•Primera herramienta de inteligencia artificial móvil para la guía de identificación MALDI-TOF adaptada a laboratorios de habla hispana.
•La base de conocimientos curada admite identificaciones raras de las plataformas Bruker y VITEK MS.
•Un estudio piloto mostró una dependencia del 80 % menor de documentos estáticos.
Abstract
La espectrometría de masas MALDI-TOF (Matrix-Assisted Laser Desorbation/Ionization Time-of-Flight) ha transformado la identificación microbiana , pero plantea desafíos en la interpretación de resultados para organismos inusuales y casos ambiguos. Desarrollamos MALDI-BOT, un asistente virtual en español que aprovecha el procesamiento del lenguaje natural (Gemini 1.5 Flash API) para brindar acceso instantáneo a las guías de interpretación MALDI-TOF basadas en evidencia de la Red Nacional de Identificación Microbiológica por Espectrometría de Masas (RENAEM) de Argentina.
Un estudio piloto de seis semanas con 18 profesionales en cinco laboratorios demostró una alta usabilidad (el 100 % calificó la interfaz como «fácil» o «muy fácil»), un ahorro de tiempo significativo (80 % de reducción en la dependencia de documentos estáticos) y un sólido soporte para la interpretación de organismos raros y resultados ambiguos. De libre acceso, MALDI-BOT representa un enfoque innovador para democratizar el conocimiento microbiológico especializado en las regiones de habla hispana y ofrece un modelo escalable para herramientas de diagnóstico basadas en IA en entornos con recursos limitados.
1. Introducción
La introducción de la espectrometría de masas de tiempo de vuelo con desorción/ionización láser asistida por matriz (MALDI-TOF MS) en los laboratorios de microbiología clínica ha marcado un avance significativo en la identificación microbiana , ofreciendo mayor precisión, velocidad y rentabilidad en comparación con los métodos bioquímicos tradicionales ( Singhal et al., 2015 , Ge et al., 2017 ). Sin embargo, los desafíos se extienden más allá de la adquisición y el mantenimiento de los equipos. Los microbiólogos clínicos a menudo enfrentan dificultades para interpretar los resultados, en particular para especies estrechamente relacionadas, organismos inusuales o identificaciones ambiguas. En América Latina, donde las barreras del idioma dificultan el acceso a recursos científicos dominados por el inglés ( Amano et al., 2016 ), los microbiólogos clínicos enfrentan obstáculos significativos para obtener orientación actualizada de documentos estáticos, artículos de investigación o bases de datos de fabricantes, en particular en entornos con recursos limitados con una infraestructura de escritorio limitada.
Para abordar estos problemas, Argentina estableció la Red Nacional de Identificación Microbiológica por Espectrometría de Masas (RENAEM), que reúne a laboratorios públicos y privados que utilizan la espectrometría de masas para diagnósticos. La red desarrolló pautas de interpretación de MALDI-TOF MS ( Rocca et al., 2020 ) que enfatizan la relevancia clínica de informar la identificación a nivel de género, grupo o complejo, reconociendo que en muchos casos, este nivel de resolución es suficiente para la toma de decisiones terapéuticas. Esto es particularmente cierto cuando las similitudes fenotípicas o genómicas entre especies dentro del mismo género no influyen significativamente en las opciones de tratamiento. Las pautas de RENAEM se basan en ensayos de verificación realizados por laboratorios de referencia argentinos ( Barberis et al., 2014 , Almuzara et al., 2015 , Rocca et al., 2019 , Litterio et al., 2024 , Rocca et al., 2025 ) y una revisión exhaustiva de la literatura científica, que proporciona recomendaciones basadas en evidencia para la interpretación de los resultados de identificación. Además, ofrecen alternativas para identificar bacterias raras o inusuales que no pueden resolverse completamente utilizando MALDI-TOF solo ( Prieto et al., 2025 ).
Para mejorar la accesibilidad, desarrollamos MALDI-BOT ( https://maldibot.ar ), un asistente virtual accesible desde dispositivos móviles que ofrece orientación instantánea en español, adaptada a laboratorios hispanohablantes. Al integrar las directrices RENAEM con el procesamiento del lenguaje natural , MALDI-BOT facilita el acceso a conocimientos microbiológicos complejos y a las necesidades clínicas prácticas, reduciendo las barreras lingüísticas y de recursos.
2. Arquitectura y desarrollo del sistema
MALDI-BOT se desarrolló como una aplicación web responsiva que utiliza HTML5, CSS3 y JavaScript para el frontend, con un backend PHP 8.1/MySQL 8.0 integrado con la API Flash de Gemini 1.5 para el procesamiento del lenguaje natural . La base de conocimiento ( Prieto et al., 2025 ) está integrada en la arquitectura de indicaciones del sistema, con directrices seleccionadas integradas como instrucciones estructuradas que guían las respuestas del modelo de IA. Este enfoque garantiza resultados consistentes y fiables al limitar el modelo a responder exclusivamente a partir del contenido de conocimiento integrado, en lugar de generar respuestas a partir de sus datos de entrenamiento generales.
3 . Desarrollo y gestión de la base de conocimientos
La base de conocimientos se desarrolló sistemáticamente mediante un proceso de varias etapas para garantizar su fiabilidad y relevancia clínica. La adquisición de contenido comenzó con la compilación de las directrices de interpretación de MALDI-TOF de RENAEM de Argentina, que integraron datos de ensayos de verificación realizados por laboratorios nacionales de referencia ( Prieto et al., 2025 ). Este material fundamental incluyó recomendaciones basadas en la evidencia para 130 géneros bacterianos, detallando los criterios de identificación a nivel de género y especie. La base de conocimientos facilita la interpretación de los resultados de MS MALDI-TOF de las principales plataformas comerciales, como Bruker Daltonics (MALDI Biotyper) y bioMérieux (VITEK MS), con directrices específicas para cada plataforma, adaptadas a las características de la base de datos y los algoritmos de puntuación de cada sistema.
El contenido está organizado en un marco jerárquico que comprende tres categorías principales: interpretaciones de identificación de género/especie, mejores prácticas metodológicas y orientación para la resolución de problemas.
Para mantener la precisión y la relevancia, el sistema seguirá un protocolo de actualización anual que integra nuevas clasificaciones taxonómicas de fuentes autorizadas (p. ej., la Lista de Nombres Procarióticos con Permanencia en la Nomenclatura [LPSN; https://www.bacterio.net/ ]), incorpora protocolos de identificación revisados validados por los laboratorios de referencia de RENAEM e implementa sistemáticamente los comentarios de los usuarios recopilados de los centros clínicos participantes. Este ciclo de actualización anual se estableció para alinearse con las principales revisiones anuales de las bases de datos comerciales de MALDI-TOF, a la vez que sigue siendo factible para su implementación en entornos de laboratorio con recursos limitados. El protocolo garantiza que la base de conocimientos se mantenga sincronizada con la evolución de los estándares microbiológicos y las necesidades clínicas, y todas las actualizaciones se controlan por versión y se archivan para mayor transparencia y reproducibilidad. La base de conocimientos completa, incluidas las actualizaciones versionadas, es de acceso público a través de Zenodo (DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.14616919 ), lo que promueve la transparencia y la mejora colaborativa.
4. Implementación y medidas de seguridad
Las medidas de seguridad incluyen la protección de la clave API mediante variables de entorno del servidor, cifrado HTTPS con TLS 1.3, desinfección de entradas para evitar ataques de inyección, limitación de velocidad (120 solicitudes por hora por dirección IP) y análisis de vulnerabilidades automatizados y rutinarios para mitigar riesgos. Se priorizó la accesibilidad mediante el cumplimiento de los estándares WCAG 2.1 Nivel AA, incorporando compatibilidad con lectores de pantalla, navegación con teclado y un modo de alto contraste para adaptarse a las diversas necesidades de los usuarios. Este enfoque integral equilibra el rendimiento, la protección y la usabilidad universal.
5. Entrada y funcionalidad del sistema
MALDI-BOT permite a los usuarios ingresar nombres de organismos o consultas en lenguaje natural en español para obtener una guía microbiológica precisa para interpretar los resultados de identificación de MALDI-TOF MS.
Cuando los usuarios realizan consultas como «¿Puedo reportar Streptococcus pneumoniae ?» o simplemente introducen el nombre del organismo, MALDI-BOT detecta automáticamente la intención clínica y responde con una guía en tres partes: (1) primero explica la limitación fundamental de la espectrometría de masas MALDI-TOF para distinguir S. pneumoniae de S. mitis debido a sus perfiles espectrales casi idénticos ( Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio, 2017 ); (2) luego recomienda pruebas complementarias con susceptibilidad a la optoquina , con mención opcional de las pruebas de solubilidad biliar para los laboratorios que cuentan con esta capacidad; y (3) proporciona enlaces directos a los protocolos relevantes en la base de conocimientos. Esta respuesta completa se genera en menos de 3 segundos.
La adopción de MALDI-TOF MS ha transformado los flujos de trabajo de laboratorio al permitir una identificación microbiana más rápida y confiable , al mismo tiempo que requiere educación continua para abordar patógenos emergentes o poco comunes . Por ejemplo, cuando un laboratorio identifica un aislado como Acinetobacter pittii por MALDI-TOF MS y consulta MALDI-BOT, el sistema confirma inmediatamente su clasificación dentro del complejo A. baumannii-calcoaceticus (ACB). Si bien MALDI-TOF MS proporciona una diferenciación rápida y precisa de especies estrechamente relacionadas como A. baumannii y A. nosocomialis , que son bioquímicamente similares y difíciles de distinguir fenotípicamente ( Vijayakumar et al., 2019 ), esta resolución mejorada introduce nuevos desafíos para los médicos que se encuentran con especies menos familiares como A. pittii . Informar sobre dichos aislados como parte del complejo ACB estandariza la comunicación clínica y enfatiza la necesidad crítica de pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos específicas y medidas estrictas de control de infecciones para prevenir la transmisión asociada a la atención médica.
Para patógenos muy raros como Francisella philomiragia , Wohlfahrtiimonas chitiniclastica , etc., MALDI-BOT ofrece una guía completa que incluye: (1) relevancia clínica y contexto epidemiológico, (2) patrones típicos de susceptibilidad a los antimicrobianos y (3) limitaciones específicas de la plataforma, como la inclusión en bases de datos de uso exclusivo en investigación (RUO) frente a bibliotecas autorizadas por la FDA. El sistema identifica los aislamientos que requieren pruebas confirmatorias adicionales debido a las restricciones de la base de datos y proporciona recomendaciones específicas para métodos complementarios, incluidos ensayos moleculares, para garantizar una identificación fiable.
A diferencia de las herramientas de IA de uso general que pueden depender de fuentes web no verificadas, MALDI-BOT se basa en una base de conocimiento seleccionada y basada en la evidencia. Este enfoque garantiza respuestas fiables, consistentes y prevalidadas, ya que todo el contenido es revisado por expertos de laboratorios de referencia y respaldado por ensayos de verificación y literatura científica revisada por pares. Al limitar las respuestas a esta base de conocimiento validada, MALDI-BOT proporciona a los microbiólogos una guía fiable y probada en laboratorio para la toma de decisiones clínicas informadas. (Vídeo de demostración disponible en https://vimeo.com/1097332020/8c3464c933?share=copy ).
6. Evaluación preliminar del desempeño e implementación clínica
Se realizó un estudio piloto prospectivo de seis semanas en cinco laboratorios clínicos de alta complejidad en Argentina. Se reclutaron 18 participantes, estratificados por experiencia: microbiólogos senior (n = 8, con más de 5 años de experiencia en MALDI-TOF), microbiólogos junior (n = 6, con 1 a 5 años de experiencia) y técnicos de laboratorio (n = 4). Los participantes integraron MALDI-BOT en sus procesos bacteriológicos diarios, procesando aislamientos consecutivos. El impacto del sistema se evaluó mediante una encuesta estandarizada.
La cohorte del estudio estuvo compuesta por 18 profesionales con experiencia autodeclarada en EM MALDI-TOF: el 60 % (n = 11) eran usuarios avanzados y el 40 % (n = 7) usuarios intermedios. Todos los participantes accedieron a MALDI-BOT exclusivamente a través de dispositivos móviles (teléfonos inteligentes iOS o Android) durante sus procesos rutinarios. El asistente virtual se integró a la perfección en la práctica diaria: el 80 % de los usuarios lo utilizaban a diario y el 20 % lo utilizaba ocasionalmente para obtener información en casos complejos.
La usabilidad (100 % de interfaz «fácil/muy fácil»), la claridad de las respuestas (80 % «siempre/casi siempre clara») y la idoneidad clínica de los tiempos de respuesta fueron bien recibidas. Las consultas sin resolver, que generalmente implicaban información faltante en la base de conocimientos, se presentaron en ≤ 20 % de los casos, lo que refleja un rendimiento inicial sólido.
Los usuarios valoraron especialmente tres características clave de MALDI-BOT: guía sobre microorganismos poco comunes (60 % de los encuestados), recomendaciones para pruebas confirmatorias complementarias (40 %) y asistencia para la interpretación de resultados ambiguos (20 %), definidos como (a) puntuaciones de confianza alta (>2,0 en sistemas Bruker) que coinciden con múltiples especies en la base de datos, o (b) un porcentaje de confianza intermedio compartido entre diferentes especies (usuarios de VITEK MS). El sistema demostró plena compatibilidad con Bruker MALDI Biotyper (2 laboratorios) y bioMérieux VITEK MS (3 laboratorios).
Los comentarios de los usuarios destacaron oportunidades de mejora, en particular las solicitudes de ampliar la cobertura de contenido para incluir hongos filamentosos , levaduras e integración del contexto clínico, como perfiles de resistencia y guías para pruebas de susceptibilidad. En el estudio piloto, el 80 % de los usuarios reportó una reducción significativa en la dependencia de documentos estáticos para la interpretación de resultados, aunque no se cuantificó el ahorro de tiempo exacto. Se identificaron deficiencias críticas, como la necesidad de actualizaciones en tiempo real sincronizadas con las revisiones de las bases de datos comerciales.
7. Conclusión
MALDI-BOT se implementó con éxito como plataforma de libre acceso en https://maldibot.ar . La interfaz permite a los usuarios realizar consultas taxonómicas microbianas y recibir recomendaciones instantáneas basadas en evidencia. Su diseño adaptable garantiza la funcionalidad en dispositivos móviles y navegadores, lo cual es fundamental para laboratorios con infraestructura de escritorio limitada.
El marco de MALDI-BOT facilita el cumplimiento de los laboratorios con las normas CLSI M58 ( Clinical and Laboratory Standards Institute, 2017 ), proporcionando orientación en tiempo real sobre cuándo se requieren pruebas confirmatorias adicionales, cómo interpretar resultados ambiguos y cuándo informar a nivel de género o de especie. Al ofrecer estas funciones en español a través de una plataforma móvil, MALDI-BOT aborda las brechas de equidad y ofrece un modelo para herramientas basadas en IA que se adaptan a los estándares de diagnóstico globales.
La plataforma ejemplifica cómo los asistentes virtuales basados en IA pueden conectar el conocimiento científico complejo con la práctica clínica ( Adamopoulou y Moussiades, 2020 ), proporcionando orientación contextual que mejora la toma de decisiones en identificaciones poco frecuentes o ambiguas. Aunque diseñada principalmente para laboratorios hispanohablantes, la plataforma sigue siendo accesible para usuarios internacionales gracias a las modernas herramientas de traducción basadas en navegador. Las pruebas iniciales han demostrado que estas herramientas permiten un uso razonablemente eficaz, lo que indica una aplicabilidad más amplia de la prevista inicialmente. No obstante, nuestro próximo paso es desarrollar una traducción al inglés exhaustivamente revisada de la base de conocimientos e incorporarla a la aplicación para garantizar una precisión y usabilidad óptimas para un público global.
Este enfoque se alinea con los esfuerzos globales para democratizar el conocimiento científico y mejorar la equidad diagnóstica en países de ingresos bajos y medios ( Amano et al., 2016 ). La compatibilidad del sistema con las principales plataformas comerciales (Bruker MALDI Biotyper y bioMérieux VITEK MS) mejora la escalabilidad en diversos entornos de laboratorio. Los comentarios de los usuarios de la fase piloto impulsan el desarrollo iterativo, lo que permite la expansión de la plataforma a otras regiones e idiomas.
La buena acogida de MALDI-BOT destaca el potencial de integrar el procesamiento del lenguaje natural con bases de conocimiento seleccionadas para ofrecer orientación específica según el contexto, reduciendo la dependencia de recursos estáticos y fomentando la formación continua de los profesionales sanitarios. El marco establecido puede adaptarse para ser compatible con varios idiomas, lo que permite a los microbiólogos de todo el mundo acceder a orientación basada en la evidencia en sus lenguas maternas. Sumado a la accesibilidad actual mediante herramientas de traducción de navegadores, esto crea oportunidades inmediatas para su adopción internacional mientras se desarrollan versiones multilingües más completas. Fomentando la colaboración internacional, podemos transformar MALDI-BOT de una herramienta especializada a un recurso verdaderamente global que supere las barreras lingüísticas y mejore la precisión diagnóstica en diversos entornos sanitarios. Animamos a los laboratorios, sociedades profesionales e investigadores interesados a unirse a este esfuerzo colaborativo para democratizar el acceso a una guía fiable de interpretación de la EM MALDI-TOF
Esta carrera «armamentística» entre los grandes operadores tecnológicos, las big tech: Microsoft, Google, Amazon, por apoderarse del gran volumen de datos de salud, el nuevo Litio de la economía, de utilizar algoritmos y lanzar sus productos antes que terminar de madurar o de cargarlos con bases de datos seguras, limpias, con minería, aplicando cautelosamente la ciencia de datos, el machine learning, y las redes neuronales. Para mejorar efectivamente la atención.
Todas las tecnologías, la IA se puede aplicar de maneras que son perjudiciales. Los riesgos asociados con la medicina y la atención médica incluyen la posibilidad de que los errores de IA causen daño al paciente,11 12 Problemas con la privacidad y seguridad de los datos13–15 y el uso de la IA de manera que empeore las desigualdades sociales y de salud, ya sea incorporando sesgos humanos existentes y patrones de discriminación en algoritmos automatizados o implementando IA de manera que refuerce las desigualdades sociales en el acceso a la atención médica.16
Un ejemplo de daño acentuado por datos incompletos o sesgados fue el desarrollo de un oxímetro de pulso impulsado por IA que sobreestimó los niveles de oxígeno en sangre en pacientes con piel más oscura, lo que resultó en el tratamiento insuficiente de su hipoxia.17 También se ha demostrado que los sistemas de reconocimiento facial son más propensos a clasificar erróneamente el género en sujetos de piel más oscura.18 . El primer conjunto de amenazas proviene de la capacidad de la IA para limpiar, organizar y analizar rápidamente conjuntos de datos masivos que consisten en datos personales, incluidas las imágenes recopiladas por la presencia cada vez más ubicua de cámaras, y para desarrollar campañas de marketing e información altamente personalizadas y específicas, así como sistemas de vigilancia muy ampliados. Esta capacidad de la IA puede aprovecharse, por ejemplo, mejorando nuestro acceso a la información o contrarrestando actos de terrorismo. Pero también puede ser mal utilizado con graves consecuencias.
A los sanitarios de a pie, que buscamos herramientas para ser más seguros y tener menos incertidumbre diagnóstica y terapéutica, para mejorar la atención de nuestros pacientes, tenemos que utilizar estas herramientas con precaución, revisar, contrastar, verificar, contribuyendo a su crecimiento y su madurez, porque permitirá que seamos mejores, eso es lo que creo, leyendo todos los días un poco, buscando el equilibrio que la influencias de semejantes actores pueden ejercer sobre nosotros.
Microsoft lanzó una IA que responde preguntas médicas, pero es extremadamente inexacta
BioGPT, el sistema de inteligencia artificial desarrollado por Microsoft para responder preguntas en el ámbito médico y biológico ha recibido atención significativa tras declaraciones de la empresa que sugerían que había alcanzado resultados comparables a los de personas expertas en determinadas pruebas. Sin embargo, evaluaciones independientes han revelado que esta IA presenta limitaciones importantes. Entre sus principales deficiencias, destaca la generación de respuestas imprecisas y, en ocasiones, información errónea, tanto en temas pseudocientíficos como en materia médica relevante. Ejemplos incluyen la invención de datos sobre fenómenos sobrenaturales y la emisión de afirmaciones peligrosas que podrían poner en riesgo a pacientes mal informados. Estas observaciones evidencian la necesidad de cautela al considerar sistemas de IA en contextos clínicos y refuerzan la importancia de una validación rigurosa antes de su uso en la práctica médica.
La inteligencia artificial médica de Microsoft es bastante impresionante, excepto cuando afirma que las vacunas podrían causar autismo y que los hospitales están plagados de fantasmas.
A principios de este año, Microsoft Research hizo una declaración llamativa sobre BioGPT, un sistema de inteligencia artificial que sus investigadores desarrollaron para responder preguntas sobre medicina y biología.
En una publicación de Twitter, el gigante del software afirmó que el sistema había «alcanzado la paridad humana», lo que significa que una prueba había demostrado que podía funcionar tan bien como una persona en ciertas circunstancias. El tuit se hizo viral. En ciertos sectores de internet, aprovechando la ola de entusiasmo por el recién lanzado ChatGPT de OpenAI, la respuesta fue casi entusiasta.
«Está sucediendo», tuiteó un investigador biomédico.
«La vida te alcanza rápidamente», reflexionó otro. «Aprende a adaptarte y a experimentar».
Es cierto que las respuestas de BioGPT están escritas en el estilo preciso y seguro de los artículos en revistas biomédicas que Microsoft utilizó como datos de entrenamiento.
Pero durante las pruebas de Futurism , pronto se hizo evidente que, en su estado actual, el sistema es propenso a generar respuestas extremadamente inexactas que ningún investigador o profesional médico competente sugeriría jamás. El modelo generará respuestas sin sentido sobre fenómenos pseudocientíficos y sobrenaturales, y en algunos casos incluso generará información errónea que podría ser peligrosa para pacientes mal informados.
¿Una deficiencia particularmente llamativa?Al igual que otros sistemas avanzados de IA conocidos por alucinar con información falsa , BioGPT con frecuencia inventa afirmaciones médicas tan extrañas que resultan involuntariamente cómicas.
Al preguntarle sobre el número promedio de fantasmas que rondan un hospital estadounidense, por ejemplo, citó datos inexistentes de la Asociación Americana de Hospitales que, según afirmaba, mostraban que el «promedio de fantasmas por hospital era de 1,4». Al preguntarle cómo afectan los fantasmas a la duración de la hospitalización, la IA respondió que los pacientes que ven los fantasmas de sus familiares tienen peores resultados, mientras que quienes ven fantasmas no relacionados no los tienen.
Otras debilidades de la IA son más graves y a veces proporcionan información errónea importante sobre temas médicos polémicos.
BioGPT también generará texto que haría salivar a los teóricos de la conspiración, llegando incluso a sugerir que la vacunación infantil puede causar la aparición del autismo. En realidad, por supuesto, existe un amplio consenso entre médicos e investigadores médicos de que no existe tal vínculo —y un estudio que pretendía demostrarlo fue posteriormente retractado— , aunque la creencia generalizada del público en la teoría de la conspiración continúa reduciendo las tasas de vacunación , a menudo con resultados trágicos .
Sin embargo, BioGPT no parece haber recibido ese memorando. Al ser preguntado sobre el tema, respondió que «las vacunas son una de las posibles causas del autismo». (Sin embargo, añadió una advertencia desconcertante: « No estoy a favor ni en contra del uso de vacunas».)
No es inusual que BioGPT proporcione una respuesta que se contradice abiertamente. Una ligera modificación en la formulación de la pregunta sobre las vacunas, por ejemplo, generó un resultado diferente, pero que, de nuevo, contenía un grave error.
«Las vacunas no son la causa del autismo», admitió esta vez, antes de afirmar falsamente que «la vacuna MMR [sarampión, paperas y rubéola] fue retirada del mercado estadounidense debido a preocupaciones sobre el autismo».
En respuesta a otra pequeña reformulación de la pregunta, también afirmó falsamente que “los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron recientemente de un posible vínculo entre las vacunas y el autismo”.
Parece casi insuficiente calificar de «inexacta» esta ensalada de palabras contradictoria. Parece más bien una mezcla de los datos de entrenamiento de la IA, que aparentemente extrae palabras de artículos científicos y las recompone de forma gramaticalmente convincente, similar a respuestas médicas, pero con poca consideración por la precisión fáctica o incluso la coherencia.
Roxana Daneshjou, investigadora clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford que estudia el auge de la IA en la atención médica, declaró a Futurism que modelos como BioGPT están «entrenados para dar respuestas que parecen plausibles como el habla o el lenguaje escrito». Sin embargo, advirtió que «no están optimizados para la producción precisa de información».
Otro aspecto preocupante es que BioGPT, al igual que ChatGPT , es propenso a inventar citas y fabricar estudios para respaldar sus afirmaciones.
«Lo que pasa con las citas inventadas es que parecen reales porque [BioGPT] fue entrenado para crear resultados que parecen lenguaje humano», dijo Daneshjou.
«Creo que mi mayor preocupación es ver cómo la gente en el ámbito médico quiere empezar a utilizar esto sin comprender plenamente cuáles son todas las limitaciones», añadió.
Un portavoz de Microsoft se negó a responder directamente preguntas sobre los problemas de precisión de BioGPT y no comentó si existían preocupaciones de que las personas pudieran malinterpretar o usar mal el modelo.
«Contamos con políticas, prácticas y herramientas de IA responsables que guían nuestro enfoque, e involucramos a un equipo multidisciplinario de expertos para ayudarnos a comprender los posibles daños y las mitigaciones a medida que continuamos mejorando nuestros procesos», afirmó el portavoz en un comunicado.
«BioGPT es un modelo de lenguaje extenso para la minería y generación de textos de literatura biomédica», añadieron. «Su objetivo es ayudar a los investigadores a optimizar el uso y la comprensión del creciente volumen de publicaciones de investigación biomédica a medida que se realizan nuevos descubrimientos. No está diseñado para ser utilizado como una herramienta de diagnóstico para el consumidor. Mientras organismos reguladores como la FDA trabajan para garantizar que el software de asesoramiento médico funcione correctamente y no cause daños, Microsoft se compromete a compartir sus propios aprendizajes, innovaciones y mejores prácticas con responsables de la toma de decisiones, investigadores, científicos de datos, desarrolladores y otros. Seguiremos participando en conversaciones sociales más amplias sobre si se debe utilizar la IA y cómo hacerlo».
Hoifung Poon, director senior de Microsoft Health Futures, que trabajó en BioGPT, defendió la decisión de lanzar el proyecto en su forma actual.
«BioGPT es un proyecto de investigación», afirmó. «Publicamos BioGPT en su estado actual para que otros puedan reproducir y verificar nuestro trabajo, así como estudiar la viabilidad de los modelos lingüísticos extensos en la investigación biomédica».
Es cierto que la cuestión de cuándo y cómo publicar software potencialmente riesgoso es compleja. Abrir código experimental permite que otros puedan inspeccionarlo, evaluar sus deficiencias y crear sus propias mejoras o derivados. Pero, al mismo tiempo, publicar BioGPT en su estado actual pone a disposición de cualquiera con conexión a internet una nueva y poderosa máquina de desinformación, con toda la aparente autoridad de la distinguida división de investigación de Microsoft, además.
Katie Link, estudiante de medicina en la Facultad de Medicina Icahn e ingeniera de aprendizaje automático en la empresa de inteligencia artificial Hugging Face —que aloja una versión en línea de BioGPT con la que los visitantes pueden experimentar—, explicó a Futurism que hay que considerar algunas ventajas y desventajas antes de decidir si un programa como BioGPT es de código abierto. Si los investigadores optan por esta opción, un paso fundamental que sugirió fue añadir una advertencia clara al software experimental, advirtiendo a los usuarios sobre sus limitaciones e intenciones (BioGPT actualmente no incluye dicha advertencia).
«Es necesario establecer directrices, expectativas, exenciones de responsabilidad/limitaciones y licencias claras para estos modelos biomédicos en particular», afirmó, y agregó que los puntos de referencia que Microsoft utilizó para evaluar BioGPT probablemente «no sean indicativos de casos de uso reales».
Sin embargo, a pesar de los errores en los resultados de BioGPT, Link cree que hay mucho que la comunidad de investigación puede aprender al evaluarlo.
«Sigue siendo muy valioso para la comunidad en general tener acceso a probar estos modelos; de lo contrario, solo confiaríamos en la palabra de Microsoft sobre su rendimiento al leer el documento, sin saber cómo funciona realmente», dijo.
En otras palabras, el equipo de Poon se encuentra en una situación realmente difícil. Al hacer que la IA sea de código abierto, están abriendo otra caja de Pandora en una industria que parece especializada en ellas. Pero si no la hubieran publicado como código abierto, también habrían sido criticados con razón, aunque, como dijo Link, una advertencia clara sobre las limitaciones de la IA sería un buen comienzo.
«La reproducibilidad es un desafío importante en la investigación de IA en general», nos explicó Poon. «Solo el 5 % de los investigadores de IA comparte el código fuente, y menos de un tercio de la investigación en IA es reproducible. Publicamos BioGPT para que otros puedan reproducir y verificar nuestro trabajo».
Aunque Poon expresó su esperanza de que el código BioGPT fuera útil para promover la investigación científica, la licencia bajo la cual Microsoft lanzó el modelo también permite que sea utilizado para esfuerzos comerciales, lo que en el candente y publicitado mercado de capital de riesgo de las nuevas empresas de IA contemporáneas no parece particularmente descabellado.
No se puede negar que el anuncio celebratorio de Microsoft, que compartió junto con un artículo de apariencia legítima sobre BioGPT que el equipo de Poon publicó en la revista Briefings in Bioinformatics , le dio un aura de credibilidad que claramente resultó atractiva para la multitud de inversores.
«Bueno, esto podría ser significativo», tuiteó un inversor del sector salud como respuesta.
«Era sólo cuestión de tiempo», escribió un analista de capital de riesgo.
Incluso Sam Altman, el director ejecutivo de OpenAI (en la que Microsoft ya ha invertido más de 10 mil millones de dólares ) ha propuesto la idea de que los sistemas de IA pronto podrían actuar como «asesores médicos para personas que no pueden pagar la atención médica».
Ese tipo de lenguaje resulta atractivo para los emprendedores, ya que sugiere una intersección lucrativa entre la industria de la salud y la nueva y moderna tecnología de inteligencia artificial.
Doximity, una plataforma digital para médicos que ofrece noticias médicas y herramientas de telesalud, ya ha lanzado una versión beta del software basado en ChatGPT, diseñado para agilizar la redacción de documentos médicos administrativos. Abridge, que vende software de IA para documentación médica, acaba de cerrar un importante acuerdo con el Sistema de Salud de la Universidad de Kansas. En total, la FDA ya ha aprobado más de 500 algoritmos de IA para usos sanitarios.
Sin embargo, es probable que algunos en la fuertemente regulada industria médica se preocupen por la cantidad de empresas no médicas que han fallado en la implementación de sistemas de IA de vanguardia.
El ejemplo más destacado hasta la fecha es casi con toda seguridad un proyecto diferente de Microsoft: la IA de Bing, desarrollada con tecnología derivada de su inversión en OpenAI, y que fracasó rápidamente cuando los usuarios descubrieron que podía manipularse para revelar personalidades alternativas , afirmar que había espiado a sus creadores a través de sus cámaras web e incluso nombrar a varios enemigos humanos . Tras intentar disolver el matrimonio de una periodista del New York Times , Microsoft se vio obligada a reducir sus capacidades y ahora parece estar intentando averiguar hasta qué punto puede aburrir la IA sin eliminar lo que realmente le gustaba a la gente.
Y eso sin mencionar publicaciones como CNET y Men’s Health , que recientemente comenzaron a publicar artículos generados por IA sobre temas de finanzas y salud que luego resultaron estar plagados de errores e incluso plagio .
Más allá de errores involuntarios, también es posible que una herramienta como BioGPT pueda ser utilizada para generar intencionalmente investigaciones basura o incluso desinformación manifiesta.
«Existen posibles actores maliciosos que podrían utilizar estas herramientas de forma perjudicial, como intentar generar artículos de investigación que perpetúen la desinformación y que finalmente se publiquen», afirmó Daneshjou.
Es una preocupación razonable, especialmente porque ya existen revistas científicas depredadoras, conocidas como » fábricas de papel «, que cobran dinero para generar textos y datos falsos para ayudar a los investigadores a publicar.
La galardonada investigadora en materia de integridad académica, Dra. Elisabeth Bik, dijo a Futurism que cree que es muy probable que estos malos actores utilicen herramientas como BioGPT en el futuro, si es que no las están empleando ya.
«China exige que los médicos publiquen un artículo de investigación para obtener un puesto en un hospital o un ascenso, pero estos médicos no tienen el tiempo ni las instalaciones para investigar», afirmó. «No estamos seguros de cómo se generan esos artículos, pero es muy posible que se utilice IA para generar el mismo artículo de investigación una y otra vez, pero con diferentes moléculas y tipos de cáncer, evitando así usar el mismo texto dos veces».
Es probable que una herramienta como BioGPT también pueda representar una nueva dinámica en la politización de la desinformación médica.
Es decir, el artículo que Poon y sus colegas publicaron sobre BioGPT parece haber resaltado inadvertidamente otro ejemplo de cómo el modelo produce malos consejos médicos, y en este caso, se trata de un medicamento que ya se politizó intensamente durante la pandemia de COVID-19: la hidroxicloroquina.
En una sección del artículo, el equipo de Poon escribió que «cuando se pregunta ‘El medicamento que puede tratar la COVID-19 es’, BioGPT puede responder con el medicamento ‘hidroxicloroquina’, que de hecho aparece en MedlinePlus «.
Si la hidroxicloroquina le suena familiar es porque durante el período inicial de la pandemia, figuras de tendencia derechista, incluido el entonces presidente Donald Trump y el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, la aprovecharon como lo que decían que podría ser un tratamiento muy eficaz para el nuevo coronavirus.
Sin embargo, lo que el equipo de Poon no mencionó en su artículo es que la hidroxicloroquina como tratamiento para la COVID-19 se desmoronó rápidamente. Investigaciones posteriores demostraron su ineficacia e incluso su peligrosidad , y en medio del revuelo mediático en torno a los comentarios de Trump y Musk, al menos una persona falleció tras tomar lo que creía que era el fármaco.
De hecho, el artículo de MedlinePlus que citan los investigadores de Microsoft en el documento advierte que, después de una autorización inicial de uso de emergencia de la FDA para el medicamento, «los estudios clínicos demostraron que es poco probable que la hidroxicloroquina sea eficaz para el tratamiento de la COVID-19» y mostraron «algunos efectos secundarios graves, como latidos cardíacos irregulares», lo que provocó que la FDA cancelara la autorización.
«Como se indica en el artículo, BioGPT se entrenó previamente con artículos de PubMed antes de 2021, antes de la mayoría de los estudios sobre tratamientos verdaderamente efectivos para la COVID-19», nos explicó Poon sobre la recomendación de la hidroxicloroquina. «El objetivo de MedlinePlus es verificar que la generación no se deba a alucinaciones, que es una de las principales preocupaciones con estos modelos».
Sin embargo, incluso esa cronología es imprecisa. En realidad, ya se había formado un consenso médico en torno a la hidroxicloroquina a los pocos meses del brote —lo cual, cabe destacar, se reflejó en la literatura médica publicada en PubMed antes de 2021— y la FDA canceló su autorización de uso de emergencia en junio de 2020 .
Con esto no se pretende restar importancia a la impresionante evolución de los modelos de lenguaje generativo como BioGPT en los últimos meses y años. Al fin y al cabo, incluso las alucinaciones más extrañas de BioGPT son impresionantes en el sentido de que son respuestas semánticamente plausibles —y a veces incluso entretenidas, como con los fantasmas— a una asombrosa variedad de indicaciones impredecibles. No hace muchos años, su facilidad con las palabras habría sido inconcebible.
Y Poon probablemente tenga razón al creer que un mayor desarrollo de la tecnología podría llevarnos a resultados extraordinarios. Incluso Altman, el director ejecutivo de OpenAI, probablemente tenga razón al afirmar que, si la precisión fuera realmente absoluta, un chatbot médico capaz de evaluar los síntomas de los usuarios podría ser una valiosa herramienta de salud, o al menos, mejor que la práctica actual de buscar preguntas médicas en Google y, a menudo, obtener respuestas poco fiables, inescrutables o sin contexto.
Poon también señaló que su equipo todavía está trabajando para mejorar BioGPT.
«Hemos estado investigando activamente cómo prevenir sistemáticamente la generación incorrecta, enseñando a grandes modelos de lenguaje a verificarse a sí mismos, producir una procedencia muy detallada y facilitar una verificación eficiente con la participación humana», nos explicó.
A veces, sin embargo, parecía estar considerando dos nociones contradictorias: que BioGPT ya es una herramienta útil para los investigadores que buscan analizar rápidamente la literatura biomédica sobre un tema, y que sus resultados necesitan ser evaluados cuidadosamente por expertos antes de ser tomados en serio.
«BioGPT tiene como objetivo ayudar a los investigadores a optimizar el uso y la comprensión del creciente volumen de investigación biomédica», afirmó Poon, doctor en informática e ingeniería, pero sin título en medicina. «BioGPT puede ayudar a extraer información de artículos biomédicos, pero no está diseñado para evaluar la evidencia ni resolver problemas científicos complejos, que es mejor dejar en manos de la comunidad en general».
Al final del día, la llegada repentina de BioGPT al agitado e imperfecto mundo real de la IA es probablemente una señal de lo que vendrá, mientras un público crédulo y una frenética comunidad de startups luchan por ver más allá de resultados que parecen impresionantes para tener una comprensión más clara de las capacidades reales y tangibles del aprendizaje automático.
Todo esto se complica aún más por la existencia de malos actores, como advirtió Bik, o incluso aquellos que tienen buenas intenciones, pero están mal informados, cualquiera de los cuales puede usar las nuevas tecnologías de inteligencia artificial para difundir información errónea.
Musk, por ejemplo, que impulsó la hidroxicloroquina en un intento de restar importancia a la gravedad de la pandemia al tiempo que criticaba con furia los confinamientos que habían paralizado la producción de Tesla, ahora estaría reclutando personas para iniciar su propio competidor de OpenAI, que crearía una alternativa a lo que él llama «IA consciente».
Si la empresa de inteligencia artificial de Musk hubiera existido durante los primeros días de la pandemia de COVID, es fácil imaginarlo ejerciendo su poder modificando el modelo para promocionar la hidroxicloroquina, sembrar dudas sobre los confinamientos o hacer cualquier otra cosa que le convenga a sus finanzas o a sus caprichos políticos. La próxima vez que haya una crisis comparable, es difícil imaginar que no se desate una batalla feroz para controlar cómo se permite que los chatbots de IA respondan a las preguntas de los usuarios al respecto.
La realidad es que la IA se encuentra en una encrucijada. Su potencial puede ser considerable, pero su ejecución sigue siendo irregular, y si sus creadores logran optimizar la experiencia de los usuarios —o al menos garantizar la precisión de la información que presenta— en un plazo razonable probablemente determinará su potencial comercial a largo plazo. E incluso si lo logran, las implicaciones ideológicas y sociales serán formidables.
Una cosa es segura, sin embargo: aún no está del todo listo para el gran momento.
«En mi opinión, aún no está listo para su implementación», dijo Link sobre BioGPT. «Se necesitaría mucha más investigación, evaluación, capacitación y perfeccionamiento para cualquier aplicación posterior».
Mira J, Madarasova Geckova A, Knezevic B, Sousa P, Strametz R. Editorial: Psychological Safety in Healthcare Settings. Int J Public Health. 2024 Dec 2;69:1608073. doi: 10.3389/ijph.2024.1608073. PMID: 39687285; PMCID: PMC11646770.
Resumen del blog: La seguridad del paciente sigue siendo una prioridad, pero aún ocurren muchos eventos adversos prevenibles, afectando tanto a pacientes como a profesionales, quienes pueden convertirse en «segundas víctimas» al sufrir impactos emocionales tras incidentes. Factores como condiciones laborales deficientes, incertidumbre y sobrecarga contribuyen a estos sucesos.
El apoyo organizacional y la resiliencia del personal sanitario son esenciales para mejorar la atención. Proporcionar ambientes de trabajo seguros y estrategias de apoyo ayuda a disminuir el impacto emocional y fomenta una cultura de aprendizaje y prevención.
La seguridad psicológica, concepto introducido por Amy Edmondson, permite a los equipos hablar abiertamente sobre errores y mejorar la atención. Sin embargo, la cultura de la culpa predomina en muchos entornos, desalentando la participación activa en la mejora de la seguridad.
Se propone reforzar la formación de futuros profesionales en el reconocimiento y manejo del fenómeno de la segunda víctima, además de estrategias institucionales como:
Establecer entornos justos y transparentes para evaluar errores.
Equilibrar la responsabilidad individual y sistémica en la gestión de incidentes.
Fomentar la mejora continua y la transparencia.
Aprender y analizar incidentes para prevenir riesgos futuros.
Promover la equidad y el apoyo tras incidentes, distinguiendo entre errores y conductas riesgosas.
Con estas acciones, se puede avanzar hacia una cultura más justa, resiliente y compasiva, beneficiando tanto a profesionales como a pacientes.
La seguridad del paciente es una prioridad en todos los sistemas sanitarios. A pesar de esto, hasta el 24% de los ingresos hospitalarios y alrededor del 7% de los pacientes de atención primaria experimentan eventos adversos (EA) anualmente, y aproximadamente el 50% son prevenibles [1, 2]. Solo en la UE, estos EA prevenibles resultan en una pérdida de 1,5 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y un costo de 19,53 a 43,65 mil millones de euros en 2024 [3], con un impacto significativo en la calidad de la atención.
La mayoría de estos EA prevenibles se deben a condiciones de trabajo subóptimas [4]. La incertidumbre, la sobrecarga, la fatiga y la complejidad son factores limitantes comunes para la atención de calidad, incluida la seguridad del paciente.
Los trabajadores de la salud a menudo enfrentan traumas psicológicos por eventos como incidentes potencialmente mortales, pinchazos de agujas, muertes dramáticas, violencia, deterioro del paciente, reanimación, quejas, tendencias suicidas y errores que causan daño al paciente. Estos pueden alterar la práctica y la moral de los trabajadores de la salud, lo que afecta los resultados de los pacientes.
Por lo tanto, la resiliencia de la fuerza laboral es clave para brindar una atención óptima. De lo contrario, cuando se sienten abrumados y carecen de recursos para hacer frente, se convierten en segundas víctimas [5]. Son «cualquier trabajador de la salud involucrado-directa o indirectamente en un evento adverso imprevisto del paciente, un error de atención médica no intencional o una lesión del paciente, que se convierte en víctima en el sentido de que también se ve afectado negativamente».
Los factores organizacionales y los rasgos de personalidad influyen en la experiencia de la segunda víctima. Proporcionar condiciones de trabajo seguras es parte de los objetivos de la OMS para una atención más segura [6].
Los profesionales deben sentirse apoyados, capacitados, equipados, protegidos, descansados y provistos de un ambiente de trabajo adecuado, reduciendo la intensidad de esta experiencia como segundas víctimas.
Abordar esto involucra a las autoridades sanitarias, las profesiones de la salud, las sociedades científicas, la academia, las asociaciones de pacientes y la sociedad civil y requiere un compromiso con el autocuidado, los programas de prevención y las intervenciones de apoyo emocional.
La cultura de seguridad, particularmente la seguridad psicológica, es crucial. Introducido por Amy Edmondson [7] en 1999, describe la capacidad de hablar sin miedo sobre el desempeño, incluidos los errores, para mejorar la atención. Sin esto, la seguridad del paciente está en riesgo [8, 9]. Sin embargo, la cultura de la culpa sigue prevaleciendo en la atención médica [10], lo que afecta la forma en que los profesionales abordan los incidentes de seguridad. El miedo a la culpa dificulta el progreso hacia una cultura de seguridad. Muchas instituciones cumplen con las prácticas seguras de la OMS, pero no logran involucrar a los profesionales en la seguridad del paciente, reaccionando a eventos dramáticos sin prevenir daños potenciales. La gestión proactiva de riesgos fomenta una cultura de seguridad. Estas organizaciones están a punto de compartir una cultura que genere seguridad (Figura 1).
FIGURA 1.
Itinerario de seguridad del paciente: de la cultura formal a la cultura generativa de la seguridad del paciente (Europa, 2024).
Dado que los trabajadores de la salud no están adecuadamente capacitados para advertir a sus colegas sobre comportamientos de riesgo, manejar reacciones o apoyar a segundas víctimas (Kupkovicova et al.; Carrillo et al.) [11], se necesitan reformas educativas para abordar las brechas educativas identificadas en la seguridad del paciente e integrar el apoyo a la segunda víctima en la capacitación de estudiantes de medicina, enfermería y otros estudiantes de atención médica. Equipar a los futuros profesionales con habilidades para reconocer y abordar el fenómeno de la segunda víctima fomenta un entorno de trabajo de apoyo y mejora los resultados de seguridad del paciente. En última instancia, estos cambios pueden conducir a una mejor calidad de la atención, mejores resultados de seguridad del paciente y una fuerza laboral de atención médica más resistente.
Para apoyar a los profesionales de la salud y priorizar la seguridad y el bienestar del paciente, las organizaciones deben:
1. Crear un entorno justo y responsable: Implementar políticas que garanticen la transparencia y la equidad en la evaluación del desempeño y el manejo de errores, fomentando la confianza y la apertura.
2. Equilibrar la seguridad y la responsabilidad: Comprenda las causas fundamentales de los errores y aborde los problemas sistémicos para evitar que se repitan, equilibrando la responsabilidad individual con las mejoras sistémicas.
3. Comprométete con la mejora continua y la transparencia: Evalúa regularmente los protocolos de seguridad, utiliza los datos de incidentes para impulsar el cambio y promueve la apertura para generar confianza.
4. Aprenda de los incidentes: analice los incidentes, identifique los factores contribuyentes y desarrolle estrategias de mitigación de riesgos, capacitando al personal para que participe en iniciativas de seguridad.
5. Promover la equidad en la respuesta a incidentes: distinguir entre errores honestos, comportamiento de riesgo y comportamiento imprudente, centrándose en mejoras en todo el sistema y creando un entorno de apoyo.
Al implementar estas estrategias, las organizaciones de atención médica pueden apoyar mejor a los profesionales y cultivar una cultura justa, beneficiando a los pacientes. Fomentar el autocuidado, la resiliencia y el apoyo emocional, junto con la equidad y la mejora continua, crea un sistema de atención médica más eficaz y compasivo.
Tenemos que construir una opción con lo mejor de las dos alternativas.
Carlos Alberto Díaz. Profesor Titular Universidad ISALUD.
«El futuro no es lo que era». Paul Valery. Con esta frase el poeta Paul Valery se dirigía a la Academia Francesa expresando el malestar psicológico que traía aparejado la sustitución de un mundo predecible por una realidad dinámica e impredecible que los envolvía en la incertidumbre.
El texto reflexiona sobre la tendencia de la sociedad argentina a mirar al pasado como posible futuro y critica tanto la nostalgia por etapas ya vividas como la insatisfacción con el presente. Se mencionan problemas estructurales como la deuda, la inflación, el estancamiento económico, la falta de desarrollo y las deficiencias en áreas clave como salud y educación. El autor cuestiona la idealización de gobiernos pasados y alerta sobre el riesgo de repetir errores históricos, señalando la falta de memoria colectiva y la tendencia pendular de alternancia política. Se subraya la necesidad de dejar de lado confrontaciones estériles, encontrar consensos y apostar por un desarrollo equitativo y sostenido, evitando políticas que solo perpetúan las crisis y la falta de perspectivas para la sociedad.
¿El pasado es futuro?
No puede ser que un pasado fallido sea el futuro deseado. Especialmente por los más pobres, postergados, olvidados y librados a su suerte. Me resisto a creerlo.
Cierto es que el pasado puede ser el futuro de nuestra sociedad, ese pasado que dejo indicadores económicos con una deuda fiscal de un PBI completo, inflación del 300%, falta de crecimiento económico en más de 20 años, empleo privado en retroceso, sin un plan de desarrollo para un país, con un sistema sociosanitario que no tenía sustentabilidad, sostenibilidad, ni solvencia, con un PMO piso-techo, con usufructo de los recursos destinados a la salud, tanto por funcionarios, prestadores, como los gerentes de la pobreza, si hace menos de dos años quisimos salir de ello, y votamos en un sentido, ahora que cambió, ¿se hizo todo mal?. Seguro que no. Lo que se hizo bien no debe cambiar.
El pasado no puede ser el futuro, el presente, tampoco.
El presente Soberbio, que se pelea con todas las fuerzas políticas, todas las instituciones, con sus aliados y enemigos, que denota y pregona del estado eficiente, que afecta las necesidades de subsistencia de las personas, que quiere que las provincias se hagan cargo de la salud y la educación pero le restringe la coparticipación, que pretende que otras instituciones se hagan cargo de lo que no les interesa, que no es “importante”, que asfixia a las instituciones de la formación, al Garrahan, al hospital de Clínicas, a la UBA, la discapacidad, las jubilaciones, las rutas nacionales, es necesario hacer obras PÚBLICAS, las empresas de servicios públicos deficitarias. Sosteniendo una política antiinflacionaria, contractiva, de falta de crecimiento, de no creación de empleo, de falta de desarrollo.
Un pasado que será futuro, con inseguridad, inflación, falta de salud, educación de baja calidad, más jubilados que no aportaron, con mayor presión fiscal para solventar cuentas públicas que son una estafa a la gente.
Como no tenemos memoria. Como olvidamos. Como reivindicamos gobiernos que fueron atravesados por graves conflictos que la historia no ha juzgado, el gobierno de Menem. Que es la imagen del liberalismo moderno. Los atentados a las embajadas de Israel y a la mutual judía y al polvorín de Rio tercero para ocultar la venta de armas.
Ahora reivindicaremos los gobiernos de Nestor y Cristina. Que tuvieron la oportunidad única de realizar una reserva de divisas como hizo Brasil anticíclicas, con la soja a 600 dólares y salió a pelearse. El magnicidio de un fiscal. Y otras cuestiones, que llamativamente se han perdido en la memoria colectiva de las mayorías.
Este presente esta evolucionando inesperadamente al juicio político, con la pseudo legalidad de los 2/3 del parlamento que maltrató y luego de las nacionales de Octubre nos veremos envueltos en una crisis similar a De la Rua. Este muchacho esta siendo eyectado. No tiene aliados. Los que tiene son muy débiles. La pelea si es que existe esta perdida. Luego de la derrota nacional de Octubre saldrá despacio y en silencio. Todos los argentinos sufriendo otro experimento negativo quedando expuestos y de ilusiones partidas. Con las esperanzas aniquiladas. El juicio es político y, por eso, su desenlace tiene sólo consecuencias de ese tipo: su único objeto es la destitución de un funcionario o su inhabilitación para ejercer cargos públicos. Así lo sostiene el artículo 60 de la Constitución: “Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz de ocupar ningún empleo de honor, de confianza o a sueldo en la Nación”. La responsabilidad penal del funcionario, sostiene este artículo, queda a cargo de los tribunales ordinarios. La causa es subjetiva. El mal desempeño. y junto todos los enemigos de un lado. A los «imbéciles» frente a el. El único Juicio político que hubo en Argentina fue en 1947 a los integrantes de la Corte Suprema y al procurador general, por haber convalidado los golpes de Estado de 1930 y 1943.
Ayer mientras festejaban en el escenario, y la orquesta expresaba su música, el titanic nuevamente impacto con la realidad de un capitán que no escucha, que se encierra y no ve la realidad. Ya es tarde y no hay botes suficientes para que los argentinos nos subamos a ellos. Porque hoy los pobres serán más pobres, la clase media menos clase media y los ricos están analizando donde emigrar. Diciéndole a nuestros hijos que suerte Ustedes que se pueden ir a un país un poco más estable. Tal vez, no tan lejos, pero fuera de aquí.
Pareciera que en la actualidad una cantidad importante de ciudadanos que no concurren a votar, tienen apatía, bronca, se niegan a concurrir, puesto que no quieren optar, quieren elegir, en Argentina, no se está pudiendo elegir, no hay alternativas. El oficialismo no comprende que existe una realidad que el ajuste lo esta realizando fundamentalmente la clase media, con el retraso salarial y aumento de sus gastos en la canasta de esta clase social. Que es un motor de la economía formal e informal, no solo estar esperanzados que en el 2031 YPF exportará tantos dólares como el campo. La economía y la política tienen que coincidir. no existirá proyecto de país si no incluimos a las provincias. Que tienen sus inquietudes, sus contratos con los votantes. Se las puede sumar para hacer viable el proceso de las reformas.
El pasado, en lo político no es tan débil, gano una elección, el presente, el gobierno perdió una elección, perdió apoyo popular, debil en la administración, en lo legislativo y en lo político, y esto se puede llevar por delante a los endebles logros de lo económico, el presente es la negación y el pasado es el olvido, la memoria cortoplacista, el horizonte es el fracaso.
El Péndulo:
Es un mundo intersubjetivo, que las cosas son como a uno le parecen y no como ocurren realmente. No se puede soslayar las penurias y dificultades que afectan a la población, a las restricciones que tiene que hacer la clase media para caer con paracaídas a ser pobre. Mientras los políticos siguen con sus privilegios. Nada de eso se cortó. Sino que sobreactuó. Nadie vive con el precio del Barril del petróleo, ni exportando gas, litio o cobre, si haciendo infraestructura para ser un país que exportando pueda pagar sus gastos, y que su gente pueda vivir mejor. Que los resultados del esfuerzo se distribuyan. El gobierno actual no puede objetar toda política focalizadora de los recursos en los grupos más postergados. No podemos seguir en esta política pendular. No hay cuerpo social que aguante. Atacando a las coaliciones políticas que nos han gobernado desde el advenimiento de la democracia. Las que están en la oposición destruyen a los oficialismos. Pero en el péndulo nos golpeamos nosotros. Estamos los 46 millones de argentinos. Basta, basta de pegarnos tiros en los pies, y de agitar el péndulo. Poniendo en duda las reales competencias para gobernar de Milei y el mismísimo Ganador: Axel Kisiloff.
Es la era de los antagonismos, con una fobia social reinante por el agotamiento, donde gobierna la derecha, se agota y vienen las izquierdas, y viceversa.
El péndulo hace que lo que quisimos enterrar reverdece. El crecimiento económico para que sea valorado por la población tiene que ser distribuido. Estamos frente a una sociedad desanimada por falta de perspectivas. Volver a soñar. Nunca soñamos. Con un desarrollo.
“La diferencia entre pasado y presente, que necesariamente instaura la conciencia histórica, nada tiene que ver con la lógica de la presencia y la ausencia. Es decir, en pensar el pasado como lo ausente que se hace presente en el discurso histórico.La relación ausencia-presencia es de oposición, contradicción; la relación pasado-presente es de integración: tengo un presente en tanto tengo un pasado y tengo un pasado desde un presente que anticipa un futuro”. Mudrovcic, Maria Ines (2009). Pasados en Conflicto.
Memoria selectiva:
La memoria selectiva que no sabe de sacrificios duraderos, que los países que salieron de crisis como las argentinas hicieron una década mínimo de buenas cuentas, pero minimizando el daño, los efectos secundarios y las segundas víctimas.
Hay sangre en el mar de la política y los tiburones se percatan, irán por el juicio político, si no se blinda, esto no tendrá un buen fin. No pueden sufrir todos. Basta de denostar porque sí a los otros. No poder establecer puntos en común con personas que pueden pensar distinto.
El sistema de salud impávido:
Si se quiere un sistema de salud con solidaridad social, para igualar oportunidades a través de tener libertad para desarrollar proyectos, y ganar años de calidad de vida, para que la gente produzca más, y pueda tener un proyecto. Tener una mejor logística, empresas públicas que den buenos servicios, privados que inviertan, argentinos que puedan creer en su país, y pongan sus ahorros en generar divisas de exportación, darle al campo el apoyo de las condiciones que requiere, un plan hidráulico, rutas locales para llevar la producción y bajar los costos, generar divisas con la producción argentina, establecer con altruismo proyectos que beneficien a la sociedad. Que cada uno de ellos sea un escalón para subir un nivel, no importando el reconocimiento, la dedicación que lleva, el nombre del recuerdo, y la imagen pública, al final lo único que sirve es la satisfacción de haber realizado acciones que sirvan para romper con ese status quo, que entristece a todos “que nada puede cambiar”. Dejar que los empleadores mejoren el ingreso de sus trabajadores. Modificar el financiamiento de la salud y la discapacidad, mejorar las jubilaciones, crecer exportando, crecer trabajando, crecer con el esfuerzo.
Lo que la gente vota es insondable, cada uno lo hace es personal, no se puede explicar lo personalísimo. La gente vota por su interés. Su país es su interés.
Cuál es nuestro largo plazo:
El largo plazo hoy es el 27 de octubre, algunos están perdiendo la ilusión, otros quieren volver al infierno, porque las fuerzas del cielo que conocieron son peores, no hay peor necio que el que no quiere escuchar, el triángulo de hierro que es “cartón pintado”, triángulo de ambiciosos por un lado e improvisados por el otro y ahora, lo muertos están vivos nuevamente, nunca estuvieron muertos, solo esperaban el error, que llegó antes, servido por el mal argentino, la soberbia, podrá la Sra. estar libre nuevamente. No puede ser que el esquema político sea cada dos años cuando los contratos que transformarán la realidad de un país duran más de cuatro claramente. Quien invertirá, si otros en ser agentes de los pobres, vean esa inversión como una estafa extractiva a las riquezas de un país.
Un país de pobres sin dignidad.
Un país de pobres cada vez más pobres, con peores condiciones y peor educados, tanto que no importa la inseguridad, que te asalten esperando el transporte, para poder comprar la dosis del día, la inundación con las lluvias, la falta de cloacas, con las consecuencias en la salubridad, sino lo vano que fue el sacrificio, por la corrupción, por denostar la discapacidad y a los jubilados, porque se gana la elección donde más trabajo en negro hay en el país, que es el abandono del mañana, con trabajo en negro no hay presente.
Estas cuestiones, luego de treinta años de padecimiento, llevaron al acostumbramiento, a la elación, por las sustancias y el alcohol, quien se crio en un hogar pobre, vivió en una pobreza con otra dignidad, con esa que el inmigrante, quería que su hijo pudiese ascender en la escala social, por sus méritos y sus esfuerzos. Ser un lavacopas y llegar a ser médico, o cualquier otra cosa, que te permita ganarte la vida, con la dignidad del esfuerzo y sacrificio.
Los nodos de atención primaria fortalecida son centros o puntos estratégicos dentro del sistema de salud diseñados para fortalecer el primer nivel de atención, vinculando la comunidad a los servicios, mejorando el acceso y la continuidad de los cuidados. Se implementarían como construcciones modulares para ofrecer atención preventiva y curativa, integrar servicios multidisciplinarios y fomentar la participación comunitaria, buscando optimizar la salud de la población y reconfigurar la práctica sanitaria. Es llevar información y complejidad a la práctica ambulatoria, a un nivel prehospitalario y programado de pacientes de complejidad crónicos.
Nada de lo que se está haciendo hasta el momento en la atención primaria cumple con los objetivos internacionalmente propuestos para los sistemas de salud difundidos para mejorar el concepto de accesibilidad y de calidad de atención. Esto ocurre tanto en las políticas que no priorizan la atención primaria, en los aspectos de estructura, en la tecnología que se debiera instalar, la carencia de recursos humanos, sistemas de red, digitalización, sistemas de historia clínica informatizada, jerarquización de los profesionales, trabajo en equipo y comunicación efectiva. Es en realidad una atención para pacientes pobres que no tienen cobertura nominalizada. Precaria. Sin un concepto comunitario, ni sociosanitario. Tampoco se genera una atención primaria superior en los sistemas privados de atención. Donde la demanda en general de la clase media busca al especialista, y se siente conforme si consigue una consulta cerca de su domicilio en un tiempo breve. Los pacientes prefieren elegir.
El imperativo de fortalecer la atención primaria de salud (APS) ha sido ampliamente reconocido, pero muchas jurisdicciones luchan con la escasez, la falta de centros y la mala distribución geográfica de los médicos generalistas o de familia. Que se agravará en los próximos años porque faltan intervenciones efectivas sobre las condiciones de trabajo, la carrera, la vida laboral y la remuneración. El fortalecimiento de la atención primaria requiere como en todos los casos la intervención multifacética.
No podemos dudar que la mejor puerta de entrada de la atención médica ambulatoria programada, con la posibilidad de evaluar todas las esferas de las personas y utilizar recursos complementarios que permitan tener diagnósticos precoces que nos anticipen enfermedades o alteraciones metabólicas que puedan tener los habitantes, relacionando la atención de salud, con aspectos sociales. Los estudios de laboratorio, ecografía, radiología y tomografía debieran ser recursos nodales en algún centro de acuerdo con la carga de estudios requeridos para las poblaciones típicas. Información adicional y más segura, resguardada por medios electrónicos, disponibles para su empleo por la minería de los datos, que deben ser volcados a las definiciones de política sanitaria.
La progresión de los centros dependerá de la planificación, organización, gestión y los recursos estructurales, de talento humano, de capacidades instaladas y de liderazgo que se requiera, organizando las redes para que los tiempos de producción sean eficientes.
Colocándose como plan censar a toda la población, esto también cabe para la obra social y los prepagos, no solo para los sistemas públicos. En los sociales, los policonsultorios son las estructuras para resolver este tipo de puerta de entrada. Luego si lo queremos orientar por ciclos de vida, establecer un enfoque preventivo y de promoción de la salud es otra cosa, esta alternativa, en poco tiempo, con un efecto inmediato, disminuirá la consulta que no agrega valor de los especialistas y bloquea turnos para pacientes más graves que se beneficiarían si acceden a los especialistas. Los cardiólogos no deberían tratar en sus consultas hipertensos esenciales, controlados por la atención primaria, lo mismo que los diabéticos con su especialidad, y si los diabetólogos, cubrirlos con consultas a distancia o tele interconsulta, lo mismo que la reumatología. Tambien se deben indagar integralmente problemas odontológicos, oftalmológicos, cognitivos, mentales, psicológicos, para que sean derivados correctamente.
Estos centros deben tener historia clínica electrónica, y vincularla a través de resúmenes extraídos con alguna forma de machine learning a los hospitales. Para que la referencia sanitaria sea comunicacionalmente adecuada.
Nominalizar a toda la población es un requisito fundamental. Con esos datos, con esa información podemos orientar el mejor viaje o recorrido del paciente.
La atención primaria de la salud es una inversión, ese concepto declama hipocresía. Porque en los recortes presupuestarios en todo el mundo, esta en las primeras acciones. Su replanteo requiere un cambio profundo, de la priorización en la política. También en la mentalidad de los médicos. En los contratos profesionales y en los ámbitos de atención.
Esta atención primaria en nodos requiere formar equipos, que puedan atender unas 40.000 o 50.000 personas aproximadamente, especialmente en zonas urbanas populosas. Como brazos extendidos, a la comunidad y a los hospitales. Médicos internistas, generalistas o de familia. Pediatras. Ginecólogos generales. Cardiólogos. Obstétricas. Enfermeras. Kinesiólogos. Trabajadores sociales. Sistemas. Radiología. Extracciones de sangre o Laboratorios compactos bioquímicos. Ecografía. Tomografía Axial computada. Técnicos en imágenes. Espacio de procedimientos. Lugar de pacientes en espera de derivación. Lo importante que existan espacios en la semana que se puedan hacer recorridos preventivos. Conjugado las especialidades que puedan detectar las patologías prevalentes. Los contratos tienen que ser formales, pero renovables en función de las necesidades de la población, y tienen que estar abiertos a todos los financiadores, porque se tiene que buscar consolidar un sistema de complemento. Tienen que disponer de turnos de especialistas preferenciales en el hospital para que, desde los nodos, los puedan asignar. Estos dispositivos, o policonsultorios, o atención primaria resolutiva, no son pronto socorro, que requeriría el agregado de otros espacios, y sitios de atención, observación, compensación, que tengan tiempos breves de atención. Cuando se den de alta pacientes de los hospitales se debieran comunicar con los médicos de estos dispositivos. Para que exista una vinculación. Se genere un intercambio.
Se debe tener establecidos protocolos para la derivación de pacientes por emergencia de vida por los corredores sanitarios.
Esos centros también podrían contar con bases de ambulancias para ir a buscar o trasladar pacientes.
Deben tener integración con los hospitales, de modo tal que los profesionales se desempeñen periódicamente en los dos lugares.
En los nodos, sería bueno que exista una farmacia de atención al público o ambulatoria, para dar la medicación a los pacientes, y no tengan que ir a una fuera del ámbito, evitando la fragmentación de la atención por no poder comprar los medicamentos. En los pacientes que tienen obra social, estas farmacias deben estar incluidas en las redes que hacen contratos con las obras sociales y prepagos. Así, se pueden financiar los medicamente para los pacientes sin recursos.
En la atención es normal sufrir la crisis del éxito, es natural que, si lo atienden bien, los contienen a los pacientes vayan a los nodos, por ello hay que establecer recorridos por ciclos de vida con una periodicidad adecuada.
Nuevo modelo de atención primaria: basado sino por verdaderos recorridos continuos de atención vinculados a la patología predominante y en función a una periodicidad definida y acordada con los pacientes crónicamente enfermos,abolir el modelo discontinuo-fragmentado, de atención cuando lo requiere el paciente, un modelo casi exclusivamente a demanda por otro caracterizado por la interactuación con el paciente, su familia, comunidad y su sistema de salud. Un abordaje integral para pacientes con enfermedades crónicas. Que signifiquen para el paciente incentivos a la concurrencia a esos estudios de salud. Un modelo con proactividad. Llamar a los pacientes, recordatorios, consejos, acompañamiento y diagnósticos de precisión. Porque muchas de las barreras de atención son por problemas organizativos y deficiencias estructurales. Especialmente por las estrategias para controlar su utilización.
Con equipos interdisciplinarios en los sistemas de atención que dispongan recorridos o corredores para realizar las atenciones con menor concurrencia, mejor conducción, más diálogo, más conocimiento y recursividad de los pacientes, integración, calidad, información competencia, buenos salarios, y pautas de resultados en modelos basados en el valor, terminar con mortificar y medicalizar la vida de las personas, que tengan que detener sus actividades porque hoy tienen turno con el médico, hoy tengo una jornada de revisión asistencial, donde me hacen estudios y exámenes, entrevistas, para ver como puedo mejorar mi calidad de vida, organizando los turnos, las secuencias en función de sus diagnósticos y los proveedores de información al servicio de ese corredor, determinando paquetes o productos para pacientes hipertensos severos, insuficientes cardíacos, valvulares, coronarios, con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, obesidad, cáncer de próstata, mama, Colón, pulmón, leucemia, linfomas, mieloma, insuficiencia renal crónica, trasplantados de riñón, médula, corazón, hígado, depresión, trastornos del sueño y ansiedad, salud odontológica, ergonomía, y salud laboral,verdaderas entrevistas de salud por ciclo de vida, que empiecen y terminen en una consulta con un internista o especialista según sea el caso, con la idea de mejorar el acceso y aumentar la calidad de las prestaciones, los casos, deberán disponer de un control o revisión en función de los resultados de los estudios, evaluación del cumplimiento de los tratamientos, respuesta, efectos colaterales, de los medicamentos. Esto sin dudas, generará confianza en los pacientes, pertenencia, menor costo, mayor acceso a los medicamentos, menos permisos de acompañantes, un trato de una atención centrada en el paciente. Se lo debe citar el sistema, se lo tiene que estar esperando y se lo orienta en función de los estudios, los que no tendrán límite, más que el de la gestión clínica. También se debe fortalecer y empoderar los controles en los niños en la periodicidad indicada, como así también por los controles de las mujeres embarazadas, llevando a una personalización progresiva del sistema de atención de este vínculo entre mujer gestante, obstetra y obstétrica, prevención, seguimiento, y control. Los prestadores deben ser preferenciales, con una ética demostrada en cuanto a la utilización. Siendo necesario medir la efectividad en las distintas poblaciones para disminuir las internaciones y la cantidad de consultas anuales que no agregan valor. También para desplegar otros dispositivos como los hogares protegidos o enfermería domiciliaria, que asista al seguimiento de los pacientes. Estos corredores deben tener menos copagos. Los especialistas proveedores pueden atender pacientes de este tipo, y otros episódicos, también para aumentar su productividad. La idea es introducirse en la historia natural de la enfermedad, con generación de un fuerte empoderamiento de los pacientes, historia clínica electrónica única, equipo médico de referencia, desarrollo de otros elementos que hagan a su calidad de vida.
La forma de pago tiene que también ser diferente, no relacionada con la simple aposición de estudios complementarios o productos intermedios, sino con modalidades integradas por tasas de uso acordadas con la buena práctica, el financiador y el prestador, que le signifiquen al financiador un pequeño ahorro en el punto inicial, pero una inversión en su población. Los médicos deben recibir una hora digna de paga, que involucre el valor de una consulta media alta de la provincia, porque le tienen que dedicar mucho tiempo a los pacientes, y se necesitan dedicación importante, para alcanzar al 35% de la población que sería tributaria de esta nueva atención primaria, que además generará una crisis tradicional de éxito de tudor hart. Son nuevos dispositivos de atención. Policlínicas modernas. Con sitios de internación transitoria para lograr la compensación de los pacientes, con dispositivos diagnósticos principales como ecógrafos, mamógrafos, tomógrafos, electrocardiografos, laboratorio de análisis clínico, resonador, especialistas en medicina interna, cardiología, neumonología, urología, dermatología, anatomía patológica, endoscopia, pediatria, oncología, ecocardigrafista, ginecología, obstetetra, pediatra de seguimiento de recién nacido patológico, mastologo, etc. Requiere productividad. horario extendido de trabajo y volumen de pacientes. Es una estrategia de eficiencia, que concurre a solucionar las fallas más comunes de organización de los sistemas de salud primaria, a demanda. Cambiar de un modelo para pobres a uno de calidad. Que elevará el estado de salud de la población. La inversión tendrá retorno por las internaciones evitadas, la disminución del consumo, la adherencia de los pacientes a los tratamiento indicados con el atributo cualitativo de su participación, acuerdo a su modo de vida. Las obras sociales y los prepagos gastarán menos. Es cuestión de ordenar la disponibilidad actual y empezar con algunos recorridos, que sean exitosos y generan sensación de éxito.
Los problemas serán:
Como se los convoca.
La forma en que se llega a los ciudadanos.
Que salida terapéutica se les da a los casos detectados.
Ámbito en el cual se hace la devolución de la información luego de los diagnósticos.
Como se adaptan los cambios de hábitos de vida a la condición social de los pacientes.
Horarios en que se realizan los estudios.
Entrega de los informes.
Establecer quienes son los que deben concurrir, cuales son sus fronteras de área de influencia.
No sobrecargarse de programas.
La salud odontológica, oftalmológica y la salud mental.
Que el paciente se vaya con las pautas de alarma adecuadas.
Generar un trabajo colaborativo con las áreas de salud, los hospitales, los sanatorios y clínicas.
El equipo de salud se enfrenta muchas veces a los abismos sociales de necesidades de la población, de las personas, que nadie contempla, y el paciente no puede acceder. La mirada de todas las personas debe estar dirigida a ver la realidad profunda y la nitidez de las soluciones. Pero seguido por el compromiso de las fuerzas políticas para disponer los recursos para satisfacer esas necesidades sociales. También es necesario contener los gastos, no dar a todos, todo, porque esto no es sustentable ni sostenible. El enfoque debe estar vinculado al riesgo.
Educación médica:
Los programas educativos longitudinales son la única intervención que se asocia consistentemente con una mayor proporción de estudiantes que eligen la APS. Las intervenciones exitosas se caracterizan por diversos formatos de enseñanza además de la enseñanza médica tradicional, por ejemplo, prácticas clínicas y tutoría. Otras intervenciones educativas, como las pasantías de APS, pueden aumentar el interés en la APS, pero su efecto en la elección real de la carrera es limitado. Dado que no está claro en qué momento las estrategias educativas son las más efectivas, deben explorarse a lo largo del grado, de una capacitación provincial específica, con respaldo universitario, así como durante la capacitación de residencia.
Condiciones de trabajo:
El aumento de la remuneración es, con mucho, la intervención más eficaz que afecta la calidad del empleo y que puede atraer a estudiantes de medicina y médicos a la APS.
Los profesionales de la salud también responden positivamente a los incentivos relacionados con la capacitación, el respaldo institucional, contar con consultores, la calidad del trabajo, incluidas las oportunidades de desarrollo profesional, la colaboración interprofesional, la autonomía profesional y la mejora del equilibrio entre la vida laboral y la vida privada.
Las tendencias para no elegir la medicina general son los bajos salarios, la falta de estatus de la especialidad dentro del campo médico. Se tendría que encontrar una fórmula eficiente que mezcle incentivos por calidad, eficiencia, inclusión, ejecución de los programas, Una remuneración acorde como un jefe de servicio, con variables por productividad y pago de horas extendidas, como de horas protegidas de formación. Sería muy bueno que estos médicos cubran una guardia de doce horas en el hospital para que sepan desempeñarse en algunas condiciones de emergencia habituales.
Elementos de dimensión
Calidad del empleo
• Salarios
• Tipo de contrato
• Horas de trabajo, incluidos los horarios de trabajo y el equilibrio entre la familia y el trabajo
• Beneficios sociales
• Participación
• Desarrollo profesional (formación y desarrollo de habilidades) Calidad del trabajo
Calidad en el trabajo
• Autonomía laboral
• Organización del trabajo (incluida la división del trabajo y la dotación de personal)
• Cultura organizacional y confianza
• Seguridad y salud
• Ritmo de trabajo
• Entorno social de trabajo
Modelos de APS:
Este modelo de complejidad creciente, y de historia clínica interconectada con el hospital puede generar un atractivo adicional. Falta evidencia empírica sobre cómo los diferentes modelos de APS podrían contribuir a aumentar el atractivo de la APS para los profesionales de la salud; sin embargo, existe evidencia para ciertos elementos de los modelos de APS, que incluyen: tipo de práctica, trabajo multidisciplinario, liderazgo clínico, integración de servicios y opciones y desarrollo de carrera. es sugestivo que variará según la edad del médico, la ubicación geográfica de la práctica y otros factores, por lo que es clave una buena comprensión de las preferencias de los profesionales de la salud. Las intervenciones pueden ser más efectivas si se combinan con medidas para mejorar las condiciones de trabajo (véase más arriba).
Planificación de la fuerza laboral:
Una fuerza laboral de APS más estable puede reducir las presiones laborales y, por lo tanto, contribuir a mejorar el atractivo de la APS. En Argentina no se cuenta con sistemas efectivos de planificación de la fuerza laboral.
Siempre que nos referimos a la fuerza laboral, al talento humano, debemos incorporar roles extendidos de enfermería, kinesiología, trabajador social, especialistas que concurran a los centros, donde también debe haber un reconocimiento, porque en el hospital la tarea se desempeña en otras condiciones. Los residentes deben tener presencia en esotos centros, para que tomen contacto con las patologías más frecuentes de la población y como se manejan están fuera de la internación.
Los factores intrínsecos juegan un papel importante en el atractivo de la atención primaria
El concepto de «atractivo» se compone de una serie de factores internos y externos. La evidencia sobre qué factores influyen en el atractivo general de la atención primaria se encontró principalmente para estudiantes de medicina y médicos de atención primaria. Especialmente los factores individuales, como la capacidad de brindar atención directa y a largo plazo al paciente, la orientación del paciente y el ambiente de trabajo, se consideraron importantes. Por otro lado, las condiciones de trabajo percibidas, una alta carga administrativa, la falta de apoyo entre pares y el bajo estatus y prestigio redujeron el atractivo de la atención primaria. Para aumentar el atractivo de la práctica general, los esfuerzos deben dirigirse en primer lugar a estos aspectos externos del (des)atractivo percibido, ya que prometen generar el mayor efecto.
La calidad del empleo es importante para el atractivo de la atención primaria
En cuanto al entorno laboral, el segundo objetivo importante en muchas intervenciones de contratación y retención, los elementos de calidad del empleo, como las oportunidades de desarrollo profesional, la colaboración interprofesional y la mejora del equilibrio entre la vida laboral y personal, parecen tener más impacto en términos de atractivo que los elementos de calidad del trabajo. como modelos de personal reestructurados, prácticas de barrio o combinación de habilidades. Especialmente el salario tiene un gran efecto, así como el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Este es un aspecto especialmente importante en vista de la feminización que se está produciendo en la atención primaria. Por lo tanto, mejorar las condiciones de trabajo en términos de compatibilidad familiar y la conciliación de la vida familiar y la vida profesional, por ejemplo, puede contribuir de forma importante a aumentar el atractivo de la práctica general.
Tipo de intervención
Características / ejemplos
Efectividad
Programas longitudinales
Una amplia variedad de intervenciones que incluyen colocaciones clínicas, incluida la introducción de cursos de APS en los planes de estudio convencionales; introducción de currículos especiales para la APS; y un mayor enfoque en la APS a través de, por ejemplo, rotaciones clínicas en sitios de atención primaria (rural) y talleres sobre APS [18]. La participación en estas intervenciones es voluntaria. Las intervenciones bajo esta categoría son las más utilizadas por las escuelas de medicina
Los programas longitudinales son la única intervención que se asocia consistentemente con una mayor proporción de estudiantes que eligen la APS [18]. Las intervenciones exitosas se caracterizan por diversos formatos de enseñanza [18]. Estos pueden incluir colocaciones clínicas, enseñanza médica tradicional, una comunidad de aprendizaje basada en pares que se reunía regularmente, un programa de mentores y un programa basado en objetivos de aprendizaje personales [31].
Pasantías obligatorias de atención primaria
Las pasantías en APS pueden variar en contenido y duración, desde un par de días hasta 12 semanas [18]. En Alemania, desde 2012, todos los estudiantes de medicina en su fase de estudio clínico deben completar una pasantía de APS de cuatro semanas para registrarse en la segunda parte del examen médico estatal [32]. En 2007, la Universidad de Berna en Suiza hizo obligatorio que todos los estudiantes de medicina participaran en una pasantía longitudinal e integrada en APS. A los estudiantes se les asigna un médico de cabecera que actúa como su mentor durante los primeros cuatro años de sus estudios. Pasan ocho medios días al año con su mentor de médico de cabecera en los primeros tres años de la escuela de medicina y tres semanas en el cuarto año [33].
Las pasantías generalmente resultan en un mayor interés en la APS entre los estudiantes, así como en actitudes más positivas; su efecto en la elección real de carrera es limitado. Por ejemplo, no se pudo encontrar tal efecto en Alemania [32] y Suiza [33]. Pfarrwaller et al. (2015) han encontrado que los estudios que evalúan los efectos de las pasantías son escasos y, cuando están disponibles, no se puede encontrar ninguna relación entre las pasantías y la elección final de carrera. Estos resultados no se ven afectados por el momento de la pasantía en el plan de estudios [18].
Optativas
Las asignaturas optativas de APS varían en su duración: algunas duran solo 3 días, mientras que otras duran hasta 8 semanas [18]. Las electivas generalmente incluyen alguna experiencia clínica en APS. También pueden implicar experiencia internacional.
Las electivas parecen tener solo un efecto moderado en las actitudes de los estudiantes hacia la APS, mientras que no se pudieron establecer efectos sobre la influencia en las decisiones profesionales reales [18]. Por ejemplo, no se pudieron establecer tales efectos entre los estudiantes alemanes que cursan una asignatura optativa de práctica familiar de 28 horas basada en la comunidad con tutoría individual en Alemania [34]. Sin embargo, la optativa tuvo una influencia positiva en las actitudes de los estudiantes de medicina hacia la práctica general. Se ha descubierto que los mentores individuales de los médicos de cabecera son uno de los aspectos más positivos de las asignaturas optativas de APS [35]. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que se requiere una cantidad significativa de personal para esto, y las escuelas de medicina deben analizar si tienen la capacidad de ofrecer esta oportunidad a todos los estudiantes de medicina que eligen la optativa. Finalmente, no hay evidencia concluyente de que los estudiantes de medicina que realizan asignaturas optativas médicas internacionales en entornos de escasos recursos tengan una mayor preferencia profesional por ejercer la APS en áreas desatendidas después de su regreso [36]. Esta relación potencial debe investigarse más a fondo.
Grupos de interés
Los grupos de interés ofrecen una variedad de actividades para estudiantes interesados en medicina familiar / APS, como lecturas de médicos de familia, boletines y conferencias [37].
Los grupos de interés generalmente despiertan interés en una carrera de APS, pero no hay evidencia de que influyan activamente en la elección de carrera [18].
Clínicas gratuitas dirigidas por estudiantes
Las clínicas dirigidas por estudiantes son un entorno común para que los estudiantes de medicina brinden voluntariamente APS a poblaciones desatendidas , así como para participar en la práctica interprofesional y colaborativa.
Las clínicas dirigidas por estudiantes parecen aumentar el interés de los estudiantes en la APS, pero sin influir en la elección de la especialidad [18].
Programas de residencia integrados
Los programas de residencia integrados combinan los requisitos del último año de la escuela de medicina y el primer año de residencia.
La residencia es un período de tiempo importante en términos de decisiones profesionales para convertirse en médico de cabecera [38]. Sin embargo, como hay muy poca evidencia sobre estos programas, no se pueden sacar conclusiones sobre su efectividad en términos de atraer realmente a los estudiantes de medicina a una elección de carrera en la APS [18].
Participación en la investigación de atención primaria
X
Hay poca evidencia disponible sobre su efectividad en términos de opciones de carrera de APS . Si bien la participación en la investigación de la APS conduce a habilidades extendidas, también parece conducir a una confirmación de las elecciones profesionales ya hechas en lugar de nuevos conocimientos [39].
Se necesita urgentemente más evidencia sobre el impacto de la variedad de intervenciones para aumentar el atractivo de la atención primaria, sobre todo los resultados longitudinales y los efectos que las diversas intervenciones tienen sobre las opiniones y preferencias de los trabajadores de la salud, pacientes y públicos en general, sobre la satisfacción laboral.
En conclusión, aunque existen diversas estrategias para motivar a las y los médicos a considerar la atención primaria como opción profesional, la evidencia sobre su impacto real sigue siendo limitada y fragmentaria. Trabajar con reconocimiento, en pos de una carrera, con incertidumbre menor, y un modelo de trabajo a tiempo casi completo, con interacción con la atención especializada hospitalaria, interactuando efectivamente sin barreras y con dependencias cruzadas.
La implementación de modelos como la atención ambulatoria progresiva nodal puede beneficiarse de las experiencias adquiridas en clínicas dirigidas por médicos generalistas, donde la colaboración interprofesional y el contacto directo con poblaciones desatendidas promueven el interés por la APS, aunque no necesariamente determinan elecciones de especialidad. En síntesis, la nueva atención ambulatoria progresiva nodal tiene potencial para integrar enfoques innovadores que respondan tanto a las necesidades formativas de las y los profesionales como a los desafíos de la atención primaria. Sin embargo, para consolidarse como modelo atractivo y efectivo, será fundamental invertir en el estudio de sus resultados a largo plazo y en la construcción de experiencias que conecten la teoría con la práctica real del sistema de salud.
La estructura de programas de residencia integrados aporta un marco flexible y adaptativo, alineado con la lógica nodal, facilitando la transición entre etapas formativas y permitiendo una visión más continua de la atención. Sin embargo, la escasa evidencia sobre su efecto real en la decisión de carrera indica la necesidad de investigar más a fondo cómo el modelo nodal podría influir en la motivación de nuevas generaciones.
La participación en investigación en atención primaria, aunque potencia habilidades transversales y la reafirmación de trayectorias profesionales, aún no demuestra impacto claro en la orientación de carrera hacia la APS. Para que la atención ambulatoria progresiva nodal sea atractiva, deberá vincularse a oportunidades de desarrollo profesional y a espacios de investigación que dialoguen con las necesidades reales del sistema y la comunidad.
Existe una urgencia por generar evidencia longitudinal sobre el impacto de las diversas intervenciones y modelos, incluida la atención ambulatoria progresiva nodal, especialmente en cuanto a su influencia sobre preferencias, satisfacción laboral y percepción tanto de profesionales como de pacientes y comunidades.
Es fundamental implementar investigaciones longitudinales y rigurosas que permitan comprender mejor cómo influyen estas intervenciones en la toma de decisiones de carrera, así como en la satisfacción personal y profesional de quienes eligen este camino. Solo a través de un análisis profundo y sostenido será posible diseñar políticas y programas realmente efectivos para fortalecer el atractivo de la atención primaria y garantizar la cobertura de las necesidades de salud de poblaciones desatendidas.
Conclusiones del documento
Reflexiones finales sobre la motivación y elección de la atención primaria
En conclusión, aunque existen diversas estrategias y modelos para incentivar a las y los profesionales de la salud a optar por la atención primaria, la evidencia sobre su efectividad es aún limitada y fragmentaria. La participación en investigación y la implementación de modelos innovadores, como la atención ambulatoria progresiva nodal y programas de residencia integrados, muestran potencial para enriquecer la formación y motivación, pero aún no demuestran un impacto claro en la elección de carrera hacia la APS.
Se destaca la urgencia de generar evidencia longitudinal y rigurosa que permita evaluar el efecto real de estas intervenciones, especialmente en términos de preferencias, satisfacción laboral, percepción profesional y comunitaria, y cobertura de necesidades de poblaciones desatendidas. Solo a través de investigaciones profundas y sostenidas será posible diseñar políticas y programas efectivos que fortalezcan el atractivo de la atención primaria, contribuyendo así a un sistema de salud más equitativo y eficiente.
Esta es la cuarta entrega de la serie atención primaria de la salud
La coordinación y la continuidad de la atención en la atención primaria de salud (APS) son esenciales para garantizar servicios sanitarios efectivos y centrados en las personas. El trabajo analiza tres niveles de coordinación:
Nivel individual: Se centra en la atención continua y personalizada a lo largo de la vida, la vinculación de servicios desde la prevención hasta la rehabilitación, y la integración de la atención en diferentes entornos, como el hogar y los hospitales. Una coordinación efectiva mejora la calidad, reduce hospitalizaciones y favorece la autogestión de quienes requieren atención para enfermedades crónicas o múltiples.
Nivel organizacional: Aborda la colaboración entre equipos interprofesionales y multidisciplinarios, la atención integrada entre proveedores y la continuidad informativa mediante el uso de registros electrónicos y comunicaciones eficientes. La cooperación y la formación profesional son vitales para la calidad y el acceso a los servicios.
Nivel sistémico: Involucra la coordinación multisectorial entre organismos gubernamentales, privados, ONG y comunidades. Incluye la planificación colaborativa, la gestión de recursos y el desarrollo de políticas para enfrentar los desafíos administrativos y estructurales en los sistemas de salud.
Las principales barreras identificadas son la fragmentación de servicios, la falta de comunicación eficiente, la deficiente gestión de información y la escasa cooperación interprofesional. El estudio subraya que fortalecer la coordinación, especialmente en países de ingresos bajos y medios, requiere investigación, formación y políticas orientadas a la integración de servicios y equipos multidisciplinarios.
Conclusión: La coordinación y continuidad de la atención en APS permite adaptar los servicios a las necesidades cambiantes de la población, mejorar la calidad en cada etapa de la vida y promover una atención más equitativa, eficiente e integrada.
Introducción
Comprender la continuidad y la coordinación de la atención es vital para brindar y utilizar la atención primaria de salud (APS) (la APS cubre el principio de equidad, intersectorialidad, participación comunitaria y atención asequible/apropiada) y la atención primaria (AP) (nivel primario de atención donde las personas hacen el primer contacto con los sistemas de prestación de atención médica). El concepto varía la continuidad de la atención, la coordinación, la integración, la atención centrada en el paciente, la atención continua, cohesiva y consistente para las enfermedades [ 1 ]. La coordinación de la atención garantiza que todos los proveedores y organizaciones involucradas en la atención médica brinden la atención correcta en el momento correcto, lo que implica un enfoque centrado en las personas y garantiza que los clientes estén debidamente informados de sus preferencias [ 2 , 3 ]. Este concepto también se refiere a los componentes de atención médica de varias fuentes, apoyos, pacientes, tipos de atención, niveles de servicio y dimensiones temporales [ 4 ] o perspectivas a nivel individual, organizacional o del sistema [ 5 , 6 ].
La coordinación de la atención garantiza una atención centrada en las personas, que abarca eventos sanitarios discretos que las personas experimentan como coherentes e interconectados a lo largo del tiempo, en consonancia con sus necesidades y preferencias de salud, aportando y satisfaciendo las necesidades de salud y garantizando una atención integrada [ 7 ]. Además, la coordinación de la atención se refiere a la atención interprofesional, la atención centrada en el paciente, el apoyo a la autogestión, la prevención, la detección, la atención primaria y el tratamiento de enfermedades [ 8 , 9 ]. Otras características de la coordinación de la atención sanitaria incluyen servicios multidisciplinarios, el establecimiento de relaciones cooperativas y continuas y la prestación de múltiples servicios sanitarios (p. ej., gestión de casos de todas las etapas de la enfermedad), especialmente para personas con múltiples morbilidades [ 7 , 10 ].
Además, la coordinación de la atención médica o la continuidad de la atención se pueden explicar como continuidad informativa (comunicación entre proveedores), relacional (relación proveedor-paciente, continuidad impulsada por el equipo) y continuidad de la gestión (actividades para sistemas y organizaciones de servicios) [ 11 , 12 ]. Esta coordinación de la atención informativa y relacional se produce a nivel individual y organizacional para la relación, la comunicación y la cooperación entre proveedores y usuarios [ 1 , 13 ]. El nivel de participación de las partes interesadas en la coordinación/continuidad de la atención depende de la relación jerárquica e interdependiente en el contexto del tiempo y el entorno de los sistemas de salud [ 6 ]. La coordinación de la atención dentro de la organización y los sistemas respalda la planificación y la gestión de los servicios de salud integrados al involucrar a equipos interdisciplinarios o interprofesionales [ 14 , 15 ]. La toma de decisiones compartida es esencial en la política, la práctica y la investigación que podrían influir en la salud pública integrada y la atención primaria centradas en las personas [ 7 ].
La literatura actual se centra en conceptos y estudios empíricos sobre la coordinación y la continuidad de la atención. Sin embargo, la síntesis sistemática de la evidencia disponible sobre coordinación de la atención es vital para identificar problemas, desafíos y enfoques para la prestación y el uso de los servicios de salud. No obstante, existen pocos estudios que hayan sintetizado la evidencia sobre la coordinación de la atención sanitaria en la APS y la atención primaria. Esta revisión sintetiza la evidencia sobre la coordinación de la atención en la prestación y el suministro de APS y atención primaria.
Coordinación de atención a nivel individual
En este nivel se incluyeron cuatro temas: atención continua, vinculación de servicios, atención a lo largo de la vida y coordinación de la atención en las dimensiones del lugar.
Atención continua
Ocho estudios informaron sobre la atención continua de APS o atención primaria. La continuidad de la atención es continua en el tiempo; implica la relación entre los trabajadores de la salud y los pacientes basada en la confianza, la lealtad y la constancia de un paciente individual. La coordinación de la atención es relacional y la continuidad del contacto, y la atención transfronteriza se registra de forma objetiva [ 63 , 65 ]. Los pacientes del grupo de alta continuidad de la atención respaldada por condiciones previas, la continuidad relacionada con el personal y los contactos de atención presentaron una mejora más notable en el papel funcional de la salud física, general, emocional y mental que la baja continuidad de la atención [ 68 , 73 ]. Se aprovecharon los sistemas, las lecciones y los recursos de atención crónica para apoyar a las personas VIH negativas con ENT crónicas [ 66 ]. La atención de las enfermedades crónicas (enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y diabetes) encontró continuidad en la gestión clínica, como la distribución de la atención entre niveles y el acceso rápido y la derivación para reducir las futuras hospitalizaciones y los ingresos por complicaciones diabéticas a largo plazo [ 64 , 72 ]. Por el contrario, la baja continuidad de la atención también se asoció con un aumento de los días de internación y de los costos ambulatorios en las enfermedades cardiovasculares [ 70 ]. La mala continuidad de la atención aumentó la probabilidad de ingreso hospitalario [ 64 ].
Vinculación de servicios desde la prevención hasta la rehabilitación
Catorce estudios incluyeron la vinculación de servicios en APS y servicios de atención primaria. La vinculación de una amplia gama de servicios mejoró la continuidad de la atención. Por ejemplo, se necesitaba una gama de servicios según la progresión de la enfermedad con énfasis en esfuerzos de atención coordinados (prevención, detección, tratamiento y servicios de rehabilitación) [ 33 , 46 ]. Dichas vinculaciones de servicios se encontraron efectivas para reducir la carga clínica, reforzando el papel de los proveedores de atención en la prestación de atención de prevención, detección y tratamiento de enfermedades [ 48 ]. No obstante, los estudios sugirieron una alta interrupción de la cobertura de servicios de salud en el continuo de atención (promoción de la salud, acceso a servicios, detección de casos en tiempo real, tratamiento), lo que influye en la optimización de los servicios y el cierre de brechas [ 42 , 67 ].
La vinculación de servicios, junto con la progresión de la enfermedad, fue fundamental para brindar servicios de salud a personas con comorbilidades. Los pacientes con múltiples afecciones crónicas requieren una evaluación, atención integral, apoyo para la autogestión, vinculación con recursos comunitarios, monitoreo y seguimiento [ 30 , 49 ]. Por ejemplo, las personas mayores que viven con VIH requerían tratamiento para múltiples enfermedades, ya que eran un riesgo de progresión rápida de la enfermedad y complicaciones de las ENT (p. ej., hipertensión, diabetes y cánceres) [ 66 ]. Se encontró que la delegación de responsabilidades de los médicos generales a personal de salud calificado y equipos de práctica con una amplia gama de tareas y su despliegue apoyaban las tareas de coordinación y los deberes sociales y legales [ 30 , 49 ].
Las estrategias exitosas relacionadas con el proveedor para vincular servicios en la coordinación de la atención incluyeron una mayor frecuencia de citas (regulares, a pedido, híbridas), acceso a registros (acceso completo o filtrado), modos de atención (presencial, digital, telefónica), asesoramiento (teléfono, basado en la web) y prácticas de atención [ 30 , 62 ]. Además, la autogestión/autocuidado por parte de los usuarios del servicio mejoró la coordinación de la atención de una variedad de servicios [ 25 , 37 ].
Los desafíos de los vínculos de servicios en la coordinación de la atención fueron la atención fragmentada, la falta de cooperación de los proveedores, la concienciación/alfabetización sanitaria inadecuada sobre los problemas de salud y la atención, la falta de acceso, el registro de quejas, la programación de visitas de seguimiento, incluidas las derivaciones por escrito, y la información aclaratoria sobre los servicios de derivación [ 54 , 58 ]. La vinculación de los servicios preventivos y de tratamiento en la multimorbilidad se vio influenciada por los roles de los proveedores, el comportamiento de salud de los pacientes y la cooperación dentro del complejo sistema de atención [ 25 , 31 , 49 ].
Atención a lo largo de la vida
Cinco estudios informaron la coordinación de la atención a lo largo de las perspectivas del curso de vida. La coordinación de la atención médica a lo largo del curso de vida implica las necesidades de atención médica y su prestación desde la concepción hasta la muerte. Las condiciones de salud y la progresión de la enfermedad no siguen un camino lineal a lo largo del curso de vida. En cambio, los servicios de salud requieren de acuerdo con las condiciones de salud a lo largo del curso de vida. Las mediciones de las experiencias de los pacientes con diferentes tipos de atención proporcionaron continuidad de la atención y tuvieron un indicador prometedor de la calidad de la atención para cambiar la salud calificada por el paciente [ 46 ]. En Nepal, hubo una baja finalización (41%) de la atención de maternidad en el período prenatal a posnatal, con una alta interrupción alrededor del parto y entre mujeres de etnias desfavorecidas, bajo nivel de riqueza, analfabetas y áreas remotas [ 78 ]. Los factores influyentes de la mala coordinación de la atención incluyeron la disponibilidad insuficiente de información, los largos tiempos de espera, los roles poco claros, las derivaciones inadecuadas y la rotación de personal [ 69 , 72 ]. En el tratamiento de la hipertensión, la interrupción en una cascada de atención se vio influenciada por la desinformación, los protocolos ambiguos y la capacidad de prestación limitada [ 76 ].
Coordinación de la atención en todas las dimensiones del lugar (desde el hogar hasta los hospitales)
Nueve estudios incluyeron la coordinación de la atención de APS y la dimensión de los servicios de atención primaria en el lugar. La prestación de atención médica depende de los entornos, desde el hogar hasta los hospitales. Por ejemplo, se pueden brindar intervenciones de promoción y prevención a la familia y la comunidad. Si bien el primer nivel de atención (a menudo denominado atención primaria) está disponible en los centros de salud periféricos (por ejemplo, los puestos de salud), la atención secundaria y terciaria está disponible en los hospitales. La coordinación de la atención se correlacionó positivamente con los elementos de la evaluación del hogar médico centrados en el paciente, como el proceso de derivación o transición, las conexiones para apoyar el intercambio de información y la coherencia de los médicos y las necesidades de salud [ 29 , 74 ]. Además, los recordatorios en el punto de entrega y el apoyo a la toma de decisiones han facilitado la coordinación del asesoramiento sobre comportamientos de salud para pacientes de atención primaria [ 25 ].
En Brasil, la APS (como primer contacto de preferencia) enfrentó una fuerte competencia de los servicios ambulatorios y de emergencia de hospitales fuera de la red [ 36 ]. La colaboración de las enfermeras en hospitales y entornos de APS fue una parte integral del trabajo de las enfermeras; los pacientes ingresados en el hospital experimentaron una alta continuidad de la atención [ 34 , 68 ].
En un hospital, los desafíos fueron las dificultades para obtener servicios de salud, citas de seguimiento oportunas para egresos fuera del horario laboral o en fines de semana, falta de conocimiento sobre la hospitalización, no tener registros hospitalarios para citas posteriores a la hospitalización, dificultad para localizar información en los resúmenes de egreso, sentirse infravalorado cuando los hospitalistas realizaron cambios en la medicación sin involucrar a los proveedores [ 33 ]. Los factores que influyeron en la discontinuidad de la atención de maternidad y la calidad de vida incluyeron el sistema deficiente de contrarreferencia, la comunicación, la falta de respeto y la falta de empoderamiento [ 36 , 54 , 68 , 79 ].
Coordinación de la atención a nivel de la organización
Cinco temas de este nivel incluyen la atención interprofesional, la atención sanitaria integrada, la atención multidisciplinaria, la atención comunitaria y la información para la coordinación de la atención. En este nivel, la coordinación de la atención se refiere a la prestación de servicios a través de los proveedores y la comunidad.
Atención interprofesional
Veinte estudios informaron sobre la atención interprofesional de los servicios de APS y atención primaria. La experiencia de trabajo en equipo y la colaboración interprofesional de los profesionales sanitarios fueron vitales para la prestación de servicios de APS [ 28 ]. Los factores organizativos para la atención por parte de equipos interprofesionales incluyeron atributos para evaluar el nivel de colaboración dentro de los equipos y redes para buenas prácticas [ 27 ]. Además, la coordinación de las prácticas interprofesionales entre los proveedores (p. ej., coordinación entre farmacéuticos, médicos generales y enfermeras) mejoró el trabajo en equipo en la prestación de servicios de salud [ 39 , 40 , 52 ]. Por ejemplo, en Australia, la dinámica de equipo de los médicos generales y farmacéuticos articuló las relaciones profesionales en atención primaria y destacó un camino hacia prácticas más colaborativas [ 26 ]. Además, los acuerdos de equipos multidisciplinarios sobre los roles y responsabilidades de los proveedores se estimularon en los programas de prevención de caídas [ 59 ].
La atención colaborativa interprofesional garantizó una atención coordinada que abordaba problemas predecibles, lo que hacía que los pacientes estuvieran más seguros en los hospitales para obtener mejores resultados [ 34 , 43 ]. Los profesionales de la salud aliados que trabajaban cerca de profesionales de la salud de otras profesiones (médicos y enfermeras) interactuaban regularmente con los pacientes hospitalizados para mejorar la satisfacción y los resultados [ 39 , 57 ]. Las prácticas interprofesionales en APS enfatizaron los beneficios de los servicios de salud ocupacional al desarrollar herramientas o pautas para una implementación exitosa [ 55 , 56 , 61 ]. En los Países Bajos, los proveedores de atención de maternidad, como las interacciones de las parteras con los médicos y sus relaciones interprofesionales, mejoraron la atención primaria en las áreas urbanas [ 41 ]. Las oportunidades para la comunicación y las relaciones frecuentes, la interacción clínica, el reconocimiento de las habilidades de otros profesionales, la capacitación y la derivación fueron esenciales para la comunicación interprofesional [ 25 , 33 , 56 , 57 ]. Las estrategias de coordinación de la atención multidisciplinaria incluyeron la organización de la atención a partir del modelo (local, híbrido, nacional) o la participación de la atención (colaboración entre muchos o todos los individuos, colaboración entre algunos individuos), factores interpersonales (por ejemplo, diferencias de idioma, conocerse entre sí, confianza y respeto), factores relacionados con el profesionalismo (por ejemplo, competencias individuales, motivación), internos (por ejemplo, estructura, composición) y visión compartida [ 37 , 62 ].
En España, se fomenta la colaboración entre enfermeras y médicos generales y se ofrecen incentivos para mejorar el trabajo en equipo [ 38 ]. Además, la comunicación informal entre proveedores y usuarios de atención de maternidad (conversación y trabajo, charla informal y humor, trabajo más allá de las palabras, familiaridad, uso de la vista, el tacto, el sonido y los gestos no verbales) resultó eficaz para proporcionar y prestar servicios de salud [ 53 ].
Conocimiento deficiente sobre la disponibilidad de servicios, tiempo y capacitación, falta de roles claros, temores relacionados con la identidad profesional y mala comunicación, mala comprensión de los desafíos de los contextos que parecen conducir a una confianza mutua débil, falta de cooperación, una colaboración deficiente que incluye la falta de acuerdos con los farmacéuticos, coordinación y comunicación limitadas [ 56 , 59 , 61 ]. Las asociaciones limitadas con farmacéuticos comunitarios y profesionales aliados en la prevención de lesiones por caídas influyeron en el conocimiento limitado de los medicamentos y el papel potencial de los farmacéuticos [ 59 ]. Además, en algunos casos, las estructuras de poder convencionales entre profesiones obstaculizan el trabajo en equipo y la colaboración interprofesional entre los proveedores de atención [ 38 , 40 ].
Atención sanitaria integrada
Nueve estudios informaron la coordinación de la atención como atención sanitaria integrada. En salud pública y atención primaria, el acceso a la colaboración en la atención centrada en la persona y basada en la población tuvo roles complementarios en la integración clínica, la coordinación y las conexiones de los pacientes con las organizaciones comunitarias [ 28 , 77 ]. Las dimensiones de la atención integrada que mejoraron la continuidad de la atención calificada por el paciente para problemas complejos incluyeron una mejor comprensión de las complejas interrelaciones e interacciones de las funciones de salud pública en atención primaria, la comunicación y las relaciones [ 28 , 44 , 46 , 48 ]. Los impulsores de la atención primaria colaborativa e integrada incluyeron las comunicaciones, la comprensión conjunta, la evaluación de riesgos, el seguimiento y el rastreo, la organización y la priorización de riesgos e intervenciones, y la operacionalización en entornos clínicos [ 32 , 52 , 75 ].
El uso de mHealth (factores de riesgo y tratamiento) fue una atención integrada eficaz, como en el desarrollo de indicadores de competencia y propósitos y beneficios dentro del alcance de la continuidad de la atención [ 80 ]. Un enfoque integrado de atención primaria orientada a la comunidad aumentó la atención del embarazo en el hogar; sin embargo, los desafíos de movilizar al equipo de extensión basado en la sala fueron la falta de residencia de la paciente o identificación personal [ 75 ].
Servicios multidisciplinarios
Un total de 18 estudios describieron la coordinación de la atención mediante la prestación de servicios multidisciplinarios. La coordinación de múltiples servicios, prestada desde la atención primaria multidisciplinaria, se denominó coubicación dentro del mismo espacio físico y ofreció oportunidades para la colaboración interprofesional [ 25 , 33 , 56 , 57 ]. La combinación de habilidades y la delegación de tareas mediante la colaboración interdisciplinaria mejoraron la formación de los profesionales sanitarios, la adaptación de la fuerza laboral, la estructura ocupacional y la combinación de habilidades en la atención primaria [ 25 , 27 , 37 ].
Las fuerzas de trabajo multidisciplinarias llenan los vacíos en los servicios interdisciplinarios en el punto de prestación del servicio. La evidencia reveló la coordinación de la atención al garantizar servicios multidisciplinarios; por ejemplo, en Pakistán, la estructura de salud primaria existente proporcionó una base para brindar múltiples beneficios y mantener la continuidad de la atención [ 54 ], mientras que en Eslovenia, una colaboración entre médicos generales y enfermeras, su organización en unidades de atención separadas (funciones orientadas a casos) ofreció enfermeras de práctica avanzada integradas en la práctica general, una visión compartida de la atención preventiva y actitudes fortalecidas hacia la atención orientada al equipo [ 38 ]. Las acciones de colaboración de médicos y enfermeras contribuyeron positivamente a los resultados de los pacientes; las parteras con más experiencia laboral estaban satisfechas con su colaboración con los médicos generales [ 39 , 41 ]. La colaboración de pediatras y socios comunitarios aprovechó sus fortalezas y su visión compartida para mejorar las familias saludables y el bienestar de los niños en riesgo [ 32 ]. Las interacciones y la atención en equipo de proveedores de atención no médicos (por ejemplo, parteras) en centros de salud establecidos generaron una mayor satisfacción en la colaboración en el continuo de atención, abarcando el rol autónomo de las enfermeras en el proceso de atención y reduciendo los desacuerdos profesionales [ 38 , 41 ].
La implementación de las funciones básicas de coordinación de la atención incluyó soluciones a nivel de sistema fáciles de usar, indicaciones automatizadas y herramientas de apoyo a la toma de decisiones, capacitación del personal sanitario, integración de registros médicos electrónicos, revisiones de datos y casos, métodos de mejora de la calidad y uso innovador del espacio clínico, que fueron componentes esenciales en diferentes entornos clínicos [ 25 , 32 , 37 , 42 ]. Además, los elementos de coordinación de la atención para la seguridad del paciente en entornos de atención primaria incluyeron el apoyo a los pacientes (p. ej., proceso de derivación o transición), la creación de conexiones para apoyar el intercambio de información, una cultura de responsabilidad y dinámica de equipo, precursores (oportunidad de participar, conocimiento y objetivos compartidos), elementos (competencia, conciencia y comprensión de los roles laborales y la interacción) y resultados (eventos o comportamientos como consecuencias de la colaboración de los proveedores en las instalaciones) [ 29 , 33 , 34 , 43 ].
Las barreras para la atención multidisciplinaria incluyeron falta de tiempo, dificultad para llegar a otros médicos, falta de relaciones personales con otros médicos, falta de información y bucles de retroalimentación, discrepancias en la lista de medicamentos, falta de claridad en la responsabilidad y autonomía, relación, motivación y recursos, y el costo potencial de la atención sin reciprocidad [ 33 , 51 ]. Además, el desajuste y las relaciones de los proveedores obstaculizaron la coordinación de la atención multidisciplinaria (por ejemplo, médicos generales y farmacéuticos, grupos profesionales), disputas, poder centrado en el médico, daño a la atención compartida, resistencia a la colaboración interprofesional basada en relaciones de conocimiento-poder y falta de conocimiento sobre la interferencia interprofesional [ 26 , 60 ]. Por ejemplo, los efectos y resultados de la coordinación frágil en la APS pediátrica en Brasil fueron divergencias de las unidades de salud en la organización de la atención, demoras que obstruyeron el acceso a las tecnologías y ausencia de comunicación efectiva y falta de transporte médico [ 31 ].
Continuidad de la atención comunitaria
Seis estudios explicaron la continuidad de la atención comunitaria de los servicios de APS y atención primaria. Varios factores comunitarios pueden influir en la coordinación de la atención en los servicios de APS. El Modelo de Salud de Colaboración Comunitaria con una amplia variación en los factores de relación (por ejemplo, características fundamentales) promovió la sostenibilidad o la innovación [ 45 ]. En Australia, los enfoques colaborativos de las organizaciones comunitarias indígenas agilizaron la prestación de atención flexible, los procesos de atención y apoyo centrados en el paciente, la comunicación oportuna y el intercambio de información [ 50 ]. Dichos enfoques de participación comunitaria mejoraron la alfabetización de la fuerza laboral de salud, la planificación urbana para la mejora de la continuidad, la coordinación de la atención de atención primaria y los servicios hospitalarios (servicio y tratamiento de APS) [ 50 , 55 ]. En Nigeria, la decisión del comité del centro de salud implicó la coordinación para coproducir servicios de salud formales, la facilitación de derivaciones de proveedores informales a formales y la reducción de la cuota de mercado controlada mediante la regulación de los proveedores informales, haciendo que los proveedores formales sean competitivos y aprovechando la autoridad y los recursos disponibles dentro de su comunidad [ 35 ].
En Malasia, los factores comunitarios de continuidad de la atención incluyen comportamientos colaborativos, motivación hacia un objetivo o valor común, autonomía, relación (por ejemplo, confiar, comprender y preocuparse por el otro), recursos (por ejemplo, competencia, tiempo, recursos físicos y oportunidades) y motivación para la colaboración (sopesar los costos personales versus los beneficios de actuar en colaboración) pacientes [ 51 ]. Sin embargo, la comunicación ineficiente con los proveedores de atención médica, un proceso lento y vacilante de cambio institucional con una decisión de hacer o comprar, y los esfuerzos impidieron el acceso de los pacientes a la atención y los resultados [ 35 , 49 , 51 ].
Continuidad informativa
Hubo 12 estudios que analizaron la continuidad de la información de la atención para brindar servicios de APS. Los canales de comunicación efectivos y una estructura formal para la toma de decisiones de apoyo a las funciones fueron estrategias para rediseñar el plan de contingencia y las acciones estratégicas. La información compartida redujo la repetición innecesaria y permitió a los profesionales sanitarios acceder a los registros de atención [ 69 ]. El sistema electrónico de monitoreo y evaluación implementó y completó varias modificaciones para acomodar y aumentar la participación de los usuarios en el cuidado personal en lugar de la disponibilidad pasiva de información [ 67 , 79 ]. La accesibilidad y la continuidad de las intervenciones de intercambio de información de salud para acceder a varios sistemas de datos e información del paciente (por ejemplo, vigilancia, registros médicos electrónicos, laboratorio y facturación) se centraron en mejorar la vinculación y la retención, la calidad y la eficiencia de la atención [ 67 , 69 ]. El acceso directo a la tecnología de la comunicación y la incorporación de contingencias tecnológicas en la supervisión y la redefinición de la información clínica mejoraron el intercambio de información, los registros médicos electrónicos compartidos, la sensibilidad social y la autorreflexión, y los criterios de derivación hacia la atención primaria y la atención al paciente [ 33 , 37 , 46 , 53 , 59 , 71 ]. Las enfermedades crónicas como el tratamiento del cáncer requieren continuidad de la información (transferida entre niveles mediante mecanismos de comunicación) y continuidad de las relaciones (pacientes de redes), especialmente en poblaciones marginadas [ 50 , 72 ].
No obstante, hubo niveles bajos de continuidad informativa insuficientes para condiciones complejas, incluyendo la transferencia y la coherencia de la atención que influyeron en las relaciones continuas entre paciente y médico [ 69 , 74 ]. Además, la propiedad y la confidencialidad de los datos también obstaculizaron el intercambio de información y la capacidad de respuesta asociada [ 69 ].
Coordinación de la atención a nivel del sistema
El tema a nivel de sistema fue: coordinación multisectorial de la atención dentro y fuera de los sistemas de salud . De 56 estudios, la coordinación multisectorial de la atención se describió en 23. En este nivel, la coordinación de la atención se refiere a la organización de sistemas y servicios que incorpora la coordinación dentro de los departamentos técnicos de las organizaciones (acuerdos para servicios de salud) y departamentos de apoyo (p. ej., finanzas, administración, logística), y que emplea a actores multisectoriales y actores clave dentro y fuera de las organizaciones y sistemas.
La coordinación de la atención a nivel de sistema es esencial para la gestión de los servicios de salud (garantizar los insumos y facilitar los procesos) con miras a la prestación de servicios. La coordinación multisectorial para la gestión de los servicios de salud se basó en una filosofía compartida, consideraciones financieras, estrategias de liderazgo, poder y jerarquía [ 42 , 57 ]. Diversos sectores participaron a nivel de gestión para la planificación y financiación colaborativas de políticas sanitarias, la participación comunitaria, la participación del sector privado (para brindar atención especializada), el desarrollo de la fuerza laboral sanitaria y la transformación del sistema en todos los servicios y entornos [ 36 , 50 , 55 , 63 ].
La integración de sistemas de nivel superior (gobiernos, ONG, donantes y agencias internacionales) se dedicó al rediseño de reembolsos, la mejora de los sistemas de datos y la capacidad de compartir hacia recursos de cooperación [ 28 , 45 , 61 ]. Además, a nivel comunitario, el comité de salud mejoró la coordinación sectorial para la autoridad y los recursos de los gobiernos y las agencias de apoyo [ 35 ]. Además, los esfuerzos de colaboración dentro del sistema de salud para la coordinación de la atención incluyeron la planificación de las necesidades de capacitación sistémica y de atención médica, la creación de un sistema de salud resiliente para anticipar y adaptarse a situaciones adversas, la ampliación de la detección a través de caravanas de salud, el cambio de tareas y la introducción de ayudas laborales para los proveedores [ 76 , 77 , 79 ]. Además, la coordinación y colaboración con otros sectores en salud mejoraron la visión compartida, la defensa de políticas de salud pública, la movilización de organizaciones religiosas, los planes desarrollados en conjunto para la implementación y evaluación, la alineación de recursos, las estructuras y los incentivos financieros [ 32 , 38 ]. Liderazgo, apoyo administrativo, responsabilidad de coordinación, rendición de cuentas, construcción de relaciones con los cuidadores y factores externos (por ejemplo, cultura, jerarquía, regulaciones, finanzas y tecnología de comunicación) [ 29 , 34 , 37 , 62 ].
La colaboración multisectorial mejoró los recursos para la capacidad organizacional, la planificación colaborativa, la gobernanza de apoyo y la legislación de salud pública para abordar los determinantes sociales de la salud al ordenar el papel de los gobiernos locales e institucionalizar los servicios de APS [ 36 , 47 ]. Implementar y mantener la colaboración entre socios y líderes organizacionales necesarios para identificar prioridades compartidas, reflexión y adaptación conjuntas, decisiones compartidas, lograr beneficios tangibles, realización de relaciones sostenidas, estructuras claramente definidas, visiones compartidas de la atención, desarrollo de equipos, uso óptimo de recursos y enfoques colaborativos para programas y servicios [ 32 , 38 , 44 , 45 ].
Los desafíos a nivel de sistema (administrativos, organizacionales, estructurales y relacionales), la falta de medidas estandarizadas y datos administrativos obstaculizaron la capacidad de los proveedores de salud para garantizar la continuidad de la atención [ 40 , 49 , 63 ]. Por ejemplo, en Brasil, los atributos esenciales que influyeron en la coordinación de la atención fueron la fragmentación de la red regional, los problemas inherentes a la APS y la poca capacidad de coordinación [ 36 ]. En Australia, los gobiernos locales de Medicare y las redes de atención primaria de salud informaron sobre tiempo y apoyo financiero limitados para la cooperación con el gobierno local debido a la capacidad colaborativa inadecuada de las organizaciones locales para abordar los problemas [ 47 ].
Discusión
Esta revisión exploratoria identificó la coordinación de la atención médica a nivel individual, organizacional y sistémico. La coordinación de la atención en los servicios de salud es fundamental para proporcionar atención continua en las distintas etapas de las afecciones de salud durante la vida y en diversos entornos, con el propósito de ofrecer una amplia gama de servicios médicos. La coordinación organizacional de la atención incluye servicios interprofesionales y multidisciplinarios, continuidad de la atención comunitaria, intercambio de información y atención médica integrada (salud pública y atención primaria). A nivel sistémico, la coordinación implica la colaboración entre múltiples sectores internos y externos para organizar y generar servicios de salud de manera eficiente.
La coordinación de la atención a nivel individual se centra en personas con necesidades de salud particulares a lo largo del ciclo vital y lugares donde es necesaria la integración de diversos niveles de servicios, como la atención preventiva y la rehabilitación. El modelo individual puede fortalecer la red de atención primaria mediante la creación de vínculos con proveedores, apoyando a pacientes y facilitando el desarrollo y evaluación de modelos existentes y nuevos según las necesidades de salud, los contextos y las perspectivas de ciclo vital [29, 62]. Por ejemplo, las intervenciones de promoción como modificaciones del estilo de vida pueden contribuir al bienestar, mientras que las intervenciones de cribado permiten identificar poblaciones de alto riesgo y realizar diagnósticos tempranos [7]. La coordinación vincula varios servicios desde la prevención hasta el tratamiento [30], abarcando la detección, el tratamiento y la rehabilitación en diferentes entornos [42]. Los servicios preventivos pueden prestarse en el hogar, mientras que los de cribado suelen realizarse a nivel comunitario y los tratamientos en instituciones [12, 54, 81]. La integración de servicios en todos los entornos facilita la atención de las necesidades del paciente y su familia, optimizando la eficiencia y mejorando las prácticas asistenciales [82].
La coordinación organizacional requiere la colaboración entre proveedores y servicios multidisciplinarios, lo cual resulta esencial para lograr una atención integrada en salud pública y atención primaria. La formación profesional y la competencia cultural son relevantes para la cooperación entre servicios nuevos y ya existentes [27, 44, 53]. El personal de atención primaria puede incidir positivamente en el acceso y calidad de los servicios de salud [55]. El diseño de rutas de atención en hospitales ha promovido el uso de estructuras establecidas y nuevas, así como el monitoreo de datos [83].
Los sistemas y modelos actuales de atención en salud priorizan el tratamiento de enfermedades, con menor énfasis en la promoción y prevención. Estos enfoques centrados en patologías no satisfacen las necesidades individuales y colectivas; es necesario incorporar servicios integrados y centrados en las personas para responder a los cambios epidemiológicos y demográficos. Niños y jóvenes con necesidades especiales requieren la interacción de múltiples sistemas, profesionales y familias [82].
La provisión de servicios multidisciplinarios mediante colaboración interprofesional puede atender la carga variable de enfermedades y necesidades emergentes de la población, integrando intervenciones de salud pública [84]. Asimismo, los avances tecnológicos pueden facilitar la transformación de la atención primaria para llegar a poblaciones vulnerables [84]. Por ejemplo, los equipos interdisciplinarios ofrecen diversas opciones en emergencias de salud pública, garantizando el control de infecciones, coordinación, tratamiento clínico y estrategias de comunicación [85]. Los trabajadores comunitarios pueden aportar recursos centrados en el paciente y apoyar la equidad y el coste-eficiencia [86].
La gestión de la continuidad de la atención es más adecuada cuando existe coordinación relacional entre proveedores multidisciplinarios e integración organizativa, adaptándose a la capacidad local [69].
Dentro del sistema sanitario, la coordinación de departamentos y unidades organizacionales resulta esencial para la prestación de servicios. Áreas administrativas, financieras y logísticas desempeñan roles claves en el soporte y coordinación de la atención médica. Además, la participación de múltiples partes interesadas impacta indirectamente en los servicios. La colaboración entre sectores (de salud y no salud) y actores (gubernamentales, privados, ONG) resulta central para la movilización de recursos, planificación y gobernanza [47, 48, 55]. La coordinación interorganizacional sugiere que el alineamiento de dominios mejora la prestación de la atención médica [87].
Este estudio aporta perspectivas sobre la coordinación de la atención en distintos niveles: conceptualiza los servicios y proveedores en tres niveles, adapta la prestación a las condiciones de salud, señala la importancia de la colaboración interpersonal y multidisciplinaria, y destaca la gestión de la continuidad dentro y fuera del sistema de salud [69]. La coordinación de la atención es ampliamente discutida en países de altos ingresos, con énfasis en atención primaria y hospitalaria; sin embargo, también es relevante investigar este tema en países de ingresos bajos y medios para desarrollar estrategias y políticas informadas.
El estudio presenta algunas limitaciones: no se realizó evaluación de calidad de los estudios incluidos, ni se consideraron publicaciones en otros idiomas aparte del inglés. El objetivo fue sintetizar la evidencia, no calificarla. Los hallazgos pueden ser útiles para guiar investigación, políticas y programas orientados a mejorar la coordinación en atención primaria. Se realizó una síntesis temática sobre servicios coordinados de atención para responder a la pregunta de investigación, aunque pueden faltar aspectos específicos de cada país o grupo poblacional. Futuras investigaciones podrían centrarse en componentes específicos de la coordinación (como el enfoque del curso de vida), o en la coordinación a nivel organizacional considerando poblaciones, condiciones o intervenciones concretas.
Conclusiones
La coordinación de la atención involucra a los proveedores de servicios de salud a lo largo del curso de la enfermedad, considerando las trayectorias de vida y los diferentes niveles asistenciales, desde el entorno familiar hasta los centros de atención. La coordinación y continuidad de la atención se conceptualiza desde el uso de servicios, la atención específica para ciertas condiciones de salud, la prestación colaborativa entre múltiples profesionales o servicios, y la gestión coordinada con departamentos no sanitarios y demás partes interesadas dentro y fuera del sistema de salud. Existen diversos factores que afectan la coordinación de la atención en los niveles individual (servicios o usuarios), organizacional (entornos asistenciales con equipos interdisciplinarios) y sistémico (donde interactúan organizaciones y sectores). Los sistemas de salud destinan esfuerzos significativos a garantizar la coordinación de la atención, ajustando los tipos de intervenciones según las necesidades en cada etapa de la enfermedad y promoviendo la interacción entre profesionales multidisciplinarios, diversas partes interesadas y sectores técnicos y de apoyo. Asimismo, es fundamental fortalecer la investigación y la práctica sobre coordinación de la atención, especialmente en países de ingresos bajos y medios, con especial énfasis en los sistemas de atención primaria de salud.
La telemedicina ha cobrado una relevancia creciente en la atención primaria de salud a nivel mundial, destacándose por ser segura, práctica y rentable. Su adopción ha transformado la forma en que se prestan los servicios de medicina familiar, facilitando el acceso de comunidades remotas y optimizando recursos. El objetivo de este estudio es analizar cómo se emplea la telemedicina en la medicina familiar, identificando sus principales aplicaciones, beneficios, desventajas y los requerimientos de infraestructura necesarios para una implementación exitosa.
Métodos
La revisión se llevó a cabo en 2024, siguiendo el marco metodológico de cinco pasos de Arksey y O’Malley. Se realizaron búsquedas en bases científicas como Web of Science, PubMed y Scopus, utilizando términos como telemedicina, telesalud, atención virtual, teleconsulta, médico de familia y medicina familiar, centrándose en publicaciones entre 2015 y 2024. Finalmente, se analizaron 37 artículos relevantes.
Resultados
Ámbitos de aplicación
La telemedicina en medicina familiar se utiliza principalmente en prevención, tratamiento, monitorización y control, y consulta o administración. El 44% de los casos corresponde al tratamiento, el 32% a monitorización y control, el 15% a consulta y administración, y el 9% a prevención. En prevención, es clave para la educación sanitaria, detección precoz y programas de promoción de la salud. En tratamiento, abarca tanto enfermedades agudas como crónicas, incluyendo la atención de afecciones mentales y la gestión de enfermedades crónicas. En monitorización y control, destaca el seguimiento de pacientes con diabetes y otras enfermedades crónicas, así como la supervisión de la adherencia al tratamiento y el control prenatal. Finalmente, en el ámbito de la consulta y administración, la telemedicina apoya la orientación en planificación familiar, el asesoramiento parental y la emisión de certificados médicos.
Ventajas
Las principales ventajas identificadas son:
Mejor acceso para pacientes, especialmente en zonas rurales o con limitaciones de movilidad.
Comodidad para pacientes y profesionales, gracias a la flexibilidad horaria y la reducción de traslados.
Mayor seguridad, sobre todo frente a riesgos infecciosos.
Mejora de la relación médico-paciente, con oportunidades para la educación sanitaria y la participación de familiares en la atención.
Reducción de costos y tiempos de espera.
Mayor eficiencia en la gestión y en la organización del trabajo clínico.
Desventajas
Entre los principales desafíos se encuentran:
Imposibilidad de realizar exploraciones físicas completas, lo que puede dificultar diagnósticos y tratamientos.
Barreras comunicativas, como dificultades de lenguaje, audición y ausencia de comunicación no verbal.
Baja alfabetización digital tanto en pacientes como en profesionales.
Preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos del paciente.
Limitado acceso a dispositivos y a conexiones de Internet adecuadas, especialmente en sectores vulnerables.
Carga administrativa adicional y riesgo de fatiga profesional.
Infraestructura necesaria
Para la implementación efectiva de la telemedicina, se requiere:
Tecnologías de la información y comunicación confiables y accesibles.
Dispositivos adecuados para pacientes y personal médico.
Soporte técnico constante y capacitación específica para el uso de las plataformas.
Directrices y protocolos claros para la práctica clínica virtual.
Iniciativas para mejorar la alfabetización digital en todos los usuarios.
Marcos legales y de privacidad robustos que protejan la confidencialidad de la información.
Discusión y conclusiones
La telemedicina tiene el potencial de transformar la atención en la medicina familiar, permitiendo mejorar el acceso, la continuidad y la calidad de la atención, además de optimizar recursos y reducir costos. Sin embargo, para aprovechar plenamente estos beneficios, es indispensable invertir en infraestructura tecnológica, capacitación, mejora de la alfabetización digital y desarrollo normativo. Solo así podrá garantizarse una atención segura, equitativa y eficiente a través de la telemedicina en el entorno de la medicina familiar.
The use of telemedicine in family medicine: a scoping review
La telemedicina cobra cada vez mayor importancia en la atención primaria de salud a nivel mundial. Se reconoce como segura, práctica y rentable. El objetivo de este estudio es explorar el uso de la telemedicina en los servicios de medicina familiar, centrándose en identificar sus áreas de aplicación, ventajas, desventajas y la infraestructura necesaria para una implementación eficaz de esta tecnología.
Métodos
Esta revisión exploratoria se realizó en 2024 utilizando el marco de 5 pasos de Arksey y O’Malley. Se realizaron búsquedas exhaustivas en las bases de datos Web of Science, PubMed y Scopus, utilizando palabras clave como telemedicina, telesalud, atención virtual, teleconsulta, médico de familia y medicina familiar. La búsqueda se limitó a publicaciones de 2015 a 2024. Se incluyeron en el análisis un total de 37 artículos relevantes.
Resultados
La telemedicina se utiliza en cuatro áreas principales de la medicina familiar: prevención, tratamiento, monitorización y control, y consulta/administración. Según la frecuencia con la que se menciona en los estudios revisados, las principales ventajas de la telemedicina incluyen un mejor acceso para los pacientes, mayor comodidad tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios, mayor seguridad para los pacientes y mayor flexibilidad en la prestación de servicios. Sin embargo, también se observaron varios desafíos, como la falta de exámenes físicos, las barreras comunicativas y cognitivas, la baja alfabetización digital entre pacientes y médicos de familia, y la preocupación por la privacidad del paciente. La infraestructura esencial para una implementación eficaz de la telemedicina comprende tecnologías de la información y la comunicación fiables, dispositivos adecuados para pacientes y médicos de familia, un sólido soporte técnico, directrices bien definidas e iniciativas para mejorar la alfabetización digital.
Conclusión
Reconociendo las ventajas de la telemedicina en la medicina familiar, es fundamental que los sistemas nacionales de salud prioricen su integración y desarrollo. La telemedicina tiene el potencial de transformar la prestación de servicios de medicina familiar, mejorando el acceso para comunidades remotas y desatendidas, a la vez que reduce sustancialmente los costos tanto para pacientes como para proveedores. Sin embargo, para alcanzar este potencial es necesario establecer una infraestructura legal, técnica y cultural adecuada.
El uso de la telemedicina en medicina familiar: una revisión exploratoria
A medida que los avances en la tecnología de la información continúan acelerándose, la demanda de innovación en la prestación de servicios de salud ha crecido, lo que ha llevado al surgimiento de la telemedicina [ 1 ]. La telemedicina implica la transmisión electrónica de datos médicos en formatos de audio o visuales entre ubicaciones, lo que permite la comunicación en tiempo real o de forma asincrónica [ 2 ]. Aunque la telemedicina se remonta a la década de 1950, inicialmente utilizada en radiología, los avances recientes en tecnología de la información han expandido significativamente su adopción y popularidad [ 3 ]. La pandemia de COVID-19 aceleró aún más este cambio, transformando la atención virtual de una opción a una necesidad tanto para los pacientes como para los proveedores de atención médica [ 4 , 5 ].
Hoy en día, la telemedicina está ampliamente integrada en varias especialidades médicas, incluyendo radiología, medicina de emergencia, patología, psiquiatría, dermatología, oncología y atención posquirúrgica [ 3 , 6 ]. La medicina familiar, en particular, ha adoptado la telemedicina ampliamente durante y después de la pandemia. Los médicos de familia brindan servicios integrales de atención médica a personas de todas las edades dentro de la comunidad, desde recién nacidos hasta ancianos [ 7 ]. Los médicos de familia desempeñan un papel crucial en la prestación de atención preventiva, el fomento de comportamientos que promueven la salud, la gestión de la atención continua del paciente, la coordinación de planes de tratamiento para diversas afecciones de salud y el apoyo a iniciativas de salud pública [ 2 , 8 ]. La telemedicina permite a los médicos de familia realizar consultas, monitorear afecciones crónicas y brindar atención de seguimiento a través de plataformas virtuales, lo que reduce la necesidad de visitas en persona. Numerosos estudios destacan la efectividad de la atención virtual ofrecida por los médicos de familia, incluyendo el monitoreo de pacientes, el manejo de afecciones crónicas y el apoyo psicológico como parte de los programas de salud conductual [ 9 ]. En general, la telemedicina ha facilitado el intercambio de información entre pacientes y médicos de cabecera, el seguimiento, la prestación y la gestión de los servicios de salud [ 10 ].
La integración de la telemedicina en la medicina familiar tiene numerosas ventajas, tanto para los pacientes como para los médicos de familia. La telemedicina ha demostrado su capacidad para mejorar significativamente la disponibilidad y accesibilidad de la atención [ 4 ], en particular en áreas rurales donde los pacientes a menudo enfrentan largas distancias de viaje para recibir atención [ 11 , 12 ]. También facilita el acceso para las poblaciones marginadas, como aquellas en áreas remotas o aquellas con problemas de movilidad [ 13 ]. Al eliminar la necesidad de viajar, la telemedicina permite a los pacientes consultar con los médicos de familia desde sus hogares [ 14 ]. Esto es particularmente ventajoso para los ancianos y aquellos con condiciones de salud complejas, ya que mejora su capacidad para completar visitas esenciales [ 15 ]. Los pacientes informan una reducción en el tiempo y el costo del viaje, así como tiempos de espera más cortos para las citas, lo que hace que los servicios de salud sean más accesibles [ 9 ]. Además, la telemedicina permite una programación flexible y la posibilidad de citas fuera del horario de oficina habitual.Ha demostrado ser eficaz en el manejo de las necesidades de atención aguda y ha minimizado la necesidad de visitas de seguimiento en persona [ 16 ]. A pesar del aumento en el número de visitas, la telemedicina no ha comprometido la calidad de la atención ni ha incrementado los costos de la atención médica [ 17 ]. Al reducir la necesidad de visitas presenciales, la telemedicina ahorra tiempo y dinero, reduciendo los costos relacionados con viajes y ausencias laborales de los pacientes [ 3 ]. Con el tiempo, ayuda a reducir los gastos de atención primaria, mejora el manejo de enfermedades crónicas y aumenta la eficiencia general de la prestación de servicios de salud [ 18 , 19 ].
A pesar de sus numerosas ventajas, varios desafíos han dificultado la adopción generalizada de la telemedicina en medicina familiar. Una limitación clave es que no permite una exploración física completa. Además, las visitas virtuales tienen menos probabilidades de fomentar las mismas conexiones sociales y emocionales entre pacientes y profesionales de la salud que las visitas presenciales [ 3 ]. La imposibilidad de realizar evaluaciones físicas y la reducida interacción personal pueden afectar negativamente la adherencia al tratamiento y los resultados de salud [ 20 , 21 ]. Además, la falta de exploraciones físicas aumenta el riesgo de errores diagnósticos y la prescripción inadecuada de medicamentos [ 22 ].
La resistencia cultural y la falta de confianza en la tecnología entre los médicos de cabecera y los pacientes también pueden impedir la adopción de la telemedicina [ 23 ]. Además, una brecha significativa de alfabetización digital, particularmente en áreas rurales, puede obstaculizar el uso efectivo de las plataformas de telemedicina [ 24 ].La capacitación inadecuada de los médicos de cabecera y la asignación insuficiente de recursos son barreras adicionales para una implementación exitosa [ 25 ].Los médicos de cabecera y el personal de apoyo deben recibir una capacitación adecuada antes de participar en la telemedicina, y puede ser necesario comprar, instalar y mantener nuevos equipos. Los programas de telemedicina también requieren personal de tiempo completo para administrar y solucionar problemas de equipos y sistemas, lo que se suma al gasto general [ 3 ]. Para que la telemedicina funcione de manera efectiva, tanto los pacientes como los médicos de cabecera necesitan acceso a dispositivos adecuados y conexiones a Internet de alta velocidad. Además, los problemas de conectividad, como la mala calidad de la red o fallas en los equipos, pueden interrumpir con frecuencia las visitas virtuales [ 26 , 27 ]. Las preocupaciones sobre la privacidad también presentan riesgos significativos, ya que la información confidencial es vulnerable a la interceptación y el robo, y las medidas de seguridad adecuadas a menudo resultan costosas [ 3 ]. Por último, las normas de reembolso varían según el país y, en algunas regiones, las visitas de telemedicina aún no se reembolsan, lo que complica aún más su adopción generalizada [ 28 ].
La creciente integración de la telemedicina en los sistemas globales de atención primaria está respaldada por evidencia que enfatiza su seguridad, conveniencia y costo-efectividad [ 2 ]. Incluso en la era posterior a la COVID-19, se espera que la telemedicina siga siendo un componente esencial de la prestación de atención médica, abordando diversas necesidades de los pacientes, como el manejo de enfermedades crónicas, seguimiento de salud mental y servicios de asesoramiento [ 29 ]. Se anticipa que la atención virtual se expandirá aún más y se convertirá en una práctica rutinaria [ 28 ]. A medida que los sistemas de atención médica invierten cada vez más en infraestructura de telemedicina, es imperativo explorar sus áreas de aplicación, beneficios, desafíos y potencial para abordar las necesidades futuras de los pacientes [ 29 ]. Aunque investigaciones previas describen los beneficios y desventajas de la telemedicina en la medicina familiar, aún falta una comprensión integral de su impacto tanto en los médicos como en los pacientes como un modelo de prestación de atención. La mayoría de los estudios sobre este tema exploran principalmente el uso de la telemedicina en la atención médica [ 3 , 25 , 26 , 30 ] pero no se centran específicamente en la medicina familiar, lo que deja una brecha de conocimiento en esta área. Esto exige la generación de evidencia sólida y el establecimiento de buenas prácticas para guiar la implementación de la atención virtual [ 19 ]. Los estudios de revisión desempeñan un papel fundamental al proporcionar información práctica a los responsables de la formulación de políticas y a los gestores de atención sanitaria. Por lo tanto, esta revisión busca esclarecer las áreas de aplicación, las ventajas, las desventajas y la infraestructura esencial necesaria para integrar la telemedicina en la medicina familiar.
Métodos
Esta revisión de alcance se llevó a cabo siguiendo el marco de cinco pasos delineado por Arksey y O’Malley [ 31 ].
Identificación de la pregunta de investigación
El objetivo principal de este estudio es explorar las aplicaciones, ventajas, desventajas y requisitos de infraestructura asociados con la telemedicina en la medicina familiar.
Las aplicaciones de la telemedicina en medicina familiar
Según el modelo de Bostan et al. [ 2 ], las aplicaciones de la telemedicina en medicina familiar abarcan cuatro categorías principales: prevención, tratamiento, monitoreo/control y consulta/administración (Tabla 1 ). En general, se identificaron 81 casos de uso de la telemedicina en medicina familiar en todos los estudios. De estos, el 44% fueron para tratamiento, el 32% para monitoreo/control, el 15% para consulta/administración y el 9% para prevención. En la atención preventiva, la telemedicina se emplea para educación sanitaria, detección de cáncer, promoción de la actividad física y apoyo a programas para dejar de fumar. Dentro del dominio del tratamiento, los servicios de telemedicina son diversos y cubren tanto condiciones agudas como crónicas. Estos servicios incluyen la gestión de situaciones de atención aguda, como COVID-19, y el manejo de enfermedades crónicas. Las aplicaciones frecuentes en el tratamiento incluyen abordar condiciones agudas, prescripciones de medicamentos y renovaciones ( N = 8). Además, la atención de la salud mental y el manejo de enfermedades crónicas son áreas de enfoque destacadas. Las aplicaciones de monitorización y control son particularmente significativas, siendo el seguimiento de pacientes diabéticos ( N = 7) el uso de la telemedicina más frecuente en los estudios. Otras aplicaciones en este ámbito incluyen el seguimiento de la adherencia al tratamiento, la interpretación de los resultados de las pruebas de laboratorio y la supervisión de la atención prenatal. En el ámbito de la consulta y la administración, la telemedicina proporciona un valioso apoyo para la orientación en planificación familiar, el asesoramiento parental y la emisión de certificados de baja por enfermedad ( N = 4).
Tabla 1 Aplicaciones de la telemedicina en los servicios de medicina familiar
Ventajas del uso de la telemedicina en medicina familiar
La Figura 2 muestra las ventajas de la telemedicina en medicina familiar y su frecuencia de repetición en los estudios. En total, se identificaron 17 beneficios distintivos de la telemedicina en medicina familiar. Entre estos, el 38% de los estudios reportó un mayor acceso para los pacientes, mientras que la comodidad del proveedor y la seguridad del paciente se mencionaron en el 32% de los estudios. Además, el cumplimiento de las preferencias del paciente se observó en el 30% y la comodidad del paciente en el 27%.
Figura 2
Ventajas de la telemedicina en medicina familiar
Los estudios destacan que la principal ventaja de la telemedicina es su capacidad para mejorar el acceso de los pacientes a la atención. Este beneficio es evidente de varias maneras: mejora el acceso para personas con movilidad limitada [ 5 , 29 , 49 , 50 ], para quienes viven en áreas remotas [ 9 , 47 , 50 , 51 ] y a través de un mejor acceso físico y económico para los pacientes [ 2 , 12 , 20 , 32 , 33 , 52 , 53 ]. La telemedicina mejora significativamente la continuidad de la atención, especialmente durante emergencias de salud, condiciones climáticas adversas que interrumpen la asistencia a los centros de salud o para ciertos grupos como estudiantes, ancianos y personas que luchan por tomarse tiempo libre del trabajo [ 2 , 5 , 9 , 18 , 49 , 52 ]. La telemedicina permite a los pacientes recibir consultas y atención en varios momentos y desde diferentes lugares, incluidos sus lugares de trabajo, mejorando así la comodidad y ahorrando tiempo [ 2 , 5 , 9 , 18 , 29 , 32 , 45 , 47 , 50 , 53 , 54 ]. Las consultas virtuales reducen el tiempo de viaje y brindan mayor comodidad a las personas que equilibran el trabajo y las responsabilidades familiares [ 2 , 5 , 9 , 12 , 29 , 32 , 36 , 42 , 49 , 50 ].
Algunos estudios enfatizan mejoras en la relación médico-paciente, citando una mejor comunicación, una calidad de consulta mejorada y mayores oportunidades para la educación del paciente [ 2 , 5 , 19 ]. Además, surgen beneficios financieros de la eliminación de los costos de viaje [ 2 , 32 , 42 , 50 , 53 ], tiempos de espera reducidos [ 9 , 12 ], atención de seguimiento más efectiva [ 5 , 20 , 32 , 47 ] y una calidad general de atención mejorada [ 9 , 47 ], todo lo cual contribuye a una experiencia positiva del paciente con la telemedicina [ 2 , 12 , 18 , 37 , 42 , 46 , 55 ].
La telemedicina también mejora la atención centrada en la familia al involucrar activamente a los cuidadores en el proceso de atención del paciente. Los familiares pueden participar en las consultas, proporcionar información adicional que el paciente podría no compartir y participar en la toma de decisiones [ 2 , 12 , 19 , 20 , 29 , 36 , 51 ]. Las consultas por video permiten a los proveedores de atención médica comprender mejor el hogar y el estilo de vida del paciente, lo que facilita evaluaciones más integrales [ 19 , 20 , 29 , 50 , 53 ]. Además, brindar atención de forma remota ayuda a garantizar la seguridad del paciente al minimizar la exposición a riesgos infecciosos, una ventaja clave enfatizada durante la pandemia de COVID-19 [ 2 , 5 , 12 , 29 , 32 , 35 , 37 , 45 , 49 , 53 , 56 , 57 ].
La telemedicina también ofrece varios beneficios a los proveedores de servicios. Los médicos la encuentran más conveniente, ya que la telemedicina permite realizar consultas desde casa y proporciona flexibilidad en la programación. Numerosos estudios han destacado estas ventajas [ 9 , 18 , 19 , 20 , 29 , 32 , 36 , 50 , 51 , 53 , 54 , 56 ]. Además, algunas investigaciones apuntan a una mayor satisfacción de los médicos [ 11 , 29 , 32 , 35 ], a menudo vinculada a un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, lo que permite más tiempo en familia [ 29 ] y una mejor calidad de vida en general [ 50 ]. Además, reducir el hacinamiento y la carga de pacientes en los centros de salud puede aliviar el estrés en el lugar de trabajo y potencialmente reducir los incidentes de violencia en el lugar de trabajo [ 2 ]. Por último, la telemedicina contribuye a mejorar la eficiencia de la práctica y el valor añadido [ 5 , 12 , 50 , 53 , 54 , 56 ]. Se ahorra tiempo que normalmente se pierde en tareas como admisiones y preparación de salas, y se reducen las citas sin asistencia [ 50 ], lo que se traduce en beneficios operativos adicionales.
Desventajas del uso de la telemedicina en medicina familiar
La Figura 3 muestra las desventajas de la telemedicina en medicina familiar y la frecuencia de su repetición en los estudios. En general, se identificaron 22 desventajas de la telemedicina en medicina familiar. La falta de examen físico y las barreras de comunicación/percepción se destacaron en el 30% de los estudios, mientras que las preocupaciones por la privacidad del paciente se citaron en el 24% y el acceso inadecuado a la tecnología de la comunicación se mencionó en el 20% de los estudios. Un desafío importante de la telemedicina en los servicios de medicina familiar es su incapacidad para realizar exámenes físicos [ 9 , 19 , 20 , 32 , 35 , 45 , 47 , 50 , 51 , 54 , 55 ]. La telemedicina resulta poco práctica para las consultas iniciales, las condiciones médicas complejas o las emergencias [ 5 ]. Además, algunos diagnósticos y decisiones clínicas no se pueden tomar sin realizar un examen físico [ 51 ]. Por ejemplo, diagnosticar las causas de mareos o erupciones cutáneas es difícil a través de síntomas autoinformados durante una llamada telefónica [ 51 ], al igual que condiciones críticas como dolor en el pecho o abdominal, problemas respiratorios, dolores de cabeza y trastornos musculoesqueléticos o neurológicos [ 20 ]. Sin una evaluación integral del paciente [ 2 , 42 , 47 ], la telemedicina conlleva el riesgo de diagnósticos inexactos [ 2 , 32 , 42 , 46 , 56 ], lo que puede conducir a prescripciones incorrectas, pruebas inapropiadas o tratamientos que son inadecuados o excesivos [ 32 , 58 ]. Además, un estudio sugiere que las consultas de telemedicina están asociadas con tasas más altas de prescripciones de antibióticos en comparación con las visitas en persona [ 58 ].
Figura 3
Desventajas de la telemedicina en medicina familiar
Las barreras de comunicación, como las dificultades relacionadas con el lenguaje, la audición y las señales no verbales [ 2 , 5 , 9 , 12 , 19 , 20 , 32 , 47 , 51 , 53 , 55 ], son desventajas significativas de la telemedicina. Estos problemas son particularmente pronunciados en adultos mayores [ 5 ]. La ausencia de señales no verbales [ 51 ], la limitada alfabetización en salud [ 51 ] y las dificultades que los pacientes pueden tener para articular sus problemas médicos, lo que complica la obtención de una historia clínica precisa [ 20 ], exacerban aún más estos desafíos. Además, el uso de herramientas de telecomunicaciones puede verse obstaculizado por la baja alfabetización tecnológica entre los pacientes y los MF [ 2 , 5 , 9 , 12 , 20 , 37 , 50 , 51 , 57 , 59 ], junto con el acceso insuficiente a tecnología de comunicación actualizada o la falta de soporte técnico [ 32 , 38 , 50 , 51 , 53 , 54 , 57 ]. Además, la ausencia de contacto visual durante ciertas consultas o desconexiones recurrentes de llamadas [ 5 , 12 , 50 , 51 , 54 ] ) reduce la efectividad y la calidad de la consulta [ 4 , 45 ].
La interacción personal limitada entre pacientes y proveedores de atención médica [ 12 , 20 , 35 , 45 , 50 , 54 ] puede socavar la confianza y la relación médico-paciente [ 2 , 32 , 57 ]. Se ha observado que la participación reducida del paciente en el proceso de atención es una preocupación importante [ 12 , 50 ]. La aceptabilidad también plantea un desafío, ya que los pacientes pueden no ver las consultas telefónicas o de video como visitas legítimas, lo que potencialmente socava la práctica de la medicina [ 2 , 5 , 9 , 47 ] y conduce a citas innecesarias o redundantes [ 2 , 18 , 32 , 50 ]. Si bien la telemedicina mejora el acceso a la atención médica, sigue siendo menos accesible para ciertas poblaciones, incluidos los grupos marginados, los hogares de bajos ingresos y los refugiados, que tienen acceso limitado a los dispositivos de comunicación [ 20 , 47 , 49 , 60 ], lo que exacerba las desigualdades en la atención médica.
La naturaleza de la telemedicina presenta un riesgo para la confidencialidad de los datos y la privacidad del paciente [ 18 , 32 , 33 , 45 , 47 , 48 , 50 , 51 , 57 ]. Si bien involucrar a un tercero en el proceso de atención puede ser beneficioso, también puede generar inquietudes sobre la privacidad [ 51 ]. Además, algunos estudios destacan que los proveedores de telemedicina pueden enfrentar fatiga, agotamiento y una mayor carga administrativa [ 18 , 20 , 33 , 34 , 51 , 54 ]. Estos desafíos surgen de consultas largas y agotadoras [ 51 ], fatiga por estar sentado durante períodos prolongados [ 54 ] y la mayor carga de trabajo administrativa que implica registrar datos de pacientes y coordinar comunicaciones o llamadas virtuales. Además, problemas como la falta de reembolso o las complejidades involucradas en la obtención de licencias pueden disminuir la motivación de los médicos para adoptar la telemedicina [ 12 , 39 ]. Algunos estudios también analizan las posibles amenazas a la seguridad laboral de los trabajadores de la salud [ 2 ].
Requisitos de infraestructura para el uso de la telemedicina en medicina familiar
La implementación exitosa de la telemedicina en medicina familiar requiere infraestructuras técnicas, legales y culturales robustas (Fig. 4 ). Se identificaron un total de 11 infraestructuras clave para el desarrollo de la telemedicina en medicina familiar. Los tres temas se mencionaron con frecuencia con respecto a las infraestructuras técnicas y de comunicación necesarias para la telemedicina: tecnología de la información y la comunicación en el 19% de los estudios, y dispositivos de comunicación y soporte técnico para usuarios en el 14% de los estudios. Las tecnologías de la comunicación y el acceso confiable a Internet son particularmente críticos en áreas rurales y remotas [ 11 , 12 , 18 , 38 , 49 , 51 , 57 ]. Los marcos legales, incluidas las directrices e instrucciones claras, son necesarios para definir el alcance de los servicios prestados e identificar los tipos de consultas que son apropiadas para la telemedicina [ 33 , 34 , 44 , 57 ]. Tres estudios destacaron la necesidad de una plataforma estandarizada para las interacciones médico-paciente [ 5 , 9 , 42 ]. Además, un sistema de triaje es esencial para evaluar qué pacientes son aptos para consultas virtuales [ 36 ]. También es importante documentar la información del paciente antes de las visitas virtuales y concertar citas de seguimiento [ 32 ].
Figura 4
Requisitos de infraestructura para el uso de la telemedicina en medicina familiar
Para facilitar la atención virtual, se debe desarrollar un sistema de registro de pacientes en la plataforma, con soporte disponible para los pacientes durante el proceso. Es crucial contar con personal dedicado para ayudar con cualquier desafío [ 5 , 9 , 32 , 38 , 53 ]. El cambio a la atención virtual introduce la necesidad de nuevos flujos de trabajo, lo que requiere cambios en los procesos, capacitación del personal y educación continua del paciente [ 18 , 32 , 34 , 57 ]. Tanto los proveedores de atención médica como los pacientes deben tener los dispositivos de comunicación necesarios para la telemedicina [ 5 , 9 , 32 , 38 , 53 ]. Ciertas tareas médicas pueden requerir dispositivos especializados, incluso si el paciente tiene el teléfono o el equipo de video requerido y una conexión a Internet estable. Por ejemplo, la atención virtual de rutina para pacientes diabéticos puede requerir instrumentos como un esfigmomanómetro o un medidor de glucosa en sangre [ 9 ]. Además, brindar apoyo técnico a grupos específicos, como los ancianos y las poblaciones rurales [ 12 , 49 , 51 ], junto con mejoras en la alfabetización digital y sanitaria [ 38 , 46 , 51 ], es esencial para brindar servicios de telemedicina efectivos.
Discusión
Este estudio tuvo como objetivo explorar el uso de la telemedicina en medicina familiar. Los hallazgos indican que la telemedicina presenta tanto ventajas como desafíos dentro de los servicios de médicos de familia. Los médicos de familia desempeñan un papel crucial en la prestación de atención primaria de salud, en particular en la promoción de la salud preventiva, el fomento de estilos de vida saludables, la garantía de la continuidad de la atención y la coordinación del manejo de condiciones médicas [ 61 ]. El estudio mostró que la telemedicina respalda una variedad de funciones de medicina familiar, que incluyen prevención, diagnóstico, tratamiento, consulta, seguimiento de pacientes y coordinación de la atención. Muchas consultas de médicos de familia se pueden realizar de manera efectiva a través de la telemedicina [ 20 ]. Las condiciones médicas que no requieren una evaluación en persona o que se pueden monitorear de forma remota, como los niveles de glucosa en sangre o presión arterial, son adecuadas para la atención virtual en el área de medicina familiar [ 62 ]. Los médicos de familia notaron que las plataformas virtuales son especialmente efectivas en el manejo de condiciones crónicas como hipertensión, diabetes y asma [ 36 ].
Los estudios demuestran que la telemedicina es tan eficaz como la atención en persona [ 30 , 63 ] y se ha convertido en un método ampliamente aceptado y apropiado para recibir tratamiento. También es rentable, ofreciendo ahorros en comparación con la atención convencional [ 30 , 64 ]. Los pacientes generalmente informan una alta satisfacción con la telemedicina, apreciando la conveniencia y flexibilidad que ofrece para administrar su salud [ 30 , 64 ]. Las consultas en persona a veces limitan la oportunidad de que los médicos de familia comprendan completamente la situación de un paciente debido a las limitaciones de tiempo. Sin embargo, investigaciones previas sugieren que la telemedicina puede mejorar la comprensión de los médicos de familia de sus pacientes [ 29 ] y fomentar la toma de decisiones colaborativa que se alinea con las necesidades, objetivos y expectativas de los pacientes y sus familias [ 29 ].
El auge de la atención virtual durante la pandemia de COVID-19 permitió la prestación continua de atención primaria de salud durante la cuarentena o cuando las consultas presenciales se consideraban demasiado riesgosas para los médicos de cabecera y los pacientes [ 20 ]. La telemedicina puede mejorar potencialmente el acceso a la atención médica para los grupos vulnerables [ 29 ]. En las zonas rurales, donde persiste la escasez de médicos de cabecera, los residentes suelen tener dificultades para acceder a la atención primaria de salud. La expansión de la telemedicina en las zonas rurales puede mejorar significativamente la disponibilidad de atención médica para estas comunidades [ 52 ].
La prestación de servicios de telemedicina ha suscitado inquietudes sobre posibles cambios en los roles clínicos, el riesgo de brindar demasiado o muy poco tratamiento, lagunas procesales e incertidumbres legales. Algunos estudios sugieren que los pacientes pueden no percibir las consultas telefónicas o por video como visitas médicas legítimas, lo que podría socavar el valor de estos encuentros virtuales [ 2 , 5 , 9 , 47 ]. La falta de exámenes físicos se ha convertido en el mayor desafío en el uso de la telemedicina por parte de los médicos de cabecera. Si bien no todas las visitas requieren un examen físico, los pacientes y los médicos de cabecera lo consideran un componente crucial de sus interacciones [ 20 , 50 ]. Los médicos de cabecera señalan que diagnosticar afecciones agudas a menudo puede ser un desafío, e intentar hacerlo sin un examen físico puede llevar a diagnósticos erróneos [ 36 ]. Sin embargo, esta limitación se mitiga en cierta medida cuando los pacientes contribuyen con sus propios datos, como tomarse la temperatura, y cuando las consultas por video permiten a los médicos observar los síntomas y evaluar la apariencia general del paciente [ 50 ].
La comunicación no verbal influye significativamente en las interacciones médico-paciente. La ausencia de señales no verbales durante las teleconsultas puede generar malentendidos, que pueden verse agravados por la baja alfabetización en salud y las afecciones médicas más complejas que suelen observarse en las poblaciones rurales [ 65 ]. Como resultado, a los pacientes les puede resultar difícil proporcionar información clara sobre sus medicamentos o presentar historiales médicos imprecisos, lo que aumenta la necesidad de derivaciones a clínicas u hospitales [ 51 ].
Un factor clave en la implementación exitosa de la telemedicina en el área de medicina familiar es la disponibilidad de suficiente infraestructura de información y comunicación. El acceso limitado a la tecnología, la conectividad inadecuada a internet y la lenta expansión de las redes de internet de alta velocidad son obstáculos significativos, particularmente en países en desarrollo, que dificultan las videoconsultas efectivas [ 26 ]. Las desigualdades en el acceso a banda ancha también presentan un desafío importante para expandir los servicios de telemedicina, incluso en naciones desarrolladas. Por ejemplo, las velocidades de internet rurales en Canadá son solo del 10 al 20% de las de las áreas urbanas, y a menudo están por debajo de las velocidades requeridas para videoconferencias [ 28 ]. Además, el acceso limitado de los pacientes a teléfonos inteligentes, computadoras y ancho de banda de internet adecuado exacerba aún más este problema [ 27 ]. La falta de instalaciones apropiadas para videollamadas obliga a muchos a depender de consultas telefónicas, lo que, según informan los médicos de cabecera, puede contribuir al agotamiento [ 51 ]. Las visitas virtuales generalmente involucran consultas por video o teléfono, lo que requiere plataformas que ofrezcan conexiones de video seguras, programación de citas, salas de espera virtuales y capacidades de intercambio y almacenamiento de datos [ 28 ]. Estas plataformas deben ser fáciles de usar, y tanto los pacientes como los médicos de familia deben recibir capacitación sencilla sobre cómo navegarlas. Además, a menudo se requiere soporte técnico para ayudar a los usuarios [ 66 ]. La asistencia gubernamental, como la ampliación de la capacidad de internet y la actualización a nuevas tecnologías de red, es urgentemente necesaria dadas las dificultades tecnológicas en los países en desarrollo, especialmente en las zonas rurales [ 26 ]. El desarrollo de infraestructura digital e internet de alta velocidad, especialmente en zonas rurales y marginadas, la prestación de apoyo técnico y logístico a las poblaciones desfavorecidas y la creación de plataformas de comunicación seguras y fáciles de usar requieren la colaboración intersectorial entre los sectores de la salud y las tecnologías de la información.
El desarrollo de directrices claras es esencial para determinar qué condiciones médicas pueden ser manejadas eficazmente por los MF a través de la telemedicina [ 20 , 50 ]. En una revisión, Loane y Wootton identificaron tres categorías de directrices para la telemedicina: técnicas, operativas y clínicas [ 67 ]. Las directrices pueden reducir el riesgo de litigio y estandarizar las prácticas laborales. La ausencia de directrices claras puede disuadir a los proveedores de atención médica de participar en servicios de telemedicina [ 65 ]. Sin regulaciones y protocolos bien definidos, los proveedores pueden enfrentar incertidumbre con respecto a la implementación de la atención virtual, lo que lleva a dudas en la adopción de prácticas de telemedicina [ 59 ]. Además, la ausencia de mecanismos de reembolso adecuados puede potencialmente impedir la voluntad de los proveedores de atención médica de ofrecer servicios de telemedicina, dadas sus preocupaciones con respecto a la viabilidad financiera y la compensación adecuada [ 65 ]. La escasez de reembolso suficiente o apropiado para las teleconsultas se ha identificado como un desafío destacado en numerosas regiones, incluidas África, Asia, Europa, América Latina, Canadá y los Estados Unidos [ 28 ]. Las preocupaciones sobre la privacidad siguen desempeñando un papel importante en la adopción de la telemedicina. Estas preocupaciones abarcan cuestiones como la seguridad de los datos, el cifrado insuficiente de las comunicaciones, el acceso no autorizado a las videoconferencias, la confidencialidad del paciente y la posibilidad de acceso no autorizado a información sanitaria sensible [ 68 ]. Los proveedores de atención sanitaria deben priorizar la protección y seguridad de la información del paciente en las plataformas de telemedicina [ 59 ]. Por lo tanto, uno de los componentes clave de los proyectos de desarrollo de la telemedicina es la infraestructura legal. Esto implica establecer directrices y protocolos clínicos pertinentes, así como definir los servicios médicos familiares que se pueden prestar a través de la telemedicina. Es esencial fortalecer los marcos legales y reglamentarios para proteger la privacidad del paciente y establecer directrices nacionales para el acceso a los datos del paciente [ 69 ]. Además, las compañías de seguros deben actualizar y revisar sus políticas de reembolso para apoyar la sostenibilidad de los servicios de telemedicina.
La baja alfabetización digital se ha identificado como una barrera importante para el desarrollo de la telemedicina [ 65 ]. La alfabetización digital implica una variedad de habilidades cognitivas y técnicas necesarias para usar eficazmente las herramientas digitales para encontrar, evaluar, crear y compartir información. Esto abarca la alfabetización informática básica, la competencia en el uso de Internet y la capacidad de evaluar críticamente el contenido digital. Para los pacientes, la alfabetización digital es esencial para comunicarse con los proveedores de atención médica, facilitar las derivaciones y las pruebas, y acceder a los portales en línea para pacientes [ 70 ]. Mejorar la alfabetización digital de los pacientes mejora su capacidad para comunicar con precisión los síntomas, los medicamentos y otra información relacionada con la salud, lo que a su vez mejora la precisión del diagnóstico [ 51 ]. Por otro lado, los médicos de familia deben desarrollar competencias en el uso de herramientas técnicas, la toma de antecedentes virtuales, la realización de exámenes físicos virtuales y el mantenimiento de una comunicación interpersonal eficaz [ 26 ]. Por lo tanto, la capacitación y el desarrollo de capacidades son componentes clave en el desarrollo de la telemedicina. La incorporación de la educación en atención virtual en los planes de estudio médicos y la garantía del desarrollo profesional continuo de los médicos de familia son esenciales [ 28 ]. Además, los pacientes deberían recibir capacitación sobre cómo usar dispositivos de monitoreo en el hogar, como tensiómetros, oxímetros de pulso, termómetros y básculas, para monitorear sus signos vitales y compartir estos datos con sus médicos de forma remota [ 20 ]. La conciencia pública sobre los beneficios de la telemedicina y su aceptación se puede mejorar mediante la implementación de campañas informativas nacionales.
Finalmente, la sostenibilidad a largo plazo de la telemedicina depende de la financiación y los marcos regulatorios. Las actualizaciones tecnológicas continuas, los requisitos de ciberseguridad y la capacitación continua de los profesionales de la salud son impulsores clave de costos para mantener los servicios de telemedicina. Estos gastos pueden suponer una carga significativa para los sistemas de salud que ya enfrentan presiones financieras. Como resultado, además de la financiación gubernamental y los reembolsos de seguros, las soluciones financieras innovadoras, como las asociaciones público-privadas y las inversiones privadas, son cruciales para garantizar la sostenibilidad y la viabilidad a largo plazo de la telemedicina [ 69 ]. También requiere marcos regulatorios sólidos que incluyan pautas actualizadas, estándares de calidad y medidas de protección de datos. El monitoreo y la evaluación juegan un papel crucial para garantizar la sostenibilidad, incluido el establecimiento de sistemas para rastrear y evaluar los servicios de medicina familiar prestados a través de la telemedicina, la realización de estudios para evaluar la efectividad y la identificación de desafíos y áreas de mejora.
Modelo organizativo de la atención primaria en Liguria, Italia
El blog recorrió un camino por los dispositivos de atención primaria en varios sistemas de salud y diferentes modelos organizativos. dispositivos, equipos, sistemas, historias clínicas, también por ciclos de vida y con la inclusión de la telemedicina en el seguimiento. Es llamativo, que la serie «Atención primaria» tiene poca repercusión en línea entre los suscriptores. Esto podría también ser un indicio porque no es la puerta de entrada al sistema de salud preferida por los pacientes. Hablamos mucho de la atención primaria, pero esta postergada, desfinanciada, olvidada.
La gran mayoría de los sistemas prepagos no tienen plan de salud, los pacientes eligen en cartilla, en general de acuerdo a los síntomas, y como los médicos especialistas cobran por prestación, los incentivos están colocados para que los reciten aunque no se justifique. En algunas provincias también hay regiones sanitarias, que debieran modernizarse como Agencias de Salud que en realidad terminan siendo lugares burocráticos que no implementan políticas, sino que hacen política partidaria, no salud específicamente. Ahora todo pasa porque el Presidente Milei no transfiere los fondos. Como decía en otro posteo es una deriva fácil de la culpa ajena, para evitar su orfandad, y su culpabilidad por el abandono.
Es una serie bastante completa y elegida, para repasar y hacer benchmarking, que concluirá, en su decimocuarta intervención, con un resumen editorial planteando una solución plausible para nuestros país. Con su modelo fragmentado de salud. El próximo número será de la relación sinérgica entre telemedicina y atención primaria.
Introducción
El Servicio Nacional de Salud (SNS) italiano, tras años de políticas de contención del gasto, enfrenta ahora la oportunidad de renovarse gracias al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Este plan, que asigna fondos significativos, impulsa la creación de redes de proximidad, el fortalecimiento de infraestructuras y la telemedicina en la atención territorial. La Misión 6, enfocada en la salud, prioriza la integración de las redes de atención primaria, hospitalaria y especializada, destacando el valor de una atención primaria robusta.
Justificación y contexto
La pandemia de COVID-19 reveló limitaciones y desigualdades en el acceso al SNS, afectando especialmente a las personas más frágiles. En este contexto, la atención primaria de salud (APS) demostró ser esencial por su inclusividad, equidad y eficiencia. Fortalecer la APS es clave para un sistema más resiliente y preparado frente a futuras crisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta la importancia de acercar los servicios a la comunidad, y la experiencia internacional y local muestra que los sistemas con APS sólida logran mejores resultados en salud.
El papel del PNRR y la reforma sanitaria
El PNRR, articulado en seis misiones (incluida la de Salud), cubre el periodo 2021-2026 con fondos dirigidos a distintas áreas, siendo la Misión 6 la que destina ₠ 18.5 mil millones para reforzar la sanidad territorial. El objetivo es una gestión más efectiva de las necesidades de salud, integrando atención primaria, hospitales y servicios especializados. Esta reforma se apoya en los distritos de la Agencia Local de Salud (ALS), responsables de coordinar y responder a las necesidades cambiantes de la población y de garantizar la equidad en el acceso.
Nuevas estructuras y estándares organizativos
En 2022, el decreto DM77 sentó las bases para desarrollar modelos innovadores de atención primaria, adaptados a la diversidad regional italiana. Entre las estructuras fundamentales destacan los Centros Operativos Territoriales (COT), las Casas Comunitarias (CdC) y los Hospitales Comunitarios (OdC). Los COT actúan como nexos entre servicios, profesionales y entornos asistenciales, y las CdC y OdC atienden a pacientes crónicos o con necesidades especiales, conectando servicios hospitalarios, sociosanitarios y comunitarios.
Red de atención territorial en Liguria
La región de Liguria, con una población envejecida y en descenso, ajusta su modelo organizativo para dar respuesta a un perfil epidemiológico marcado por enfermedades crónicas. En las últimas décadas, se han implementado estrategias para reducir visitas innecesarias a urgencias y mejorar la atención de pacientes crónicos, ampliando horarios de consulta y servicios médicos de proximidad. El PNRR y la Resolución Regional 1223/2022 refuerzan este enfoque, sumando el rol de las Enfermeras de Familia o Comunitarias (IFoC) y empoderando a la comunidad.
La telemedicina como pilar estratégico
La telemedicina es clave en la reorganización territorial, pues acorta distancias entre pacientes y proveedores, facilita la detección e intervención temprana en el hogar, optimiza recursos en zonas remotas y promueve la colaboración multidisciplinaria. Además, agiliza la des hospitalización y fortalece la pertinencia y adherencia terapéutica.
Casas Comunitarias (CdC)
Según el NRRP, las CdC son centros de referencia para la atención de proximidad, la recepción y la orientación en servicios primarios. Deben existir al menos una CdC por cada 50,000 habitantes y agrupan servicios médicos, diagnósticos, preventivos, de rehabilitación, vacunación y telemedicina. Su misión incluye estandarizar vías de atención, promover la prevención y la salud comunitaria, gestionar condiciones crónicas y garantizar la continuidad asistencial, mediante equipos interprofesionales coordinados.
Hospital Comunitario (OdC)
El OdC complementa a las CdC como centro de cuidados intermedios para estancias breves, destinado a personas con necesidades clínicas complejas pero que no requieren hospitalización de alta intensidad. Su objetivo es prevenir ingresos hospitalarios innecesarios y facilitar la transición de cuidados, articulando la atención domiciliaria y la capacitación de cuidadores. Los OdC ofrecen atención de enfermería continua, funciones de rehabilitación y apoyo terapéutico, y están diseñados para ingresos de corta duración y de baja a moderada complejidad.
Centro de Operaciones Territorial (COT)
El COT es un servicio administrativo central que facilita la activación y continuidad de la atención, integrando digitalmente a todos los actores del sistema sanitario. Coordina la transición paciente-hospital-territorio, gestiona datos y comunicaciones, y favorece el acceso a la atención no urgente a través del número único 116 117, que orienta y deriva a las estructuras adecuadas.
Recursos humanos y desafíos
La transformación de la atención primaria requiere una nueva asignación de personal, ya que el PNRR financia infraestructuras, pero no plantilla adicional. Se prevé la reasignación de personal hospitalario a las nuevas estructuras, lo que plantea interrogantes sobre estándares de dotación, formación y la viabilidad real de la transición. Italia registra un buen número de médicos, aunque la mayoría supera los 55 años y disminuye el número en hospitales y atención general, sobre todo en urgencias.
La crisis sanitaria impulsó la contratación de profesionales, pero la planificación y formación siguen siendo retos, especialmente en la delegación de tareas entre profesiones sanitarias. Actualizar los marcos regulatorios y aumentar el atractivo de profesiones como la enfermería son prioridades para asegurar la sostenibilidad.
Discusión y conclusión
La pandemia motivó la revisión de debilidades estructurales y el desarrollo de modelos integrados, digitales e innovadores, apostando por la atención primaria, la comunidad y la prevención. Aunque se han destinado fondos considerables, surgen dudas sobre la suficiencia de los recursos y la capacidad para garantizar una cobertura equitativa en todas las regiones. Monitorear la efectividad y calidad de los nuevos centros es esencial para evitar desigualdades interregionales.
En conclusión, el modelo ligur representa un avance hacia la integración sociosanitaria, pero la viabilidad económica y la disponibilidad de personal siguen siendo desafíos críticos. La inversión en capacidades técnicas, junto a la expansión de la telemedicina y la e-salud, serán decisivas para el futuro de la atención primaria en Italia.
Un nuevo modelo organizativo de atención primaria en Liguria, Italia. Perspectivas e Implicaciones.
Identificador de producto principal: PMC11487737 Identificador de producto principal: 39430998
Resumen
Tras años de políticas de contención de gastos, el Servicio Nacional de Salud (SNS) italiano tiene ahora la oportunidad de cambiar y mejorar, especialmente gracias al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Este plan actúa como catalizador de la reforma, asignando fondos sustanciales para reforzar las redes de proximidad, las instalaciones y la telemedicina para la atención sanitaria territorial. La Misión 6, dedicada específicamente a la salud, se centra en la integración de las redes de atención primaria, hospitalaria y especializada, lo que subraya la importancia de un sistema de atención primaria sólido. En consonancia con los objetivos del PNRR, el modelo ligur introduce estructuras innovadoras, como las Casas Comunitarias (CdC), los Hospitales Comunitarios (OdC) y los Centros de Operaciones Territoriales (COT). Estos componentes interconectados forman una red dinámica diseñada para mejorar la accesibilidad a la atención sanitaria, prevenir ingresos hospitalarios inapropiados y facilitar la transición eficiente de los pacientes. El modelo prioriza la colaboración multidisciplinar, la participación comunitaria y la integración de los servicios sociosanitarios. A pesar de la sustancial financiación del PNRR para infraestructura, persisten los desafíos relacionados con la dotación de personal y los recursos humanos. El contexto socio epidemiológico pone de relieve la preocupación por la viabilidad económica de la reforma, la posible escasez de personal y la necesidad imperiosa de actualizar los marcos regulatorios. La reasignación estratégica del personal de los hospitales de agudos a nuevos centros es crucial, lo que requiere una planificación meticulosa de la fuerza laboral, la definición de funciones y la formación. En conclusión, el modelo ligur surge como una respuesta proactiva a las vulnerabilidades estructurales expuestas por la pandemia, en consonancia con las tendencias internacionales de priorizar la atención primaria, la prevención y los servicios comunitarios.
La reciente pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto importantes limitaciones y desafíos dentro del Servicio Nacional de Salud (SNS) italiano, especialmente en lo que respecta a las disparidades en el acceso para los grupos de población más frágiles y vulnerables. Para mitigar estos problemas y mejorar los resultados generales de salud, la atención primaria de salud (APS) ha demostrado ser una herramienta clave, debido a su inclusividad, equidad y rentabilidad para lograr la cobertura sanitaria universal. El fortalecimiento de la APS podría fortalecer la resiliencia del sistema de salud, permitiéndole prepararse, responder y recuperarse mejor ante futuras crisis [ 1 ].
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la APS para consolidar y fortalecer los sistemas nacionales de salud, acercando los servicios de salud a las comunidades [ 2 ]. La literatura existente demuestra que los sistemas de salud con servicios de atención primaria y de proximidad robustos tienden a mostrar mejores resultados en materia de salud poblacional [ 3 ]. Este enfoque integral permite a los sistemas de salud atender las necesidades de salud centradas en la persona en diversos entornos: desde la promoción de la salud hasta la prevención de enfermedades, el tratamiento, la rehabilitación, los cuidados paliativos, etc. [ 2 ].
Tras una década de políticas de contención de costes, el NHS italiano necesita una reforma evidente para abordar eficazmente los desafíos mencionados [ 1 , 4 ]. En este sentido, las estructuras de proximidad y la telemedicina para la asistencia sanitaria territorial podrían ayudar a reducir las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria y mejorar los servicios sanitarios en general.
En el contexto del replanteamiento y rediseño del NHS y del desarrollo del papel crítico de la atención primaria de salud, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (Piano Nazionale di Ripresa e Resilienza, NRRP), que está integrado en el programa Next Generation EU (NGEU), desempeña un papel fundamental en la conformación de nuevos modelos organizativos que sean coherentes con las necesidades y preferencias de salud de los ciudadanos [ 1 , 4 ]. El programa está dividido en seis misiones y tiene una duración de seis años, de 2021 a 2026, con disposiciones para subvenciones. Una misión se centra específicamente en «Salud» (Misión 6), mientras que las otras abordan: 1) Digitalización, Innovación, Competitividad, Cultura y turismo; 2) La «Revolución Verde» y la Transición Ecológica; 3) Infraestructura para la Movilidad Sostenible; 4) Educación e Investigación, y 5) Inclusión y Cohesión.
Para la Misión 6, se asignará un total de ₠ 18.5 mil millones (₠ 15.6 mil millones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y ₠ 2.9 mil millones del Fondo) para reforzar las redes de proximidad, las instalaciones y la telemedicina para la atención sanitaria territorial [ 5 ]. El objetivo es permitir una gestión más eficaz de las necesidades de atención social e identificar mejor las prioridades de acción, que están estrechamente relacionadas con la integración de la atención primaria de salud, los hospitales y las redes de atención especializada.
La reforma tiene como objetivo reforzar el sistema de atención primaria y se centra específicamente en la mejora del distrito, que es la rama territorial de la Agencia Local de Salud (ALS) y ahora es responsable de la gestión y coordinación local de los servicios de salud. La ALS trabaja para promover la integración entre los centros de salud y dar una respuesta continua a las cambiantes necesidades de salud de la población, así como para garantizar la igualdad en el acceso a la atención y asegurar la uniformidad de los Niveles Esenciales de Asistencia (Livelli Essenziali d’Assistenza, ALS). Estos últimos son los servicios que el Sistema Nacional de Salud (NHS) italiano debe proporcionar a todos los ciudadanos, ya sea de forma gratuita o mediante el pago de una tarifa (ticket), utilizando recursos públicos procedentes de los impuestos generales [ 6 ].
En mayo de 2022, el ministro de salud italiano emitió un nuevo Decreto (DM77 – “Definición de modelos y estándares para el desarrollo de la atención primaria en el servicio nacional de salud”) para abordar algunos de los principales desafíos señalados por el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia [ 1 ], que enfatiza la necesidad de un innovador sistema regional de rutas de atención. Si bien persisten las preocupaciones sobre la estructuración e implementación de un modelo único en un panorama regional tan diversificado como el de Italia, se han definido estándares para algunas de las estructuras fundamentales de este nuevo modelo.
Entre ellos, los Centros Operativos Territoriales (Centrali Operative Territoriali, COT) coordinan la atención al paciente mediante el establecimiento de vínculos entre los servicios y los profesionales involucrados en los diversos entornos asistenciales, mientras que las Casas Comunitarias (Case della Comunità, CdC) y los Hospitales Comunitarios (Ospedali di comunità, OdC) se encuentran entre los centros de respuesta a las problemáticas abordadas por el gobierno italiano a través del NRRP. Estas instalaciones están interconectadas con hospicios y otras estructuras hospitalarias y atienden a pacientes seleccionados que requieren servicios hospitalarios especializados, en particular aquellos con enfermedades crónicas complejas que requieren hospitalizaciones frecuentes [ 7 ].
La ruta de atención debe articularse en los distintos entornos, estrechamente interconectados, para permitir transiciones flexibles según las necesidades y la etapa vital de cada persona. El objetivo no es solo mantener a los pacientes en casa y retrasar o prevenir la institucionalización, sino también garantizar la uniformidad y la pertinencia en todo el territorio regional. Además, es fundamental mejorar la interconexión digital con el sistema socio-sanitario territorial y hospitalario.
Este resumen pretende arrojar luz sobre el modelo de atención primaria en Liguria, región del noroeste de Italia, y su evolución. Se profundiza en consideraciones cruciales como los componentes estructurales, la financiación, el aumento de costes, el estado actual de los avances, las necesidades de recursos humanos y las prioridades de formación de los gestores de distrito.
EL MODELO DE ASISTENCIA SANITARIA TERRITORIAL DE LIGURIA
A 1 de enero de 2023, la población residente de la Región de Liguria era de 1.502.624 habitantes (723.806 hombres y 778.818 mujeres), con una tendencia general a la baja en la natalidad y al envejecimiento progresivo de la población. La edad media de los ligures es de 49,3 años, y el porcentaje de personas de 65 años o más representa el 28,8 % de la población total (23,5 % en Italia). La estructura sociodemográfica actual y sus proyecciones futuras indican una prevalencia de patologías crónico-degenerativas. Por lo tanto, el sistema sociosanitario deberá responder cada vez más a las necesidades de salud de los ligures, lo que requerirá cambios profundos en su modelo organizativo.
LA RED TERRITORIAL
En las últimas décadas, en Liguria, al igual que en otros lugares [ 8 , 9 ], se ha observado un creciente interés en mejorar la organización de la atención primaria, con especial énfasis en la reducción de las visitas innecesarias a urgencias por afecciones leves y los ingresos hospitalarios de pacientes crónicos. Entre las iniciativas para reforzar la red sanitaria se incluyen la ampliación del horario de atención de las consultas de médicos de cabecera y la atención fuera del horario habitual, así como la consideración de ampliar la oferta de servicios para ofrecer una gama más amplia de servicios médicos agudos y crónicos.
El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia ofrece una importante oportunidad para mejorar la integración y fortalecer el marco sanitario. La Resolución del Gobierno Regional 1223/2022 incorpora las directrices del NRRP y el DM77, y prevé una revisión de la red territorial de diversos profesionales, incluyendo las Enfermeras de Familia o Comunitarias (IFoC), cuya colaboración es necesaria para el funcionamiento de las Casas Comunitarias, los Hospitales Comunitarios y los Centros de Operación Territorial para promover la prevención de proximidad. De esta manera, la comunidad deja de ser un espectador pasivo y, gracias a los procesos de empoderamiento, se convierte en un sujeto activo en la elaboración de propuestas para mejorar las condiciones de salud de la comunidad y evaluar las políticas socio-sanitarias locales.
El avance de la telemedicina se perfila como un elemento crucial en la reorganización de la atención territorial. De hecho, la telemedicina puede:
reducir la distancia entre los proveedores de atención médica y los pacientes y entre los propios proveedores de atención médica;
permitir el diagnóstico temprano de eventos agudos y la intervención oportuna de pacientes atendidos en el domicilio y/o en situaciones de emergencia;
agilizar los servicios de atención en zonas remotas o desfavorecidas, optimizando los recursos ofreciendo servicios de proximidad que potencien la pertinencia y la adherencia terapéutica;
coordinar intervenciones de atención integrada entre el hospital y la atención primaria, facilitando así los procesos de deshospitalización;
Promover la colaboración entre profesionales pertenecientes a diferentes redes asistenciales hospitalarias y territoriales, especialmente en contextos donde la multidisciplinariedad es esencial para la adecuada atención y gestión del paciente.
La figura 1 muestra la oferta de atención primaria, los equipamientos previstos por el nuevo modelo y sus conexiones funcionales.
Figura 1.
Esquema del sistema de atención primaria de salud en la Región de Liguria (Casa Comunitaria, Hospital Comunitario).
CASA COMUNITARIA
De acuerdo con el NRRP, las Casas Comunitarias sirven como centros en una red territorial reorganizada y actúan como puntos de referencia para la medicina de proximidad, la recepción y la orientación a los servicios de atención primaria [ 10 ]. De hecho, la integración general de los servicios sociales y de atención sanitaria para la promoción de la salud y la atención integral de la comunidad se ve reforzada mediante la implementación de instalaciones físicamente identificables. Estas sirven como puntos de referencia para la asistencia de proximidad y como centros para recibir y orientar a los ciudadanos a los servicios de atención primaria de salud de naturaleza sanitaria, sociosanitaria y social; garantizan intervenciones interdisciplinarias mediante la contigüidad espacial de los servicios y la integración de comunidades profesionales (equipos multiprofesionales e interdisciplinarios) que operan según modelos integrados, tanto dentro de los servicios de atención sanitaria (territorio-hospital) como entre los servicios sanitarios y sociales.
La norma de referencia exige la presencia de al menos 1 CdC por cada 50.000 habitantes [ 1 ]. Estos centros suelen ofrecer una gama de servicios, entre los que se incluyen reconocimientos médicos, recepción, servicios de continuidad asistencial, medicina general, policlínicas, primeros auxilios, servicios de diagnóstico de primera línea, puntos de muestreo, rehabilitación, servicios de atención domiciliaria, pediatras de atención primaria, centros de vacunación, cribado, servicios sociosanitarios y telemedicina [ 5 ].
La misión de los CdCs es multifacética, abarcando la estandarización de las vías de atención médica, la promoción de la prevención y la salud entre las personas y en la comunidad, el manejo de las condiciones crónicas, la realización de evaluaciones integrales de las necesidades individuales y el aseguramiento de la coordinación con los servicios de salud locales para la continuidad de la atención [ 11 ]. Sus actividades incluyen el trabajo interprofesional y multidisciplinario y la coordinación de intervenciones entre médicos generales (GP), pediatras (PLS), especialistas ambulatorios, enfermeras familiares y comunitarias, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud y sociales. A medida que el equipo multiprofesional involucra a enfermeras familiares y GP y PLS que trabajan en prácticas grupales, las habilidades de estos profesionales se mejoran y se evita el aislamiento profesional [ 12 ].
En Liguria, el plan regional de salud y servicios sociales 2023-2025, recientemente aprobado, describe las funciones de los Centros de Atención de Salud (CdC) de Centro y de Centros de Atención de Salud Radiales (CdC). Uno de los principales objetivos es mejorar el acceso de la ciudadanía a los servicios, identificando las vías de acceso a una vía unificada de asistencia sanitaria y social. En concreto, la organización de los CdC, prevista en el modelo ligur, busca garantizar la máxima proximidad y capilaridad, y se caracteriza por la presencia de los CdC de Centro del Sistema Nacional de Salud (SNS) y los CdC de Centro y de Centros de Atención de Salud Radiales de Nivel I (básico) y Nivel II.
Los Centros de Atención de Nivel I son consultorios médicos de cabecera individuales; su centro de referencia dentro de su distrito es el Centro de Atención de Emergencias (CdC), con el que están interconectados a través del Centro de Atención de Emergencias (CdT). Los médicos de cabecera garantizan la disponibilidad de los servicios según el tiempo de dedicación previsto por el marco regulatorio en evolución. Además, pueden negociar la asignación de las horas restantes directamente con el Director de Distrito; estas horas pueden dedicarse a actividades del distrito, incluidas las del Centro de Atención de Emergencias (CdC). El Director de Distrito evaluará la posibilidad de ampliar el horario de la consulta médica, asignar estas horas a cubrir zonas vecinas con escasez de personal o a colaborar con otros profesionales del CdC.
Los centros de Nivel II deben garantizar la presencia de médicos de cabecera, servicios ambulatorios especializados y servicios básicos de atención domiciliaria. Su objetivo es atender al 5% de los mayores de 65 años atendidos por cada médico de cabecera del Nivel II. La Tabla I presenta los objetivos regionales para los Centros de Atención Primaria.
Tabla I.
CdC regionales previstos por el NRRP.
HOSPITAL COMUNITARIO
Junto con la Casa Comunitaria, el Hospital Comunitario desempeñará un papel fundamental en la red de atención médica, al empoderar a la comunidad para que participe en funciones de prevención, proximidad y gestión. Este enfoque busca prevenir ingresos hospitalarios inapropiados de pacientes con afecciones complejas y urgentes, a la vez que garantiza respuestas adecuadas a sus necesidades [ 13 ].
El OdC es un centro de salud de cuidados intermedios diseñado para estancias hospitalarias cortas. Atiende a pacientes que requieren un período de estabilización clínica o monitorización y remodulación del tratamiento tras el alta de unidades de agudos, así como a personas que regresan de su domicilio y presentan un empeoramiento de una patología crónica o requieren una vía clínica, diagnóstica y terapéutica que no puede gestionarse de forma ambulatoria.
Por lo tanto, es crucial establecer una red eficaz con otros centros de atención y una conexión funcional con hospitales y servicios territoriales. La activación inmediata de los servicios de atención domiciliaria y la formación de los cuidadores son esenciales para una transición segura del paciente a su hogar. Esto requiere procedimientos operativos bien definidos para garantizar la continuidad de la atención, en la que el papel coordinador del COT es fundamental.
Cabe destacar que el Hospital Comunitario no duplica ni reemplaza las estructuras existentes para la atención de pacientes; no es uno de los establecimientos residenciales cubiertos por los niveles esenciales de asistencia aprobados en 2017 (DPCM 12/01/2017) [ 14 ]. En cambio, complementa otros modelos de atención sanitaria.
La norma de referencia exige la presencia de al menos un Hospital Comunitario con 20 camas por cada 50.000 a 100.000 habitantes, que funcione los 7 días de la semana. Se podrán añadir uno o dos módulos adicionales, cada uno con 15 a 20 camas, para garantizar la coherencia con los objetivos, destinatarios y métodos de gestión del OdC [ 1 ].
El OdC está diseñado para recibir a pacientes que requieren tratamientos de baja intensidad tras un episodio leve o agudo de agravamiento de patologías crónicas. Si bien estos tratamientos están potencialmente disponibles en el hogar, el paciente ingresa debido a la inadecuación (estructural o familiar) del entorno domiciliario. Los OdC ofrecen atención de enfermería continua, incluyendo vigilancia nocturna, que no está disponible en el hogar [ 15 ].
Estos centros de salud están afiliados al área territorial local y desempeñan una función intermedia entre la atención domiciliaria/comunitaria y la hospitalización, atendiendo ingresos de corta duración para cuidados de intensidad baja a moderada. A diferencia de otras estructuras sanitarias, los Centros de Atención Primaria (CdP) son centros territoriales donde las estancias no deben superar los 30 días. Las tarifas diarias se sitúan entre las de los hospitales y las residencias sociosanitarias. Los CdP están destinados a prestar atención médica a pacientes con déficits funcionales o enfermedades crónicas estables, que pueden proceder de hospitales, residencias o de sus propios domicilios. Entre los sujetos que pueden beneficiarse del ingreso en un CdP se incluyen: personas mayores con múltiples enfermedades crónicas que experimentan un empeoramiento repentino de los síntomas en el domicilio y requieren seguimiento y tratamiento estrechos, pero no hospitalización aguda; y pacientes que reciben una nueva terapia (como aquellos con una lesión medular que reciben el alta con una sonda urinaria y medicación para el control del dolor, o aquellos a quienes se les ha prescrito recientemente diálisis peritoneal) que necesitan formación y apoyo para adherirse al cuidado de la sonda y la medicación. En resumen, las principales categorías de pacientes elegibles son:
pacientes frágiles y/o crónicos que vienen de casa y que presentan un empeoramiento de una condición clínica preexistente y para quienes el ingreso hospitalario no es apropiado;
pacientes (principalmente con múltiples morbilidades) que requieren atención de enfermería continua después de ser dados de alta de las instalaciones hospitalarias tras un tratamiento agudo o de rehabilitación;
pacientes que requieren ayuda para administrar medicamentos o manejar ayudas y dispositivos y que requieren apoyo y capacitación como pacientes y cuidadores antes de regresar a casa;
Pacientes que necesitan apoyo para rehabilitación/reeducación, incluyendo evaluaciones y propuestas de estrategias para mantener las funciones y capacidades residuales; aquellos que requieren apoyo terapéutico; y aquellos con discapacidades motoras, cognitivas o físicas que requieren entrenamiento. Las intervenciones de fisioterapia forman parte de los protocolos ya activados en el departamento de origen para facilitar el regreso a casa.
Si bien los Hospitales Comunitarios constituyen un modelo de Atención Intermedia, persiste la necesidad de procesos de monitoreo y evaluación para evaluar las características de los pacientes y la efectividad de la atención. Esto implicará el monitoreo continuo de la calidad de los servicios de salud y la detección oportuna de cualquier problema crítico que pueda surgir. En este sentido, los servicios de e-salud y telemedicina serán fundamentales para mejorar la calidad y el acceso a la atención, y reducirán costos al favorecer el tratamiento de enfermedades crónicas fuera de los hospitales, que posteriormente podrán dedicarse al tratamiento de casos agudos [ 16 ].
En el cuadro II se presentan los objetivos regionales de los OdC.
Tabla II.
OdC regionales desglosados por LHA.
CENTRO DE OPERACIONES TERRITORIAL (COT)
El diseño descrito ilustra el funcionamiento del modelo organizativo implementado por el Centro de Operaciones Territoriales (COT), un servicio administrativo que facilita la activación y la continuidad de la atención mediante una plataforma común integrada con las principales aplicaciones de gestión corporativa e interconectada con todas las entidades y estructuras del territorio. El COT garantiza la coordinación y la alineación entre los nodos de las diferentes redes y profesionales; por lo tanto, actúa como un «centro organizativo» crucial para la gestión eficiente de la continuidad de la atención durante la transición de los pacientes del hospital al territorio. El COT proporciona apoyo digital y logístico al personal sanitario, coordinando los diversos servicios sanitarios que ofrece el Distrito e integrando las actividades sociosanitarias en los distintos entornos. Sus actividades están vinculadas al registro de datos sobre necesidades sanitarias y la comunicación con la red de emergencias.
Español El DM77 sugiere específicamente la creación de un Centro de Operaciones ( es decir, 116 117), una estructura regional que facilita el acceso de la población a la atención médica no urgente. Proporciona a los pacientes asistencia telefónica, los dirige a las estructuras de asistencia local transfiriendo sus llamadas al COT y transmite solicitudes urgentes de asistencia médica al número de emergencia (118). El DM 77/2022 designa el número único 116 117 como uno de los canales que progresivamente se convertirá en un medio ordinario de acceso al NHS. Cumple varios propósitos, incluyendo obtener información, recibir orientación inicial sobre los servicios, garantizar la continuidad de la atención y acceder a los servicios sociosanitarios. La Resolución del Gobierno Regional 715/2023 ha aprobado el «Proyecto para la activación gradual del Número Europeo Armonizado (NEA) para fines sociales 116 117 en la Región de Liguria». La Tabla III informa los objetivos regionales para los COT, desglosados por LHA.
Tabla III.
COT regionales, desglosados por LHA.
RECURSOS HUMANOS DEDICADOS A LOS SERVICIOS DE ATENCIÓN PRIMARIA
El NRRP exige una transformación sustancial de la atención primaria y comunitaria para ofrecer a los pacientes servicios más accesibles y más cercanos a sus hogares y permitir que los hospitales se centren solo en la atención aguda. De hecho, es necesario concentrar en los hospitales tecnologías costosas y experiencia profesional para aprovechar el aprendizaje clínico y organizacional y las economías de escala. Sin embargo, si bien las nuevas instalaciones requieren personal y otros recursos para estar operativas, el NRRP carece de disposiciones para financiación adicional en este sentido, ya que solo financia gastos de capital (edificios, tecnologías, infraestructura digital) [ 17 ]. La estrategia más factible, a pesar de la resistencia de la mayoría de los profesionales, implica reasignar una parte del personal que trabaja en hospitales agudos a estas nuevas instalaciones. Por lo tanto, es muy importante decidir cómo desplegar la fuerza laboral de la red de proximidad y cómo coordinar específicamente las actividades de los profesionales de atención primaria, los profesionales hospitalarios, los médicos de cabecera, los pediatras y los nuevos profesionales.
En este sentido, varias preguntas siguen sin respuesta: ¿Cuál es el estándar de dotación de personal para la nueva organización territorial? ¿Hay escasez de profesionales? ¿Qué funciones y formación se requieren? ¿Es realmente viable la transferencia de los hospitales al territorio?
La figura 2 muestra algunos ejemplos de necesidades de recursos humanos (o requisitos de fuerza laboral).
Figura 2.
Algunos ejemplos de necesidades de recursos humanos.
De media, Italia cuenta con un mayor número de médicos que otros países de la UE. El número de médicos en ejercicio ha aumentado de forma constante desde la década de 2000, alcanzando los 412 por cada 100.000 habitantes en 2021 (la media de la UE es de 397) [ 16 ]. Sin embargo, el número de médicos de hospitales públicos y de medicina general está disminuyendo, lo que podría provocar una escasez futura. Cabe destacar que la escasez es más pronunciada en sectores específicos, en particular en las actividades de urgencias/emergencias y guardias. Además, cabe destacar que más de la mitad de los médicos que trabajan en el sistema público tienen más de 55 años, una cifra entre las más altas de la UE.
En 2020 y 2021, la pandemia de COVID-19 obligó a un rápido aumento de la contratación de personal médico y de apoyo para atender las necesidades de la emergencia. Sin embargo, en Italia, la planificación integral de la formación de profesionales sanitarios, especialmente médicos y enfermeros, ha sido, en general, deficiente. Para abordar la escasez de personal, el número de contratos de especialización médica para un ciclo completo de estudios (5 años) se ha incrementado en aproximadamente 4200 desde el curso académico 2020/2021 mediante la asignación de fondos del NRRP.
Sin embargo, la utilización de los fondos del NRRP para este fin ha reavivado el debate sobre la delegación de tareas, un concepto ignorado durante décadas en Italia. De hecho, el marco regulatorio italiano sobre la división de tareas entre las profesiones sanitarias ( p. ej. , médicos, enfermeros, farmacéuticos) está obsoleto y no refleja los cambios en las tecnologías y la formación profesional. Esta regulación debería actualizarse a la luz de las mejores experiencias internacionales. Este cambio también podría aumentar el atractivo de la enfermería como profesión y generar ahorros para el NHS, dadas las diferencias salariales entre enfermeros y médicos [ 17 ].
Los servicios de atención primaria son parte fundamental de la red sanitaria de asistencia, prevención y promoción de la salud [ 18 ]. Salvo algunas regiones, el NHS italiano aún no cuenta con Centros de Atención Primaria (CdC) ni Centros de Atención Primaria (OdC) en funcionamiento. Dónde llevar a cabo las actividades ambulatorias de primer y segundo nivel sigue siendo una pregunta pertinente, y podría fundamentarse en estudios destinados a investigar las ubicaciones óptimas para los servicios ambulatorios en sistemas sanitarios que enfrentan desafíos similares.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
La respuesta global a la pandemia de COVID-19 brindó una oportunidad única para abordar las debilidades estructurales de la economía italiana y guiar al país hacia una transición ecológica y ambiental. La pandemia puso de relieve la necesidad de medidas preventivas y proactivas, así como de un sistema de suministro capaz de integrar los servicios sanitarios y sociales.
En este contexto, la implementación de nuevos modelos organizativos para la atención sanitaria territorial se vuelve crucial. Estos modelos garantizan una vía de asistencia sociosanitaria unificada, una atención multidimensional y la continuidad de las intervenciones en los diversos entornos asistenciales. La reciente reforma aprobada en Italia busca establecer un modelo integrado de atención primaria a nivel nacional, mediante la transición de la atención primaria a la atención comunitaria, reduciendo así las disparidades geográficas y mejorando la eficacia de los servicios [ 1 ].
Tras años de centrarse en la racionalización de costes y la eficiencia, el énfasis actual se centra en la innovación y en nuevos modelos organizativos más integrados y digitales, respaldados por mayores recursos e inversiones. Invertir en el sistema sanitario se considera crucial para el desarrollo socioeconómico, si bien el uso de los fondos de la UE, y de los fondos de inversión en general, presenta desafíos, en particular debido a la falta de capacidades técnicas para diseñar e implementar proyectos sólidos; por lo tanto, es esencial invertir en estas capacidades [ 17 ].
El NRRP ha asignado ₠ 2 mil millones para la creación de 1288 CdC para el primer semestre de 2026. Sin embargo, los recursos económicos, especialmente dentro del NRRP, no cubren adecuadamente el gasto actual y la financiación general no aumentará significativamente en el futuro.
Un tema muy relevante es la necesidad de monitorear y evaluar las características de los pacientes y la efectividad de la atención en los nuevos centros [ 19 ]. De hecho, existe el riesgo de aumentar la brecha interregional en términos de la capacidad de brindar atención oportuna y de alta calidad, con algunos modelos clínicos-organizacionales regionales siendo premiados y otros penalizados, según cuán lejos estén sus indicadores de resultados/procesos del punto de referencia.
Otras cuestiones sin resolver se refieren a las necesidades de la nueva organización territorial, la posible escasez de profesionales sanitarios, los requisitos de formación y las vías para la transición de la atención hospitalaria a la comunitaria. Un punto crítico se refiere al número y tipo de profesionales necesarios para las nuevas estructuras, dada la escasez general de profesionales sanitarios bien formados. La dificultad para retener a enfermeras y médicos en servicio plantea posibles desafíos para la implementación del nuevo modelo territorial de atención sanitaria [ 18 ].
La asignación presupuestaria actual podría resultar insuficiente, dada la escasez de médicos de cabecera en Italia y el envejecimiento de la población sanitaria. En consecuencia, podría no haber suficiente personal para cubrir los centros de atención primaria y, especialmente, los centros de atención primaria. Por lo tanto, la viabilidad económica de la reforma sanitaria territorial es cuestionable a menos que se asignen gastos presupuestarios adicionales.
Lograr una distribución equitativa de profesionales médicos para toda la población es fundamental. Los servicios de eSalud y telemedicina desempeñarán un papel fundamental en la mejora de la calidad de la atención, facilitando el acceso a la asistencia y reduciendo los costos [ 20 ]. Estos servicios apoyarán el tratamiento de enfermedades crónicas fuera de los hospitales, permitiendo así que estos se centren en los casos agudos [ 21 , 22 ].
La pediatría de atención primaria (PCP) en Europa representa una pieza fundamental en la protección de la salud infantil, abarcando atención integral, continua y preventiva desde la infancia hasta la adolescencia. Sus funciones abarcan desde chequeos rutinarios y vacunas hasta la detección temprana y el tratamiento holístico de aspectos físicos, emocionales y del desarrollo.
Elementos clave de la PCP
Atención preventiva: Chequeos rutinarios, exámenes de detección y vacunación.
Accesibilidad de primer contacto: Punto inicial para problemas médicos, evitando derivaciones innecesarias a especialistas.
Diagnóstico y tratamiento temprano: Identificación precoz de enfermedades agudas, crónicas y trastornos del desarrollo.
Atención orientada al desarrollo: Seguimiento de hitos evolutivos, crecimiento cognitivo y dificultades de aprendizaje.
Atención continua y longitudinal: Relaciones de confianza con familias para un monitoreo prolongado y personalizado.
Enfoque centrado en la familia: Evaluación del entorno, dinámica familiar y factores sociales; involucramiento de padres y cuidadores en la toma de decisiones.
Atención integral: Aborda necesidades físicas, emocionales, de desarrollo y sociales, incluyendo enfermedades agudas y crónicas.
Coordinación de la atención: Gestión de derivaciones a especialistas y recursos comunitarios, asegurando una atención colaborativa.
Defensa y educación: Orientación sobre estilos de vida saludables y promoción de la resiliencia, además de defensa de derechos y bienestar infantil.
Evolución histórica
La integración de la atención pediátrica en la práctica médica general comenzó en Europa a principios del siglo XX, consolidándose tras la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1980, la mayoría de países europeos habían adoptado modelos de PCP, reconociendo el papel clave de los pediatras en la prevención, vacunación y detección de enfermedades infantiles. Sin embargo, la crisis económica de 2009 impulsó recortes presupuestarios y reformas que afectaron a la PCP, promoviendo la transferencia de funciones a médicos generales y reduciendo la presencia del pediatra como referente principal.
Modelos de atención
Estudios realizados entre 1999 y 2015 revelan variaciones significativas en los modelos europeos: algunos países mantienen sistemas exclusivos de atención pediátrica, otros dependen del médico general, y una gran proporción utiliza modelos mixtos. Actualmente, solo una cuarta parte de los niños mayores de 11 años son atendidos por pediatras de atención primaria, y la tendencia apunta a una mayor participación de médicos generales en el cuidado infantil.
Desafíos actuales y futuros
Escasez de personal: Reducción de médicos por envejecimiento de la planta y baja atracción de nuevos profesionales; distribución desigual especialmente en áreas rurales.
Integración con medicina general: Dependencia creciente de médicos generales y presión para fusionar servicios pediátricos con atención adulta.
Restricciones financieras: Recortes y políticas variables según el país, afectando la calidad y accesibilidad del servicio.
Patrones de enfermedades en evolución: Mayor prevalencia de enfermedades crónicas y necesidad de fortalecer programas de vacunación.
Acceso y equidad: Disparidades regionales y necesidad de formación homogénea entre profesionales.
Salud digital y telemedicina: Desafíos en alfabetización digital, adopción de tecnología y aplicación de inteligencia artificial.
Coordinación entre niveles de atención: Urge fortalecer la colaboración entre atención primaria, hospitales y especialistas.
Formación y sostenibilidad
La formación pediátrica en atención primaria es insuficiente en muchos países europeos, limitada a períodos cortos en los programas de residencia y ausente en algunos sistemas. Las sociedades pediátricas europeas abogan por ampliar la capacitación formal y redefinir las prioridades educativas para médicos generales y de familia.
Conclusiones
La atención primaria pediátrica, pese a su desarrollo progresivo y su consolidación en varios países de Europa, enfrenta retos significativos derivados de presiones económicas, reformas sanitarias y cambios sociales. Su papel esencial en la protección de la salud infantil requiere el fortalecimiento de políticas, inversión en formación y una promoción activa de su valor en la sociedad europea. Preservar y potenciar la PCP es imprescindible para garantizar el bienestar de las futuras generaciones y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
La esencia de la pediatría de atención primaria (PCP) reside en brindar atención sanitaria integral, continua y preventiva a los niños desde la infancia hasta la adolescencia. 1 , 2 La PCP se centra en garantizar la detección temprana, la intervención oportuna y el tratamiento holístico de la salud física, emocional y del desarrollo de los niños. 1 , 3 A través de sus elementos clave que la caracterizan ( Tabla I ), la PCP garantiza que los niños reciban la atención adecuada en el momento adecuado, promoviendo un desarrollo y un bienestar saludables y, al mismo tiempo, previniendo posibles complicaciones de salud. 1
Tabla I
Elementos clave del PCP
Atención preventiva
•Ofrecemos controles de rutina, evaluaciones y vacunas.
•Practicamos orientación anticipada para promover la salud a largo plazo. Centrarse en la detección e intervención tempranas para prevenir complicaciones. Accesibilidad de primer contacto
• Servir como el primer punto de atención para problemas médicos, reduciendo las visitas innecesarias a especialistas.
• Brindar atención accesible y oportuna, incluyendo enfermedades agudas y lesiones menores. Diagnóstico y manejo tempranos
• Identificar y abordar enfermedades agudas y crónicas, trastornos del desarrollo y problemas de conducta en una etapa temprana. Atención orientada al desarrollo
• Monitoreo de hitos, crecimiento cognitivo y desarrollo conductual.
• Identificar y manejar discapacidades de aprendizaje, trastornos del espectro autista y TDAH. Atención continua y longitudinal
• Establecer relaciones de confianza a largo plazo con niños y familias, garantizando una atención personalizada.
• Garantizar la continuidad de la atención, monitoreando el crecimiento y el desarrollo a lo largo del tiempo.
Enfoque centrado y orientado a la familia
• Considerar no solo al niño, sino también la dinámica familiar, el entorno y los determinantes sociales de la salud.
• Reconocer el rol de la familia en la salud y el desarrollo del niño.
• Involucrar a los padres y cuidadores en la toma de decisiones y la promoción de la salud.
• Extender las responsabilidades del pediatra para incluir la detección, evaluación y derivación de padres por problemas físicos, emocionales, sociales o conductas de riesgo para la salud que pueden afectar negativamente la salud y el bienestar emocional o social de su hijo. Atención integral
• Abordar una amplia gama de necesidades de salud, incluidos los aspectos físicos, emocionales, de desarrollo y sociales.
• Cubrir enfermedades agudas y afecciones crónicas. Coordinación de la atención
• Servir como centro neurálgico para derivaciones a especialistas, escuelas, servicios de salud mental y recursos comunitarios según sea necesario.
• Garantizar una atención médica integrada y colaborativa entre diferentes proveedores. Defensa y educación
• Guiar a los padres sobre las mejores opciones de estilo de vida y prácticas de salud, incluyendo nutrición, higiene, bienestar emocional y salud mental.
• Fomentar la resiliencia y brindar salud preventiva y educación para la salud.
• Defender los derechos, la seguridad y el bienestar social del niño a nivel comunitario.
TDAH , trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
En algunos países europeos como Alemania, Francia y el Reino Unido, las formas iniciales de integración de la atención pediátrica en la práctica médica general comenzaron a desarrollarse a principios del siglo XX, pero los sistemas estructurados de PCP surgieron en toda Europa solo después de la Segunda Guerra Mundial. 4 , 5 Gradualmente, esta organización de la atención sanitaria territorial fue adoptada por un número cada vez mayor de naciones debido a sus reconocidos beneficios en términos de salud pública, generando altas expectativas entre la población. 2
Hasta la primera década del siglo XXI, la atención primaria (AP) se reconocía en Europa por su papel fundamental en la mejora de la capacidad de los sistemas nacionales de salud para responder mejor a las cambiantes necesidades sanitarias.<sup> 6 </sup> Una visión consensuada sobre la AP enfatizaba la importancia de ofrecer a la población un sistema de atención más integrado, lo que en última instancia conducía a una mayor eficiencia del sistema general de salud. Varias naciones europeas habían incorporado la AP a sus sistemas de salud pública, lo que beneficiaba a los programas de salud pública al aprovechar la capacidad del sistema de atención primaria para mantener una relación continua con los pacientes y su orientación hacia la comunidad.<sup> 6</sup> , 7 De hecho, la AP se consideraba bien posicionada para proporcionar servicios tanto preventivos como curativos, situándose a la vanguardia de la promoción eficaz de la salud. <sup>7 </sup>, 8
La crisis económica mundial de 2009 cambió significativamente la actitud de los gobiernos europeos hacia sus sistemas nacionales de salud. 9 , 10 Esta crisis provocó importantes recortes presupuestarios y reformas sanitarias en toda Europa, que afectaron a la atención primaria de muchos países. Si bien el impacto varió según el modelo sanitario de cada país, en los últimos 15 años se ha observado una tendencia progresiva a reducir la función de la atención primaria de los niños y a trasladar la atención primaria pediátrica a médicos de cabecera (MG) en lugar de pediatras. 11
En 2019, dos importantes sociedades pediátricas europeas, la Asociación Europea de Pediatría, la Unión de Sociedades y Asociaciones Nacionales de Pediatría (EPA-UNEPSA) y la Confederación Europea de Pediatras de Atención Primaria (ECPCP), unieron fuerzas en un acuerdo destinado a unir las voces, acciones y visiones de los pediatras europeos para proteger y promover la salud y el bienestar de los niños en Europa. 12 En sus documentos, estas organizaciones enfatizaron que la prestación de atención pediátrica apropiada se había vuelto progresivamente menos vinculada a motivaciones sociales y de salud pública y cada vez más influenciada por otros factores, en particular consideraciones económicas y políticas, que a menudo se habían vuelto predominantes en los últimos años. 12
Actualmente, en respuesta a las presiones económicas mundiales, y a menudo en cumplimiento de las restricciones presupuestarias generalizadas impuestas por las políticas financieras locales, en muchos países se debate la reestructuración de sus sistemas de salud, incluyendo la reducción y redefinición de la atención primaria de la salud (APS). En este contexto, las administraciones públicas europeas parecen considerar la APS como un eslabón débil en la cadena de la atención sanitaria pública y, por lo tanto, la parte más prescindible, debido a la insuficiente promoción que defienda eficazmente su importancia para la salud y el bienestar infantil. 12 , 13
Este comentario ha sido elaborado por miembros del Grupo de Trabajo de Pediatría Social de EPA-UNEPSA, en el marco del acuerdo EPA-UNEPSA y su larga colaboración con el ECPCP. Destacamos brevemente el papel de la atención primaria de primera infancia (AP) en Europa para proteger la salud de niños y adolescentes, así como la importancia de seguir implementando la integración de la atención primaria, secundaria y terciaria. Nuestro objetivo es destacar el peligro inherente a los recortes presupuestarios y las reformas sanitarias en los países europeos, que podrían conducir a una reducción gradual significativa y, finalmente, a la desaparición de esta institución esencial en la región europea.
El ascenso y la lucha continua contra el declive del PCP en Europa
El establecimiento de la atención primaria en los países europeos ha variado significativamente debido a que los sistemas de salud se desarrollaron de forma distinta en cada continente. La evolución de la atención en Europa ha estado determinada por factores históricos, sociales, económicos y políticos. Algunas formas tempranas de atención pediátrica surgieron a principios del siglo XX, particularmente en Alemania durante las décadas de 1920 y 1930, cuando los pediatras fueron reconocidos como especialistas, aunque la atención primaria aún no estaba bien definida. En el Reino Unido, la fundación del Servicio Nacional de Salud en 1948 dio lugar a que los médicos de cabecera proporcionaran la mayor parte de la atención primaria pediátrica, en lugar de los pediatras especializados. Durante este período, los pediatras trabajaban principalmente en hospitales, mientras que los médicos de cabecera proporcionaban atención primaria ambulatoria a niños. Algunas zonas urbanas establecieron servicios ambulatorios pediátricos especializados, pero estos no estaban ampliamente disponibles. 6
Los sistemas de atención primaria estructurados y generalizados se desarrollaron solo durante y después de la década de 1950, expandiéndose progresivamente por los países europeos. Francia fue uno de los primeros países en integrar a los pediatras en la atención primaria junto con los médicos de cabecera, seguido por los países escandinavos en las décadas de 1960 y 1970, aunque continuaron dependiendo principalmente de los médicos de cabecera.<sup> 6 </sup> La adopción y el reconocimiento generalizados de la atención primaria en Europa se produjeron a partir de la década de 1980, y más de 20 países europeos la integraron en sus sistemas de salud pública, reconociendo a los pediatras como proveedores clave de atención preventiva, vacunación y detección temprana de enfermedades.<sup> 14</sup> El fortalecimiento y la integración de la atención pediátrica continuaron en el nuevo milenio porque los sistemas de salud europeos buscaron una mayor coordinación entre la atención primaria, secundaria y terciaria.<sup> 1 , 15 , 16 </sup> La atención primaria desempeñó un papel crucial en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y los servicios comunitarios, mientras que las sociedades pediátricas europeas como la EPA-UNEPSA y la ECPCP trabajaron conjuntamente para estandarizar y mejorar la atención primaria pediátrica en todos los países.<sup> 12</sup>
Un estudio de 1999 de EPA-UNEPSA destacó una variación significativa en los modelos de atención primaria adoptados por los países europeos: el 35,3 % tenía un sistema de atención primaria pediátrica, el 17,7 % dependía de un modelo de médico de cabecera/médico de familia (MF) y el 47,0 % tenía un sistema mixto en el que coexistían ambos modelos. 15 Diez años después, la situación había cambiado significativamente. Un estudio comparativo reveló una disminución sustancial en el porcentaje de países europeos que adoptaban un sistema de atención primaria pediátrica exclusiva (24 %) y un marcado aumento de los sistemas basados en MF/MF (41 %), mientras que una proporción significativa de países (35 %) seguía utilizando un sistema mixto. 17 En 2015, un estudio más detallado de EPA-UNEPSA encontró que en 36 países europeos, solo el 25 % de los niños mayores de 11 años eran atendidos por pediatras de atención primaria. 18 En los últimos 10 años, la situación se ha mantenido estable 19 , 20 , 21 como una encuesta reciente de EPA-UNEPSA realizada entre sus delegados nacionales en 36 países indica que el porcentaje de países europeos que utilizan un sistema de atención de salud pública pediátrica basado principalmente en médicos de cabecera fue del 25,0 %. Mientras tanto, los países que utilizan sistemas mixtos que involucran médicos de cabecera/médicos de familia y médicos de cabecera y aquellos que dependen exclusivamente de sistemas de médicos de cabecera/médicos de familia representaron el 41,6 % y el 33,3 %, respectivamente. Cuando estaba disponible, la atención de la atención de la atención de la atención de la atención de la atención de la atención de la atención de la salud de los niños se proporcionó en consultorios de un solo pediatra en el 52,7 % de los países, en consultorios grupales de pediatras en el 55,5 % de los países y en centros o clínicas dedicados especializados en cuidado infantil en el 63,8 % de los países.
Aunque ha habido períodos de utilización reducida de la PCP en los sistemas de salud pública europeos durante la última década, estas fluctuaciones a menudo están vinculadas a eventos específicos, más notablemente la pandemia de COVID-19, y varían entre diferentes países y modelos de atención médica. 22 , 23 Sin embargo, los desafíos económicos que enfrentó Europa en los últimos años ciertamente han influido en los sistemas de atención médica, incluida la PCP. La crisis financiera de 2009 llevó a muchas naciones europeas a implementar medidas de austeridad cada vez mayores, lo que resultó en una reducción del gasto público en atención médica. Europa también ha estado lidiando con una escasez de pediatras de atención primaria, exacerbada por el envejecimiento de la fuerza laboral y las dificultades para atraer nuevos profesionales, lo que probablemente ha afectado la prestación de una atención pediátrica efectiva. En respuesta a las restricciones económicas y la escasez de fuerza laboral, algunos países han explorado la integración de la atención pediátrica en la práctica general. 10 El reciente estudio Calidad y costos de la atención primaria en Europa, que analizó los sistemas de atención primaria de salud en 34 países europeos, enfatizó la importancia de una atención primaria sólida para el desempeño general de la atención médica. 24 , 25 Sin embargo, los datos específicos sobre la fusión de los servicios pediátricos con la medicina general para adultos debido a las presiones económicas siguen siendo limitados.
Desafíos futuros para el PCP en Europa
La PCP enfrenta una variedad de desafíos que darán forma a su futuro ( Tabla II ). Una preocupación importante es la escasez de pediatras, con profesionales de edad avanzada que se jubilan y menos médicos jóvenes que eligen la atención primaria debido a los menores incentivos financieros y las altas cargas de trabajo. 26 Esta escasez corre el riesgo de limitar el acceso a la atención oportuna, en particular en áreas rurales o marginadas. Otro desafío es la integración de las tecnologías de salud digital. Si bien la telemedicina y los diagnósticos basados en inteligencia artificial pueden mejorar la eficiencia, también requieren una implementación cuidadosa para garantizar la equidad y mantener la conexión humana esencial en la atención pediátrica. 27 , 28 Actualmente, los registros de salud electrónicos están en uso en menos de la mitad de los países europeos, aunque los países restantes han establecido programas para introducir herramientas de salud digital gradualmente. 27 , 28 No todas las familias tienen acceso a tecnología confiable, lo que crea posibles disparidades. La accesibilidad y la equidad en la atención médica siguen siendo problemas apremiantes. Las disparidades socioeconómicas influyen en los resultados de salud de los niños, lo que hace esencial el desarrollo de políticas para garantizar una atención pediátrica universal y de alta calidad, independientemente de la situación financiera de la familia. La creciente carga de enfermedades crónicas en la infancia, como la obesidad, la diabetes y los trastornos de salud mental, exige una transición de la atención aguda a estrategias de gestión a largo plazo. La atención primaria debe evolucionar para brindar un apoyo integral y multidisciplinario que incluya servicios de salud mental, terapia conductual e intervenciones en el estilo de vida. Finalmente, las amenazas para la salud pública, como las enfermedades infecciosas emergentes y los riesgos para la salud relacionados con el cambio climático, requerirán que la atención primaria sea más adaptable y proactiva en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. Mantener la viabilidad financiera y responder a las cambiantes amenazas para la salud pública será crucial. Según una encuesta reciente de la EPA-UNEPSA, actualmente se administran vacunas en centros de atención primaria en el 63 % de los países. Por lo tanto, mantener y fortalecer el nivel actual de programas de vacunación y promover la atención preventiva serán factores clave para proteger la salud infantil. 20 , 21
escasez de mano de obra•Disminución del número de médicos de atención primaria debido al envejecimiento de la fuerza laboral y las dificultades para atraer nuevos profesionales. •Distribución desigual de pediatras, con escasez en zonas rurales y marginadas. Integración con la medicina general•Aumento de la dependencia de médicos de cabecera y médicos residentes para brindar atención pediátrica, lo que potencialmente afecta la calidad y la accesibilidad. •Presión para fusionar los servicios pediátricos con la atención primaria para adultos debido a limitaciones económicas. Restricciones financieras y cambios de políticas •Reducción de la financiación de la atención sanitaria y medidas de austeridad que afectan a los servicios pediátricos. •Variabilidad en las políticas de atención de salud entre países que conduce a estructuras de atención primaria inconsistentes. Patrones de enfermedades en evolución y desafíos para la salud pública •Aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas (por ejemplo, obesidad, trastornos de salud mental) que requieren tratamiento pediátrico a largo plazo. •Enfermedades infecciosas emergentes y necesidad de programas de vacunación sólidos. Acceso y equidad en la atención pediátrica•Disparidades en el acceso a atención pediátrica primaria de alta calidad, especialmente en regiones de menores ingresos. •Necesidad de modelos estandarizados de formación y atención pediátrica en toda Europa. Salud digital y telemedicina •Necesidad de alfabetización digital entre los profesionales de la salud y los pacientes para adoptar eficazmente soluciones de telesalud, mejorar el acceso a la atención y abordar adecuadamente los desafíos de garantizar la calidad y la continuidad de la atención. •Comprender y explorar el potencial y las limitaciones de las soluciones impulsadas por IA en la atención primaria. Coordinación entre atención primaria y especializada •Fortalecer la colaboración entre médicos de atención primaria, hospitales y especialistas para garantizar una atención pediátrica integral. • Mejorar la atención preventiva y la detección temprana de enfermedades.
Tabla II
Retos futuros para los pediatras de atención primaria europeos
Escasez de personal
• Disminución del número de médicos de atención primaria debido al envejecimiento de la fuerza laboral y las dificultades para atraer nuevos profesionales.
• Distribución desigual de pediatras, con escasez en zonas rurales y desatendidas. Integración con la medicina general
• Creciente dependencia de médicos de cabecera y médicos residentes para brindar atención pediátrica, lo que podría afectar la calidad y la accesibilidad.
• Presión para fusionar los servicios pediátricos con la atención primaria para adultos debido a restricciones económicas. Restricciones financieras y cambios de políticas
• Reducción de la financiación de la atención médica y medidas de austeridad que afectan a los servicios pediátricos.
• Variabilidad en las políticas de atención médica entre países que conduce a estructuras de médicos de atención primaria inconsistentes. Patrones de enfermedades en evolución y desafíos para la salud pública
• Aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas (p. ej., obesidad, trastornos de salud mental) que requieren tratamiento pediátrico a largo plazo.
• Enfermedades infecciosas emergentes y la necesidad de programas de vacunación sólidos. Acceso y equidad en la atención pediátrica
• Disparidades en el acceso a atención pediátrica primaria de alta calidad, especialmente en regiones de bajos ingresos.
• Necesidad de modelos estandarizados de capacitación y atención pediátrica en toda Europa. Salud digital y telemedicina
• Necesidad de alfabetización digital entre profesionales de la salud y pacientes para adoptar eficazmente soluciones de telesalud, mejorar el acceso a la atención y abordar adecuadamente los desafíos de garantizar la calidad y la continuidad de la atención.
• Comprender y explorar el potencial y las limitaciones de las soluciones impulsadas por IA en atención primaria. Coordinación entre atención primaria y especializada
• Fortalecer la colaboración entre médicos de atención primaria, hospitales y especialistas para garantizar una atención pediátrica integral.
• Mejorar la atención preventiva y la detección temprana de enfermedades.
IA , inteligencia artificial.
Promover una formación integral en atención primaria (AP) también es un reto clave para el futuro. Actualmente, la formación en AP está incluida en los programas de residencia estándar en el 45% de los países europeos. Sin embargo, el periodo medio de formación se limita a tan solo 1-3 meses. 1 , 11 , 29 En los últimos 20 años, se han realizado esfuerzos para implementar cambios curriculares, incluyendo la ampliación de la duración mínima de la formación. 18 , 30 En este sentido, la EPA-UNEPSA y el ECPCP han hecho hincapié a menudo en la necesidad de ampliar la formación pediátrica formal para médicos de cabecera y médicos de familia en países donde la atención pediátrica está dirigida principalmente por médicos de cabecera. En más del 50% de estos países, la formación pediátrica no supera los 3 meses. Además, las organizaciones han destacado la importancia de introducir la formación pediátrica en más del 10% de los países europeos que actualmente no la incluyen en sus programas de formación médica. 12 , 21 , 29
Para afrontar estos desafíos será necesario reformar las políticas, aumentar la inversión en formación pediátrica y un compromiso más fuerte para lograr que la atención primaria de salud (AP) sea sostenible y resiliente a la integración de la atención pediátrica en los inevitablemente diversos sistemas de atención sanitaria europeos.
Conclusiones
El desarrollo de la atención primaria (AP) en Europa ha sido un proceso gradual y desigual, influenciado por factores históricos y económicos. A lo largo de los años, muchos países han establecido sistemas sólidos de AP. Sin embargo, las presiones financieras y las reformas sanitarias han puesto en peligro la sostenibilidad de este modelo. La AP desempeña un papel crucial para garantizar la salud y el bienestar de niños y adolescentes.<sup> 1</sup> Atributos clave como la accesibilidad, la proximidad, la continuidad y una relación de confianza permiten a la AP alcanzar objetivos preventivos, diagnósticos y terapéuticos de forma eficaz. <sup> 1 </sup> A diferencia de los médicos de cabecera, los pediatras de atención primaria cuentan con formación especializada en salud infantil, lo que permite un enfoque más personalizado y eficaz para las necesidades médicas pediátricas. <sup>31</sup> El futuro de la AP en Europa dependerá de la promoción sostenida, el apoyo político y la integración en los modelos de atención sanitaria en evolución, factores que a menudo faltan.
Garantizar unos servicios de AP sólidos es, de hecho, vital para el futuro de los sistemas sanitarios europeos, a fin de proteger a las generaciones futuras y promover una sociedad más sana.<sup> 1 </sup>, <sup>32</sup> Por eso, «es pecado matar a un ruiseñor».
Tendencias divergentes en la edad de las transiciones sociales y biológicas a la edad adulta
8 Entrega de la serie atención primaria.
Primary care. New Perspectives on Adulthood: Definitions, Transitions, and Social Changes
There are diverging trends regarding the timing of social and biological transitions into adulthood. While individuals now experience earlier biological maturity—such as earlier onset of puberty due to better nutrition and health—they also face a delay in achieving traditional social markers of adulthood. These markers include entering the workforce or becoming parents for the first time, which are occurring at older ages compared to previous generations. As a result, the period of biological maturity now extends for a longer time before individuals are recognized as adults by social and economic standards.
Este trabajo se presenta para ampliar el concepto de ciclo de vida, que no es taxativo, que es dinámico según la sociedad donde se inserte, las medidas que se pretenden adoptar y la situación desde donde se parte: cuando termina la adolescencia y empieza la edad madura. Aqui este hermoso Artículo que rescate y quiero compartir con ustedes.
El documento examina en profundidad las tendencias divergentes que caracterizan las transiciones sociales y biológicas hacia la adultez en la actualidad. Se observa que, en las últimas décadas, la maduración biológica, representada principalmente por el inicio más temprano de la pubertad, se ha adelantado significativamente. Este fenómeno es atribuido principalmente a los avances en nutrición y condiciones de salud, los cuales han permitido que los procesos biológicos de desarrollo se manifiesten a edades menores que en generaciones pasadas.
No obstante, en contraste con la aceleración biológica, los indicadores sociales y económicos tradicionales que han definido históricamente la llegada a la adultez—tales como la incorporación al mercado laboral, la independencia económica y la formación de una familia a través del primer parto—están experimentando un retraso. Es decir, las personas alcanzan estos hitos a edades más avanzadas, lo cual extiende el periodo intermedio entre la madurez biológica y el reconocimiento social y económico de la adultez. Este desfase genera una etapa de transición más prolongada y compleja que en el pasado.
El texto subraya la naturaleza multidimensional de la adultez, ya que su definición varía sustancialmente según la disciplina o el campo de estudio que la aborde. Por ejemplo, desde la demografía y la economía se suelen utilizar criterios objetivos y cuantificables, como la edad, la situación laboral o el estado civil. Por su parte, desde las perspectivas legales y culturales, la adultez puede estar determinada por normativas, costumbres o rituales específicos de cada sociedad. Además, existen dimensiones subjetivas y psicológicas que consideran el autopercepción, la madurez emocional y la capacidad de tomar decisiones autónomas como elementos clave para definir esta etapa.
En síntesis, la adultez debe entenderse hoy como un concepto dinámico, flexible y multidimensional, cuyos límites no sólo dependen de factores biológicos, sino también de contextos sociales, económicos, culturales y personales. El periodo de transición hacia la adultez, entonces, se ha prolongado y diversificado, reflejando las transformaciones sociales y los cambios en las expectativas individuales y colectivas respecto a lo que significa ser adulto en el mundo contemporáneo.
Skirbekk unb, Christian K. Tamnes bcd, Pétur Benedikt Júlíusson une, Astanand Jugessur une, Tilmann von Soest b
Resúmenes
Las disciplinas varían en la definición de la edad adulta: Diferentes campos académicos ofrecen distintas perspectivas sobre lo que constituye la transición a la edad adulta.
Multidimensionalidad: La definición difiere según los dominios demográficos, económicos, legales, culturales, subjetivos, psicológicos y biológicos.
Marcadores sociales retrasados: Aplazamiento de marcadores sociales y económicos como la entrada al mercado laboral y el primer parto
Maduración biológica más temprana: Los marcadores como la pubertad ocurren más temprano, probablemente debido a mejoras en la nutrición y la salud
Período de madurez extendido: Los individuos ahora experimentan períodos más largos de madurez biológica antes de alcanzar la edad adulta social
Necesidad de una comprensión integral: Necesitamos un enfoque multidisciplinario para comprender esta importante transición de la vida.
Abstract
Discutimos cómo las diferentes disciplinas varían en sus definiciones de lo que constituye la transición a la edad adulta y la edad a la que se alcanza esta transición. Esta revisión sintetiza diversas perspectivas sobre la conceptualización de la edad adulta, explorando marcadores de dominios demográficos, económicos, legales, culturales, subjetivos, psicológicos y biológicos, cada uno de los cuales ofrece ideas únicas. Discutimos cómo esta transición de vida ha cambiado con el tiempo y en diferentes contextos. Encontramos que mientras que los marcadores socioeconómicos como la entrada al mercado laboral y el primer parto se retrasan cada vez más en las sociedades contemporáneas, los marcadores biológicos como la pubertad ocurren antes, mientras que los marcadores institucionales y legales de la transición a menudo son constantes. En consecuencia, los individuos ahora experimentan períodos prolongados de madurez biológica antes de alcanzar la edad adulta social. Esta revisión destaca las complejidades de definir la edad adulta y subraya la necesidad de un examen actualizado y multidisciplinario de esta importante transición de la etapa de la vida.
1. Introducción
Comprender la variación en el inicio de la edad adulta es esencial para explorar las distintas identidades vinculadas a las diferentes fases de la vida, identificar cuándo los individuos entran en la edad adulta, rastrear los cambios a lo largo del tiempo y observar los cambios en el tamaño y la composición de las poblaciones de adolescentes y adultos. La edad a la que los individuos se consideran a sí mismos, o son considerados por otros, como adultos ha llegado a la edad adulta depende de la comunidad, el período histórico, el contexto institucional, así como los marcadores y características individuales. Varios estudios enfatizan que la transición a la edad adulta a menudo gira en torno a cambios en los roles sociales y económicos, como establecer un hogar o ingresar al mercado laboral (Benson y Furstenberg, 2006, Settersten et al., 2015) cambios en el momento de formar asociaciones a largo plazo, (Esteve, 2024) aplazamiento de la maternidad, aumento de las tasas de falta de hijos, (Sobotka y Berghammer, 2021) así como una maduración biológica más temprana (Asrullah et al., 2022, Eichelberger et al., 2024). No se han realizado esfuerzos suficientes para sintetizar estos desarrollos divergentes. Esta revisión busca abordar esta brecha reuniendo argumentos y líneas de literatura que generalmente se presentan en estudios y medios separados.
La contribución clave de este estudio es su enfoque en cómo los diferentes marcadores de la transición a la edad adulta se desarrollan de manera diferente. Los marcadores sociales de la edad adulta, como el trabajo a tiempo completo, la vida independiente o la transición a la paternidad, se retrasan cada vez más en los últimos años. Al mismo tiempo, los límites de edad legal y los ritos de transición cultural tienden a ser constantes o varían solo moderadamente con el tiempo, mientras que la madurez biológica tiende a ocurrir antes y es más probable que preceda a la independencia social y económica. Esto conduce a un camino más largo e inconexo hacia la edad adulta.
Los estudios influyentes generalmente han identificado cinco marcadores principales de la transición a la edad adulta: completar la educación, dejar el hogar paterno, comenzar una carrera, casarse y convertirse en padre (Benson y Furstenberg, 2006, Furstenberg, 2010). Sin embargo, estos marcadores pueden pasar por alto otras transiciones significativas y pueden ser menos relevantes en contextos contemporáneos. En una era en la que una proporción sustancial de personas no se casan, no tienen hijos, no pueden permitirse abandonar el hogar de sus padres o luchan por encontrar un empleo estable debido a los rápidos cambios tecnológicos, lograr un sentido subjetivo de la edad adulta o desarrollar una identidad adulta puede ser particularmente importante.
Dada la discusión limitada de los cambios temporales en las edades en las que los individuos hacen la transición a la edad adulta, esta revisión tiene como objetivo proporcionar una descripción general actualizada y un análisis de varias perspectivas sobre esta transición. Examina cómo varía el tiempo a lo largo de diferentes períodos históricos y cohortes, explora las interrelaciones entre estas diferentes perspectivas y considera las implicaciones de las diferentes tendencias en todos los dominios. Reconocemos que la transición a la edad adulta puede ser gradual y no lineal, por ejemplo, las personas pueden regresar a su hogar paterno después de haber vivido de forma independiente o reanudado la educación a tiempo completo después de dejar su primer trabajo. Por lo tanto, identificar una edad específica en la que uno se convierte en adulto es un desafío, ya que esta transición a menudo se caracteriza por eventos múltiples, a veces conflictivos, que no siguen una trayectoria lineal. Esta revisión aborda dimensiones clave de esta complejidad y variabilidad, al tiempo que destaca las tendencias generales.
El desarrollo humano implica grandes transiciones después de la infancia, incluida la adolescencia, marcada por la maduración biológica y psicológica, la edad adulta, caracterizada por indicadores multifacéticos, y la vejez.Aunque cada fase es compleja, se pueden hacer algunas generalizaciones. La transición a la vejez a menudo se centra en problemas de salud específicos o limitación funcional, jubilación, percepciones subjetivas del envejecimiento y roles como la abuela (Cooper et al., 2011, Hedge y Borman, 2012, Skirbekk et al., 2018, Stephan et al., 2013).
La edad adulta, identificada a través de diversos indicadores demográficos, económicos, legales, culturales, subjetivos, psicológicos y biológicos, sigue estando menos claramente definida, pero es de importancia crítica debido a sus importantes implicaciones sociales, económicas y psicológicas. El momento de esta transición también varía sustancialmente según los períodos y contextos históricos.
Investigadores del desarrollo humano como Jean Piaget y Erik Erikson han esbozado las etapas que conducen a la edad adulta, enfatizando el pensamiento abstracto, el razonamiento maduro (Flavell, 1963) y la formación de la identidad (Sokol, 2009).
Erikson, en particular, consideraba que lograr la formación de la identidad era la tarea principal de la adolescencia, aunque reconoció que el desarrollo de la identidad continúa en años posteriores. Sin embargo, estas teorías surgieron durante un período en el que los marcadores tradicionales de la edad adulta, como las oportunidades laborales, las expectativas educativas y los patrones de formación familiar, eran fundamentalmente diferentes de los actuales. Además, las teorías clásicas del desarrollo no tienen suficientemente en cuenta las tendencias contemporáneas, incluida la maduración biológica más temprana y los rápidos cambios en las demandas del mercado laboral, que han reducido las oportunidades para los trabajadores no calificados. Estas transformaciones económicas y sociales han influido profundamente en las perspectivas disponibles para los adultos jóvenes en la actualidad (Dimitri et al., 2005, Johnson, 2016). Esta tendencia se alinea con las discusiones en curso en la teoría del curso de la vida, que enfatiza que las personas nacidas en diferentes períodos históricos enfrentan distintas oportunidades y limitaciones, lo que influye tanto en el momento como en la naturaleza de sus transiciones de vida (Hutchison, 2010).
El concepto de adultez emergente describe la transición cada vez más extendida desde la adolescencia tardía hasta los veinte años, especialmente en las culturas occidentales, enfatizando el cambio de identidad de la adolescencia a la edad adulta (Arnett, 2014). Los críticos argumentan que el concepto refleja principalmente las experiencias de los jóvenes socialmente favorecidos en las sociedades más ricas y puede ser menos generalizable a las personas en regiones rurales o de bajos ingresos. En estos entornos, las diferentes expectativas familiares, obligaciones laborales y normas culturales dan forma a la transición a la edad adulta (Kathuri-Ogola y Kabaria-Muriithi, 2024, McKenzie et al., 2024, Theron et al., 2021).Los jóvenes en tales contextos a menudo tienen menos libertad financiera y temporal para explorar la identidad personal y la pertenencia social, y enfrentan una aceptación cultural limitada para explorar aspectos como la identidad de género, la orientación sexual y otras dimensiones de la individualidad (Parmenter et al., 2022, Shulman, 2023).
Los estudios han documentado una variación sustancial en el momento de la entrada a la edad adulta en diferentes dominios biológicos y sociales. Estas variaciones se han vuelto especialmente pronunciadas en años más recientes, luego de una disminución en la edad promedio de la pubertad (Arnett y o. a., 2001, Arnett et al., 2011, Moffitt, 2018, Steinberg e Icenogle, 2019). Dadas estas disparidades, existe una creciente necesidad de sintetizar y examinar críticamente las diversas concepciones de la transición a la edad adulta que emergen de diversas perspectivas y dominios disciplinarios.
En esta revisión, ofrecemos una visión general completa al examinar los indicadores clave de la transición de la adolescencia a la edad adulta, con especial atención al papel del contexto social en la configuración de cómo se experimentan y comprenden estas transiciones a lo largo del tiempo. Basándonos en la literatura de campos como la demografía, la economía, la sociología, la psicología y la biología, identificamos siete categorías de marcadores que definen la transición a la edad adulta (Tabla 1). Estas categorías incluyen indicadores demográficos, como la edad a la que las personas abandonan el hogar paterno, forman parejas a largo plazo y se convierten en padres, junto con la edad a la que normalmente se completa la educación secundaria o terciaria. Los marcadores económicos cubren el empleo a tiempo completo y la independencia financiera. Los marcadores legales se refieren a los umbrales de edad legales para actividades como el empleo, el consentimiento sexual, el matrimonio, la conducción y el servicio militar. Los marcadores culturales incluyen rituales de mayoría de edad como la confirmación cristiana o equivalentes seculares. Las evaluaciones subjetivas se refieren a la percepción que un individuo tiene de sí mismo como adulto, así como a cómo lo perciben los demás. Los marcadores psicológicos abarcan el desarrollo de la personalidad, los cambios de actitud, los cambios en el comportamiento de riesgo y la maduración cognitiva. Finalmente, los marcadores biológicos resaltan las transiciones fisiológicas a la edad adulta, incluido el desarrollo puberal y la maduración cerebral.
Tabla 1. Marcadores de transición a la edad adulta.
Tipos de marcadores de transición
Palabras clave
Marcadores demográficos
Dejar el hogar paterno Establecer parejas a largo plazo Edad del primer nacimiento Finalización de la educación
Marcadores económicos
Entrada en el mercado laboral Independencia financiera Edad de la primera propiedad de la vivienda
Marcadores legales
Edad legal para contraer matrimonio, sexo, conducir, trabajar
Marcadores culturales
Ritos de transición de la mayoría de edad, religiosos y seculares
Marcadores subjetivos
Identidad de edad Percepciones de la edad en la que uno se siente adulto
Marcadores psicosociales
Estabilización de la personalidad Estabilización de los valores y convicciones sociales Desarrollo cognitivo
Marcadores biológicos
Desarrollo biofisiológico Desarrollo cerebral Sueño
El amplio alcance de esta revisión tiene como objetivo proporcionar contexto y amplitud, en lugar de un análisis en profundidad de una sola medida de la transición a la edad adulta. Realizamos una revisión narrativa que abarcó múltiples disciplinas, basándonos en la literatura recuperada de PubMed y Google Scholar hasta el 31 de julio de 2023. Nuestra investigación se centró en palabras clave relacionadas con los marcadores de transición enumerados en la Tabla 1. Si bien nuestro enfoque principal está en los países desarrollados, lo que refleja la disponibilidad y consistencia de los datos, hemos incluido hallazgos de naciones de bajos ingresos cuando están disponibles. Reconocemos que este enfoque puede limitar la generalización de nuestras conclusiones.
Varias revisiones anteriores han explorado las dimensiones sociales e institucionales de la transición a la edad adulta en diferentes contextos (Arnett et al., 2011, Buchmann y Kriesi, 2011, Juárez y Gayet, 2014, Panagakis, 2015, Settersten et al., 2015). Sobre esta base, nuestra revisión actualizada busca integrar estudios recientes que aborden los aspectos biológicos y sociales de la transición, con especial atención a los desafíos contemporáneos. Estos incluyen la disminución de las oportunidades económicas para los adultos jóvenes, el papel de los factores sociales en la prolongación de la adolescencia y las implicaciones de una maduración biológica más temprana. En consecuencia, comenzamos por esbozar los diversos marcadores que significan la transición a la edad adulta, seguido de una discusión de marcos conceptuales específicos en secciones posteriores. Nuestra revisión se basa en trabajos anteriores que han examinado diversos enfoques para comprender esta transición, abordando temas como la sexualidad, el empleo, la formación de la identidad y la dinámica familiar (Buchmann y Kriesi, 2011, Juárez y Gayet, 2014).
2. Diferentes marcadores de la transición a la edad adulta
2.1. Marcadores demográficos
2.1.1. Marcadores relacionados con la edad a nivel de población
Un enfoque para definir la transición a la edad adulta se basa en umbrales de edad fijos, comúnmente de 20 años o, en algunos contextos, de 15 años, como se utiliza en la definición de edad laboral de la División de Población de las Naciones Unidas (UNPD, 2024). Alternativamente, la edad adulta puede conceptualizarse en términos de edad relativa, en función de la posición de un individuo dentro de la distribución cronológica por edades de una población determinada. Por ejemplo, estar entre los dos tercios más viejos de una población puede calificar a uno como adulto (Aghevli y Mehran, 1981, d’Albis y Collard, 2012).
El modelo de edad relativa implica que la edad adulta se alcanza a una edad cronológica más alta en sociedades con poblaciones más envejecidas (Chu, 1997, Gavrilov y Heuveline, 2003). Además, la edad relativa puede moldear las percepciones sociales de niños, adolescentes, adultos y personas mayores. En los países de ingresos altos, donde las tasas de fecundidad más bajas y el envejecimiento de la población son más pronunciados, los grupos de edad más jóvenes son relativamente escasos. Este contexto demográfico puede explicar por qué las culturas occidentales ponen mayor énfasis en la adolescencia en comparación con los entornos culturales (División de Población de las Naciones Unidas, Kapadia, 2017, Kimball, 2019, Santelli et al., 2017). A nivel mundial, a medida que las poblaciones envejecen, las percepciones de lo que constituye la «vejez» cambian. Por ejemplo, la edad media de la población mundial aumentó de 24 años en 1950 a 31 años en 2020 (PNUD, 2024), lo que contribuyó a un aumento de la edad considerada relativamente mayor.
2.1.2. Edad de abandonar el proverbial «nido»
Dejar el hogar paterno se considera un marcador clave de la transición a la edad adulta, especialmente en culturas que priorizan el ideal de familia nuclear. Esta transición a menudo coincide con cambios en el estado educativo o laboral, lo que provoca la reubicación. En 2017, la edad media a la que los jóvenes abandonaron el hogar paterno osciló entre los 20 años en los países nórdicos y Luxemburgo y alrededor de los 30 años en Italia y Eslovaquia en Europa (Eurostat, 2018).
Con el tiempo, la edad de abandonar el hogar ha aumentado, impulsada por el aumento de los costos de la vivienda y el estancamiento o la disminución de los salarios reales. Estas condiciones económicas han hecho que sea cada vez más difícil para los adultos jóvenes comprar propiedades o asegurar contratos de alquiler a largo plazo y un espacio adecuado para una vida independiente (Cohn y Caumont, 2016, Dettling y Kearney, 2014, Knoll et al., 2017, Lei y South, 2016, Welteke y Wrohlich, 2019). Además, los ingresos relativos de los jóvenes han disminuido en comparación con los grupos de mayor edad, particularmente entre la década de 1980 y la década de 2000 en muchos países de ingresos altos (Sanderson et al., 2014).
Muchos jóvenes comparan su situación económica con la de sus padres y pueden retrasar la formación de la familia hasta que alcancen un nivel de ingresos comparable.Esta dinámica puede contribuir a las desigualdades sociales en el momento de la paternidad: por ejemplo, las personas con padres más ricos pueden alcanzar la seguridad financiera antes a través de transferencias de riqueza intergeneracionales . Por el contrario, las personas de mayor nivel socioeconómico también pueden retrasar la maternidad debido a mayores aspiraciones materiales, satisfaciendo la necesidad de alcanzar un nivel de vida significativamente elevado antes de formar una familia (Lutz y Skirbekk, 2005, Lutz y Skirbekk, 2008).
Los avances tecnológicos y la deslocalización de la mano de obra han reducido la disponibilidad de puestos de trabajo tradicionalmente ocupados por adultos jóvenes, especialmente hombres jóvenes en países de altos ingresos (Abebe e Hyggen, 2019, Abeliansky et al., 2020). Dado que las tecnologías emergentes suelen ser más asequibles y fáciles de implementar, contribuyen al desplazamiento neto de mano de obra, lo que lleva a una desaparición gradual de muchos puestos de nivel de entrada (Taiwo y Aluko,Verick, 2023).
La Fig. 1 ilustra la variación significativa en la edad a la que los adultos jóvenes abandonan los hogares paternos en toda Europa, con edades notablemente más tardías observadas en los países del sur y este de Europa. Esta variación se explica en parte por las diferencias en las condiciones socioeconómicas; por ejemplo, las edades más altas de abandono del hogar se asocian con una mayor proporción de jóvenes que «no estudian, trabajan ni reciben capacitación» (ninis).
Figura 1. Edad media de abandono del hogar paterno en 2020 y porcentaje de personas que no estudian, trabajan ni reciben formación (ninis) entre los jóvenes de 15 a 19 años de edad en los países europeos. Fuente: Eurostat. TR = Turquía, SE = Suecia, LU = Luxemburgo, DK = Dinamarca, EE = Estonia, FR = Francia, DE = Alemania, NL = Países Bajos, AT = Austria, BE = Bélgica, LT = Lituania, CZ = República Checa, SI = Eslovenia, PL = Polonia, HU = Hungría, CY = Chipre, RO = Rumania, ES = España, MT=Malta, PT = Portugal, RS = Rusia, EL = Grecia, BG = Bulgaria, SK = Eslovaquia, IE = Irlanda, ME = Montenegro. Los países se incluyeron en función de la disponibilidad de datos.
2.1.3. Formación de la familia y aplazamiento de la paternidad
A nivel mundial, la edad promedio del primer matrimonio para las mujeres aumentó de 21,9 años en 1990 a 23,3 años en 2010, con promedios significativamente más altos observados en muchos países (Cameron et al., 2022, Pesando y Abufhele, 2019, Naciones Unidas Mujeres, 2019). El aumento de la edad para entrar en una unión formal es un desarrollo importante, ya que el matrimonio sigue siendo un marcador central de la transición a la edad adulta y aún precede a la paternidad en la mayoría de las sociedades (Hertrich, 2017, Laplante et al., 2016, Straughan, 2015).e
Convertirse en padre representa otro hito clave de la edad adulta, lo que significa transiciones de roles sustanciales y un cambio irreversible en la trayectoria del curso de la vida. En las últimas décadas, la edad promedio del primer parto ha aumentado significativamente tanto para mujeres como para hombres en muchos países. Esta tendencia ha ido acompañada de un aumento de los niveles de falta de hijos voluntaria e involuntaria, así como de una disminución de las tasas de fertilidad (Kohler et al., 2002, Sobotka y Beaujouan, 2018).
Las tasas de natalidad adolescente, particularmente entre las personas de 15 a 19 años, han disminuido significativamente en países como Alemania, Francia, los Países Bajos y los Estados Unidos, aunque la disminución ha sido más modesta en países como Brasil (véase la Fig. 2). Este aplazamiento de la paternidad se atribuye comúnmente a una variedad de factores, que incluyen educación prolongada, mayor acceso a la anticoncepción, matrimonio retrasado, trayectorias profesionales inestables, disminución de los ingresos relativos entre los jóvenes, mayor priorización de los viajes y el ocio durante los «años sabáticos» y un menor énfasis social en el matrimonio precoz (Sobotka, 2017, Timæus y Moultrie, 2020).
El aplazamiento de la maternidad ocurre a lo largo de toda la edad reproductiva, lo que refleja un cambio más amplio hacia la maternidad tardía. Europa fue la primera región donde la paternidad tardía se generalizó en las últimas décadas. En 2011, seis países europeos informaron una edad media del primer parto superior a los 30 años; en 2021, ese número se había duplicado a doce (CEPE, 2023). El ritmo de aplazamiento de la fecundidad ha sido aún más pronunciado en Corea del Sur, donde la edad media del primer parto superó los 33,5 años entre las mujeres en 2022, lo que supone un aumento de más de siete años desde 1993, cuando la media era de 26,2 años (Castro Torres et al., 2022, EUROstat, 2022, Han y Brinton, 2022, Lim, 2011, CEPE, 2023). Una tendencia similar es evidente en los Estados Unidos, donde la edad promedio del primer parto entre las mujeres aumentó de 21,4 años en 1970 a 27,3 años en 2021 (CDC, 2023).
Las tasas de fecundidad han cambiado con especial rapidez entre las personas con un nivel socioeconómico (NSE) más bajo en los países europeos, lo que indica una transición más tardía a la edad adulta dentro de estos grupos. En particular, las mujeres con niveles más bajos de educación e ingresos tienen más probabilidades de experimentar un inicio puberal más temprano (Oelkers, 2021), lo que puede resultar en una brecha pronunciada entre la maduración biológica temprana y el retraso en la formación de la familia, especialmente entre las mujeres de entornos de NSE más bajo en ciertos países.
Los cambios sociales más amplios, incluida la mejora de las condiciones económicas para las mujeres, un superávit demográfico masculino, una mayor aceptación del matrimonio y una mayor autonomía para elegir si tener hijos, también han contribuido a que una proporción creciente de personas no tenga hijos durante sus años reproductivos. Cada vez más, los que no tienen hijos tienen treinta y tantos años. Esta tendencia es particularmente evidente en la mayoría de los países de Europa occidental y en Asia oriental.
Por ejemplo, la proporción de mujeres sin hijos en Noruega a los 30 años aumentó del 16,9 % entre las mujeres nacidas en 1950 al 53,8 % entre las nacidas en 1992. Entre los hombres de 35 años, la proporción sin hijos aumentó del 20,5% para la cohorte de nacimiento de 1950 al 43,1% para los nacidos en 1987 (Statistics Norway. Estadísticas de población, 2023).
Estos desarrollos sugieren que la paternidad se ha convertido en una transición más retrasada y selectiva, lo que potencialmente la convierte en un marcador de la edad adulta menos relevante universalmente que en generaciones anteriores.
2.1.4. Finalización de la educación
La finalización de la educación superior se ha convertido en un indicador cada vez más importante de la transición a la edad adulta, ya que un número creciente de jóvenes en todo el mundo no solo cursa estudios primarios y secundarios, sino también postsecundarios y terciarios. El nivel educativo juega un papel crucial en la configuración de los eventos posteriores de la vida, incluida la entrada al empleo a tiempo completo y la formación de familias (Billari et al., 2006). A nivel mundial, la duración de la educación ha aumentado, y la edad promedio para completar la educación a tiempo completo ahora cae a principios de los veinte años en las economías avanzadas (Barro y Lee, 2015, James et al., 2012). En 2018, el 45 % de las personas de entre 25 y 34 años en los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) habían alcanzado la educación terciaria, en comparación con solo el 27 % entre las personas de 55 a 64 años (OCDE, 2019).
En resumen, los marcadores sociodemográficos clave de la transición a la edad adulta, como la edad a la que los individuos abandonan el hogar paterno, completan su educación y forman familias, indican un aplazamiento de esta etapa de la vida. Tradicionalmente, se han utilizado edades cronológicas fijas, como los 15 o los 20 años, para definir el inicio de la edad adulta, a menudo basándose en indicadores de actividad económica en estándares globales. Sin embargo, la edad adulta también puede entenderse en términos relativos, en función de la posición de un individuo dentro de una distribución por edad (particularmente en poblaciones que envejecen), lo que podría resultar en una transición posterior.
Los marcadores destacados incluyen dejar el hogar de los padres, que se ha retrasado cada vez más debido al aumento de los costos de la vivienda y el estancamiento de los salarios, y el aplazamiento de la paternidad, impulsado por factores como la educación prolongada, el aumento del uso de anticonceptivos y la evolución de las normas sociales.
La finalización de la educación también juega un papel central, ya que los niveles más altos de logro a menudo retrasan tanto la entrada al mercado laboral como la formación de la familia. Estas tendencias reflejan cambios sociales más amplios, incluidos los avances tecnológicos y los paisajes económicos cambiantes, que continúan remodelando el camino hacia la edad adulta en las sociedades contemporáneas.
2.2. Marcadores económicos
2.2.1. Entrada en el mercado laboral
Asegurar un empleo, particularmente un trabajo a tiempo completo con perspectivas a largo plazo, se ha convertido en un marcador cada vez más importante de la transición a la edad adulta (Goldsmith et al., 1997, Tosun et al., 2019). El empleo productivo no sólo proporciona a las personas un ingreso estable y una estructura diaria, sino que también permite la participación en los sistemas de seguridad social, apoyando así la independencia financiera y la autosuficiencia a largo plazo.
Esta transición es particularmente importante para los jóvenes, quienes, en muchos países, tienden a ser menos ricos y más vulnerables financieramente que las generaciones anteriores. En comparación con sus padres, los jóvenes de hoy enfrentan ingresos más bajos, menor seguridad laboral y tasas más bajas de propiedad de vivienda (Sanderson et al., 2014). El empleo estable a menudo sirve como base para otros eventos clave de la vida, incluida la formación de parejas, la cohabitación y la construcción de familias. Sin embargo, las tasas más altas de desempleo, el acceso limitado a la protección social y la disminución de los recursos financieros contribuyen a aumentar la vulnerabilidad económica entre los jóvenes (OCDE, 2008, Patton et al., 2018), lo que lleva a un retraso en la transición a la edad adulta en términos de estabilidad económica, especialmente durante períodos de volatilidad e incertidumbre económica.
Históricamente, los jóvenes comenzaron a obtener ingresos en la adolescencia (Boot, 1995, Johnson, 2003, Rahikainen, 2017). Con el tiempo, sin embargo, la edad media de entrada en el mercado laboral ha aumentado, particularmente en las economías avanzadas, donde las personas a menudo comienzan a trabajar a tiempo completo a mediados de los veinte años o más tarde (Baldwin, 1910, Conyngton, 1934, Squier, 1912, Wolfbein, 1949). Este cambio se debe en gran medida al aumento del nivel educativo, las regulaciones legales más estrictas sobre el empleo juvenil y la disminución de la demanda de los tipos de trabajo manual no calificado que tradicionalmente realizan los trabajadores más jóvenes, especialmente en las industrias primaria y manufacturera.
Un ejemplo notable de cambio de oportunidades de trabajo para los jóvenes es el sector agrícola. Hace un siglo, la agricultura empleaba aproximadamente al 70 % de la población económicamente activa mundial; para 2019, esta cifra se ha reducido al 27 % (Dimitri et al., 2005, Johnson, 2016). Esta disminución es aún más pronunciada en los países más ricos, donde la agricultura ahora emplea solo una pequeña fracción de la fuerza laboral, menos del 1% en países como Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido (FAO, 2020, Grigg, 1975). Las proyecciones sugieren que esta proporción puede disminuir aún más a medida que la automatización y los avances tecnológicos continúen reduciendo la demanda de mano de obra agrícola (Vittis et al., 2022).
Los datos históricos ilustran aún más este retraso en la entrada al mercado laboral. En Bélgica, por ejemplo, la edad media de primer empleo tanto para hombres como para mujeres ha aumentado significativamente con el tiempo (Fig. 3). Estos cambios reflejan cambios estructurales más amplios, incluida la regulación del trabajo infantil y la disminución de la necesidad de mano de obra juvenil en roles físicamente exigentes y poco calificados. Como resultado, la transición a la edad adulta económica se ha retrasado progresivamente a través de las generaciones.
Figura 3. Edad de entrada en el mercado laboral por año y sexo para Bélgica (1960-2000) (Dekkers, 2010).
2.2.2. La independencia financiera como marcador de la edad adulta
La edad a la que los individuos alcanzan un superávit en el ciclo de vida varía entre países y a lo largo del tiempo, influenciada por factores como los niveles de ingresos, la edad de ingreso al mercado laboral y las transferencias financieras a individuos con ingresos limitados o nulos (Lee y Mason, 2011). Por ejemplo, en Australia, la edad más temprana a la que los individuos lograron un superávit en el ciclo de vida aumentó de 22 años en 1995 a 25 en 2010 96,97. Este cambio probablemente refleja una mayor duración de la educación terciaria y un retraso en la entrada al empleo a tiempo completo, lo que lleva a una mayor independencia financiera.
En general, las personas de hoy son mayores cuando pueden permitirse comprar una casa y establecerse económicamente. El aumento de los precios de los bienes raíces en todo el mundo ha dificultado la vida independiente, con posibles implicaciones para el momento de las decisiones de fertilidad (Maynou et al., 2021, Pan y Xu, 2012). Además, el retraso en la entrada a la fuerza laboral y los ingresos relativos más bajos entre los jóvenes, en comparación con los grupos de mayor edad y las generaciones anteriores (Sanderson et al., 2014; OCDE, 2008)—contribuir aún más a los aplazamientos en la formación de la familia y la maternidad.
Las transferencias de riqueza intergeneracionales, particularmente a través de la herencia, son otro factor clave que influye en el momento de la independencia financiera (Nekoei y Seim, 2023, Okun y Stecklov, 2021). La edad a la que las personas reciben esas transferencias depende del momento de la muerte de los padres o abuelos, que ha aumentado debido a la mayor esperanza de vida (PNUD – División de Población de las Naciones Unidas. Perspectivas de la población mundial 2024. (2024),Hertrich, 2017, Sobotka y Beaujouan, 2018). En consecuencia, muchos adultos jóvenes reciben herencia más adelante en la vida, lo que puede retrasar la edad en la que pueden permitirse establecerse de forma independiente, especialmente si dependen del patrimonio familiar para lograr la propiedad de la vivienda o la seguridad financiera.
2.3. Marcadores legales
2.3.1. Normativa legal que afecta a la transición a la edad adulta
Los marcadores legales juegan un papel vital en la definición de la transición a la edad adulta al establecer umbrales de edad para adquirir derechos y responsabilidades típicamente asociados con la condición de adulto. Estos incluyen la edad mínima legal para votar, el empleo, la actividad sexual, el matrimonio, la conducción, el consentimiento médico independiente, los juegos de azar y el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco. Estos umbrales legales reflejan concepciones sociales o políticas de madurez y responsabilidad y, a menudo, están influenciados por factores como las prioridades económicas, las políticas educativas y las preocupaciones de seguridad pública. Por ejemplo, las naciones más ricas pueden imponer regulaciones más estrictas sobre el trabajo infantil para priorizar la educación sobre la participación temprana en el mercado laboral, mientras que los ajustes a la edad legal para conducir pueden tener la intención de reducir las lesiones y muertes relacionadas con el tráfico. Los cambios en la edad legal para contraer matrimonio también se han utilizado como herramientas para influir en las tendencias de fertilidad y reducir las tasas de embarazo adolescente (Kamal y Ulas, 2021, Kim et al., 2013, McQueston et al., 2013).
El Convenio núm. 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableció las siguientes normas mínimas de edad para el empleo: 18 años para el trabajo peligroso y 13-15 años para el trabajo no peligroso que no interfiera con la escolarización, con cierta flexibilidad para el trabajo ligero en los países de bajos ingresos. En Europa, la edad legal de consentimiento sexual oscila entre los 14 y los 16 años, dependiendo de las leyes nacionales y las disposiciones de consentimiento mutuo (Temkin y Ashworth, 2004, Zhu y van der Aa, 2017). Los críticos argumentan que establecer edades mínimas legales altas puede restringir el acceso de los adolescentes a servicios esenciales de atención médica y anticoncepción, aunque tales regulaciones no necesariamente impiden la actividad sexual (Petroni et al., 2019). Finalmente, en la mayoría de los países, la edad mínima legal para que las mujeres se casen sin el consentimiento de los padres se establece en 18 años (Naciones Unidas, 2020).
2.4. Marcadores culturales de mayoría de edad
2.4.1. Ritos de transición religiosos y seculares
En las principales religiones, los rituales culturales y religiosos juegan un papel importante en marcar la transición a la edad adulta. Estos ritos de paso reflejan la profunda interconexión entre las tradiciones espirituales y las normas sociales. Con un estimado del 84% de la población mundial afiliada a una religión en 2010 109, tales ceremonias ejercen una influencia sustancial en la forma en que se reconoce socialmente la edad adulta.
En muchas culturas, a los individuos se les asignan nuevos roles a medida que pasan a la edad adulta, y este cambio a menudo se formaliza a través de ceremonias simbólicas (Levete, 2009, Ross, 2004, Williams, 2016). Estos rituales pueden implicar la lectura de textos religiosos sagrados, completar tareas simbólicas o pruebas de resistencia, o simplemente alcanzar una edad designada. Por ejemplo, el pueblo Sateré-Mawé en Brasil usa un ritual que involucra picaduras de hormigas para probar la resistencia al dolor, una prueba simbólica de madurez (Bosmia et al., 2015).
Los rituales de mayoría de edad varían significativamente según los contextos religiosos y culturales. En el cristianismo, la confirmación, generalmente alrededor de los 15 años, implica demostrar conocimiento de las Escrituras (Bottigheimer, 1996) e históricamente ha estado vinculada a hitos legales como casarse, convertirse en padre o padrino, o testificar en la corte (Hope, 1999, Rasmussen, 1993). En Malasia, las niñas musulmanas participan en la ceremonia Khatam Al-Quran alrededor de los 11 años, recitando el capítulo final del Corán para significar su mayoría de edad (Manderson et al., 2002).
Las comunidades budistas en el sudeste asiático también marcan la edad adulta a través de rituales de género. En las tradiciones budistas Theravada en Tailandia, los niños se someten a una ceremonia de ordenación para convertirse en monjes novicios (sāmanera). De manera similar, las tradiciones históricas japonesas como Gempuku (para niños) y Mogi (para niñas) enfatizaron el desempeño de roles adultos (Manderson et al., 2002).
En el hinduismo, los niños brahmanes participan en la ceremonia Upanayana alrededor de los 13 años, donde reciben un hilo sagrado y escuchan enseñanzas religiosas susurradas en un templo (Hazen, 2003).
En el judaísmo, la transición a la edad adulta está marcada por Bar Mitzvah (para niños) y Bat Mitzvah (para niñas) a los 13 años, lo que significa sus responsabilidades religiosas y morales después de un período de estudio (Botticini y Eckstein, 2012).
En Japón, los jóvenes de 20 años celebran Seijin-no-Hi, un día nacional de mayoría de edad que reconoce sus nuevos roles adultos.
En América Latina, la quinceañera celebra que las niñas cumplan 15 años (Dávalos, 2003) con ceremonias festivas que a menudo incluyen elementos católicos.
Los ritos seculares de mayoría de edad también son prominentes. En Finlandia, el Campamento Prometeo proporciona un rito de iniciación no religioso para jóvenes de 14 a 16 años, que implica reflexión y aprendizaje social (Gordon-Lennox, 2017).
En Alemania, particularmente en las regiones orientales, la ceremonia Jugendweihe sirve como una alternativa secular a la confirmación cristiana, marcando la asunción de responsabilidades adultas.
A pesar de los cambios considerables en los indicadores biológicos, económicos y sociales de la edad adulta, muchos de estos rituales permanecen fijos en edades específicas. Estos ritos de iniciación continúan teniendo un significado cultural y ofrecen momentos estructurados de transición, incluso cuando el momento real de las responsabilidades adultas cambia en la sociedad en general.
2.5. Marcadores subjetivos
2.5.1. Edad subjetiva y edad adulta percibida
La edad subjetiva (cómo los individuos perciben su propia edad, incluso si se consideran adultos) es una dimensión cada vez más importante de la transición a la edad adulta. A medida que los marcadores objetivos tradicionales, como la paternidad, la salida del hogar y la independencia financiera, se posponen o ya no se aplican a una proporción creciente de la población (por ejemplo, aquellos que no tienen hijos), los indicadores emocionales y autopercibidos han ganado importancia (Silva, 2012). Las encuestas muestran que muchas personas de veinte años, particularmente en las sociedades occidentales, no se ven a sí mismas como adultas (Galambos et al., 2005; Inhorn y Smith-Hefner, 2020). Esto refleja tendencias más amplias de responsabilidades retrasadas y la extensión de la adolescencia.
En los EE. UU., por ejemplo, existe una desconexión entre las expectativas sociales y las realidades económicas: mientras que el 64 % de los estadounidenses cree que los adultos jóvenes deberían ser financieramente independientes a los 22 años, definido como obtener un ingreso 150 % por encima del umbral de pobreza para un hogar unipersonal, sin embargo, solo el 24 % cumple con este criterio (Center, 2019).
Ciertos rasgos subjetivos son ampliamente considerados como marcadores de la edad adulta, incluida la aceptación de la responsabilidad de uno mismo, la toma de decisiones independientes, volverse menos egocéntrico y lograr la independencia financiera (Nelson y Luster, 2015). Sin embargo, las percepciones de la edad adulta también están moldeadas por valores culturales. En las sociedades individualistas, la autonomía personal y la autorrealización se enfatizan mucho. Por el contrario, las culturas colectivistas tienden a dar mayor valor al cumplimiento de las obligaciones familiares y sociales (Nelson y Luster, 2015). Por ejemplo, en Argentina, la edad adulta a menudo se asocia con la capacidad de aportar recursos a la familia (Facio y Micocci, 2003). Entre los jóvenes trabajadores de fábricas en China, los marcadores de la edad adulta incluyen el cuidado de los padres, la obtención de un empleo estable y la capacidad de criar a los propios hijos (Arnett, 1997, Zhong y Arnett, 2014). Estos ejemplos resaltan la diversidad de marcadores subjetivos y cómo el contexto cultural influye en la transición percibida a la edad adulta.
2.6. Marcadores psicosociales
2.6.1. Valores sociales, identidad y personalidad
La edad adulta a menudo se caracteriza por la estabilización de los valores sociales, la identidad y los rasgos de personalidad, marcando un período de mayor consistencia en las preferencias, comportamientos y afiliaciones sociales. Esta etapa generalmente implica la consolidación de componentes clave de la identidad, incluida la identidad sexual y de género, la pertenencia a la comunidad, la orientación política y las perspectivas sociales más amplias. Estas dimensiones de identidad están estrechamente relacionadas con resultados conductuales significativos, como elecciones de estilo de vida, comportamientos de salud, logros educativos y trayectorias profesionales (Barrett y Michael, 2022, Ye y Post, 2020).
La adolescencia se conoce comúnmente como «los años formativos», durante los cuales los individuos desarrollan creencias y preferencias duraderas que dan forma a sus puntos de vista políticos, religiosos y económicos a largo plazo (Alwin y McCammon, 2003, Dinas y NTINAS, 2010, Giuliano y Spilimbergo, 2009). Por ejemplo, mientras que los adolescentes pueden sentirse atraídos por la música popular de su época, los adultos a menudo mantienen una preferencia por la música que disfrutaron durante su juventud (Business Insider, 2018, New York Times, 2018). Del mismo modo, es más probable que los adultos jóvenes busquen nuevas conexiones sociales, mientras que después de mediados de los veinte, existe una tendencia a reducir el tamaño de la red social (Wrzus et al., 2013).
La afiliación religiosa, o desafiliación, también se solidifica típicamente al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta (Corcoran, 2012, Iannaccone, 1990). Los individuos tienden a alinearse con comunidades que reflejan sus valores personales durante este período. Con el tiempo, aumenta el costo psicológico y social de cambiar de afiliación religiosa, a medida que las personas se integran e invierten más en sistemas de creencias y comunidades específicas. Aquellos que rompen con la religión de su infancia o adoptan una nueva orientación religiosa tienden a hacerlo más temprano en la vida, cuando el proceso es menos costoso social y emocionalmente (Becker, 1967, Becker, 1981).
El desarrollo de la personalidad también juega un papel fundamental en la maduración psicosocial. De acuerdo con el Modelo de Cinco Factores de la personalidad de McCrae y Costa, (McCrae y Costa, 1999) la personalidad tiende a madurar durante la edad adulta temprana y permanece relativamente estable a partir de entonces, un concepto conocido como la «hipótesis del yeso» (Srivastava et al., 2003). Esta teoría sugiere que los rasgos de personalidad, una vez solidificados, experimentan solo cambios mínimos con el tiempo. La evidencia empírica respalda la idea de que la estabilidad de orden de rango de los Cinco Grandes rasgos (apertura, conciencia, extraversión, amabilidad y estabilidad emocional) aumenta con la edad (Specht, 2017). Sin embargo, otros estudios indican que ciertos rasgos, particularmente la estabilidad emocional y la escrupulosidad, pueden continuar desarrollándose hasta bien entrada la edad adulta (Roberts y DelVecchio, 2000). Sigue siendo incierto si el momento de la estabilización de la personalidad ha cambiado a través de las generaciones.
2.6.2. Desarrollo cognitivo
El desarrollo cognitivo, que abarca funciones mentales como la atención, el aprendizaje, la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones y la resolución de problemas, es fundamental para navegar por la vida diaria y las transiciones más amplias de la vida (Liverman et al., 2015). Se puede dividir ampliamente en dos dominios: pragmática cognitiva (inteligencia cristalizada) y mecánica cognitiva (inteligencia fluida), cada uno siguiendo trayectorias distintas a lo largo de la vida (Baltes et al., 2006).
La pragmática cognitiva, que comprende conocimientos, habilidades y experiencias acumuladas, tiende a permanecer relativamente estable durante la edad adulta (Salthouse, 2010). Si bien son importantes para el funcionamiento, son menos efectivos como marcadores de la transición a la edad adulta, dado su desarrollo continuo durante gran parte de la vida. Por el contrario, la mecánica cognitiva, que implica el pensamiento abstracto, el razonamiento lógico y la resolución de problemas novedosos (Skirbekk et al., 2013), generalmente alcanza su punto máximo a mediados de los 20 años antes de disminuir gradualmente con la edad (Salthouse, 2010). Por lo tanto, este pico puede servir como un marcador cognitivo potencial de la edad adulta (Bratsberg y Rogeberg, 2018, Gerstorf et al., 2011, Skirbekk et al., 2013).
Con el aumento de la esperanza de vida, los estudios longitudinales han identificado mejoras basadas en cohortes tanto en la pragmática cognitiva como en la mecánica cognitiva, en particular las habilidades cognitivas fluidas específicas de la edad para las generaciones posteriores (Flynn, 1999). Estas ganancias se han observado durante varias décadas y en todos los grupos de edad en muchos países (Christensen et al., 2013, Skirbekk et al., 2013, Staudinger, 2015), lo que sugiere un cambio ascendente en la función cognitiva a lo largo del tiempo.
En resumen, la edad adulta está marcada por la estabilización de los valores sociales, la identidad y la personalidad. Los individuos suelen consolidar aspectos clave de la identidad, como el género, la pertenencia a la comunidad y la orientación política, durante esta etapa de la vida, dando forma a los resultados a largo plazo en la salud, las relaciones y las trayectorias profesionales. Los rasgos de personalidad también tienden a estabilizarse, como lo proponen marcos como el Modelo de Cinco Factores, aunque ciertos rasgos, particularmente la estabilidad emocional y la conciencia, pueden continuar evolucionando hacia la edad adulta posterior. Finalmente, mientras que la inteligencia cristalizada permanece estable, el pico de la inteligencia fluida en la edad adulta temprana ofrece un umbral cognitivo significativo. Juntas, estas dimensiones psicosociales y cognitivas proporcionan una imagen matizada de la edad adulta que se extiende más allá de las definiciones puramente biológicas o legales
2.7. Marcadores biológicos
2.7.1. Desarrollo cerebral
El desarrollo del cerebro proporciona información importante sobre la transición de la adolescencia a la edad adulta. Desde la década de 1990, los avances en neuroimágenes, particularmente imágenes por resonancia magnética (MRI), han mejorado significativamente nuestra comprensión de la maduración cerebral estructural y funcional desde la infancia hasta la adolescencia y la edad adulta. Aunque los cambios más rápidos y sustanciales ocurren antes del nacimiento y durante la primera infancia (Batalle et al., 2018), los desarrollos notables también continúan durante la infancia y la adolescencia (Dima et al., 2022, Frangou et al., 2022). Estos cambios son específicos de los tejidos y no siempre son capturados por medidas globales como el peso o el volumen total del cerebro.
Por ejemplo, el volumen de materia blanca continúa aumentando en la edad adulta, mientras que el volumen y el grosor de la materia gris cortical generalmente disminuyen. Además, las estructuras subcorticales de la materia gris siguen trayectorias de desarrollo heterogéneas (Herting et al., 2018, Mills et al., 2016, Tamnes et al., 2017). Neurobiológicamente, estos cambios reflejan procesos prolongados como la mielinización y la reorganización dendrítica (Lebel y Deoni, 2018, Norbom et al., 2021) que apoyan una mayor interconectividad y especialización de las redes cerebrales. Los estudios de resonancia magnética funcional han demostrado que estos procesos contribuyen a una comunicación neuronal y una función cognitiva más eficientes (Sherman, 2014).
Aunque el desarrollo del cerebro humano se extiende hasta bien entrada la tercera década de la vida, determinar un punto final definitivo sigue siendo un desafío. Algunos estudios han intentado identificar puntos de inflexión en el desarrollo en todas las regiones del cerebro. Por ejemplo, la investigación que utiliza medidas de resonancia magnética intracortical relacionadas con la mielinización ha demostrado que el crecimiento máximo en las cortezas sensoriales y motoras primarias generalmente ocurre antes de la pubertad, mientras que el crecimiento en las cortezas de asociación, como la corteza prefrontal, continúa después de la pubertad, a menudo estabilizándose solo a fines de los veinte o principios de los treinta (Grydeland, 2019). Si bien no está claro si el momento del desarrollo del cerebro ha cambiado a través de las generaciones, los patrones espaciales y temporales de la maduración del cerebro parecen en gran medida consistentes.
El desarrollo cortical sigue una trayectoria evolutiva conservada, comenzando en las áreas sensoriales y motoras primarias y continuando hacia áreas de asociación más complejas. incluida la corteza prefrontal (Baum et al., 2022, Sydnor et al., 2021). Estas cortezas de asociación apoyan funciones cognitivas de orden superior, como la autorregulación y la cognición social, y el razonamiento abstracto. De manera similar, los tractos clave de materia blanca como el cíngulo, involucrado en el control cognitivo, y el fascículo uncinado, asociado con la emoción y la memoria episódica, exhiben algunas de las líneas de tiempo de desarrollo más prolongadas (Lebel et al., 2012, Olson et al., 2015). La evidencia emergente sugiere un vínculo estrecho entre la pubertad y la maduración cerebral. Como la pubertad ocurre a edades progresivamente más tempranas, algunos investigadores plantean la hipótesis de que el desarrollo del cerebro también puede acelerarse en paralelo (Beck, 2023). Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si la pubertad más temprana se traduce consistentemente en una madurez neurobiológica más temprana.
2.7.2. Desarrollo biofisiológico y puberal
El crecimiento y el desarrollo puberal están influenciados por factores ambientales y sociales y están sujetos a tendencias seculares a largo plazo (Chen, 2015). Comprender el momento y la duración de los períodos de crecimiento acelerado es esencial para identificar el inicio de las transiciones biológicas a la edad adulta (Holmgren, 2019). La finalización de la pubertad, marcada por el desarrollo de características sexuales secundarias, el logro de la fertilidad y la estatura adulta final, sirve como un indicador biológico clave de la entrada en la edad adulta (Borkan, 1986). Por ejemplo, se han observado patrones de crecimiento como un aumento de altura más temprano en cohortes más recientes (Kirchengast et al., 2023).
Una tendencia secular bien documentada es la disminución de la edad de la menarquia desde el siglo XIX. En Noruega, los registros históricos muestran una disminución sustancial en la edad media de la menarquia, de 15,6 años en 1850 a 13,3 años a partir de 1940 (Liestøl y Rosenberg, 1995). Estudios más recientes en Dinamarca y Estados Unidos sugieren que la pubertad podría estar ocurriendo a edades aún más tempranas. El estudio estadounidense (Herman-Giddens et al., 2001) informó un inicio más temprano del desarrollo de los senos en niñas (telarquia, estadio B2 de Tanner), especialmente entre niñas afroamericanas e hispanas. Un estudio danés (Aksglaede et al., 2009) comparó el desarrollo puberal entre 1991 y 2006 y encontró evidencia similar de desarrollo puberal más temprano, especialmente telarquia, que no podía explicarse por cambios en los niveles hormonales o el IMC.
En los niños, también se han observado tendencias hacia un inicio puberal más temprano, aunque la magnitud del cambio es generalmente menos pronunciada que en las niñas. Un biomarcador para los niños, el logro de un volumen testicular de 4 ml, que indica el inicio de la pubertad, ha mostrado un logro más temprano en algunos estudios (Herman-Giddens et al., 2001). Los datos noruegos de 2016 informaron una disminución de 2,6 meses en la edad media de la menarquia en comparación con las mediciones de 2003 a 2006 (Bratke, 2017). Además, el crecimiento y la velocidad máxima de la altura ocurren durante la pubertad (Aksglaede et al., 2008, Hauspie et al., 1997). Siguiendo una tendencia hacia un momento más temprano de la pubertad, el crecimiento máximo de la altura tiende a ocurrir a edades cada vez más tempranas (Patton et al., 2018, Song et al., 2015, Talma et al., 2013). La edad a la que se produce el inicio de la pubertad puede ser relevante para definir la transición a la edad adulta, ya que el inicio puberal también podría ser indicativo de la edad de finalización de la pubertad.
Estas tendencias históricas en el crecimiento y el inicio de la pubertad generalmente se interpretan como reflejos de una mejor nutrición, salud y condiciones de vida (Hauspie et al., 1997). Como señaló James Tanner, «el crecimiento es un espejo de las condiciones de la sociedad» (Tanner, 1987). El inicio más temprano de la pubertad se ha relacionado con un mejor suministro de alimentos, entornos económicos y sociales favorables (Cámara et al., 2019, Cámara, 2015) y un tamaño más pequeño de los hermanos (Hatton y Martin, 2010). Se han propuesto varios mecanismos biológicos para explicar las tendencias más recientes en el momento puberal. Por ejemplo, el sobrepeso y la obesidad infantil se asocian con un inicio puberal acelerado, particularmente en las niñas (Wagner, 2012). Estas condiciones también están relacionadas con el aumento de la velocidad de la altura, aunque la altura adulta final no se ve afectada (Júlíusson, 2015). Se han propuesto otros factores de riesgo, como la exposición a sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC), como contribuyentes a la disminución secular de la edad de la menarquia. Estas sustancias pueden interferir con la regulación hormonal y se consideran cada vez más relevantes para explicar los cambios contemporáneos en el desarrollo biológico (Fisher y Eugster, 2014).
2.7.3. Patrones de sueño
La transición a la edad adulta también va acompañada de cambios notables en los patrones de sueño. Durante la adolescencia, las personas tienden a experimentar un retraso en el horario del sueño, particularmente los fines de semana y días festivos (Crowley et al., 2018). El punto medio del sueño (el tiempo a medio camino entre quedarse dormido y despertarse) generalmente cambia progresivamente más tarde a lo largo de la adolescencia, alcanzando su punto más reciente alrededor de los 20 años. Después de este período, el horario del sueño comienza a estabilizarse gradualmente y alinearse más estrechamente con el horario del sueño en los adultos. Este cambio en el horario del sueño se ha propuesto como un marcador potencial de la edad adulta (Roenneberg, 2004) probablemente relacionado con las necesidades cambiantes de sueño asociadas con el desarrollo del cerebro (Roenneberg, 2004).
En resumen, las definiciones biológicas de la edad adulta abarcan una variedad de hitos del desarrollo, incluida la finalización de la pubertad, la maduración estructural y funcional del cerebro y los cambios en los patrones de sueño. Estos marcadores resaltan la naturaleza compleja y multifacética del desarrollo biológico durante la transición a la vida adulta.
3. Discusión
Esta revisión ha examinado un conjunto completo de marcadores que señalan la transición a la edad adulta, que abarcan los dominios demográfico, económico, legal, cultural, subjetivo, psicológico y biológico. Los hallazgos subrayan que los marcadores sociales y económicos, como la edad de entrada al mercado laboral, el abandono del hogar y el primer parto, se retrasan cada vez más. Estos cambios van acompañados de un aumento correspondiente en la edad subjetiva en la que los individuos sienten que han alcanzado la edad adulta.
Por el contrario, algunos marcadores biológicos, como la velocidad máxima de la altura y la edad en la menarquia, tienden en la dirección opuesta, ocurriendo a edades más tempranas. Esta divergencia destaca una creciente brecha temporal entre la maduración biológica y la asunción de roles sociales adultos (Fig. 4). Si bien la edad social de la edad adulta, marcada por el empleo a tiempo completo, la vida independiente o la paternidad, continúa aumentando, muchos puntos de transición institucionales y legales permanecen relativamente fijos. Los rituales religiosos de mayoría de edad, los umbrales de edad legal y los ritos de paso culturalmente arraigados tienden a ser más estables a lo largo del tiempo y las generaciones. Como resultado, la madurez biológica se alcanza cada vez más mucho antes del logro de la independencia social o económica, lo que contribuye a una transición más prolongada y fragmentada a la edad adulta.
Figura 4. Figura estilizada en diferentes marcadores de la transición a la edad adulta.
Las leyes y normas sociales que rigen los comportamientos de los adultos continúan evolucionando, lo que a menudo contribuye a un retraso en el reconocimiento de la edad adulta. Estos cambios, como el aumento de la edad mínima legal para el empleo y el matrimonio, están estrechamente alineados con tendencias más amplias, incluidas las trayectorias educativas prolongadas, el retraso en la entrada al mercado laboral y el aplazamiento de la formación de relaciones estables.
La edad cronológica sigue siendo un marcador relevante de la edad adulta en contextos donde los procesos biológicos son relativamente estables a lo largo del tiempo a través de las generaciones o donde los marcos económicos y legales experimentan cambios mínimos. Por ejemplo, los umbrales relacionados con la elegibilidad para votar (Franklin, 2020, Munn, 2023) y la edad mínima de responsabilidad penal (Cipriani, 2016, Zhu y van der Aa, 2017) generalmente se han mantenido dentro de un rango estrecho y muestran consistencia entre países y a lo largo del tiempo. Sin embargo, si bien estos puntos de referencia cronológicos brindan claridad administrativa, a menudo no logran capturar la considerable variabilidad en la salud, la madurez psicosocial y la actividad socioeconómica entre individuos de la misma edad. Como resultado, la dependencia de la edad cronológica por sí sola puede oscurecer la naturaleza compleja, no lineal y dependiente del contexto de la transición a la edad adulta.
Además, la edad cronológica no logra capturar la creciente variabilidad en la secuencia y el momento de los eventos de la vida que tradicionalmente marcan la transición a la edad adulta (ver Shanahan (2000)). Por lo tanto, su relevancia como marcador de la edad adulta se limita en gran medida a dominios donde los umbrales legales, económicos o relacionados con la salud dependen explícitamente de la edad. Para representar con mayor precisión la naturaleza multifacética de la edad adulta, es necesario considerar marcadores alternativos que reflejen mejor la madurez individual.
A la luz de los cambios en curso en el desarrollo social y biológico, argumentamos que los marcos regulatorios y políticos deben tener en cuenta tanto los patrones cambiantes de maduración como la brecha cada vez mayor entre la edad adulta biológica y social. Aunque esta revisión no ofrece pautas prescriptivas para determinar los umbrales óptimos de edad legal, sugiere que la formulación de políticas modernas podría beneficiarse del reconocimiento del inicio más temprano de la madurez biológica y la realización cada vez más tardía de la independencia socioeconómica. Las edades específicas asociadas con estos hitos deberán evolucionar con el tiempo, en respuesta a las normas sociales cambiantes, las tendencias biológicas y las condiciones contextuales.
Los marcadores económicos de la edad adulta, como la participación en la fuerza laboral, el compromiso de la fuerza laboral y el logro del estado de pago de impuestos, reflejan la transición de un individuo de ser un receptor de transferencias públicas o privadas a convertirse en un contribuyente económico neto (Beard y Bloom, 2015, Cutler y Johnson, 2002). Estos marcadores pueden volverse más importantes, particularmente a medida que el empleo en el sector formal continúa aumentando entre las mujeres a nivel mundial (Turra et al., 2011). Sin embargo, la transición a la independencia económica se retrasa cada vez más debido a períodos más largos de educación y una disminución de la demanda de mano de obra no calificada y de nivel inicial.
Los marcadores sociales, como la paternidad, también se están posponiendo (Sawyer et al., 2018) moldeados por la disponibilidad generalizada de anticonceptivos efectivos y la reducción de embarazos no planificados. Por el contrario, la maduración biológica más temprana, impulsada por mejoras en la nutrición y la salud general, apunta a una edad de madurez física decreciente. En conjunto, estas trayectorias divergentes resaltan que ninguna medida única puede definir universalmente la edad adulta. En cambio, los marcadores más apropiados dependerán del contexto específico y el dominio de la edad adulta en consideración.
Actualmente, los biomarcadores no predicen de manera confiable el funcionamiento económico o social de un individuo. En cambio, son más efectivos para evaluar estados biológicos o patológicos específicos. Por ejemplo, los patrones de metilación del ADN derivados de la sangre se han asociado con el riesgo de desarrollar afecciones como la diabetes (Xia et al., 2017). Sin embargo, los biomarcadores aún pueden ofrecer información valiosa sobre el envejecimiento biológico, por ejemplo, a través de estimaciones de la edad cerebral (Cole y Franke, 2017) que pueden ayudar a delinear los hitos biológicos asociados con la transición a la edad adulta. Si la madurez biológica, incluido el desarrollo físico y neurológico, ocurre antes que en generaciones anteriores, podría sugerir que la transición biológica a la edad adulta también ocurre a edades más tempranas.
La teoría de la historia de vida (LHT) proporciona un marco teórico útil para interpretar estos desarrollos. Según LHT, los individuos ajustan sus trayectorias de desarrollo en respuesta a las señales ambientales. En contextos marcados por una alta imprevisibilidad o adversidad (por ejemplo, pobreza, alta mortalidad o exposición a la violencia), es más probable que las personas adopten una estrategia de historia de vida más rápida, caracterizada por una reproducción más temprana y una planificación de vida a corto plazo. Por el contrario, los entornos ricos en recursos suelen apoyar una estrategia de historia de vida más lenta en la que los individuos invierten más en educación y retrasan la formación de familias. La incertidumbre económica también puede influir en el momento del desarrollo al alentar a las personas a posponer transiciones clave, como el matrimonio o la paternidad. Si bien las mejoras mundiales en la mortalidad infantil y adolescente han reducido la imprevisibilidad ambiental en las últimas décadas, la persistencia de la inestabilidad económica y el aumento de las tensiones geopolíticas en los últimos años pueden estar contribuyendo al aplazamiento observado de la transición a la edad adulta. Una transición más temprana a la edad adulta biológica puede extender el número de años que se percibe que están disponibles para actividades después de la pubertad, incluidos posiblemente más años de vida en los que uno está cognitivamente desarrollado y es capaz de trabajar, y biológicamente capaz de reproducirse, lo que lleva a la percepción de que uno tiene más tiempo disponible y, por lo tanto, puede permitirse reducir el ritmo de la transición a al menos algunos eventos en la edad adulta. Desde una perspectiva de LHT, tales percepciones y patrones de comportamiento reflejan adaptaciones estratégicas a las condiciones sociales y económicas actuales (Del Giudice y Belsky, 2011, Kruger, 2021).
4. Conclusiones
Esta revisión destaca que ningún marcador único puede definir universalmente la transición a la edad adulta en todos los contextos culturales, históricos y socioeconómicos. En primer lugar, revela que los marcadores de la edad adulta, ya sean biológicos o sociales, tienen una relevancia diferente según el contexto específico. Por ejemplo, los indicadores biológicos pueden relacionarse con la madurez cognitiva o física, mientras que los marcadores sociales como los umbrales de edad legal influyen directamente en el acceso al empleo, el derecho al voto y otras responsabilidades cívicas. Uno de los hallazgos centrales de esta revisión es que los desarrollos tecnológicos, sociales, nutricionales, demográficos, del mercado laboral y educativos contemporáneos han contribuido a una creciente divergencia entre los marcadores biológicos y sociales de la edad adulta.
En segundo lugar, históricamente, particularmente en las sociedades preindustriales, los hitos biológicos y sociales a menudo ocurrieron al mismo tiempo. Por ejemplo, la pubertad y los ritos de iniciación como la confirmación protestante generalmente tuvieron lugar a mediados de la adolescencia, lo que indica una maduración biológica y social. En contraste, en las sociedades más prósperas e industrializadas de hoy, estas trayectorias se han vuelto menos sincronizadas.
Los avances tecnológicos y los cambios estructurales en el mercado laboral, combinados con trayectorias educativas más largas y un período prolongado de juventud subjetiva, han ampliado la brecha entre el desarrollo biológico y la transición a los roles sociales adultos. Si bien algunas transiciones biológicas, como la pubertad o la maduración neurológica, están ocurriendo antes, las transiciones socioeconómicas, como la entrada al mercado laboral o la paternidad, se retrasan cada vez más. Mientras tanto, muchos marcadores culturales de la edad adulta, incluidas las ceremonias religiosas o seculares de mayoría de edad, han permanecido vinculados a edades cronológicas fijas. Esta creciente desincronización ha introducido una mayor heterogeneidad en la definición de la edad adulta, lo que dificulta el establecimiento de un umbral de edad universal para esta etapa vital.
En tercer lugar, los marcadores sociales de la edad adulta pueden seguir cada vez más una secuencia ordinal, donde el momento de un hito influye en el momento de los posteriores (por ejemplo, la finalización de la educación antes de la entrada en la fuerza laboral o la paternidad) (Marini, 1984, Sobotka y Beaujouan, 2018). Los cambios en la forma en que los individuos evalúan subjetivamente su propia edad adulta también pueden desempeñar un papel, contribuyendo al aplazamiento de roles adultos como la formación de una familia o la vida independiente.
En resumen, la edad adulta se entiende mejor como un constructo multifacético y dependiente del contexto formado por procesos biológicos, psicológicos, sociales y culturales que se cruzan. Reconocer esta complejidad es esencial para informar marcos de políticas más flexibles e inclusivos que reflejen las realidades de las transiciones de la vida moderna.