calidad y cantidad «óptimas» de la autonomía de los residentes en el quirófano. .

En un estudio reciente sobre estimaciones de residentes y profesores sobre la autonomía de los residentes, el 47 por ciento de los residentes encuestados sintieron que tenían muy poca autonomía y el 38 por ciento de los profesores encuestados estuvieron de acuerdo. 2 Sin embargo, cuando se les pide a los residentes y asistentes que califiquen el grado de autonomía de un residente durante una operación, los asistentes a menudo reportan una autonomía significativa otorgada, mientras que los residentes informan una escasez. 28,29La falta de acuerdo sobre cómo se ve la autonomía sirve como una barrera para los residentes. Este problema se ve agravado por la realidad de un sistema de capacitación en el que los residentes cambian de servicio con frecuencia y reciben menos comentarios de los deseados. Un estudio cualitativo nacional reciente sobre la encomienda progresiva encontró que la observación directa de la competencia del aprendiz y la oportunidad de operar con la misma atención durante un período prolongado facilitó la autonomía. 30

Las presiones financieras relacionadas con el reembolso y las unidades de valor relativo (RVU) para los cirujanos asistentes también crean un entorno en el que la autonomía del residente a menudo compite con otros intereses. Una serie de medidas emitidas por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) requieren que el cirujano tratante esté presente en el quirófano. En 2002, CMS exigió que los cirujanos asistentes estuvieran presentes y fregados en todas las partes «críticas» de un procedimiento y que brindaran una supervisión adecuada a los niveles de habilidad de los residentes de operaciones. 31 Estas pautas, que determinan el reembolso de los cirujanos asistentes, han creado desafíos para que los residentes afirmen una mayor autonomía en el quirófano y durante las partes críticas de los casos que solo se pueden aprender a través de la participación práctica.

Además de los requisitos de asistencia y participación en los casos, está el considerable enfoque en las RVU, generado por la Ley de Reconciliación Presupuestaria Ómnibus de 1989, que creó el programa de honorarios médicos de Medicare. 32 RVU crearon presiones para que los cirujanos asistentes aceleraran el tiempo operatorio y aumentaran su carga operativa. Los períodos de tiempo más cortos en el quirófano y las demandas de una alta rotación de pacientes pueden ser incompatibles con la participación de los residentes, dado que la literatura ha demostrado consistentemente un vínculo entre la participación de los residentes en los casos y el grado de autonomía y los tiempos operatorios más prolongados. 13,16

Cualquier discusión sobre las barreras a la autonomía del residente debe reconocer la naturaleza litigiosa de la práctica médica. Desafortunadamente, la responsabilidad ocupa un gran espacio en la mente de los cirujanos en ejercicio, y el profesorado debe encontrar el delicado equilibrio entre la autonomía del alumno y la seguridad del paciente. Algunos cirujanos asistentes pueden sentir que la autonomía del aprendiz puede conducir a una mayor responsabilidad; sin embargo, la evidencia para respaldar esta inferencia es insuficiente, como se señaló anteriormente.

En 1996, en el caso de Johnson v. Kokemoor, un paciente resultó lesionado después de un procedimiento neuroquirúrgico, que involucró el recorte involuntario de un aneurisma cerebral. El paciente demandó, argumentando que la falta de experiencia del cirujano en la realización de la operación no fue revelada en su totalidad. 33 La Corte Suprema de Wisconsin falló a favor del demandante, y aunque este caso no involucró a un residente de cirugía, resaltó la responsabilidad médica que asumen los médicos tratantes cuando supervisan a médicos con menos experiencia. El hospital también asume la responsabilidad, y hay varios ejemplos en los que se ha declarado responsables a las instituciones por errores que ocurrieron cuando un paciente estaba bajo el cuidado de un residente. 34

Otra barrera para la autonomía adecuada del residente son las percepciones de los pacientes con respecto al papel de los residentes en la atención quirúrgica. No es raro que los pacientes de los hospitales universitarios expresen sentimientos negativos con respecto a la participación de los residentes en su atención. En estos escenarios, los cirujanos asistentes y las instituciones académicas deben sopesar las obligaciones contrapuestas tanto para los residentes como para los pacientes. Sin embargo, estudios recientes parecen sugerir que los sentimientos del público con respecto a los aprendices pueden ser más favorables de lo que se creía anteriormente. Por ejemplo, un estudio multiinstitucional realizado por Kempenich y colegas evaluó las percepciones de la autonomía de los residentes entre los residentes, el cuerpo docente, los administradores y el público. Los autores encontraron que el público acogía más la participación de los residentes de lo que esperaban los profesores y administradores. 2Este hallazgo sugiere que se infla la presión percibida por parte de los cirujanos docentes para minimizar la participación y la autonomía de los residentes debido a la preferencia del paciente. Más bien, son necesarias una divulgación apropiada y la educación del público y del paciente.

Las barreras comunes a la autonomía se pueden desafiar mediante nuevas herramientas de capacitación en cirugía, la defensa de una legislación que cree una estructura médico-legal conducente a la autonomía de los residentes y la educación del paciente. Los residentes pueden fomentar el uso de herramientas educativas innovadoras para estructurar el enfoque sobre la autonomía de los residentes. Este concepto se ha demostrado con éxito en la Universidad Northwestern, Chicago, IL, mediante el uso de la escala Zwisch, que ahora es la aplicación móvil SIMPL (Sistema para mejorar y medir el aprendizaje procedimental). 35SIMPL incorpora tres indicadores básicos de calidad que evalúan (1) la autonomía intraoperatoria, clasificada como mostrar y contar, ayuda activa, ayuda pasiva y solo supervisión; (2) desempeño, calificado como sin preparación, sin experiencia, intermedio, listo para la práctica y excepcional; y (3) complejidad del caso, calificada como más fácil, promedio, más difícil. 36 De las calificaciones, solo la ayuda pasiva y la supervisión se consideran sinónimos de “autonomía significativa” para la formación de residencia en cirugía.

Un estudio reciente que utilizó esta escala mostró que los residentes de cirugía general obtienen una autonomía gradual con el avance de los años de capacitación, pero también que estos residentes no estaban universalmente preparados para realizar procedimientos básicos de forma independiente. 28 Estos datos también revelaron que el desempeño y la autonomía de los residentes son muy paralelos entre sí. Se han adoptado herramientas innovadoras similares a SIMPL, que brindan un foro para que los asistentes den su opinión, facilitan la reflexión de los residentes sobre el desempeño y discuten los objetivos de autonomía. 37

Además de la promoción dentro del propio programa de residencia y de los pacientes, existe un mayor llamado a la acción dentro de la comunidad quirúrgica para crear una legislación medicolegal que conduzca e incluso recompense la autonomía responsable de los residentes. El tipo de legislación necesaria puede abordar la búsqueda y protección de incentivos de reembolso para la atención de pacientes dirigida por residentes de agencias del poder ejecutivo, como CMS (como se analiza en este artículo y se describe en la Tabla 1) y el cabildeo para la protección de responsabilidad cuando se trata de atención de residentes. La defensa de políticas impulsada por cirujanos puede abordar las áreas grises en la legislación, como lo que define las partes «críticas» de las operaciones y cómo incentivar a los terceros pagadores para que reembolsen los servicios administrados por los residentes. Más lejos,

Cada vez hay más vías disponibles para que los residentes se involucren en la defensa de la legislación, específicamente a través del Colegio Americano de Cirujanos (American College of Surgeons, ACS). La ACS ha sido fundamental en los movimientos de base entre los cirujanos para crear una voz formal influyente en la formulación de políticas que, en última instancia, afectan a los cirujanos y sus pacientes. La Sociedad de Residentes y Asociados de la ACS, la organización nacional de cirujanos en formación y jóvenes cirujanos afiliados al Colegio, tiene varios comités para residentes deseosos de involucrarse, incluido el Comité de Defensa y Asuntos, que aborda temas actuales en la capacitación de residentes, atención médica y política de salud. Este comité también trabaja en colaboración con varias otras organizaciones que tienen un legado de fuerte participación de los residentes en los esfuerzos de defensa,Surgeons PAC), el Consejo Asesor de Políticas de Salud (HPAC) y el Grupo de Defensa y Políticas de Salud (HPAG). Surgeons PAC apoya una agenda de promoción para los cirujanos y sus pacientes a través de un programa de inversión político, educativo, comunitario e interactivo, que incluye la promoción en acción en Capitol Hill. HPAC nutre una red de defensa de base que desarrolla experiencia en temas legislativos, políticos y regulatorios relevantes para los cirujanos y sus pacientes. HPAG identifica importantes problemas de política pública y preocupaciones de los cirujanos y sus pacientes y luego crea planes de acción de ACS para aumentar la conciencia y guiar las iniciativas para abordarlos.

Conclusión

La importancia de la autonomía del residente en la formación quirúrgica es clara. Otorgar autonomía a los aprendices no solo beneficia a los residentes al fomentar la competencia clínica y la independencia como futuros proveedores, sino que también beneficia a los pacientes al crear una fuerza laboral quirúrgica mejor equipada para atender a los pacientes en el futuro. Obviamente, la autonomía del residente debe equilibrarse hábilmente con la supervisión de los asistentes para garantizar la seguridad óptima del paciente y el aprendizaje del residente. Las barreras a este equilibrio se relacionan con las restricciones de horas de trabajo, las discrepancias entre los puntos de vista de los residentes y los docentes sobre la autonomía, la rotación frecuente de los residentes, las presiones financieras, las preocupaciones por los litigios y la percepción de los pacientes. Abordar estos obstáculos, si bien es formidable de superar frente al contexto histórico y el cambio legislativo, sigue siendo un llamado a la acción para la comunidad quirúrgica y exige una voz residente.

Los residentes serán agentes cruciales de cambio en el movimiento para reclamar la autonomía de los residentes en la capacitación quirúrgica, ya sea impulsando la adopción de herramientas educativas quirúrgicas innovadoras, trabajando con el Congreso para desarrollar políticas sensatas que sean sensibles a la autonomía de los residentes o apoyando a los pacientes y sus familias. para demostrar el valor de los residentes en su cuidado. La necesidad de que las voces de los residentes lideren este problema es primordial; el momento de hablar y ser escuchado es ahora.

El papel de la financiación de GME para abordar la escasez de médicos

Estados Unidos se enfrenta a una grave escasez de médicos, en gran parte debido al crecimiento y envejecimiento de la población ya la jubilación inminente de los médicos mayores. La pandemia de COVID-19 ha subrayado el papel vital que desempeñan los médicos y todos los proveedores de atención médica en la infraestructura de atención médica de nuestra nación y ha puesto de relieve la necesidad de una fuerza laboral médica más grande. En diciembre de 2020, los líderes bipartidistas del Congreso dieron un paso para abordar la escasez de médicos al agregar 1,000 nuevos puestos de educación médica para graduados (GME) respaldados por Medicare, 200 por año durante 5 años, dirigidos a comunidades prioritarias, incluidos hospitales rurales, urbanos y de enseñanza. en todo el país, poniendo fin a una congelación de casi 25 años en el apoyo federal para GME.

Además de ampliar el apoyo para los puestos de capacitación de residentes financiados con fondos federales, la AAMC apoya incentivos y programas que no son de GME , incluidos Conrad 30, el Cuerpo Nacional de Servicios de Salud y la Condonación de Préstamos por Servicio Público, y el Título VII/VIII, que se utilizan para reclutar una diversidad mano de obra y animar a los médicos a practicar en especialidades escasas y comunidades desatendidas.

A medida que nuestra población crece y envejece, la demanda de médicos continúa creciendo más rápido que la oferta, lo que resulta en un déficit estimado de entre 37 800 y 124 000 médicos de atención primaria y especialistas para 2034. La escasez de médicos representa un riesgo real para los pacientes, especialmente para aquellos en áreas rurales o desatendidas. Es fundamental que invirtamos en capacitar a suficientes médicos para que los pacientes tengan acceso a la atención adecuada y oportuna que necesitan.

Legislación para abordar la escasez de médicos

Ahora más que nunca, la nación debe hacer una inversión a largo plazo en nuestra infraestructura de atención médica y salud pública. Abordar la escasez de médicos requiere un enfoque múltiple, incluido el aumento del apoyo federal para GME, que hasta diciembre de 2020 permaneció efectivamente congelado desde 1997. La AAMC apoya la Ley de Reducción de la Escasez de Médicos Residentes de 2021 (S. 834, HR 2256), que agregue 14,000 espacios de residencia durante siete años.

Datos de educación médica para graduados estado por estado

estudiantes de medicina

Todos los graduados de la escuela de medicina deben completar un período de GME, o capacitación de residencia, para obtener la licencia para ejercer la medicina en los Estados Unidos. GME comprende la segunda fase, después de la escuela de medicina, de la educación formal que prepara a los médicos para la práctica médica. Durante la residencia, los médicos aprenden habilidades y técnicas específicas de su especialidad elegida bajo la supervisión de los médicos tratantes y sirven como parte de un equipo de atención.

Datos de educación médica para graduados estado por estado

¿Qué es la educación médica de posgrado (GME)?

Todos los graduados de la escuela de medicina deben completar un período de GME, o capacitación de residencia, para obtener la licencia para ejercer la medicina en los Estados Unidos. GME comprende la segunda fase, después de la escuela de medicina, de la educación formal que prepara a los médicos para la práctica médica. Durante la residencia, los médicos aprenden habilidades y técnicas específicas de su especialidad elegida bajo la supervisión de los médicos tratantes y sirven como parte de un equipo de atención.

Datos clave sobre GME y los hospitales docentes

192 escuelas que otorgan MD y DO 192 Escuelas que otorgan MD y DO

1.100 hospitales universitarios en los Estados Unidos.

90,000 puestos de residentes respaldados por Medicare

107,000residentes en formación elegibles para la financiación de Medicare

17,000+Residentes entrenando en cupos no soportados por Medicare DGME

21 % de la parte de los costos directamente asociados con la capacitación de residencia cubiertos por Medicare.

Educación Médica de Posgrado, 2021-2022

Sarah E. Brotherton, PhD; Sylvia I. Etzel La Asociación Médica Americana (AMA) y la Asociación de Colegios Médicos Americanos (AAMC) patrocinan y administran el Censo Nacional GME [educación médica de posgrado] a través de GME Track (un producto de AAMC basado en Internet), y mantienen conjuntamente una base de datos de información sobre programas de capacitación acreditados por el Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Posgrado (ACGME) y de los residentes y becarios en los programas.

Desde mayo hasta diciembre de 2021, se les pidió a todos los directores de los programas acreditados de ACGME que completaran el componente de encuesta del programa del Censo Nacional de GME utilizando GME Track.

La información sobre las características educativas de los programas de capacitación se agrega a FREIDA (la base de datos de residencia y becas de AMA), que es un recurso público sobre los programas de GME disponibles para estudiantes de medicina, residentes y becarios.

 A partir de finales de julio de 2021, se encuestó a los directores de programas sobre sus residentes y becarios activos, transferidos y graduados para el año académico 2021-2022.

 A los directores de programas se les proporcionaron listas de residentes y becarios de la base de datos actual y se les pidió que (1) confirmaran o modificaran el estado de capacitación de los aprendices que estuvieron presentes en sus programas durante el año anterior; (2) agregar nuevos médicos a su programa que aún no estaban en nuestra base de datos; y (3) confirmar, editar o agregar información demográfica sobre todos los aprendices.

Esta información demográfica incluye sexo, fecha de nacimiento, país de nacimiento, estado de ciudadanía, raza y etnia hispana. La información sobre la raza y el origen étnico hispano para los residentes y becarios que la habían proporcionado a través de varias solicitudes de AAMC (por ejemplo, el Servicio de Solicitud de Residencia Electrónica) se llevó adelante a partir de esas solicitudes y se incluyó en el Censo Nacional de GME. Encuestamos a 12 602 programas activos, de los cuales 12 081 (95.9%) completaron la encuesta del programa y 10 857 (86.2%) confirmaron el estado de todos sus médicos activos en formación, lo que representa 146 171 de un estimado de 148 874 aprendices activos (98.2%) en programas acreditados por ACGME durante el año académico 2021-2022. Otros 56 programas (0,4%) confirmaron algunos, pero no todos, sus aprendices (1156 aprendices, 0,8%); 570 programas (4,5%) confirmaron que no tenían aprendices; 575 programas (4,6%) confirmaron la condición de aprendices no activos (graduados y transferencias) pero no tenían ningún médico activo en formación; y 544 programas (4,3%) no confirmaron el estado de ningún médico en formación (incluidos 374 programas que aparentemente no tenían ningún médico activo en formación). Un total del 97,7% de todos los médicos en nuestra base de datos tenían su estado confirmado (por ejemplo, activo, graduado, transferido, retirado). Los médicos cuyo estado no fue confirmado fueron «avanzados» en el siguiente año de capacitación (n = 1716 [1.2% de los residentes activos]) o «graduados» según la fecha de graduación esperada (n = 1246 [2.5% de los residentes graduados y becarios]). En total, estimamos que hubo 148 874 residentes activos en programas acreditados por ACGME durante el año académico 2021-2022.

Conclusiones:

El mejor sistema de formación médica de post grado es la residencia médica. Pero año tras año hay menos postulantes, la mitad de los que egresan desisten hacer la residencia médica, por ello debemos abordar desde las universidades una revisión del esquema de contratación, enseñanza, actividades prácticas, rotaciones, supervisión, certificación, remuneración y seguro de salud. Los que contratan deben pensar que tiene que cobrar un salario que le permita alquilar y comer mínimamente. Cualquier cosa que hagamos será para bien, como seleccionar vacantes de especialidades. Ofrecer otras para los que no estuvieron rankeados para las primeras elegidas. Mejorar la remuneración, sostener exigencias académicas, e incorporar la investigación, y la simulación.

Estamos frente a una cuestión dilemática, tenemos que darles a todos los médicos que egresan vacantes para que terminen la residencia, para ello, los que son de nuestra nacionalidad o se van a quedar como médicos de planta, tendríamos que plantearnos mejorar las condiciones laborales, como hace el Medicare, y las prepagas, las obras sociales y los Ministerios, suplementar el salario de los residentes y el primer año de continuidad como médico de planta. Estructurar un mecanismo de incentivos para que sea elegible la posición de residencia. Debatir sobre las condiciones del mercado laboral en las áreas críticas, en neonatología, en cirugía infantil, en pediatría, en otras que localmente lo requieran. Acortar la duración progresivamente hasta llegar a los tres años. Acordar con los financiadores que privilegien instituciones que tengan formación y que tengan planta. modificar los regímenes de trabajo para que los médicos de las especialidades críticas que no hagan más guardias de 24 hs, y con ello disminuir la fatiga, mejorar la seguridad y la calidad de atención.

Gestión y Economía de la Salud

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